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Es una infección viral aguda, contagiosa y autolimitada, de las vías respiratorias inferiores
específicamente los bronquiolos, que afecta a niños < 2 a años, causado por el VRS (Virus
respiratorio sincitial), rinovirus, adenovirus . Tiene su mayor incidencia en el grupo etario de 2
a 8 meses y, en los meses de invierno, aunque puede presentarse durante todo el año. El
mecanismo de transmisión son las partículas en el aire espirado y la autoinoculación al tocar
superficies contaminadas
FISIOPATOLOGIA
El virus se propaga desde las vías respiratorias superiores a los bronquios de mediano y pequeño
calibre y a los bronquiolos, y provoca necrosis epitelial y desencadena una respuesta
inflamatoria. El edema y la exudación causan obstrucción parcial, que es más pronunciada
durante la espiración e induce atrapamiento aéreo. La obstrucción completa y la absorción del
aire atrapado pueden provocar múltiples zonas de atelectasia, que pueden ser exacerbadas al
respirar altas concentraciones de oxígeno inspirado.
SIGNOS
La mayoría de los niños tiene antecedentes de una infección del tracto respiratorio superior de
1 a 4 días de evolución, caracterizada por congestión nasal, rinorrea hialina, estornudos, fiebre
y disminución del apetito. Al examen físico se encuentra dificultad respiratoria dada por
taquipnea, FR entre 60 y 80/min, a menudo quejido respiratorio, tiraje intercostal, subcostal y
aleteo nasal, en algunas oportunidades no son tan marcadas las retracciones, por la distensión
persistente de los pulmones por el atrapamiento de aire, en algunos pacientes se puede palpar
el hígado y el bazo por la depresión que causan los pulmones hiperinsuflados, pueden
auscultarse crepitantes finos al final de la inspiración y al inicio de la expiración, en los casos
muy severos podemos encontrar un silencio respiratorio y cianosis.Los vómitos y la disminución
de la ingesta oral pueden causar deshidratación. Con el cansancio, las respiraciones pueden
volverse superficiales e ineficaces, lo que lleva a la acidosis respiratoria. La auscultación revela
sibilancias, espiración prolongada y, a menudo, estertores finos. Muchos niños presentan otitis
media aguda asociada.
El diagnóstico se sospecha por la anamnesis, incluida la presentación durante una epidemia
identificada; Presentación clínica, Oximetría de pulso, Radiografía de tórax para los casos más
graves, Prueba de antígeno de RSV en material de lavado o aspirado nasal en niños con
compromiso grave , Hematología completa, VSG, Proteína C reactiva, gases arteriales.
El pronóstico es excelente. La mayoría de los niños se recuperan en 3-5 días sin secuelas, aunque
las sibilancias y la tos pueden continuar durante 2-4 semanas. La mortalidad es < 0,1% cuando
la atención médica es adecuada.
El tratamiento es de sostén, con oxígeno e hidratación. Por lo general, el pronóstico es excelente,
pero algunos pacientes presentan apnea o insuficiencia respiratoria.
CAUSAS:
Prematuridad: Si la prematuridad se complica con otros problemas: insuficiencia respiratoria,
infecciones, convulsiones, el riesgo de daño cerebral es aún mayor.
Bajo peso al nacer: Un retraso en el crecimiento del feto favorece las lesiones cerebrales
prenatales, sobre todo si se ve afectado el crecimiento craneal. Sospecharemos que el cerebro
ha sufrido en su desarrollo fetal, si el recién nacido tiene una cabeza de tamaño inferior al
esperado para las semanas de gestación.
Factores de origen materno: El embarazo no es una enfermedad, pero produce enormes
cambios que hacen más vulnerable la salud de la madre y pueden surgir problemas que
aumenten el riesgo de lesión cerebral en el niño. Entre los más frecuentes y conocidos se
encuentran la tensión arterial elevada, la diabetes del embarazo, las infecciones –rubeola,
herpes simple, toxoplasma, citomegalovirus y otros gérmenes, atraviesan la placenta infectando
al feto–, los problemas de la glándula tiroides, la epilepsia.
Ciertas circunstancias del embarazo favorecen también el riesgo de lesión cerebral en el feto,
como la amenaza de parto prematuro o los embarazos múltiples.
También el cuidado de la salud de la madre –evitar tóxicos como el alcohol o el tabaco,
una nutrición adecuada, evitar trabajos de riesgo, etc.– es determinante a la hora de
evitar lesiones cerebrales en el feto.
Características del parto : El parto no depende solo de la madre, sino que el niño participa
activamente en su laborioso paso por el canal del parto hacia su nueva vida.
Si el bebé está debilitado por alguna enfermedad, el parto será difícil. Aunque ocasionalmente
el parto pueda causar problemas en el bebé, la mayoría de partos problemáticos son por
enfermedad previa del recién nacido y no al revés.
Complicaciones neonatales
El recién nacido tiene que acomodarse a sus nuevas condiciones de vida, su respiración,
circulación, alimentación y metabolismo son totalmente diferentes a los de su vida intrauterina.
Debido a todos estos cambios, durante sus primeros días de vida el bebé es muy vulnerable y su
capacidad de respuesta ante una circunstancia adversa es menor que la del niño mayor. El frío,
el azúcar bajo, la falta de oxígeno, las infecciones u otros agentes agresores pueden desbordar
los mecanismos de defensa del recién nacido y causar lesión en su sistema nervioso.
Los síntomas y signos de la parálisis cerebral infantil variarán en dependencia del grado de
afectación que presente el menor, por lo que podrán existir cuadros más leves, mientras que
serán más severos.
Se podrá acompañar de alteraciones a nivel de los órganos de los sentidos. Por ejemplo, con
relación a la visión el paciente puede manifestar déficit visual, ceguera, estrabismo, etc. Con
relación a la audición, se puede desarrollar hipoacusialeve o sordera neurosensorial.
TIPOS
MICROCEFALIA
La microcefalia es una malformación neonatal caracterizada por una cabeza de tamaño muy
inferior a la de otros niños de la misma edad y sexo. Cuando se acompaña de un escaso
crecimiento del cerebro, los niños pueden tener problemas de desarrollo discapacitantes. La
microcefalia puede ser leve o grave.
La microcefalia puede ser causada por una variedad de factores genéticos y ambientales. A
menudo, los niños con microcefalia tienen problemas de desarrollo. Por lo general, no hay
ningún tratamiento para la microcefalia, pero intervenir lo antes posible con terapias de apoyo,
como terapia del lenguaje y terapias ocupacionales, puede ayudar a mejorar el desarrollo de tu
hijo y su calidad de vida
SINTOMAS: Muchos niños con microcefalia pueden no presentar otros síntomas al nacer, pero
sufrir posteriormente epilepsia, parálisis cerebral, problemas de aprendizaje discapacitantes,
pérdida de audición y problemas visuales. Algunos niños con microcefalia se desarrollan con
plena normalidad
LEUCOMALACIA
La leucomalacia periventricular (LPV) es un tipo de lesión cerebral que afecta a los
bebés prematuros. La afección involucra la muerte de pequeñas zonas de tejido cerebral
alrededor de las áreas llenas de líquido, llamadas ventrículos. El daño crea "orificios" en el
cerebro. "Leuco" se refiere a la materia blanca del cerebro. "Periventricular" se refiere a la zona
alrededor de los ventrículos
Causas
La LPV es mucho más común en bebés prematuros que en recién nacidos a término.
Se cree que una causa importante de esta afección son los cambios en el flujo sanguíneo
al área alrededor de los ventrículos del cerebro. Esta zona es frágil y propensa a las
lesiones, especialmente antes de las 32 semanas de gestación.
Una infección para el momento del parto también puede jugar un papel como causa de
la LPV. El riesgo de LPV es más alto para los bebés que son más prematuros o que están
más inestables al nacer.
Los bebés prematuros que presentan hemorragia intraventricular (HIV) también están
en mayor riesgo de desarrollar esta afección
La LPV a menudo lleva a que se presenten problemas del desarrollo y del sistema
nervioso en los bebés en crecimiento. Estos problemas con mucha frecuencia se
presentan durante el primero al segundo año de vida. Esta afección puede causar
parálisis cerebral (PC), especialmente rigidez o aumento del tono muscular
(espasticidad) en las piernas.
Los bebés con LPV están en riesgo de presentar problemas mayores del sistema
nervioso. Estos probablemente incluirán los que comprometen movimientos como
sentarse, gatear, caminar y mover los brazos. Estos bebés pueden necesitar fisioterapia.
Los bebés extremadamente prematuros pueden tener más problemas con el
aprendizaje que con el movimiento.
III.- PLAN DE CUIDADOS: