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MATEO, MARCOS Y LUCAS

Los evangelios de la misma óptica: Mateo, Marcos y Juan relatan la encarnación y sucesos de
la vida de Jesús bajo una secuencia biológica como: nacimiento, bautismo, transfiguración
hasta el acto redentivo y consumador del plan eterno de Dios, su muerte en la cruz. La vida de
Jesús en la tierra es el mensaje central. Mensaje que siendo universal y totalitario es abarcado
por los evangelistas para resaltar facetas medulares de la persona de Jesús.
Para Mateo, un judío que escribe a los judíos, Jesús es el Mesías prometido. El principal
propósito de este evangelio es demostrar a los Judíos que Jesús era el Cristo del que hablaba
los profetas, el Rey que haría cumplir la ley establecida por Dios, como lo menciona en el
capítulo 5:17“ No penséis que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a
anularlos sino a darles cumplimiento “ Para esto Mateo recurre a recursos narrativos de la
cultura judía presentes tanto en las antiguas escrituras como en su tradición literaria: redacta
el primer borrador de su evangelio en aramaico el dialecto propio de los judíos, cita los
oráculos del Antiguo Testamento como: Oseas, Miqueas, Jeremías e Isaías. Organizo la
estructura del libro ubicando los discursos de Jesús similar que en un esquema simetría
concéntrica con punto central el capítulo 13. Así mismo usa esquemas parciales, preanuncios
heroicos, repeticiónes inclusivas y estribillos integrativos. Este evangelio proveyó de
herramientas apologéticas para los judíos que creyeron en Jesús y les da a conocer que son
participes del ministerio de evangelización a los gentiles como lo indica su último pasaje del
Gran mandamiento en el capítulo 28:19.
Para Marcos el trasfondo cultural de los judíos no es relevante, ya que siendo asistente de
Pedro escribe a Gentiles Romanos. Al ser el primer evangelio en circular pudo haberse
escrito para animar y fortalecer a la Iglesia en Roma que sufría persecución por lo que
presenta a Jesús como el Siervo Obediente hasta la muerte, un ejemplo a seguir. Marcos
motiva a sus lectores a ser proactivos como Jesús, usando relatos vividos, resaltando sus
acciones y reacciones del auditorio hacia Jesús (2: 18; 2:23-28). Así como lo detalla capitulo
10:45 “Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar
su vida en rescate por muchos”. En este evangelio más que las enseñanzas de Jesús
sobresalen sus manifestaciones (6: 45-52), milagros (1: 23-28; 2:1-12; 3:1-6) y vida. Este
libro denota por medio de recursos sencillos como “y”, “en seguida” a un Jesús, que se
apresura a cumplir su misión en la cruz; y este constituye el mensaje a transmitir. Marcos nos
enseña que así como Cristo obedecio fue glorificado por el Padre, así también será para todo
el que escoja ser su discípulo.
Mientras que para Lucas, Jesús es “El Hijo del Hombre”, así fue como más se refirió el a sí
mismo. Aunque el evangelio está dirigido a otro ciudadano griego, amigo, probablemente con
un alto cargo público Teófilo, debe recordarse que Lucas fue asistente del ministerio de Pablo
y su evangelio es la primera parte de una narración que termina con el Libro de los Hechos.
Es por esto que es posible afirmar que fue escrito también con la intención de que sea usado
para enseñanza de otros gentiles. Lucas retrata el Jesús salvador del mundo, aquel que entabla
relaciones cercanas con otros, aquel misericordioso que se preocupa por las mujeres, niños,
pobres y oprimidos, que incluso siente simpatía por aquellos despreciados, los gentiles y
samaritanos; que en su mensaje de Salvación no hace acepción de personas y en donde ellos
son la prioridad: “Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había
perdido.” (19:10 BTX). Lucas tiene la misión de presenta un Jesús accesible a todos, que
vivió como nosotros y con el que podemos identificarnos, un Jesús que a pesar de cualquier
rastro de hombre adánico se da a si mismo por amor a otros.
Hoy en día la influencia que controla el mundo sigue oponiéndose a la revelación de Jesús,
como el Cristo, como siervo, como Hijo de Dios, orquestando más elaborados métodos de
separación entre el hombre y su Creador. Por eso es que hoy más que nunca El hombre sigue
necesitando de la palabra, poder y salvación de Cristo, su obra redentora. Como hijos de Dios
siendo su imagen y semejanza, El espíritu nos declara la voluntad del Padre de hacernos como
y vivir en Cristo, pues es el quien nos capacita para ser Reyes, Siervos y Hombres perfectos.

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