DAFNE DESCUBRE SU ESPEJO

Dafne era un niño rollizo de 10 años de edad que vivía en casa de su abuela porque
sus padres habían muerto hacía dos años atrás en un accidente de tránsito y esto
había cambiado su vida para siempre. El adoraba a su abuela Tomasita, con su
cabellera roja y su aspecto rozagante lo llevaba a un mundo de aventuras todas las
noches antes de dormir pues sus cuentos llenos de fantasías, héroes, batallas y
peligros lo acercaban a un mundo en donde él era el protagonista.
Una de esas noches de cuento, en la que llovía estruendosamente, antes de que
su abuela se despidiera le pidió que por favor no apagara las luces, a lo que ésta
accedió teniendo en cuenta que la noche en verdad era asustadiza, así que se le
acerco lo beso y salió cerrando la puerta tras de sí. El niño aprovecho y se metió
bajo la cama con el espejo que se había encontrado mientras jugaba en el patio
trasero de la casa; no sabía por qué este espejo lo hacía sentirse acompañado y
mientras se miraba en él logro ver tras de si la sombra de una mujer esto lo asusto
mucho y tiro el espejo corriendo a subirse a la cama para taparse con la cobija
creyendo que la sombra estaría cerca y así poco a poco se fue durmiendo.
A la mañana siguiente al despertarse recordó lo que le había pasado y fue a
asomarse bajo la cama para buscar el espejo, se dio cuenta que ya no estaba y en
cambio encontró una carta, era de su madre y era para él; esto lo asustó aún más,
no se explicaba cómo había llegado esta carta hasta allí y fue a preguntarle a su
abuela quien lo recibió en la cocina con un delicioso desayuno y una gran sonrisa
en su cara. Esta al verlo le pregunto: ¿encontraste la carta?
En este momento Dafne se dio cuenta que su abuela lo sabía todo y por eso en
compañía de ella la leyó, en ella su madre le hablaba del gran amor que le tenía, de
lo triste que se sentía por ya no estar con él, también le decía que no se sintiera
solo que ella jamás lo abandonaría, que en cualquier circunstancia y cuando se
sintiera triste o necesita un consejo o ayuda recurriera a su abuela que ella era la
representación de ella y que la apoyara en todo así como ella lo hacía con él;
finalmente, le recomendaba guardar el espejo como un recuerdo de ella que ese
sería como un talismán que le ayudaría en momentos de necesidad.
Dafne quedo muy sorprendido, pero a la vez muy contento y alegre pues ya había
entendido todo y en su corazón no había más que amor para esa gran mujer pelirroja
que era su abuela quien lo amaba con ternura infinita.