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Aguirre Jose c/ Deffis Eduardo Alberto s/ Daños Y Perjuicios.

ACUERDO
En la ciudad de La Plata, a veintisiete de noviembre de mil novecientos
noventa y seis, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el
Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores
Negri, Pisano, Hitters, Mercader, Laborde, se reúnen los señores jueces de la
Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia
definitiva en la causa Ac. 56.686, "Aguirre, José B. contra Deffis, Eduardo
Alberto. Daños y perjuicios".
ANTECEDENTES
La Sala I de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial del
Departamento Judicial de Lomas de Zamora revocó el fallo que había hecho
lugar a la demanda.
Se interpuso, por la parte actora, recurso extraordinario de inaplicabilidad
de ley.
Dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de
dictar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente
CUESTION
¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley?
VOTACION
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo:
1. El juzgador de origen hizo lugar a la acción y condenó a la demandada
a abonar las sumas de dinero reclamada.
Cuestionado dicho pronunciamiento, por ambas partes, la demandada
impugnó la responsabilidad que se le atribuyó en el evento.
Al abocarse al tema la Cámara sostuvo que se dio en la causa la no
frecuente circunstancia de la existencia de criterios absolutamente disímiles en
sede penal y civil en relación al mismo, lo que constituyó, a juicio del tribunal, un
ejemplo de lo que puede definirse como escándalo jurídico.
Refiere que en sede penal la Cámara confirmó la sentencia de primera
instancia que había absuelto libremente al imputado, y que en dicho
pronunciamiento el sentenciante había efectuado un detenido análisis de las cir-
cunstancias en que había ocurrido el accidente y encontró que el mismo se
había producido por exclusiva culpa de la víctima. En otros términos se expidió
respecto del denominado "hecho típico" o "acción típica".
En sede civil por el contrario, se lo había considerado único responsable
del accidente sin que existieran en el expediente civil elementos de prueba que
modifiquen aquellos en los que se basó el pronunciamiento penal.
Por ello, revocó el fallo de primera instancia, y rechazó la demanda.
2. Contra dicho pronunciamiento, la actora denuncia la violación del art.
1103 del Código Civil, de la doctrina elaborada en torno al mismo y absurdo en
la apreciación de la prueba.
Dice que el Juez penal cuando evaluó los hechos lo hizo con un criterio
específico, que es el de in dubio pro reo y si encontró culpa de la víctima pudo
interpretar que esto absolvía al imputado, pero de ningún modo esa valoración
debía ser "acatada" por el Juez civil, quien debía resolver otra cuestión, con un
criterio absolutamente distinto en la valoración, y que además debió considerar
si la culpa de la víctima fue o no suficientemente grave como para eximir de
responsabilidad al accionado.
Lo expuesto lo llevó a considerar al fallo como contradictorio y arbitrario.
3. El recurso no puede prosperar.
En lo referente a la aplicación del art. 1103 del Código Civil, tiene
decidido el Tribunal que la autoridad de la cosa juzgada que emana de la
sentencia penal firme alcanza no solamente al hecho de la producción del
accidente origen de los daños y perjuicios reclamados, sino también a las
circunstancias en que el ilícito se ha consumado.
Tal como sostuvo la Cámara, el "hecho principal" a que se refiere el art.
1103 del Código Civil no es el mero hecho del accidente sino también las
circunstancias que lo rodearon, de ahí que si en sede penal se había efectuado
la descripción de las circunstancias fácticas en que se fundó la absolución del
imputado, dicha conclusión no puede reverse en sede civil (conf. causas Ac.
36.846, sent. del 26-II-88 y Ac. 40.405, sent. del 4-VII-89).
La sentencia penal había meritado en forma detallada la conducta del
imputado, como así también el proceder de la víctima.
Había quedado establecido allí el actuar gravemente imprudente de la
víctima, el que consistió en disponerse a atravesar la ruta sin luz natural y mal
iluminada artificialmente, en lugar semidespoblado, y en forma imprudente,
mientras otra persona que se encontraba en el mismo lugar no lo hizo.
Esas conclusiones sobre los hechos (y no la calificación) resultan
inmodificables para el Juez civil por impedírselo la cosa juzgada que adquiere el
pronunciamiento penal a ese respecto.
Conforme lo expresé, no es la valoración de los hechos efectuada en
sede penal lo que tomó el Juez civil, son los hechos mismos los que fueron
tenidos en cuenta para considerar que la conducta de la víctima interrumpió el
nexo causal entre el hecho y el daño de conformidad con lo dispuesto en el in
fine de la segunda parte del art. 1113 del Código Civil.
Establecer ese nexo -como lo tiene resuelto este Tribunal constituye una
típica cuestión de hecho, que sólo puede ser objeto de revisión si se demuestra
que el razonamiento de los sentenciantes está afectado por el absurdo (Ac.
44.549, del 28-XII-90, entre muchas).
Ese extremo no concurre ya que el recurrente solamente manifiesta su
disentimiento con lo resuelto por la Cámara, lo que no constituye una base
idónea de agravios.
El absurdo que da lugar al recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley
queda configurado sólo cuando de él media cabal demostración, pues sólo el
error palmario y fundamental autoriza la apertura de la casación para el examen
de una cuestión de hecho (conf. Ac. 41.583, sent. del 13-III-90; Ac. 42.965, sent.
del 27-XI-90; Ac. 53.172, sent. del 3-V-95).
La argumentación contenida en el recurso no alcanza a cumplir esa
demostración con el alcance ya explicado. Por más respetable que pueda ser la
opinión del recurrente, ello no autoriza -por sí solo para que esta Corte sustituya
con su criterio al de los jueces de la instancia de apelación (conf. Ac. 41.576,
sent. del 16-V-89 en "Acuerdos y Sentencias", 1989-II-113; Ac. 55.342, sent. del
5-VII-94).
Voto por la negativa.
Los señores jueces doctores Pisano, Hitters, Mercader y Laborde, por los
mismos fundamentos del señor Juez doctor Negri, votaron también por la
negativa.
Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente
SENTENCIA
Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se rechaza el recurso
extraordinario interpuesto; con costas (arts. 84 y 289, C.P.C.C.).
Notifíquese y devuélvase.

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