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UNIVERSIDAD RURAL DE GUATEMALA

EXTENCIÓN 025, MAZATENANGO, SUCHITEPÉQUEZ

Carrera: Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales

Semestre: Sexto

Curso: Derecho Mercantil III

Catedrático: Axel Rodas De León

TEMA:
CONTRATO DE TARJETA DE CRÉDITO.

Alumno: Héctor Oswaldo Barrientos Xipón

Carné: 14-027-0002

Mazatenango, Suchitepéquez 19 de julio de 2016


INTRODUCCIÓN

A continuación desarrollamos un tema sobre el contrato de Tarjeta de Crédito, ya que


en la actualidad es muy cercano a todos y muchas personas las utilizan. Con este trabajo
queremos dar a conocer todo lo relativo a las tarjetas de crédito y de una manera
generalizada cómo funciona el contrato.
La Tarjeta de Crédito es un instrumento de crédito que multiplica las ventas,
producción, trabajo y riquezas. En ella el Consumidor simplifica notoriamente
sus operaciones, debido a que la tarjeta reemplaza la entrega de efectivo y a su vez
constituye un importante instrumento de crédito.
La tarjeta de crédito es también comúnmente conocida como una tarjeta de plástico,
que posee una banda magnética, un chip y otros números de seguridad, con la cual podemos
adquirir productos y dinero en efectivo. Sin embargo es mucho más que eso ya que implica
un juego de relaciones jurídicas y de conceptos que analizaremos a continuación.
La Tarjeta de Crédito es un instrumento de crédito que permite diferir (dejar para otra
fecha) el cumplimiento de las obligaciones dinerarias asumidas con su sola presentación, sin
la necesidad de previamente provisionar fondos a la entidad que asume la deuda, que
generalmente son Bancos u otra empresa del Sistema Financiero.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Existen diversas posturas, en lo concerniente al origen histórico de la tarjeta de
crédito. Algunos autores señalan que la tarjeta de crédito tuvo su origen en los Estados
Unidos de Norteamérica, producto de la idea de un reducido núcleo pero económicamente
potente club particular de asociados.

Otros autores como Sarmiento Ricausti Hernando, señalan que la tarjeta de crédito se
remonta a los países europeos, tales como Francia, Inglaterra y Alemania.
De los conceptos, concernientes al origen de la tarjeta de crédito, se ha generalizado la
postura que el comienzo de la vida de la tarjeta de crédito comienza con la del Diner’s Club
Norteamericano. De allí se extendió a otros países.

A principio del presente siglo, se utilizaba en algunos Estados del país norteamericano una
tarjeta de crédito que facultaba, usar del hospedaje al poseedor en cualquiera de
los hoteles que integraban la cadena de hotelería; y que allá, por el año de 1920, las empresa
gasolinera Texaco y Esso, entregaban tarjetas de crédito para la adquisición de los productos
cuya utilización fue desapareciendo por razones de racionamiento de épocas de guerra. Sin
embargo, más adelante, algunas empresas ferroviarias comienzan a hacer entrega de las
mismas, extendiéndose la costumbre a las empresas aéreas.

En los Estados Unidos de Norteamérica, se conocen los siguientes actos de crédito que han
sido acogidos en diversos países, tomándolos como paradigmas:

a. "The Consumer Cards", son aquellos destinados a la compra de bienes determinados.


b. "All Purpose Credit Cards", son aquellos destinados para la adquisición de todo género de
bienes y servicios.
c. "Credit and entertainment", son aquellos viables de utilización internacional.
d. "Change Account", se halla conformado por los referidos a la apertura de créditos.

En 1949 se funda el Diner’s Club, primitivamente para el objeto específico de pago en


restaurantes, posteriormente se extendió a toda clase de adquisiciones, agrupando a
millones de clientes y empresas, con difusión mundial.

Luego aparece la "American Express", posteriormente


los Bancos se dedican a la emisión de tarjetas de
crédito, sobresaliendo en este hecho, el
"Banco de América" y el "Chase Maniatan Bank" de
New York. Pronto se comprende que
la rentabilidad está en función con la masa de clientes,
y se producen asociaciones bancarias para difundir la
misma tarjeta: surge la "Bankeamericard" con 3.500
bancos adheridos y la "Inrbenke Association".
A mediados de los 60 aparecen las tarjetas de crédito en España, dándose de inmediato el
fenómeno asociativo que hemos indicado: surge la tarjeta 4B respaldada por los Bancos
Central, Banesto, Hispano Americano y Santander. La Interbanke Card fue difundida por
la Banca Catalana.
En mayo de 1979 se calculaba la existencia de 4.000.000 de tarjetas, cifra posiblemente
triplicada en la actualidad, siendo la aportación la de 150 tarjetas por cada mil habitantes.
Las más extendidas son: La Visa, creada en 1958 en U.S.A por el Bank of America; cuenta con
7.000.000 de usuarios en España y permite efectuar el pago de compras y retirada
de dinero de ciertos límites; el Diner’s Club, lanzada en el mercado norteamericano en 1950
por Rockefeller y un grupo de hombres de negocios; la American Express, creada también en
1950 en Estados Unidos por Henry Wells, y cuyo primer objeto fue el transporte.

Origen y desarrollo de las Tarjetas de Crédito en Guatemala

La tarjeta de crédito, surgió en Guatemala en los años 1960-1961 a través de Cuentas S.A.,
una sociedad constituida con un capital 100% guatemalteco. Inicialmente, esta sociedad fue
creada con el objeto del manejo de una tarjeta de crédito a nivel local, pero en virtud de que
este negocio no fue muy próspero, incorporó a sus objetivos otro tipo de actividades.

Posteriormente aparece en Guatemala la tarjeta de crédito de Diner´s Club, la primera


tarjeta de crédito internacional representada en Guatemala, dicha representación estuvo
hasta el año 1968 y permaneció adscrita al territorio regional de México hasta el año 1972,
lugar de las oficinas regionales.

En el año 1975 se constituyó la sociedad Tacre de Guatemala, S. A., con el objeto de actuar
como concesionaria exclusiva de la tarjeta Diner´s Club para operar en Guatemala, dicha
sociedad inició sus operaciones con un aproximado de doscientas tarjetas.

A partir del año 1978, apareció Credomatic de Guatemala, S. A., representando las marcas
Visa, Master Card y una tarjeta de uso local, posteriormente Credomatic inicia sus
operaciones en Guatemala y se convierte en la pionera en colocar una tarjeta de crédito a
nivel centroamericano. En consecuencia, de la exclusividad de los derechos en Guatemala
para emitir tarjetas Master Card y American Express, Credomatic amplía sus operaciones y
mercado al celebrar contratos de comisión con instituciones bancarias que buscaban emitir
tarjetas de crédito de estas marcas.

A finales del año 1999, Credomatic continúa ampliando aún más su mercado al obtener la
representación exclusiva para el país de la marca American Express, emitiendo tres tipos de
tarjetas.

Es así como a partir del año 1997, el mercado de las tarjetas de crédito inicia su crecimiento y
evolución en el país, que de acuerdo a la empresa emisora o coemisor ofrecen una diversidad
y tipos de tarjetas conforme a las necesidades y expectativas de las personas.
¿QUE ES UNA TARJETA DE CRÉDITO?
Una tarjeta de crédito es un rectángulo de plástico numerado, que presenta una banda
magnética o un microchip, y que permite realizar compras que se pagan a futuro. Para
solicitar una tarjeta de este tipo, es necesario dirigirse a una institución financiera
o entidad bancaria, la cual solicitará al interesado una serie de documentos y garantías para
asegurarse de que se trata de una persona solvente y capaz de cumplir con sus potenciales
obligaciones de pago.

Dependiendo del caso y de la entidad emisora de la tarjeta de crédito, entre los requisitos
exigidos a los solicitantes suelen estar, una situación laboral estable y con un mínimo de
meses de permanencia en el mismo puesto, un sueldo que supere una cantidad en particular
y un garante, o sea, una persona o compañía que pueda respaldarlos y asegurar que se trata
de personas confiables.

La tarjeta de crédito, también conocida como dinero plástico, recibe dicho nombre ya que da
la posibilidad a una persona de realizar compras sin contar con el efectivo (o metálico),
contrayendo automáticamente una deuda con la entidad emisora de la misma.
Generalmente, todos los meses se envía a los usuarios un resumen de todas las
transacciones realizadas durante los treinta días anteriores, para poder efectuar un único
pago. Es importante notar que existe la posibilidad de saldar toda la deuda o de realizar tan
sólo un pago mínimo; en este caso, la deuda pendiente acumula nuevos intereses, de
acuerdo a lo estipulado en el contrato.

Otra de las ventajas que ofrecen las tarjetas de crédito, y una de las más populares a la hora
de realizar grandes gastos, es pagar a plazos (o en cuotas). Muchos comercios, sobre todo en
ciertos países, listan los precios de sus productos con varias opciones; por ejemplo, si un
televisor cuesta Q. 1200.00, puede indicarse la posibilidad de adquirirlo en 3 cuotas de 425, o
en 6 de 250, y así sucesivamente.

El uso de tarjetas de crédito puede tener distintos costes: hay empresas que cobran intereses
por cada compra (si el usuario adquiere productos por Q. 20.00, se ve obligado a pagar Q.
25.00 o Q. 30.00, por ejemplo), mientras que otras imponen comisiones o cuotas mensuales
por el mantenimiento del servicio.

SEGURIDAD EN LA TARJETA DE CRÉDITO:

Con respecto a la seguridad, en los últimos años


se han implementado diversas medidas para
proteger a los usuarios de tarjetas de crédito de
robos de identidad y compras fraudulentas. Una
de ellas es la incorporación de un número o
código de seguridad, el cual generalmente tiene
tres dígitos y se sitúa en la cara posterior de la
tarjeta; al momento de realizar una compra por
Internet o por teléfono, es obligatorio indicar
ese número para asegurar que se cuenta con el documento en la mano y que no se han
copiado los datos de un ticket ajeno.
TECNOLOGÍAS

Actualmente existen dos tecnologías disponibles para las tarjetas de crédito.


La tradicional es la de la banda magnética. No obstante, se está extendiendo la de las tarjetas
de crédito con microchip. Esta tecnología, fue desarrollada por Roland Moreno, en la cual un
circuito electrónico integrado a la tarjeta realiza la mayor parte de los controles relativos a su
uso, ofrece más seguridad al usuario y al banco emisor: el microchip integra dispositivos de
protección electrónica que impiden su violación o la lectura sin autorización de la
información que contiene.

En la actualidad, algunas de las tarjetas de crédito más populares en todo el mundo son Visa
(que genera ventas anuales de unos 3 billones de dólares), American Express y MasterCard.

Existe una variedad de tarjetas de créditos denominadas “prepagadas” o “de prepago“, las
cuales exigen que se deposite el monto de dinero que se desea gastar previamente al
momento de la compra. Es importante aclarar que no deben ser confundidas con las tarjetas
de débito; en principio, ciertas transacciones sólo pueden realizarse con tarjeta de crédito,
tal y como sucede con la adquisición de billetes de avión en algunas compañías, y no todas
las personas cuentan con los requisitos necesarios para su solicitud. La tarjeta de prepago,
entonces, permite efectuar esas compras que no aceptan tarjetas de débito.

NATURALEZA JURÍDICA
Existen varias teorías respecto a la naturaleza jurídica de la tarjeta de crédito.

a. Según la teoría de la asignación, el asignante da una orden al asignado para efectuar un


pago a un tercero denominado asignatario. Esta teoría ha sido seriamente impugnada. Se
sostiene que no se trata simplemente de dar una orden, pues en todo caso discutible el
momento en que dicha orden se daría y el tema es bastante más complejo. Por otro lado,
el titular de la tarjeta o usuario no es el que pone en contacto al emitente con el afiliado,
sino la entidad emisora, la cual, en vinculación con los demás elementos de la relación de
orden trilateral creada a través de la tarjeta, la pone en movimiento. Si se tratase de una
asignación, el emisor estaría en la obligación de pagar al afiliado o caería
en responsabilidad. Se ha dicho con razón que "si la asignación es correcta, en un título-
valor como es el cheque, resulta ilógica tratando de aplicarla en una relación tripartita a
diferir cierta clase de pagos.

b. Según la teoría de la asunción de deuda, la tarjeta de crédito se explica como una


asunción de deuda utilizada como medio indirecto de concesión de crédito. En cuanto al
titular de la tarjeta –compra ahora y paga después- ello sucede porque un tercero, la
entidad emisora, se obligó al pago de lo adquirido ante el vendedor, desobligando al
adquiriente, quien reembolsará la suma de dinero, en un plazo determinado. Esta teoría
tampoco resiste un severo análisis. Ella sólo es referible a una perspectiva parcial, cual es
la relación del afiliado con el emisor, olvidando la segunda de las relaciones que se crean.

c. La teoría de la apertura de crédito, que es la sostenida por la doctrina y legislación


mexicana, afirma que el usuario, cuando realiza una compra-venta, firma un
reconocimiento de deuda correspondiente a la cantidad de mercaderías o servicios
adquiridos a un comerciante afiliado. En tanto que el banco o la empresa emisora
conviene con el afiliado una promesa de cesión de deuda. Esto facilitaba la realización de
una serie de negocios fraudulentos por parte del usuario, pues la deuda pasaba a ser casi
un simple crédito sin documentación. Pero con la apertura de crédito se encontró la
manera rápida y segura de obligar a los usuarios y afiliados en el pago de
sus obligaciones. La teoría de la apertura de crédito ha sido rechazada por incompleta. En
efecto, y aun cuando es exacto que reconoce la relación que se crea entre el usuario y el
emitente, olvida la que surge entre este último y el afiliado.

Toda actividad humana supone interacción, y la tarjeta no es una excepción. La relación de


los tres elementos personales consiste en una de carácter múltiple e igualitario. Las tres
partes que intervienen actúan dentro un plano de consideraciones legales teóricamente
paritarias.
De lo expuesto aparece una conclusión básica y es que en la tarjeta de crédito se da una
relación múltiple, en virtud de la triple situación personal que se establece al realizarse una
compra o satisfacerse un servicio. La compra-venta y el servicio son pues condicionantes de
lo do contratos previos.

CLASES DE TARJETAS DE CRÉDITO

En la actualidad existen diversos criterios para la clasificación de las Tarjetas de Crédito:

 Por la Entidad Emisora:

a. Las Tarjetas de Crédito Bancarias son como su nombre lo señala, las tarjetas emitidas por
una Entidad Bancaria. Esta Entidad Bancaria interviene tanto como emisora de la tarjeta,
así como ente financiero y crediticio, generándose diversas relaciones obligacionales
como por ejemplo la obligación del Banco de emitir la Tarjeta y proporcionar un crédito al
usuario de la Tarjeta, así como de cancelar las obligaciones del usuario asumidas con el
comerciante o el proveedor afiliado, obligaciones contraídas mediante el uso de la Tarjeta
de Crédito.

b. Las Tarjetas de Crédito No Bancarias, que se diferencian de las anteriores en que quien
las emite si bien es una entidad financiera o crediticia que no se ubican en el área
de banca comercial y por lo tanto el crédito que le ofrecen a los usuarios de la Tarjeta de
Crédito se encuentra limitado a un determinado número de establecimientos.

c. Tarjetas de Crédito propias de un determinado establecimiento comercial, que son


emitidas por el establecimiento comercial para el uso exclusivo en el mismo, es decir, el
crédito que se les proporciona está supeditado a que se utilice en
el consumo de productos o servicios que el mencionado establecimiento ofrezca. Tiene
como particularidad que las relaciones obligacionales que se desprenden son únicamente
entre el Establecimiento y el Usuario de la tarjeta, siendo esta relación un mutuo entre
las partes, es decir este tipo de Tarjeta de Crédito es bipartita pues solo son dos partes
que intervienen en las relaciones obligatorias generadas.

 Por el crédito concedido y la modalidad de pago:

a. Las Tarjetas de Crédito de pago inmediato, que son aquellas que tienen una
determinada fecha de pago previamente establecida.
b. "Revolting Credit" que son aquellas que permiten hacer uso de un monto total de crédito
previamente abonado este en su totalidad o en determinado porcentaje previamente
acordado.
c. Las mixtas, que combinan e incorporan elementos propios de los dos tipos antes
mencionados.

 Por su duración

a. Limitadas, aquellas que tienen un plazo determinado de vigencia.


b. Ilimitadas, que son aquellas que no tiene un plazo de duración especial, es decir este no
se encuentra determinado.

PARTES QUE INTERVIENEN

El Contrato de la tarjeta de crédito, origina relaciones jurídicas entre varias Partes, que son:

1. La entidad emisora.
2. El usuario o titular de la tarjeta de crédito.
3. El proveedor afiliado.

El hecho de que existen tres partes que intervienen en el contrato de tarjeta de crédito no
equivale a que existan 3 tipos de contratos, sino que se trata de un contrato que enmarca a 3
partes intervinientes en la contratación de derechos y obligaciones.

Hay que señalar que frecuentemente son 4 los sujetos que intervienen y esto ocurre cuando
la entidad emisora es una persona jurídica distinta al Banco interviniente.

Entidad Emisora.- La institución emisora puede patentizarse en los modos siguientes:

a. Las empresas comerciales que emiten sus propias cartas de crédito, por las cuales
tienden a identificar a sus clientes favoritos y a los beneficiarios con la apertura
de créditos que en su mayoría se limitan a cantidad determinada, como por ejemplo las
tiendas.
b. Instituciones especializada, que son las que han dado origen a las tríadas credit card.
c. Instituciones financieras, que en la actualidad dinamizan sus acciones en las operaciones
de credit card merced a las ventajas que ofrece esta modalidad como los Bancos.
Formalidad de la emisión de las tarjetas de crédito.

Las instituciones bancarias y/o financieras, que quieran emitir tarjetas de crédito tienen la
obligación de comunicarlo a la Superintendencia de Bancos, acompañando, idem una copia
del estudio de factibilidad pertinente de carácter económico financiero, paradigmas de los
contratos a ser celebrados por los titulares de las tarjetas con los establecimientos afiliados,
así como también el esquema de los sistemas y procedimientos a seguirse, responsabilidades
y controles a emplearse posteriormente.

El titular de la tarjeta de crédito.

El titular, puede ser una persona natural y/o jurídica, quien es autorizada por la institución
emisora a fin de que emplee el crédito reconocido en sus actividades cotidianas, previa
presentación de la tarjeta de crédito que le es concedida a través de una evaluación de su
solvencia económica, moral y afines.

Comerciante afiliado.

Es un proveedor, que accede a la utilización del crédito que se le ha concedido al titular de la


tarjeta de crédito. Toda Institución afiliada, engrosa la lista de establecimientos autorizados a
aceptar el crédito disponible.

ELEMENTOS DE LA TARJETA DE CRÉDITO

Elementos Personales

En los bilaterales se concretan en dos personas:

 El Emisor (grandes almacenes o establecimientos) y


 El Titular Usuario.
Mayor complejidad ofrece el resto de las tarjetas, ya que la relación jurídica que se genera es
plural, como lo vimos en el punto anterior, interviniendo las siguientes personas:
 Generador o empresario emisor de la tarjeta que previamente se ha comprometido con
establecimientos o arrendatarios de servicios a abonar con un descuento concertado,
cuantas facturas le presenten respaldadas por la tarjeta;
 El distribuidor, generalmente un establecimiento bancario, que mediante una comisión o
premio distribuye las tarjetas entre sus clientes solventes;
 El usuario titular que previa firma del contrato, recibe la tarjeta. pudiéndola usar en una
serie de establecimientos previamente determinados;
 Y por último, el establecimiento proveedor de las compras o de los servicios, que tiene la
obligación de aceptar el pago mediante la tarjeta.
Según Arrillaga existen además otros elementos personales que denomina especiales:
 Cuando el contratante no es titular de la tarjeta, pero que responde de los débitos de la
misma y de la posible cuota que se establezca;
 La empresa de franquicia que autoriza al emisor para poner en circulación las tarjetas con el
nombre comercial de aquéllas. (Supuesto de Visa emitidas por diversas entidades bancarias,
y de Diner's de cuya emisión se encargan sociedades anónimas);
 Y por último el avalista, exigido en algunos casos por el emisor ante la dudosa solvencia del
usuario titular.

Elementos formales

Son:

 La solicitud de la tarjeta efectuada por el titular o por la persona que contrata en favor de
otro. En la práctica, los bancos distribuidores se encargan de estos trámites, ofreciéndola a
los clientes solventes como ya hemos indicado;
 El contrato entre la sociedad emisora y el establecimiento comercial administrador de bienes
y servicios
 La propia tarjeta que obliga al emisor a conceder un determinado crédito al titular y abonar
a los establecimientos asociados el importe de las compras o la prestación de los servicios;
 Las notas de cargo, que debidamente firmadas por el titular acreditan la compra y su
importe o la prestación del servicio; estas notas de cargo se extienden por cuadriplicado
utilizándose el procedimiento de calco, ya que la tarjeta figura en relieve, aparte de
la marca de identificación del emisor (Visa, Eurocard, etc...), el nombre del titular y
el código de identificación.
 Finalmente, la nota de cargo que con carácter mensual remite el emisor al usuario-titular.

RELACIONES ENTRE LAS PARTES

Dada la existencia de dos contratos subyacentes y del pluralismo de las partes; que
intervienen en las tarjetas corrientes, tenemos que examinar por separado los vínculos
existentes entre los mismos:

a. En el caso de personas naturales, su nombre de acuerdo al documento de identidad


oficial; y,
b. En el caso de personas jurídicas, la denominación o razón social de acuerdo con
los documentos presentados según y los nombres de los usuarios autorizados para
operar tarjetas de crédito de las personas jurídicas de acuerdo con los documentos
oficiales de identidad;

Entre el emisor y el usuario-titular.

La relación es muy sencilla, pues el emisor se limita, directamente, o a través de una entidad
bancaria, a remitir a una serie de personas seleccionadas un formulario con las condiciones
generales de la tarjeta. Recibido el formulario debidamente cumplimentado el emisor remite
la tarjeta al usuario, perfeccionándose en este momento el contrato, ya que la firma es un
mero requisito para su utilización. Verificar la identidad del solicitante, constatando:
Además deberá registrar la firma del solicitante o usuarios autorizados para operar tarjetas
de crédito, según corresponda, en presencia de uno de sus funcionarios autorizados. Debe
comprobar que el solicitante y, de ser el caso, el usuario autorizado para operar la tarjeta de
crédito, no se encuentren prohibidos de abrir cuentas corrientes, celebrar contratos de
tarjeta de crédito u operar tarjetas de crédito.

Verificar la veracidad de la información proporcionada por el solicitante, en especial aquélla


relacionada a su capacidad de pago y a su domicilio, debiendo requerir cualquier otra
documentación o información que contribuya a conocer a su cliente y con
estos datos realizar la evaluación y clasificación crediticia del solicitante y celebrar con él, el
contrato de tarjeta de crédito y finalmente entregar la tarjeta de crédito y, en caso
corresponda, las tarjetas adicionales, única y exclusivamente al titular o al usuario de las
mismas, bajo responsabilidad de la empresa.

Adquirida la tarjeta el usuario adquiere las siguientes obligaciones:

a. Conservación;
b. Aviso en caso de pérdida o de robo;
c. Destruir la caducada;
d. Presentarlo en el momento de la compra o de la utilización de un servicio;
e. Avisar al emisor en el supuesto de cambio de sus circunstancias personales;
f. Abono de las compras efectuadas a través generalmente de las cuentas bancarias;
g. Pagar los intereses; de demora en el caso de atraso en el pago;
h. Reintegro de las cantidades dispuestas ilícitamente por un tercero, si no se dio cuenta del
extravío o sustracción (esta responsabilidad tiene un límite máximo para cada entidad
bancaria);
i. A su vez, tiene derecho a la utilización de la tarjeta dentro de los límites señalados en los
establecimientos que las admitan.

Recíprocamente, las obligaciones del usuario son derechos del emisor, pudiendo añadir el de
recibir el contrato en algunos supuestos, y el de recuperar la tarjeta.

Entre el emisor y el establecimiento.

El establecimiento tiene como derechos:

a. Que se le incluya en las listas de empresas o comercios adheridos;


b. Exponer el emblema de la tarjeta;
c. Ser reintegrados de los cargos firmados por los usuarios.

Las obligaciones las podemos sintetizar en las siguientes:

a. Aceptar la tarjeta dentro de los límites que tiene asignados;


b. Aplicar los mismos precios y condiciones que los demás clientes;
c. Abstenerse de proponer el pago en metálico (en efectivo);
d. Hacer comprobaciones respecto a la vigencia de la tarjeta;
e. Llenar las notas de cargo respecto de las instrucciones recibidas, comprobando la
identidad de las firmas;
f. Reintegrar al emisor las cantidades pagadas por el usuario en los supuestos de invalidez
de la tarjeta;
g. Comunicar el cese o traspaso del negocio.

Por su parte, el emisor tiene derecho a cobrar la comisión pactada y a rescindir (dejar sin
efecto) el contrato, notificándolo fehacientemente al establecimiento dentro de los plazos
pactados.

Respecto a la extinción de estos contratos, tenemos que señalar que la tarjeta tiene fecha de
caducidad, por tanto, basta que el emisor no envíe una nueva tarjeta para que la relación
quede extinguida. En los condicionados, el emisor se reserva el derecho a rescindir el
contrato, sin justificar la causa, esta rescisión lleva implícita la obligación de devolver el
documento, el no cumplimentar este requisito y continuar usando la tarjeta puede dar lugar
a una acción penal.

Por su parte, el usuario-titular, puede rescindir el vínculo con el emisor, comunicándoselo


por carta certificada en la que necesariamente se incluirá la tarjeta, ahorrándose a partir de
la recepción el pago de las posibles cuotas.
Idénticas consideraciones, se pueden efectuar respecto a la relación emisor-establecimiento,
si bien, en los contratos se establece que la relación se puede rescindir mediante preaviso,
que por parte del emisor, suele ser fehaciente, cuando es por parte del establecimiento,
basta con una carta certificada.

Por último queda por examinar las relaciones entre emisor con la sociedad de
franquicia,
Los derechos del emisor son:

a. Utilización del nombre comercial; y


b. Beneficiarse de los servicios del franquiciador ofrece a sus asociados.

Como obligaciones tenemos:

a. Condiciones pactadas y
b. Abonar las cuotas establecidas por uso del nombre comercial.

FUNCIONES DE LAS TARJETAS DE CRÉDITO

La tarjeta es un instrumento jurídico que permite a su titular realizar determinadas


operaciones con el propio emisor o con terceras personas, sustituyendo la necesidad de
utilizar dinero en efectivo, cheque u otros documentos mercantiles. Funciona como medio de
pago documental o escriptual, en operaciones con trascendencia económica. La tarjeta ante
todo responde a una necesidad de la sociedad contemporánea. Así surgió y en esa
dirección ha evolucionado. Hubo necesidad de disponer de un instrumento que pudiera
intervenir en el tráfico económico y jurídico supliendo el intercambio de dinero efectivo en
las transacciones comerciales originadas por el consumo particular, de pequeña y mediana
cuantía, y/o en competencia con otros instrumentos como los cheques, cuya finalidad era
distinta y su aceptación no era la deseada en ese tipo de transacciones. Las funciones que
realizan las tarjetas nos han permitido establecer también una clasificación de las mismas.

1. La tarjeta es un instrumento de desarrollo comercial y financiero. Qué duda cabe que la


tarjeta es fruto del desarrollo comercial y se ha convertido en un impulsor del mismo. Ha
influido en el desarrollo del mercado financiero, donde es un importante instrumento de
intermediación y genera buena parte de los beneficios de la banca. También en España, a
través de las comisiones, y no tanto por los intereses, por la señalada poca utilización de
la tarjeta como instrumento de crédito. La tarjeta no sólo es un sustitutivo parcial del
numerario efectivo, sino que ha sustituido en buena parte al cheque, y su mayor mérito,
al menos en España, es que ha conseguido ser aceptada sin problemas en las compras de
consumo.
La tarjeta por otra parte permite al establecimiento comercial una ampliación del
espectro del consumidor, al cual puede llegar con mayor facilidad, para la venta de sus
bienes o la prestación de sus servicios: la tarjeta insta al consumo.

2. Funciones económico-sociológicas

3. Funciones jurídicas

La tarjeta es un instrumento de identificación. Es su función primaria que permite el uso del


resto de funciones específicas. En realidad está mejor empleado hablar de la tarjeta como
"medio de identificación", que sirve tanto a sus funciones jurídicas como a las económico-
sociológicas. La identificación por sí no tendría sentido. Su fin, en el caso de la tarjeta de
pago, es usar o acceder al resto de funciones de la misma, que de otra forma difícilmente
serían posibles. Pero, creemos adecuado examinar la identificación entre las funciones
jurídicas, por el efecto de legitimación que en sentido estricto proporciona al titular. La
tendencia es unificar instrumentos de identificación. En la práctica, la tarjeta cumple con
diversas funciones de información. Identifica al titular, al emisor, contiene datos relativos a la
identidad de éstos, y también información importante para realizar las transacciones, relativa
al tipo y números de cuentas, límites de crédito y de efectivo disponible, así como otra serie
de datos que automatizan o permiten controlar y asegurar la corrección de las operaciones.

CARACTERES JURÍDICOS

1. Es de tipo complejo, pues emanan una serie de vínculos jurídicos entre varias personas
en forma distinta, pudiendo encontrar en ella diversos contratos como serían la apertura
de crédito, la compraventa de bienes, la prestación de servicios, etc.
2. Es plurilateral, ya que en sus distintas relaciones obligacionales coexisten diversos
sujetos, tales como el emisor de la tarjeta, el usuario y el comerciante o proveedor.
Es pertinente recordar aquí las palabras de Francesco Messineo cuando afirma que "...la
vida jurídica no se fosiliza en formas inmutables, sino que, por el contrario, está en
permanente movimiento y en constante evolución, también bajo el aspecto técnico...",
agregando que "...a las formas tradicionales de origen romanista, se van agregando
figuras de contratos que son el resultado de la vida económica moderna.
3. Tanto desde el punto de vista de las relaciones jurídicas entre el emisor y el usuario,
como de las que urgen entre aquél y el comerciante afiliado, es típico. Es un negocio
jurídico especial, habida cuenta que si bien presenta características ilimitadas en cuanto a
situaciones concretas, su campo de aplicación es propio de la actividad de comercio.
4. Es principal, pues no depende de otro contrato que le precede y tiene por lo tanto "vida
propia". Por esta misma característica, la tarjeta de crédito es inmune a las alternativas
que pueda sufrir un contrato accesorio, como es una garantía, en caso de que se
otorgara.
5. Por su función es constitutiva, pues crea varias situaciones jurídicas determinadas y no
tiene las características propias de los contratos modificativos ni regulatorios, ni tampoco
los resolutivos.
6. Por su prestación es multilateral, ya que en cada una de las numerosas relaciones
recíprocas que conlleva se presentan prestaciones recíprocas. Así, en el caso de la
relación que se crea entre el emisor y el usuario, el primero asume como prestación la
obligación de conceder un crédito al usuario representado por la tarjeta, en tanto que el
referido usuario está en el deber de pagarle el importe de dicho crédito, en calidad de
contraprestación. Así podríamos seguir con varios ejemplos propios de las numerosas
relaciones obligacionales que surgen de esta compleja contratación.
7. Es oneroso, pues por su valoración cada una de las partes que contratan sufren un
sacrificio compensado con una ventaja y genera enriquecimientos y empobrecimientos
correlativos.
8. Es conmutativo. Cada una de las partes que intervienen en las numerosas relaciones
obligacionales que se generan es consciente al momento de crearse la relación
obligacional, de un hecho cierto y concreto, estimando anticipadamente el sacrificio y la
ventaja que correlativamente puedan lograrse.
9. Es de tracto sucesivo, en la medida en que la duración no es simplemente tolerada sino
querida por las partes, de modo que su utilidad sea proporcional a ella.
10. Su ejecución es continuada. Pues se produce sin interrupción en el tiempo, y está
destinada a generar sus efectos durante un lapso más o menos prolongado.
11. Es una operación de cambio, debido a que tiene como objetivo la circulación de la
riqueza a través de la transferencia de bienes o servicios.
12. Plantea igualmente una relación de disponibilidad, dado el crédito que otorga la
institución emisora al usuario.
13. Por la manera como se forma se presenta de modo indistinto según era el tipo de
relación creada.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS PARA EL USUARIO DE LAS TARJETAS DE CRÉDITO

Ventajas para el Usuario:

1. Se ofrece crédito inmediato en numerosos establecimientos de todo el país y de


todo género para la adquisición de bienes y servicios, sin que exista necesariamente
alguna relación entre el tarjetahabiente y el establecimiento afiliado.
2. La sustitución de manejo de efectivo y el uso de cheques mediante la emisión de un solo
cheque mensual.
3. El prestigio que aporta al usuario, ya que constituye un medio de identificación y
confiabilidad, entendiéndose que todo poseedor de una tarjeta de crédito ha sido
debidamente depurado y puede considerársele una persona económica y moralmente
solvente.
4. Sirve para mejorar la administración del dinero propio.
5. Para control presupuestario, ya que con una sola fuente de información o estado de
cuenta se puede detectar con facilidad los excesos en algunos renglones y así facilitar el
manejo racional del presupuesto familiar.
6. El tarjetahabiente no necesita portar grandes sumas de dinero, eliminando así
los riesgos innecesarios y evitando problemas ocasionados por la no aceptación de
cheques.
7. Sirven para resolver emergencias, enfermedades, visitas inesperadas, salidas
improvisadas, regalos de aniversario o cumpleaños, así como el aprovisionamiento de
productos comestibles y de todo género de necesidades en situaciones no previstas.

Desventajas para el Usuario:

1. La pérdida de tiempo en la transacción mientras autorizan el crédito.


2. La posibilidad de que se haga fraude en casos de mal uso intencional, robo o pérdida de la
tarjeta.
3. Descontrol en gastos del usuario.
4. Uso excesivo del financiamiento, lo que obviamente va encareciendo en forma creciente
el costo original de lo comprado.

En cuanto a las desventajas que podrían enfrentar los establecimientos afiliados se pueden
mencionar:

La principal desventaja que acarrea el establecimiento afiliado al aceptar el pago de facturas


a través del uso de tarjetas de crédito es la de no poder convertir facturas en efectivo en un
plazo menor de 48 horas, al menos que este posea una cuenta bancaria con el banco emisor
de la tarjeta, a través de la cual podrá realizar un depósito del monto de las transacciones de
tarjetas de crédito y girar sobre la misma casi inmediatamente.

ESTADOS DE CUENTA

Las empresas deberán remitir, por lo menos, mensualmente a los titulares de tarjetas de
crédito, un estado de cuenta que incluya detalladamente los cargos y abonos efectuados en
cada periodo de liquidación, el monto de pago correspondiente, así como el saldo al final del
mismo. Este estado de cuenta debe contener, como mínimo, la siguiente información:

1. Nombre del titular y del usuario;


2. Número de identificación de la tarjeta de crédito;
3. Período del estado de cuenta;
4. Fecha de vencimiento y monto mínimo de pago;
5. Indicación del establecimiento afiliado, la fecha y el monto de las transacciones
registradas en el período informado;
6. Monto de los intereses devengados;
7. Otros cargos, de ser pertinente, con expresa indicación de su concepto y monto;
8. Pagos efectuados por el titular durante el período informado, indicando fecha y monto;
9. Saldo adeudado a la fecha;
10. Monto disponible en la línea de crédito y,
11. Tasas de interés compensatoria y moratoria vigentes a la fecha del estado de cuenta.
Las empresas están obligadas a remitir los estados de cuenta al domicilio señalado por el
titular de la tarjeta de crédito con la anticipación necesaria para que éste pueda realizar
oportunamente los pagos respectivos. Si el titular no recibiera dichos estados de cuenta
oportunamente, tendrá el derecho de solicitarlos a la empresa emisora y ésta la obligación
de proporcionarle copia de los mismos de manera inmediata.

ANULACIÓN DE TARJETAS DE CRÉDITO

Los titulares o usuarios podrán solicitar la anulación de las tarjetas de crédito y la resolución
del contrato respectivo mediante comunicación escrita a la empresa, sin perjuicio de la
obligación de pagar los saldos deudores correspondientes.
Las empresas deberán anular las tarjetas de crédito, incluyendo las tarjetas adicionales, o
resolver los contratos en los siguientes casos:

1. Cuando el titular de la tarjeta de crédito no haya cumplido con pagar dos cuotas
de amortización sucesivas a la misma empresa, en la modalidad de tarjeta de crédito.
2. Cuando alguna de las obligaciones de cualquier naturaleza asumidas por el titular de la
tarjeta de crédito frente al emisor de la misma, resulten calificadas en la categoría de
dudoso o pérdida.
3. Cuando al titular de la tarjeta de crédito se le haya cerrado alguna cuenta corriente por
girar contra ella sin la correspondiente provisión de fondos, sea en la propia empresa o
en cualquier otra del sistema financiero, conforme a la publicación que realice la
Superintendencia.

Asimismo, las empresas deberán anular las tarjetas de crédito de los usuarios de tarjetas de
crédito adicionales y de los usuarios autorizados para operar con tarjetas de crédito de las
personas jurídicas, cuando éstos se encuentren incursos en los numerales anteriores.

CONTRATOS CON LOS ESTABLECIMIENTOS AFILIADOS

Las empresas que emitan tarjetas de crédito, ya sea directamente o por intermedio
de sistemas de tarjetas de crédito, celebrarán contratos con los establecimientos afiliados,
mediante los cuales éstos se comprometen a recibir las órdenes de pago suscritas por los
titulares o usuarios de las tarjetas de crédito, o a recabar las respectivas firmas electrónicas o
autorizaciones previas que permitan realizar los cargos respectivos, por el importe de los
bienes y/o servicios suministrados dentro del país o en el exterior, según corresponda.
En los contratos con los establecimientos afiliados, las empresas se comprometen a pagar a
dichos establecimientos o a los sistemas de tarjetas de crédito en los que éstas se
encuentren incorporados, el importe de las órdenes de pago válidamente emitidas o
autorizadas.
En los contratos con los establecimientos afiliados deberá incluirse como obligaciones de los
mismos:

1. Verificar que la tarjeta de crédito esté en vigencia, constatando, de ser el caso, que no
figure en la relación de tarjetas anuladas, según la información recibida;
2. Verificar la identidad del usuario;
3. Comprobar que la firma del usuario en la orden de pago corresponda a la que figura en su
tarjeta de crédito, o contar con la conformidad de la firma electrónica u otro medio
sustitutorio de la firma gráfica o manuscrita;
4. Sujetarse en las transacciones que se realicen al monto máximo autorizado por la
empresa; y,
5. Otros procedimientos que la empresa considere convenientes para la seguridad y
adecuado uso de las tarjetas de crédito, en concordancia con las normas del Reglamento
y disposiciones legales pertinentes.

Debemos aclarar que la vinculación que vamos a tratar está referida a la Cuenta Corriente
Bancaria que es un contrato de gestión de negocios ajeno, que consiste en el desempeño de
un servicio de caja, de pagos y cobros por cuenta y en interés del cliente. También puede ser
entendida en términos financieros como una operación neutra.

La vinculación entre este contrato y el de Tarjeta de Crédito, es sumamente estrecha, porque


para acceder a la Tarjeta de Crédito Bancaria, el Banco abre una Cuenta Corriente Bancaria,
de la cual se debitará los importes de la utilización de la Tarjeta de Crédito Bancaria, así como
los consumos realizados con la misma.

Es por esta razón que para acceder a una línea de crédito rotativo, ambos contratos, el de
Tarjeta de Crédito Bancaria como el de Cuenta Corriente Bancaria, se encuentran
estrechamente ligados, ya que sin la celebración de uno el otro no podría ser posible. No nos
encontramos en una relación de contrato principal y contrato accesorio, sino que son
contratos complementarios cuya nulidad acarrearía la nulidad del otro contrato.

LA TARJETA DE CRÉDITO COMO MEDIO DE PAGO ELECTRÓNICO

Cuando accedemos a una tienda virtual y deseamos comprar algún producto, podemos
observar que las opciones de pago incluyen los siguientes medios: Tarjeta de Crédito, Débito
o Cuenta Corriente, etc. Lo que nos queda en claro es que los billetes o las monedas no
tienen validez en la Red. La Tarjeta de Crédito es el Medio de Pago más usado entre los ciber
consumidores en la actualidad.

Esto se debe básicamente a su fácil uso, característica esencial de este medio de pago, y por
la seguridad que brinda tanto al vendedor, ya que existe alguna Entidad Financiera que
respalda al Consumidor, así como para el Consumidor ya que frecuentemente las Tarjetas de
Crédito se encuentran amparadas por seguros.
Asimismo, existe la confianza generalizada que las operaciones que se realizan utilizando
Tarjetas de Crédito, están más probadas y cuentan con todas las garantías.

Según Villegas Lara, en su libro de Derecho Mercantil, Tomo III:


“La tarjeta de crédito es un documento de gran difusión en el tráfio comercial que, sin
embargo, carece de exposición entre los autores del Derecho Mercantil. Para nosotros
constituye un ejemplo de como la práctica comercial va haciendo que surjan instituciones no
contempladas en los textos doctrinarios. Todos oímos hablar de la tarjeta de crédito; muchos
la manejan como medio de facilitar la adquisición de satisfactores, mediante transacciones al
crédito. En Guatemala esta regulada en un artículo del Código de Comercio: al 757.

1. OPERATIVIDAD DE LA TARJETA DE CRÉDITO

En Guatemala funcionan sociedades, como Cuentas S.A; o sucursales de comerciantes


extranjeros, como American Express, Diners Club International o MasterCharge –VISA-, que
se dedican a extender tarjetas de crédito. La persona que tenga interés en poseer un
documento de esta naturaleza, concurre a estas empresas, en d onde se le investiga su
capacidad económica, vocación de pago, etc.; y si resulta elegible para la empresa, se celebra
un contrato de tarjeta de crédito por el cual el comerciante que extiende el docmento se
compromete a pagar, hasta una suma determinada, las compras al crédito que el titular haga
con los comerciantes afiliados al sujeto que extiende la tarjeta. El propietario del documento
paga una suma por su vigencia según el pazo; y garantiza al dador en la forma que este se lo
exija: descuento de sueldos, garantías flotantes, etc. El tarjeta-habiente llega a un almacén
afiliado y compra al crédito una mercadería o hace uso de un servicio; el dador le paga al
afiliado; y el tarjeta-habiente le paga al dador el valor de los créditos obtenidos más los
intereses que se hayan pactado

2. CARACTERES DEL CONTRATO

Como la tarjeta de crédito surge de un contrato, este debemos caracterizarlo como típico,
oneroso, de tracto sucesivo y formal. El carácter formal del contrato es evidente, aun en el
caso de que no se extienda la tarjeta prpopiamente dicha. Sin embargo, en la páctica, la firma
de un documento especial o formulario para poder recibir la tarjeta, es una exigencia, o sea
que estamos ante dos documentos: aquel en que se establece la relación entre dador y
tarjeta-habiente; y la tarjeta de crédito con la cual se hace efectiva la función de la operación
de crédito.

3. FORMA DE LA TARJETA DE CRÉDITO

La tarjeta de crédito se expide en favor de una persona determinada y no son negociables;


únicamente la puede usar la persona en cuyo favor se expide. Debe contener el nombre de la
persona que la expide -regularmente son comerciantes sociales- y la firma autógrafa del
tarjeta-habiente. Además, expresa el plazo de validez y el territorio en que se puede usar.
4. EFECTOS DE LA TARJETA

Aun cuando a la tarjeta de crédito se le aplica el régimen de la carta-orden de crédito,


debemos decir que la relación intersubjetiva sólo existe entre tarjeta habiente y dador, para
el caso de que la tarjeta no se haga efectiva en su función. En tal sentido, el tarjeta-habiente
no tiene ninguna acción contra los afiliados al sistema. Estos pueden elegir entre vender o no
vender al cliente que muestra la tarjeta de crédito”.

Artículos del código de comercio a que se refiere Villegas Lara.

“Artículo 757. Las tarjetas de crédito deberán ser emeitidas a personas individuales o
jurídicas y no serán negociables. Deberán contener el nombre de quien las expide, la firma
autógrafa de la persona a cuyo favor se extienden, el plazo de vigencia y si la misma tiene
validez nacional o internacional, siendo aplicable a las mismas en lo que corresponda las
normas de las cartas órdenes. Por el financiamiento a través de tarjetas de crédito se aplicará
la tasa de interés que se indica en artículo 757 bis de este Código.

A los créditos originados por el uso de las tarjetas de crédito, se aplicarán las reglas de los
pagarés, a excepción de la tasa de interés convencional”.

“Artículo 757 bis. Las entidades emisoras de las tarjetas de crédito cobrarán al
tarjetahabiente cuando haga uso del financiamiento tanto en moneda nacional como
extranjera o su equivalente, la tasa de interés anual promedio ponderada de las operaciones
activas que cobra el Sistema Bancario Nacional y que publica periódicamente la
Superintendencia de Bancos, la cual podrá incrementarse hasta un máximo de cinco puntos
porcentuales.

El incumplimiento de estas disposiciones por parte de las entidades emisoras, dará lugar a
deducir responsabilidades civiles y penales que correspondan, sin perjuicio de otras
sanciones que pudieran corresponder como resultado de la vigilancia e inspección que
practiquen las entidades facultadas para el efecto.”

DECRETO NÚMERO 7-2015

LEY DE TARJETA DE CRÉDITO

Artículo 1. Objeto. Establecer el marco legal para regular las operaciones por medio de
tarjetas de crédito, de crédito y de compra-venta realizadas por su medio, y de las relaciones
entre emiso, operador, tarjetahabiente y afiliado.
Artículo 2. Definiciones. Para los efectos de esta ley, se entenderá por:

Tarjeta de crédito: Instrumento material, nominativo e intrasferible, que contiene


dispositivos o medios magnéticos, electrónicos o de cualquier otra tecnología, que permite a
la persona individual o jurídica, utilizar una línea de crédito, o como medio de pago para la
adquisición de bienes, servicios o para el retiro de dinero en efectivo y otros servicios
autorizados, y que ha sido otorgada por un emisor.

Tarjeta habiente titula: Persona individual o jirídica que celebra un contrato con el emisor en
virtud del cual es habilitado para el uso de una línea de crédito por medio de tarjeta de
crédito.

Tarjeta habiente adicional: Persona autorizada por el tarjeta habiente titular, para compartir
el uso de su línea de crédito por medio de una tarjeta de crédito adicional.

Emiror: Persona jurídica que otorga crédito, emite y administra tarjetas de crédito.

Operador: Persona jurídica que proporciona los servicios relacionados con la autorización y
registro de las transacciones, administra los sistemas de autorización y de afiliación de
personas y/o establecimientos, así como otras actividades relacionadas con las operaciones
de tarjeta de crédito.

Afiliado: Es la persona individual o jurídica que proporciona bienes, servicios o dinero en


efectivo, aceptando la tarjeta de crédito como instrumento de pago.

Estado de cuenta: Es el documento que, referido a un perído determinado, contiene detalle


del monto y la descripción de las operaciones en las que ha utilizado la tarjeta de crédito, así
como los débitos y créditos efectuados por el emisor, de conformidad con los contratos
celebrados.

Fecha de corte: Fecha límite definida por el emisor, para establecer en el estado de cuenta la
acumulación de transacciones y sus respectivos valores, duerante un período determinado.

Fecha límite de pago: Fecha establecida por el emisor para que el tarjetahabiente efectúe los
pagos correspondientes a su estado de cuenta sin que incurra en pago de intereses y mora
por el uso de la línea de crédito contratada.

Pago mínimo: Es la cuota que cubre parcialmente la amortización del capital de línea de
crédito utilizada según el pazo de financiamiento, el monto de intereses a la tasa pactada,
comisiones y tros cargos convenidos.

Tasa de interés por mora: Porcentaje anual o su equivalente mensual, que el emisor aplica
sobre el saldo del capital en mora, cuando el tarjetahbiente incumple con el pago mínimo en
la fecha límete de pago.
Comisión: El pago de un afiliado a un emisor y operador, por su participación en el sistema
de tarjeta de crédito, por los bienes, servicios o dinero en efectivo que proporciona al
tarjetahabiente. El importe que el tarjetahabiente debe pagar por un servicio adicional
efectivamente prestado por el emisor y que no sea inherente al servicio contratado.

Pago de contado: Monto indicado en el estado de cuenta, a la última fecha de corte, que el
tarjetahabiente debe pagar en la fecha límite de pago para liquidar su saldo a la fecha
indicad, sin que incurra en pago de intereses o cargo por mora.

Tasa de interés: Porcentaje anual o su equivalente mensual, que se aplica a saldo del capital
financiado, conforme lo pactado en el contrato de tarjeta de crédito, como retribución para
el emisor por el uso del capital.

Límite de crédito: Monto máximo de la línea de crédito que el emisor autoriza al


tarjetahabiente para utilizar, conforme las condiciones estipuladas, en el contrato de tarjeta
de crédito.

Extrafinanciamiento: Línea de crédito adicional en condiciones y plazos que pueden ser


distintos a la línea de crédito principal.

Marca: Son los signos exclusiov con los cuales el emisor y operador, en virtud de un contrato
de conseción o licencia de uso, identifica al emisor y opreador en las tarjetas de crédito
emitidas.

Convenio de reestructuración: Acurdo contractual entre el emisor y el tarjetahbiente, para


cacelar la deuda morosa del tarjetahbiente.
CONCLUSIONES

1. La Naturaleza Jurídica de la Tarjeta de Crédito es ser un contrato de índole bancario


crediticio, mediante el cual la Entidad Emisora conviene en conceder una línea de crédito
rotativo hasta por la suma fijada por las partes.

2. El Contrato de Tarjeta de Crédito Bancaria es un Contrato de Adhesión, ya que la persona


que quiere acceder al servicio que el Banco ofrece, y convertirse por lo tanto en Usuario
de la Tarjeta de Crédito, solo tiene la posibilidad de aceptar o rechazar los términos del
contrato que se le presenta.

3. El Contrato de la tarjeta de crédito, origina relaciones jurídicas entre varias Partes, que
son: La entidad emisora, usuario o titular de la tarjeta de crédito y el proveedor afiliado.
BIBLIOGAFÍA
Buscador:

www.google.com.gt

Páginas consultadas:

http://definicion.de/tarjeta-de-credito/

https://es.wikipedia.org/wiki/Tarjeta_de_cr%C3%A9dito

Libros:
Derecho Mercantil Guatemalteco,
René Arturo Villegas Lara, tomo III

Código de Comercio, Decreto Número 2-70


Guatemala Centro América
Artículo 757, 757 bis, 288 páginas.

Decreto Número 7-2015


Del Congreso de la República de Guatemala
Ley de Tarjeta de Crédito, 43 artículos.

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