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LA HIJASTRA Y MOMMINA: DOS MUJERES PIRANDELLIANAS.


Edith Beatriz Pérez

Estudios de antropología cultural han demostrado que la división de los roles en base al
sexo parecen fundamentales en todos los sistemas sociales. La diferencia fisiológica es el
punto de partida para la determinación de los roles porque los mismos están determinados por
la cultura. La situación del hombre y de la mujer varía de sociedad en sociedad y reflejan las
diversas concepciones que ésta tiene de la virilidad y la femineidad. En la sociedad italiana de
fines del Siglo XIX y principios del XX y en algunas actuales de la Italia Meridional, la mujer
tiene una posición de neta inferioridad respecto del hombre.
Pascal ha dicho: “basta el zumbido de una mosca, un soplo de aire para modificar un acto
humano” sin embargo, se ha comprobado que la acción es recíproca: el ambiente modifica la
actividad espiritual y el espíritu, valiéndose de diversos mecanismos, a su vez reacciona
modificando la acción dolorosa.
A partir de esta teoría, trataremos de analizar el perfil de dos mujeres pirandellianas: la
Hijastra y Mommina.
Por lo tanto, resulta imprescindible mencionar algunos aspectos teóricos que fundamentan el
presente trabajo.
Sociedad, cultura, ethos personal
A lo largo de la vida, todo ser humano debe elegir para salir de una situación determinada es
decir que tiene la libertad para preferir entre las diversas posibilidades de realidad. Las
situaciones humanas, aunque únicas e irrepetibles, presentan semejanzas entre sí. Otros
hombres, antes que yo, vivieron situaciones parecidas. Si yo sé de antemano lo que hicieron
en aquella circunstancia, puedo echar mano de su respuesta, sin necesidad de inventarla por
mí mismo. Ahora bien, la cultura consiste precisamente en el repertorio total de respuestas a
la vida. Las nuevas respuestas, cuando poseen suficiente importancia son objetivadas e
incorporadas a ese acervo cultural. Surgen así pautas o patrones de comportamiento. Estos
patrones, cuando no se refieren al mero hacer técnico, sino al quehacer o hacerse a sí mismo,
se denominan “reglas morales”.
En este sentido, es menester reconocer que en la mayor parte de los casos, el hombre posee
ya de antemano, elementos de respuesta, que le han sido proporcionados por la sociedad en
que vive. Estos elementos de respuesta o pautas de comportamiento de ninguna manera
despojan al acto de su carácter verdaderamente humano. En primer lugar porque la cultura es
una peculiaridad humana, una manera de “ver” y “sentir” la realidad, que toma cuerpo en un
conjunto unitario de prácticas y saberes establecidos. Y en segundo lugar porque la existencia
de pautas nunca elimina totalmente el momento de elección: siempre habrá que elegir entre
diversas pautas observables o, al menos, entre seguirlas o no, es decir, entre adaptarse a la
sociedad o constituirse en inconformista y rebelde frente a ella.
Aún sometiéndose a unas mismas pautas de comportamiento y de existencia, cada hombre
produce unos actos concretamente suyos y con ello va dando a su vida una figura moral
singular. A través de la vida es como cada cual, cumpliendo las mismas reglas, pero
cumpliéndolas inexorablemente con su peculiaridad y maneras personales, conquista un modo
de ser, un ethos insustituible y único.
Las mujeres pirandellianas
Al respecto Virdia sostiene: Non è altresí improbabile che sia in stretto rapporto con un
sicilianismo di base il mondo dei personaggi femminili pirandelliani anche quando essi sono
ambientati fuori dell’Isola o che siano tratti dallo strato popolare, o da quello borghese; e
addirittura è siciliano un certo habitat della frustrata e talvolta amarissima carica di
erotismo che circola nell’opera narrativa e teatrale di Pirandello. Ambivalente è
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l’atteggiamento del nostro scrittore verso la donna: al fondo vi si avvertono i pregiudizi piú
antichi dello spirito isolano, la furente e talvolta istriónica gelosia, la donna come oggetto e
in funzione patrimoniale (…). La donna nella narrativa e nel teatro di Pirandello è sempre
soccombente.
Questo, diremmo, è il côtè negativo dell’atteggiamento di Pirandello verso la donna:
dall’altro lato sono invece un’amara pietà, la comprensione appassionata e umanissima per
la donna “caduta” e anche per il suo “peccato”, la profonda solidarietà per la condizione
femminile (non si dimentichi che lo scrittore opera nel quadro di una società ottocentesca ed
estrae da essa i suoi modelli) in novelle come: Prima notte, Scialle nero ( …). E si ricordi
ancora l’Ersilia di Vestire gli ignudi, la Figliastra di Sei personaggi (…), prototipi delle
donne “cadete” pirandelliane, oggetto di una pietà non priva, al fondo, di qualche riserva
moralistica(…). (Virdia,1975:146).
Ahora conforme esta breve introducción, veamos cuáles son las pautas de comportamiento
adoptadas por dos mujeres pirandellianas, frente a situaciones dolorosas, humillantes:
La Hijastra: fruto de un experimento y víctima de la acuciante situación por la que atraviesa
su familia, decide hacer frente a todo. Decidida y frontal, es la contracara de Amalia, su
madre. No mide las consecuencias y se ofrece como “dama de compañía” en el negocio de
Madama Pace (Sa, signore? una di quelle Madame che con la scusa di vendere "Robes et
Manteaux" attirano nei loro "ateliers" noi ragazze povere, di buona famiglia) (Pirandello,
1954 . 270: 37), sin siquiera imaginar que el destino le tendría preparada una sorpresa.
Como en todos los dramas de Pirandello, el hecho ya ha sucedido y vemos actuar a una
joven que en su locuacidad transmite su carga de remordimientos, de insatisfacción y de dolor
por la vida que le ha tocado vivir:
- (…) Perché, dopo quello che è avvenuto di molto intimo tra me e lui (indicherà il padre
con un orribile ammiccamento): non posso più vedermi in questa compagnia, (…)
(Pirandello, 1954 . 270: 33/34)
- (…) E io, con tutto il mio lutto nel cuore, di appena due mesi, me ne sono andata là, vede?
là, dietro quel paravento, e con queste dita che mi ballano dall'onta, dal ribrezzo, mi sono
sganciato il busto, la veste(...) (op.cit.: 73)
- Buffissimo! Ma possibile, signore, pretendere da me - "dopo" - che me ne stessi come una
signorinetta modesta, bene allevata e virtuosa, d'accordo con le sue maledette aspirazioni "a
una solida sanità morale"? (op.cit. : 46).
Lejos ha quedado la niña, a la que el Padre (a quien no la unen lazos de sangre) seguía
atentamente.
A diferencia de la Hijastra, Mommina nace en el seno de una familia bien constituida, en la
cual la autoridad de la Madre (cuyo sobrenombre lo resume todo: la Generala) es indiscutible.
Provienen de Nápoles y sus costumbres son muy mal vistas por la prejuiciosa sociedad
siciliana:
- (…) Ah voi vi dovreste aquistare una grande benemeranza, una grande benemeranza, cari
miei, verso la civiltà! (...) Come ? Mettendovi a dar lezione, al vostro circolo! (…) A questi
zotici villani del paese! Almeno per un’ora al giorno (…) No no, dimostrativa, dimostrativa.
Una lezioncina al giorno, d’un’ora, che li informi di come si vive nelle grandi città del
Continente (Pirandello, 1954 . 106: 140). Asevera Doña Ignacia y refiriéndose a los de la isla
prosigue:
- (…) Ce l´hanno anche dentro, la fetenziería. Nel cuore, nel sangue, ce l’hanno. Arrabbiati
tutti sempre! Non vi fanno quest’impressione? che siano sempre tutti arrabbiati? (…) non vi
pare? - ma sí, tutti sempre bruciati d’una... come debbo dire? ma sí, rabbia d’istinto, che li fa
feroci l’uno contro l’altro; solo che uno, non so, guardi qua anziché là, o si soffi il naso un
po’ forte, o gli passi qualcosa per la testa e sorrida; Dio ne liberi e scampi! ha sorriso per
me; s’è soffiato il naso cosí forte apposta per fare uno sfregio a me; ha guardato là anziché
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qua apposta per fare un dispetto a me! Non si può far nulla senza che sospettino che ci debba
esser sotto chi sa che malizia; perché la malizia ce l’hanno loro, tutti, agguattata dentro.
Guardateli negli occhi. Fanno paura. Occhi di lupo. (op.cit: 141)
Casada por conveniencia, su marido, un militar de carrera, machista y celoso como todos los
de su región, encarceló para siempre el pasado y los sueños de Mommina:
-“Fu imprigionata nella piú alta casa del paese. Serrata la porta, serrate tutte le finestre,
vetrate e persiane: una sola, piccola, aperta alla vista della lontana campagna e del mare
lontano.Di quel paese, alto sul colle, non poteva vedere altro che i tetti delle case, i campanili
delle chiese: tetti, tetti che sgrondavano chi piú e chi meno, tesi in tanti ripiani, tegole, tegole,
nient'altro che tegole. Ma solo la sera poteva affacciarsi a prendere un po' d'aria a quella
finestra.” (op.cit.: 167)
- (con lugubre cadenza, crescendo di profonda intensità, picchiando alle tre pareti la fronte,
come in una gabbia una bestia impazzita): Questo è muro! - Questo è muro! - Questo è muro!
(op.cit.: 167)
- Ma che vuoi che abbia piú dentro, se non sono più niente, non mi vedi? neanche un'altra,
piú niente! Con l'anima spenta, che vuoi che ricordi piú? (op.cit.: 171)
Retomando lo expuesto precedentemente, vemos cómo la vida humana se nos presenta como
un existir con otros, por lo cual la afectividad está fuertemente marcada por la sociedad, ya
que “contar con los demás”, hace que el hombre matice su propia afectividad al par que no le
es posible ser indiferente a los estados afectivos de los demás ni que los demás sean
indiferentes a los suyos. De este modo se peculiariza toda una serie de estados afectivos
particulares que suelen considerarse como estados superiores, como la amistad, el amor, la
simpatía, el odio, etc.
Sabemos que todo ser vivo posee un repertorio de necesidades proporcionales al desarrollo
de su vida, que al crecer, ésta aumenta y se complican y que al estabilizarse se convierten en
“habitudes” permanentes que se manifiestan en formas de tendencias peculiares, las cuales no
son otra cosa que la “formalización” de una necesidad. Los estados afectivos regulan nuestra
acción estimulándola o inhibiéndola en nuestra relación con el mundo circundante y dando
significado, sentido y valor peculiar a nuestro “mundo a mano”, estas acciones parten de los
instintos.
Toda situación vital presupone un fenómeno de adaptación a las condiciones externas, que
suele presentarse de dos modos complementarios: adaptación pasiva y adaptación activa. La
primera se efectúa transformando el medio circundante en “un mundo a mano”, la segunda,
adaptándose al mundo circundante.
Siguiendo esta teoría concluimos que, víctimas de una realidad insostenible, tanto la Hijastra
como Mommina, asumen actitudes diferentes. Así, ante la imposibilidad de liberar su angustia
a través de la representación, la Hijastra decide alejarse. Mommina, en cambio, cual alma
romántica, entrega sus últimas fuerzas al sueño que otrora la hiciera feliz. En ambos casos, la
afectividad se ha convertido, al decir de las modernas teorías, en una especie de juicio
infraconciente de las posibilidades realizativas.
Ambos temas subyacen en la tragedia personal de Pirandello: amaba apasionadamente a su
esposa pero ella enloqueció de celos. Por otra parte, es conocida su repugnancia por el sexo y
el acto sexual. Así por ejemplo, la tragedia de Seis personajes nace de un incesto (si bien no lo
es formalmente, sí lo es desde una ética puritana exacerbada) y en la misma línea, también
condena con fuerza la prostitución y el adulterio.
Pero lo que realmente hacen de Pirandello un escritor preocupado por el ser humano son sus
constantes reflexiones acerca de cómo actuar para que la vida que nos ha sido dada cumpla su
destino sin ser coartada por circunstancias fortuitas o por las pasiones, intereses o
perversidades de los demás. Y como en los casos de la Hijastra y de Mommina, el mismo
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Pirandello nos demuestra que es imposible, porque la disponibilidad vital es eternamente


contrariada por la vida misma (entiéndase prójimo, sociedad, destino).

Bibliografía:

Cassirer, Ernest (1951) Antropología filosófica – Introducción a una filosofía de la Cultura;


F.C.E.; Bs.As.; 2° edic.
Vaglio, Anna (1989); Come leggere Sei Personaggi in ceca d’autore; Mursia; Milano.
Virdia, Ferdinando (1975); Pirandello; Mursia; Milano.
Sciacca, Michele (1965); La libertà e il tempo; Marzorati; Milano.
Tentori; Tullio (1976); Antropología culturale; Edizioni Studium; Roma.

Fuentes:
Pirandello, Luigi (1954 . 270); Sei personaggi in cerca d’autore – Enrico IV in: Maschere
nude; Mondadori Editore; Italia; II edizione.
(1954 . 106); Trovarsi - Questa sera si recita a soggetto in: Maschere nude;
Mondadori Editore; Italia; II edizione.
(1998); Seis personajes en busca de autor-Cada cual a su manera-Esta noche
se improvisa; Cátedra; Madrid.

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