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Los niños con deficiencias intelectuales tienen un esquema corporal no tan estructurado e
integrado como sería lo esperable por su edad. Esta mala estructuración del esquema corporal
suele provocar déficits en la relación sujeto-mundo externo que puede provocar problemas
en:
a) La percepción, traducido en un déficit en la estructuración espacio-temporal.
b) La motricidad: torpedad, mala coordinación de movimientos e incorrecta postura.
c) Las relaciones sociales: el esquema corporal permite identificar el propio ser y adecuar
nuestras relaciones con los objetos y con los demás. Si se siente inseguridad en un mundo de
movimiento, se pueden originar perturbaciones afectivas.
ÁREA DEL LENGUAJE.- Generalmente los problemas más frecuentes de lenguaje se producen
en el ámbito de la articulación y pronunciación, habla retrasada, trastornos de la voz y
tartamudez. Las alteraciones de lenguaje son más frecuentes en los niveles severo y profundo,
y dentro de ellas las más notorias son las de articulación. La identificación del tipo de problema
de lenguaje que tiene el niño con deficiencia mental no es fácil; la presencia de componentes
neurológicos y cognitivos complican extraordinariamente el diagnóstico diferencia).
De todas maneras, los aspectos que más condicionan el nivel de perturbación del lenguaje de
estos niños son las dificultades en la conceptualización y en el descubrimiento de las
estructuras lingüísticas. Son tres las características que diferencian el proceso de adquisición
del lenguaje en niños con deficiencia:
Retraso evolutivo en la adquisición del lenguaje. El desarrollo del lenguaje correlaciona
positivamente con la edad mental del niño.
b) Retraso y menor utilización de las estrategias de comprensión. Estas estrategias ayudan a la
interpretación de los mensajes verbales. Una de ellas es la de las miradas de referencia:
cuando hablamos de objetos presentes, solemos dirigir nuestra mirada hacia ellos; el niño
descubre rápidamente este hecho y lo utiliza espontáneamente para aprender el lenguaje.
Otras estrategias de comprensión son la entonación, la deducción o el análisis del contexto.
Parece que el niño con deficiencia mental no es tan eficiente en la utilización de estas
estrategias, hecho que provoca que se reduzcan considerablemente sus posibilidades de
aprendizaje verbal.
c) Dificultades en la conceptualización, es decir, dificultades para interrelacionar conceptos y
para combinar palabras y frases construyendo un lenguaje sucesivamente más rico y complejo.
ÁREA AFECTIVA.- Podríamos decir que el niño con déficit intelectual es más vulnerable y está
más indefenso a las exigencias de su entorno. Sentimientos tales como dolor, placer,
aburrimiento, diversión, fastidio, alegría, aflicción, envidia, celos, vergüenza... por supuesto
que están presentes en él, pero la respuesta emocional, mediatizada por la dimensión
cognitiva, a estas vivencias sí que, en general, es diferente.
Al niño con deficiencia mental le resulta muy difícil la introspección, es decir, poder pensar
sobre sus sentimientos, sobre cómo afecta a su conducta y qué repercusiones tiene en su
ambiente.
Son niños con un bajo nivel de tolerancia a la frustración y una gran impulsividad que
fácilmente se dejan llevar por sus fuertes vivencias emocionales, sin que sea posible el tamiz
de lo cognitivo para atemperarlas.
Factores sociales:
Pobreza, malnutrición materna, violencia, falta de cuidados parentales, falta de estimulación
adecuada…
Factores conductuales:
Consumo de drogas, alcohol y/o tabaco por parte de los padres, inmadurez parental, maltrato
del hijo o abandono, violencia doméstica…
Factores educativos:
Discapacidad cognitiva de los padres sin contar con apoyos, falta de preparación para la
paternidad, deficiencias en la crianza, falta de apoyos familiares.
DISCAPACIDAD INTELECTUAL LEVE.- El coeficiente intelectual está situado entre 50- 55 y 70.
El lenguaje oral se adquiere un poco tarde, respecto a los/as niños/as de la misma
edad. Puede existir la capacidad para expresarse y mantener una conversación sencilla.
Se tiene una adecuada autonomía personal en lo que se refiere a alimentación, a vertirse, a
transportarse y a controlar esfínteres, entre otros aspectos. En las actividades escolares, con
una adecuada y pertinente adaptación, es posible conseguir notables avances en el
aprendizaje. El tipo de requerimiento de apoyo educativo es intermitente cuando el/la
estudiante así lo necesita, considerando sus características y sus potencialidades, con
adaptaciones curriculares organizativas, con metodologías facilitadoras de los procesos de
comprensión y con recursos concretos.
DISCAPACIDAD INTELECTUAL MODERADO.- El coeficiente intelectual está entre 35-40 y 50-
55. Se habla tardíamente y con una notable dificultad en el lenguaje expresivo y comprensivo.
Se presentan limitaciones para el cuidado personal (asearse, vestirse, alimentarse
y otras). Son necesarias adaptaciones escolares significativas, con apoyo y supervisión
constante. El tipo de requerimiento de apoyo educativo es limitado y su carácter es curricular,
cuando el tiempo de apoyo se restringe a un área educativa específica. Algún/a estudiante
podría necesitar apoyo en las áreas de habilidades sociales y de autocontrol, y no requerirlo en
las de cuidado personal y de comunicación. Otro/a estudiante, en cambio, podría requerir
apoyo en el área de comunicación y ser muy diestro/a en la realización de tareas hogareñas.
DISCAPACIDAD INTELECTUAL SEVERA.- El coeficiente intelectual oscila entre 20-25 y 35-40.
Se presentan graves dificultades en el lenguaje expresivo y comprensivo. Existe un uso
del lenguaje limitado. No se logra la autonomía en los movimientos, en el aseo, en la
alimentación y en otras actividades de cuidado personal. Se requiere una escolarización
en centros especiales, por las graves limitaciones en el aprendizaje. El requerimiento de
apoyo educativo es de tipo extenso, cuando el/la estudiante precisa ser apoyado/a a lo
largo de la vida (a largo plazo) de una manera sistemática. Debido a las características y
al grado de discapacidad, se necesita un apoyo constante de la familia y del/la maestro/a,
con programas educativos individuales y grupales en el Centro Integral Multisectorial
y/o en el Centro de Educación Especial.