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1. INTRODUCCIÓN
Hace pocos años, los científicos quedaron sumamente sorprendidos al encontrar vida
en el fondo del océano en zonas cercanas a chimeneas volcánicas, como las que se
encuentran en el Océano Pacífico (T° aproximada de 250°C y una presión de 300 atm).
La base de la vida de este medio depende de la actividad de microorganismos
procariontes conocidos como arqueobacterias que viven y se desarrollan en condiciones
increíblemente y parecidas a las que deben haber existido en la atmósfera terrestre
primitiva, es decir con poco O2 y mucho CO2.
Las arqueobacterias tienen la capacidad de realizar quimiosíntesis que es un proceso por
el cual estos microorganismos obtienen energía de la combinación de gases como el
metano (CH4) y sulfuro de hidrógeno (H2S) con compuestos químicos que están
disponibles en el lecho marino para liberar energía, con producción de CO2.
Las arqueobacterias (“arqueas”) son microorganismos unicelulares que tienen
morfología procariota (sin núcleo ni orgánulos membranosos internos), pero son
fundamentalmente diferentes a éstas tanto es estructura como en genética, de tal
manera que conforman su propio dominio y reino.
2. MARCO TEÓRICO
Las arqueobacterias son un grupo de procariontes que habitan en sitios inhóspitos y
tienen un metabolismo especializado muy distinto de las eubacterias y de los
eucariontes. Las arqueobacterias no tienen pared celular formada por glucopéptidos
como las eubacterias, y sus lípidos son químicamente distintos de los del resto de los
seres vivos. El ARN de las arqueobacterias presenta secuencias únicas entre los seres
vivos, razón por la que Woese propuso la separación de este grupo de las eubacterias
en el Dominio Archaea. Las arqueobacterias se nombran también “extremófilas” y se
clasifican en termófilas, metanógenas y halófilas.
A pesar de la semejanza visual con las bacterias, las arqueas poseen genes y varias rutas
metabólicas que son particulares, en especial en las enzimas implicadas en
la transcripción y la traducción. Otros aspectos de la bioquímica de las arqueas son
únicos, como los éteres lipídicos de sus membranas celulares.
Las arqueas explotan una variedad de recursos mucho mayores que los eucariotas,
desde compuestos orgánicos comunes como los azúcares, hasta el uso de amoníaco,
iones de metales o incluso hidrógeno como nutrientes. Las arqueas tolerantes a la sal
(las haloarqueas) utilizan la luz solar como fuente de energía, y otras especies de
arqueas fijan carbono, sin embargo, a diferencia de las plantas y las cianobacterias, no
se conoce ninguna especie de arquea que sea capaz de ambas cosas. Las arqueas se
reproducen asexualmente y se dividen por fisión binaria, fragmentación o gemación; a
diferencia de las bacterias y los eucariotas, no se conoce ninguna especie de arquea que
forme esporas.
Inicialmente, las arqueas eran consideradas todas metanógenas o extremófilas que
vivían en ambientes hostiles tales como aguas termales y lagos salados, pero
actualmente se sabe que están presentes en los más diversos hábitats, tales como
el suelo, océanos, pantanos y en el colon humano (Methanobrevibacter smithii).
Lípidos con enlaces éter Lípidos con enlace éster Lípidos con enlaces
MEMBRANA
éster
PLASMÁTICA
Cromosoma circular. Cromosoma circular. Múltiples cromosomas
GENOMA
Traducción y transcripción Traducción y transcripción lineales, con presencia
similar a Eukarya únicas. de histonas.
Tabla 1: Resumen de las diferencias estructurales que hay entre los Dominios Archaea, Bacteria y Eukarya
2.2.1. Membrana plasmática: Las membranas de las arqueas se componen de
moléculas que difieren mucho de las que se encuentran en otras formas de
vida, lo que es una prueba de que las arqueas sólo tienen una relación
distante con las bacterias y eucariotas.
Los fosfolípidos de las membranas de las arqueas son inusuales en cuatro
cosas:
1. Las bacterias tienen membranas compuestas principalmente de lípidos
unidos con glicerol mediante enlaces éster, mientras que en las arqueas
los lípidos se unen al glicerol mediante enlaces éter. Los enlaces éter
tienen una resistencia química superior a la de los enlaces éster, lo que
podría contribuir a la capacidad de algunas arqueas de sobrevivir a
temperaturas extremas o en ambientes muy ácidos o alcalinos.
2. Los lípidos de las arqueas son únicos porque la estereoquímica del
grupo glicerol es la inversa de la que se observa en otros organismos. El
grupo glicerol puede existir en dos formas que son la imagen especular
la una de la otra, y que se pueden denominar formas "diestra" y
"siniestra" (enantiómeros). Una molécula de glicerol diestra
generalmente no puede ser utilizada o creada por enzimas adaptados
por la forma siniestra. Esto sugiere que las arqueas utilizan enzimas
completamente diferentes para sintetizar sus fosfolípidos de los que
utilizan las bacterias y eucariotas.
3. Las colas lipídicas de los fosfolípidos de las arqueas tienen una
composición química diferente a las de otros organismos. Los lípidos de
las arqueas se basan en una cadena isoprenoide y son largas cadenas
con múltiples ramas laterales y, a veces, incluso anillos
de ciclopropano o ciclohexano. Sólo las arqueas tienen la capacidad de
utilizar los isoprenoides para producir fosfolípidos, y las cadenas
ramificadas podrían ayudar a evitar que las membranas de las
arqueobacterias tengan fugas a altas temperaturas.
4. La bicapa lipídica es sustituida por una única monocapa. De hecho, las
arqueas fusionan las colas de dos moléculas fosfolipídicas
independientes en una única molécula con dos cabezas polares, esta
fusión podría hacer su membrana más rígida y más apta para resistir
ambientes severos.
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