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FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES, ECUADOR

DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA, HISTORIA Y HUMANIDADES


MAESTRÍA EN HISTORIA

CURSO: APROXIMACIONES A LA HISTORIA GLOBAL Y CONECTADA

Nombre: Moreno Bueno Klever.


Fecha: 30-05-2018.

El siglo XIX: representaciones y cambios en la estructura de las ciencias médicas y


naturales en el Ecuador1.

Introducción

Al tomar al sujeto criminal, su constitución así como las racionalizaciones que se


desprendieron del mismo, como un “objeto de saber” dentro del discurso médico y científico
ecuatoriano; debemos de tener presente que a este solo se lo pudo analizar dentro de un
campo de visibilidad ya establecido. Es decir, que al momento de manifestarse el sujeto
criminal como una problemática a resolverse desde el campo de lo científico, ya existía un
régimen de pensamiento que se sustentaba en prácticas, instituciones y en una ejercicio
discursivo que se encargaba de enunciar, describir y explicar lo considerado o no científico.

En este camino, este campo de visibilidad se lo percibe como el elemento que proporciona
“las reglas desde las cuales un saber produce sus enunciados, sus temáticas, su legibilidad, su
manera de operar el conocimiento” (Polo 2010, 21). Dicho de otro modo, el campo de
visibilidad es el que funda un horizonte de sentido, el mismo que delimita hasta donde y de
qué manera está permitido racionalizar un objeto de saber dentro de una disciplina.

De esta manera, antes de explorar como el sujeto criminal fue racionalizado en el discurso
medico ecuatoriano, debemos de establecen en que campo de visibilidad este objeto de saber
surgió; es decir, debemos de considerar como cada “institución del saber fabrica las redes
institucionales, sociales y políticas,[determinando las reglas profesionales del oficio y las
reglas del reconocimiento titular] por donde circula sus producciones” (Polo 2010, 42). En
esta prespectiva es donde se enmarca la construcción de este ensayo; es decir, lo que me

1
Un acercamiento previo a este tema de investigación, ya lo plantee en mi tesis de pre-grado; en este ensayo
pretendo delimitar y reorientar estas inquietudes a mí tema de investigación actual: La construcción del sujeto
criminal, como objeto de estudio, en el discurso medico ecuatoriano.

1
propongo tratar es un pequeño esbozo de como se constituyó y consolidó una red institucional
basada en la despliega de ciertas prácticas que permitieron racionalizar el mundo,
resguardando de esta manera la cientificidad de un discurso; ya que esta red institucional
permitió la circulación y sustentación de lo formulado en el interior de la misma, con una
aceptación social lo suficientemente difundida para considerarlo como ciencia.

A continuación planteare varias nociones y prácticas con las cuales se sustentó una red
institucional cientificista en el Ecuador, la cual determinó un punto de vista desde donde se
conocería y se analizaría la realidad. Con esto, trato de colocar a las formas de construcción y
sustentación de los discursos científicos no con una verdad ya establecida; sino más bien
como un problema permanente de legitimación; “no como una mera marcha, la serie de
avances y retrocesos, hacia una meta definible a priori, sino como ‘creación’ he ‘invención’
(…), un tanteo incierto y abierto, teñido de contradicciones cuyo sentido no es descubrible ni
defendible según formulas genéricas” (Palti 2007, 56).

La construcción de una institucionalidad científica, representaciones de sí mismo y


prácticas de racionalización de la realidad.

El siglo XIX significó para América Latina una nueva configuración en el ámbito: político,
económico, cultural y científico. Dentro de estas nuevas composiciones, que iniciaron con las
guerras de independencia, la creación de las nuevas repúblicas, así como de una
reorganización de la economía e inserción de los nuevos países en el mercado mundial; cada
Estado se planteó la necesidad de crear para ellos unos nuevos comienzos, que demuestren
sus logros, unidad nacional, avances y la relación que ellos poseían con la modernidad y la
civilización. Estas nuevas miradas de ellos mismos, “implicaba la fundación de una sociedad
y una cultura americana descolonizadas e independientes, manteniendo al mismo tiempo los
valores europeos y la supremacía blanca” (Pratt 2010, 322). Esto significó la creación de todo
una estructura destinada a probar sus vinculos con lo “europeo” y lo “europeizante” en
terminos: culturales, ideológicos, raciales, lingüísticos, científicos y civilizados; que
estuvieron destinados a que “las elites autorizadas para construir nuevas hegemonías en
América se veían forzados a imaginar muchas cosas que no existían, incluyendo su propia
existencia como ciudadanos-súbditos de la América republicana” (Pratt 2010, 324).

Estos nuevos comienzos estuvieron observados por las metropolis europeas, especialmente de
Inglaterra y Francia y en menos medida de España, que a pesar de perder el control político y

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económico de sus antiguas colonias en el continente americano aun poseian vinculos y
relaciones con ellas. Al mismo tiempo las elites criollas racionalizaron su nueva situación
desde una visión “europeizante”, que en el caso de la cultura criolla latinoamericana se
afincaron y buscaron ejemplos a seguir en la Europa del norte (Pratt 2010, 344).

Las imágenes que las elites criollas produjeron de si mismo y de América, se respaldaron en
observaciones ya realizadas por misiones científicas como: La mision geodésica francesa, o
por viajeros científicos tales como: Alexander von Humboldt; el mismo que “volvió a
presentar una América en su estado primigenio, desde el cual habría de ascender a la gloriosa
eurocivilización” (Pratt 2010, 331); esto demarcaría una producción de sentido siempre
mirando hacia Europa. A mas de esto, el siglo XIX significó para los nuevos países de
América Latina la creación de sus “representaciones con las que estos se mostrarían a la
posteridad” (Osterhammel 2015, 21). Y las representaciones que se plantearon, estuvieron en
relación a la “Europa civilizada” y a un anhelo de modernidad y desarrollo.

Estos anhelos fueron representados por diferentes corrientes y en el camino se experimentaron


diversas formas de conseguirlos. Estas aspiracones de modernidad y desarrollo, a la manera
europea, en el Ecuador de la segunda mitad del siglo XIX fueron proyectadas por Gabriel
García Moreno; el mismo que “planteó su visión en un plan moderno, patrialcal, francés,
conservador y católico” (Henderson 2010, 187). Para lograr un desarrollo económico,
científico y cultural acorde con los prácticas modernas de las sociedades europeas, García
Moreno sustentó sus planes en la transformación de la educación superior en el país. Para ello
intervinó de una forma directa la academía ecuatoriana y en febrero de 1869 promulgó un
decreto para reorientar los canones “científicos-prácticos que el Estado Ecuatoriano
necesitaba para su progreso”:

Considerando2:
1°- Que son defectuosas y absurdas la organización y dirección de la instrucción pública;
2°- Que en consecuencia de este vicioso sistema, la Universidad de esta Capital no
solamente ha hecho deplorar los funestos defectos de una enseñanza imperfecta, si no que
ha llegado a ser un foco de perversión de las más sanas doctrinas:
3°- Que es indispensable organizarla de una manera que corresponda al interesante fin de
su instrucción, ensanchando el círculo estrecho de carreras científicas a que se halla
reducida la enseñanza; y,

2
.-Solo hemos trascrito en este trabajo los artículos relacionados al tema que nos interesa; para una mayor
profundidad en de este decreto pueden verlo en: Espinosa, Jaime (1930) “La Universidad Central en los primeros
cien años de vida republicana”. Quito. Editorial Universitaria. Páginas: 49-87.

3
4°- Que para esto es necesario remover todos los obstáculos que pudieran oponerse a la
nueva organización.
Decreta:
Art. 1°.-Queda disuelta la Universidad.
Art. 2°.-La Facultad de Medicina solamente podrá continuar su enseñanza en el pie que
se halla en la actualidad, mientras se la de una nueva organización; debiendo confiarse a
un solo profesor, que nombrara el Gobierno, las clases de Anatomía y Cirugía (citado por
Espinosa 1930,60).

Este decreto en el cual se disolvió la Universidad en Quito en 1869 y al mismo tiempo le


permitió a Gabriel García Moreno girar su mirada hacia Francia para contratar un doctor que
dicte las cátedras de Anatomía y Cirugía y que modernicé la enseñanza médica en el país, este
fue el inicio para tranformar todos los fundamentos en los cuales se sustentaban el quehacer
científico en el país. Para lograr estos propositos, el consul general del Ecuador en Francia
Beltrán Foserquet en agosto de 1873 logró que el médico Ettiene Gayraud “acepté, después de
largas dudas trasladarse a la capital del Ecuador para cumplir, (…) una misión tan honrosa
como difícil” (Gayraud & Domec 1953, 29); esta misión que fue plantea en uno de los
acápites de su contrato fue que:

M. Gayraud toma con el gobierno de la República del Ecuador el compromiso de


trasladarse a Quito, Capital de dicha República, para hacer los cursos de cirugía, dirigir
los de Anatomía en la Facultad de Medicina, dirigir los hospitales, y ejercer la cirugía
haciendo todas las operaciones quirúrgicas; en una palabra, ayudar al gobierno a
desarrollar y mejorar el ejercicio de la cirugía y de todo lo que se relacione con
tratamiento y curación de enfermedades de toda naturaleza, de acuerdo con el Gobierno,
que deberá seguir los consejos e instrucciones (Gayraud & Domec 1953, 29).

Este acápite implicaba la enseñanza práctica de la medicina, así como la reestructuración del
adiestramiento de los futuros médicos; esto significaba dejar atrás todo un armatesto que,
según Virgilio Paredes Borja historiador de las ciencias médicas en el país, fue un lastre que
acompañó a la medicina hasta la llegada de los médicos franceses. Antes de la llegada de
estos, “la investigación científica no se practicaba [y] el ambiente médico se caracterizaba por
el dogmatismo racionalista aprendido en los textos de la medicina francesa, por la tendencia a
la discusión y la controversia escolástica de la medicina medieval” (Paredes 1953, 20); para
eliminas estas costumbres nocivas el Dr. Gayraud, en calidad de decanos de Facultad de
Medicina, obtuvo “que los profesores siempre fuesen nombrados por concurso” e impuso a
los nuevos docentes que realicen “verdaderas lecciones preparadas con cuidado y no, como
pasaba, comentarios sobre un texto aprendido y recitado por los alumnos” (Gayraud & Domec
1953, 31-32),

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Esta re-institucionalización de la ciencia médicas en el país se implementó para “terminar
con un estado de cosas perjudiciales a la enseñanza” y ya que “la medicina debía sufrir una
reforma general” el Dr. Gayraud preparó “un nuevo reglamento destinado a poner la
enseñanza médica en relación con las exigencias de la ciencia moderna” (Gayraud & Domec,
1953:30); el cual estaba acorde con los preceptos de García Moreno sobre una sociedad culta
y encaminada hacia el progreso. Paro alcanzar estos preceptos, se ordenó edificar un gran
anfiteatro, guiados por los planos que el Dr. Gayraud trajo de Europa, en donde se ilustraría
de una forma práctica la enseñanza de la anatomía; y para estos fines se contrató en 1874 al
Dr. Dominique Domec el cual fue “autorizado a conseguir en Francia todos los instrumentos
y aparatos necesarios al estudio de anatomía e histología” (Gayraud & Domec 1953, 30).

Ya puesto en marcha y alisado el terreno para la transmisión, por parte de los médicos
franceses, de esta disciplina moderna; el decano de la facultad de medicina de Quito dedicó
todo el tiempo posible a “la enseñanza de cirugía” y junto a sus “clases teóricas estableció
lecciones de clínica” (Gayraud & Domec 1953, 30); con esto se cimentó la enseñanza de la
medicina a parir de preceptos prácticos, dándole un carácter de pragmática y científica a esta
actividad en Quito. Para mantener estos avances y lograr una verdadera institucionalización
de estas nuevas visiones, tanto el Dr. Gayraud como el Dr. Domec procuraron proveer a las
cátedras de medicina de: agregados, auxiliares, preceptores y ayudantes; con la finalidad de
tener un respaldo profesional, desde los estudiantes, que se pueda incorporar al profesorado
siempre y cuando esten orientados hacia una medicina práctica. Con esto los médicos
franceses se sintieron satisfechos por “haber asegurado la institución definitiva de los estudios
prácticos de anatomía y cirugía y haber iniciado todo una generación médica en los
procedimientos científicos que ignoraba completamente” (Gayraud & Domec 1953, 33).

Otro punto que facilitó la constitución de una red institucional de significación de la realidad,
siendo la reforma de la enseñanza médica parte de la misma, fueros las “llamadas a influir
poderosamente en el progreso y felicidad de la República” (Espinosa 1930, 63) que la
Convención Nacional del Ecuador, reunida en Quito, en agosto de 1879 promulgó un decreto
para formar la Escuela Politécnica; aludiendo a que:

las empresas nacionales sobre construcción de carreteras, caminos de herradura, mejora


material de ciudades y puertos, así como la necesidad premiosa de desarrollar ciertas
industrias llamadas a influir poderosamente en el progreso y felicidad de la Republica,
exigen con urgencia la formación de hombres capaces de desempeñar con acierto y
lucimiento los destinos públicos, que requieren conocimientos fundamentales en

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matemáticas, ciencias naturales y otros estudios indispensables para el ejercicio de ciertas
profesiones de importancia. Para lo cual La Universidad establecida en la capital del
Estado, se convertirá en Escuela Politécnica, destinada exclusivamente a formar
profesores de tecnología, ingenieros civiles, arquitectos, maquinistas, ingenieros de
minas, y profesores de Ciencias. (citado por Espinosa 1930, 63-64).

Con este decreto la Convención Nacional facilitó fondos para que el gobierno de García
Moreno busque científicos, que estén dispuestos a enseñar las nuevas ciencias que
traerían la “felicidad de la República”. Y por medio de los vínculos del mandatario con
la Compañía de Jesús, el gobierno contrató en Europa a profesores relacionados con
esta orden religiosa. Cabe señalar aquí, que estas contrataciones tuvieron una doble
función: la primera fue la de estrechar lazos con la Compañía de Jesús y de esta forma
asegurarse que los profesores contratados por el gobierno estén acordes con el
mejoramiento de la enseñanza de las ciencias naturales en el país; y la segunda estuvo
orientada a la eliminación de prejuicios por parte de los europeos hacia los americanos,
de que estos últimos eran “seres pasivos he inútiles a la construcción de la nación
republicana” (Mena 2015, 37); para eliminar estos prejucios la mejor forma fue que
científicos europeos delimiten y constituyan sus lazos con América.

Los primeros profesores en llegar al Ecuador para este centro académico fueron los
padres: Juan Bautista Menten, Teodoro Wolf y Luis Sodiro que llegaron en agosto de
1870; en 1871 los padres: José Kolberg, Luis Dressel, Emilio Müllendorff llegaron al
país junto con el Sr. Carlos Houstteter el cual fue contratado para preparar un museo
zoológico. En el año de 1872 los padres: Cristiano Boetzkes, José Epping y Armando
Wenzel comenzaron a impartir clases junto con el mecánico Guillermo Jaeger; ya para
1873 se incorporaron al profesorado los señores Nicolás Grunewalt y Jacobo Elbert
como catedráticos de Ingeniería y Arquitectura respectivamente; así como el señor
Daniel Quijardo fue contratado como ayudante de Zoología. Por motivos de la salida de
Teodoro Wolf de la compañía de Jesús en 1874 sus cátedras fueron repartidas entre los
padres: Luis Heiss, Eduardo Brugier y Alberto Claessem; completando de esta forma la
planta docente de la Escuela Politécnica (Espinosa 1930, 67-77). Estas incorporaciones
de científicos, profesores y ayudantes; demuestra una relación y movimiento vivaz entre
el gobierno de García Moreno y la Compañía de Jesús, así como una circulación de
diferentes visiones de los puntos de vista las ciencias naturales y médicas hacia el país.

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Para octubre de 1870, la Escuela Politécnica inició sus funciones nombrando al padre
Menten como decado de la Facultad de Ciencia Matemáticas y Naturales; y éste por
motivo de la inauguración de inicio de clases del centro académico pronunció un
discurso en el cual señaló los intereses y fines de la Compañía de Jesús: “el primero y
superior, que además es propio de nuestro estado, es la Gloria de Dios; el segundo la
misma ciencia como un medio para nuestro adelantamiento espiritual y material”
(citado por Espinosa 1930, 67-68). Esto reflejaba los intereses de modernidad y
desarrollo que el gobierno de García Moreno depositó en la instalación de este centro
educativo; y a la vez marcaba, al igual que la oponión pública, una “difusión del
concepto que en sus inicios tuvo una carga sustantiva de ‘expectativa’ con respecto a la
posibilidad de promover las ‘luces’ y la ‘civilización’ en los diferentes ambitos”
(Goldman 2008, 241).

En este mismo año, 1870, la Escuela Politécnica difundió cursos preparatorios con las
disciplinas de: Geología, Botánica, Zoología, matemática superior y Física
experimental, con el proposito de que los jóvenes se interesen por alguno de estas
corrientes y poder direccionar sus inquietudes. Esta difusión de las ciencias naturales
estuvo acorde a fomentar una explicación del mundo a partir de la racionalización de las
ciencias y ya no tanto desde la teología; y volviendo a las representaciones de Humboldt
sobre América, para éste “es la ciencia la que revela las ‘fuerzas ocultas’ del cosmos,
según lo expresó, y no el misticismo” (Pratt 2010, 331).

Otros puntos a resaltar en esta nueva red institucional se constituyó en 1873, cuando en la
zona de la Alameda, afuera de la ciudad de Quito, se construyó el Observatorio Astronómico,
y como sustento de su rol en la formación de un nuevo institucionalismo académico desde
1878 inicio una serie de publicaciones sobre meteorología y climatología local (Samaniego
1957, 225); con lo cual propagó y difundió los nuevos elementos de racionalización de la
realidad. Con estas mismas intenciones en 1875 se creo la “Escuela Privada de Anatomía
Práctica con el exclusivo objeto de adelantar más y más en el estudio de las materias que se
enseñan prácticamente en el Anfiteatro del Hospital” (Samaniego 1957, 212).

Todos estos puntos: la transformación de la enseñanza de las ciencias médicas, la creación de


la Escuela Politécnica, la constitución del Observatorio Astronómico y la creación de una
Escuela privada de Anatomía Práctica; fueron los nodos en los cuales la nueva red
institucional de conocimiento se sustentó para la explicación de realidad desde un punto de

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vista científico, práctico y metódico; que se basaron en la práctica, la observación y
experimentación3.
A más de esto, por esta red de significaciones circularon una serie de textos destinados tanto a
la difusión científica, como a la enseñanza práctica y teórica de las nuevas disciplinas y la
publicación de estudios ya generados en el Ecuador. Ejemplos de estos textos fueron los
trabajos realizados por José Kolberg, el cual publicó libros sobre álgebra superior, así como
tratados relacionados a la construcción de caminos, ferrocarriles y de arquitectura; el padre
Emilio Mullendorff dejó un tratado de construcción de máquinas, escrito en Zincografía; el
padre Sodiro, uno de los jesuitas que más tiempo se quedó en el país, fue químico, agrónomo,
zoólogo y botánico; y el creó una serie de colecciones que solo la que llego a la Universidad
constaba de más de ocho mil ejemplares, con cuatro mil especies diferentes. Por el mismo
camino Luis Dressel publicó un tratado sobre Química pura y aplicada en 1873; y en el
mismo periodo Cristiano Boetzkes destino dos obras: “Tratado de Zoología General” y el
“Tratado de Zoología Especial” para el analisis de sus estudiantes (Espinosa 1930, 78-81).

Con esto se constituyeron:

las condiciones materiales (así como las sociales y epistemológicas) para la construcción
de imaginarios sociales y a la lectura como una práctica de apropiación y re-significación.
Un concepto fundamental es el de ‘comunidades de sentido’ que hace referencia a
espacios de interacción social, en donde los sujetos vinculados al impreso comparte un
conjunto de categorías, conceptos y significados con los cuales dotan de sentido al textos,
establecen relaciones de identificación y oposición y actúan en el mundo social (Borja
2012, 172-173).

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.- Un Ejemplo de la implementación de estos nuevos principios para esclarecer la realidad, se lo puede encontrar
en el peritaje médico-legal que el Dr. Domec realizó por motivo del asesinato del Arzobispo de Quito: José
Ignacio Checa y Barba en 1877; por este crimen un Juez llamó a los doctores: Antonio Enrique Arcos Médico
del hospital San Juan de Dios, Dominique Domec profesor de Clínica Quirúrgica y a Rafael Rodríguez
Maldonado profesor que fue de Terapéutica, Materia Médica y Clínica Interna; para que ellos procedieran a
realizar una autopsia al cadáver del Arzobispo. Los dos colegas del Dr. Domec a conocer los síntomas de la
muerte “supusieron un envenenamiento, pero sin especificar su naturaleza” (Gayraud & Domec
1953. 244). Al iniciar el procedimiento legal los médicos encontrando en el estómago del occiso “…(635 grs) de
un líquido de aspecto ligeramente opalino y turbio, el que fue entregado a la comisión correspondiente lo mismo
que la visera, para el análisis químico”; con el líquido extraído del estómago del Arzobispo se llevó a cabo una
“Experimentación Fisiológica” que lo realizó de la siguiente forma: “La inyección hipodérmica practicada en un
perro de quince días de edad, y con tres gramos de líquido recogido en el estómago, produjo toda la serie de
síntomas propios de la intoxicación por la estricnina. Una rana en la cual se produjo el experimento anterior, no
ya con el líquido tal como se lo extrajo del estómago, sino después de concentración, murió al cabo de quince
minutos, ofreciendo todos los síntomas inherentes al estricnismo” (Gayraud & Domec 1953, 248-249). Este
experimento probó, de una forma científica, que el Arzobispo de Quito fue asesinado por envenenamiento por
estricnina.

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Pero quizás, por la relevancia que tuvo y los cargos que ejerció como científico oficial de
Estado, la obra de Teodoro Wolf es la que más se acerca a la constitución de una “comunidad
de sentido”. Ya que a parir de estas se construye todo un imaginario de que es el Ecuador y lo
llenó de un significante especifico. Las obras de este científico, que produjo sobre el Ecuador,
se las puede clasificar en dos periodos: el primero relacionado con su llegada con la compañía
de Jesús al país, y un segundo periodo en el cual dedicó un gran cantidad de tiempo a explorar
y observar de una forma directa, la geografía, zoología, botánica, minerales y aspectos
geológicos del Ecuador; resultado de sus excursiones científicas por las provincias del
Guayas, Chimborazo y Galápagos sus obras: “Viajes Científicos” por Loja, (1879), Azuay
(1879), Esmeraldas, (1879), sus “Apuntes sobre el clima de las Islas Galápagos”, (1879),
“Las Memorias sobre las Islas Galápagos” (1887) y la “Carta de las provincias del Guayas
y Los Ríos”. Así como la “Geografía y Geología del Ecuador” y “La Carta Geográfica”
(Espinosa 1930, 78) que lo llevo a Europa 1893 y de donde no regresaría al país.

Con esto “a pesar de que Wolf consideró al Ecuador como un lugar extremadamente
periférico, sobre el cual Europa conocía muy poco” (Sevilla 2016, 352); los médicos
franceses como los cientificos jesuitas, que fueron traidos por el gobierno García Moreno,
instauraron una nueva forma, acorde con los principios europeos de ciencia y civilización, de
racionalizar la realidad tanto física como social. En esta nueva institucionalización se
sutentaron los objetos de saber, las prácticas quesedesplegaron sobre ellos, las técnicas e
instituciones que iban a dar respuesta sobre su comportamiento.

Para finalizar el recorrido de esta nueva configuración de la red institucional, social y política,
en la cual se apoyó el quehacer científico en el Ecuador de la segunda mitad del siglo XIX;
me gustaría anotar que en 1883 se fundó los Anales de la Universidad de Quito. Esta
publicación se convirtió en la revista científica más relevante en el ámbito de divulgación y
debate académico del país. En la cual tanto los profesores de la Universidad Central como
personas relacionadas con la ciencia y la literatura publicaron sus avances en sus disciplinas.
Esta revista, respaldada por una institucionalidad académica y por los profesores y alumnos,
catalogó lo considerado como científico o no, así como el nivel de relevancia que tenía una
jerarquización de las ideas, basándose para esto en principios metodológicos apuntalados en
la observación y la práctica.

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Conclusiones:
La construcción de este ensayo me ha permitido revisar una serie de documentos relacionados
con la historia global y conectada, la misma que me ha generado varias preguntas puntuales
sobre los vínculos que existieron en el siglo XIX entre Europa y América, y como estos
últimos replantearon su visiones de sí mismos para alcanzar similitudes en el orden de la
modernidad, la cultura, el desarrollo económico y las ciencia, con Europa.

A partir de esta relación y al plantarlo con mi tema de investigación que es: el sujeto criminal
como objeto de estudio en el discurso médico ecuatoriano; las conclusiones a las que puedo
llegar son las siguientes.

Primero: antes de hablar del sujeto criminal como objeto de estudio, debo de conocer en qué
campo esta noción fue racionalizada; es decir, debo situarme en un red institucional que
permitió que este objeto de saber sea pensado como un problema científico. Y para esto debo
de reconstruir un tejido institucional político, social y epistemológico que permitió conocer la
realidad de una manera científica, delimitando el cómo conocer a partir de prácticas y
métodos determinados.

Segundo: esta red institucional fue creada para direccionar la enseñanza y el conocimiento de
la naturaleza a partir de reglas que legitimen su actuar. Para esto se trajo médicos franceses así
como científico alemanes, afiliados a la Compañía de Jesús, vinculando de esta forma la
academia ecuatoriana a los métodos y técnicas que se empleaban en aquel entonces en
Europa, considerada como un ejemplo a seguir e imitar por los países americanos. Los
avances que se esperaban de este relacionamiento no solo fueron de carácter material, sino
que, por parte del gobierno de García Moreno, se esperaron avances espirituales.

Tercero: la conexión entre los centros académicos de Europa y las periferias de esta misma
índole en Latino América, denota una mirada hacia cierto punto despectiva por parte de los
europeos hacia los americanos; ya que a pesar de considerar a América con un laboratorio
viviente, los científicos que llegaron a estas periferias no encontraron similitudes con las redes
académicas de donde ellos provenían; y en última instancia solo buscaban información de
estos sitios para tener un conocimiento más global de estas tierras. Con estas intenciones
fueron demarcando y estableciendo miradas de la realidad que estén acordes con su madera de
racionalizar el mundo.

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Cuarto: los científicos europeos que llegaron a Ecuador en la década e los 70 del siglo XIX,
crearon una institucionalidad, practicas, métodos y objetos del saber en el cual se sustentaron
las siguientes generaciones; es decir, constituyeron todo un enjambre que les permitió la
circulación de ideas, temas y objetos destinados a dar una respuesta por la realidad. En el caso
de la medicina, esta se sustentó en el estudio práctico de las patologías que aquejaban al
cuerpo. Este discurso al momento de hablar de los sujetos criminales lo considero como una
patología social, una enfermedad a erradicar, del cuerpo social.

Por último, las historia global y conectada nos demuestra que existieron y existe una
comunicación permanente entre diversos puntos del planeta, que en este caso son los centros
de acumulación de conocimiento con las periferias académicas, llegando a propagar sus
método, teorías y disciplinas desde un punto de vista convenientes para ellos, pero que no son
de todo acorde con las realidades de las periferias. Esto me es útil analizarlo para mi tema de
investigación, ya que se debe de tener presente las escales y alcances que las teorías
difundidas desde los centros fueron funcionalizadas y hasta cierto punto acomodadas a
nuestras realidades.

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Lista de Referencias:

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