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I.

INTRODUCCION

La neuropatía o neuropatía periférica es una enfermedad del sistema


nervioso periférico. Un alto porcentaje de personas con diabetes desarrollará daños
en su sistema nervioso en algún momento de su vida. Las tres principales formas
de daños del sistema nervioso son: neuropatía periférica, neuropatía autonómica y
mononeuropatía, aunque la forma más común es la periférica, que afecta
principalmente a las piernas y a los pies.

Aparte de la diabetes, las causas más comunes por las cuales se puede
producir una neuropatía son: la sensibilidad al gluten no diagnosticada (tanto la
enfermedad celíaca como la sensibilidad al gluten no celíaca), la infección de herpes
zóster(comúnmente conocido como “culebrilla”), efectos crónicos o lesiones muy
graves (incluso operaciones quirúrgicas) y varias neurotoxinas.
II. REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
2.1. Neuropatía periférica

La neuropatía periférica, también conocida como neuritis periférica, es un


tipo de patología neurológica causada por la presencia de daños o lesiones en los
nervios periféricos (Pai, 2009).

Este trastorno, en su forma más frecuente, produce episodios de dolor y


entumecimiento en las extremidades, especialmente en manos y pies. Así mismo,
las personas que padecen algún tipo de neuropatía periférica describen la presencia
de sensaciones de ardor u hormigueo constante en las áreas afectadas (American
Chronic Pain Association, 2016).

Las neuropatías periféricas constituyen una patología relativamente común


y se asocian a una amplia variedad de causas genéticas y adquiridas: patologías
nerviosas, agentes tóxicos, lesiones traumáticas, compresión nerviosa mecánica,
infecciones bacterianas y víricas, reacciones autoinmunes, cáncer, deficiencias
nutricionales o la diabetes, siendo esta última la más frecuente (Cleveland Clinic,
2016).

En la literatura médica y experimental, se han descrito más de 100 tipos


diferentes de neuropatías periféricas, clasificadas en diferentes categorías:
neuropatías motoras, sensoriales, autónomas y, finalmente, mixtas (Johns Hopkins
Medicine, 2016).

2.1.1. Características de la neuropatía periférica

Es el término empleado para designar a una serie de trastornos


ocasionados por un tipo de lesión en el sistema nervioso. Específicamente, se
deben a la presencia de lesiones en el sistema nervioso periférico (Johns Hopkins
Medicine, 2016).
Las clasificaciones neuroanatómicas clásicas, dividen nuestro sistema
nervioso en dos sistemas principales, por un lado, el sistema nervioso central y, por
otro lado, el sistema nervioso periférico.

De forma específica, el sistema nervioso periférico está conformado por los


ganglios nerviosos, los pares craneales y las ramas nerviosas periféricas (Waxman,
2010).

Este sistema se encarga de conectar las ramas nerviosas que se distribuyen


desde el cerebro y la médula espinal hacia el resto del cuerpo (brazos, piernas,
órganos internos, piel, etc.), permitiendo la transmisión bidireccional de información
sensorial y motora (Foundation for Pheripheral Neuropathy, 2016).

Por lo tanto, la neuropatía periférica se desarrolla cuando diferentes eventos


afectan a la estructura nerviosa del sistema periférico. En función del nivel de lesión,
podemos distinguir la presencia de una polineuropatía (lesión de múltiples nervios)
o una mononeuropatía (lesión de una rama nerviosa individual o un gripo nervioso
aislado) (Foundation for Pheripheral Neuropathy, 2016).

Al margen de esto, el curso clínico de la neuropatía periférica va a depender


fundamentalmente del tipo de nervio que se encuentre dañado (National Institute of
Neurological Disorders and stroke, 2016):

 Nervios motores: se encargan del control y transmisión de la información


motora voluntaria.
 Nervios sensoriales: se encargan del control y transmisión de las
experiencias y percepciones sensoriales.
 Nervios autonómicos: se encargan del control y transmisión de la
información relacionada con las actividades y procesos no conscientes o
involuntarios.
De esta forma, algunas neuropatías pueden afectar predominantemente a una de
estas áreas funcionales o a varias de forma simultánea, así podemos distinguir
varios tipos (Foundation for Pheripheral Neuropathy, 2016):

 Neuropatía motora: las lesiones tisulares o mecánicas afectan a los nervios


ubicados en las ramas periféricas motoras. En este caso, suelen afectar de
forma prioritaria a los nervios que controlan la producción del habla o los
movimientos del cuerpo, especialmente en las extremidades.

 Neuropatía sensorial: las lesiones tisulares o mecánicas afectan a las


ramas nerviosas encargadas de la transmisión de información sensorial. En
este caso, suele afectar de forma prioritaria a los umbrales sensoriales y a la
transmisión de información relacionada con el dolor.

 Neuropatía autónoma: las lesiones tisulares o mecánicas afectan a las


ramas nerviosas encargadas de la transmisión de información biológica no
consciente. En este caso, suele afectar de forma prioritaria al control de la
respiración, funciones gastrointestinales o los latidos cardíacos. Constituye
una de las formas más graves y alarmantes de neuropatía periférica.

 Neuropatía mixta o combinada: en este caso, las lesiones tisulares o


mecánicas pueden afectar de diferente forma a los nervios periféricos. Así,
en gran parte de las neuropatías suelen afectarse todas o casi todas las
ramas funcionales del sistema nervioso periférico, dando lugar a amplios
patrones de déficits sensoriales, motores y de disfunción autónoma.

2.1.2. Signos y síntomas más comunes

Como hemos señalado anteriormente, todas las ramas nerviosas que


conforman el sistema periférico realizan una función específica, por lo tanto, los
signos y síntomas van a depender, fundamentalmente, del tipo de nervio o nervios
que se encuentre afectado (Mayo Clinic, 2016).
Así, aunque pueden aparecer síntomas sensitivos, motores o autonómicos
de forma diferencia, el dolor neuropático es un rasgo común en la mayoría de los
casos de neuropatía periférica.

A pesar de que, la mayoría de patologías que afectan al sistema nervioso


periférico, alterando su funcionamiento habitual y eficiente, no suelen causar dolor
crónico, sino síntomas neurológicos negativos, en este caso, especialmente en las
neuropatías sensoriales, es posible registran la presencia de episodios recurrentes
de dolor (Scadding & Koltzenburg, 2007).

En buena parte de las definiciones de dolor neuropático, se hace referencia


la presencia de episodios molestos o dolorosos asociados a una lesión nerviosa.

Como consecuencia, podrán aparecer otro tipo de complicaciones médicas


como episodios de mareo, debilidad muscular, pérdida de energía, dificultad para
concentrarse, somnolencia, pérdida de apetito, sentimientos de depresión, etc.
(Scadding & Koltzenburg, 2007).

Además, de forma específica, en función del tipo de neuropatía periférica,


podemos observar una amplia variedad de signos y síntomas asociados
(JohnsHopkins Medicine, 2016):

2.1.2.1. Sintomatología Motora

 Hipotonía muscular: la reducción anormal del tono muscular y la debilidad


consecuente, constituyen uno de los hallazgos más comunes.

 Espasmos: las contracciones repentinas y dolorosas de los músculos o un


grupo amplio de estos son frecuentes, además pueden presentarse también
en forma de calambre.

 Atrofia muscular: la presencia de otros síntomas musculares como la


hipotonía, los espasmos o las contracturas, puede dar lugar a una reducción
o disminución de la masa muscular.
 Pérdida de equilibrio y descoordinación motora: la sintomatología sensitiva
junto con la motora, dará lugar a un déficit significativo de la capacidad de
coordinación motora (fina y gruesa) de la persona afectada. Además,
también podrá presentar un equilibrio inestable o incontrolable.

2.1.2.2. Sintomatología Sensorial


 Parestesias: las personas afectadas suelen describir la presencia de
sensaciones de adormecimiento, hormigueo o calambre en las extremidades
y otras áreas corporales.
 Pérdida de sensibilidad: puede observarse una reducción significativa de la
percepción de los estímulos externos (tacto, temperatura, dolor, etc.).
 Dolor agudo: suelen aparecer episodios de dolor neuropático recurrentes,
especialmente en los momentos de relajación o durante el sueño. Constituye
uno de los síntomas más graves en relación a nivel de calidad de vida de la
persona afectada.

2.1.2.3. Sintomatología Autonómica

 Anomalías en la sudoración: en buna parte de los casos, aparece una


hipohidrosis. Es decir, una reducción significativa del volumen de sudoración
ante la presencia de estímulos que incrementan la temperatura y actividad
corporal. A su vez, puede causar importantes complicaciones médicas
relacionadas con la piel y el control de la temperatura corporal.

 Mareos: algunas personas refieren sensaciones de inestabilidad,


desequilibrio, confusión, visión borrosa o náuseas. En buena parte de los
casos, asociados a la ocurrencia de episodios de dolor neuropático.

 Pérdida de consciencia: la presencia constante de mareo, los síntomas


asociados y otras complicaciones médicas de mayor gravedad, puede
resultar en una pérdida de consciencia temporal.
 Alteraciones gastrointestinales: cuando las lesiones afectan de forma
significativa a las ramas nerviosas que controlan las funciones
gastrointestinales, es posible observar la presencia de estreñimiento, diarrea,
o incontinencia urinaria, entre otros.

2.1.3. Causas

La neuropatía periférica puede aparecer como consecuencia de una amplia


variedad de factores que ocasionan daños o lesiones en las ramas nerviosas
periféricas (Pai, 2009).

Concretamente, puede darse una degeneración directa de la estructura


nerviosa producto de una patología primaria, o ser consecuencia de condiciones
médicas secundarias (Pai, 2009).

Muchas de las causas etiológicas identificadas están relacionadas con la


presencia de agentes tóxicos, enfermedades sistémicas, consumo de fármacos,
agentes quimioterapéuticos, traumatismos o lesiones mecánicas, procesos
infecciosos, reacciones autoinmunes, anomalías genéticas y/o deficiencias
nutricionales, entre otras muchas (Pai, 2009).

Sin embargo, la más común está relacionada con el padecimiento de la


diabetes. En Estados Unidos, más del 60% de las personas que sufren diabetes
desarrollan tarde o temprano alguna forma de daño nervioso, con una intensidad
variable (National institute of Neurological Disorders and Stroke, 2016).

2.1.4. Diagnóstico

Buena parte de los síntomas que produce la neuropatía periférica son


identificables a nivel clínico, en base a la historia clínica, exploración física y
evaluación neuropsicológica.
Sin embargo, el curso clínico de esta patología puede incluir una
sintomatología imprecisa o poco clara, debido a esto, es esencial emplear diversas
pruebas complementarias (Johns Hopkins Medicine, 2016).

Los abordajes diagnósticos clásicos suenen incluir: electromiografía,


biopsia nerviosa y/o cutánea, imágenes por resonancia magnética, análisis
sanguíneo o la extracción de líquido cefalorraquídeo (Johns Hopkins Medicine,
2016).

Así, el procedimiento básico incluye (Mayo Clinic, 2016):

 Historia médica completa: en esta fase, es importante analizar la


presentación y evolución de los síntomas, la exposición a factores etiológicos
de riesgo, el estilo de vida y/o la historia médica familiar asociada al
padecimiento de patologías nerviosas.

 Exploración neurológica: alguno de los aspectos que se examinan son la


fuerza, capacidad sensitiva, reflejos, posturas, coordinación psicomotora,
etc.

 Análisis sanguíneo: se suelen emplear para detectar la presencia de


deficiencias vitamínicas, alteración de la función inmunológica opa
decimiento de diabetes.

 Pruebas de imagen: la resonancia magnética nuclear o la tomografía axial


computerizada pueden resultar útiles para la detección de tumores u otro tipo
de patologías estructurales.

 Análisis de la conducción nerviosa: es frecuente el uso de pruebas que


determinen la conducción de la información a través de las fibras nerviosas
en las que se sospecha una alteración.

 Biopsia nerviosa: se basa en la extracción de una porción reducida de tejido


nervioso para evaluar la presencia de anomalías microscópicas.
2.1.5. Tratamiento

Las intervenciones terapéuticas diseñadas para la neuropatía periférica


presentan dos objetivos fundamentales: control de la causa etiológica y mejora de
los signos y síntomas médicos asociados (Azhary et al., 2010).

La eliminación de la causa de la enfermedad, a menudo, es posible gracias


al control de la exposición a agentes tóxicos, el consumo de determinadosfármacos,
el suplemento nutricional, el control de la enfermedad sistémica o el abordaje
quirúrgico de las posibles compresiones mecánicas (Azhary et al., 2010).

Por otro lado, el tratamiento sintomatológico se basa fundamentalmente en


la prescripción farmacológica de analgésicos, antiinflamatorios, anticonvulsivos,
antidepresivos, narcóticos, etc. (Azhary et al., 2010).

Además, las complicaciones físicas relacionadas con la función motora,


suelen requerir fisioterapia. Esto permite mejorar el control del equilibrio, la marca,
o las destrezas motoras finas.

Por otro lado, también existen otro tipo de terapias y procedimientos, menos
empleados, pero que también reportan importantes beneficios en el tratamiento de
la neuropatía periférica: la estimulación eléctrica nerviosa transcutánea, el
intercambio de plasma globulina o la cirugía.
III. REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

AAFP. (2010). Peripheral Neuropathy: Differential Diagnosis and Management.


Obtenido de American Academy of Family Physicians.

ACPA. (2016). Peripheral Neuropathy. Obtenido de American Chronic Pain


Association.

CLEVELAND CLINIC. (2016). Peripheral Neuropathies. Obtenido de Cleveland


Clinic.

FPN. (2016). What Is Peripheral Neuropathy. Obtenido de The Foundation for


Peripheral Neuropathy.

JHONS HOPKINS MEDICINE. (2016). Peripheral Neuropathy. Obtenido de Jhons


Hopkins Medicin.

MAYO CLINIC. (2016). Peripheral neuropathy. Obtenido de Mayo Clinic.

NIH. (2016). Neuropathy. Obtenido de National Institute of Diabetes and Digestive


and Kidney Disease.

NIH. (2016). Peripheral Neuropathy Fact Sheet. Obtenido de National Institute of


Neurological Disorders and Stroke.
ANEXO

Figura 1. Neuropatía periférica en las manos

Figura 1. Neuropatía periférica en los pies

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