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ABORDAJE EL NÓDULO TIROIDEO CÁNCER DE TIROIDES

¿QUÉ ES LA GLÁNDULA TIROIDES?

La glándula tiroides tiene forma de mariposa y normalmente se localiza en la parte de adelante del
cuello; su trabajo es formar las hormonas tiroideas, volcarlas al torrente sanguíneo y entregarla a
todos los tejidos del cuerpo. Las hormonas tiroideas ayudan al cuerpo a utilizar energía, mantener
la temperatura corporal y a que el cerebro, el corazón, los músculos y otros órganos funcionen
normalmente.

El cáncer de tiroides es relativamente raro, en comparación con otros cánceres. El cáncer de tiroides
usualmente responde muy bien al tratamiento y frecuentemente se puede curar con cirugía y,
cuando esté indicado, yodo radiactivo. Aun cuando el cáncer de tiroides está más avanzado, existe
tratamiento efectivo para las formas más comunes de este tipo de cáncer.

TIPOS DE CÁNCER DE TIROIDES

Cáncer papilar de tiroides. El cáncer papilar es el tipo más común, constituyendo aproximadamente
el 70-80% de todos los cánceres de tiroides. El cáncer papilar puede ocurrir a cualquier edad. Tiende
a crecer lentamente y con frecuencia se extiende a los ganglios linfáticos del cuello. Sin embargo, a
diferencia de otros tipos de cáncer, el cáncer papilar tiene un pronóstico excelente, aun cuando se
haya extendido a los ganglios linfáticos.

Cáncer folicular de tiroides. Los cánceres foliculares constituyen aproximadamente el 10-15% de los
cánceres de tiroides. El cáncer folicular se puede extender a los ganglios linfáticos en el cuello, pero
esto es mucho menos común que con el cáncer papilar. El cáncer folicular tiene más probabilidad
que el papilar de extenderse a otros órganos, particularmente los pulmones y los huesos. Los
cánceres papilares y foliculares también se conocen como Cáncer de Tiroides bien Diferenciados
(CTD).

Cáncer medular de tiroides. El cáncer medular de tiroides (CMT) representa alrededor del 2% de
todos los cánceres. Aproximadamente el 25% de todos los CMT suele presentarse en familias y están
asociados con otros tumores endocrinos.

Cáncer anaplásico de tiroides. El cáncer anaplásico de tiroides es el cáncer más avanzado y agresivo
y el menos probable de que responda a tratamiento. El cáncer anaplásico de tiroides es muy raro y
se encuentra en menos del 2% de los pacientes con cáncer de tiroides.

SÍNTOMAS

El signo principal del cáncer de tiroides es un bulto (nódulo) en la tiroides, y la mayoría de los
cánceres no producen ningún síntoma. Las pruebas de sangre en general no son de ayuda para
encontrar el cáncer de tiroides y las pruebas de tiroides como la TSH generalmente son normales,
aun cuando el cáncer esté presente. El examen del cuello por parte de su médico es la forma más
común como se encuentran los nódulos y cáncer de tiroides. Con frecuencia, los nódulos de tiroides
se encuentran incidentalmente en pruebas de imágenes como las tomografías computarizadas y los
ultrasonidos del cuello realizados por motivos no relacionados con la tiroides. Ocasionalmente, los
mismos pacientes pueden encontrar los nódulos al notar un bulto en el cuello al mirarse en un
espejo, al abotonarse la camisa o ponerse un collar. Raramente, los nódulos o cáncer de tiroides
pueden causar síntomas.

CAUSAS

El cáncer de tiroides es más común en personas con historia de exposición de la glándula tiroides a
la radiación, con una historia familiar de cáncer de tiroides y en personas mayores de 40 años. Sin
embargo, en la mayoría de los pacientes, no conocemos la razón específica por la cual desarrollan
cáncer de tiroides.

DIAGNOSTICO

Los resultados de la biopsia por aspiración con aguja fina de un nódulo tiroideo pueden sugerir el
diagnóstico de cáncer de tiroides y este puede ser determinado con certeza una vez que el nódulo
es removido con cirugía. Aun cuando los nódulos tiroideos son muy comunes, menos de 1 en cada
10 resultaran ser cáncer de tiroides.

TRATAMIENTO

Cirugía. El tratamiento primario de todas las formas de cáncer de tiroides es la cirugía. La extensión
de la cirugía para cáncer diferenciado de tiroides (remover solo el lóbulo que tiene el cáncer- lo que
se conoce como lobectomía- o la tiroides completa -llamado tiroidectomía) dependerá del tamaño
del tumor y de si el tumor está o no limitado a la tiroides. A veces los hallazgos antes o al momento
de la cirugía- tales como extensión del tumor en las áreas a su alrededor o la presencia de ganglios
linfáticos que están obviamente afectados- indicarán que una tiroidectomía total sería la mejor
opción.
Terapia con yodo radiactivo. (Se conoce también como terapia con I-131). Las células tiroideas y la
mayoría de los cánceres diferenciados de tiroides absorben y concentran el yodo. Es por eso por lo
que el yodo radiactivo se puede usar para eliminar todo el tejido tiroideo normal que quede después
de la cirugía y potencialmente destruir también tejido canceroso. El procedimiento usado para
destruir tejido tiroideo residual se conoce como ablación con yodo radiactivo. Esto produce altas
concentraciones de Iodo radiactivo en los tejidos tiroideos, lo cual hace que eventualmente mueran
las células.
ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFÁGICO

La cirugía antirreflujo es un tratamiento para el reflujo de ácido, también conocido


como ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico). La ERGE es una afección en el cual el alimento
o el ácido gástrico se devuelve desde el estómago hacia el esófago. El esófago es el conducto que
va desde la boca hasta el estómago.

El reflujo a menudo ocurre si los músculos donde el esófago se une con el estómago no se cierran
de manera suficientemente firme. Una hernia hiatal puede empeorar los síntomas de ERGE. Esto
ocurre cuando el estómago protruye a través de esta abertura hacia el tórax.
Los síntomas de reflujo o acidez gástrica son ardor en el estómago que usted también puede sentir
en su garganta o pecho, eructos o burbujas de gas o dificultad para tragar alimentos o líquidos.

El procedimiento más común de este tipo se denomina fundoplicatura. Durante esta intervención,
el cirujano:

 Primero repara la hernia de hiato, de haber una presente. Esto implica templar la abertura en el
diafragma con suturas para impedir que el estómago protruya hacia arriba a través de dicha
abertura en la pared muscular. Algunos cirujanos colocan un pedazo de malla en la zona reparada
para asegurarla más.

 El cirujano envuelve la parte superior del estómago alrededor del extremo del esófago con suturas.
Las suturas crean presión en el extremo del esófago, lo cual ayuda a impedir que el ácido gástrico y
el alimento se devuelvan desde el estómago hacia el esófago.

La cirugía se hace mientras se está bajo anestesia general, En la mayoría de los casos, la intervención
tarda de 2 a 3 horas. El cirujano puede seleccionar a partir de diferentes técnicas.
CIRUGÍA ABIERTA

 El cirujano hará 1 corte quirúrgico grande en el abdomen.

 Se puede introducir una sonda en su estómago a través del abdomen para mantener la pared
estomacal en su lugar. Esta sonda se retirará más o menos en una semana.

REPARACIÓN LAPAROSCÓPICA

 El cirujano hará de 3 a 5 incisiones pequeñas en el abdomen. Se introducirá un tubo delgado con


una cámara diminuta en el extremo a través de una de estas incisiones.

 Se introducen herramientas quirúrgicas a través de las otras incisiones. El laparoscopio se conecta


a un monitor de video en el quirófano.

 El cirujano realiza la reparación mientras observa el interior del abdomen en el monitor.

 El cirujano posiblemente necesite cambiar a un procedimiento abierto en caso de problemas.


FUNDOPLICATURA ENDOLUMINAL

 Se trata de un nuevo procedimiento que se puede realizar sin hacer cortes. Se pasa una cámara
especial sobre una herramienta flexible (endoscopio) a través de la boca hasta el esófago.

 Usando esta herramienta, el médico pondrá grapas pequeñas en el lugar donde el esófago se
encuentra con el estómago. Estas grapas ayudan a impedir que el alimento o el ácido gástrico se
devuelvan.

Se puede recomendar una cirugía para tratar sus síntomas de acidez gástrica o reflujo cuando:

 Sus síntomas no mejoran mucho al usar medicamentos.

 Usted no quiere seguir tomando estos medicamentos.

 Usted tiene problemas más graves en el esófago, tales como cicatrización o estrechamiento, úlceras
o sangrado.

 Usted tiene enfermedad del reflujo que está causándole neumonía por aspiración, tos crónica o
ronquera.

La cirugía antirreflujo se utiliza también para tratar un problema donde parte del estómago está
atascado en el tórax o presenta torsión. Esto se llama hernia para esofágica.

RIESGOS
En general, los riesgos de cualquier anestesia o cirugía son:

 Reacciones a los medicamentos

 Problemas para respirar


 Sangrado, coágulos o infecciones
Los riesgos de esta cirugía son:

 Daño al estómago, al esófago, al hígado o al intestino delgado. Esto es muy infrecuente.


 Distensión por gases. Esto es cuando el estómago se llena demasiado con aire o alimentos y usted
no es capaz de aliviar la presión por medio de eructos o vómitos. Estos síntomas poco a poco
mejoran para la mayoría de las personas.

 Dolor y dificultad al tragar. Esto se denomina disfagia. En la mayoría de las personas, esto
desaparece en los primeros tres meses después de la cirugía.

 Reaparición de la hernia de hiato o del reflujo.


ENFERMEDAD ACIDO PEPTICA

La enfermedad Ácido-Péptica incluye la Esofagitis por Reflujo, la Gastroduodenitis Erosiva y la


Enfermedad Ulcerosa.

La Esofagitis por Reflujo, enfermedad crónica con episodios de agudización, se produce por el
contacto del contenido gástrico o intestinal en la mucosa esofágica, debido en la mayoría de casos
a la relajación del esfínter esofágico inferior y en cuya patogénesis algunos autores involucran al H.
pylori. Se caracteriza por lesiones en la mucosa esofágica que van desde “cambios mínimos” como
el eritema, edema o friabilidad, hasta la ulceración o erosión. Los síntomas son dolor, regurgitación
y pirosis, pudiendo llegar a la hemorragia o estenosis. El diagnóstico es clínico, endoscópico, por
monitoreo ácido de 24 horas. El tratamiento es médico en la gran mayoría de casos. La cirugía se
reserva para casos complicados, basada en los procedimientos antirreflujo con métodos
tradicionales o con cirugía laparoscópica que está dando magníficos resultados.

La Gastroduodenitis Erosiva, presenta erosión múltiple en cuerpo y antro gástrico y en el duodeno.


Pueden ser idiopática, por fármacos y las llamadas “úlceras de stress”. Las idiopáticas posiblemente
son causadas por reacción de hipersensibilidad, como lo demuestra el hallazgo de IgE en la lámina
propia de la pared gástrica de estos pacientes. El síntoma más importante es la hemorragia. El
diagnóstico es endoscópico y patológico.

El tratamiento es médico, salvo las hemorragias masivas no controlables. En las gastritis por
fármacos pueden producirse ulceraciones agudas con sangrados importantes. Es posible que la
inhibición de la síntesis de prostaglandinas haga propicia la desprotección de la mucosa gástrica. El
diagnóstico es clínico, endoscópico y biópsico. Las úlceras de stress se asocian a compromisos graves
del estado general (Úlceras de Curling, Úlceras de Cushing). También se observa en pacientes que
están en UCI. La sepsis es el factor etiológico más importante. La hemorragia es una de sus
complicaciones que pueda necesitar un tratamiento quirúrgico.

El estómago tiene cuatro capas:

 Serosa o peritoneal, que lo envuelve en toda su extensión, expandiéndose en sus curvaturas


para formar el epiplón menor o gastrohepático, el epiplón mayor o gastrocólico y el epiplón
gastroesplénico que termina en el ligamiento frenogástrico. Esta capa serosa es gruesa y un
magnífico aliado para el cirujano.
 Capa muscular, constituida de dentro hacia afuera por fibras oblicuas, circulares y
longitudinales.
 Capa submucosa, de tejido conectivo y donde discurren los vasos y nervios que terminan en
la mucosa.
 Mucosa, capa gruesa, de 1 mm de espesor, donde microscópicamente pueden observarse
los pliegues, los surcos y zonas planas alrededor de los surcos donde se encuentran las
fosillas gástricas. Histológicamente se encuentran en cada región las glándulas
correspondientes: Cardiales, funducorporales, antrales y pilóricas. En el fondo y cuerpo
están las células principales y parietales, productoras de pepsina y ácido clorhídrico. Las
células del cuello producen moco. La estructura de las células antrales, algo diferentes a las
anteriores, segregan gastrina y otras hormonas.
El píloro es el orificio distal, que se palpa como un grueso anillo muscular, que deja percibir las
muy constantes venas de Mayo.

Las arterias del estómago proceden de ramas del tronco celíaco, la coronaria estomáquica y la
pilórica discurren por la curvatura menor.

Las gastroepiploicas derecha e izquierda lo hacen por la curva mayor. Los vasos cortos de la
esplénica van a la tuberosidad mayor.

Las venas del estómago van en su gran mayoría a la porta. En la curva menor el arco venoso es
parecido al arterial. La vena coronaria y pilórica descienden por el epiplón menor y desembocan en
la porta. Los arcos venosos de la curva mayor forman la gastroepiploica izquierda y derecha. La
derecha termina en el mesentérico superior.

Los linfáticos del estómago drenan a 16 grupos ganglionares, algunos de los cuales avanzan hasta
los lumboaórticos.

La inervación gástrica está dada por fibras parasimpáticas y fibras simpáticas. Las primeras
conforman los nervios vagos, que, originados en el décimo par craneal, llegan al esófago inferior,
formando dos troncos: el izquierdo o anterior, y el derecho posterior. A nivel del estómago, dan
ramas menores terminando en el antro, constituyendo el nervio de Latarjet, que a su vez se divide
en tres o cuatro terminales, conocidas como “pata de cuervo”. Las fibras simpáticas procedentes
del plexo solar van a inervar el estómago por su curvatura mayor.

SÍNTOMAS

La úlcera péptica produce dolor, localizado en el epigastrio, generalmente tipo ardor, con
remisiones y exacerbaciones rítmicas y periódicas. A veces no hay dolor pese a una úlcera activa o
desaparece sin que haya cicatrizado. Hay otros síntomas de tipo dispéptico, tales como la sensación
de llenura epigás-trica, distensión postprandial, sensación nauseosa, que a veces se alivia con los
eructos. Hay que recordar que hay patologías no ulcerosas que ocasionan estas mismas molestias.
Por otro lado, hay que recalcar que muchas veces la úlcera péptica debuta clínicamente con una de
sus complicaciones, en especial la hemorragia y la perforación.
DIAGNÓSTICO

Es clínico, radiológico y endoscópico. Sin ser infalible, la endoscopía es la preferida por los médicos
y la mayoría de pacientes. La radiografía tiene un 8 a 20% de falsos positivos y hasta un 32% de
falsos negativos. Para el cirujano, el examen radiográfico del duodeno es muy importante, ya que
aparte del diagnóstico, nos muestra una imagen del área bulbar, que servirá de guía para una
eventual intervención quirúrgica. En cuanto a la endoscopía, aparte de la precisión diagnóstica de
la úlcera péptica, que supera el 95%, permite perentoriamente realizar biopsias de los bordes y de
su base, si la lesión es crónica.

COMPLICACIONES

Hemorragia

Está comprobado que entre el 15 y 20% de los pacientes con úlcera péptica, tendrán por lo menos
un episodio hemorrágico durante su enfermedad.

A veces esta hemorragia es asintomática, y en un 85% cede espontáneamente.

La mortalidad por úlcera hemorrágica aumenta con la edad. También el porcentaje es alto, llega al
70% cuando sobreviene durante su hospitalización.

La hemorragia puede ser mínima, pequeña, mediana y masiva. Es mediana cuando las pérdidas
están entre 350 a 750 ml de sangre en 24 horas. En la masiva, está por encima de los 750 ml
pudiendo en estos casos llegar al shock.

Perforación

La Perforación es otra de las complicaciones de la úlcera péptica, algo más frecuente en varones y
en edades comprendidas entre los 30 a 50 años.

En nuestra experiencia hospitalaria en las últimas tres décadas, hemos comprobado que el número
de casos que se atiende en la Emergencia no ha disminuido, como sí ha sucedido con los pacientes
que se internan para cirugía electiva.

Hay tres tipos de perforación:

 Agudas: son las más comunes, localizadas en cara anterior de estómago y duodeno y que,
al producirse, inundan la cavidad peritoneal.
 Subagudas: bloqueadas parcialmente por adherencias, son poco frecuentes.
 Crónicas: horadan y penetran a vísceras sólidas como el páncreas o el hígado y bazo.

Obstrucción

La obstrucción por úlcera péptica se debe al proceso fibrótico que produce su cicatrización,
impidiendo el pasaje del contenido gástrico. Esto ocurre con las úlceras duodenales y también con
las pilóricas, y aun las situadas en la vertiente gástrica del canal pilórico. La obstrucción es gradual e
intermitente, produciendo una dilatación gástrica progresiva. Si a esto agregamos el espasmo y el
edema inflamatorio, nos explicamos por qué en un momento la obstrucción será total.

TÉCNICAS ABIERTAS PARA EL TRATAMIENTO DE LAS COMPLICACIONES DE LA ÚLCERA PÉPTICA

Gastroenteroanastomosis

Fue utilizada antiguamente como tratamiento de úlceras gástricas bajas o úlceras duodenales no
complicadas o con suboclusión pilórica. Consiste en una anastomosis latero-lateral de cara
anterior de estómago a borde antimesen-térico de yeyuno, a unos 15 cm del Treitz, habitualmente
antecólica y aniso peristáltica. Actualmente se emplea como una forma de drenar el estómago
cuando se realiza una vaguectomía troncular.

Piloroplastías

Hay muchas formas de realizarlas. La más usada es la de Heinecke-Mikulicz, que consiste en


seccionar el píloro, siguiendo el eje longitudinal, y cerrarlo en forma transversal. La finalidad es
aumentar el lumen gastroduodenal. Es otra forma de facilitar el vaciado gástrico después de una
vaguectomía troncal. Hay otras formas de piloro-plastías que son algo más laboriosas que la antes
citada.

Gastrectomías subtotales

La mayor parte de veces se realizan gastrectomías subtotales distales, es decir que la resección
comprende el antro, pudiendo incluir el cuerpo o parte del fondo gástrico. En la parte inferior la
sección se hace a 2, ó 2,5 cm del píloro en el bulbo duodenal.
Gastrectomía total

A veces la úlcera puede estar en la región subcardial, o fibrosa gran parte de la curvatura menor, o
haber más de una úlcera, en tales casos cabe la posibilidad de una gastrectomía total.

Cirugía Laparoscópica

el método consiste en establecer un pneumoperitoneo con dióxido de carbono a una presión


promedio de 10 mmHg, a través de una punción en el área periumbilical (aguja de Veress).
Consiguiendo esto, se retira la aguja y por el mismo sitio se introduce la cánula laparoscópica por
donde se inserta la cámara (10 mm). Con la cavidad iluminada y visión directa, se introducen otras
dos cánulas a la izquierda, sobre la línea auxiliar anterior (15 mm y 10 mm) y otra a la derecha de la
zona subxifoidea (10 mm), por donde van los instrumentos tractores, cortantes, disectores,
coaguladores, aspiradores, porta-agujas, etc. que permitirán a su turno, realizar la exploración,
disección y otros actos quirúrgicos en la zona perigastro- duodenal, incluyendo eventuales suturas
directas.
CANCER GASTRICO

La cirugía es parte del tratamiento para muchas etapas diferentes del cáncer de estómago,
si es posible llevarla a cabo. Si un paciente tiene un cáncer en etapa 0, I, II o III y está lo
suficientemente saludable en este momento la cirugía ofrece la única probabilidad realista
para curar el cáncer de estómago.
Dependiendo del tipo y la etapa del cáncer de estómago, se podría realizar la cirugía para
extraer el cáncer y parte o todo el estómago, así como algunos ganglios linfáticos cercanos.
El cirujano intentará dejar el estómago tan normal como sea posible. Algunas veces,
también será necesario extirpar otros órganos.

Incluso cuando el cáncer está demasiado propagado como para extirparse completamente,
los pacientes se podrían beneficiar de una cirugía porque podría ayudar a prevenir el
sangrado del tumor o evitar que el estómago sea bloqueado por el crecimiento del tumor.
Este tipo de cirugía se llama cirugía paliativa, lo que quiere decir que alivia o previene los
síntomas, pero no se espera que cure el cáncer.

Por lo general, el tipo de operación depende de la parte del estómago donde se encuentre
el cáncer y cuánto cáncer hay en el tejido circundante. Para tratar el cáncer de estómago,
se pueden emplear diferentes clases de cirugía:

Resección endoscópica

La resección endoscópica de la mucosa y la resección endoscópica de la submucosa sólo se


pueden realizar para tratar algunos cánceres en etapas muy iniciales, cuando las
probabilidades de propagación a los ganglios linfáticos son muy bajas.

Estos procedimientos no requieren de un corte en la piel. En cambio, el cirujano pasa un


endoscopio por la garganta y hacia el estómago. A través del endoscopio se pueden pasar
instrumentos quirúrgicos para extirpar el tumor y parte de la pared estomacal normal que
lo rodea.
Gastrectomía subtotal (parcial)

A menudo, esta operación se recomienda si el cáncer sólo se encuentra en la sección inferior


del estómago. Algunas veces también se usa para cánceres que sólo se encuentran en la
parte superior del estómago.

Se extirpa sólo una parte del estómago, y algunas veces junto a una parte del esófago o la
primera parte del intestino delgado (el duodeno). La sección remanente del estómago es
entonces reconectada. También se extrae parte del omento (una capa en forma de un
delantal de tejido adiposo que recubre al estómago y a los intestinos) junto con los ganglios
linfáticos adyacentes, y posiblemente el bazo y partes de otros órganos cercanos.
Gastrectomía total

Esta operación se emplea si el cáncer se ha propagado por todo el estómago. A menudo


también se recomienda si el cáncer se encuentra en la parte superior del estómago, cerca
del esófago.

El cirujano extirpa por completo el estómago, los ganglios linfáticos cercanos y el epiplón, y
puede extraer el bazo y partes del esófago, los intestinos, el páncreas, y otros órganos
cercanos. El extremo del esófago entonces se adhiere a parte del intestino delgado. Esto
permite que los alimentos pasen por el tracto intestinal. Sin embargo, las personas a
quienes se les ha extirpado el estómago solo pueden comer una pequeña cantidad de
alimentos a la vez. Debido a esto, estas personas deben tener más comidas al día.

Algunos pacientes presentan dificultad para consumir suficientes nutrientes después de la


cirugía del cáncer de estómago. El tratamiento posterior, como quimioterapia
con radiación, puede empeorar este problema. Para ayudar con este problema, se puede
colocar un tubo en el intestino al momento de realizar la gastrectomía. El extremo de este
tubo, llamado tubo de yeyunostomía o tubo J, permanece fuera de la piel en el abdomen.
A través de este tubo se pueden administrar productos nutritivos en líquido directamente
hasta el intestino para ayudar a prevenir y tratar la desnutrición.
APENDICITIS AGUDA

La apendicectomía es la extracción del apéndice vermicular que se encuentra en el ciego


(región del intestino) y que esta inflamado o infectado.

El apéndice es un pequeño fondo de saco, en forma de dedo de guante, de tejido intestinal


ubicado entre el intestino delgado y el intestino grueso (colon). Si el apéndice se infecta
(apendicitis), debe ser extraído (apendicectomía de emergencia) antes de que se desarrolle
una perforación en el intestino y se disemine la infección en el espacio abdominal
(peritonitis).

Técnica de realización

La cirugía se realiza con el paciente dormido y libre de dolor, usando anestesia general.

Se realiza una incisión pequeña en el lado derecho inferior del abdomen y por ésta se accede
a la cavidad abdominal, y se extrae el apéndice.

Si se ha formado un cúmulo de pus infectado (absceso) o el apéndice se ha desgarrado,


debe lavarse muy bien el abdomen durante la cirugía y se dejará un tubo pequeño para el
drenaje de exudado o pus.
Esta intervención se realiza en el caso de una infección o inflamación del apéndice
(apendicitis aguda). Los síntomas de apendicitis aguda incluyen:

 Dolor abdominal (en el lado derecho inferior del abdomen).


 Fiebre.
 Pérdida de apetito.
 Náuseas.
 Vómitos.

Su médico lo puede confirmar:

 Explorando su abdomen para comprobar su dureza y tensión.


 Tacto rectal (introducirá su dedo por el ano) mediante lo que puede palpar la
distensión del apéndice.
 Aumento de la diferencia de temperaturas rectal con respecto a la axilar (superior a
1ºC)
 Aumento de células blancas de la sangre.

Si los síntomas son bastante claros se debe realizar la intervención. En el 25% de los casos
el cirujano encontrará que el apéndice no está infectado. En este caso verificará
completamente los órganos abdominales y quitará el apéndice de cualquier manera.
La recuperación de una apendicectomía simple, es completa y normalmente rápida. Si el
apéndice ha desarrollado un absceso o una perforación, la recuperación será más lenta y
más complicada, requiriendo el uso de medicaciones para tratar la infección (antibióticos).

Problemas y posibles riesgos

Los riesgos de cualquier intervención bajo anestesia general:

 Reacciones a la medicación.
 Problemas respiratorios.
 Hemorragias.
 Infecciones.

Los riesgos adicionales para la apendicectomía son los derivados de un absceso o de una
perforación. En cualquiera de estos casos:

 La estancia hospitalaria se prolongará.


 Deberá seguir un tratamiento antibiótico, habitualmente durante 10 o 15 días.
COLELITIASIS

La presencia de cálculos (litiasis) en el interior de la vesícula biliar, es lo que define la


colelitiasis. La manifestación clínica más frecuente es el dolor (cólico biliar) y su diagnóstico
se obtiene mediante la realización de una ecografía abdominal. La presencia de cálculos en
la vesícula biliar, hace que se deba considerar enferma y valorar su tratamiento, que es
únicamente quirúrgico. De más frecuente y menos grave a menos frecuente y más grave,
las complicaciones que origina son:

• Colecistitis: infección de la vesícula biliar.

• Colangitis: infección de la vía biliar.


• Pancreatitis: inflamación del páncreas.

El tratamiento de la colelitiasis es la cirugía, no siendo posibles otros tratamientos ya que


no se pueden disolver ni eliminar los cálculos.

La colecistectomía (extracción de la vesícula biliar) es la cirugía indicada ante el diagnóstico


de colelitiasis. Tradicionalmente la vía de abordaje era la cirugía abierta a través de una
incisión subcostal derecha. En la actualidad, la vía habitual es la laparoscópica que ofrece
como ventajas una mejor recuperación, menor dolor y mejor efecto estético. Los cirujanos
de nuestra unidad tienen amplia experiencia en colecistectomía laparoscópica, siendo uno
de los tratamientos más frecuentemente llevados a cabo en Cirugía Mayor Ambulatoria.
La cirugía de la colecistectomía precisa para su realización de una anestesia general, de esta
forma se facilita la cirugía y se garantiza el confort del paciente. Para hacer la anestesia
general, habitualmente los fármacos anestésicos se administran a través de una vía venosa
que usted tendrá en uno de sus brazos, conectada a un suero.

También podemos administrar la anestesia a través de una mascarilla que colocaremos en


la cara y por la que le indicaremos que respire con normalidad para que el anestésico vaya
entrando en su organismo, a través de las vías respiratorias.

Cuando se está dormido, el medico anestesiólogo realizará la intubación de la tráquea


(colocará una sonda dentro de la tráquea para realizar la ventilación de los pulmones
mientras usted está anestesiado).

Durante toda la cirugía el anestesiólogo controla los constantes vitales, el pulso, la tensión
arterial, la oxigenación y su nivel de anestesia. Durante la cirugía se administran fármacos
para controlar el dolor y facilitar su recuperación postoperatoria.

La cirugía de la vesícula habitualmente se acompaña de una recuperación postoperatoria


suave y con mínimos efectos adversos.

Cuando la intervención finaliza será trasladado a la unidad de recuperación postoperatoria,


donde un equipo de enfermería se asegurará de que usted siga en condiciones óptimas.
Para ello se evaluará periódicamente que sus constantes vitales son adecuadas, que no
presenta ni dolor ni otros efectos adversos como náuseas y vómitos postoperatorios.

Ante la presencia de dolor u otro efecto adverso, la enfermera avisará al equipo médico
que indicará el agente más adecuado valorando especialmente su caso.
COLEDOCOLITIASIS

Definición
Es la presencia de un cálculo biliar en el conducto biliar común. Dicho cálculo puede
consistir en pigmentos biliares y/o sales de calcio y colesterol que se forman en el tracto
biliar.

Nombres alternativos
Cálculo biliar; cálculo del conducto biliar; cálculo en el conducto biliar

Causas, incidencia y factores de riesgo


Aproximadamente el 15% de las personas con cálculos biliares desarrollan cálculos en el
conducto biliar común, el pequeño tubo que transporta la bilis desde la vesícula hasta
el intestino. No se presentan síntomas a no ser que ocurra una obstrucción de este
conducto. Aun después de extraerse la vesícula, el cálculo puede permanecer en el
conducto biliar común causando dolor o ictericia. Una obstrucción persistente total del
conducto biliar común puede ocasionar colangitis, una infección del árbol biliar
potencialmente mortal que es una emergencia médica. Asimismo, una obstrucción en el
conducto biliar común puede conducir a una obstrucción en el conducto pancreático que
puede causar pancreatitis. Entre los factores de riesgo están los antecedentes de
colelitiasis(cálculos biliares) en la historia clínica.

Síntomas

Dolor abdominal en el cuadrante superior derecho o en el centro del abdomen superior


que:
 puede irradiarse hacia el hombro derecho
 puede ser agudo, tipo cólico o sordo
 puede ser recurrente
 puede extenderse hacia la espalda
 empeora con la ingestión de grasas
 ocurre a los pocos minutos después de las comidas:

 Náuseas
 Vómitos
 Fiebre
 Ictericia
 Pérdida del apetito

Signos y exámenes

Los exámenes que muestran la ubicación de cálculos en el conducto biliar son, entre otros,
los siguientes:
•Colangiograma transhepático percutáneo (PTCA)
•MRCP (colangiopancreatografía por resonancia magnética)
•CPRE(colangiopancreatografía retrógradaendoscópica)
•TC abdominal
•Ultrasonido abdominal Otros exámenes de sangre que también pueden resultar afectados
son los siguientes:
•Niveles de bilirrubina elevados
•Pruebas de la función hepática
•Enzimas pancreáticas

Tratamiento
El objetivo del tratamiento es eliminar la obstrucción en el conducto biliar común y una de
las opciones es la extirpación quirúrgica de la vesícula y los cálculos (ya sea a través de un
procedimiento abierto o un procedimiento laparoscópico). Otra posibilidad es la extracción
de los cálculos por medio de CPRE y una esfinterotomía (una incisión que se hace en
el músculo del esfínter del conducto).
Expectativas (pronóstico)

El bloqueo e infección del conducto biliar causado por cálculos en el tracto biliar es una
afección potencialmente mortal. El resultado es generalmente muy bueno con
un diagnóstico y tratamiento tempranos.
Complicaciones
•Cirrosis biliar
•Colangitis

Situaciones que requieren asistencia médica

Se debe buscar asistencia médica si se presenta dolor abdominal, con o sin fiebre, que no
sea atribuible a otras causas, si se presenta ictericia o si se desarrollan otros síntomas que
sugieran la presencia de coledocolitiasis.
COLANGITIS AGUDA

La colangitis aguda es una infección potencialmente grave de las vías biliares, que se
produce como consecuencia de una obstrucción a dicho nivel. La litiasis coledocal es la
causa más frecuente de la colangitis. La obstrucción de la vía biliar y la colonización
bacteriana subsiguiente condicionan la aparición de la infección. Los microorganismos de la
flora entérica, aerobios y, en menor grado, anaerobios, son los agentes causales en la
mayoría de casos. La denominada tríada de Charcot constituye la sintomatología clínica más
frecuente. El diagnóstico se confirma mediante técnicas radiológicas abdominales, entre las
que se incluyen la ecografía, la tomografía computarizada y la colangiorresonancia
magnética, en las que se detectan signos de obstrucción de la vía biliar y, en muchas
ocasiones, la causa subyacente de ésta. El tratamiento antimicrobiano apropiado precoz y
el drenaje biliar, generalmente efectuado mediante técnicas endoscópicas, son la terapia
de elección en la mayoría de pacientes.

La colangitis aguda, definida como la inflamación de las vías biliares secundaria a una
infección bacteriana, es una entidad con repercusión sistémica si no se instaura un
tratamiento médico precoz y un drenaje biliar adecuados

Los 2 factores más importantes para el desarrollo de una colangitis son la colonización
bacteriana de la vía biliar y, sobre todo, la obstrucción de su luz. En condiciones normales,
las vías biliares son estériles debido a las propiedades antibacterianas de las sales biliares y
a la secreción local de inmunoglobulina A (IgA), y el papel del esfínter de Oddi es evitar el
reflujo de microorganismos a partir del tracto digestivo

La vía ascendente es la principal puerta de entrada de microorganismos, procedentes del


duodeno, al sistema biliar. En una minoría de los casos esta entrada es a través de la vena
porta o de los linfáticos. Por lo tanto, la práctica de una esfinterotomía previa o de una
CPER, situaciones que alteran la barrera anatómica y funcional que forma el esfínter de
Oddi, constituyen hoy en día causas bien reconocidas de colangitis. Ocasionalmente, la
colangitis se produce en pacientes a los que se les ha practicado una anastomosis
biliointestinal, siendo el reflujo retrógrado la causa de la colangitis, que además puede ser
recurrente. Excepcionalmente, la colangitis es secundaria a la práctica de una colangiografía
transparietohepática.

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en la presencia de una clínica compatible, asociada con la existencia


de marcadores biológicos de inflamación y alteración de las pruebas hepáticas, y con
alteraciones de las vías biliares observadas en las técnicas de imagen. Recientemente, el
comité de expertos mencionado ha establecido unos criterios diagnósticos basados en 4
puntos:

a) historia de enfermedad biliar;

b) manifestaciones clínicas compatibles;

c) alteraciones de laboratorio con signos inflamatorios y de obstrucción de la vía biliar, y

d) técnicas de imagen indicativas de la presencia de obstrucción biliar o que muestren una


etiología capaz de causar colangitis.

Tratamiento

Tratamiento antimicrobiano: La terapia antibiótica de la colangitis aguda ha de ser precoz,


aun de forma previa a su confirmación definitiva, para controlar la bacteriemia y la sepsis.
La elección del tratamiento empírico se ha de basar en diversas consideraciones, entre las
que se incluyen la actividad antimicrobiana frente a las bacterias causantes de la infección,
la gravedad del cuadro clínico, los factores propios del huésped (como la función renal o
hepática o los antecedentes de reacciones alérgicas), los patrones locales de sensibilidad a
los antimicrobianos, la utilización previa de antimicrobianos, la adquisición de la infección
en el ámbito comunitario u hospitalario, y la presencia previa de manipulaciones o cirugía
de la vía biliar.
Drenaje de la vía biliar: La descompresión de la vía biliar es esencial en los pacientes con
colangitis. Esta descompresión puede realizarse mediante 3 procedimientos: por vía
endoscópica, mediante un sistema de acceso percutáneo transhepático o por cirugía
abierta biliar. En ocasiones, es necesario un abordaje terapéutico multimodal.

Drenaje biliar endoscópico. El drenaje endoscópico de la vía biliar, mediante la práctica de


una CPER, es el procedimiento de elección en la colangitis aguda. Las restantes modalidades
se consideran como alternativas cuando la terapia endoscópica es técnicamente imposible
o no es eficaz para la obtención de un drenaje biliar adecuado.

El drenaje biliar endoscópico (DBE) ofrece unas ventajas importantes, como la definición de
la anatomía de la vía biliar, la identificación de otra patología simultánea (estenosis biliares
o quistes coledocales), la posibilidad de recogida de muestras de bilis para análisis
microbiológico o de tejidos para estudios histológicos y, en muchas ocasiones, proporciona
una terapéutica eficaz definitiva de la infección.

Drenaje biliar quirúrgico. El drenaje biliar quirúrgico, mediante cirugía abierta o


laparoscópica, es raramente una terapéutica de primera línea en la colangitis aguda
obstructiva, debido a su elevada morbilidad y mortalidad asociadas. En los pacientes graves
la mortalidad puede superar el 50%. En este tipo de cirugía se realiza una coledocotomía y
se inserta un tubo en T para la descompresión del árbol biliar. Su realización de emergencia
está reservada a pacientes con alteraciones anatómicas o con fracaso de las técnicas de
drenaje biliar previamente descritas. Está indicado realizar cirugía biliar de forma electiva
tras la resolución de la compresión biliar para la resolución completa del problema
obstructivo y, si es necesario, la práctica de una colecistectomía.
HERNIAS DE LA PARED ABDOMINAL

Una hernia abdominal se produce cuando existe un debilitamiento en la pared del


abdomen. Como consecuencia de este debilitamiento, sale a través de la pared del
abdomen una especie de saco, llamado “saco herniario”, que normalmente es parte de
algún órgano recubierto de peritoneo (membrana que recubre los órganos del abdomen).
Por lo general, el órgano que suele protruir es el intestino delgado.
Esta protrusión se percibe en el paciente como un bulto de pequeño tamaño y blando al
tacto, que cuando se empuja, se introduce en el interior del abdomen, pero vuelve a
protruir cuando se deja de hacer presión.

Las hernias abdominales, sean del tipo que sean, pueden tener dos orígenes distintos.

En primer lugar el origen de una hernia abdominal puede ser congénito, es decir, la hernia
puede estar presente desde el momento del nacimiento debido a una malformación de la
pared abdominal del feto en el útero materno, sin embargo, la hernia puede no hacerse
visible hasta unos años más tarde.

En segundo lugar, la hernia abdominal también puede ser incisional, es decir, puede surgir
debido a la realización de intervenciones quirúrgicas previas en la zona del abdomen. Con
el paso de los años, puede ocurrir que se debilite la herida quirúrgica interna o la sutura y
que, la realización de esfuerzos en el abdomen por parte del paciente haga que la hernia
encuentre el lugar idóneo por donde protruir.

Por último, en tercer lugar, las hernias también pueden ser adquiridas. Son las hernias que
han sido causadas por esfuerzos excesivos en la zona abdominal, debilitamiento de la pared
del abdomen debido al envejecimiento, problemas de salud, etc. Dentro de este grupo
también podríamos situar a las hernias incisionales.
Además, algunos factores de riesgo que pueden propiciar la aparición de una hernia
abdominal pueden ser: estreñimiento crónico, tos crónica, agrandamiento de la próstata y
consecuente realización de esfuerzo para orinar, padecer sobrepeso, levantamiento de
objetos pesados, realización de esfuerzos excesivos, embarazo, etc.

Tipos de hernia abdominal

Las hernias, según su zona de aparición, se denominan de una manera o de otra, aunque la
causa de su aparición sea la misma. Clasificamos las hernias abdominales en:

 Hernia inguinal: como su propio nombre indica, son las que aparecen en la zona de la
ingle. El fallo de la pared abdominal, en este caso, se produce a nivel inguinal. Sobre
todo aparecen en hombres que realizan trabajos físicos muy pesados o que realizan
actividades físicas muy intensas. La hernia inguinal es común a cualquier edad y hay
que destacar que es más común en hombres que en mujeres.
 Hernia femoral: también llamada hernia crural, es la que se sitúa en la zona cercana a
la ingle, aunque más cerca del muslo. Se presenta como un abultamiento en la parte
superior del muslo, justo por debajo de la ingle. Este tipo de hernia abdominal es más
común en mujeres que en hombres.
 Hernia umbilical: es la que aparece en el ombligo o cerca de éste. Es común su
aparición debido a un defecto congénito de la pared abdominal, como ya
comentábamos anteriormente. La hernia umbilical suele protruir en el ombligo, lugar
donde antes del nacimiento, se encontraba el cordón umbilical del feto. La
desaparición del cordón umbilical deja una cicatriz (lo que conocemos como ombligo),
que puede debilitarse con el tiempo y causar un fallo en la pared abdominal, por donde
sale la hernia. La hernia umbilical es frecuente en embarazadas, debido a la presión
ejercida en el abdomen.
 Hernia epigástrica: es la que tiene lugar en la parte superior del abdomen, situada
normalmente entre el esternón y el ombligo. Este tipo de hernia se puede producir,
como el resto de hernias, debido a sobreesfuerzos en la zona abdominal, como pueden
ser: tos crónica, estreñimiento, levantamiento de objetos pesados, etc.
Como podemos ver, hay distintos tipos de hernias que pueden surgir debido a las causas
que ya hemos comentado. Para tratar las hernias abdominales y hacer que desaparezcan
por completo, la única solución definitiva es la intervención quirúrgica.

Tratamiento de una hernia abdominal


El único tratamiento que elimina por completo una hernia abdominal es la hernioplastia.
Esta cirugía elimina la hernia y evita que ésta se vuelva a producir.

La hernioplastia es una intervención ambulatoria, que consiste básicamente en la


reintroducción de la hernia en el interior de la cavidad abdominal y posteriormente la
colocación al paciente de una malla de material sintético en la zona intervenida, que
impedirá que la hernia pueda volver a protruir.

Cirugía para reparar una hernia abdominal

La hernioplastia puede realizarse mediante dos tipos de abordaje, que explicamos a


continuación:

Cirugía abierta: mediante esta cirugía, el cirujano realiza una incisión en la zona donde se
encuentre la hernia, según los tipos de hernia abdominal que hemos explicado
anteriormente. Esta incisión permitirá al especialista llegar al defecto herniario. Una vez
encontrada el defecto herniario, vuelve a introducir el defecto herniario donde se situaba
originalmente y posteriormente pasa a cerrar con puntos de sutura el debilitamiento de la
pared abdominal. A continuación, el cirujano coloca una malla de material sintético por
encima de la zona donde se encontraba debilitada la pared abdominal. Esta malla
fortalecerá la zona y la protegerá, evitando que se vuelva a producir la hernia. Por último,
el especialista suturará la incisión realizada con puntos de sutura y cubrirá la herida con un
apósito.
Abordaje laparoscópico: la hernia abdominal, se sitúe en el lugar que se sitúe, también
puede ser intervenida mediante la técnica laparoscópica, que consiste en la realización de
3 o 4 incisiones de pequeño tamaño en el abdomen del paciente. A través de una de estas
incisiones se introduce un laparoscopio (instrumento quirúrgico alargado que tiene una
cámara y una fuente de luz en uno de los extremos y que permite al cirujano ver el interior
de la cavidad abdominal del paciente en un monitor situado en el quirófano). Por el resto
de incisiones, el cirujano introduce otras herramientas que le permitirán intervenir al
paciente de una manera cómoda y segura.

Postoperatorio de la hernia abdominal

Al tratarse de una intervención relativamente sencilla, el paciente podrá salir por su propio
pie el mismo día de la intervención, aunque aquí es donde comenzará su periodo
postoperatorio.Es normal que el paciente sienta algunas molestias o dolores en la zona
intervenida tras la operación, aunque estas molestias suelen desaparecer con la ingesta de
medicamentos analgésicos, que deben ser recetados por el especialista.Los pacientes
intervenidos de hernia abdominal deben ser cuidadosos y también deben evitar realizar
actividades que requieran de mucho esfuerzo físico. Algunas de las actividades que el
paciente debería evitar son:

 Levantamiento de objetos muy pesados.

 Evitar la conducción de vehículos hasta que lo indique el especialista.

 Evitar el estreñimiento llevando una dieta rica en fibra (vegetales, frutas, cereales).

 No realizar ejercicio físGico vigoroso.


OCLUSIÓN INTESTINAL

Reparación de obstrucción intestinal, reparación del vólvulo, reparación de íleo


paralítico, reparación de vólvulo intestinal, reparación de oclusión intestinal o
reparación de íleo es la cirugía para aliviar una oclusión intestinal. Una oclusión u
obstrucción intestinal se presenta cuando los contenidos del intestino no pueden
pasar ni salir del cuerpo. Una obstrucción completa es una emergencia quirúrgica.

La reparación de la obstrucción intestinal se hace mientras se está bajo anestesia general,


lo cual hace que esté inconsciente y no pueda sentir dolor.

El cirujano hace una incisión (corte) en el abdomen para exponer los intestinos. Luego,
localiza el área del intestino (también llamado “tripas o entrañas”) que está bloqueada y la
desobstruye.

Se reparará o extirpará cualquier sección dañada del intestino. Si se extirpa una sección, se
reconectan con suturas los extremos sanos. Algunas veces, cuando se extirpa parte del
intestino, los extremos no se pueden reconectar. Si esto sucede, el cirujano sacará uno de
los extremos a través de una abertura en la pared abdominal. Esto se
denomina colostomía o ileostomía.

El cirujano también verificará el flujo sanguíneo al resto del intestino.


ste procedimiento se hace para aliviar una obstrucción o bloqueo intestinal. Un bloqueo
que dura mucho tiempo puede restringir el flujo de sangre a parte del intestino, lo cual
puede causar la muerte de éste.

La cirugía a menudo se necesita para tratar una obstrucción intestinal. El tipo de operación
que se haga depende de la causa de la obstrucción.

Los riesgos de cualquier cirugía son:

 Coágulos de sangre en las piernas que pueden viajar a los pulmones


 Problemas respiratorios
 Ataque cardíaco o accidente cerebrovascular
 Infección, incluyendo en los pulmones, las vías urinarias y el abdomen

Otros riesgos de la cirugía abdominal son:

 Sangrado dentro del abdomen


 Filtración intestinal
 Obstrucción intestinal después de la cirugía
 Daño a órganos cercanos en el cuerpo
 Formación de tejido cicatricial (adherencias)
 Formación de más tejido cicatricial en el abdomen que causa bloqueo en los intestinos en
el futuro
 Abertura de los extremos del intestino que están suturados (filtración anastomótica), lo
cual puede causar problemas potencialmente mortales
 Problemas con la colostomía o la ileostomía
 Parálisis temporal (congelamiento) del intestino (íleo paralítico)
 Infecciones de las heridas (incisión)
 Abertura de la herida (dehiscencia)

El tiempo que toma recuperarse de la cirugía de obstrucción intestinal depende del tipo de
operación que se hizo para corregir la obstrucción y de la salud general de la persona

El pronóstico generalmente es bueno si la obstrucción se trata antes de que se presente


daño o muerte del tejido en el intestino.

Las personas que han tenido muchas cirugías abdominales pueden formar tejido cicatricial.
Estos pacientes son más propensos a tener obstrucciones intestinales en el futuro.
PIE DIABETICO

La incidencia de la artropatía es poco conocida en aquellos enfermos diabéticos que se hallan


afectados por una polineuropatía, aunque se acepta como un hecho evidente el aumento de su
prevalencia a medida que se alarga su supervivencia. La complejidad de dicha artropatía ha sido
descrita en capítulos precedentes. La primera descripción de una articulación de Charcot indolora
en un enfermo con diabetes mellitus (DM) fue la realizada en 1936 por Jordan. Dicha asociación —
articulación de Charcot y DM— fue enfatizada posteriormente en 1947 por Bailey y Root. La
osteopatía del antepié y la del mediopié, en base a los diferentes patrones descritos por
Pogonowska, constituye la alteración ósea más frecuente en enfermos diabéticos, si bien puede
desarrollarse una articulación de Charcot en otras localizaciones como el retropié y el tobillo.

La zona anterior y la media del pie suele estar afectada en el 85% de los casos, siendo la articulación
de Linsfranc la que con mayor frecuencia presenta alteraciones. En la actualidad, la DM es la causa
más común de enfermedad osteoarticular neuropática en el mundo occidental y el problema
fundamental sigue siendo su patogenia. Desde el punto de vista clínico, se trata de una lesión
monoarticular, que tiene una incidencia bilateral en el 35% de los casos. El grado de afectación
articular no tiene correlación aparente con la edad del enfermo, el sexo o el tipo de tratamiento de
la DM. Sí parece evidente la existencia de una correlación con la efectividad del control en la DM
tipo II. Por lo general el 80% de los enfermos diabé- ticos con un deficiente control metabólico
desarrollan una artropatía de Charcot, que suele manifestarse, como término medio, a partir de los
quince años del inicio de la diabetes.
El objetivo fundamental del ortopeda en el pie diabético (PD) es detectar las causas mecánicas —
áreas de presión ósea— que son potenciales para el inicio y desarrollo de las úlceras neurotróficas,
ya que la evaluación vascular del pie debe realizarse previamente por el angiólogo y el cirujano
vascular, en el contexto del enfoque multidisciplinario que a nuestro criterio debe tener el PD. El
estudio de la localización de las úlceras nos permite aplicar el tratamiento correcto. Así, en las
plantares, que son el resultado de la presión durante el ortostatismo y la marcha, el tratamiento
debe ir encaminado a modificar el apoyo del pie.
Su segundo objetivo debe consistir en determinar la severidad de la úlcera.

Intervención de la artroplastia resección de Keller-Brandes Se trata de uno de los procedimientos


que inicialmente se emplearon con más profusión, e indicado cuando existen alteraciones
degenerativas articulares y, por tanto, generalmente en enfermos de edad avanzada. Desde el
punto de vista técnico los resultados son satisfactorios en aproximadamente el 90 al 95% de casos.
No obstante, las complicaciones posteriores, que se manifiestan fundamentalmente en aquellas
personas físicamente muy activas, ha supuesto que actualmente se realice de forma muy
restringida.
Se realiza una incisión medial en la cara interna del primer dedo, que discurre entre los planos
nerviosos correspondientes a los fascículos superficial dorsal del nervio peroneo y digital interno
propio del nervio plantar interno. A continuación, se incide longitudinalmente la cápsula articular y
se realiza una meticulosa disección subperióstica. Mediante una sierra eléctrica o un osteótomo fino
se efectúa una osteotomía perpendicular al eje de la diáfisis de la falange proximal y se reseca la
prominencia interna o bunion, evitando lesionar el tendón flexor largo del dedo, concluyendo la
intervención con la capsulorrafia medial. El cierre de la incisión se realiza preferentemente con una
sutura intradérmica, y a continuación se coloca un vendaje compresivo y se permite la
deambulación con una calzado de caja anterior ancha y de suela rígida, que se mantiene durante
seis semanas. En aquellos casos en los que no se consigue colocar el dedo en posición neutra
mediante el retensado medial de la cápsula debido a la existencia de deformidades muy acusadas,
se aconseja insertar una aguja de Kirschner de 0,062 con perforador eléctrico. Desde el punto de
vista técnico es más simple colocar la aguja retrógradamente tras haberla introducido a través del
canal medular de la falange proximal y extraerla por la punta de la falange distal. A continuación, y
tras colocar el dedo en su posición, se introduce la misma en la cabeza del metatarsiano.
Intervención de McBride Se trata de una técnica quirúrgica sobre partes blandas que proporciona
resultados satisfactorios y que está indicada en enfermos relativamente jóvenes que presenten un
ángulo intermetatarsiano menor de 15º y ausencia de cambios degenerativos en la articulación
metatarsofalángica. Técnica Se practica una incisión medial en la cara interna del primer dedo, en
un plano que discurra entre el nervio peroneo superficial y la rama digital interna propia del nervio
plantar interno. A continuación, se incide la cápsula longitudinalmente y se realiza una cuidadosa
disección subperióstica. Se extirpa la prominencia interna o bunio con el empleo de un osteótomo
o sierra eléctrica, y se practica un abordaje dorsal en el primer espacio interdigital. Se expone la
inserción del tendón aductor en la base de la falange proximal y se secciona. Hay que ser
extremadamente cuidadoso en esta fase de la intervención con el paquete vasculonervioso —
arteria digital dorsal, venas dorsales y rama del nervio peroneo profundo—. Una vez seccionado el
tendón del músculo aductor, y en función de la contractura de la cápsula, es posible colocar el
primer dedo en una posición neutra, en algunas ocasiones mediante la sección de la cápsula lateral.
Finalmente, y una vez colocado el dedo en su posición, se efectúa una capsulorrafia medial. Se
coloca un vendaje compresivo y se mantiene la extremidad en elevación durante 48-96 horas, a
partir de las cuales puede iniciarse la deambulación mediante un calzado de caja anterior ancha y
suela rígida. A partir de la sexta semana se permite la utilización de un calzado normal.
PANCREATITIS AGUDA

Es una inflamación brusca del páncreas provocada por la activación dentro de


él de las enzimas que produce para la digestión. En casos graves, parte del
páncreas se destruye en un proceso que se llama necrosis, que produce una
reacción inflamatoria generalizada que puede afectar a otros órganos vitales.
Las dos más frecuentes (80%) son los cálculos en la vesícula biliar
(colelitiasis) y el consumo excesivo de alcohol. Los cálculos de la vesícula
producen pancreatitis al moverse hacia el conducto biliar y atascar la salida del
páncreas hacia el intestino. El alcohol tiene un efecto tóxico directo y también
puede producir pancreatitis crónica. Otras causas más raras son ciertos
medicamentos, aumento importante de los niveles de grasa en sangre
(hipertrigliceridemia), aumento mantenido de calcio en sangre (hipercalcemia),
obstrucciones de la salida del conducto del páncreas, golpes en el abdomen,
algunas intervenciones quirúrgicas y la realización de una prueba llamada
colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). En aproximadamente
un 20% de los pacientes no se descubre la causa (pancreatitis aguda
idiopática), de los cuales sólo sufren nuevos episodios de pancreatitis un
pequeño porcentaje (5%).

e manifiesta casi siempre como un dolor de abdomen continuo e intenso,


localizado principalmente en su parte superior aunque puede ocupar todo el
vientre, con frecuencia irradiado a la espalda "en cinturón" y acompañado en la
mayor parte de los casos de náuseas y vómitos.

DIAGNOSTICO
Principalmente mediante el análisis de las enzimas pancreáticas en sangre
(amilasa o lipasa), que casi siempre están elevadas en la pancreatitis aguda.
Otros procesos pueden producir dolor abdominal y aumento de enzimas
pancreáticas, y hay pancreatitis agudas que cursan con niveles normales de
enzimas pancreáticas, por lo que en algunos casos puede ser necesario realizar
una tomografía axial computarizada (TAC o TC) del abdomen, si existe duda.
Esta prueba es además la más adecuada para valorar posteriormente el grado
de necrosis del páncreas y otras complicaciones a nivel del abdomen. La
ecografía del abdomen permite ver si hay cálculos en la vesícula, pero puede
no verse bien el páncreas. La resonancia magnética puede ser útil si existe
alergia al contraste intravenoso, si hay insuficiencia renal o si se quiere
descartar la presencia de un cálculo en el colédoco. La ecografía
endoscópica es muy útil para valorar mejor el páncreas y detectar cálculos
biliares no vistos con otras pruebas de imagen.

COMPLICACIONES

En los casos graves pueden aparecer complicaciones locales (que afectan al páncreas)
y de otros órganos a distancia, principalmente corazón, pulmón y riñones. La principal
complicación local es la necrosis y la infección de la misma. Cuanto mayor es la
necrosis de páncreas y sobre todo si esta se infecta, mayor es el riesgo de fracaso de
otros órganos. Tras unas semanas de evolución pueden formarse en el vientre "bolsas"
que contienen líquido inflamatorio y que se llaman pseudoquistes, los cuales pueden
provocar dolor o complicarse con infección (produciéndose un absceso), rotura,
sangrado u obstrucción del tubo digestivo.

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