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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO


INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

GARANTISMO PENAL

Participante:
Abg. Yurubis Alvarado
MCP-181-00204
C.I.: 16.294.089
Sección: ED16D0V

Julio, 2018

Actualmente, el área penal se ha considerado una de las más


relevantes que existen a nivel nacional, por el alto grado de atención que se
le debe prestar debido a las grandes estadísticas que existen en
delincuencia, y más porque estamos en un estado social del derecho y
justicia, con un amplio catalogo de derechos humanos, establecidos en la
Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, los cuales se deben
garantizar, porque es la mejor manera de cumplir las leyes, esto tiene mucho
que ver con los privados de libertad, que es donde más se puede observar lo
que es la vulneración de los derechos humanos, la preocupación por sus
derechos, tanto victimas como delincuentes tienen sus derechos, ambos
gozan de derechos, no es que uno tenga más que otros, el selo hecho de
estar privado de libertad es un castigo o una pena, y no por estar privado de
libertad es que se le van a vulnerar sus derechos, donde aparece el papel del
estado, quien es el que debe garantizarlo.
De este modo, Gargarella (2014), expresa:
“Frente a un derecho penal que se empecina en tratar a los
delincuentes como animales que hay que separar de la
sociedad y domesticar a fuerza de miedo y violencia, el
garantismo pide exactamente lo contrario, es decir, tratar a
todos como humanos, como los criminales no nos han tratado.
El garantismo -como el humanismo o como el cristianismo
finalmente- considera a los criminales como seres que piensan
y sienten, que pueden entender el mal que han hecho,
arrepentirse de sus errores y enmendar su comportamiento”
(p.03).

De allí que, el garantismo penal, lo que busca es la igualdad en las


personas que han sido privadas de libertad o que están privadas de libertad,
no es pensar en que aquella persona que estuvo privada de libertad se
pueda considerar que ya su mentalidad ha cambiado y que mas nunca
cometerá algún delito, que su comportamiento será otro, no es eso. Es por
ello que el garantismo penal es la forma jurídica de analizar el derecho y
aplicarlo, teniendo mucho que ver con lo que es el poder punitivo del Estado,
la manera como el Estado puede corregir la aplicación de garantías
procesales y las garantías sustanciales, buscando verdades jurídicas y
verdades fácticas, es decir, cumplir con el principio de Estado de Derecho y
Justicia.
Es así que, según Leal y García (2005), manifiestan “desde la
perspectiva garantista, la pena no representa para la víctima un
resarcimiento del daño causado sino que implica una garantía de
“protección” que otorga el Estado al ofensor, pero que en última instancia
conlleva un mal que coercitivamente se infringe a quien ha causado un daño”
(p.437). Es decir, que a pesar de que el Estado cumple con la premisa del
derecho castigar, pero que aquí en este país se hace con doble propósito,
una el castigo por el daño causado y la otra con la intención de resocializar al
reo, para lo cual quien debe dar cumplimiento con estas premisas es el
sistema penitenciario, garantizándole al reo las mejores condiciones dentro
del los establecimiento y al momento de cumplimiento de la pena.
Por otro lado, se hace necesaria la aplicación de la ley no solo a los
afectados si no también a los personajes de la parte institucional que son
parte importante en la aplicación de las leyes y en la tutela de los derechos
fundamentales de los ciudadanos, aplicando la teoría de lo que llamamos
Estado de derecho, debido a que su finalidad recabe en la desconfianza de
cualquiera de los poderes públicos o privados, por ello es que prefiere
limitarlos solo al cumplimiento de las leyes de manera muy subjetiva.
El garantismo en el Derecho Penal es donde se puede observar la
parte más sensible a los derechos y garantías constitucionales que protegen
a los ciudadanos de las pulsiones del Estado sobre sus libertades, donde se
afecta muy preciadamente los derechos de los ciudadanos, la libertad, en
primer punto, la propiedad, el honor, la vida. De este modo, como dice
Ferrajoli en su formidable obra Derecho y Razón (1989),
“Para afirmar la existencia de un Estado de Derecho que
responda a una concepción de Derecho penal mínimo y por lo
tanto, pueda considerárselo garantista, sus normas jurídicas
deben consagrar -y sus prácticas operativas deben tender a-
que: no haya pena sin delito; no haya delito sin ley previa; no
haya ley sin necesidad; no haya necesidad sin ofensa; no haya
ofensa sin acción; no haya acción sin culpabilidad; no haya
culpabilidad sin juicio (aquí, el sutil y aparentemente
intrascendente paso de las garantías penales a las procesales,
pero que cierra un abismo bajo los pies del Derecho penal en
su conjunto); no haya juicio sin acusación; no haya acusación
sin prueba; no haya prueba sin defensa. (p.95)”
Así pues, el Estado no podrá castigar si no existe el delito, tampoco
podrá condenar por hechos que hayan sido posteriores a la creación o a la
reforma de las leyes, no se recurrirá a una instancia penal ante cualquier
falta o inmoralidad, no se puede afirmar un delito si no se afecta un bien
jurídico ya sea persona o material, no se puede utilizar a la persona privada
de libertad para la consecución de los fines del Estado, así como tampoco se
puede caer en terrorismo, siendo el garantismo penal uno de los mejores
modelos a seguir, ajustado a la realidad aunque poco alcanzable, todo
dependerá de la estructura normativa interna del estado de derecho, la
separación de poderes y la independencia del poder judicial como poder
anclado a la rígida aplicación de la ley, donde la garantía del sujeto proviene
de las técnicas de la defensa de sus derechos.
Por lo anteriormente dicho, se puede finalizar que si se justifica el
garantismo penal, debido a que es la forma que el Estado responda por sus
derechos a los individuos que comenten delitos, pero se debe saber que
todos éstos deben estar plasmados en las layes, debido a que el garantismo
no hace más que llevar hasta las últimas consecuencias la aplicación
coherente y rigurosa de las leyes penales vigentes, sin que haya
desviaciones de poderes o la comisión de actos de corrupción que puedan
afectar el proceso penal de los privados de libertad o en caso contario la
búsqueda de la justica de parte de la víctima, todo esto se resumen en el
objetivo que no es más que fortalecimiento y consolidación de derechos y
garantías constitucionales, en fin de los derechos humanos en general.
BIBLIOGRAFÍA

Ferrajoli, Luigi, Democracia y garantismo, edición de Miguel Carbonell,


Madrid, Trotta, 2008.

FERRRAJOLI, Luigi (1989): Derecho y Razón, Trotta, Madrid, 1994.

Gascón, Marina, “La teoría general del garantismo. Rasgos principales” en


Carbonell, Miguel y Salazar, Pedro (editores), Garantismo. Estudios sobre el
pensamiento jurídico de Luigi Ferrajoli, Madrid, Trotta, 2005, p. 22.

Gargarella Roberto. Estado, gobierno y sociedad (2014), Fondo de Cultura


Económica, México, 1996.

https://www.lanacion.com.ar/1667627-las-razones-del-garantismo

http://ead.uny.edu.ve/moodle/pluginfile.php/71401/mod_resource/content/3/cr
iminologia_critica_y_garantismo_penal.pdf

http://ead.uny.edu.ve/moodle/pluginfile.php/71402/mod_resource/content/2/cr
iminologia_garantismo_teoria_critica_de_los_derechos_humanos.pdf

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