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UNIVERSIDAD NACIONAL

DE UCAYALI
FACULTAD DE CIENCIAS FORESTALES Y AMBIENTALES
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE INGENIERÍA AMBIENTAL

EVOLUCIÓN, ESTADO ACTUAL Y TENDENCIAS DE LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS Y


RESIDUOS SÓLIDOS

ASIGNATURA : SOCIEDAD Y DESARROLLO

ALUMNOS : ARRATEA OBREGON SEYDA JULISA

FLORES ZEVALLOS TREYCI

HUARCAYA SABOYA ANA CRISTINA

PEREZ RAMIREZ ANGGIE MIRIANA

CATEDRÁTICO : ING. ROLY BALDOCEDA

CICLO :V

PUCALLPA, PERÚ
2018
INDICE GENERAL
LISTA DE CUADROS
LISTA DE FIGURAS O FOTOS
RESUMEN

Durante las últimas tres décadas, la problemática ambiental ha escalado como una
prioridad en las políticas gubernamentales de casi todas las naciones. Entre los
aspectos más relevantes del tema, se encuentra la ambiciosa intención de
establecer una relación sostenible con la naturaleza. Para tal fin, se han
identificado ciertas situaciones de gran interés para la humanidad, a saber: la
finitud del recurso hídrico, la contaminación del mismo, la polución del aire y la
pérdida del suelo. En todos los contextos anteriores, es evidente el impacto directo
que originan los residuos sólidos generados por los innumerables asentamientos
humanos; así pues, un punto crítico de control ambiental en la sociedad moderna
es el relacionado con la producción, recolección, tratamiento, aprovechamiento y
disposición final de los residuos sólidos. Al respecto, es bueno comentar que en los
últimos veinte años se han focalizado esfuerzos significativos, por parte de algunas
organizaciones intergubernamentales, que propenden por la adopción de medidas
regulativas y mitigadoras sobre los efectos de la problemática mencionada.
INTRODUCCIÓN

El aumento de la población mundial y el estilo de vida consumista han contribuido


a que la generación de residuos sólidos urbanos haya aumentado
considerablemente en el último siglo, trayendo consigo graves consecuencias para
la salud de las personas y el medio ambiente. Una alternativa de solución frente a
este problema es la gestión de residuos sólidos.
Dicha gestión es práctica común en varios países y regiones, pero no se ejecuta de
manera sistémica. Las razones de que esta práctica sea inadecuada son variadas:
poca concientización de la población, insuficiente compromiso de las autoridades,
escasez de presupuestos o de participación, entre otras causas.
CAPITULO I:
1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

¿Qué estrategias deben considerarse para mejorar la gestión de residuos sólidos urbanos
en los asentamientos humanos?
La deficiente GRSU en los asentamientos humanos genera diversos daños: desde
contaminación paisajística hasta enfermedades asociadas a los focos infecciosos
generados por los botaderos. A pesar de que han sido varias las acciones emprendidas
para el control de esta problemática, los resultados han sido insuficientes. Los entes
ejecutantes no han podido encontrar la manera adecuada de involucrar a la población y
organizarla en torno a nuevos procedimientos o creación de hábitos que la ayude a
resolver los problemas generados por una inadecuada GRSU.

1.2. OBETIVOS

- Objetivo principal es:

 Conocer la evolución, estado actual y tendencias de los asentamientos


humanos y residuos sólidos, en América Latina y en el Perú.

- Los objetivos específicos son:

 Conocer los orígenes y la evolución de asentamientos humanos y


residuos sólidos.
 Conocer el estado actual de los asentamientos humanos y residuos
sólidos.
 Conocer las tendencias y las medidas que plantean para disminuir los
efectos de los asentamientos humanos y residuos sólidos.

1.3. JUSTIFICACION E IMPORTANCIA DEL ESTUDIO

La gestión de residuos sólidos urbanos (GRSU), a nivel mundial, aún no se lleva


cabo de manera adecuada debido a que la mayoría de personas no es consciente de
los problemas que puede generar una mala gestión de residuos sólidos tanto en la
salud del hombre y del medio ambiente.
Uno de los aspectos centrales en la gestión integral de los residuos sólidos urbanos
es el reciclaje que, aunque puede acarrear efectos nocivos si es que no se toman las
precauciones necesarias, es fuente de oportunidades económicas para las familias
que lo practican. Desafortunadamente, esta actividad se realiza de manera aislada
y no como parte del proceso de tratamiento de residuos sólidos urbanos (RRSSUU)
que se realiza en Lima. Al respecto, existen interesantes iniciativas locales que
incluso han desarrollado cadenas productivas a partir de los desechos.
CAPITULO II:
Asentamientos Humanos

Descripción

Un asentamiento humano es un sitio específico donde se establecen varias


viviendas o refugios habitados. Generalmente se compone de una comunidad, ya
que los seres humanos muy rara vez viven aislados entre sí. Todos los habitantes
comparten un territorio común pero cuentan con uno propio.
Los asentamientos humanos se forman con el tiempo. Normalmente se localizan
cerca o en medio de zonas con recursos naturales suficientes o abundantes, como
el agua dulce. Muchos también se ubican en sitios con recursos
naturales económicamente importantes debido a la conveniencia de su comercio o
desarrollo industrial.
Los asentamientos varían mucho en tamaño, tipo, ubicación, función, disposición,
historia y composición, pero por lo regular constan de varias viviendas y otras
estructuras como puentes, carreteras, calles y edificios. También son muy
diferentes de un país a otro, de una región a otra o de un tiempo a otro.
Un asentamiento específico se reconoce básicamente por su sociedad, su cultura y
sus actividades económicas. Cada uno tiene una estructura social y carácter
económico propio. Algunos se componen básicamente de personas dedicadas a la
agricultura o actividades del campo, mientras que otras se dedican primariamente
a la actividad industrial. Esto puede modificarse a medida que el asentamiento se
hace más grande y llegan nuevas personas. Las grandes ciudades, y
particularmente las capitales de los países, tienden a albergar una sociedad global
compuesta por personas de muchas partes del mundo, con idiomas, costumbres y
otros aspectos culturales diversos.
Poblaciones urbanas
– Estructura urbana
Poblaciones rurales

Funciones

La función inmediata de cualquier asentamiento humano es el refugio. Como seres


vivos, los seres humanos tienen la necesidad de buscar protección contra los
elementos de la naturaleza que pueden afectarlo o producir inconvenientes: la
lluvia, los animales salvajes, otras personas, etcétera.
Conforme los asentamientos crecen, las funciones se amplían o cambian, y
comienzan a destacar por sus actividades económicas. Algunas otras se fundan
primero para servir como centros económicos determinados. Es lo que sucedió con
Norilsk, Rusia, que se fundó en una región al norte del Círculo Polar Ártico,
montañosa y de clima muy frío, pero rica en recursos minerales, para ser un centro
industrial de la minería y la fundición. En la actualidad, es una de las ciudades más
contaminadas del mundo, con escasez de árboles, pero todavía poblada.
Antes del siglo XIX, la disposición de un asentamiento dependía, en gran parte, de
que estuviera en un sitio difícil de atacar, como la cima de una colina; que tuviera
un terreno plano, que se encontrara cerca de un bosque y de una fuente de agua
dulce, y que hubiera alguna red como vía de comunicación, como un río.
Posteriormente algunas de estas características se perdieron, específicamente, la
localización difícil de atacar, pero se añadieron otras. Hoy en día también es
importante que el ambiente sea bonito o agradable.

Tipos

Según su permanencia en el tiempo, los asentamientos humanos pueden ser


permanentes o temporales. Estos generalmente son propios de tribus o grupos de
personas nómadas, recolectoras o migratorias. Personas que forman
asentamientos temporales pueden regresar al asentamiento después de haberlo
abandonado. Los asentamientos permanentes, como el nombre sugiere, no son
abandonados.

1. Asentamientos desarrollados.
Son aquellos generalmente planificados y ordenados según las normas de
ordenación urbana.

Urbanos

– Ciudades. Hoy en día, las ciudades son los asentamientos más grandes y más
densamente poblados. Una ciudad es un área permanente más grande que un
pueblo y cuenta con sistemas complejos de servicios públicos, saneamiento,
transporte y vivienda. Posee una alta densidad de viviendas y otras estructuras
humanas, como carreteras, puentes, autopistas y vías de transporte. La mayoría de
los habitantes realiza actividades no agrícolas.
El hecho de que pertenezcan al grupo de asentamientos desarrollados no significa
que sean ciudades desarrolladas, pues algunas, como Calcuta o São Paulo,
pertenecen a países subdesarrollados o en vías de desarrollo. De hecho, las
ciudades de las regiones en desarrollo están creciendo a un ritmo especialmente
veloz.
– Metrópolis. Se conoce así a una ciudad muy grande que ejerce como centro álgido
de la economía, política y cultura, como Londres o Tokio. Un área metropolitana
consiste en varias áreas urbanas que comparten los mismos servicios e
infraestructura. Cuando dos o más áreas metropolitanas se unen, se forma una
megalópolis.
– Villas (Towns, en inglés). Se definen como asentamientos humanos más grandes
que los poblados pero menos grandes que las ciudades, con una población de entre
2,500 y 20,000 personas. No son reconocidos por todos los países, o tienen otros
nombres.
Asentamiento suburbano.
Suburbanos.
Son los asentamientos residenciales que se ubican en las afueras de una ciudad.
Están menos densamente poblados, y se componen, en su mayoría, de viviendas
que albergan una sola familia, así como de tiendas y otros servicios. También
suelen tener espacios más grandes que las ciudades, y menor tránsito.

Periurbanos o exurbanos.
Son áreas que se encuentran después de los suburbios. Son básicamente
residenciales, y por lo general, muchos de sus ocupantes se desplazan a otras
zonas, ya sea la ciudad o los suburbios, para trabajar. Algunas veces se les llama
“ciudades dormitorio”.

Rurales
– Pueblos o poblados (Villages, en inglés). Son asentamientos más grandes que las
aldeas, pero menos que las ciudades. Tienen una baja densidad de población y las
personas se dedican muchas veces a la agricultura, la ganadería, la minería o la
pesca artesanal.
– Aldeas (Hamlets, en inglés). Son asentamientos muy pequeños, pero sus
características varían de país a país. En algunas zonas las aldeas pueden ser del
mismo tamaño de un pueblo, pero comparten la escasez de infraestructura y la
baja densidad de población. Su población ronda los 200 habitantes.
– Granjas. Se distinguen de otros asentamientos rurales por su tamaño aún más
pequeño y porque sus moradores suelen albergar animales domésticos.
Generalmente se dedican a la agricultura o la ganadería.

Asentamiento informal.
2. Asentamientos informales/irregulares.

A diferencia de las anteriores, se erigen de forma improvisada y crecen sin orden,


en condiciones de saneamiento y servicios deficientes o nulos. Las viviendas están
hechas de materiales endebles como cartón y láminas, y sus habitantes tienden a
vivir hacinados.
Reciben varios nombres según el país: favelas, barrios marginales, barrios bajos y
arrabales, entre otros.

 EVOLUCION DE ASENTAMIENTOS HUMANOS

1. Período Pre - urbano.

1.1. Paleolítico (500.000 años a de C.)

Es el menos complejo, el de la sociedad “popular” (SJOBERG, G.) 2/ proletariado,


constituyendo pequeños grupos humanos nómades, homogéneos y autárquicos,
dedicados a la recolección de alimentos sin dejar sobrantes y donde no se daba el
trabajo especializado, ni tampoco la división en clases. Sus alojamientos temporarios
sólo implicaban la adaptación a las condiciones que el hábitat natural les ofrecía.
Conocían el fuego e hicieron uso rudimentario del cuero y la piedra. Sus fuentes
naturales de energía eran el agua y el viento.

1.2. Neolítico (10.000 años de C.)

El ascenso gradual hacia una organización más compleja, propicia la definición del
segundo estadio de la sociedad pre urbana. Ubicamos esta fase durante el Neolítico,
unos 10.000 años a. de C., en el cual la llamada “primera revolución agrícola”, permite
la sedentarización de grupos humanos y la posibilidad de generar excedentes. Período
hortense simple, con selección de granos y caracterizado por el cultivo cíclico, facilita el
asentamiento humano.
El conocimiento del arado, la rueda, los metales, los sistemas de irrigación, el uso del
viento para la molienda, el calendario, permite la multiplicación de la producción y la
intensificación de la acumulación de excedentes. Nace una cierta organización del
trabajo 3/, particularmente con relación a las actividades agrícolas, posibilitando,
además mantener grupos dedicados a otras especializaciones como defensa, gobierno,
religión. Es el inicio de diferenciaciones sociales que no llegan a la configuración de
clases. Todavía los instrumentos de trabajo son de propiedad de la comunidad.

El asentamiento humano sedentario se generaliza, mientras que el nomadismo es


recesivo. Aquellos están compuestos de aldeas de unas 100 a 200 personas, que,
eventualmente se asocian a otras comunidades, logrando asentamientos mayores.

2. Período Urbano.

Dos factores se unieron para la estabilización humana: un ámbito geográfico apropiado


(tierras fértiles y agua) y una organización adecuada de la fuerza de trabajo 2/. Sobre el
escenario geográfico, GORDON CHILDE 3/, precisa los límites de la extensa zona
donde se produjo, en el 4º milenio a. de C., la “revolución urbana”. Al Oeste, el Sahara
y el Mediterráneo; al Este, el desierto de la India o Thar y la cadena de los Himalaya; al
Norte, el espinazo montañoso euroasiático (Balkanes, Cáucaso, Elburz, Indo-Kuch; al
Sur el trópico de Cáncer. Se trata de la actual zona de desiertos, separados por los valles
fértiles del Nilo, Jordán, Eufrates -Tigris e Indo, que en el 5º antes de C. era una zona de
más fertilidad y de clima más apto para la vida humana, aunque ya el avance del
desierto desplazaba a las comunidades de campesinos de las aldeas del Neolítico. En el
4º milenio las amenazas de sequía obligan a la población a concentrarse en los oasis.
Luego la creciente presión de nuevas migraciones los hizo ir ocupando las zonas
pantanosas de la Mesopotamia inferior. Pueden distinguirse en una primera fase, dos
estadios históricos en términos de evolución de ciudades:
- Urbano Primitivo (4.000 a 2.000 años antes de C.)
- Urbano Pre - Industrial (2.000 años antes de C. al 1750 después de C.)
Las diferencias entre ambos no son sustantivas y están referidas principalmente a un
mayor desarrollo tecnológico, a formas más perfeccionadas de dominio y a la
acentuación de las clases sociales.

2.1. Urbano Primitivo (4.000 a 2.000 años a. de C.)

A partir del 4.000 a. de C., aparecen los primeros asentamientos que luego configurarían
ciudades, localizándose en el segmento oriental de la Mesopotamia.- en los valles
fértiles del Tigris y el Eufrates -, en el valle del Nilo y en el valle del Indo, en lo que es
ahora Pakistán, y en las secciones centrales del río Amarillo (Hoang-Ho), en China,
donde también existieron establecimientos humanos. Es la “primera revolución urbana”.
Período hortense avanzado (riego, arado), sociedades agrícolas; con mayor desarrollo
tecnológico, mejoramiento en las fuentes energéticas, otros metales y aleaciones; con
una producción superior y mayor acumulación de excedentes, ayudado por el cálculo
aritmético y la escritura, lo que permitió, a su vez, el desarrollo del comercio y la
aparición del dinero, desplazando al trueque.
Estos nuevos centros, fuentes de acumulación de recursos acrecentaron su poder militar
y político e incorporaron paulatinamente nuevos territorios bajo su poder, implantando
la esclavitud de los habitantes de los territorios anexados, dando lugar a los grandes
Imperios (Persas, Chinos, Fenicios, Griegos, Romanos), que incluían millares de
personas, aunque los núcleos urbanos en este período albergaran sólo pequeñas
cantidades de 5.000 a 10.000 habitantes.

2.2. Urbano Pre-Industrial (2.000 años a. d. C. al 1750 d. de C.)

La evolución de los medios de transporte y los adelantos en la producción, llevó a un


aumento sustantivo del número, tamaño y carácter de las ciudades. Sin embargo, el
índice de urbanización nunca superó el 15%. Sobre el tamaño que los asentamientos
humanos poseían, se habla por ejemplo de 34.000 habitantes para la ciudad de Ur
(Sumeria) 4/, en el 2.000 antes de C., aunque se supone que en los primeros tiempos
ninguna haya superado los 10.000 habitantes. Las ciudades se parecían mucho entre
ellas: una base tecnológica similar; el trigo y la cebada como materias primarias básicas;
el BRONCE fue su metal; los bueyes tiraban el mismo tipo de arado y sus vehículos
poseían ruedas. Los reyes concentraban el poder político y religioso; el tributo se
almacenaba en los graneros del templo; hábiles expertos y artesanos y la existencia de
una capa de mercaderes y traficantes, cuya existencia está demostrada en la
Mesopotamia. Es un período de incorporación de nuevos territorios y de consolidación
de los grandes imperios. El modelo permanece, con obvias modificaciones, a través de
cuatro milenios. En este período, la necesidad de expansión económica de los imperios
europeos llevó al descubrimiento del Nuevo Mundo.

2.2. Urbano Industrial (1750-1950)

La segunda fase, signada por el fenómeno de la llamada Revolución Industrial, se inicia


a partir de estos años, pudiendo establecerse los períodos siguientes:

- De 1750 a 1900: la instrucción masiva, un régimen de clases fluido y una tremenda


irrupción tecnológica hacia nuevas fuentes de energía inanimada, que origina la llamada
Revolución Industrial, promovió los cambios de largo alcance en la vida ciudadana y
que ha suscitado igualmente cambios fundamentales en la geografía y organización
social de la ciudad. Es el momento de la “segunda revolución urbana.
Las máximas fuerzas en acción durante los dos o tres siglos que precedieron a aquella,
pueden ser fácil y claramente discernidas. Se destacan dos: la expansión de la
potencialidad europea sobre otros continentes y el desarrollo de una tecnología basada
predominantemente en energía inanimada (carbón y petróleo).

La extensión del tráfico comercial y la exploración europea (que culminaría en el


colonialismo), fueron la causa del crecimiento de determinadas ciudades de Asia, de
ciertas partes del África y de la de todas las de América.

El método científico, activo y ampliamente aplicado, permitió al hombre controlar las


fuerzas de la naturaleza hasta un extremo jamás imaginado.
Quizás el invento decisivo, el “invento clave”, fue la máquina de vapor (1769,
patentamiento de WATT), que proporcionó una fuente de energía extremadamente
generosa. Ello permitió una producción masiva de artículos y una mecanización de la
actividad. Con dicho sistema apareció una nueva modalidad de estructuración
profesional, basada en conocimientos altamente especializados.
Como resultado se produce una sustitución del antiguo artesanado por el empleo
industrial o sea, la separación del trabajo de sus instrumentos, condición básica del
desarrollo acelerado del capitalismo a nivel mundial.
A la diferenciación de clases por ingresos y la división técnica del trabajo, se suma una
división geográfica del trabajo. El imperialismo suplanta al mercantilismo del período
anterior (Imperialismo = producción + intercambio), generándose las situaciones de
dependencia de los países periféricos.
Paralelamente a la producción industrial de maquinarias para todo uso, se originó un
aumento del excedente agrícola en forma superlativa. Esta instancia, reconocida como
la “segunda revolución agrícola”, fue el soporte para la alimentación, a gran escala, de
la población que se incorporaba a las ciudades, punto de localización de las industrias.
El advenimiento del industrialismo significó, además la realización de grandes
progresos en las herramientas agrícolas, en las técnicas de cultivo y preparación de
alimentos y conservas; en los transportes y comunicaciones; el abastecimiento de agua y
el servicio de desagües cloacales, facilitando una mayor concentración demográfica en
las ciudades. A nivel urbano, la industrialización significó una ampliación de la base
económica urbana, enriquecida por el aporte migratorio y el aumento del crecimiento
vegetativo (mejoras sanitarias).
Esta irrupción poblacional, en áreas no preparadas físicamente, originó la necesidad del
control del desorden urbano (falta de viviendas y equipamientos, falta de
infraestructuras, contaminación, congestión, etc.)
Los problemas sociales derivados dieron origen a críticas (Marx), así como a la acción
del Estado como paliativo: la aparición de la acción planificadora. LO URBANO ES
TAMBIEN VISTO COMO FENOMENO ESPACIAL.

- De 1900 a 1950: Podríamos distinguir otra fase en el fenómeno urbano-industrial, que


algunos llaman de la “tercera revolución urbana”, desarrollada entre los años 1900 al
1950 de nuestro siglo, a partir de la evolución tecnológica operada en materia de
generación de energía eléctrica - particularmente hidráulica - y los aprovechamientos
multipropósitos, pensados y llevados a la práctica alrededor de esas grandes obras. Se
suman los adelantos substanciales en el campo del transporte y de las comunicaciones;
el mejoramiento de las técnicas de producción agrícola y la conservación de alimentos;
importantes avances en la prevención y curación de enfermedades (FLEMING, 1928: la
penicilina), hechos que contribuyen a configurar un estadio diferente y avanzado del
primitivo asentamiento urbano-industrial, con el predominio de fenómenos de
conurbación en todas las latitudes, procesos característicos del alto índice de
urbanización, con la aparición de regiones urbanas en países periféricos.
Esta situación de desorden y de problemas urbanos planteados, fundamentalmente en
términos de necesidades básicas, está agravado en los países del Tercer Mundo, por
resultar un fenómeno de urbanización sin industrialización. Esta marginalidad
económica-social, es el proceso que caracteriza a las formaciones sociales dependientes.

2.3. Urbano Pos-Industrial (de 1950 en adelante)

Finalmente una última fase, a partir de los años cincuenta, que podríamos denominar
“cuarta revolución industrial”, o período “ urbano pos-industrial”, caracterizado por el
desarrollo de los sistemas de control (información y decisión). El uso generalizado del
transporte de alta velocidad para el traslado de personas y bienes, particularmente el
traslado aéreo. La asombrosa velocidad y calidad en materia de comunicaciones, con la
incorporación de los avances tecnológicos logrados en la conquista del espacio
extraterrestre. La incipiente aplicación de las nuevas fuentes de energía para
acondicionar los espacios para el desarrollo de las actividades del hombre.
Pero, también, la peligrosa y grave afectación y destrucción del hábitat natural y cultural
en muchas partes del mundo. La subutilización y mal manejo de los recursos, en una
irracional degradación de los ambientes, tanto urbanos como rurales.

Todo este apretado conjunto de aspectos tiene su repercusión en el fenómeno


irreversible de la industrialización descontrolada, con afectación directa de las
condiciones de vida de las aglomeraciones más concentradas, y por el contrario, las
grandes cantidades no atendidas de habitantes de las grandes y pequeñas ciudades en
materia de servicios básicos, elementales, que reclaman una mayor respeto por el
ambiente en que desenvuelven sus vidas los ciudadanos, en el sentido más amplio e
integrado del concepto, comprendiendo lo físico-natural y adaptado, lo biológico, lo
espiritual y su planificación y control.

 ASENTAMIENTOS HUMANOS ANTIGUOS DE PERU


Los primeros pobladores del Perú fueron cazadores y recolectores
que llegaron a este territorio de Latinoamérica hace más de 20.000
años. Utilizaban herramientas de tierra y vivían de la tierra y la fruta.
- ASENTAMIENTO TOQUEPALA
( Periodo.- 9500-7500 a.C. Precerámico): El complejo de Toquepala o Tokepala se
encuentran en la región Tacna, cercana a la mina de cobre (Toquepala a 2 700
m.s.n.m.)
Se hallaron herramientas de piedra, tambien se descubrieron pinturas rupestres
con escenas de caza de auquenidos (chako) evidenciandose atisbos de religión en
ese periodo (Litico) .
Estas son las pinturas más antiguas del Perú .Es considerada la “Pinacoteca
paleolítica más importante del Perú”,explorada inicialmente por Miomir Bojovich y
Emilio Gonzalez, la Cueva del Diablo de Toquepala (Tacna) tiene al arqueólogo
Jorge Muelle como su estudioso más importante.

- ASENTAMIENTO HUACA PRIETA :


Los inicios del tejido peruano
Los tejedores más antiguos del Perú vivieron en el periodo ARCAICO TARDÍO.
Ellos fueron los HOMBRES DE HUACA PRIETA, aldeanos agricultores,
pescadores y marisqueros que habitaron en la desembocadura del río Chicama (La
Libertad) unos 2500 a.C.
Los antecedentes directos de la textilería se encuentran en la cestería y la
fabricación de redes. Ambas actividades fueron iniciadas durante el Arcaico
Temprano, utilizando como materias primas las fibras de junco y totora, con las
cuales se elaboraban esteras, petates, sogas y redes de pesca.
Huaca Prieta fue descubierta en 1946 por Junius Bird, quien halló el famoso tejido
de algodón que tenía la representación de un condor sagrado con una serpiente
enroscada en su vientre. Otros asentamientos precerámicos que desarrollaron el
tejido son: Los Gavilanes (Ancash) , La Galgada (Ancash), Aspero (Lima) y Caral
(Lima).
El surgimiento del arte textil significó un avance revolucionario para las sociedades
de base agrícola. Su producción estuvo ligada al desarrollo de la agricultura, el
comercio y la religiosidad en el mundo andino. En el siguiente periodo, el
FORMATIVO, con el invento de los telares la producción textil llegó a los niveles de
calidad y excelencia que se admiran en los tejidos de la Cultura Paracas
Necrópolis.

- ASENTAMIENTO: TRES VENTANAS


La caverna de Tres Ventanas fue ubicada y estudiada por el arqueólogo Federico
Éngel en Huarochirí, sierra de Lima. Aquí, Éngel encontró abundantes utensilios
líticos y algunos esqueletos humanos. Sin embargo, la importancia de este lugar se
debe más al descubrimiento de camotes, ollucos y calabazas domesticadas. En el
Arcaico Temprano, los habitantes de las alturas de Lima eran horticultores que
abandonaban lentamente sus antiguas prácticas de subsistencia parasitaria.

- ASENTAMIENTO LAURICOCHA : 10 mil años a.c -Periodo PRECERAMICO1º


primer humano conocido : Fósiles (Se descubrió en las regiones altas de Huanuco
once esqueletos humanos, 4 de adultos y 7 de niños; también se encontró
raspadores y lascas, huesos fosilizados de camelidos y cérvidos, raíces y
tubérculos, proyectiles, figuras de animales, representaciones de danzas)
Las características principales del hombre de Lauricocha :
· Cráneo alargado
· Cara ancha
· Estatura media de 162 cm
· Piernas cortas y musculosas (propias de cazador nómada)
· Dientes en forma de pala (preparadas para desgarrar los músculos de sus
presas)
El antropólogo Augusto Cardich descubridor de estos restos en 1958, señala que
la zona de Lauricocha parece haber presentado condiciones favorables para el
asentamiento humano cuando los glaciares se retiraron del lugar, hecho que
ocurrió hace aproximadamente 10 mil años, pudo tener gran importancia además
como asiento faunístico de especies muy estimadas para la caza especialmente
cérvidos y cámelidos. Los cazadores de Lauricocha tenían una vida nómada,
dedicándose a la cacería en chaco (en forma de anillo) según lo atestiguan las
pinturas rupestres estudiadas en las paredes de las cuevas.

- ASENTAMIENTO CERRO PALOMA

Esta aldea se ubica cerca de Pucusana, al sur de Lima. Aquí el arqueólogo


Federico Éngel desenterró viviendas de pobladores sedentarios que usaban
bloques de piedra y barro en sus construcciones. Su antigüedad aproximada es de
4000 años a.C.

La mayor importancia de este sitio arqueológico está en sus recintos de servicio


público. Construcciones no usadas como viviendas domésticas, sino como centros
destinados a un grupo dirigente que planificaba las tareas agrícolas o artesanales y
que convocaba y organizaba a los aldeanos que las ejecutaban.
Las evidencias arqueológicas sugieren el inicio de una jerarquización social que,
con el incremento del excedente productivo, el crecimiento demográfico y la
especialización artesanal, se hizo cada vez más compleja.

- ASENTAMIENTO TABLADA DE LURÍN

Descubierto en 1970 por Josefina Ramos Cox. El sitio consta, principalmente, de


conchales y algunos restos oseos de pescadores y marisqueros que no tienen más
de 1000 a.C. de antigüedad. Los estudios radiocarbónicos demostraron que la
aldea de Tablada de Lurín pertenece al Periodo Formativo y es muy posterior a los
primeros asentamientos estables.
Es importante añadir que ningún arqueólogo de prestigio menciona al "hombre de
Tablada de Lurín" entre los primeros agricultores sedentarios del Perú.

Perú

El territorio peruano posee una superficie de 1.285.216 km2, está dividido en 24


departamentos, 156 provincias, más la Provincia Constitucional del Callao (Puerto
de Lima) y 2.010 distritos. Las provincias y distritos (municipios) están
gobernados por alcaldes elegidos mediante votaciones directas. Existe una
coordinación mínima entre distritos y provincias y estas últimas se imponen sobre
los distritos ya que poseen un presupuesto mayor y una generación de ingresos
superior. La descentralización como forma de lograr la eficiencia de asignación
para los bienes públicos locales no se ha podido llevar a cabo ahí plenamente.

La población de Perú en el año 2003 ascendía a 26,9 millones de personas,


encontrándose entre los países “en plena transición urbana” con un 72,2% de su
población habitando en ciudades en el año 2002.

Las políticas de formalización se encuentran desde temprano en la historia del


acceso al suelo urbano del Perú. Se puede afirmar que, al igual que en toda América
Latina, estas políticas fueron de tipo correctivo pero no preventivo. La ausencia de
iniciativas de inversión pública para la construcción de urbanizaciones de interés
social obligó a reconocer las nuevas invasiones a través del sistema de indulto o la
permisividad oficial.

Los inicios de las migraciones masivas campo–ciudad datan de la década de los


cuarenta. En los años setenta, alrededor del 60% de la población pasó a ser urbana.
Y en Lima, por ejemplo, ya en los años cincuenta el 15% de su población vivía en la
informalidad.

Desde 1961 el gobierno central ha apoyado políticas que han permitido a la


población de bajos ingresos ocupar las tierras públicas vacantes, consideradas
como un recurso natural de “banco de tierras”. La mayor parte de estos terrenos
eran casi desérticos, ubicados en los alrededores de Lima y de poco valor
comercial.

A pesar de que la política de formalización impone al estado la obligación de


constituir programas de vivienda y acceso al suelo para evitar nuevas invasiones,
éstas no se llevaron a cabo, razón por la cual las invasiones se siguieron
produciendo. Entre 1993 y 1997 solamente en Lima se formaron 833 nuevos
asentamientos con 434.585 habitantes, en ese último año se estimaba que existían
en la ciudad 1980 barriadas con una población de 2.623.000 pobladores, el 37% de
la población total. En 2004 todavía había alrededor de 700.000 personas en la
informalidad.

En ese país, la legislación excesivamente exigente (desde los años cuarenta del
siglo pasado), en relación a las infraestructuras que debían tener los loteos,
produjo que la mayoría de los sectores pobres urbanos habitara las barriadas[36].

La política de acceso a la propiedad cambió de administración responsable en


varias oportunidades. Durante los años sesenta y setenta, correspondía a funciones
del gobierno central. A principios de la década de los años ochenta fueron las
municipalidades las encargadas de llevar a cabo la formalización, a finales de esta
década encontramos una política de regularización marcada por las ideas del
economista De Soto, comentadas anteriormente.

Frente a la incapacidad del Estado de dar soluciones a los asentamientos


informales y con la necesidad de movilizar los activos prediales hacia el mercado,
el Estado peruano en los finales de la década del 80 empieza un proceso de
legalización masivo en su territorio.

La situación actual

El objetivo de la Política de Formalización de la propiedad peruana desde el inicio


fue elevar el valor de los predios que poseen los habitantes de escasos recursos y
utilizarlos en el mercado legal para movilizar créditos e inversiones en servicios
básicos.

La política de acceso al suelo se ejecuta a través de dos instituciones estatales, una


que se preocupa por las tierras urbanas y otra por las rurales. La Comisión de
Formalización de la Propiedad Informal (COFOPRI) es la encargada de la
formalización de la propiedad informal urbana, la cual pertenece actualmente al
Ministerio de Justicia
La COFOPRI se define como un programa de inversión social, económica y de lucha
contra la pobreza que busca titular y permitir el acceso al crédito a los pobladores
de escasos recursos. Como misión principal tiene la promoción de la inversión
privada y pública en terrenos y viviendas. Y sus principios son los de garantizar la
definición, reconocimiento y estabilidad de los derechos de propiedad sobre la
tierra urbana para que sea registrada con exactitud y legitimidad, reconociendo así
la inversión realizada por los pobladores de asentamientos informales.

A partir de marzo de 1999, el Proyecto Derechos de Propiedad Urbana (PDPU) se


puso en funcionamiento, siendo su objetivo central el de beneficiar a las
poblaciones de áreas urbanas que viven en la marginalidad y la extrema pobreza,
trabajando con la hipótesis de que una mayor seguridad sobre la propiedad,
mejoraría la situación de vida de los propietarios. La implementación del PDPU se
limita a ocho áreas urbanas del país. Sin embargo, en las mismas se encuentra el
89% de todas las propiedades informales urbanas.

Instrumentos de formalización

Los instrumentos de formalización actualmente disponibles son:

• Título de propiedad: instrumento mediante el cual se transfiere gratuita u


onerosamente el derecho de propiedad de un predio.

• Título de afectación en uso: instrumento mediante el cual se autoriza el uso de un


predio.

• Título de saneamiento de propiedad: instrumento emitido para dar validez y


eficacia a los títulos de propiedad otorgados por otras entidades que tuvieron
competencia en materia de formalización y que presentan deficiencias que
impiden su inscripción en el Registro de Predios. También procede extender estos
títulos para acceder a la inscripción registral de transferencias realizadas entre
particulares, en el marco de la formalización de la propiedad.

• Título de rectificación: emitido para modificar los datos contenidos en títulos de


propiedad ya inscritos en el Registro de Predios.

Los principales avances

Uno de los beneficios más claro del proceso de formalización de la COFOPRI es la


rapidez que ha adquirido el mismo. En Perú formalizar una propiedad exigía 207
pasos, 52 oficinas, 6 años y 11 meses. Debido al programa, la obtención de títulos
de propiedad experimentó una reducción a 45 días de trámites

En relación a esos procedimientos administrativos y operacionales, todavía se


puede citar como logros considerables:

• Creación de un procedimiento de formalización seguro, de bajo costo y masivo.


• Eliminación de los obstáculos que acompañaban a la aplicación de los
mecanismos “tradicionales” de formalización.

• Consideración de uno de los cónyuges como beneficiarios de una adjudicación,


no a ambos si uno de estos ha abandonado el hogar.

• Unificación de criterios de interpretación y de aplicación de normas a fin de


generar seguridad jurídica y conocimiento de las normas por parte de los usuarios.

• Introducción de la conciliación como medio alternativo de solución de conflictos.

• Emisión de normas que permitan a los poseedores de predios de propiedad


privada acceder a créditos para adquirir tales predios.

Otro avance es la concreta seguridad de la tenencia, pues los títulos de propiedad


están respaldados por el Código Civil y los Registros Públicos. Con eso, el
poblador está seguro de que la propiedad es suya.

Los principales problemas

Una de las hipótesis fundamentales de la política de formalización es la propiedad


como mecanismo de acceso al crédito. Sin embargo, los resultados de diversos
estudios develaron la poca claridad de este efecto, afirmando que la forma de
acceder al crédito está vinculada a la capacidad de pago del solicitante.

Además de eso, gran parte de los problemas presentados están relacionados con la
operacionalización del programa, tales como:

• Se han realizado denuncias por el hecho que COFOPRI haya dado títulos de
propiedad privados en áreas destinadas a espacios públicos. También ha legalizado
en años anteriores a 2001 lotes en áreas de riesgo o con problemas ambientales. Se
titularon a los asentamientos ubicados en parte de las vías contempladas en su
Plan Vial Metropolitano, como sobre áreas con usos no conformes, como por
ejemplo zonas de protección ecológica o de reforestación;

• Falta de recursos suficientes para realizar los estudios necesarios en los casos de
asentamientos en áreas con algún tipo de riesgo;

• Titulación de tierra vacante en asentamientos no consolidados, o sea, terrenos


delimitados con propietarios “fantasmas”.
La tenencia segura

En 1996, en la II Conferencia de Hábitat, la tenencia segura fue definida como uno


de los dos objetivos fundamentales de las acciones que deben proseguir los
gobiernos a nivel mundial:
“la tenencia segura describe un acuerdo entre individuos o grupos que permite
disfrutar de tierra y propiedades inmobiliarias, tal acuerdo debe ser gobernado y
regulado por un marco jurídico y administrativo. La seguridad se deriva de que el
derecho al acceso y al uso de la tierra y la propiedad está garantizado por un
conjunto conocido de reglas, y de que ese derecho puede reclamarse ante la
justicia. La tenencia puede adoptar varias formas en función de los marcos
jurídicos y constitucionales, las normas sociales, los valores culturales y, en cierta
medida, las preferencias individuales. En resumen, puede decirse que una persona
tiene o la familia goza de una tenencia segura cuando están protegidos del desalojo
involuntario de su tierra o de su residencia. Sin embargo, muy a menudo se cree
que la seguridad en la tenencia entraña la propiedad individual absoluta
(propiedad privada), que no es sino una de las muchas formas que puede adoptar
la seguridad”[15].
Cada vez más se defiende que, en algunos países de América Latina[16] y en
presencia de ciertas condiciones sociales, políticas e institucionales, los habitantes
de los asentamientos informales pueden acceder a una tenencia segura (que no
implica la propiedad individual del suelo), que les permite el acceso a crédito y
servicios públicos informales, permitiéndoles invertir en mejoras de sus viviendas,
sin la necesidad de títulos legales.
Aún más importante, está demostrado que aunque el reconocimiento de títulos
individuales de propiedad absoluta puede promover la seguridad individual de la
tenencia (principalmente en su sentido legal), no garantiza la integración
socioespacial. A menos que el proceso de otorgamiento de títulos se haga dentro
del contexto de una serie de políticas públicas que consideren las condiciones
urbanas, político-institucionales y socioeconómicas, corre el riesgo de que los
programas de legalización más bien agraven los procesos de exclusión y
segregación. Como resultado, es posible que los beneficiarios originales de los
programas no puedan permanecer en el suelo legalizado, aunque esto justamente
debería ser el objetivo final de los programas de regularización[17].
A continuación se hace un resumen de los principales puntos analizados, por país,
a través de la descripción de los instrumentos disponibles.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LOS RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS

Desde el origen de la vida, el hombre ha utilizado los recursos naturales para


asegurar su supervivencia y crear objetos que le ayudaran a prosperar dentro de
un medio difícil y hostil. La población humana era por entonces muy escasa y los
problemas medioambientales, inexistentes, pero el afán del hombre por progresar
social y económicamente ha transformado la vida del planeta. La evolución de las
culturas ha marcado el progreso de la humanidad. Antiguamente, el hombre
amparaba su subsistencia en el consumo y uso de recursos naturales. Los restos de
su actividad se integraban rápidamente en la naturaleza y no fueron causa de
problemas debido a la escasa población existente. A pesar de ello, aún pueden
verse en muchas de las cuevas que habitaron los hombres del período neolítico,
grandes montañas de conchas marinas y huesos de animales, únicos subproductos
que la naturaleza no pudo asimilar.
La agricultura y la ganadería fueron liberando al hombre de la dependencia directa
de los recursos naturales. Contar con el sustento sin tener que desplazarse para
conseguirlo fue el origen de los asentamientos humanos y de las primitivas
culturas, generalmente de carácter rural y agrícola. Durante siglos, estas
sociedades consumieron alimentos de fácil descomposición y produjeron bienes
duraderos basados en materias naturales como la madera, el barro, el cuero y las
fibras textiles naturales. Los residuos que estos producen son fácilmente
asimilables por el medio, pero la evolución que experimenta la humanidad hace
que se inicie la extracción y transformación de elementos naturales con la
utilización de la energía disponible.
Las culturas más evolucionadas surgieron a partir de la aparición de la metalurgia,
la alfarería, y las incipientes producciones de productos químicos, el yeso, la cal,
etc. En este momento las sociedades urbanas comienzan a tener dificultades para
eliminar los residuos que producen, sobre todo donde las concentraciones urbanas
son más importantes. Existen múltiples referencias de los graves problemas que
tenía la ciudad de Roma a consecuencia de los productos manufacturados que le
llegaban de otras tierras, especialmente los restos de ánforas, envase usado para el
transporte de todo tipo de productos, alimentos, vino y aceite. Una de las actuales
colinas de Roma tuvo su origen en el inmenso vertedero que se destinó para estos
residuos.
Los núcleos de menor dimensión y riqueza aún no tenían este tipo de problema
medioambiental. El uso de los restos agrícolas y ganaderos como combustible o
fertilizante, e incluso como alimento para los animales de granja, son prácticas de
reciclaje comunes y sensatas de recuperación de residuos que aún pueden verse en
pequeños núcleos agrícolas.
Los problemas para la eliminación de los residuos urbanos se agravan
fundamentalmente al ir creciendo los núcleos de población y no disponer de
sistemas de recogida ni de lugares adecuados para su almacenamiento.
La Edad Media podría ser característica de este período de la vida de la
humanidad. Ciudades de tamaño considerable, carentes de las mínimas
infraestructuras medioambientales, sociedades sin cultura, nula protección social y
pobreza, distinguen la época. Los restos de los alimentos, los excrementos y los
residuos de todo tipo acababan arrojados en las calles, generalmente sin
pavimento, en los terrenos sin edificar y en las cercanías de las ciudades. Los
vertidos de residuos en los núcleos urbanos causaron una enorme proliferación de
ratas, cuyas pulgas xenopsylla cheapis, provocaron durante años la peste bubónica.
España estuvo azotada por esta plaga, algo más benigna que en Europa, donde
murieron un tercio de sus habitantes, durante los siglos XIV, XV, XVI y XVII, siendo
especialmente cruenta en este último.
Un buen ejemplo lo representa la ciudad de Sevilla, que empieza por ser escenario
de una gran mortandad entre 1505 y 1510 y que llegó a acabar hasta con el conde
de Medina Sidonia, importante personaje, quien a pesar de las múltiples
precauciones tomadas, pues "mandó quemar a su paso grandes cantidades de
pastillas olorosas y numerosas cargas de romero y otras plantas aromáticas", no
pudo escapar de la enfermedad. Después de un respiro entre 1510 y 1520, la
ciudad sufre de nuevo el castigo de la peste hasta 1524, cuyo testimonio dejó un
insigne médico de la época: "Empero mucho mayor fue la pestilencia de quinientos
y veinte y cuatro, y duró más, y yo he oído decir a un antiguo que cuando vio ya la
ciudad en mejor disposición, se hallaba por la lista de los curas de las iglesias que
cada día morían ochocientos". A partir de 1524 la enfermedad aflora
intermitentemente en cada década salvo en la del setenta, cerrándose el siglo con
la más importante de todas las habidas en la ciudad. La epidemia de 1580 mató a
12.000 personas; la de 1586 duró seis meses. Después de un rebrote muy
importante en 1594, la ciudad volvería a sufrirla durante cuatro años consecutivos,
de 1599 a 1602.
Curiosamente, los esfuerzos de las autoridades se centraron más en curar la
enfermedad que en conocer y profundizar en las posibles causas que originaban la
epidemia. No obstante, ya en esos años se ve la necesidad de organizar, aunque de
forma primaria, la gestión de los residuos producidos en las grandes ciudades con
un enfoque básico de prevención y control de los vectores sanitarios.
Realmente, estas medidas no fueron desarrolladas con amplitud hasta finales del
siglo XVIII e inicios del XIX, cuando llegaron desde Francia las nuevas tendencias
higienistas desarrolladas gracias a los avances científicos y prácticos de la
medicina. La política higienista se difundió por toda la Península, naciendo y
aumentando las críticas a las actividades industriales dentro de las ciudades por
considerarlas insalubres, y comenzando una amplia política de establecimiento de
ordenanzas urbanas para reorganizar el espacio urbano, planificación de
infraestructuras municipales, cementerios, construcción de redes de alcantarillado,
abastecimiento de aguas, hospitales... Como consecuencia, las ciudades se vieron
sometidas a profundas transformaciones urbanísticas con claros tintes higienistas:
grandes avenidas, edificaciones con mayores servicios, importantes
infraestructuras municipales, etc.
La visión medioambiental estaba limitada en aquellos tiempos a lo relacionado con
la salud de los ciudadanos, pero algunos personajes propiciaron transformaciones
fundamentales en las poblaciones españolas; hombres avanzados en sus ideas que
abordaron tratamientos de conjunto de las ciudades con enfoques
multidisciplinares atrevidos y revolucionarios. Olavide en Sevilla, Jovellanos, que
propuso a la Corona leyes muy progresistas y que afectaron a Madrid, Gijón y
Bilbao, el arquitecto Pedro Manuel de Ugartemendia en San Sebastián, Sabatini en
Madrid... Las normas que Sabatini dictó para la limpieza urbana lograron cambiar
el aspecto externo de la ciudad en apenas cinco años. El programa comprendía dos
operaciones básicas: el empedrado de las calles para facilitar su limpieza y la
evacuación de las aguas menores y mayores, llamadas "inmundicia principal". Los
gastos ocasionados por estas obras repercutieron en los alquileres, provocando un
aumento de los precios que, unidos a los graves problemas de subsistencia de la
población, dieron lugar a un motín contra Esquilache, ministro de Carlos III e
impulsor de dichas reformas. La incomprensión del pueblo respecto a unas
reformas básicas de la ciudad, de sus condiciones higiénico-sanitarias y de la
calidad de vida de sus habitantes, hizo que los amotinados apedrearan la casa de
Sabatini, el arquitecto de la corte, por considerarlo responsable del aumento de los
alquileres. El principio básico de estas tendencias, que se prolongaron hasta
mediados del siglo pasado y que marcaron las grandes premisas de construcción
de las ciudades, estaba relacionado con la salud pública; las actuales
consideraciones de mayor protección y amplitud del concepto medioambiental
todavía tardarían muchos años en llegar.
La revolución industrial y el progreso, con la utilización en gran escala de energía
no renovable y la intensificación de la industria extractiva, causaron la explosión
demográfica del país, y las ciudades tuvieron que abordar enormes crecimientos
con un nuevo desequilibrio entre infraestructuras y necesidades. La gestión de los
residuos seguía siendo muy primaria, limitándose a la retirada de los residuos
urbanos de las calles de las ciudades y a su transporte fuera de ella. Durante estas
épocas, los residuos no constituyeron un grave problema, ya que, al alejarlos de las
ciudades, no presentaban especiales riesgos sanitarios. Los esfuerzos de las
autoridades del siglo XIX se concentraron en el abastecimiento de agua potable en
condiciones adecuadas de salubridad y a la depuración de las aguas residuales,
origen de la fiebre amarilla, el cólera y el tifus, enfermedades consideradas como
típicamente urbanas.
En el siglo XX, y especialmente en su segunda mitad, una vez paliadas las
deficiencias más acuciantes y tras el desarrollo y asentamiento social de las ideas
ecológicas que logran dar una visión más completa, real e integral de los
problemas del ecosistema humano, es cuando los residuos surgen como un
problema medioambiental de consideración. A ello también se suma el cambio de
su composición, pues los residuos urbanos resultado de la alimentación pierden
importancia en favor de nuevos productos como el vidrio, el papel, el cartón y los
plásticos, muy utilizados como envases, campo que se ha desarrollado
enormemente al amparo del gran avance experimentado por la comercialización,
distribución y venta de los productos manufacturados. Otro factor fundamental ha
sido el aumento en peso y, sobre todo, en volumen de la producción de residuos,
fruto del crecimiento de la renta per cápita y del consumismo, que ha impregnado
a la sociedad en el principio de "usar y tirar".

PANORAMA ACTUAL

La actividad humana precisa utilizar materias que, en sus diversos procesos de


transformación, generan una importante cantidad de residuos sólidos cuyo peso es
muy superior al de los bienes producidos.
A modo orientativo, en España se producen diariamente casi treinta kilos de
residuos de muy diverso origen y naturaleza por cada ciudadano. A nivel mundial,
el valor es mucho mayor.
Dentro de esta importante cantidad de residuos existe una pequeña fracción
típicamente urbana que, al generarse en el entorno de las concentraciones
humanas, toma un papel relevante debido a los riesgos medioambientales que
entraña y a las dificultades políticas y económicas para gestionarla.
El diccionario define la palabra residuo como "la parte o porción que queda de un
todo". Efectivamente, unas de las características principales de los residuos sólidos
urbanos es haber sido un objeto con una utilidad concreta y haber perdido, de una
u otra forma, su capacidad para ser utilizado. Matizando un poco más, puede
decirse que son aquellos bienes de consumo, objetos o productos que en su
totalidad o sólo en forma parcial hayan dejado de usarse, y los que, tras no
atribuirles ninguna utilidad futura ni aplicación previsible, terminan por
desecharse como inútiles.
En toda sociedad tecnológicamente avanzada se produce, en líneas generales, el
flujo de materiales del gráfico adjunto. Normalmente, los desechos de los procesos
básicos para la extracción de materias primas se producen en áreas naturales,
minas, bosques, etc., y los rechazos de la elaboración de estas materias, en las
zonas fabriles y polígonos industriales. Los residuos del consumo constituyen la
última fracción y se generan mayoritariamente en los núcleos urbanos: son los
residuos sólidos urbanos, también llamados municipales, y provienen de las
actividades que hogares, comercios y servicios desarrollan en los pueblos y
ciudades. Dependiendo del tipo de población, sus habitantes, sus costumbres y su
clima, se producen más o menos residuos y de composición muy variada, pero la
definición que de ellos hace la Ley 42/1975 de 19 de noviembre en función de las
actividades que los producen, engloba a la mayoría: domiciliarios, comerciales y de
servicios, sanitarios, procedentes de la limpieza viaria, zonas verdes, construcción
y obras menores de reparación de los hogares, animales muertos abandonados,
muebles, enseres y vehículos, industriales, agrícolas, etc.
La gestión de los residuos sólidos urbanos tiene por objeto controlar y reducir la
contaminación que estos elementos originan en el ecosistema, especialmente los
que afectan de forma superficial y subterránea a los suelos, y la contaminación que
produce su dispersión en el aire y en el sistema hidrológico.

TENDENCIAS DE RESOLUCIÓN AL PROBLEMA

La gestión de los residuos sólidos urbanos ha tenido una evolución sencilla. La


mayoría de residuos, con una composición de carácter orgánico, ha permitido su
fácil asimilación por la naturaleza; por ello, ha sido tradicional sacarlos de las
ciudades y confinarlos en áreas concretas de los alrededores, donde las
poblaciones rurales han sabido reutilizar estos residuos como fertilizantes,
combustibles e incluso alimentación del ganado. Por tanto, los servicios comunes
de recogida y eliminación de residuos han sido inexistentes hasta que, hace pocos
años, la proliferación de restos no orgánicos ha dificultado dichas recuperaciones.
En los núcleos urbanos no ha sucedido lo mismo. Se tienen referencias del siglo XV
de que las grandes ciudades españolas ya habían organizado la gestión de la
recogida y el vertido de los residuos urbanos; sin embargo, la falta de
infraestructuras adecuadas y el desorden administrativo hizo que estos servicios
fueran muy ineficaces, limitándose a la limpieza periódica de las calles en las que
se amontonaban los residuos. También era frecuente la figura de un personaje
encargado de retirar de las calles los animales muertos.
Esta situación continuó hasta bien entrado el siglo XVIII, en que ya se establecieron
servicios de cierta entidad para la recogida de las basuras generadas en las
ciudades. Por lo general, los servicios se basaban en autorizar a los huertanos de
los alrededores de la ciudad a recoger de las calles y de las casas los restos
producidos, generalmente restos de alimentos, para utilizarlos como sustento del
ganado y fertilizante para sus huertas. Estos sistemas, que fueron eficaces en
muchas ciudades, se siguieron practicando hasta inicios de nuestro siglo. En
Valencia, la figura del femater transportando en las alforjas de su pollino o en
carros los restos de comida fue tradicional hasta finales del siglo pasado. En
Barcelona, Madrid, Bilbao y en casi todas las ciudades, esta fue la primera forma
ordenada de recogida de residuos sólidos urbanos. Estos huertanos se unieron a lo
largo del tiempo en asociaciones y empresas de las que surgieron varias de las
compañías que actualmente se dedican a esta actividad, como la Cooperativa de
Usuarios del Servicio de Limpieza Pública Domiciliaria de Barcelona, y Agricultores
de la Vega de Valencia.
El operativo normal consistía en asignar a cada familia de hortelanos un área de la
ciudad. La recogida se llevaba a cabo con carros tirados por caballerías y el servicio
solía prestarse en el propio domicilio. Era muy frecuente que el basurero regalase
en Navidad a las casas pudientes los pavos o los pollos tradicionales de las comidas
navideñas como contraprestación de los residuos del año. Los huertanos
trasladaban los restos hasta las afueras de la ciudad, donde disponían de
asentamientos y sitiases propios en que, generalmente las mujeres de la familia,
procedían al triaje de los residuos en cuatro grandes fracciones: una destinada a
alimento para el ganado, generalmente temeras y cerdos; otra, al abonado de los
campos, mezclándola con el estiércol de los animales; otra compuesta por los
pocos objetos reutilizables de que se desprendían los ciudadanos; y un resto de
elementos de aparente inutilidad.

Estos sistemas carecían de una organización rígida y de una cobertura completa de


todas las ciudades, lo que dio lugar a que los ayuntamientos estructuraran formas
de gestión más sólidas, iniciándose la creación de órganos municipales encargados
de estas funciones. De esta época de inicios de siglo datan también las primeras
contrataciones de dichos servicios a empresas privadas. La ciudad Pionera,
Barcelona, encargó en 1911 la realización de estos servicios a la empresa Fomento
de Obras y Construcciones, que con esta contratación diversificó su objeto
primordial, centrado en la obra pública. Probablemente este hito inició a las
empresas dedicadas a la obra civil en la gestión de los residuos sólidos urbanos,
tendencia que aún persiste firmemente en el país.

El problema de los residuos.

Desde sus inicios la especie humana ha explotado los diversos recursos que la
naturaleza ha puesto a su alcance. En un largo periodo que se extiende desde los
orígenes hasta el Neolítico, hace unos 8000 años, el hombre vivió como cazador-
recolector agrupado en pequeños grupos haciendo un uso muy extensivo de su
medio. La huella que sus actividades dejaron en la naturaleza fue muy superficial.

Posteriormente el abandono de la vida nómada dio origen a la agricultura y a la


domesticación de las primeras especies animales y vegetales. Su relación con el
medio natural cambió radicalmente. El hombre descubrió que podía modificar su
entorno en provecho propio y alcanzar unas cotas de bienestar desconocidas hasta
entonces.

Se roturaron grandes superficies para crear campos de cultivo, y con la explosión


económica y demográfica que el desarrollo de la agricultura llevó aparejada se
pusieron las bases para la urbanización y la creación de las primeras sociedades
organizadas.

Desde entonces se experimentaron grandes avances, pero durante un larguísimo


periodo la tecnología disponible hizo imposible una explotación intensiva de los
recursos de la naturaleza. En consecuencia su impacto sobre el medio natural fue
muy limitado.
En este periodo el problema de los residuos era prácticamente desconocido
porque las actividades humanas estaban integradas en los ciclos naturales, y los
subproductos de la actividad humana eran absorbidos sin problemas por los
ecosistemas naturales. No obstante, ya se plantearon problemas cuando la falta de
planificación en la recogida de los residuos en los incipientes núcleos urbanos fue
causa de plagas y epidemias que tuvieron un impacto terrible en la población.

A finales del siglo XVIII cuando se inicia la Revolución Industrial, gracias al


desarrollo de la ciencia y la técnica, surgen nuevas actividades industriales y se
desarrolla extraordinariamente el comercio. Se produce entonces una auténtica
explosión demográfica y económica que se manifiesta en el imparable desarrollo
de la urbanización.

En esta época se empiezan a arbitrar las primeras medidas con vistas a tratar
técnicamente el incipiente problema de los residuos, que se generan ahora en tal
ritmo y son de tal naturaleza, como resultado de las nuevos procesos productivos,
que ya no pueden asimilarse por los ciclos naturales como hasta entonces.

Pero es a partir del siglo XX y especialmente de su segundo tercio, con la expansión


de la economía basada en el consumo, la cultura del usar y tirar, y los
extraordinarios avances técnicos experimentados cuando el problema empieza a
tomar proporciones críticas y a generar un gravísimo impacto en el medio
ambiente.

Los residuos.

Se entiende por residuo cualquier producto en estado sólido, líquido o gaseoso


procedente de un proceso de extracción, transformación o utilización, que carente
de valor para su propietario, éste decide abandonar.

La Ley 10/1998, de 21 de abril, de Residuos establece que "es cualquier sustancia


u objeto perteneciente a alguna de las categorías que figuran en el anexo de esta
Ley, del cual su poseedor se desprenda o tenga la intención u obligación de
desprenderse. En todo caso tendrán esta consideración los que figuren en el
Catálogo Europeo de residuo (CER), aprobado por las instituciones comunitarias".

Los residuos pueden clasificarse de diversos modos.

Según su estado físico se dividen en:

 Sólidos.
 Líquidos.
 Gaseosos.

Según su procedencia se dividen en:

 Industriales.
 Agrícolas.
 Sanitarios.
 Residuos sólidos urbanos.

Estos últimos son los que centrarán nuestra atención de ahora en adelante

Por su peligrosidad se clasifican en:

 Residuos tóxicos y peligrosos.


 Radioactivos.
 Inertes.

Por último, en cuanto al marco legal según la anteriormente citada Ley de


Residuos, se distinguen dos categorías:

 Residuos urbanos.
 Residuos peligrosos.

Los residuos peligrosos son todos aquellos que contienen en su composición una o
varias sustancias que les confieren características peligrosas, en cantidades o
concentraciones tales, que representan un riesgo para la salud humana, los
recursos naturales o el medio ambiente.

También se consideran residuos peligrosos los recipientes y envases que hayan


contenido dichas sustancias.

A la anterior clasificación establecida por la Ley de Residuos hay que añadir que el
Real Decreto 1481/2001, por el que se regula la eliminación de residuos, distingue
también los residuos inertes, que define como aquellos que no siendo peligrosos
no experimentan transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas. No
son solubles ni combustibles ni sufren reacciones químicas, físicas o de ningún otro
tipo, ni son biodegradables, ni por tanto afectan negativamente a otras materias
con las que puedan entrar en contacto.

1.2. Origen de los residuos.

Toda actividad humana es susceptible potencialmente de producir residuos. Por su


importancia en el volumen total destacan los residuos agrícolas, después los
producidos por las actividades mineras, los derivados de la industria, los residuos
urbanos y en último lugar los derivados de la producción de energía.

Hay que observar que los residuos derivados de las actividades agropecuarias
constituyen la fracción mayoritaria del total, pero son los producidos por la
minería, la industria y la producción de energía los que tienen un mayor impacto
potencial en el medio ambiente.

En este contexto los residuos urbanos constituyen una fracción minoritaria del
total. En el ámbito de los países europeos de la OCDE y en el año 1990 se
generaron 150 millones de toneladas de residuos urbanos, lo que supuso un 9,62
% del total :

La proporción de cada tipo de residuo depende de la estructura económica de los


países, pero en general se observa una tendencia general que hace corresponder a
un mayor grado de desarrollo un mayor peso en el conjunto total de la suma de los
residuos industriales y urbanos.

2. Residuos sólidos urbanos (RSU).

Los residuos sólidos urbanos (RSU) se definen en la Ley de Residuos como los
generados en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios, así como
todos aquellos que no tengan la calificación de peligrosos y que por su naturaleza o
composición puedan asimilarse a los producidos en los anteriores lugares o
actividades.

Tienen también la consideración de residuos urbanos según la citada ley, los


siguientes:

 Residuos procedentes de la limpieza de vías públicas, zonas verdes,


áreas recreativas y playas.
 Animales domésticos muertos, así como muebles, enseres y
vehículos abandonados.
 Residuos y escombros procedentes de obras menores de
construcción y reparación domiciliaria.

2.1. Composición de los residuos sólidos urbanos.

Los residuos sólidos urbanos están compuestos de los siguientes materiales:

 Vidrio. Son los envases de cristal, frascos, botellas, etc.


 Papel y cartón. Periódicos, revistas, embalajes de cartón, envases de
papel, cartón, etc.
 Restos orgánicos. Son los restos de comida, de jardinería, etc. En
peso son la fracción mayoritaria en el conjunto de los residuos
urbanos.
 Plásticos. En forma de envases y elementos de otra naturaleza.
 Textiles. Ropas y vestidos y elementos decorativos del hogar.
 Metales. Son latas, restos de herramientas, utensilios de cocina,
mobiliario etc.
 Madera. En forma de muebles mayoritariamente.
 Escombros. Procedentes de pequeñas obras o reparaciones
domésticas

Se observan variaciones en las proporciones entre los distintos materiales según el


nivel de industrialización y desarrollo. Para nuestro país podemos consultar el
siguiente gráfico.

A todo esto hay que añadir la fracción de residuos producidos en los domicilios,
pero que por su toxicidad tienen la consideración de residuos peligrosos y que se
tratan aparte :

 Aceites minerales. Procedentes de los vehículos ciudadanos.


 Baterías de vehículos.
 Residuos de material electrónico. Teléfonos móviles, ordenadores,
etc.
 Electrodomésticos de línea blanca. Pueden contener CFC, perjudicial
para la capa de ozono.
 Medicamentos.
 Pilas.
 Productos químicos en forma de barnices, colas, disolventes, ceras,
etc.
 Termómetros.
 Lámparas fluorescentes y bombillas de bajo consumo.

2.1.1. Vidrio.

El vidrio ha sido utilizado por el hombre para fabricar envases con que conservar
sus alimentos desde hace varios miles de años.

En el proceso de su fabricación se emplean como materias primas: arena (sílice),


sosa (carbonato sódico) y caliza (carbonato cálcico). A esto se le añaden otras
sustancias, como colorantes, etc.

Las materias primas se funden en hornos a temperaturas de 1500ºC , y el vidrio


resultante en estado fluido a 900ºC se distribuye en los moldes que le darán forma.
Por último se somete a un proceso de recocido para darle mayor resistencia.

Hay que observar que en el proceso de fabricación del vidrio se consumen


cantidades elevadas de energía.
El consumo de vidrio es elevado (33 Kg por persona y año en España) e inciden de
manera importante en el volumen total de los RSU.

2.1.2. Papel.

El papel es una de las grandes aportaciones de la civilización china. Su antigüedad


data en unos dos mil años y hasta nuestros días ha sido uno de los principales
vehículos de transmisión de la cultura y el saber.

Desde el siglo XIX en su fabricación se emplea madera y gracias a un proceso


químico que consume grandes cantidades de agua, energía y productos químicos,
se obtiene la pasta de papel.

La materia prima, los árboles, son descortezados, troceados y en un proceso de


digestión se obtiene la pasta. Ésta es lavada y blanqueada, y posteriormente se
procede a la fabricación de la hoja de papel o cartón.

Se utiliza en forma de papel-prensa, envases, embalajes, etc. Su participación en el


conjunto de los residuos es elevada debido a su gran consumo por habitante y año
(141 Kg en nuestro país).

2.1.3. Plásticos.

Se trata de materiales muy recientes que se han incorporado a nuestra civilización


en la última mitad del siglo XX. Se utilizan ampliamente en prácticamente todos los
sectores industriales por su versatilidad, facilidad de fabricación, bajo coste,
resistencia a los factores ambientales, transparencia, etc.

El plástico se obtiene por la combinación de un polímero o varios, con aditivos y


cargas, con el fin de obtener un material con unas propiedades determinadas.

Los polímeros son macromoléculas de origen sintético cuya unidad estructural es


el monómero. Éste, mediante una reacción de polimerización, se repite un número
elevado de veces formando la macromolécula.

Son compuestos de naturaleza orgánica, y en su composición intervienen


fundamentalmente el Carbono y el Hidrógeno, además de otros elementos en
menor proporción, como Oxígeno, Nitrógeno, Cloro, Azufre, Silicio, Fósforo, etc.

Se pueden obtener a partir de recursos naturales, renovables o no, aunque hay que
precisar que todos los polímeros comerciales se obtienen a partir del petróleo.

Los polímeros son materiales no naturales obtenidos del petróleo por la industria
mediante reacciones de síntesis, lo que les hace ser materiales muy resistentes y
prácticamente inalterables.

Esta última característica hace que la Naturaleza no pueda por sí misma hacerlos
desaparecer y permanezcan en los vertederos por largos periodos.
Existen tres grandes familias de polímeros:

 Termoplásticos.
 Termofijos.
 Elastómeros.

Los polímeros termoplásticos tienen como característica esencial que se ablandan


por acción del calor, llegando a fluir, y cuando baja la temperatura vuelven a ser
sólidos y rígidos. Por esta razón pueden ser moldeados un elevado número de
veces, lo que favorece su reciclabilidad.

Deben esta propiedad a estar formados por cadenas macromoleculares que se


encuentran desordenadas, enrrolladas sobre sí mismas, pero independientes unas
de otras, unidas sólo por débiles fuerzas de Van der Waals. Son los más usados en
la industria del envase y el embalaje.

Entre los polímeros termoplásticos se encuentran:

 Poliolefinas. Divididas a su vez en:


1. PEBD (polietileno de baja densidad).
2. PEAD (polietileno de alta densidad).
3. PP (polipropileno).
 PVC (policloruro de vinilo).
 PS (poliestireno).
 PET (politereftalato de etileno)

Los polímeros termofijos no reblandecen ni fluyen por acción del calor, llegando a
descomponer si la temperatura sigue subiendo. Por ello no se pueden moldear
repetidas veces. Están formados por cadenas macromoleculares unidas entre sí
por fuertes enlaces covalentes.

Entre los polímeros termofijos encontramos:

 Resinas fenólicas.
 Amino-resinas.
 Resinas de poliéster.
 Resinas epoxi.
 Poliuretanos.

En último lugar se encuentran los polímeros elastómeros, que tienen sus cadenas
enlazadas por fuertes enlaces covalentes. Su estructura les da gran facilidad de
deformación por acción de una fuerza externa, y de recuperar inmediatamente el
tamaño original al cesar ésta.

Entre ellos están:

 NR (caucho natural).
 SBR (caucho sintético de butadieno-estireno).
 EPM-EPDM (cauchos saturados de estireno-propileno).
 CR (cauchos de cloropreno).

Los plásticos contribuyen de forma reducida en el conjunto de los residuos, un 7%


en peso aunque llegan al 20% en volumen. La impresión errónea de ser muy
abundantes se debe a su baja densidad, a ser muy resistentes e inalterables, y que
al estar moldeados en formas huecas se desplazan con facilidad. Lo que unido a su
gran vistosidad los hace omnipresentes.

Dentro de los plásticos son las poliolefinas con un 75%, las de mayor consumo,
distribuidas del siguiente modo : un 31% el PEBD, un 28% el PEAD, un 15% el PP.
El resto un 8% el PVC, un 7% el PS y un 7% el PET. El 2% corresponde a otros
plásticos.

2.1.4. Acero

La hojalata es acero batido estañado por inmersión. Aparece en el siglo XIV pero
fue a principios del XIX cuando se empieza a utilizar para fabricar envases. En la
actualidad se emplea con gran profusión merced a sus especiales características:

 Fácil conformación.
 Ligereza.
 Condición magnética.
 Facilidad de reciclado.

La hojalata se obtiene del acero, producido en un alto horno a partir de los


minerales de hierro y coke siderúrgico a altas temperaturas. Obteniéndose el
arrabio, que tras un proceso de afinado da como resultado el acero, y como
subproductos la escoria y el gas de alto horno.

Este acero de bajo carbono en bobinas laminadas sufre un proceso de decapado en


baños de ácido caliente e intensos lavados con agua. Posteriormente tras laminarlo
en frío y recocerlo se procede a su recubrimiento electrolítico con el fin de
estañarlo. Por último se somete a un proceso de fusión de la película de estaño
para mejorar la adherencia, brillo y resistencia a la corrosión.

La práctica totalidad de la hojalata fabricada se emplea en la fabricación de


envases para el sector alimentario (latas de conservas), el de las bebidas
(refrescos, zumos, etc.), el industrial (aceites, pinturas, etc.) y otros. Junto con los
envases de aluminio supone un 10% de los RSU.

2.1.5. Aluminio.

Se trata de un material del siglo XX. Entre sus propiedades:

 Ligereza.
 Alta conductividad.
 Gran deformabilidad.
 Resistencia a la corrosión.
Todo esto permite utilizarlo de múltiples formas en la industria del envase y del
embalaje.

Se obtiene por un proceso electrolítico de la alúmina, previamente obtenida de la


bauxita, mineral que constituye la materia prima del aluminio. En su producción se
invierten cantidades elevadas de energía, 13500 Kwh por tonelada de metal.

2.1.6. Tetra-brik.

Su comercialización se inicia en 1963. Son envases multimateriales formados por


una lámina de cartón, otra de aluminio y otra de plástico.

La gran ventaja que ofrecen para la industria es su gran ligereza y la capacidad de


conservación de los alimentos en condiciones óptimas que poseen.

Se fabrican a partir del papel-cartón sobre el que se imprime el diseño comercial


del cliente. Posteriormente se laminan con papel de aluminio y por último film de
polietileno. A partir de los rollos así obtenidos se procede en las plantas de
envasado a fabricar los envases.

En nuestro país se consumen anualmente 4600 millones de estos envases, 3 kg por


habitante y año.

2.1.7. Materia orgánica.

La forman los restos de alimentos, cocinados o no, y en menor proporción los


residuos de jardinería, etc.

Su composición química es bien conocida: grasas, hidratos de carbono, proteínas,


etc.

Su presencia en el conjunto de los RSU presenta una gran variación entre zonas
urbanas y rurales, ya que en éstas últimas se suelen utilizar en la alimentación de
algunos animales domésticos.

La materia orgánica supone en España un 30% del total de residuos domésticos.

2.1.8. Otros residuos.

Este grupo es de composición heterogénea y por la naturaleza de algunos de sus


componentes es digno de una atención especial, ya que algunos merecen la
consideración de residuos peligrosos.

Así la legislación española contiene normas específicas que regulan los PCBs, los
aceites usados y las pilas, debido a su caracter contaminante.

Los Policlorobifenilos y los Policlorotrifenilos (PCBs) se utilizan como fluidos


térmicos o hidráulicos y están presentes en los frigoríficos.
Las pilas son dispositivos electroquímicos capaces de convertir la energía química
en eléctrica. Pueden contener materiales peligrosos como el mercurio, el cadmio,
cinc, plomo, niquel y litio.

Existen varios tipos:

 Alcalinas.
 Carbono-zinc.
 Litio botón.
 Mercurio botón y cilíndricas.
 Cadmio-níquel.
 Plata botón.
 Zinc botón.

Una sola pila de óxido de mercurio es capaz de contaminar 2 millones de litros de


agua en los niveles nocivos para la salud.

No todas las pilas poseen el mismo potencial de contaminar. Unas son reciclables
como las botón de óxido de mercurio, óxido de plata y níquel-cadmio otras no,
como las alcalinas y las de Zinc-plomo, debiendo ser llevadas a un depósito de
seguridad.

Los tubos fluorescentes y laslámparas de bajo consumo contienen mercurio, por lo


que no deben eliminarse con el resto de los RSU.

Los medicamentos, de composición heterogénea, al caducar suponen un peligro


para el medio ambiente si se mezclan con el resto de los residuos y no se tratan
aparte.

Los aceites minerales contienen en su composición fenoles, compuestos clorados,


PCBs, etc. Son muy contaminantes si se vierten en las aguas, el suelo, o se tratan de
forma incorrecta de modo que se produzcan emisiones contaminantes a la
atmósfera.

Las pinturas, disolventes, barnices, productos de limpieza, líquidos de revelado,


etc. son residuos peligrosos que una vez recogidos en los puntos limpios han de
recibir un tratamiento específico.

Los aparatos electrónicos suponen un problema por el gran volumen en que se


generan y se generarán en un futuro como residuos, por ser de larga duración y
estar cada vez más extendidos.

Por último entre los residuos no peligrosos, los aceites vegetales de uso doméstico
(oliva, girasol, maíz), cuando están degradados por su uso, principalmente para
freír, se consideran residuos. Aunque no reciben la calificación de peligrosos, en
ningún caso deben verterse por el desagüe dada su capacidad para formar
películas sobre el agua que impiden su oxigenación y dificultan la correcta
depuración de las aguas residuales.
Y para finalizar, los textiles, la madera y los muebles constituyen la última fracción
de los RSU. No son peligrosos en sí mismos pero depositados sin control suponen
un problema porque generan un gran impacto visual. Tal es el caso de colchones,
muebles, etc.

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2.2. Evolución en la producción de los residuos sólidos urbanos.

Según el informe Dobríš sobre el estado del medio ambiente en Europa los
residuos urbanos han sufrido una fuerte tendencia al aumento en los últimos años.
En el área europea de la OCDE se estima que la producción de residuos urbanos
aumentó en un 30% en los 15 años comprendidos entre 1975 y 1990.

Además se percibe un claro aumento de la tasa media de incremento anual de los


residuos urbanos, que pasó de un 1% en el periodo comprendido de 1980 a 1985,
a un 3% entre 1985 y 1990. Si observamos la producción de residuos urbanos per
cápita en la década de 1980 en los países europeos, podemos ver que oscila entre
150 y 600 kg por persona y año. Se observa una clara relación entre el nivel de
industrialización y renta, y la tasa de residuos producidos por persona.

Centrándonos en el caso de nuestro país, cada español produjo en media 459,170


kg de residuos domésticos anualmente. La comunidad donde esta cantidad fue más
elevada fue Cataluña, con 523,410 y aquella en que fue menor, Galicia con 322,29.

Por poner sólo un ejemplo, en la Comunidad de Madrid la población creció en el


último decenio un 3,5%, mientras que la tasa de generación de RSU por habitante y
día lo hizo en un 44,22%.

Todo esto nos lleva a concluir que el creciente nivel de desarrollo e


industrialización experimentado por el mundo tiene su correlato en un aumento de
la cantidad de residuos producidos por habitante, y más especialmente de la
producción de residuos urbanos. Paralelamente el crecimiento acelerado de la
urbanización está originando la formación de grandes áreas metropolitanas donde
una elevada densidad de población genera la producción de grandes volúmenes de
residuos urbanos en espacios relativamente pequeños.

2.3. Impacto ambiental y socioeconómico de los residuos sólidos urbanos.

Durante un largo periodo el único tratamiento que se dispensó a los residuos


urbanos fue su recogida y posterior traslado a determinados puntos más o menos
alejados de los núcleos habitados donde se depositaban para que la mera acción de
los organismos vivos y los elementos favoreciesen su desaparición. Mientras en su
composición predominaron las materias orgánicas y los materiales de origen
natural (cerámica, tejidos naturales, vidrio, etc), y las cantidades vertidas se
mantuvieron en niveles pequeños, no supusieron mayor problema. Además la
propia estructura económica y los hábitos sociales favorecían la existencia de
formas de vida que se basaban en el aprovechamiento de los pocos residuos que la
sociedad generaba, por ejemplo los traperos.
Posteriormente el desarrollo económico, la industrialización y la implantación de
modelos económicos que basan el crecimiento en el aumento sostenido del
consumo, han supuesto una variación muy significativa en la composición de los
residuos y de las cantidades en que son producidos. Se han incorporado materiales
nuevos como los plásticos, de origen sintético, han aumentado su proporción otros
como los metales, los derivados de la celulosa o el vidrio, que antes se reutilizaban
abundantemente y que ahora se desechan con gran profusión.

A esto hay que añadir la aparición en la basura de otros de gran potencial


contaminante, como pilas, aceites minerales, lámparas fluorescentes, medicinas
caducadas, etc. Ha surgido así una nueva problemática medioambiental derivada
de su vertido incontrolado que es causa de graves afecciones ambientales :

1. Contaminación de suelos.
2. Contaminación de acuíferos por lixiviados.
3. Contaminación de las aguas superficiales.
4. Emisión de gases de efecto invernadero fruto de la combustión
incontrolada de los materiales allí vertidos.
5. Ocupación incontrolada del territorio generando la destrucción del
paisaje y de los espacios naturales.
6. Creación de focos infecciosos. Proliferación de plagas de roedores e
insectos.
7. Producción de malos olores.

A estas consideraciones tenemos que añadir que la actividad económica humana se


basa en la explotación de los recursos naturales, definiéndose éstos como aquellos
bienes de la naturaleza potencialmente útiles para el hombre.

Se clasifican en :

 Recursos renovables. Como la energía solar, el viento, etc.


 Recursos no renovables. Existen en cantidades fijas (existencias) y
sólo tienen oportunidad de renovarse en procesos geológicos o
físico-químicos que tienen lugar en periodos que abarcan millones
de años. Por ejemplo, los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas
natural) y los minerales metálicos y no metálicos.
 Recursos potencialmente renovables. Exigen no sobrepasar el
rendimiento de los mismos, ya que de otro modo se produce la
degradación medioambiental en ocasiones irreversible. Entre ellos
se encuentra el aire, el agua, el suelo, las especies animales,
vegetales, etc.

Pues bien, en nuestros días el modelo de explotación insostenible de los recursos


naturales que caracterizó a las primeras etapas del desarrollo industrial ha
empezado a entrar en crisis. Problemas como el agujero en la capa de ozono, el
calentamiento global, la destrucción de los bosques primarios, la desaparición de la
biodiversidad o el agotamiento de los caladeros por la sobrepesca evidencian una
crisis de dimensiones planetarias.
Se empiezan a atisbar los primeros síntomas claros de agotamiento en los
ecosistemas y las consecuencias de todo tipo que de ello se derivarán para la
humanidad.

En respuesta a esta situación está surgiendo un nuevo concepto: el desarrollo


sostenible, nacido de la Conferencia de Medio Ambiente y Desarrollo de Río de
1992. Éste se caracterizó entonces al proclamarse que "el derecho al desarrollo
debe cumplir de forma equitativa con las necesidades de desarrollo y de carácter
medioambiental de las generaciones presentes y futuras".

En definitiva se pretende que se satisfagan las necesidades humanas actuales de


acuerdo a una estrategia que respetando los recursos, disminuyendo la
degradación ambiental y evitando la contaminación, no hipoteque el futuro de las
próximas generaciones.

Este cambio de paradigma ha influido en la gestión de los residuos, que han pasado
de la consideración de basuras indeseadas a la de fuente de materias primas que
nuestra sociedad no puede permitirse el lujo de desaprovechar.

Paralelamente empieza a calar la idea de que la correcta gestión y


aprovechamiento de los residuos constituye un nuevo yacimiento de empleo y una
oportunidad nada desdeñable para el desarrollo económico.
CAPITULO III:
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
Referencia bibliográfica
http://smralda.blogspot.com/2009/11/asentamientos-antiguo-peru.html

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