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PROGRAMA ESPECÍFICO DE DEPRESIÓN

2001-2006

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Secretaría de Salud

Dr. Julio Frenk Mora


Secretario de Salud

Dr. Enrique Ruelas Barajas


Subsecretario de Innovación y Calidad

Dr. Roberto Tapia Conyer


Subsecretario de Prevención y Protección de la Salud

Dr. Roberto Castañón Romo


Subsecretario de Relaciones Institucionales

Lic. Ma. Eugenia de León-May


Subsecretaria de Administración y Finanzas

Dr. Guido Belsasso


Comisionado del Consejo Nacional
Contra las Adicciones

Dr. Eduardo González Pier


Coordinador General de Planeación Estratégica

Dr. Misael Uribe


Coordinador General de
los Institutos Nacionales de Salud

Dr. Salvador González Gutiérrez


Director General de los Servicios de Salud Mental

Mtro. Gonzalo Moctezuma Barragán


Director General de Asuntos Jurídicos

Lic. Gustavo Lomelín Cornejo


Director General de Comunicación Social

Programa Específico de Depresión

Primera edición, 2002

D. R. Secretaría de Salud
Lieja 7, Col. Juárez
06696 México, D. F.

Impreso y hecho en México


Printed and made in Mexico
ISBN------------

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La información de esta publicación se puede obtener como documento PDF en la página
de Internet de la Secretaría de Salud: www.ssa.gob.mx

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Mensaje del Comisionado Nacional

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado que las


necesidades crecientes de atención en salud mental, tanto actuales como en el futuro
próximo, requieren programas de intervención creativos y científicamente probados, así
como de la voluntad política y consenso social para impulsarlos. Ha propuesto también
dirigir las acciones de los programas a la reestructuración y promoción del
mejoramiento de los servicios psiquiátricos y su acercamiento a la comunidad,
facilitando así su integración a la atención primaria y el desarrollo de acciones dirigidas
a disminuir la prevalencia de los trastornos mentales; destacando la importancia de la
promoción de la salud mental.
La depresión ocupa el cuarto lugar en la lista de afecciones que contribuyen a la
carga mundial de morbilidad, calculando que para el año 2020 pasará al segundo puesto.
A escala mundial, la depresión es dos veces más frecuente entre las mujeres que entre
los varones y constituye actualmente una de las 10 principales causas de discapacidad.
Se calcula que entre 10 y 20 millones de personas intentan suicidarse todos los años; un
millón de ellas muere.
La OMS establece dentro de su programa de salud mental que la atención a la
enfermedad depresiva es prioritaria. En México, la Secretaría de Salud (SSA), a través
del Consejo Nacional contra las Adicciones y de la Dirección General de los Servicios
de Salud Mental, elaboró el Programa de Acción de Salud Mental 2001-2006 (PASM),
del que se derivan ocho Programas Específicos, siendo uno de ellos el Programa
Especifico de Depresión. En respuesta, este programa intenta cumplir con los retos de
calidad, equidad y protección financiera planteados.
Dentro de los problemas de salud mental, la depresión es uno de los trastornos
que puede ser fácilmente diagnosticado por los médicos generales en el primer nivel de
atención, la OMS estima que entre el 60 y 80% de las personas con trastorno depresivo
puede ser tratado por un tipo de terapia breve y el uso de antidepresivos, sin embargo,
cerca del 25 %, en algunos países sólo el 10%, recibe tales tratamientos. Dentro de las
barreras que se señalan para que esto ocurra, se encuentra la falta de recursos, así como
la falta de capacitación a los médicos y también el estigma social asociado con cualquier
trastorno mental, incluyendo la depresión.

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Estos datos nos muestran que el problema se agrava cuando se conoce que de las
personas que deciden ir a consultar a un médico, un porcentaje alto de éstas no son
correctamente diagnosticadas y por lo tanto no tratadas. Por lo general la intervención
adecuada en los pacientes deprimidos, se retrasa debido a pacientes que rehúsan
informar síntomas depresivos o a enfrentar el estigma diagnóstico. Por lo tanto, los
médicos de cuidado primario necesitan vigilar las manifestaciones de depresión y tener
conocimiento de las recomendaciones terapéuticas actuales.
En nuestro país es necesario que los integrantes de los equipos de salud estén
capacitados para identificar aquellos desórdenes mentales que tienen una incidencia
mayor en la población, manejen los casos más simples y sepan dirigir a los pacientes
hacia los servicios correspondientes cuando requieran una atención especializada.

El Programa Específico de Depresión ha establecido estrategias con las cuales


pretende lograr que la población esté mejor informada sobre esta enfermedad y
conciente acerca de su alcance. También capacitará a los médicos generales, así como
al equipo de salud del primer nivel de atención en el manejo y detección de los
pacientes que presenten cuadros depresivos y en especial los que han sufrido algún
intento de suicidio. Esto beneficiará la atención integral de los pacientes que la padecen,
facilitando su reconocimiento y el entendimiento de la misma, por parte, de parientes y
enfermos, se incrementará la capacidad resolutiva de atención, enfocando nuestra
atención en las minorías vulnerables, los grupos considerados de mayor riesgo social y
de salud, como la población indígena y de escasos recursos, por ser los que padecen las
mayores adversidades de la complejidad demográfica.

Guido Belsasso
Comisionado
Consejo Nacional contra las Adicciones

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Presentación

En nuestro país, entre las principales quince causas de pérdida de años de vida saludable
(AVISA), se encuentran las enfermedades psiquiátricas y neurológicas, que representan
en conjunto el 18% del total de AVISA; las cuales tienen un impacto en la economía y
en la sociedad al impedir la participación activa de millones de individuos en
actividades productivas. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) representan
el 20%, estos trastornos medidos por años de vida ajustados por discapacidad (AVAD),
alcanzan el 11.5% de la carga total de enfermedades.
Por lo anterior, durante esta administración uno de los Programas Prioritarios de la
Secretaría de Salud es el Programa de Acción en Salud Mental 2001-2006, el cual fue
publicado y presentado por el C. Secretario de Salud, Dr. Julio Frenk Mora, en el mes
de octubre del año próximo pasado.
El corolario de este Programa de Acción, particularmente por ser el primero en su
género en nuestro país, es la formulación de Programas Específicos en: Depresión,
Epilepsia, Esquizofrenia, Demencias y Trastornos Asociados, Psicopatología Infantil y
de la Adolescencia, Trastorno por Déficit de Atención, Enfermedad de Parkinson y
Atención Psicológica en Casos de Desastre.
Estos ocho Programas buscan dar respuesta a aquellos trastornos psiquiátricos y
neurológicos que tienen una alta prevalencia y producen discapacidad.
Para la elaboración de estos Programas Específicos se conformaron Comités
Consultivos Académicos (CCA) que están presididos por un Vocal Ejecutivo y están
integrados por especialistas del más alto nivel profesional, académico y de
investigación, los cuales en conjunto aportaron sus valiosos conocimientos para los
contenidos de cada programa y fijaron las grandes estrategias, líneas de acción y
acciones específicas para la implantación de los mismos. Se hizo, por parte de la
Dirección de Coordinación Técnica de Programas del Órgano Desconcentrado de los
Servicios de Salud Mental, un esfuerzo para homogeneizar los programas en la medida
de lo posible, ya que cada uno de ellos tiene una identidad definida y los diferentes
trastornos tienen un abordaje diferente.
Los Programas se ponen a la consideración de la comunidad médica, científica y
administrativa en el ámbito de la salud en México, esperando les sean de utilidad en el
desempeño de sus labores y buscando construir una base de conocimientos común que

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permita consolidar una respuesta eficaz, eficiente y oportuna a los problemas de salud
mental en nuestro país.

Salvador González Gutiérrez


Director General
SERSAME

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Índice

Introducción

Primera Parte
Análisis de la Problemática de la Depresión

Capítulo I
Antecedentes históricos

Capítulo II
Conceptos generales de la depresión.
• Definición
• Diagnóstico
• Manifestaciones clínicas
• Síntomas característicos de la depresión
• Evolución
• Factores asociados a la enfermedad
• Grupos de riesgo
• Comorbilidad

Capítulo III
Epidemiología

Capítulo IV

Diagnóstico situacional de la depresión en México

• Acciones del Estado para la atención de la depresión


• Infraestructura
• Investigación
• Formación y capacitación de recursos humanos
• Promoción y prevención
• Detección
• Diagnóstico

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• Tratamiento
• Normatividad y legislación

Segunda Parte
Plan de Acción

Capítulo V
Los Retos

Capítulo VI

Objetivos
• Objetivo General
• Objetivos Específicos

Capítulo VII

Estrategias, líneas de acción, acciones específicas, metodología y metas.

Capítulo VIII
Seguimiento y evaluación

Reconocimientos

Bibliografía
Apéndices

• Comité Consultivo Académico del Programa Específico de Depresión


• Programas de la SSA vinculados al Programa Específico de Depresión
• Trastorno bipolar
• Directorio de instituciones que atienden los padecimientos psiquiátricos
• Abreviaturas y acrónimos
• Glosario

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Introducción

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2000, “alrededor


de 400 millones de personas en el mundo sufren de algún trastorno mental o
neurológico, o algún problema psicosocial relacionado con el consumo de alcohol o
consumo de drogas” (WHO/OMS, 2000) y, dentro de los trastornos mentales, la
depresión ocupa un lugar importante, por lo que la OMS establece dentro de su
Programa de Salud Mental que la atención a la enfermedad depresiva es prioritaria.
El problema se agrava cuando las personas que deciden ir a consultar a un médico, no
son correctamente diagnosticadas en un alto porcentaje y por lo tanto no tratadas. Por lo
general la intervención adecuada en los pacientes deprimidos, se retrasa debido a
pacientes que rehúsan informar síntomas depresivos o a enfrentar el estigma
diagnóstico. Por lo tanto, los médicos de cuidado primario necesitan vigilar las
manifestaciones de la depresión y tener conocimiento de las recomendaciones
terapéuticas actuales.
Dentro de los problemas de salud mental, la depresión es uno de los trastornos que
puede ser fácilmente diagnosticado por los médicos generales en el primer nivel de
atención; la OMS estima que entre el 60 y 80% de las personas con trastorno depresivo
puede ser tratado por un tipo de terapia breve y el uso de antidepresivos, sin embargo,
cerca del 25 %, en algunos países sólo el 10%, recibe tales tratamientos. Dentro de las
barreras que se señalan para que esto ocurra, se encuentra la falta de recursos, así como
la falta de capacitación a los médicos, lo que se traduce en un diagnóstico inadecuado,
la negación abierta de los pacientes de la enfermedad debido al estigma social asociado
con cualquier trastorno mental, incluyendo a la depresión.
El problema de la depresión se ha venido incrementando por lo que el Presidente de la
Asociación Mundial de Psiquiatría, Dr. Juan José López Ibor, declaró en el Día Mundial
de la Salud, el 7 de abril del 2001, que:
“Para el año 2020, la depresión será la primera causa de baja laboral en los países
desarrollados y la segunda enfermedad más frecuente en el mundo”.
(www.cnnespañol.com, 2001).
En los resultados del estudio multicéntrico que efectuó la OMS en 14 países para
determinar los problemas de salud mental que se presentan con mayor frecuencia en la
práctica médica general, se encontró que de uno a cuatro adultos que acudían a la
consulta general tenía un trastorno mental, y solo el 1% de esas personas recibía

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atención especializada. Los pacientes con un trastorno mental (depresión), presentaban
niveles de discapacidad mayores que el promedio de discapacidad de pacientes con
otras enfermedades crónicas, tales como hipertensión, diabetes, artritis y dolor de
espalda. (Üstum y Sartorius, 1999).
El Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud, en su informe acerca de la
carga global de las enfermedades (medida en años de vida ajustadas por discapacidad)
muestra un cambio en la ubicación de la depresión mayor. En 1999 ocupaba el cuarto
lugar, después de infecciones respiratorias, diarrea y condiciones del periodo prenatal, y
en la proyección para el año 2020, se prevé que la depresión mayor ascienda hasta el
segundo lugar después de la enfermedad isquémica del corazón.
Se estima que en el mundo hay 340 millones de personas con este padecimiento y las
proyecciones para el año 2020, muestran que los trastornos psiquiátricos y neurológicos
podrían incrementarse en todo el mundo de 10.5% de carga total de discapacidad a
cerca del 15%, siendo una proporción mayor de incremento que lo que se espera para
las enfermedades cardiovasculares. (Üstum y Sartorius, 1999).
La depresión a pesar de ser un trastorno médico grave, es curable, se trata a menudo de
una enfermedad crónica recurrente que afecta la vida familiar, reduce la capacidad de
adaptación social, es una causa de pérdida de productividad en el trabajo y tiene una
gran influencia en los costos de salud. La gran carga económica que impone a la
sociedad hace urgente la atención de esta enfermedad. El tratamiento de la depresión
con un medicamento efectivo, fácil de usar y relativamente libre de efectos secundarios
puede resultar menos costoso a largo plazo que el no dar tratamiento o que éste sea
inadecuado, asociado con un bajo cumplimiento y una calidad de vida deficiente. El
costo del medicamento es mínimo si se compara con otros costos médicos en los que se
incurre cuando la depresión no es tratada o se hace en forma inadecuada.
En este contexto es que el Consejo Nacional contra las Adicciones (CONADIC) a través
del Órgano Desconcentrado de los Servicios de Salud Mental, se ha dado a la tarea de
formular un programa que atienda este padecimiento, el cual está dirigido a las
instancias administrativas del sector salud, que son responsables de dirigir y orientar las
acciones en pro de la salud mental. Asimismo, puede servir de guía para todas aquellas
personas interesadas en el tema y que estén realizando acciones específicas para brindar
atención integral a este padecimiento, pues brinda un marco de referencia a partir del
cual pueden planear y organizar programas congruentes con las estrategias planteadas
por el actual gobierno. Para llevar al cabo la elaboración de este programa específico se

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conformó un Comité Consultivo Académico, el cual está integrado por especialistas en
el tema de la depresión y que trabajan en diferentes instituciones, tanto del sector
público como del privado. Este Comité fue el responsable de desarrollar el contenido y
estrategias del programa, considerando la filosofía del actual gobierno en materia de
salud pública.
El Programa Específico de Depresión se desprende del Programa de Acción en Salud
Mental 2201-2006 (PASAM), a partir de su estrategia 3 “Enfrentar los problemas
emergentes mediante la definición explícita de prioridades” y en su línea de acción 3.2.
señala el “Establecimiento de los Programas de Acción para la atención integral de los
trastornos mentales”, de donde se desprende la acción específica 3.2.2.
“Instrumentación y puesta en marcha de los programas específicos sobre los
padecimientos psiquiátricos y neurológicos más frecuentes para su aplicación a nivel
nacional”.
Este Programa Específico de Depresión consta de dos partes: la primera de ellas se
refiere al análisis de la problemática de la depresión y se divide en cuatro capítulos; el
primero describe los antecedentes históricos; el segundo corresponde a los conceptos
generales de la depresión, la definición de la misma, los factores asociados a la
enfermedad, los grupos de riesgo, el diagnóstico y la comorbilidad; el tercer capítulo se
refiere a la epidemiología de esta enfermedad y el cuarto capítulo describe el
diagnóstico situacional de la depresión en México.
La segunda parte incluye el Plan de Acción del Programa, en donde se plantean los retos
a enfrentar, el objetivo general y los objetivos específicos y las estrategias, líneas de
acción, acciones específicas, metodología y metas, que deberán llevarse al cabo durante
la presente administración.
La última parte de este Programa contiene los apéndices que incluyen la lista de los
miembros del Comité Consultivo Académico de Depresión; se presenta un resumen
sobre el trastorno bipolar, ya que se identifica a éste como la sexta causa de
discapacidad a nivel mundial, siendo superada solamente por la depresión mayor; se
enuncian los Programas de la Secretaría de Salud que se vinculan con el Programa
Específico de Depresión; las abreviaturas y acrónimos, así como un glosario de
términos.

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PRIMERA PARTE
Análisis de la Problemática de la Depresión

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Capítulo I
Antecedentes históricos
Numerosos textos antiguos contienen descripciones de lo que hoy conocemos como
trastornos del estado de ánimo. La historia del rey Saúl en el Viejo Testamento y la del
suicidio de Ajax en la Ilíada de Homero describen síndromes depresivos.
Aproximadamente en el 400 a. C., Hipócrates utilizó los términos de “manía” y
“melancolía” para describir trastornos mentales. Cerca del año 30 d. C. el médico
romano Aulus Cornelius Celsus describió el concepto de melancolía utilizado por los
griegos (melan [negra] y cholé [bilis]) en su texto De re medicina, como una depresión
causada por la bilis negra. El término continuó siendo utilizado por otros autores
médicos, como Areteo (120-180), Galeno (129-199) y Alejandro de Tralles en el siglo
VI. El médico y filósofo judío Moisés Maimónides en el siglo XII consideró a la
melancolía como una entidad clínica discreta. En 1686 Bonet describió una enfermedad
mental a la que llamó maniaco-melancholicus.
En 1854 Jules Falret llamó folie circulaire, a una patología en la que el paciente
experimentaba de forma cíclica estados depresivos y maníacos. Casi al mismo tiempo,
otro psiquiatra francés, Jules G. F. Baillarger, definió la folie a double forme: los
pacientes, profundamente deprimidos, entraban en un estado de estupor del que
finalmente se recuperaban. En 1882, el psiquiatra alemán Karl Kahlbaum, mediante el
término ciclotimia, describió la manía y la depresión como fases de una misma
enfermedad.
En 1899, Kraepelin, basándose en trabajos previos de diversos psiquiatras franceses y
alemanes, definió una psicosis maníaco-depresiva con la mayoría de los criterios que los
psiquiatras utilizan actualmente para diagnosticar el trastorno bipolar I. La ausencia de
una evolución que llevara al deterioro y a la demencia diferenciaba la psicosis maníaco
depresiva de la demencia precoz (tal como se denominaba entonces a la esquizofrenia).
Kraepelin también describió una forma de depresión denominada melancolía involutiva
y que se ha considerado desde entonces una forma de trastorno del estado de ánimo de
inicio tardío; el trastorno empieza tras la menopausia en las mujeres y en los últimos
años de la edad adulta en los hombres.”
Ya en años más recientes el trastorno depresivo mayor fue descrito en el Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-III) y actualmente en el
DSM-IV en el que se especifica que los dos principales trastornos de este grupo son el
trastorno depresivo mayor y el trastorno bipolar I. Además se considera, en este

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documento, a la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) para caracterizar
a la depresión.

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Capítulo II
Conceptos generales

Definición
Las dos clasificaciones más ampliamente aceptadas por la comunidad médica y
científica internacional son la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) y
el DSM-IV, en su cuarta versión, de la Asociación Psiquiátrica Americana, las cuales
servirán de referencia para el marco conceptual de este Programa.
De acuerdo con el CIE-10 un episodio depresivo típico se caracteriza, tanto en los casos
leves como moderados o graves, porque: “el paciente sufre un decaimiento del ánimo,
con reducción de su energía y disminución de su actividad. Se deteriora la capacidad de
disfrutar, el interés y la concentración, y es frecuente un cansancio importante, incluso
después de la realización de esfuerzos mínimos. Habitualmente el sueño se encuentra
perturbado, en tanto que disminuye el apetito. Casi siempre decaen la autoestima y la
confianza en sí mismo, y a menudo aparecen algunas ideas de culpa o de ser inútil,
incluso en las formas leves. El decaimiento del ánimo varía poco de un día al siguiente,
es discordante con las circunstancias y puede acompañarse de los así llamados síntomas
“somáticos”, el despertar matinal con varias horas de antelación a la hora habitual, el
empeoramiento de la depresión por las mañanas, el marcado retraso psicomotor, la
agitación y la pérdida del apetito, de peso y de la libido. El episodio depresivo puede ser
calificado como leve, moderado o grave, según la cantidad y la gravedad de sus
síntomas”.
Según la Clasificación Internacional de las Enfermedades, las pautas para el diagnóstico
de la depresión son:

¾ Estado de ánimo bajo o tristeza


¾ Pérdida de interés o capacidad de disfrutar

Frecuentemente se presentan síntomas asociados:


¾ Trastornos del sueño
¾ Culpabilidad o baja autoestima
¾ Astenia o pérdida de energía
¾ Falta de concentración
¾ Trastorno del apetito

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¾ Pensamientos o actos suicidas
¾ Agitación o enlentecimiento de los movimientos o del habla
¾ Disminución de la libido

De acuerdo con la clasificación que plantea el DSM-IV “los trastornos del estado de
ánimo están divididos en trastornos depresivos, trastornos bipolares y dos trastornos
basados en la etiología: trastorno del estado de ánimo debido a enfermedad médica y
trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias. Los trastornos depresivos se
distinguen de los trastornos bipolares por el hecho de no haber historia previa de
episodio maníaco, mixto o hipomaníaco. Los trastornos bipolares implican la presencia
de episodios maníacos, episodios mixtos o episodios hipomaníacos, normalmente
acompañados por la presencia de episodios depresivos mayores”.
“El trastorno depresivo mayor se caracteriza por uno o más episodios depresivos
mayores (al menos dos semanas de estado de ánimo depresivo o pérdida de interés
acompañados por al menos otros cuatro síntomas de depresión)”.
“El trastorno distímico se caracteriza por al menos dos años en los que ha habido más
días con estado de ánimo depresivo que sin él, acompañado de otros síntomas
depresivos que no cumplen los criterios para un episodio depresivo mayor”.
“El trastorno depresivo no especificado se incluye para codificar los trastornos con
características depresivas que no cumplen los criterios para un trastorno depresivo
mayor, trastorno distímico, trastorno adaptativo con estado de ánimo deprimido o
trastorno adaptativo con estado de ánimo mixto ansioso y depresivo o con síntomas
depresivos sobre los que hay una información inadecuada o contradictoria”.
“La característica básica del episodio depresivo mayor es un período de al menos dos
semanas durante el que hay un estado de ánimo deprimido o una pérdida de interés o
placer en casi todas las actividades. En los niños y adolescentes el estado de ánimo
puede ser irritable en lugar de triste. El sujeto también debe experimentar al menos otros
cuatro síntomas de una lista que incluye cambios de apetito o peso, del sueño y de la
actividad psicomotora; falta de energía; sentimientos de infravaloración o culpa;
dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones y pensamientos recurrentes de
muerte o ideación, planes o intentos suicidas. Para indicar la existencia de un episodio
depresivo mayor, un síntoma debe ser de nueva presentación o haber empeorado
claramente si se compara con el estado del sujeto antes del episodio. Los síntomas han
de mantenerse la mayor parte del día, casi cada día, durante al menos dos semanas

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consecutivas. El episodio debe acompañarse de un malestar clínico significativo o de
deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. En
algunos sujetos con episodios leves la actividad puede parecer normal, pero a costa de
un esfuerzo muy importante”.
“El grado de incapacidad asociado a un episodio depresivo mayor es variable, pero
hasta en los casos más leves ha de haber un malestar clínico significativo o deterioro
social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. Si la
incapacidad es grave, el sujeto puede perder su capacidad para relacionarse o trabajar.
En casos extremos el sujeto puede ser incapaz de cuidar de sí mismo o de mantener una
mínima higiene personal”.
“Es esencial una buena entrevista clínica para descubrir los síntomas de un episodio
depresivo mayor. La información puede verse comprometida por los problemas de
concentración, el deterioro mnésico o la tendencia a negar, quitar importancia o
justificar los síntomas. La información de otras fuentes puede ser especialmente
relevante para clarificar el curso de los episodios depresivos mayores actuales o pasados
y para valorar si ha habido episodios maníacos o hipomaníacos. La evaluación de los
síntomas de un episodio depresivo mayor es especialmente difícil cuando se presentan
en un sujeto que tiene además una enfermedad médica (cáncer, accidentes vasculares
cerebrales, infarto de miocardio, diabetes). Algunos de los criterios de un episodio
depresivo mayor son idénticos a los síntomas y signos característicos de las
enfermedades médicas. Este tipo de síntomas se deben atribuir a un episodio depresivo
mayor, excepto cuando son clara y completamente atribuibles a una enfermedad
médica”.
“Por definición, un episodio depresivo mayor no es debido a los efectos fisiológicos
directos de las drogas, a los efectos secundarios de los medicamentos o a la exposición a
tóxicos. Asimismo, el episodio no es debido a los efectos fisiológicos directos de
ninguna enfermedad médica. Además, si los síntomas empiezan antes de transcurrir dos
meses de la pérdida de un ser querido y no persisten más allá de estos dos meses,
generalmente se consideran resultado de un duelo, a menos que estén asociados a un
deterioro funcional importante o incluyan preocupaciones mórbidas de inutilidad,
ideación suicida, síntomas psicóticos o enlentecimiento psicomotor”.

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Diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad depresiva se realiza a partir del examen clínico que se
practica al paciente, es decir, se considera la presencia de los síntomas que se describen
de acuerdo con el DSM-IV, por lo que es importante que el médico de primer contacto
esté actualizado en la materia.

Manifestaciones clínicas de la enfermedad depresiva


La depresión es un desorden que casi siempre se presenta de manera oculta, con fatiga
crónica, dolor o quejas somáticas no específicas. El estado depresivo puede ser evidente
o puede manifestarse como indiferencia o flojera, incomodidad, “nervios”, agitación o
irritabilidad. Por esto último se requiere un conocimiento adecuado, ya que muchos
síntomas presentes pueden ser depresivos y no una afección de otro tipo.
Existen dos patrones sintomáticos básicos en los trastornos del ánimo, uno para la
depresión y otro para la manía. Los episodios depresivos pueden darse tanto en el
trastorno depresivo mayor como en el trastorno bipolar I. Aunque muchos estudios han
intentado identificar diferencias fiables entre los episodios depresivos del trastorno
bipolar I y los del trastorno depresivo mayor, los resultados no han sido satisfactorios.
En el contexto clínico, únicamente los antecedentes personales y familiares y el curso de
la enfermedad pueden ayudarnos a diferenciar ambas entidades. Algunos pacientes con
un trastorno bipolar I presentan estados mixtos con síntomas depresivos breves - desde
unos minutos a pocas horas - durante los episodios maníacos.

Síntomas característicos de la depresión


De acuerdo con el DSM-IV los síntomas de la enfermedad depresiva son:
A. Presencia de cinco o más de los siguientes síntomas durante un período de 2
semanas, que representan un cambio respecto a la actividad previa, uno de los síntomas
debe ser: a) estado de ánimo deprimido o b) pérdida de interés o de la capacidad para el
placer.

1) Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi cada día según lo indica el
propio sujeto (por ejemplo, se siente triste o vacío) o la observación realizada por
otros (por ejemplo, llanto). En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser
irritable.

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2) Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi
todas las actividades, la mayor parte del día, casi cada día (según lo refiere el propio
sujeto u observan los demás).
3) Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso (por ejemplo, un
cambio de más del 5% del peso corporal en un mes) o la pérdida o aumento del
apetito casi cada día. En los niños hay que valorar el fracaso en lograr los aumentos
de peso esperables.
4) Insomnio o hipersomnia casi cada día.
5) Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás,
no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido).
6) Fatiga o pérdida de energía casi cada día.
7) Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiados (que pueden ser
delirantes) casi cada día (no simples auto reproches o culpabilidad por el hecho de
estar enfermo).
8) Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse o indecisión, casi cada día
(ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena).
9) Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación suicida
recurrente sin un plan específico o una tentación de suicidio o un plan específico
para suicidarse.
B. Los síntomas no cumplen los criterios para un episodio mixto.
C. Los síntomas provocan malestar significativo o deterioro social, laboral o de otras
áreas importantes de la actividad del individuo.
D. Los síntomas son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por
ejemplo, una droga, hipotiroidismo).
E. Los síntomas no se explican mejor por la presencia de un duelo (por ejemplo,
después de la pérdida de un ser querido), los síntomas persisten durante más de dos
meses o se caracterizan por una acusada incapacidad funcional, preocupaciones
mórbidas de inutilidad, ideación suicida, síntomas psicóticos o enlentecimiento
psicomotor.

Evolución
Una depresión importante no tratada se resuelve en forma espontánea en el 40% de los
casos en un lapso de 6 a 12 meses. Aproximadamente en el 20% de los casos, la
resolución no es completa y los síntomas subclínicos pueden subsistir durante años.

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Otro elemento importante que debe ser tomado en cuenta son las probabilidades
acumuladas de recurrencia (PAR) después de la recuperación de un episodio de
depresión mayor unipolar (Véase gráfica número 1).
Gráfica número 1
Comparación entre IMP y NIMH
Probabilidad1 Acumulada de Recurrencia después de la
Recuperación de un Episodio de Depresión Mayor Unipolar.

Recurrencia N2 3 Meses 6 Meses 1 Año 2 Años 5 Años

1 318 5% 13% 25% 42% 60%

2 172 9% 22% 41% 59% 77%

3 92 10% 24% 47% 62% 79%

4 56 15% 24% 48% 62% --

5 37 17/ 31% 52% 74% --

Fuente: 1
2 Kaplan
Meler limites de productos estimados
Número de riesgo de recurrencia
El mes previo a la cuarta y quinta recurrencia, el 83% de los sujetos no recibieron antidepresivos y
el 22% recibieron < 100mg de imipramina diarios.
Fuente: Datos no publicados. Estudio colaborativo de la depresión NIMH

Analizando los resultados de una investigación realizada en nuestro país, con una
muestra del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” y
comparando dichos resultados con otra muestra estudiada por el National Institute of
Mental Health (NIMH) de los Estados Unidos de Norteamérica, se obtuvo una
interesante comparación entre ambas poblaciones (Véase gráfica número 2).

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Gráfica número 2

Probabilidad Acumulada de Recurrencia después de la Recuperación de un


Episodio de Depresión Mayor Unipolar
Comparación entre IMP y NIMH

n 3 meses 6 m eses 12 meses 24 meses


Primero
IMP 228 10.10% 19.30% 32.00% 37.30%
NIMH 318 5.00% 13.00% 25.00% 42.00%

Segundo
IMP 85 14.10% 24.70% 41.20% 56.50%
NIMH 172 9.00% 22.00% 41.00% 59.00%

Fuente: Heinze y cols. Trabajo Presentado en la Reunión anual de la Asociación P siquiátrica Am ericana, 1999.

Factores asociados a la enfermedad

a) Genéticos
Los datos indican que un factor genético está implicado claramente en el desarrollo de
los trastornos del estado de ánimo, aunque el patrón de transmisión genética sigue
mecanismos complejos. No sólo resulta imposible excluir los efectos psicosociales, no
genéticos los cuales, probablemente desempeñan un papel causal de estos trastornos, al
menos en algunas personas. El componente genético desempeña un papel más
importante en la transmisión del trastorno bipolar I que en la del trastorno depresivo
mayor.
Los estudios familiares han confirmado de manera repetida que los familiares de primer
grado de los pacientes con un trastorno bipolar I tienen una probabilidad de sufrir este
trastorno entre 8 y 18 veces superior a la de los familiares de primer grado de sujetos
control y de 2 a 10 veces más de padecer un trastorno depresivo mayor. Estos estudios
también han encontrado que la probabilidad de que los familiares de primer grado de
sujetos con un trastorno depresivo mayor padezcan un trastorno bipolar I es de 1.5 a 2.5
veces superior a la de los familiares de primer grado de sujetos control y es de dos hasta
tres veces más probable que sufran un trastorno depresivo mayor. También han
señalado que la probabilidad de sufrir trastornos del estado de ánimo decrece a medida
que se aleja el grado de parentesco. La heredabilidad del trastorno bipolar también ha
sido corroborada por el hecho de que el 50% de los pacientes con este trastorno tienen
por lo menos un familiar con un trastorno del estado de ánimo, generalmente un
trastorno depresivo mayor. Si uno de los padres sufre un trastorno bipolar I, existe una

22
probabilidad del 25% de que alguno de los hijos sufra un trastorno del estado de ánimo ;
si ambos padres padecen un trastorno bipolar I, existe una probabilidad del 50 al 75%
de que su hijo desarrolle un trastorno un trastorno del estado de ánimo.
Los estudios con gemelos han mostrado que la tasa de concordancia entre gemelos
monocigóticos para el trastorno bipolar I oscila entre el 33% y el 90%, dependiendo de
cada estudio en particular; para el trastorno depresivo mayor, la concordancia entre
gemelos monicigóticos es aproximadamente de un 50%. En contraste, la concordancia
entre gemelos dicigóticos oscila entre el 5% y el 25% para el trastorno bipolar I y entre
el 10% y el 25% para el trastorno depresivo mayor.

b) Psicosociales
Una observación clínica clásica, reiteradamente confirmada, indica que los
acontecimientos estresantes preceden con más frecuencia a los primeros episodios de
trastornos del estado de ánimo que a los episodios posteriores. Esta asociación se ha
puesto de manifiesto tanto en el trastorno depresivo mayor como en el trastorno bipolar
I. Una de las teorías propuestas para explicar esta observación es que el estrés que
acompaña al primer episodio produce cambios a largo plazo en la biología cerebral.
Estos cambios de larga duración pueden producir variaciones en el funcionamiento de
diferentes neurotransmisores y sistemas de señales intraneuronales y una disminución
exagerada de conexiones sinápticas. Como consecuencia, la persona resulta más
vulnerable para sufrir episodios posteriores de trastornos del estado de ánimo, incluso
sin factores estresantes externos.
Algunos clínicos están convencidos de que los acontecimientos vitales desempeñan un
papel esencial o primario en la depresión; otros sugieren que estos acontecimientos
tienen sólo un papel relativo en el inicio y en la temporalización del trastorno. Los datos
más convincentes indican que el acontecimiento vital más frecuentemente asociado al
desarrollo posterior de una depresión es la pérdida de uno de los progenitores antes de
los 11 años. El factor estresante ambiental más relacionado con el inicio de un episodio
depresivo es la pérdida del cónyuge.
Algunos artículos teóricos y numerosos estudios de caso se han interesado por la
relación entre el funcionamiento familiar y el inicio y curso de los trastornos del estado
de ánimo, en particular el trastorno depresivo mayor. Algunos trabajos indican que la
psicopatología observada en la familia cuando un paciente diagnosticado es sometido a
tratamiento, tiende a permanecer tras la recuperación del paciente. Además, el grado de

23
psicopatología en la familia puede afectar a la tasa de mejoría, las recaídas y la
adaptación tras la recuperación del paciente. Los datos clínicos recalcan la importancia
de evaluar la vida familiar del paciente e identificar los posibles factores estresantes
relacionados con el entorno familiar.

Grupos de riesgo
Esta enfermedad afecta a un 10% de los hombres y a un 20% de las mujeres en algún
momento de la vida. En un periodo determinado, alrededor del 2.5% de los hombres y
del 8% de las mujeres se encuentran deprimidos en forma activa (prevalencia de punto).
Se observan síntomas depresivos significativos hasta en el 36% de todos los pacientes
clínicamente enfermos. Aquellos que sufren demencia, diabetes, afección cardiaca e
insuficiencia renal, presentan tasas especialmente altas de depresión comórbida.
En los grupos más jóvenes, la depresión incrementa el riesgo de alcoholismo, abuso de
drogas y suicidio (Klerman y Weissman, 1987); mientras que en los grupos de personas
más viejas aumenta el riesgo de mortalidad por una enfermedad clínica preexistente
(Murphy y col., 1987; Bruce y Leaf, 1989).
Las personas deprimidas presentan más enfermedades médicas que aquellos sin este
trastorno y hacen uso de los servicios médicos en mayor proporción. El pronóstico en
pacientes que tienen varias enfermedades, es menos halagador entre los pacientes que
padecen depresión. Además, la depresión puede conducir a una importante morbilidad
psicosocial con un menor funcionamiento en roles ocupacionales (Véase gráfica 3).

G ráfica núm ero 3

PR O G R AM A ED U C ATIVO D E LA W PA/PTD SO B R E TR AN STO R N O S D EPR ESIVO S

TASAS D E PREVALENCIA D E LO S TR ASTOR NO S


DEPRESIVO S EN DIFERENTES PO BLAC IONES DE
PAC IENTES*
P oblación General 5.8%
Enferm os crónicos 9.4%
Hospitalizados 33%
P acientes geriátricos 36%
hospitalizados
P acientes con cáncer (am bulatorios) 33%
P acientes con cáncer hospitalizados 42%
P acientes con apoplejía 47%
P acientes con infarto de m iocardio 45%
39%
P acientes con enferm edad de Parkinson
10 20 30 40 50
0%
% % % % %

*S egún el estudio realizado, varía la gam a de porcentajes.


Fuente: P rogram a Educativo W P A -PTD sobre Trastornos Depresivos

24
Cerca del 60% de todos los suicidios están relacionados con depresión importante y,
eventualmente, el 15% de las personas en estado depresivo que ingresa a un hospital
psiquiátrico comete suicidio, de acuerdo con un estudio del Programa Educativo de los
Trastornos Depresivos de la Asociación Psiquiátrica Mundial (WPA-PTD) (Véase
gráfica número 4).

G ráfica nú m. 4

T AS AS D E S U IC ID IO S C AU S AD O S P O R T R AS T O R N O S
D E P R E SIV O S

D os tercios de los pacientes


deprim idos exhiben ideas 10% - 15% de los
suicidas pacientes
(K ap lan & S ad oc k , deprim idos se suicidan
1 99 1)
F u ente: P rog ram a E d ucativo W P A -P T D sobre T rastorno s D e pres ivo s

Comorbilidad
De acuerdo al DSM-IV el trastorno depresivo mayor puede asociarse a enfermedades
médicas crónicas. Hasta un 20-25% de los sujetos con determinadas enfermedades
médicas (por ejemplo, diabetes, infarto de miocardio, carcinomas, accidentes vasculares
cerebrales) presentarán un trastorno depresivo mayor a lo largo del curso de su
enfermedad médica. Si hay un trastorno depresivo mayor, el tratamiento de la
enfermedad médica es más complejo y el pronóstico, menos favorable.
Se observan síntomas depresivos significativos hasta en el 36% de todos los pacientes
clínicamente enfermos. Aquellos que sufren demencia, diabetes, afección cardiaca e
insuficiencia renal, presentan tasas especialmente altas de depresión comórbida.
Además, la depresión puede conducir a una importante morbilidad psicosocial con un
menor funcionamiento en roles ocupacionales.
La depresión está asociada con un aumento en la morbilidad de casi todas las
enfermedades fisiológicas, incluyendo las enfermedades cardiovasculares y los
problemas respiratorios (Sims, 1988), así como a un incremento en el índice de muerte
repentina por una causa cardiovascular.

25
Suicidio
La ideación suicida y los intentos suicidas son comunes entre las personas que padecen
depresión. Debido a que la ideación suicida es una característica común de la depresión,
es importante evaluar el potencial suicida de cada paciente. La presencia de factores de
riesgo epidemiológicos puede proporcionar valiosas pistas que permitan su prevención.
En México, se ha encontrado que el grupo de 15-19 años es el que presenta una tasa
mayor de suicidios, siendo para los hombres la tasa de suicidio consumado mayor que la
de intento de suicidio: 2.71 vs. 0.10. En las mujeres también se observa el mismo
fenómeno, sin embargo los varones presentan las tasas más altas de suicidio consumado
en comparación con las mujeres, mientras que éstas presentan una tasa mayor de intento
de suicidio (Caraveo y col., 1999).
La enfermedad médica concurrente es el principal factor de riesgo de suicidio.
Alrededor del 70% de los suicidios ocurre en pacientes con una historia de enfermedad
crónica, por ejemplo, las tasas suicidas en personas con SIDA, son de 21 a 36 veces más
que en la población general. La depresión, acompañada de mal estado de salud, puede
ser el motivo de que el 25% de todos los suicidios que ocurren en ancianos; el abuso de
psicotrópicos, así como el dolor crónico o la incapacidad pueden aumentar el riesgo de
suicidio.
La desesperanza es otro factor de riesgo. Cuando el futuro parece no poder mejorar un
presente doloroso, la fuga mediante la muerte se vuelve atractiva. Otros factores
significativos de riesgo son: sexo masculino, raza blanca, presencia de síntomas
psicóticos, aislamiento social, historial de intentos suicidas, abuso constante de alcohol
y plan suicida con los medios para llevarlo a cabo (Véase cuadro número 1).

Cuadro número 1
FACTORES DE RIESGO DE SUICIDIO EN
PACIENTES CON DEPRESION MAYOR

• Ser mayor de 65 años


• Sexo masculino
• Soltero, divorciado, separado, o viudo (especialmente sin hijos)
• Desempleado
• Historia de admisión en alguna institución psiquiátrica
• Historia familiar o personal de uno o más intentos de suicidio

26
• Abuso de drogas o alcohol
• Evento muy estresante en la vida durante el pasado reciente
• Ataques de pánico o ansiedad severa
• Enfermedad física severa (especialmente de reciente inicio)
• Desesperanza o anhedonia severas
• Plan específico de suicidio ( especialmente con alta potencialidad letal)
• Acceso a armas de fuego o a otras armas letales
Fuente: Whooley and Simon, Gregory: Maging Depression in Medical out Patients, review
article, The New England Journal of Medicine, December 28, 2000.

La depresión persistente con sentimientos acentuados de autodevaluación y pesimismo,


está asociada con un incremento en el número de suicidios y en los intentos de suicidio.
Se estima que entre el 60% y el 80% de los suicidios están relacionados con la
depresión (Zung y col., 1973).
Actualmente se reconoce que los trastornos depresivos tienen una alta tasa de
recurrencia y que cada nuevo episodio conlleva nuevos riesgos de deterioro psicosocial
y de suicidio (Keller, 1988; Thase, 1990).

Adicciones
a) Dependencia del alcohol. La dependencia del alcohol a menudo coexiste con los
trastornos del estado de ánimo. Tanto los pacientes con un trastorno depresivo mayor
como los que sufren trastorno bipolar I es probable que cumplan los criterios del
trastorno relacionado con el consumo de alcohol. Los datos con que se cuenta, indican
que la dependencia del alcohol en las mujeres está más asociada a una depresión
coexistente que en el caso de los hombres. Por el contrario, los datos familiares y
genéticos referentes a los hombres que presentan un trastorno del ánimo además de un
trastorno por dependencia del alcohol señalan que es probable que sufran dos procesos
patológicos, genéticamente distintos.
b) Trastornos relacionados con el uso de otras sustancias. Los trastornos relacionados
con el uso de sustancias también se asocian con frecuencia a los trastornos del estado de
ánimo. En cualquier paciente el abuso de sustancias puede haber precipitado un
episodio de la enfermedad, o por el contrario, el consumo de estas sustancias puede
responder a los intentos del paciente de tratar su propia enfermedad. Los pacientes
maníacos raramente utilizan sedantes para reducir su euforia; los pacientes deprimidos a

27
menudo utilizan estimulantes, como la cocaína o las anfetaminas, para aliviar su
depresión.

28
Capítulo III
Epidemiología

La sociedad está empezando a reconocer a la depresión como un problema importante


de salud pública. Dos de las iniciativas que han llamado la atención hacia el problema
de la depresión y sugieren que debe ser considerada como un problema de alta
prioridad, son el Programa de Concientización, Reconocimiento y Tratamiento de la
Depresión en los Estados Unidos de Norteamérica, que cuenta con el apoyo del
Instituto Nacional de Salud Mental (Regier y col., 1988), y la Campaña de Combate a la
Depresión en Gran Bretaña (Paykel y Priest, 1992).
La depresión es un trastorno común, extenuante y con grandes posibilidades de
tratamiento (Weissman, 1987; Regier y col., 1988). El estudio de Área de Contagio
Epidemiológico (Epidemiological Catchment Area o ECA), sugiere que más de 10
millones de personas en Estados Unidos experimentan depresión seria o mayor (Myers
y col., 1984). Este estudio muestra una tasa de incidencia del 4.4%. Esta tasa es similar
a la de Puerto Rico (4.6%) pero considerablemente menor que la de Nueva Zelanda
(12.6%) y que la de Edmonton, Canadá (8.6%). Las tasas más bajas se registraron en
Korea (3.6%) y en Taiwán (1.1%). Sin embargo, parece que este tipo de encuestas
subestiman la prevalencia de la depresión mayor.
Recientemente, la Encuesta Nacional de Comorbilidad en Estados Unidos, utilizó los
criterios del DSM-III-R y una metodología más refinada para las entrevistas de
diagnóstico que la usada en el estudio de la ECA. Esta encuesta dio como resultado una
tasa de prevalencia del 17% para un episodio de depresión mayor.
La depresión afecta dos veces más a las mujeres que a los hombres. El riesgo de esta
enfermedad aumenta de 2 a 3 veces cuando existe una historia familiar de depresión
(Weissman, 1987). La edad de más alto riesgo es entre los 25 y los 44 años, la cual
coincide con la etapa de mayor productividad en el empleo, así como con los años de
maternidad.
En nuestro país, un estudio reciente (Caraveo y col., 1999) muestra los siguientes datos:
la prevalencia de los trastornos depresivos es de 12% en la población estudiada. El
índice de recurrencia fue del 59%, ya que estas personas reportaron más de un episodio
depresivo. La edad promedio en la que se inició este padecimiento se ubicó en la
segunda mitad de la tercera década de la vida y se evidenció que la proporción respecto
al género fue de dos mujeres por cada hombre afectado (Véase cuadro número 2).

29
En relación con la severidad de los episodios depresivos, los cuadros moderados
presentaron la mayor frecuencia con 48.1, los severos ocuparon el segundo lugar con
30.8, y finalmente los episodios de leve intensidad con 21.1 por cada 100 casos.
En cuanto a las discapacidades relacionadas con el trastorno, no se encontraron
diferencias significativas en cuanto al género, pero lo que puso en evidencia el estudio
fue que las mujeres buscan más ayuda que los hombres. En relación con la búsqueda de
ayuda de médicos y de personal profesionista del campo de la salud mental, se encontró
que solamente un poco más de una quinta parte de los afectados buscó este tipo de
ayuda, seguidos por sacerdotes, curanderos y médicos naturistas.
En el 86% de los afectados por un episodio depresivo se presentó algún síndrome
somático y esto propició que el paciente acudiera en búsqueda de ayuda médica, más no
con un psiquiatra.

Cuadro número 2
ESTUDIOS EPIDEMIOLOGICOS SOBRE TRASTORNOS
DEPRESIVOS EN LAS AMERICAS

América del Norte

HOMBRES MUJERES
*México 5.2 10.0

**Canadá 5.9 11.4

**E. E. U. U. 12.7 21.3

Fuente:* Caraveo, J y col. Rev. Salud Mental. 22(2) 1999


**(CXX Reunión del Comité Ejecutivo de la OPS. Documento de trabajo CE 120, 1997)
PROGRAMA EDUCATIVO DE LA WPA/PTD SOBRE TRASTORNOS DEPRESIVOS, OMS, 1995

En este mismo estudio, se observó que el 16.7% de los sujetos que sufrían de episodios
depresivos buscaron ayuda con médicos no psiquiatras y el 13.3% lo hicieron con
especialistas de la salud mental (Caraveo y col., 1999).
En México, en el campo epidemiológico se han relacionado diferentes variables
socioeconómicas de pacientes con trastorno depresivo y los factores de riesgo, tales
como: diferencias de género, la relación con el consumo de alcohol y drogas, la

30
violencia intrafamiliar, la migración nacional e internacional y la influencia de la
familia.
Finalmente, de acuerdo con estudios realizados por Frenk y col., en 1998, los trastornos
depresivos ocuparon el lugar décimo tercero entre las principales causas de pérdida de
años de vida saludable (AVISA) en México (Véase cuadro número 3).

Cuadro núm. 3
Principales causas de pérdida de AVISA* en México
1998

Orden Causas %
1 Afecciones perinatal 7.7
2 Accidentes de vehículos de motor 6.3
(Choques y atropellamientos)
3 Diabetes mellitus 5.8
4 Homicidios y violencia 4.8
5 Cardiopatía isquémica 4.5
6 Infecciones respiratorias bajas 3.0
7 Enfermedad cerebrovascular 2.9
8 Cirrosis hepática 2.9
9 Desnutrición proteico-calórica 1.9
10 Enfermedades diarreicas 1.8
11 Demencias 1.7
12 Consumo de alcohol 1.6
13 Trastornos depresivos 1.6
14 Nefritis y nefrosis 1.5
15 Cardiopatía hipertensiva 1.2

Fuente: Frenk, J. y col., 1998


* Años de vida saludables

Según el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (septiembre, 2001), en uno de


sus reportes, señala que numerosos estudios epidemiológicos en México, han
establecido que la frecuencia de la depresión oscila entre 6 y 15% para la población en
general y en países industrializados ha sido reportada entre 6 y 12%. Un estudio
realizado en 1995 reporta una prevalencia de 7.9% para habitantes de la Ciudad de
México, cuyas edades oscilan entre los 18 y 65 años de edad. Las cifras de prevalencia
en México presentan un patrón más elevado de acuerdo al grupo etario evaluado, por
ejemplo, en niños en etapa escolar ha sido reportada hasta en un 36%, lo mismo sucede
con los ancianos, en quienes se presentan cifras similares. La mayoría de los estudios
transversales han establecido que existe una mayor prevalencia de depresión en mujeres
(alrededor de 10%) en comparación con los hombres (alrededor de 6%). La ocurrencia
de depresión ha sido reportada con una magnitud importante en el grupo de pacientes

31
con alguna enfermedad crónico-degenerativa como es la diabetes mellitus, en la que
resultan afectados alrededor del 40 al 70% de los pacientes. También ha sido observada
en pacientes seniles que son atendidos en centros hospitalarios de segundo y tercer
nivel, independientemente de su estado de salud. Se ha demostrado que algunas
enfermedades pudieran tener una comorbilidad mayor con la depresión y así lo
demuestra un estudio realizado en pacientes con Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida (SIDA) en el que se encontró un porcentaje considerable de depresión.

32
Capítulo IV
Diagnóstico situacional
Acciones del Estado para la atención de la depresión

Infraestructura
El número de profesionales que se encuentran disponibles para la atención de trastornos
mentales no es suficiente para atender satisfactoriamente las necesidades de la
población. Esto es más evidente en las poblaciones alejadas de los centros urbanos en
los que se concentran los especialistas de la atención en salud mental: psiquiatras,
psicólogos, enfermeras y trabajadores sociales.
Existen un total de 2700 médicos psiquiatras en el país y, aproximadamente, menos de
la mitad están certificados; sólo se cuenta con dos psiquiatras por cada 100,000
habitantes. Hay .05 trabajadores sociales psiquiátricos y sólo .04 enfermeras
psiquiátricas por cada 100,000 habitantes.
Según datos del Registro Nacional de Infraestructura para la Salud (RENIS), existen
cerca de 12,000 unidades de consulta externa en el primer nivel de atención, sin
embargo, un número muy reducido cuentan con un servicio de salud mental.
El Distrito Federal concentra el 41% de los psiquiatras y psicólogos institucionales para
la población abierta; únicamente 7 estados tienen suficiencia de psiquiatras (uno por 10
mil). En Campeche, Chihuahua, Quintana Roo y Zacatecas, la carencia de psiquiatras es
casi absoluta. Otro aspecto a resaltar es que en las entidades federativas, estos
profesionistas se concentran en las ciudades de mayor tamaño y desarrollo. (González,
2001).
Los hospitales psiquiátricos dependientes de la Secretaría de Salud (SSA) son en total
29, distribuidos en 22 entidades federativas, concentrándose en el Distrito Federal y en
el Estado de México. Las instituciones de Seguridad Social cuentan con 4 hospitales,
existiendo 8 más de carácter privado.
Existe un Instituto Nacional de Psiquiatría y adicionalmente otros Institutos Nacionales
disponen de camas para la atención de estos enfermos. En 1999 el RENIS reporta un
total de casi 6,000 camas censables, lo que nos refleja un indicador de 0.6 por cada
10,000 habitantes, concentrándose en los Estados de México, Puebla, Hidalgo, Jalisco y
el Distrito Federal. La mitad de estas camas están saturadas, sin movimiento y
distribuidas de manera no equitativa. Es una realidad que los servicios se ubican en las
localidades de mayor desarrollo económico o en sitios alejados de las zonas urbanas.

33
Investigación
En México se han realizado diferentes estudios epidemiológicos y clínicos que abordan
el tema de la depresión. Para la realización de los estudios epidemiológicos fue
necesario validar instrumentos para establecer el diagnóstico de depresión. En 1981,
Campillo y col. validaron la Entrevista Psiquiátrica Estandarizada de Goldberg, con la
finalidad de adaptarla a la población mexicana. Otro instrumento utilizado fue el
Examen del Estado Actual (Present State Examination. PSE), validado en el medio
hospitalario por Caraveo y col. (1988).
La Cédula de Entrevista Diagnóstica (Diagnostic Interview Schedule DIS) es una
entrevista estructurada con base en el DSM-III, la cual se ha actualizado y modificado
de acuerdo con las versiones del DSM; este instrumento se diseñó en el Instituto de
Salud Mental de los Estados Unidos de Norteamérica y puede ser aplicado por personal
sin experiencia clínica pero con entrenamiento previo.
La Cédula Diagnóstica Internacional Compuesta (CIDI) es una entrevista altamente
estructurada, resultando de la combinación del DIS y del PSE y se basa en los criterios
diagnósticos del DSM-III-R y el CIE-10. Se ha validado en diferentes culturas todas
ellas con alta sensibilidad y especificidad. En México ha sido validada mostrando los
mismos resultados. (Robins, 1981; Wittchen, 1990; Caraveo, 1996)
El CIDI es uno de los instrumentos diagnósticos más utilizados en epidemiología
psiquiátrica debido a que proporciona datos sobre la prevalencia a lo largo de la vida y
en los últimos 12 meses previos al estudio de los diferentes trastornos psiquiátricos,
entre ellos la depresión. (Caraveo, 1998).
En 1988, Caraveo y col. realizaron la validación del Cuestionario General de Salud
(versión de 12 reactivos, CGS-12), utilizando al CIDI como criterio externo.
La Entrevista Semi-Estructurada para Adolescentes (ESA) es un instrumento que es útil
para identificar trastornos psiquiátricos en la adolescencia, mostrando coeficientes altos
para el diagnóstico del trastorno depresivo mayor.
Los estudios clínicos se han enfocado principalmente hacia el tratamiento de los
trastornos depresivos, utilizando diferentes fármacos que demuestran su eficacia.
Existen trabajos que se han realizado en el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de
la Fuente”, en donde se abordan los cambios en la química del cerebro de los pacientes
en diferentes estados de depresión, así como los relacionados con los cambios en las

34
imágenes cerebrales de Tomografía Axial Computarizada, Resonancia Magnética y
Tomografía por emisión de positrones.

Formación y capacitación de recursos humanos


La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México tiene a su
cargo la formación de médicos psiquiatras y desde 1951 se estableció un curso de
especialización de 2 años de duración. Desde entonces el curso ha sufrido
modificaciones y actualmente la duración de éste es de 4 años. A partir de 1952 se
iniciaron también los programas de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia y de
Psicoterapia Médica.
En la actualidad se ofrecen 99 plazas de primer ingreso para realizar la residencia
médica distribuyéndose de la siguiente manera (Véase cuadro número 4).

Cuadro número 4
DISTRIBUCIÓN DE PLAZAS DE RESIDENCIA EN
PSIQUIATRIA, SEGÚN TIPO DE INSTITUCIÓN
1999
INSTITUCION No. %
Secretaría de Salud 68 69.0
Instituto Mexicano del Seguro Social 6 6.0
Instituto de Seguridad Social para los 3 3.0
Trabajadores al Servicio del Estado
Hospital Español de México 2 2.0
Hospital San Juan de Dios de 8 8.0
Guadalajara
Clínica San Rafael 12 12.0
Total 99 100.0
Fuente: Dirección General de Enseñanza en Salud, SSA. 1999

Las plazas se distribuyen en diferentes estados de la República, de acuerdo con el


siguiente esquema (Véase cuadro número 5).

35
Cuadro número 5
DISTRIBUCIÓN DE PLAZAS DE
RESIDENCIA EN PSIQUIATRÍA POR
ESTADO DE LA REPÚBLICA
1999
ESTADO No. %
Distrito Federal 68 69
Guadalajara 14 14
Monterrey 4 4
Puebla 2 2
San Luis Potosí 2 2
Sonora 2 2
Villahermosa 4 4
Yucatán 3 3
99 100.0
Total

Fuente: Dirección General de Enseñanza en Salud, SSA. 1999

Como puede observarse la concentración de plazas para la formación de psiquiatras


repite el fenómeno de la distribución de recursos, ya que se concentran principalmente
en los estados de mayor desarrollo.
Otros profesionistas que apoyan la atención en el campo de la salud mental son las
enfermeras psiquiátricas, los trabajadores sociales psiquiátricos y los psicólogos. De las
enfermeras psiquiátricas se han formado un total de 987, trabajadores sociales
psiquiátricos 400 y del curso de psicología clínica institucional que se imparte en el
Instituto Nacional de Psiquiatría aproximadamente 424.
Se desconoce el número de psicólogos que se encuentran laborando en las instituciones
de salud y que están en contacto con los pacientes, por lo que sólo se hace referencia al
total de psicólogos clínicos que se han formado exclusivamente para atender a la
población con algún trastorno y que acude a la consulta institucional.
Las acciones para la formación de recursos especializados son insuficientes y las
proyecciones al futuro son inciertas, ya que no se estará en posibilidad de cubrir con el
mínimo de psiquiatras, psicólogos, enfermeras y trabajadores sociales que se requieren
para cumplir con las necesidades de atención de la población.

36
De la maestría en psiquiatría que se imparte en el Instituto Nacional de Psiquiatría, han
egresado 50 psiquiatras, de los cuales por lo menos la mitad, ha obtenido el grado de
maestro. Actualmente 2 alumnas han accedido a los estudios de doctorado.
Las iniciativas destinadas a la capacitación de los médicos de primer nivel en el
tratamiento y la prevención de los trastornos depresivos pueden disminuir la tasa de
hospitalizaciones y suicidios, por ello un programa a nivel nacional como el establecido
en otros países y el que se efectúa de manera exclusiva en un centro de salud en nuestro
país desde hace 5 años, ha favorecido la capacitación de los médicos generales así como
del personal de salud en general, lo que permite una atención integral de los pacientes.
Existe una demanda cada vez más creciente en los cursos de Educación Continua que
se imparten en el Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de la Fuente Muñiz” y
en otras instituciones de salud y educativas, tanto para psiquiatras como para personal
de salud, incluidos los médicos generales y familiares, así como los maestros. Sin
embargo, sólo se alcanza a cubrir a los profesionistas que se encuentran en el Distrito
Federal y de algunos estados de la República aledaños a éste.
Los psiquiatras después de terminar la especialidad tienen posibilidades de continuar su
formación, ya sea a través de cursos de Educación Continua, o a través de seleccionar
algún programa de postgrado para perfeccionarse en el área clínica o quienes están
interesados pueden continuar con estudios de maestría y doctorado.
Uno de los problemas que se encuentran para la actualización del personal es la falta de
disposición de las instituciones donde prestan sus servicios.
Actualmente, en el Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de la Fuente”, se está
trabajando una intervención para las mujeres con síntomas de depresión, en el primer
nivel, cuyo objetivo es el evaluar la intervención psicoeducativa para reducir los
síntomas de dicho padecimiento, la cual se pretende que sea sencilla de replicar, breve y
de bajo costo, además estará destinada a la prevención-intervención temprana. La
población objetivo son las mujeres de 20 a 45 años que presenten síntomas depresivos,
pero que no produzcan incapacidad seria, sin ideación suicida o intento de suicidio,
entre otras características. Se pretende capacitar a psicólogos, trabajadores sociales y
enfermeras psiquiátricas, quienes serán los que manejen esta intervención en las
diferentes instituciones de salud.

37
Promoción y prevención
En México, existe un antecedente de la implantación de un modelo de atención primaria
para la salud mental en un centro de salud de primer nivel de atención, inspirado en los
preceptos del modelo de atención primaria formulado y propuesto por la Organización
Mundial de la Salud en la Conferencia de Alma-Ata en 1978, favorece la capacitación
de los médicos generales así como del personal de salud en general lo que permitirá una
atención integral de los pacientes que sufren de esta enfermedad y coadyuvará al mejor
entendimiento de la misma por parte de la población general, así como de los pacientes
y de sus familiares.
Los resultados de un año de trabajo (Vargas y col., 1997) mostraron que de 33,624
consultas médicas generales, 5,793 (17%) estuvieron relacionadas con problemas de
salud mental. De estas últimas, en el 37% se diagnosticaron reacciones de adaptación
(incluidas todas las reacciones depresivas ante padecimientos crónicos y a crisis por
eventos de la vida).
La atención del enfermo mental es una labor que se debe agregar a los servicios del
primer nivel de atención médica. Generalmente, los síntomas de la enfermedad
depresiva no son bien reconocidos en el primer nivel de atención, tanto por el médico
como por el paciente. Si no se trata adecuadamente a los pacientes con enfermedad
depresiva, esto puede llevar al enfermo a una discapacidad grave, a su muerte por
suicidio, al aumento de los costos del cuidado de la salud y al sufrimiento del paciente y
de su familia.
Por lo tanto, los servicios primarios de salud en atención psiquiátrica que requiere la
población no asegurada, tendrán que ser provistos en forma ambulatoria por personal
previamente preparado, bajo la supervisión de los profesionales que trabajan en los
niveles más complejos de atención.
Cuando no se cuenta con personal especializado, el médico general en las unidades de
atención primaria orienta al paciente y a su familia, refiriéndolo, en el mejor de los
casos, a instituciones especializadas con la consecuente pérdida de tiempo y de recursos
materiales, así como con el inevitable riesgo de que el paciente no asista a la unidad
médica especializada a la que ha sido referido.

Detección
El Instituto Nacional de Psiquiatría, como parte del Programa Específico de Depresión,
ha elaborado materiales para iniciar una campaña de información y orientación acerca

38
de los factores de riesgo, manifestaciones clínicas, tratamiento y centros de ayuda para
la atención de la depresión; diseñó un tríptico y un cartel para esta campaña. Además,
elaboró una página Web sobre el tema “¿Qué es la depresión?”; otra de las acciones en
materia de detección es la capacitación que se ha brindado a alumnas del curso de
enfermería, de dicho instituto, para que den pláticas sobre este padecimiento, todas estas
actividades están dirigidas a la población en general. Como parte de este mismo
programa, se ha capacitado a los médicos generales, para lo cual se elaboró un manual
específico, para la detección oportuna y el tratamiento adecuado de los pacientes con
enfermedad depresiva y se está trabajando en un programa piloto en el Centro de Salud
“José Castro Villagrana” y se pretende abarcar otros espacios en la ciudad de México.
También, se está llevando al cabo un programa sobre prevención del suicidio en el
Estado de Tabasco.

Diagnóstico
La depresión puede ser un trastorno difícil y confuso de diagnosticar por varias razones
(Rush, 1990). El estigma que existe sobre las enfermedades psiquiátricas puede hacer
que los pacientes no admitan la posibilidad de sufrir depresión y traten de esconder los
síntomas a sus familias, patrones y médicos. Más de la mitad de los pacientes
deprimidos presentan padecimientos somáticos, tales como dolor de espalda, dolor de
cabeza y afecciones gastrointestinales, por lo que los individuos pueden quejarse de
estos síntomas y minimizar o esconder los componentes afectivos de la depresión,
recibiendo exclusivamente tratamientos sintomáticos.
Las personas con desórdenes depresivos, generalmente buscan ayuda de su médico de
cuidado primario para tratarse de diversos síntomas, los cuales rara vez incluyen
“depresión”. El desorden casi siempre se presenta de manera oculta, con fatiga crónica,
dolor o quejas somáticas no específicas. El estado depresivo puede ser evidente o puede
manifestarse como indiferencia, flojera, incomodidad, “nervios”, agitación o
irritabilidad. Es por esto último que se requiere un conocimiento adecuado, ya que
muchos síntomas presentes pueden ser depresivos y no de una afección de otro tipo.

Los médicos de primer nivel juegan un papel muy importante en el diagnóstico y


tratamiento de los trastornos depresivos y, consecuentemente, en la prevención del
suicidio. La incorporación de personal capacitado en materia de salud mental en las
unidades de atención primaria, permite incrementar la capacidad resolutiva de atención

39
en las mismas al ofrecer una atención más rápida y oportuna; disminuye
considerablemente la referencia de pacientes a instituciones especializadas con la
consecuente disminución del gasto en salud y, asimismo, permite a los médicos
familiares y generales tener un mayor conocimiento de la patología mental y de su
tratamiento eficaz.
Aunque la depresión tiene grandes posibilidades de tratamiento, no siempre es
diagnosticada, lo que obstaculiza los esfuerzos para manejar las consecuencias
económicas, sociales y de salud que tiene la depresión. Por ejemplo, los individuos
deprimidos que no han sido diagnosticados pueden representar un costo mayor para la
empresa o lugar de trabajo por causa de la depresión que por otras enfermedades
mayores (Greenberg y col., 1993 b).
En Estados Unidos se ha estimado que el costo de la depresión para la empresa o lugar
de trabajo, a causa de un exceso de ausentismo e incapacidad durante el trabajo, es de
24 mil millones de dólares cada año.
Se ha estimado que aproximadamente la mitad de los individuos que sufren depresión
no buscan tratamiento (Regier y col., 1988) y que la depresión no se diagnostica en el
50% de los pacientes que sí buscan ayuda (Goldberg y Huxley, 1980; Freeling y col.,
1985). Existen numerosos estudios que documentan la falta de reconocimiento de la
depresión por parte de los médicos generales y de los de primer nivel (Véase gráfica
número 5).

Gráfica núm ero 5

LA D E PR ESIO N EN L A A TE N CIO N P RIM AR IA

R econocida N o reconocida
48% 52%

F ue nte: P ro gra m a E d uca tivo W P A -P T D so bre T rasto rno s D e pre sivo s

40
Tratamiento
La depresión responde adecuadamente al tratamiento con fármacos antidepresivos, sin
embargo, los médicos generales u otros profesionistas, frecuentemente prescriben dosis
subterapéuticas o esquemas con una duración insuficiente del tratamiento. Los
medicamentos disponibles en el cuadro básico del en el Sector Salud, para el
tratamiento de la depresión. son: la imipramina y el carbonato de litio, el primero se
prescribe para la depresión mayor y el segundo para el trastorno bipolar.
Cuando los antidepresivos se utilizan adecuadamente, producen una mejoría
significativa en el 65-80% de los pacientes deprimidos y han probado ser efectivos en la
profilaxis del trastorno emocional recurrente. Un reciente estudio realizado en México,
muestra que los médicos generales prescriben junto con los médicos internistas el
43.8% del total de antidepresivos que se prescribieron durante el año 2,000. Otro
aspecto importante es que al comparar la prescripción de estos antidepresivos entre el
año 1999 y el 2000, los psiquiatras disminuyeron la prescripción en un 2%, mientras
que los médicos generales aumentaron en un 14% y los médicos internistas en un 9%,
respectivamente para cada año (Véanse gráfica número 6 y cuadro número 6).

G ráfica núm ero 6. 5

Program a para la Atención de la Depresión


Prescripción de Antidepresivos
2000

14,000
12,000
Psiquiatras
10,000 M édicos Generales
Neurólogos
8,000
Internistas
6,000 Cardiólogos
Ginecólogos
4,000
Geriatras
2,000
0

Fuente: Close-Up, 2000

41
C uadro núm ero 6
Program a para la Atención de la Depresión
Prescripción de antidepresivos
1999-2000

año Psiquiatras M édicos M édicos


Internistas Generales
1999 13,839 4,826 10,835
2000 13,597 5,270 12,370
+ ó - - 2% + 9% + 14%

Fuente: Close-Up, 2000

Terapia electroconvulsivante
Una terapia física que representa la alternativa a los tratamientos farmacológicos es la
terapia electroconvulsivante (TEC). Suele utilizarse cuando el paciente no responde o
no tolera el tratamiento farmacológico o cuando el cuadro clínico es tan grave que se
necesita la rápida mejoría que proporciona la TEC. Aunque la utilización de este recurso
terapéutico a menudo se limita a estas tres situaciones, es un tratamiento efectivo que
puede considerarse como el tratamiento de elección en algunos pacientes como, por
ejemplo, ancianos deprimidos y mujeres embarazadas.

Psicoterapia
Aunque la mayoría de los estudios indican -y la mayoría de los especialistas e
investigadores así lo creen- que la combinación de psicoterapia y farmacoterapia
constituye el tratamiento más efectivo para el trastorno depresivo mayor, algunos datos
sugieren una visión diferente: tanto la farmacoterapia como la psicoterapia son eficaces
por separado, al menos en los pacientes con episodios depresivos leves.
Se han estudiado tres tipos de terapia de corta duración (cognoscitiva, interpersonal y
conductual) para valorar su eficacia en el trastorno depresivo mayor. Lo que diferencia a
las tres modalidades de psicoterapia breve del enfoque de orientación psicoanalítica es
el papel activo y directivo del terapeuta, los objetivos claramente identificables y la
duración determinada.

42
La investigación sobre las teorías psicodinámicas de la depresión es menor que en otras
formas de psicoterapia, pero la evidencia acumulada en cuanto a la eficacia de la terapia
dinámica resulta alentadora.

Normatividad y legislación
Según el mensaje del Dr. George Alleyne, Director de la Organización Panamericana de
la Salud (OPM), en el Día Mundial de la Salud, señala que en “años recientes, se han
logrado adelantos considerables en la comprensión y tratamiento de los problemas de
salud mental”. En muchos países del mundo se han establecido reformas en el manejo
de los pacientes psiquiátricos, mostrando que los servicios comunitarios son recursos
para el tratamiento de los pacientes psiquiátricos, por lo que los hospitales psiquiátricos
tradicionales han disminuido y con ello las estancias largas.
“La Organización Panamericana de la Salud ha establecido diversas estrategias y
lineamientos para la atención de los pacientes psiquiátricos. La Declaración más
reciente, firmada en Caracas en 1999, marcó la pauta para una iniciativa llamada
Reestructuración de los Servicios de Salud Mental, que plantea algunas mejoras en la
atención de la salud mental. En 1977, los Ministros de la Salud de las Américas se
comprometieron con la promoción de la salud mental y la lucha contra los trastornos
mentales” (Alleyne, G., 2001).
En nuestro país se creó la Norma Oficial (NOM-025) en la que se establecen los
lineamientos para la prestación de los servicios en los hospitales psiquiátricos, los
cuales han sido descritos en el Programa de Acción de Salud Mental (PASM). Estos
lineamientos garantizan que el servicio que se brinda en los hospitales sea de calidad
(técnica y humana), además de que garantiza el respeto a los derechos humanos de los
pacientes y de sus familiares o tutores.

43
SEGUNDA PARTE
Plan de Acción

El Plan de Acción del Programa Específico de Depresión 2001-2006 establece la


congruencia entre el diagnóstico epidemiológico y situacional descritos en la primera
parte de este documento y los retos que se enfrentan en el tratamiento de la enfermedad
depresiva. En cada uno de los Programas Específicos, existen variaciones en Plan de
Acción, debido a que cada Programa cuenta con una identidad propia, la cual ha sido
establecida por el Comité Consultivo Académico y un abordaje específico para cada uno
de los trastornos mentales.

44
Capítulo V
Los retos
La atención a la depresión, como parte de los esfuerzos de nuestro gobierno para
propiciar el bienestar de la población y su participación activa en los procesos de la vida
nacional, constituye un reto que requiere ser replanteado a partir de las nuevas
condiciones del país. Pese a que en los últimos 40 años se han logrado grandes avances
para reducir la mortalidad y la prevalencia de ciertas patologías, no ha sucedido lo
mismo con los trastornos mentales, especialmente con la enfermedad depresiva, cuya
incidencia ha aumentado y de acuerdo a las proyecciones, para el año 2020, se prevé
que la depresión mayor ascienda hasta el segundo lugar, después de la enfermedad
isquémica del corazón. Es por ello que el Estado Mexicano se ha planteado tener un
enfoque más amplio e integral que rebase los aspectos técnicos de la enfermedad y que
además agregue nuevas dimensiones a la prevención y atención de la depresión; por esta
razón en este Programa Específico de Depresión se aborda este trastorno no solamente
desde su perspectiva clínica sino también desde su perspectiva social e impacto
económico, a fin de integrar una estrategia de Estado que aborde el problema desde su
verdadera dimensión.
El Programa Específico de Depresión toma como base la misión propuesta por el
Consejo Nacional contra las Adicciones (CONADIC), a través del Órgano
Desconcentrado de los Servicios de Salud Mental (SERSAME) y en congruencia con
los planteamientos del Plan Nacional de Desarrollo, del Programa Nacional de Salud y
el Programa de Acción en Salud Mental 2001-2006, que es:

“Promover y proteger la salud de los mexicanos, mediante la definición y conducción de


la política nacional en materia de formación y desarrollo de recursos humanos,
investigación, prevención y tratamiento, para la atención de los problemas de salud
mental y el control de las adicciones, a fin de mejorar la calidad de vida individual,
familiar y social”

En México, como en otros países de Latinoamérica, los problemas de depresión se


vinculan de manera importante con problemas genéticos, sociales, a la desinformación
en cuanto a los padecimientos mentales y a la inequidad en el acceso a los servicios de
salud. Además de la situación en desventaja de los grupos vulnerables, la población en
su conjunto carece de información suficiente y oportuna para prevenir y atender

45
adecuadamente al paciente deprimido, además de que en nuestra cultura, como sucede
en muchas otras, se percibe a la enfermedad depresiva como un estigma adicional para
el paciente.
Los retos del Programa Específico de Depresión se han diseñado de manera coordinada
y congruente con los del Programa de Acción en Salud Mental 2001-2006, en donde la
equidad, la calidad y la protección financiera son los parámetros que guiarán todas las
acciones que se proponen.

Retos de equidad
Actualmente se considera a la depresión como una de las enfermedades más
discapacitantes. Está presente en una de cada diez personas que acuden a servicios de
atención primaria y generalmente no es identificada y mucho menos atendida con
oportunidad. En México se estima una prevalencia de 12 a 20% entre la población
adulta de 18 a 65 años.
Para la atención de los trastornos depresivos el número de profesionales es insuficiente,
lo que se hace más evidente en las poblaciones alejadas de los centros urbanos en los
que se concentran los especialistas de la salud mental, como son: psiquiatras,
psicólogos, trabajadores sociales y enfermeras. Por lo tanto, los servicios primarios de
salud para la atención psiquiátrica que requiere la población asegurada y no asegurada,
deberán contar con personal previamente capacitado, bajo la supervisión de
especialistas.
El reto de equidad estará entonces dirigido a lograr un cambio en la atención de la
depresión, en donde se abatan las desigualdades sociales y regionales, a partir de la
atención a grupos de riesgo, la equidad en los servicios y la corresponsabilidad entre el
gobierno y la ciudadanía.

Retos de calidad
La detección y la atención de la depresión debe ser manejada por el médico de primer
nivel de atención, por lo que se requiere que se le capacite en forma continua en
detección y manejo del problema; así como el conocimiento sobre los pacientes
refractarios y con riesgo suicida que requieren del manejo del especialista. La
incorporación de personal capacitado en materia de salud mental, en las unidades de
atención primaria, permitiría incrementar la capacidad resolutiva de atención en las
mismas unidades al ofrecer una atención más rápida y oportuna.

46
La depresión es un trastorno que requiere que médicos generales y familiares conozcan
los métodos para el reconocimiento de los síntomas que se presentan y con ello elaborar
un diagnóstico apropiado. Por lo tanto, es necesario llevar al cabo acciones preventivas,
así como establecer estrategias para el diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno.
Debido a que los médicos de primer contacto son aquellos que pueden identificar a los
pacientes con enfermedad depresiva, es a ellos a los que se deben enfocar las acciones
de capacitación y actualización para que conozcan los principales síntomas, las fases de
la enfermedad y el tratamiento más eficaz; deben reconocer también los criterios para
canalizar a los pacientes al segundo y tercer nivel de atención. Adicionalmente, es
conveniente establecer acciones de orientación y de educación para la salud para
mejorar los conocimientos de la población en general en materia de salud mental, ya
que en ocasiones estos padecimientos no son diagnosticados a tiempo por el
desconocimiento y estigma que existen hacia esta enfermedad.
Los criterios en materia de calidad técnica buscan alcanzar un desempeño que mejore
las condiciones de salud de los pacientes con depresión, promoviendo el desarrollo y
aplicación de lineamientos de calidad en los procedimientos y normas para la atención
de la depresión, la educación y la capacitación del personal, así como la dotación de
instrumentos e infraestructura que garanticen un nivel homogéneo en la calidad de los
servicios. El énfasis y la orientación de los criterios de calidad serán hacia la creación y
consolidación de la atención en regiones del país y en los grupos socioeconómicos que
no cuenten con la atención necesaria. Esto garantizará un trato eficiente a los pacientes
y con ello la disminución de la carga social de la depresión. Una de las líneas de acción
prioritarias dentro de este reto de calidad es la detección temprana y el tratamiento
oportuno para evitar la cronicidad del padecimiento, las recaídas y prevención de otros
riesgos como el suicidio.
Por otra parte, se deben desarrollar investigaciones que permitan conocer, con mayor
precisión la prevalencia de la enfermedad depresiva entre la población en general y
entre los diferentes grupos de riesgo, así como establecer las bases biológicas que
permitan predecir las características de los pacientes susceptibles de padecer la
enfermedad depresiva. Otro elemento necesario es el establecimiento de un sistema de
vigilancia epidemiológica con la finalidad de reportar los casos que se presenten y tener
controlada a la población afectada por este padecimiento.
En materia de formación de recursos humanos es deseable que se diseñen iniciativas
para que las escuelas y facultades refuercen sus programas de enseñanza en materia de

47
salud mental con la finalidad de que los alumnos conozcan las principales enfermedades
psiquiátricas, sus criterios diagnósticos, de acuerdo a las principales clasificaciones
internacionales; además es necesario reforzar en los alumnos el espíritu de servicio, la
relación médico paciente. Por supuesto que la formación de recursos humanos requiere
que las instituciones de salud cambien su filosofía, de tal manera que se fomente esta
actitud de servicio y de calidez hacia el paciente.
En cuanto a la comunicación, es necesario realizar una Campaña Nacional para la
Depresión que estará acompañada de un programa de promoción para informar a toda la
población acerca de la enfermedad y de los lugares en dónde se puede atender.

Retos de protección financiera


El reto de protección financiera es, quizás, el más difícil de abordar, pues implica mover
fuerzas que en muchos casos están fuera del ámbito y control del mismo sector salud;
sin embargo, si el propósito a alcanzar es el bienestar de los mexicanos, este reto debe
ser enfrentado de manera enérgica y con la participación de la sociedad.
Actualmente se cuenta con una amplia gama de medicamentos que soluciona el 80% de
los episodios depresivos, sin embargo, el costo actual de los fármacos antidepresivos no
es accesible para la población, especialmente para aquélla que no cuenta con los
beneficios de la seguridad social.
Así, el reto de la protección financiera para la depresión es el que toda la población que
padezca este trastorno tenga garantizado su tratamiento. En este sentido será necesario
revisar los procedimientos y costos de los tratamientos para la depresión, así como
definir criterios para hacer más eficiente y rentable la gestión en salud. Asimismo, se
deberán evaluar opciones de ampliación de cobertura con sistemas de prepago para la
atención de estos problemas.

48
Capítulo VI
Objetivos

Objetivo general
Establecer un modelo para la atención médica de los pacientes con enfermedad
depresiva en el primer y segundo nivel de atención.

Objetivos específicos

Equidad
ƒ Impulsar el establecimiento de módulos de salud mental que atiendan a la
enfermedad depresiva en los centros de salud.
ƒ Dar orientación a la población general acerca de la enfermedad depresiva.

Calidad
Facilitar la detección oportuna de los casos con enfermedad depresiva.
ƒ Desarrollar modelos de intervención para la atención del paciente deprimido en
el primer nivel de atención médica.
ƒ Desarrollar un proyecto para la vigilancia epidemiológica de la enfermedad
depresiva.
ƒ Establecer un sistema de referencia y contrarreferencia para pacientes con
enfermedad depresiva.
ƒ Fomentar la participación de agrupaciones para el apoyo al tratamiento de la
enfermedad depresiva.
ƒ Favorecer la investigación biopsicosocial de la enfermedad depresiva.
ƒ Capacitar al personal de salud para que brinde un tratamiento adecuado con
calidad y calidez.

Protección financiera
ƒ Buscar nuevas estrategias de financiamiento para el tratamiento, a través de
organizaciones públicas y privadas.

49
Capítulo VII
Estrategias, líneas de acción, acciones específicas, metodología y metas

Estrategia
1. Educación para la salud dirigida a la población en general, maestros, pacientes
y familiares

El establecer una campaña de información y orientación entre la población general,


maestros, pacientes y familiares redundará en el mayor conocimiento de los factores
de riesgo, manifestaciones clínicas, tratamiento y centros de ayuda para la atención
de la enfermedad depresiva.

1.1. Línea de acción


Desarrollar actividades de educación para la salud, a fin de brindar conocimientos
básicos sobre la enfermedad depresiva que permitan la detección y tratamiento
oportuno.

Acciones específicas
1.1.1. Desarrollar una Campaña Nacional de Información y orientación a la
población en general sobre la depresión.
1.1.2. Diseñar anuncios en radio, televisión, mensajes en carteles y entrega de
folletos relacionados con los principales síntomas que presenta el paciente con
enfermedad depresiva.
1.1.3. Elaborar y difundir material de divulgación sobre la depresión dirigido a la
población en riesgo.
1.1.4. Diseñar y entregar de material educativo sobre la depresión para maestros de
escuela de educación primaria, secundaria y educación media superior.
1.1.5. Sensibilizar a la población que asiste a los centros de salud de primer nivel de
atención, así como al personal de salud de los hospitales generales y unidades de
segundo nivel de atención.
1.1.6. Desarrollar pláticas psicoeducativas para pacientes con enfermedad
depresiva y sus familiares.

50
Metodología

• Se diseñarán anuncios informativos para radio, televisión y carteles, para lanzar la


Campaña Nacional de Información y Orientación para el Programa Específico de
Depresión.
• En una segunda etapa, se diseñará material específico por grupo de riesgo: niños en
edad escolar, adolescentes, adultos (mujeres y hombres) y ancianos. A los maestros
se les entregarán folletos informativos para que se inicie la detección oportuna de
los casos en edad escolar.
• Para la sensibilización a la población se diseñarán carteles y folletos, para entregarse
en todas las instituciones de salud de primer y segundo nivel de atención, ya sea
públicas o privadas.
• Se diseñará una página Web por Internet a la cual la población podrá tener acceso.
La finalidad es orientar e informar a la población y resolver dudas y en su caso, se
anotarán las direcciones y números telefónicos en caso de que requieran atención.
• Establecer un programa permanente en las salas de espera de unidades en donde se
implante este programa específico de atención, impartiendo también sesiones
psicoeducativas para los pacientes con enfermedad depresiva y sus familiares.

Metas

ƒ A corto plazo (1 año):


• Diseño y ejecución de una campaña nacional de información y orientación para la
lucha en contra de la enfermedad depresiva.

ƒ A mediano plazo (3 años):


• Implantar un programa de orientación permanente para maestros de escuelas
primarias, secundarias y nivel medio superior y técnico para la detección de casos de
niños y adolescentes que presenten manifestaciones de enfermedad depresiva.

• Implantar un programa de sensibilización para el personal de salud de las unidades


médicas de segundo nivel, para la detección de pacientes con enfermedades médicas
asociadas a la enfermedad depresiva.

51
ƒ A largo plazo (6 años):
• Implantar un programa psico-educativo para pacientes y familiares en cada uno de
los módulos de salud mental.

Estrategia
2. Capacitación para el personal ubicado en el primer nivel de atención

El ofrecer a los médicos y a otros profesionistas que se encuentran en el primer nivel


deƒatención capacitación continua para la detección y tratamiento de los pacientes con
enfermedad depresiva, ayudará a una mejor calidad de vida a lo largo de las diferentes
etapas del ciclo vital.

2.1. Línea de acción


Fortalecimiento de la capacidad resolutiva en el primer nivel de atención para la
detección y tratamiento oportuno de la depresión.

Acciones específicas
2.1.1. Diseño de cursos presenciales de capacitación para los médicos generales y
familiares que se encuentran trabajando en el primer nivel de atención, en las unidades
médicas.
2.1.2. Desarrollo de cursos de capacitación a los médicos generales, familiares y
personal del equipo de salud.
2.1.3. Diseño de cursos a distancia para médicos generales y familiares que se
encuentren en el interior de la república.
2.1.4. Establecimiento de los requerimientos mínimos para la recepción de cursos a
distancia.
2.1.5. Evaluación a los participantes de los cursos tanto presenciales como a distancia.
2.1.6. Establecimiento de los mecanismos necesarios para otorgar el reconocimiento de
una institución de educación superior a los alumnos que participen y aprueben los
contenidos de los cursos.
2.1.7. Diseño de cursos de actualización para médicos de segundo nivel de atención.

52
2.1.8. Desarrollo de un programa de actualización a través de un sistema de video
conferencias, para los médicos del segundo nivel de atención que radiquen en el
interior de la república.

Metodología
• Se diseñarán los cursos de acuerdo con los objetivos cognoscitivos que abarquen
los siguientes contenidos temáticos:
- Uso y aplicación de instrumentos diagnósticos y técnicas de entrevista
psiquiátrica.
- Criterios para el diagnóstico.
- Manejo farmacológico de la enfermedad depresiva.
- Tratamientos alternativos para la atención del paciente.
- Participación del equipo de salud y de la familia para el tratamiento del paciente
deprimido.
• Asimismo, se establecerán las habilidades y destrezas que se requieren para que el
personal de salud que participe en el programa obtenga las técnicas que se requieren
para la elaboración de una entrevista psiquiátrica y para propiciar una relación
médico-paciente de alta calidad.
• Los cursos de capacitación se impartirán a través de clases presenciales, utilizando
además, los medios electrónicos (sistema de video conferencia, red e-salud, correo
electrónico, página Web, base de datos, documentos en formato FTP, etc.), para los
profesionistas que se encuentran en el interior de la república.
• Se diseñarán cursos específicos para el tratamiento de los pacientes con enfermedad
depresiva, de acuerdo a la etapa de vida en que se encuentren, así como también
para los pacientes que presenten condiciones depresivas en comorbilidad con otro
tipo de padecimientos médicos en general.

Metas

A corto plazo (1 año):


• El programa se impartirá a todos los médicos que se encuentran en el primer
nivel de atención (médicos generales, familiares, internistas, etc.) de todas las
instituciones del sector salud en el Distrito Federal.

53
A mediano plazo (3 años):
• Extender el programa de capacitación continua a todos los médicos que se
encuentran en el primer nivel de atención de las instituciones del sector salud del
interior de la república.

A largo plazo (6 años):


• Impartir un programa de actualización para los médicos del segundo nivel de
atención a través de un sistema de video conferencias.

Estrategia
3. Esquemas de atención médica para el manejo y tratamiento del paciente con
enfermedad depresiva.

El desarrollar modelos de intervención para la atención integral del enfermo deprimido en


el primer nivel de atención favorecerá la elaboración del diagnóstico y tratamiento
oportuno.

3.1. Línea de acción


Diseño de modelos de intervención integral, que comprendan el adecuado tratamiento
farmacológico y de apoyo psicológico para los pacientes con enfermedad depresiva.

Acciones específicas
3.1.1. Sensibilización al equipo de salud del primer nivel para la atención adecuada del
enfermo deprimido de manera integral.
3.1.2. Establecimiento del uso de entrevistas semiestructuradas, criterios clínicos e
instrumentos de severidad como elementos auxiliares para el diagnóstico.
3.1.3. Capacitación al equipo de salud mental para el uso de tablas de algoritmos y
árboles de decisiones diagnósticos como guías para el establecimiento del
cuadro clínico.
3.1.4. Capacitación para la toma de decisión y selección de los procedimientos
terapéuticos indicados en cada caso particular.
3.1.5. Promoción para el desarrollo de una adecuada relación médico-paciente.

54
3.1.6. Conocimiento de las indicaciones de tratamiento farmacológico, formas de
administración de los medicamentos, mecanismos básicos de acción, diferencias
entre los subtipos de fármacos, efectos terapéuticos y efectos colaterales.
3.1.7. Identificación de las distintas fases y su duración que conforman el tratamiento
antidepresivo.
3.1.8. Establecimiento de los lineamientos generales del seguimiento dentro del
manejo terapéutico de la depresión.
3.1.9. Identificación de las complicaciones, situaciones riesgosas e indicaciones para
remitir casos a los especialistas.

Metodología
• Se instalará un equipo de salud con el personal existente, en las unidades de
atención médica del primer nivel, proponiendo que esté constituido por un
médico general o familiar, un psicólogo, una enfermera y un trabajador social.
• Después de los cursos de capacitación se diseñarán estrategias para la
intervención del equipo en las siguientes situaciones:
• Desarrollo de habilidades para llevar al cabo una entrevista clínica para la
identificación, diagnóstico y clasificación del enfermo deprimido.
• Elaboración de cuadros de algoritmos y árboles de decisiones que permitan
identificar el cuadro clínico, estadio, severidad y presencia de complicaciones
del tratamiento.
• Definir un cuadro farmacológico básico que incluya las principales alternativas
de medicamentos para el tratamiento de la depresión.
• Conocer sus indicaciones, rangos de dosificación, manejo de efectos colaterales,
costo de los tratamientos y su duración a lo largo de las distintas fases del
padecimiento.
• Conocer y aplicar los términos de respuesta, remisión, recaída y recurrencia de
los episodios depresivos.
• Alentar el seguimiento de tratamiento con procedimientos que faciliten la
adherencia terapéutica del paciente.
• Involucrar a la familia en el conocimiento de la enfermedad y en el apoyo y la
vigilancia que puedan proporcionarle al enfermo.

55
• Efectuar sesiones psico-educativas en salas de espera, para los pacientes y
familiares con el objeto de que apoyen en el tratamiento de los pacientes con
enfermedad depresiva.

Metas

A corto plazo (1 año):


• Desarrollar un programa piloto en cuatro centros de primer nivel de atención
para población abierta (ubicación: zona norte, zona sur, zona oriente y zona
poniente del Distrito Federal).

A mediano plazo (3 años):


• Extender el programa de atención médica para la salud mental a los otros centros
de primer nivel de atención del Distrito Federal.

A largo plazo (5 años):


• Implantar módulos de salud mental en cada una de las unidades de primer nivel
de atención de todas las instituciones del sector salud.

Estrategia
4. Atención a la prevención del suicidio
Atención a la prevención del suicidio
Se hace necesario atender el problema del suicidio en México debido a que en los últimos años
el índice de éstos ha aumentado de manera considerable y un porcentaje importante está
relacionado con la enfermedad depresiva, desarrollando modelos de prevención e intervención
en el enfermo deprimido que curse con riesgo de suicidio.

4.1. Línea de acción


Desarrollo de mecanismos de detección y prevención del paciente deprimido que curse
con ideación suicida.

Acciones específicas
4.1.1. Elaboración de campañas informativas y de orientación a través de medios de
comunicación.

56
4.1.2. Instalación de módulos de orientación en las unidades de atención médica del
primero y segundo nivel de atención.
4.1.3. Capacitación a los médicos del primer nivel en el desarrollo de habilidades
clínicas para abordar los aspectos relacionados con el suicidio, durante la
evaluación de los pacientes deprimidos.
4.1.4. Aplicación de un cuestionario de tamizaje a los pacientes deprimidos para
detectar pacientes con potencial suicida.
4.1.5. Apoyo a centros pilotos de atención de urgencias con personal especializado
para la recepción de pacientes con riesgo suicida (centros de atención durante las
24 horas, líneas telefónicas de ayuda y orientación, etc.).
4.1.6. Establecimiento de un mecanismo de canalización a centros especializados de
atención de pacientes con riesgo suicida o a instituciones psiquiátricas.

Metodología
• Se sugiere que se inicie con un programa de información a la población general,
en donde se mencionen aspectos de riesgo para detectar al paciente con riesgo
suicida: Este programa debe contener los siguientes elementos:
• Módulos de orientación y atención a personas que tengan pensamientos e
impulsos que sugieren autodestrucción.
• Módulos de orientación vía telefónica para personas que se encuentren en una
crisis emocional y necesitan ser escuchados y orientados para recibir atención
médica especializada.
• Atención a pacientes en el primer nivel de atención con potencial de riesgo.

• Canalización a hospitales e instituciones psiquiátricas de segundo y tercer nivel


para la evaluación y tratamiento de los pacientes que padezcan de algún
trastorno psiquiátrico de difícil control y que manifiesten pensamientos
claramente destructivos.
• Grupos de autoayuda de personas que tengan algún problema asociado de
adicción al alcohol o drogas y que manifiesten pensamientos o impulsos
autodestructivos.

57
Metas

A corto plazo (1 año):


• Programa piloto en tres estados de la República Mexicana con mayor incidencia
de intento de suicidio o suicidio consumado (Tabasco, Campeche y Yucatán).

A mediano plazo (3 años):


• Extender el programa en los otros estados de la República Mexicana que
presentan mayor incidencia de intento de suicidio o suicidio consumado (Baja
California Norte, Sonora, Jalisco y Distrito Federal).

A largo plazo (5 años):


• Disminuir la incidencia de intento de suicidio o suicidio consumado en el sujeto
con enfermedad depresiva.

Estrategia
5. Intervención en poblaciones en riesgo

La población femenina es considera como un grupo de alto riesgo, por lo que el


desarrollar
5.1. Línea demodelos
acción de intervención para la atención integral de la mujer deprimida en el
primer nivel de atención y en los grupos de trabajo, contribuirá a que la calidad de vida
de éstas mejore sustancialmente.

5.1. Línea de acción


Establecimiento de los lineamientos generales del seguimiento del manejo integral de la
depresión en la mujer.
Acciones específicas
5.1.1. Sensibilización al equipo de salud del primer nivel para la atención adecuada de
la mujer deprimida de manera integral.
5.1.2. Establecimiento de las diferencias de incidencia y prevalencia de la enfermedad
depresiva en el sexo femenino.
5.1.3. Conocimiento acerca de las formas particulares de presentación de la enfermedad
depresiva tanto a lo largo del ciclo vital de la mujer, como en las etapas de “crisis del
desarrollo”.

58
5.1.4. Identificación de complicaciones particulares, situaciones riesgosas e indicaciones
para remitir casos al especialista o para su manejo conjunto con el ginecobstetra.
5.1.5. Elaboración de una guía para las mujeres en general, con el objeto de que puedan
detectar los síntomas depresivos y autoaplicar algunas técnicas para su mejoría.
5.1.6. Elaboración de una guía para médicos del primer nivel, psicólogos, enfermeras y
trabajadores sociales con elementos básicos que les permitan prestar ayuda terapéutica
a las pacientes deprimidas.

Metodología

• Las fases del programa serán las mismas que se plantearon en el apartado de
atención médica, con énfasis en el manejo de la población femenina en las
diferentes etapas de su ciclo vital:
ƒ Depresión en la mujer adulta (síntomas específicos y comorbilidad
psiquiátrica).
ƒ Depresión post-parto.
ƒ Depresión durante el climaterio.
ƒ Uso de antidepresivos durante el embarazo y lactancia.
ƒ Identificación de factores psicológicos de género.
• Se diseñará una Campaña Nacional específica para la atención de la mujer con
enfermedad depresiva. Esta campaña se dirigirá especialmente a la mujer
durante la etapa reproductiva y durante la senectud.
• Se diseñarán carteles, anuncios radiofónicos y televisivos, así como folletos para
identificar los principales síntomas de alerta para la atención de la enfermedad.
La difusión se llevará a cabo en los mismos sitios que para la campaña nacional
de educación para la salud, agregando a ésta los sitios de trabajo: fábricas,
oficinas, hospitales, etc.
• En la segunda etapa se capacitará al equipo de salud de acuerdo a los
lineamientos de capacitación ya establecidos. Se capacitará al equipo de salud
para el desarrollo de habilidades en la identificación y tratamiento en general de
la enfermedad depresiva, en el reconocimiento de las etapas del ciclo vital de la
mujer en las que se incrementa la frecuencia de la enfermedad depresiva, tales

59
como el post-parto y climaterio. Asimismo se les capacitará en el manejo
farmacológico de la enfermedad depresiva durante el embarazo y la lactancia.
• Se propone también un proyecto de investigación para conocer los aspectos de
interacción recíproca entre la función neuronal y la de las hormonas gonadales y
su repercusión sobre el desarrollo de la enfermedad depresiva. Este proyecto se
desarrollará como parte de las acciones de investigación.

Metas

A corto plazo (1 año):


• Diseño y ejecución de una campaña nacional en contra de la enfermedad
depresiva en la mujer.
• Desarrollar un programa piloto en dos centros de primer nivel de atención para
la atención de la enfermedad depresiva en la mujer.

A mediano plazo (3 años):


• Extender el programa de atención médica a la población femenina a todos los
centros de primer nivel de atención del Distrito Federal.

A largo plazo (5 años):


• Implantar módulos de salud mental en cada una de las unidades de primer nivel
de atención de todas las instituciones del sector salud y en los centros de trabajo.
• Desarrollar un proyecto de investigación.

Estrategia
6. Psiquiatría de enlace

El fomentar actitudes para la identificación y el diagnóstico de los trastornos depresivos en


el segundo nivel de atención permitirá atender a los pacientes de manera integral.

6.1. Línea de acción


Crear un sistema de referencia y contrarreferencia para asegurar la atención integral de
los pacientes con enfermedad depresiva en los diferentes niveles de atención

60
Acciones específicas
6.1.1. Actualización de los médicos del segundo nivel de atención a través de
conferencias a distancia.
6.1.2. Identificación oportuna de los casos de enfermedad depresiva en el segundo
nivel de atención médica.
6.1.3. Definición de los criterios de diagnóstico para las condiciones depresivas que se
presentan en comorbilidad con otro tipo de padecimientos médico.
6.1.4. Fortalecimiento de las actitudes terapéuticas de los médicos del segundo nivel de
atención, en relación con el manejo de este tipo de pacientes.
6.1.5. Identificación de patrones de prevalencia de trastornos depresivos y de sujetos
de alto riesgo de presentarlos.
6.1.6. Canalización al segundo nivel de atención de los pacientes con una pobre
respuesta al tratamiento.
6.1.7. Seguimiento de los pacientes por lo menos durante 6 meses.

Metodología

• Se efectuarán cursos de actualización para el personal médico del segundo nivel


de atención, que cubran los aspectos de evaluación, diagnóstico y tratamiento
del enfermo deprimido en el ámbito del hospital y la consulta externa en general.
Se les capacitará también sobre las causas “orgánicas” de la depresión que se
encuentran asociadas a otros padecimientos.

• Se les hará especial énfasis en las modificaciones habituales que presenta la entidad
clínica depresiva cuando se asocia a otros padecimientos.
• A partir de la capacitación que se imparta a los médicos, se establecerán los criterios
para canalizar a los pacientes en caso de que exista una pobre respuesta al
tratamiento.
• Se establecerán lugares a donde se canalizarán a los pacientes.
• Una vez que se haya restablecido el paciente, se le regresará a la unidad de primer
nivel de atención, con su médico tratante, para continuar su seguimiento.

61
Metas

A mediano plazo (3 años):

• Desarrollo de un curso de actualización para los médicos del segundo nivel de


atención, a través del sistema de video conferencias.

• Establecer procedimientos y mecanismos para la referencia y contrarreferencia


de pacientes.

Estrategia

7. Vigilancia epidemiológica para la detección, registro y seguimiento de casos.

El conocimiento del perfil epidemiológico de la depresión permitirá definir las


prioridades para atender a los pacientes con enfermedad depresiva y desarrollar un
sistema de información sobre este padecimiento

7.1. Línea de Acción

Desarrollar un proyecto para la vigilancia epidemiológica de la enfermedad depresiva.

Acciones específicas

7.1.1. Identificación oportuna de casos.

7.1.2. Elaboración de instrumentos de captación de información y documentación de


casos.
7.1.3. Registro de casos y concentración de datos.
7.1.4. Agrupación por variables sociodemográficas y clínicas.
7.1.5. Análisis y cruce de variables para identificar patrones epidemiológicos.
7.1.6. Seguimiento de casos identificados para conocer la evolución de por lo menos
seis meses posteriores al tratamiento.
7.1.7. Generación de un sistema de información sobre el padecimiento.

Metodología

62
• Se elaborarán los instrumentos de captación de información y documentación de
casos y se seleccionarán los instrumentos clínicos de tamizaje para la identificación
de casos potenciales.
• Se establecerán normas y criterios para la definición de “caso”, “no caso”, “falsos
positivos” y “falsos negativos”.
• Adecuación de los instrumentos clínicos y epidemiológicos de acuerdo al nivel de
que se trate. En el primer nivel de atención se implantarán instrumentos generales
con alta sensibilidad y baja especificidad. En el segundo nivel se dará prioridad al
uso de instrumentos con alta especificidad, aunque se disminuya la sensibilidad.
• Elaborar documentos y formas de concentración de información y determinar el
procedimiento de envío y análisis, así como la frecuencia conveniente de los
reportes que se enviarán a la sección de epidemiología del Programa Específico de
Depresión.
• Desarrollar normas específicas de seguimiento que capten la información clínica y
epidemiológica necesaria para conocer los datos de reconfirmación de casos,
eliminación de casos, seguimiento, condiciones clínicas de evolución, tratamiento
administrado y tipo de respuesta observada
• Establecer los procedimientos para evaluar el funcionamiento de las acciones
específicas, con la finalidad de establecer los cambios o ajustes necesarios para
optimizar los mecanismos de la metodología empleada.

63
Metas

A corto plazo (1 año):

• Elaboración y validación de los instrumentos de captación de datos.

• Selección de instrumentos clínicos de tamizaje para el primer y segundo nivel de


atención.

• Elaboración de formas de concentración da datos.

A mediano plazo (3 años):

• Instalación de la sección de epidemiología del Programa Específico de


Depresión, con funciones y niveles jerárquicos.

• Establecimiento de la normatividad para el envío de reportes, concentración y


presentación de información.

A largo plazo (5 años):

• Evaluación de las acciones específicas.

Estrategia

8. Autofinanciamiento para el tratamiento a través de organizaciones públicas y


privadas.

El generar un sistema de salud financieramente más justo, que brinde alternativas para
garantizar que los servicios lleguen a toda la población garantizará una cobertura más
amplia para el tratamiento de la depresión.

64
8.1. Línea de acción

Establecer un fideicomiso a través de un sistema de recolección de fondos para el


autofinanciamiento del tratamiento de los pacientes con enfermedad depresiva.

Acciones específicas

8.1.1. Organización de campañas de apoyo para la creación de un fideicomiso que


permita el financiamiento de fármacos para el tratamiento de los pacientes
con depresión.
8.1.2. Fomento de la participación de grupos sociales y privados, así como de las
empresas químico farmacéuticas para el acopio y/o donación de recursos.
8.1.3. Organización de eventos culturales y artísticos para la recolección de
recursos para la creación de un fideicomiso

Metodología

• Diseñar acciones para la obtención de recursos para el tratamiento de la


depresión través de la conformación de un fideicomiso del que forme parte la
industria farmacéutica y el sector privado.

Metas
A corto plazo (1 año):

• Establecer una unidad que sea la responsable de desarrollar las acciones


específicas.

• Organización de un evento cultural y musical para la recolección de fondos.

A mediano plazo (3 años):

• Organizar una campaña para solicitar apoyo a los organismos privados y a la


comunidad en general.

• Establecer una compra directa o donaciones para medicamentos antidepresivos.

65
• Desarrollar los procedimientos para entregar los medicamentos a los centros en
donde se encuentre el equipo de salud metal.

A largo plazo (5 años):

• Funcionar de manera independiente en la entrega de medicamentos a la


población que los requiera.

Estrategia

9. Investigación epidemiológica, clínica y básica para el estudio de la enfermedad


depresiva.

Invertir en el capital humano e infraestructura para desarrollar investigaciones sobre la


depresión garantizará el mejoramiento de la calidad de la atención de la enfermedad
depresiva.

9.1. Línea de acción

Desarrollo de proyectos de investigación epidemiológica, clínica y básica con el objeto


de aportar nuevos conocimientos en el estudio de la enfermedad depresiva.

Acciones específicas

9.1.1. Desarrollo de una investigación para la prevención del suicidio en el Estado


de Tabasco.
9.1.2. Aplicación de un cuestionario de tamizaje de ideación e intención suicida a
los pacientes deprimidos con el objeto de detectar el potencial de riesgo
suicida.
9.1.3. Elaboración de un proyecto de investigación para conocer los aspectos de
interacción recíproca entre la función neuronal y de las hormonas gonadales
y su repercusión sobre el desarrollo de la enfermedad depresiva.

66
9.1.4. Diseño de una investigación sobre la percepción de la población en general
sobre la enfermedad depresiva, así como la de los médicos generales y
familiares.

Metodología

• Se desarrollará en primer lugar, un proyecto para estudiar la percepción que


tienen tanto la población general, así como los trabajadores de la salud acerca de
la enfermedad depresiva, ya sea porque lo han escuchado o por haberla padecido
personalmente o por algún familiar o conocido.

• Este estudio se efectuará al inicio del programa antes de las intervenciones (de
las acciones específicas en educación para la salud). Los datos servirán como
una intervención basal que permitirá evaluar posteriormente los cambios en la
percepción de la enfermedad depresiva, después de recibir orientación e
información objetiva sobre la enfermedad.
• Otra de las investigaciones que se pretende llevar al cabo es la determinación de
la prevalencia de la enfermedad depresiva en las diferentes etapas del ciclo vital,
así como un proyecto de investigación para conocer los aspectos de interacción
recíproca entre la función neuronal y las hormonas gonadales y su repercusión
sobre el desarrollo de la enfermedad depresiva.

Metas

A corto plazo (1 año):

• Desarrollo del proyecto relacionado con la percepción de la población en general


sobre la enfermedad depresiva (1° fase).

• Desarrollo del proyecto relacionado con la percepción de los trabajadores de la


salud acerca de la enfermedad depresiva (1° fase).

67
A mediano plazo (3 años):

• Análisis de la información de los proyectos que se desarrollarán en el primer año


del programa.

• Desarrollo del proyecto para determinar la prevalencia de la enfermedad


depresiva en las diferentes etapas del ciclo vital.

• Desarrollo del proyecto relacionado con la interacción recíproca entre la función


neuronal y la de las hormonas gonadales y su repercusión sobre el desarrollo de
la enfermedad.

A largo plazo (5 años):

• Desarrollo de la segunda fase del proyecto relacionado con la percepción de la


población en general sobre la enfermedad depresiva y la presentación de
resultados.

• Desarrollo de la segunda fase del proyecto relacionado con la percepción de los


trabajadores de la salud acerca de la enfermedad depresiva y presentación de
resultados.

• Presentación de los resultados del proyecto relacionado con la interacción


recíproca entre la función neuronal y las hormonas gonadales y su repercusión
sobre el desarrollo de la enfermedad depresiva.

68
Capítulo VIII
Seguimiento y evaluación

El seguimiento y la evaluación de las acciones dentro de un programa son los dos


componentes básicos que cierran el ciclo de todo proceso de planeación y garantizan
que las estrategias alcancen los objetivos propuestos, a la vez que permiten reorientarlos
cuando las circunstancias así lo requieren; el seguimiento y la evaluación permiten
contrastar lo hecho con lo que se planeó y programó hacer originalmente, lo que obliga
a que ejecución y evaluación sean dos procesos que se llevan a cabo de manera paralela
y se complementan uno al otro.

El PNS identifica tres componentes básicos del esquema integral de evaluación que,
aplicados al Programa de Acción en Salud Mental y a los Programas Específicos y
tendrán las siguientes características:

a) Evaluación del desempeño. Una de las principales responsabilidades del CONADIC


en materia de salud mental, consiste en medir el grado de cumplimiento de los objetivos
y metas del Programa Específico de Depresión en cuanto a mejorar las condiciones de la
población afectada, al prevenir, atender, rehabilitar y reintegrar a enfermos mentales a
su comunidad, ofreciendo un trato adecuado y garantizando seguridad financiera; este
componente mide el impacto de la estrategia en los cambios en la salud mental de la
población.
b) Evaluación de programa y servicios. Consiste en la evaluación de los objetivos
intermedios, entendidos éstos como los instrumentos y procesos de la estrategia para
alcanzar los objetivos finales de bienestar de la población en materia de salud mental.
Este componente mide la efectividad de los programas desde la perspectiva de su
operación y funcionamiento, así como la capacidad de contribuir a los objetivos finales
de la estrategia en salud mental.
c) Sistema Nacional de Indicadores. Consiste en índices de referencia seleccionados por
su relevancia, estandarización, capacidad de reflejar claramente una situación y de
establecer comparaciones, para lo cual se consideran tres tipos: cobertura, capacidad del
sistema y capacidad de los administradores. Este componente permite medir el
desempeño del Programa Específico de Depresión en términos cuantitativos y de
manera comparativa con otros índices, reflejando los niveles de efectividad de la
estrategia independientemente de los resultados absolutos.

69
Además de estos indicadores, una de las líneas de acción de este Programa, es el diseño
y aplicación de un conjunto de indicadores específicos para los servicios especializados
tanto locales como otros derivados de compromisos internacionales

Evaluación del desempeño


Para la evaluación del desempeño del Programa de Depresión se contempla un
mecanismo paralelo de promoción del Programa e inicio del sistema de evaluación con
un carácter gradual, a través del cual, a la vez que se promuevan e implanten los
criterios técnicos y de servicios en materia de salud mental en el marco del Modelo
Integral de Atención en Salud Mental, se inicia un proceso de evaluación del impacto
en la salud de la población. Tres meses después del inicio de la aplicación del modelo
se recuperan los formatos de evaluación del impacto en la población, empezando a
construir con esto un mecanismo de seguimiento evaluación que se repetirá tres meses
después.

La información obtenida a través de los formatos estaría relacionada con la capacidad


del Modelo Integral para lograr la reintegración de los pacientes con trastornos
mentales, en diversos niveles de tratamiento y recuperación. Asociado a esto, se estarían
evaluando también el desempeño del personal, a las instituciones de salud mental y el
nivel de satisfacción del personal, por la vía de cuestionarios y entrevistas con
familiares de pacientes, llevados a cabo por equipos de supervisión. Se estima que en el
plazo de dos a tres años se tendrá información inicial suficiente para medir el impacto
del Modelo Integral en Salud Mental.

Evaluación de programa y servicios


Para la evaluación de los programas y servicios se partirá de la definición de los
programas operativos anuales, buscando que se incorporen acciones específicas sobre
promoción del Programa de Acción y del Modelo Integral, seguimiento de su impacto,
acciones en materia de capacitación, investigación, administración y ampliación de la
infraestructura, formulación de normatividad, coordinación interinstitucional y otros.

La evaluación de estas acciones, se llevará a cabo de acuerdo con las normas que para
tal efecto se marcan en los mismos programas operativos y normatividad presupuestal.
Los resultados de la evaluación de programas y servicios, tendrán a su vez un impacto

70
en la medición del desempeño en el inciso anterior, en cuanto a asignación de recursos y
su correcta aplicación.

Sistema Nacional de Indicadores


De los indicadores identificados en el PNS, que permiten medir el impacto del
Programa Específico de Depresión, se señalan a continuación aquellos que de manera
directa se refieren a los propósitos de este Programa:

1. Índice de desempeño global del sistema de salud. Logro del sistema en cuanto a
condiciones de salud mental, trato adecuado y protección financiera en relación
de gasto efectuado.

2. Esperanza de vida productiva. Años que en promedio pueden vivir los hombres
y mujeres con enfermedades mentales graves o discapacitantes una vez
integrados a su comunidad.

3. Índice de trato adecuado. Capacidad de respuesta del Sistema de Salud Mental


con respecto a dignidad, autonomía, confidencialidad, atención pronta, calidad,
acceso a redes de apoyo y elección de proveedor.

4. Protección financiera. Porcentaje de familias que tuvieron gastos catastróficos


para la atención de salud mental en un periodo determinado.

5. Abasto de los diez medicamentos esenciales. Porcentaje de unidades médicas


especializadas que cuenta con un abasto mínimo del 90%.

6. Proyecto de coinversión en infraestructura publica en salud. Inversión en


millones de pesos respecto a otras partidas presupuestales.

7. Certificación de unidades de salud. Porcentaje de unidades de salud mental


certificadas respecto a otras variables.

8. Reuniones de las Asambleas Estatales y Nacional de Salud. Porcentaje de


reuniones respecto a otras variables.
Para cada uno de estos índices se definirán los criterios y metodología para su captura,
su periodicidad y fuentes, así como para su comparación y evaluación.

71
Reconocimientos

72
Reconocimientos

Bajo la supervisión del Dr. Guido Belsasso, Comisionado Nacional del Consejo
Nacional contra las Adicciones y del Dr. Salvador González Gutiérrez, Director General
de los Servicios de Salud Mental, los trabajos para la elaboración de este Programa
fueron realizados principalmente por el Comité Consultivo Académico conformado por
el Dr. Rodrigo Garnica Portillo, Vocal Ejecutivo, el Dr. Marco Antonio López Butrón,
Vocal Ejecutivo Adjunto y el resto de sus miembros: Dr. Héctor Ortega Soto, Dr.
Rogelio Apiquian Guitart, Dr. Francisco Javier Diez D´Pinos Salinas, Dr. Wazcar
Verduzco Fragoso, Dr. Mauricio Medina Serratos, Dr. Luis Enrique Sosa Guerra, Dr.
Jesús Majín Niño, Dr. Miguel Herrera Estrella y el Dr. Mario Mendoza Silva, con el
apoyo y colaboración de la Psic. Martha Díaz Santos, Directora de Coordinación
Técnica de Programas de Salud Mental, y el equipo de trabajo de esa Dirección: Lic.
Carmen Bulos Méndez, Dr. Carlos Luis Aviña, Mtra. Ma. Irasema Rea Castañeda, Lic.
Cynthia Esperón Vargas, Lic. Héctor Armienta Mantecón, Lic. Lilian Lozano Sedano y
el Dr. Francisco J. Guerra y Rullán quien aportó su valioso apoyo en la planeación
estratégica del Programa.

De igual manera, agradecemos a las casi 200 instituciones y personas que participaron
en el proceso de consenso de los Programas Específicos de Salud Mental. En este caso,
sólo se mencionará a la institución, organismo o dependencia.

ƒ Asociación Médica de MEXFAM


ƒ Asociación Mexicana contra el Autismo, A.C:
ƒ Asociación Mexicana para Alzheimer y Trastornos Asociados, A.C.
ƒ Centro de Salud “José Castro Villagrán”, Gobierno del Distrito Federal
ƒ Centro Médico “La Raza”, Instituto Mexicano del Seguro Social
ƒ Clínica de Esquizofrenia del Hospital de San Fernando, IMSS
ƒ Clínica de Esquizofrenia del Hospital Psiquiátrico "Fray Bernardino Alvarez"
ƒ Clínica de Esquizofrenia del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
"Dr. Manuel Velasco Suárez"
ƒ Clínica de Esquizofrenia del Instituto Nacional de Psiquiatría "Dr. Ramón de la
Fuente"
ƒ Clínica de la Adolescencia del Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de
la Fuente”

73
ƒ Clínica de la Adolescencia del Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de
la Fuente”
ƒ Clínica de la Memoria del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”
ƒ Clínica de Psicogeriatría del Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de la
Fuente”
ƒ Clínica San Rafael
ƒ Colegio Giocosa
ƒ Comité de Evaluación del Consejo Nacional de Medicina General
ƒ Coordinación Académica de la Asociación Mexicana de Médicos Familiares y
Médicos Generales A.C. (AMMFMGAC)
ƒ Coordinación de Enlace con el Congreso y Participación Ciudadana
ƒ Coordinación General de los Institutos de Salud
ƒ Coordinación General de Planeación Estratégica, SSA
ƒ Cruz Roja Mexicana. Programa APSIDE
ƒ Delegado para el D.F. del Instituto Nacional de Educación Médica Continua
ƒ Departamento de Consulta Externa del Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan
N. Navarro”
ƒ Departamento de Enseñanaza del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino
Álvarez”
ƒ Departamento de Estudios sobre la Depresión, Instituto Nacional de Psiquiatría
“Dr. Ramón de la Fuente”
ƒ Departamento de Genética del Instituto Nacional de Perinatología
ƒ Departamento de Geriatría del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y
Nutrición “Dr. Salvador Zubirán”
ƒ Departamento de Investigación de la Facultad de Psicología, UNAM
ƒ Departamento de Investigación del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino
Álvarez”
ƒ Departamento de Investigación del Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N.
Navarro”
ƒ Departamento de Investigación del Instituto Nacional de Psiquiatría "Dr. Ramón
de la Fuente"
ƒ Departamento de Medicina Familiar, UNAM
ƒ Departamento de Neurobiología del Desarrollo del Instituto Nacional de
Perinatología
ƒ Departamento de Neurología del Hospital Infantil de México “Dr. Federico
Gómez”
ƒ Departamento de Neurología del Hospital Psiquiátrico Infantil "Dr. Juan N.
Navarro"
ƒ Departamento de Neuropsicología, UNAM
ƒ Departamento de Psicología del Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la
Fuente"
ƒ Departamento de Psiquiatría del Hospital Infantil de México “Dr. Federico
Gómez”
ƒ Departamento de Psiquiatría del Instituto Nacional de Neurología y
Neurocirugía “Dr. Manuel Velasco Suárez”
ƒ Departamento de Psiquiatría del Instituto Nacional de Pediatría
ƒ Dirección de Alimentación y Desarrollo Comunitario, DIF
ƒ Dirección de Educación Especial, SEP
ƒ Dirección de Enseñanza del Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de la
Fuente”

74
ƒ Dirección de Enseñanza e Investigación,SERSAME
ƒ Dirección de la Clínica Psiquiátrica "Dr. Everardo Newmann Peña"
ƒ Dirección de la Facultad de Psicología, UNAM
ƒ Dirección de Modelos de Atención, DIF
ƒ Dirección de Operación y Supervisión, SERSAME
ƒ Dirección de Planeación e Innovación para la Calidad, SSA
ƒ Dirección de Servicios Clínicos del Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr.
Ramón de la Fuente”
ƒ Dirección del Centro de Higiene Mental "Dr. Carlos Nava Múñoz"
ƒ Dirección del Centro Estatal de Salud Mental de Saltillo
ƒ Dirección del Hospital Casa Hogar San Agustín
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Cruz del Norte"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Cruz del Sur"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Dr. Adolfo Nieto"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Dr. Alfonso Millan"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Dr. José Torres"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Dr. Rafael Serrano"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Dr. Samuel Ramírez Moreno"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Dr. Víctor Manuel Concha Vázquez"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Fray Bernardino Alvarez"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Granja la Salud Tlazolteotl"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "José Sayago"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Manuel Campos"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico "Parras de la Fuente"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico “Dr. Valle Bueno"
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico Civil Libertad
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico de “San Fernando” IMSS
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico de Chametla
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico de Chihuahua
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico de Guanajuato
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico de Jalisco
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico de Monterrey
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico de Tampico
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico de Tijuana
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico de Villahermosa
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico de Yucatán
ƒ Dirección del Hospital Psiquiátrico San Fernando, IMSS
ƒ Dirección General Adjunta de Administración y Planeación, CONADIC-
SERSAME
ƒ Dirección General Adjunta de Innovación en Sistemas, SSA
ƒ Dirección General de Análisis y Desempeño de Políticas de Salud, SSA
ƒ Dirección General de Calidad y Educación en Salud, SSA
ƒ Dirección General de Comunicación Social, SSA
ƒ Dirección General de Cooperación y Difusión en Adicciones y Salud Mental,
CONADIC-SERSAME
ƒ Dirección General de Coordinación y Desarrollo contra las Adicciones,
CONADIC-SERSAME
ƒ Dirección General de Epidemiología, SSA
ƒ Dirección General de Equidad y Desarrollo en Salud, SSA

75
ƒ Dirección General de Información y Evaluación del Desempeño, SSA
ƒ Dirección General de Operación de Servicios Educativos en el D.F.
ƒ Dirección General de Protección Financiera, SSA
ƒ Dirección General de Salud Reproductiva, SSA
ƒ Dirección General del Centro de Vigilancia Epidemiológica, SSA
ƒ Dirección General del Centro Nacional de Rehabilitación
ƒ Dirección General del Centro para la Salud de la Infancia y de la Adolescencia,
SSA
ƒ Dirección General del Hospital General de México, SSA
ƒ Dirección General del Hospital Infantil de México "Dr. Federico Gómez"
ƒ Dirección General del Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro”
ƒ Dirección General del IMSS
ƒ Dirección General del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía "Dr.
Manuel Velasco Suárez"
ƒ Dirección General del ISSSTE
ƒ Dirección General del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF-
Nacional)
ƒ Dirección General Técnica en Adicciones y Salud Mental, CONADIC-
SERSAME
ƒ Hospital ABC
ƒ Hospital Español
ƒ Hospital 1º de octubre, ISSSTE
ƒ Instituto Nacional de la Comunicación Humana
ƒ Instituto Nacional de Pediatría
ƒ OPS/OMS - México
ƒ Presidencia de AMAPE
ƒ Presidencia de la Asociación de Médicos de MEXFAM
ƒ Presidencia de Médicos Asociados de Oriente-Iztapalapa
ƒ Presidencia del Consejo Nacional de Medicina General
ƒ Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
ƒ Secretaría de Desarrollo Social
ƒ Secretaría de Fomento Social de Chihuahua
ƒ Secretaría de Gobernación
ƒ Secretaría de la Defensa Nacional
ƒ Secretariado del Consejo Nacional de Salud
ƒ Secretario de Salud de Aguascalientes
ƒ Secretario de Salud de Baja California
ƒ Secretario de Salud de Baja California Sur
ƒ Secretario de Salud de Campeche
ƒ Secretario de Salud de Chiapas
ƒ Secretario de Salud de Chihuahua
ƒ Secretario de Salud de Coahuila
ƒ Secretario de Salud de Colima
ƒ Secretario de Salud de Durango
ƒ Secretario de Salud de Guanajuato
ƒ Secretario de Salud de Guerrero
ƒ Secretario de Salud de Hidalgo
ƒ Secretario de Salud de Jalisco
ƒ Secretario de Salud de Michoacán
ƒ Secretario de Salud de Morelos

76
ƒ Secretario de Salud de Nayarit
ƒ Secretario de Salud de Nuevo León
ƒ Secretario de Salud de Oaxaca
ƒ Secretario de Salud de Puebla
ƒ Secretario de Salud de Querétaro
ƒ Secretario de Salud de Quintana Roo
ƒ Secretario de Salud de San Luis Potosí
ƒ Secretario de Salud de Sinaloa
ƒ Secretario de Salud de Sonora
ƒ Secretario de Salud de Tabasco
ƒ Secretario de Salud de Tamaulipas
ƒ Secretario de Salud de Tlaxcala
ƒ Secretario de Salud de Veracruz
ƒ Secretario de Salud de Yucatán
ƒ Secretario de Salud de Zacatecas
ƒ Secretario de Salud del Estado de México
ƒ Secretario de Salud del Gobierno del Distrito Federal
ƒ Sociedad Mexicana de Medicina Conductual,A.C.
ƒ Subsecretaría de Innovación y Calidad, SSA
ƒ Subsecretaría de Prevención y Protección de la Salud, SSA
ƒ Subsecretaría de Relaciones Institucionales, SSA
ƒ Subsecretaría de Servicios Educativos para el D.F., SEP
ƒ Subsecretaría del Consejo de Salubridad General
ƒ Vocal Ejecutivo del Comité Consultivo Académico del Programa Específico de
Demencias y trastornos Asociados
ƒ Vocal Ejecutivo del Comité Consultivo Académico del Programa Específico de
Depresión
ƒ Vocal Ejecutivo del Comité Consultivo Académico del Programa Específico de
Psicopatología Infantil y de la Adolescencia
ƒ Vocal Ejecutivo del Comité Consultivo Académico del Programa Específico de
Esquizofrenia
ƒ Vocal Ejecutivo del Comité Consultivo Académico del Programa Específico de
Trastorno por Déficit de Atención
ƒ Vocal Ejecutivo del Comité Consultivo Académico del Programa Específico de
Epilepsia
ƒ Vocal Ejecutivo del Comité Consultivo Académico del Programa Específico de
Enfermedad de Parkinson
ƒ Vocal Ejecutivo del Comité Consultivo Académico del Programa Específico de
Atención Psicológica en casos de Desastre

77
Bibliografía
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2. CARAVEO, Jorge; MEDINA-MORA, María Elena; et. al.. Trastornos emocionales
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5. CARAVEO, Jorge; LÓPEZ, S; GONZÁLEZ, C. La importancia de los sistemas
diagnósticos: experiencia obtenida utilizando el sistema PSE-CATEGO en pacientes
psiquiátricos. . En Salud Mental. México. Instituto Nacional de Psiquiatría. Numero
11. febrero de 1987. p.20-29.
6. CARAVEO, Jorge; GONZÁLEZ, C; RAMOS, L. “Concurrent validity of the DIS:
experience with psychiatric patients in Mexico city”. En Hisp J Behav Sciences.
Número 13. enero de 1991. p. 63-77.
7. CARAVEO, Jorge; MEDINA-MORA, M.E; RASCÓN, ML; et. al. “Características
psicopatológicas de la población urbana adulta en México. Resultados de una
encuesta nacional en hogares”. En Anales. México. Instituto Mexicano de
Psiquiatría. Número 5: 1994. p. 22-41.
8. CARAVEO, Jorge; GÓMEZ, Mario; SALDIVAR, G; et. al. “Encuesta Nacional de
pacientes psiquiátricos hospitalizados”. En Salud Mental. México. Instituto
Nacional de Psiquiatría. Numero 18. Abril. De 1995. P.1-9.
9. CARAVEO, Jorge. “La prevalencia de los trastornos psiquiátricos en la población
mexicana. Estado actual y perspectivas”. En Salud Mental. México. Instituto
Nacional de Psiquiatría. Numero 19. Abril. 1996. p. 8-13.
10. CARAVEO, Jorge; MEDINA-MORA, M. E., RASCÓN M.L, et. al. ”La
prevalencia de los trastornos psiquiátricos en la población urbana adulta en
México”. En Salud Mental. México. Instituto Nacional de Psiquiatría. Número 19.
Marzo de 1996. p.14-21.
11. CARAVEO, Jorge; MARTÍNEZ, N; RIVERA, B. “Un modelo para los estudios
epidemiológicos sobre la salud mental y la morbilidad psiquiátrica”. En Salud
Mental. México. Instituto Nacional de Psiquiatría. Número 21. enero de 1998. p.48-
57.
12. CARAVEO, Jorge; MARTÍNEZ, N.A; SALDIVAR, G; et. al. “Performance of
the GHQ-12 in relation to current and lifetime CIDI psychiatric diagnoses”. En
Salud Mental. México. Instituto Nacional de Psiquiatría. Nùmero 21. Abril de
1998.p 1-11.
13. CARAVEO Jorge, COLMENARES E., SALDIVAR G.J. “Estudio clínico-
epidemiológico de los trastornos depresivos”. En Salud Mental. México. Instituto
Nacional de Psiquiatría. Número 22. Febrero 1999. p.7-17.

78
14. GÓMEZ M., CARAVEO Jorge. “Instrumentos de diagnóstico en la epidemiología
psiquiátrica. Estado actual y perspectivas”. En Salud Mental. México. Instituto
Nacional de Psiquiatría. Número 19. Abril 1996. p. 60-64.
15. DE LA PEÑA, Francisco, PATIÑO, M; MENDIZÁBAL A., et. al. “La entrevista
semi-estructurada para adolescentes (ESA). Características del instrumento y
estudio de confiabilidad interevaluador y temporal”. En Salud Mental. México.
Instituto Nacional de Psiquiatría. Número 21. Junio 1998. p.11-18.
16. GONZÁLEZ, C. “Aspectos psicosociales del suicidio en adolescentes mexicanos.
Psicopatología”. En Salud Mental. México. Instituto Nacional de Psiquiatría.
Número 15. Abril sw 1995. p.157-161.
17. RAMOS L., CARAVEO J., GONZÁLEZ C., SALGADO C. “La Cédula de
Entrevista Diagnóstica (DIS)” . En Psiquiatría. México. Número 3. Enero 1987.
p.57-61.
18. ROBINS L. N., HELZER J.E., CROUGHAN J. et. al. “National Institute of Mental
Health-Diagnostic Interview Schedule: Its history, characteristics and validity”. En
Gen Psychiatry. Número 38. 1981. p.381-389.
19. SOLÍS L. R. “Las tendencias de la investigación sobre las necesidades y recursos de
atención primaria en salud mental en México”. En Anales. México Instituto
Méxicano de Psiquiatría. Reseña de la X Reunión de Investigación y Enseñanza.
1995. p. 176-183.
20. WHO. “Cross-national Consortium in Psychiatric Epidemiology. Cross-national
comparisons of the prevalence and correlates of mental disorders”. En Bulletin of
the World Health Organization. Número 78. Abril 2000. p.413-426.
21. Wittchen H. U. “Reliability and validity studies of the WHO Composite
International Diagnostic Interview (CIDI): A critical review. J Psychiatric Res,
Número 28. Enero de 1994. p. 57-84.

79
Apéndices

80
Miembros del Comité Consultivo Académico del Programa Específico de
Depresión

Programas de Acción de la Secretaría de Salud vinculados con el Programa


Específico de Depresión

Trastorno bipolar

Directorio de instituciones que atienden padecimientos psiquiátricos en México

Abreviaturas y acrónimos

Glosario

81
COMITÉ CONSULTIVO ACADÉMICO DEL PROGRAMA ESPECÍFICO DE
DEPRESIÓN
Dr. Gerardo Heinze Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr.
Vocal Ejecutivo Ramón de la Fuente Muñiz”

Dr. Antonio Torres Ruiz Instituto Nacional de Neurología y


Vocal Ejecutivo Adjunto Neurocirugía “Dr. Manuel Velasco
Suárez”
Miembros del Comité
Dr. Carlos Berlanga Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr.
Ramón de la Fuente Muñiz”
Dr. Carlos Serrano Hospital Español

Dr. David López Garza Hospital American British Conwdray


ABC
Dr. Fernando Corona Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino
Álvarez”
Dr. Francisco de la Peña Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr.
Ramón de la Fuente Muñiz”
Dr. Héctor Lara Tapia Hospital Regional “Adolfo López
Mateos” ISSSTE
Dr. Jaime López Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr.
Ramón de la Fuente Muñiz”
Dr. José A. García Marín Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr.
Ramón de la Fuente Muñiz”
General de Brigada M. C. Bernardo Bidart Hospital Central Militar SEDENA
Ramos
Dr. Miguel Ángel Fernández Facultad de Medicina de la UNAM

Dr. Wazcar Verduzco Hospital Psiquiátrico “San Fernando”,


IMSS
Dra. Blanca Vargas Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr.
Ramón de la Fuente Muñiz”
Dra. Magdalena Zamora Centro de Salud “José Castro Villagrana”
GDF
Mtra. Asunción Lara Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr.
Ramón de la Fuente Muñiz”

82
Programas de Acción de la SSA vinculados con el Programa
Específico de Depresión

Para llevar al cabo las estrategias, líneas de acción y acciones específicas contenidas en
el Programa Específico de Depresión, se tendrá que realizar una intensa labor de
concertación con las instituciones del Sector Salud, entidades federativas, sectores
público, social y privado, además de ligar a éstas con otros Programas de Acción de la
Secretaría de Salud.

• Comunidades Saludables
• Educación Saludable
• Enseñanza: Formación y Capacitación del Personal de la Salud
• Infancia y Adolescencia
• Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica
• Investigación en Salud
• Cruzada por la Calidad de los Servicios de Salud
• Arbitraje Médico
• Protección Financiera
• Migrantes “Vete Sano y Regresa Sano”
• Sistema Nacional de Información en Salud

83
TRASTORNOS BIPOLARES

Epidemiología

Internacional
De acuerdo a la información proporcionada por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) en 1996, se identifica a los trastornos bipolares como la sexta causa de
discapacidad a nivel mundial, siendo superada solamente por la depresión mayor, que
ocupa el primer lugar y por el uso de alcohol que ocupa el lugar número cuatro (La
Carga Global de las Enfermedades, Banco Mundial y OMS, 1996).
La prevalencia estimada para el trastorno bipolar I en muestras de población general
varía entre el 0.4 al 1.6%; para el trastorno bipolar II la cifra de prevalencia es de 0.5%.
Para el caso de la ciclotimia la prevalencia es de 0.4-1%.

Nacional
En nuestro país, Caraveo y col. realizaron el estudio Características Psicopatológicas
de la Población Adulta en México, Resultados de una Encuesta Nacional en Hogares,
Instituto Nacional de Psiquiatría, 1994, en donde se identifica a la manía con una cifra
de prevalencia de 0.2% y los trastornos bipolares con 0.6%. Por otro lado, en un reporte
de egresos hospitalarios por trastorno mental publicado en 1999, se ubica a los
trastornos del humor como la sexta causa de alta hospitalaria, teniendo un porcentaje de
12.30 del total (Anuario Estadístico de la Secretaría de Salud y los Servicios de Salud
en los Estados, 1999).

Conceptos Generales
La definición que proporciona la Clasificación Internacional, 10ª Ed., de la OMS es:
“Se trata de un trastorno caracterizado por la presencia de episodios reiterados(es decir,
al menos dos) en los que el estado de ánimo y los niveles de actividad del enfermo están
profundamente alterados, de forma que en ocasiones la alteración consiste en una
exaltación del estado de ánimo y un aumento de la vitalidad y del nivel de actividad
(manía o hipomanía) y en otras, en una disminución del estado de ánimo y un descenso
en la vitalidad y de la actividad (depresión). Lo característico es que se produzca una
recuperación completa entre los episodios aislados. A diferencia de otros trastornos del
humor (afectivos) la incidencia en ambos sexos es aproximadamente la misma”.

En esta clasificación se registran los siguientes tipos de trastorno bipolar:


1) F31.0 Trastorno bipolar, episodio actual hipomaniaco.
2) F31.1 Trastorno bipolar, episodio actual maníaco, sin síntomas psicóticos.
3) F31.2 Trastorno bipolar, episodio actual maníaco, con síntomas psicóticos.
4) F31.3 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo leve o moderado.
30 Sin síndrome somático.
31 Con síndrome somático.
5) F31.4 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo grave sin síntomas psicóticos.
6) F31.5 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo grave con síntomas psicóticos.
7) F31.6 Trastorno bipolar, episodio actual mixto.
8) F31.7 Trastorno bipolar, actualmente en remisión.
9) F31.8 Otros trastornos bipolares.

84
10) F31.9 Trastorno bipolar sin especificación.

Esta clasificación no hace diferencia entre trastorno bipolar I y II tal y como la hace la
clasificación de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA).
Los elementos diagnósticos propuestos para identificar las fases depresivas son:

a) Disminución en la atención y la concentración.


b) Pérdida de la confianza en sí mismo y sentimientos de inferioridad.
c) Ideas de culpa y de ser inútil.
d) Perspectiva sombría del futuro.
e) Pensamientos y actos suicidas o auto agresiones.
f) Trastornos en el dormir.
g) Pérdida del apetito.

Los episodios de manía e hipomanía se caracterizan por una exaltación del humor,
aumento en la cantidad y velocidad de la actividad mental y física que están claramente
por encima de la condición habitual de la persona. La diferencia entre la hipomanía y la
manía es, por un lado, de grado ya que en el caso de la primera las manifestaciones son
menos intensas y no alteran muy notablemente el desempeño del enfermo, de tal manera
que sigue con sus actividades de la vida diaria, a diferencia de la manía en donde el
nivel de afectación es tal que la persona enferma está incapacitada para realizar sus
actividades cotidianas. Por otra parte, hay diferencias cualitativas ya que en el caso de la
manía el episodio puede verse complicado con manifestaciones psicóticas.

De acuerdo con Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-


IV), la depresión bipolar se define como:
“Son trastornos en el estado de ánimo en los cuales hay una alteración en la que se
presentan manifestaciones de abatimiento o bien de exaltación del estado de ánimo de
manera repetida”.

En este manual se incluyen las siguientes categorías diagnósticas:


1. Trastorno bipolar I.
2. Trastorno bipolar II.
3. Trastorno ciclotímico.
4. Trastorno bipolar no especificado.

El trastorno bipolar I tiene como característica básica un curso clínico en el que se han
presentado uno o más episodios maníacos o episodios mixtos. Es frecuente que las
personas afectadas también hayan presentado uno o más episodios depresivos mayores.
Su curso clínico se caracteriza por un elevado nivel de reincidencia de los episodios
maníacos, hasta 90% y entre el 60 y 70% de este tipo de episodios son precedidos por
un episodio depresivo mayor. La alternancia de los ciclos tiene un patrón característico
de aparición en cada persona afectada.
Aunque la mayoría de los pacientes se recuperan totalmente entre uno y otro episodio,
hay reportes que mencionan entre 20 y 30% de persistencia de síntomas de baja
intensidad entre un episodio y el siguiente. La tasa de afectación de familiares de primer
grado para los portadores de este trastorno oscila entre el 4 -24%, a diferencia de lo que
sucede con el trastorno bipolar II cuya tasa es de 1-5%.

85
Los trastornos mentales asociados a esta patología se relacionan con el suicidio cuya
frecuencia varía entre el 10-15%. No es infrecuente que durante los episodios de manía
se produzcan lesiones a los familiares o al paciente mismo y que se presenten problemas
legales derivados del comportamiento errático del enfermo. Otras complicaciones
psicosociales se relacionan con fracaso escolar o ausentismo laboral y dificultades
financieras por gastos “tontos” derivadas de la misma condición.
El trastorno bipolar II tiene como características básicas el haber presentado uno o más
episodios depresivos mayores y cuando menos un episodio hipomaniaco. Es decir, el
rasgo distintivo entre el trastorno bipolar I y el II es la presencia de manía en es caso del
primero y de hipomanía en el segundo.
El curso clínico también es con remisiones y exacerbaciones al igual que en el trastorno
bipolar I, pero a diferencia de éste, conforme pasa en tiempo la duración de las
remisiones es cada vez mas corta y el número total de episodios que se presentan a lo
largo de la vida es mayor al número de episodios del trastorno bipolar I. Para este
trastorno también aplica la observación de manifestaciones de baja intensidad entre el
20-30% de los afectados y aplican también las cifras y tipo de complicaciones citadas
líneas arriba para el bipolar I.
El trastorno ciclotímico tiene como perfil clínico la alteración crónica en el estado de
ánimo y con fluctuaciones en las que se presentan numerosos episodios de hipomanía
alternados con numerosos periodos con síntomas depresivos.
Es requisito indispensable que los datos de hipomanía y depresión no hayan sido de
severidad tal que pudiera diagnosticarse manía o depresión mayor, ya que de
presentarse esta situación el diagnóstico debía ser de trastorno bipolar I o II
dependiendo del caso. Este trastorno afecta por igual a hombres y a mujeres y su curso
clínico se caracteriza por comenzar en la adolescencia o la juventud y su inicio, es
insidioso, a diferencia de los demás trastornos bipolares que aparecerían de manera
brusca. Otra diferencia es que su duración es crónica, no se presenta por brotes sino que
es un estado.
En el trastorno bipolar no especificado se incluyen aquellas alteraciones del estado de
ánimo que no cubren los criterios diagnósticos para las categorías mencionadas
previamente, por ejemplo, en aquellos casos en los que la alternancia entre la exaltación
y el abatimiento del estado de ánimo es muy rápida, sin que se cumpla con el criterio de
duración para las categorías diagnósticas previas.

Criterios para episodio depresivo mayor:


A.- Presencia de cinco (o más) de los siguientes síntomas durante un período de 2
semanas, que representan un cambio respecto a la actividad previa; uno de los síntomas
debe ser (1) estado de ánimo depresivo o (2) pérdida de interés o de la capacidad para el
placer.

1. Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi cada día según lo indica
la propia persona (p. Ej., se siente triste o vacío) o la observación realizada por
los otros (p. Ej., llanto). Nota: en los niños o adolescentes el estado de ánimo
puede ser irritable.
2. Disminución acusada del interés o la capacidad para el placer en todas o casi
todas las actividades de la persona, la mayor parte del día y casi cada día, según
lo refiere el enfermo mismo o los demás.
3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o bien aumento de peso (p. Ej. una
variación de mas del 5% del peso corporal en un mes) o pérdida del apetito casi

86
cada día. Nota: en los niños se puede observar que no ganan el peso que debían
ganar de acuerdo a su edad.
4. Insomnio o hipersomnia cada día.
5. Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día, según lo observan los
demás y no solo la sensación de enlentecimiento que la propia persona refiere.
6. Fatiga o pérdida de energía cada día.
7. Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados (que pueden ser
delirantes) casi cada día (no simples auto reproches o culpabilidad por el hecho
de estar enfermo).
8. Disminución de la capacidad para pensar y concentrarse, o indecisión, casi cada
día, ya sea que lo refiere la propia persona o los demás.
9. Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación
suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa o un plan específico
para suicidarse.

B.- Los síntomas no cumplen criterios para episodio mixto.

C.- Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social,


laboral o de otras áreas importantes en la actividad de la persona enferma.

D.- Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p.
Ej., una droga o un medicamento) o a enfermedad médica (p. Ej., hipertiroidismo).

E.- Los síntomas no se explican mejor por la presencia de un duelo (p. Ej., la pérdida de
un ser querido), los síntomas persisten durante mas de dos meses o se caracterizan por
una acusada incapacidad funcional, preocupaciones mórbidas de inutilidad, ideación
suicida, síntomas psicóticos o enlentecimiento psicomotor.

Criterios para el episodio maníaco:

A. Un período diferenciado de un estado de ánimo anormal y persistentemente elevado,


expansivo o irritable, que dura al menos 1 semana(o cualquier duración si es
necesaria hospitalización).

B.- Durante el período de alteración del estado de ánimo han persistido tres o más de los
siguientes síntomas (cuatro si el estado de ánimo es solo irritable) y ha habido en un
grado significativo:

1. Autoestima exagerada o grandiosidad.


2. Disminución de la necesidad de dormir (p. Ej., se siente descansado tras sólo
tres horas de sueño).
3. Más hablador de lo habitual o verborreico.
4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está acelerado.
5. Distraibilidad (p. Ej., la atención se desvía demasiado fácilmente hacia estímulos
externos banales o irrelevantes).
6. Aumento de la actividad intencionada (sea socialmente, en el trabajo o los
estudios, o sexualmente) o agitación psicomotora.
7. Implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para
producir consecuencias graves (p. Ej., hacer compras irrefrenables,
indiscreciones sexuales o inversiones económicas alocadas).

87
C.- Los síntomas no cumplen los criterios para episodio mixto.

D.- La alteración del estado de ánimo es suficientemente grave como para provocar
deterioro laboral o de las actividades sociales habituales o de las relaciones con los
demás, o para necesitar hospitalización con el fin de prevenir los daños a sí mismo o a
los demás, o hay síntomas psicóticos.

E.- Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p.
Ej., una droga, un medicamento u otro tratamiento) ni a una enfermedad médica (p. Ej.,
hipertiroidismo).

Criterios para el episodio hipomaniaco

A.- Un período diferenciado durante el que el estado de ánimo es persistentemente


elevado, expansivo o irritable durante al menos 4 días y que es claramente diferente del
estado de ánimo habitual.

B.- Durante el período de alteración del estado de ánimo, han persistido tres(o más) de
los siguientes síntomas (cuatro si el estado de ánimo es solo irritable) y ha habido un
grado significativo de:

1. Autoestima exagerada o grandiosidad.


2. Disminución de la necesidad de dormir (p. Ej., se siente descansado tras solo
tres horas de sueño).
3. Más hablador de lo habitual o verborreico.
4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está acelerado.
5. Distraibilidad (p. Ej., la atención se desvía fácilmente hacia estímulos externos
banales o irrelevantes).
6. Aumento de la actividad intencionada (ya sea socialmente, en el trabajo o los
estudios o sexualmente) o agitación psicomotora.
7. Implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para
producir consecuencias graves (p. Ej., realizar compras irrefrenables,
indiscreciones sexuales o inversiones económicas alocadas).

C.- El episodio está asociado a un cambio inequívoco de la actividad que no es


característico del sujeto cuando está asintomático.

D.- La alteración del estado de ánimo y el cambio en la actividad es observable por los
demás.

E.- El episodio no es lo suficientemente grave como para provocar un deterioro social o


laboral importante o para necesitar hospitalización, ni hay síntomas psicóticos.

F.- Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p.
Ej., droga, medicamento u otro tratamiento) ni a una enfermedad médica (p. Ej.,
hipertiroidismo).

88
Manejo y Tratamiento

Dada la naturaleza de los trastornos bipolares, para el manejo de este tipo de


padecimientos se requiere del establecimiento de una buena línea de comunicación entre
la persona enferma, sus familiares y el médico tratante, ya que son problemas que
tienden a ser de duración prolongada y con un elevado índice de recurrencia.
Por otro lado, los fármacos que se utilizan para el tratamiento de estos trastornos con
elevada frecuencia presentan efectos indeseables de intensidad variable y de duración
igualmente variable, de forma tal que todos los personajes involucrados en su uso tienen
que estar bien informados de lo que sí y lo que no se puede esperar de ellos y también
deben conocer su perfil de interacciones farmacológicas.
Diversos estudios han confirmado la observación de que una adecuada información para
el enfermo y sus familiares se traducirá en un nivel mayor de cumplimiento y de apego
a la prescripción, ya que no sólo es importante que se tome la dosis diaria prescrita sino
que es relevante que se haga de acuerdo a los horarios indicados.
Las tasas de recurrencia por abandono de medicación son frecuentes y, por otro lado, el
cambio de fase depresiva a fase maníaca puede ser desencadenado por el uso de
medicamentos antidepresivos por lo cual hay que utilizarlos adecuadamente.
También es relevante saber que algunos de los fármacos utilizados en la actualidad con
mayor frecuencia, por ejemplo el carbonato de litio, tienen una elevada tasa de
interacción con otros fármacos y muchas veces alteran el funcionamiento de diferentes
aparatos y sistemas de la economía, siendo por ello necesario mantener una vigilancia
farmacológica y fisiológica adecuadas para detectar y tratar tempranamente efectos
adversos o alteraciones fisiológicas que pueden desembocar en problemas clínicos de
relevancia, como lo es el caso de una afectación de la función tiroidea.
Para el manejo farmacológico de los trastornos bipolares se toman como guías tres fases
que son: la aguda o inicial, la de seguimiento y la de mantenimiento, siendo la duración
de cada una de ellas de 4 a 12 semanas la primera; de 4 a 9 meses la segunda y de varios
años la tercera.
Las estrategias para el manejo de las crisis, bien sea maníacas o depresivas, son
diferentes al manejo de mantenimiento tanto en lo que respecta al sitio en el que se
proporciona la atención como a los fármacos o medidas concomitantes.
Cuando los episodios de descompensación alcanzan un nivel clínico de moderado a
severo o bien cuando se presentan manifestaciones psicóticas, aunque éstas no sean de
gran intensidad, el ámbito en el que debe manejarse el episodio es el hospital y, ya
estando internado en una unidad, se decidirá si se toman medidas adicionales para el
control conductual del enfermo, como lo son la contención farmacológica para los casos
de extrema agitación psicomotriz o agresividad o terapia electroconvulsivante para
aquellos casos depresivos en los que la vida del paciente corre gran riesgo.
Anteriormente se pensaba que la fase de mantenimiento era profiláctica, es decir, que la
medicación se utilizaba para evitar que la persona tuviera otra recaída, pero en la
actualidad se sabe que es una fase de tratamiento activo y que las dosis de fármacos
deben ajustarse cuidadosamente, sus efectos secundarios vigilados con escrúpulo y las
recurrencias identificadas muy tempranamente, ya que mientras más precoz sea la
identificación más fácil será el control.

89
En la actualidad se cuenta con un amplio arsenal de medicamentos con perfiles de
eficacia y seguridad adecuados y que permiten combinaciones múltiples para el control
de los trastornos bipolares.
Los grupos farmacológicos útiles en el manejo de estos problemas incluyen a los
antidepresivos de todas las familias químicas, los antipsicóticos también de todas las
familias químicas y a otros fármacos como lo son el carbonato de litio y estabilizadores
de membrana como la carbamazepina y los derivados del valproato.
La comunicación adecuada con los enfermos y con sus familiares es un factor
fundamental en el manejo apropiado de los trastornos bipolares y es la garantía de que
las descompensaciones sean identificadas tempranamente, que se hagan los ajustes
necesarios al tratamiento y con ello se eviten complicaciones.

90
Directorio de instituciones que atienden
padecimientos psiquiátricos
Distrito Federal

Instituciones del Sector Salud

Centro Comunitario de Salud Mental Cuauhtémoc


Dr. Enrique González Martínez No. 13
Col. Santa María la Rivera
C .P. 06400, México, D .F.
Tel.: 5541 4749, 5541 1224

Centro Comunitario de Salud Mental Iztapalapa


Av. Eje 5 Esq. Guerra de Reforma
Del. Iztapalapa
C. P. 09310
Tel.: 56 94 16 60

Centro Comunitario de Salud Mental Zacatenco


Av. Ticoman Esq. Huaunuco s/n
Col. San Pedro Zacatenco
Del. Gustavo A. Madero
C. P.07360
Tel.: 57 54 66 01
FAX.: 57 54 66 01

Centro de Salud “José Castro Villagrana”


Coapa Esq. Calle Carrasco
Col. Toriello Guerra
Del. Tlalpan
C. P. 14050
Te.: 55 28 11 73

Clínica 10, Instituto Mexicano del Seguro Social.


Calzada de Tlalpan 931,
Col. Niños Héroes de Chapultepec
C. P. 03410, Tlalpan, México D. F.
Tel.: 5579-61-22, 5579-61-30. Fax. 5579-63-59

Clínica de Salud Mental


Departamento de Psicología Médica Psiquiatría
y Salud Mental
Facultad de Medicina U. N. A. M.
Circuito Interior y Cerro del Agua
Apartado Postal No. 70167
Ciudad Universitaria, D. F.
C. P. 04510, México, D. F.

91
Tel. (915) 623-21 -28 y 29, 5616-24-75
Fax: 5616-24-75

Clínica de Neurología y Psiquiatría.


ISSSTE
Prolongación Guerrero 346
Unidad Nonoalco Tlatelolco
C. P. 06300, México, D. F.
Tel. 5597-97-59, 5583-68-95

Hospital Campestre “Samuel Ramírez Moreno” (Hombres)


Carretera México-Puebla,
Sta. Catarina Tláhuac D. F.
Tel. 5842-16-02 y 5842-16-10. FAX: 5842-35-02

Hospital Central Militar


Secretaría de la Defensa Nacional
Av. Ejército Nacional S/N y Periférico
Col. Lomas de Sotelo
C. P. 11649, México, D. F.
Tel. 5557-31 -00, 5557-97-55
Fax: 5395-18-81

Hospital Psiquiátrico "Fray Bernardino Álvarez".


Av. San Buenaventura y Niño Jesús, Tlalpan.
C .P. 14000, México, D. F.
Tel.: 5573-03-86, 5573-15-50, 5573-03-87
Fax: 5573-03-88

Hospital Psiquiátrico Infantil "Juan N. Navarro" (Mixto)


Calle San Buenaventura # 81
Col. Belizario Domínguez
México D. F.
Tel. 55734844, 557348-66 y 557349-55
Fax: 5655-90 02
Recibe pacientes menores de 16 años de edad.

Hospital Psiquiátrico"Hospital San Fernando"


Instituto Mexicano del Seguro Social (Mixto)
Av. San Fernando 201, Tlalpan.
México, D. F.
Tel. 60683-23, 606-84-95, 606-85-48 y 606-96-44
Fax: 606-96-49

Hospital Psiquiátrico "San Juan de Aragón"


Instituto Mexicano del Seguro Social
Calzada San Juan de Aragón 311
Col. San Pedro El Chico. Del. Gustavo A. Madero,
C. P. 07480, México, D. F.

92
Tel. 5577-44-19, 5577-72-92, 5577-6043

Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de la Fuente”


Calz. México-Xochimilco 101
14370 México D. F. Tel. 5655-33-08,
5655-33-79 y 5655-79-99 ext. 267 Fax: 5655-04-11

Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía


“Manuel Velasco Suárez”
Insurgentes Sur 3877, Col. La Fama.
14269, México D. F.
Tel. 5606:38-22

Servicios de Salud Mental


Periférico 2905. Col. San Jerónimo Lídice. C. P. 10200,
México D. F.
Tel. 5595-56-5I, 559581-15
Fax: 5595-56-5I

Instituciones privadas

Clínica Florida
Ixtaccíhuatl 180
Col. Florida
C. P. 01030, México D. F.
Tel. 5661 -04-91 y 661 -33-71
Fax: 5663-55 80

Clínica “San Rafael”


Insurgentes Sur 4177, esq. Sta Ursula Xitla
Col. Sta. Ursula Xitla.
C. P. 14420, México, D. F.
Tel. 5655 47-99, 65504-79, 655-40-04, 65141-35

Sanatorio Granja Psiquiátrica "El Carmen"


Hospital privado
Av. Tláhuac No. 6148, Col. Santiago Zapotitlán
C. P. 13300, Tláhuac, México, D. F.
Tel: 5656-51-90, 5656-5I-30, 5845-00-37
Fax: 5845-21 -58

Sanatorio Español
Hospital Privado
Av. Ejército Nacional No.617-1003
Col. Granada, Pabellón 9
C. P.11520, México, D. F.
Tel.: 5531-33-00

93
Entidades Federativas

Aguascalientes
Centro de Neuropsiquiatría
Secretaría de Salud.
Km. 4.2. Carretera a la Cantera.
C. P. 20208 Aguascalientes, Ags.
Tel.: (9149) 172279, 191063
Fax: 120658

Baja California
Hospital Psiquiátrico de Tijuana
DIF Municipal.
Vía rápida Poniente 12671 y Puente de las
Américas, Col. 20 de Noviembre
C. P. 22437, Tijuana, B. C.
Tel.: (9166) 810790, 810791,810792
Fax: 824221

Baja California Sur

Hospital General "Juan Ma. de Salvatierra"


Secretaría de Salud.
Nicolás Bravo y Lic. Verdad, Centro
C. P. 23000, La Paz B. C. S.
Tel:(91112)21593

Campeche
Hospital Psiquiátrico "Dr. Manuel Campo"
Gobierno del Estado.
Carretera Campeche-Hampolol Km. 26.5
San Francisco Koben
C. P. 24000 San Francisco Koben, Camp.
Tel. (91981) 64193
Fax: 64193

Coahuila
Hospital Psiquiátrico de Saltillo
Secretaría de Salud.
Madero 1251, Esq. Murguía, Col. Centro
C. P. 25000, Saltillo, Coah.
Tel.: (9184) 121434, 126526

94
Granja Psiquátrica "Parras de la Fuente"
Secretaría de Salud.
Nicolás Bravo, 1, Esq. Matamoros
C. P. 27980, Parras de la Fuente, Coah.
Tel.: (91842) 21022
Fax: 21022

Colima
Hospital General "Ixtlahuacan"
Unidad de Psiquiatría
Secretaría de Salud
Calle Zaragoza S/N
C. P. 28700, Ixtlahuacan, Colima
Tel: (91332) 40666, Ext. 147

Chiapas
Casa Hogar para Enfermos Mentales "San Agustín"
DIF
Km.8.5 Carretera Tuxtla Gutiérrez-Villa Flores, Chiapas.
C. P. 29007, Tuxtla Gutiérrez, Chis.
Tel.: (91661) 50384
Fax: 40686, 40325

Chihuahua
Hospital Psiquiátrico de Chihuahua.
Secretaría de Salud.
KM. 6.5 Carretera a Cuauhtémoc.
Apartado Postal No. 49
C. P. 31020, Chihuahua, Chih.
Tel. (9116) 187144, 186315
Fax: 115244

Hospital Psiquiátrico Civil "Libertad"


Secretaría de Salud.
I. Alatorre 870, Col. Chareña.
C. P. 32000 Ciudad Juárez, Chihuahua, Chih.
Tel.: (9116) 120134

Durango

Hospital Psiquiátrico "Dr. Manuel Valle Bueno"


Secretaría de Salud.
Poblado Conocido 20 de Noviembre.
Col. 20 de Noviembre
Apartado postal 4-036
C. P. 34304 Durango, Dgo.

95
Tel. :(9118) 140479, 141496, 141096
Fax: 71737

Centro Psiquiátrico de la Laguna


Hospital Privado.
Boulevard Miguel Alemán No. 905 Pte., Zona Centro
C. P. 35000, Gómez Palacio, Durango
Tel.: (9117) 170422, 144467

Estado de México
Hospital Granja "La Salud"
Carretera México-Puebla Km. 33.5
Zoquiapan, Edo. de México.
Tel. 91597-200-28

Hospital Psiquiátrico Campestre "José Sayago"


Secretaría de Salud.
Km. 33.5 Carretera Federal México-Pirámides.
Municipio de Acolman
C. P. 55885, Tepexpan Edo. de México
Tel.: (91595) 71836, 71832, 71838
Fax: 71836, 71838

Hospital Psiquiátrico Campestre "Dr. Adolfo M. Nieto"


Secretaría de Salud.
Km. 33 Carretera Federal México-Pirámides
Municipio de Acolman
C. P. 55885. Tepexpan, Edo. de México
Tel. (91595) 70003
Fax: 20028

Hospital Psiquiátrico "Granja la Salud Tlazolteotl”


Secretaría de Salud.
Km. 33.5 Carretera Federal a Puebla
Municipio de Ixtapaluca
Apartado Postal 4
C. P. 56530, Zoquiapan, Edo. de México
Tel.: (91597) 20028
Fax: 20028
Guanajuato
Granja de Recuperación para Enfermos Mentales
Pacíficos "San Pedro del Monte"
Secretaría de Salud.
Carretera Antigua a San Francisco del Rincón
San Pedro del Monte
Apartado Postal 271
C. P. 36000, León, Gto.
Tel.: (9147) 120825, 150221 Fax: 120825, 150221.

96
Hidalgo
Hospital Psiquiátrico "Dr. Fernando Ocaranza"
Secretaría de Salud
Km. 62.5 Carretera México-Pachuca
Municipio de Telcayuca
C. P. 43870, Pachuca, Hidalgo
Tel.: (91779)60616

Jalisco
Hospital Psiquiátrico de Jalisco
Secretaría de Salud
Km. 17.5 Antigua Carretera a Chapala
El Zapote del Valle
Municipio Tlajomulco de Zúñiga
C. P. 45640, Guadalajara, Jal.
Tel.: (913) 6885356, 6885484
Radio: 6131228 Clave 20474
Fax: 6892210, 6822388

Servicio de Psiquiatría Antiguo Hospital Civil


Calle Hospital No. 278
C. P. 44280 Guadalajara, Jalisco
Tel.: (913) 145501

Hospital Psiquiátrico " San Juan de Dios"


Hospital Privado
Av. Laureles No. 55
C. P. 45150, Zapopan, Jalisco
Tel.: (913) 6332777 6330730
Fax: 560676

Michoacán
Hospital Psiquiátrico Dr. José Torres
Secretaría de Salud
Luis Pasteur s/n Col. Ocolusen
C. P. 58279 Morelia, Mich.
Tel.: {9143) 140674

Centro Estatal de Salud Mental “Comunidad


Terapéutica”
DIF
Km. 6.5 Carretera a Salamanca
Apartado Postal S/G
C. P. 58000 Morelia, Michoacán
Tel.: (9143) 139705, 139694, 139666
Fax: 139505

97
Hospital de “Nuestra Señora de la Salud”
Hospital Privado
Zaragoza No. 276 Col. Centro
C. P. 58000 Morelia, Michoacán
Tel.: (9143) 40084

Clínica Tapia
Hospital Privado
Gobernador Mariano Jiménez No.406
Col. Nueva Chapultepec
C. P. 58260 Morelia, Mich.
Tel.: (9143) 145019

Morelos
Clínica Cuernavaca
Tel. Lada.91-73 17-52-84
15-21-45
16-60-26

Nayarit
Centro Terapéutico Estado de Nayarit
Blvd. Tepic-Jalisco No. 346, Col. Miravalles
C.P.63184 Tepic, Nay.
Tel: (91321) 34425, 34426Nuevo León
Hospital Psiquiátrico de Monterrey
Secretaría de Salud
Capitán Mariano Azueta N. 680
Col. Buenos Aires
C. P. 648000 Monterrey, N. L.
Tel.: (918) 3591242, 3580807
Fax: 3591243

Hospital Reg. de Especialidad No. 22


Instituto Mexicano del Seguro Social
Rayones No. 965, Topo Chico
C. P. 64260 Monterrey, N. L.
Tel.: (9183) 523051
Fax: 523051

Hospital Psiquiátrico de Monterrey, SA


Hospital Privado
Colegio Civil No. 133 Sur, Col. Centro
C. P. 64000, Monterrey, N L.
Tel.: (9183) 425366, 420280

98
Oaxaca
Hospital Psiquiátrico “Cruz del Sur”
Km. 18.5 Carretera Oaxaca-Puerto Escondido
Reyes Mantecón, Zimatlán
C. P. 68000, Oaxaca, Oax.
Tel.: (91951) 64033, 15033
Fax: 65935

Puebla
Hospital Psiquiátrico “Dr. Rafael Serrano” (EI Batán)
Secretaría de Salud
Km. 7.5 carretera Puebla-Valsequillo, El Batán
C. P. 72000 Valsequillo, Puebla
Tel.: (9122) 456920
Fax 330568

Hospital Psiquiátrico para Mujeres “San Roque”


Maximino Avila Camacho No. 607, Col. Centro
C. P. 72000, Puebla, Pue.
Tel.: (91200) 422260

Sanatorio Psiquiátrico “Nuestra Señora de Guadalupe”


Hospital Privado
Prolongación Morelos s/n, Col. San Andrés Cholula
C. P. 72760, Cholula, Puebla
Tel.: (9122) 470622, 470022
Fax: 474897

San Luis Potosí


Clínica Psiquiátrica “Vicente Chico Sein”
Gobierno del Estado
Km. 8.5 Carretera a Matehuala,
Antiguo Camino de Golf
Apartado Postal No. 84
C. P. 78430 Soledad de Graciano Sánchez S.L.P.
Tel. y Fax: (9148) 123623

Sinaloa
Centro Comunitario para la Atención
de la Juventud A. C. “Diez mil amigos”
Hospital Privado Las Quintas
Av. El Dorado No. 1370
Prolongación Malecón
C. P. 8000, Culiacán, Son.
Tel.: (9167) 169120, 168219

99
Sonora
Hospital Psiquiátrico “Cruz del Norte”
Secretaría de Salud
KM. 6.5 Carretera Mezquital del Oro
Apartado Postal 621
C. P. 83000, Hermosillo, Son.
Tel.: (9162) 164200, 165457

Hospital Psiquiátrico “Dr. Carlos Nava Muñoz”


Secretaría de Salud
Prolongación Pino Suárez, No.182 Sur Col. Centro
C. P. 83000, Hermosillo, Son.
Tel.: l9162) 171468, 173580
Fax: 603390

Unidad de Desintoxicación “UNIDES”


Secretaría de Salud
Domicilio Conocido
C. P. 84200 Agua Prieta, Son.

Tabasco
Hospital Psiquiátrico de Villahermosa
Secretaría de Salud
Calle Mendoza Ramón s/n, Col. Tierra Colorada
Zona Asistencial
C. P. 86010, Villahermosa, Tabasco
Tel.: (91931) 21598. Fax: 21598

Tamaulipas
Hospital Psiquiátrico de Tampico
Secretaría de Salud
Av. Ejército Mexicano No.1403
C. P. 89300, Tampico, Tamps.
Tel.: (9112) 131862, 170679
Fax: 170679

Clínica Psicomédica “San Roque”


Hospital Privado
Ocampo No. 2917
C. P. 880000, Nuevo Laredo, Tamps.
Tel.: (9187) 55943

Veracruz
Hospital Psiquiátrico “Dr. Víctor M. Concha Vázquez”
Secretaría de Salud
Sur 23 s/n, Plaza de la Concordia, Centro
C. P. 94300, Orizaba, Ver.

100
Tel.: (91272) 43080, 43189
Fax: 43544

Hospital de Especialidades “Dr. Miguel Dorantes Meza”


Secretaría de Salud
Calle Dr. Miguel Dorantes Meza s/n
Unidad Médica Mecuiltepetl
C. P. 91130, Jalapa, Ver.
Tel.: (9128) 129175
Fax: 150174

Instituto Psiquiátrico Veracruzano, S. C.


Hospital Privado
Ave. Urano Lotes 3 y 4, Col. Granjas Los Pinos
C. P. 94290, Boca del Río, Ver.
Tel.: (91272) 215494, 371073

Clínica Psiquiátrica “Citlaltépetl”


Hospital Privado
Norte 38 No. 270 Col. Citlaltépetl
C. P. 94300 Orizaba, Ver.
Tel.: (91272) 61360, 44170

Yucatán
Hospital Psiquiátrico de Yucatán
Gobierno del Estado
Calle 59 X 116, Col. Francisco I. Madero
C. P. 97230, Mérida, Yucatán
Tel.: (9199) 451502, 451542

Zacatecas
Sanatorio “Santa Fe”
Hospital Privado
Calle Hidalgo No. 47, Col. Tecoaleche
C. P.98600, Guadalupe, Zacatecas
Tel:(91492) 28405, 28302 ext. 21

101
Abreviaturas y Acrónimos

APA Asociación Psiquiátrica Americana


AVAD Años de Vida Ajustados por Discapacidad
AVISA Años de vida saludable
CCA Comité Consultivo Académico
CIE-10 Clasificación Internacional de las Enfermedades y
Problemas Relacionados con la Salud, décima revisión
CIDI Cédula de Diagnóstico Internacional Compuesta
CGS-12 Cuestionario General de Salud, versión con 12 reactivos
CONADIC Consejo Nacional Contra las Adicciones
DIS Diagnostic Interview Schedule
DSM-III Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales, tercera revisión
DSM-III-R Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales, tercera edición revisada
DSM-IV Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales, cuarta revisión
ECA Epidemiological Catchment Area
ESA Entrevista Semiestructurada
NIMH National Institute of Mental Health
NOM-025 Norma Oficial Mexicana
OMS Organización Mundial de la Salud
OPM Organización Panamericana de la Salud
PAR Probabilidades Acumuladas de Recurrencia
PASM Programa de Acción en Salud Mental
PNS Programa Nacional de Desarrollo
PSE Present Scale Examination
RENIS Registro Nacional de Infraestructura para la Salud
SERSAME Servicios de Salud Mental
SIDA Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida
SSA Secretaría de Salud
TEC Terapia electroconvulsivante
WPA-PTD Programa Educativo de los Trastornos Depresivos de la
Asociación Psiquiátrica Mundial

102
Glosario

Algoritmo: regla matemática definida para la determinación de un parámetro con ayuda


de un ordenador.
Anhedonia: incapacidad de una persona para sentir placer.
Ansiedad: sensación de tensión y/o preocupación, la cual se experimenta en la vida
diaria, sin embargo, ésta puede convertirse en un trastorno cuando la persona no parece
poder deshacerse de sus inquietudes, aún cuando generalmente comprende que su
ansiedad es más intensa de lo que la situación justifica. Quienes la padecen también
parecen no poder relajarse. Sus preocupaciones van acompañadas de síntomas físicos,
especialmente temblores, contracciones nerviosas, tensión muscular, dolores de cabeza,
irritabilidad, transpiración o accesos de tos.
Angustia: sentimiento de aprensión, inseguridad y temor, de causa no conocida.
Antidepresivos: sustancias que tienen efectos sobre el sistema nervioso central,
provocan cambios bioquímicos a nivel de los neuroreceptores que contrarrestan la
depresión emocional.
Capacitación: proceso de educación formal al través del cual se proporcionan
conocimientos para desarrollar habilidades, destrezas y aptitudes, con el fin de que las
personas capacitadas desempeñen de manera más eficientes sus funciones y actividades.
Carcinoma: tumor maligno de origen epitelial, designado generalmente como cáncer,
con numerosas formas distintas en cuanto a su estructura quística y crecimiento.
Climaterio: clímax, fase de transición entre la madurez sexual y la edad senil.
Comorbilidad: existencia de dos enfermedades en un mismo individuo.
Contratransferencia: transferencia. Paso de un síntoma o una enfermedad de una parte
hacia otra; psiquiatra: cambio del afecto de una persona hacia otra, desde una idea hacia
otra.
Crónico: de desarrollo lento, insidioso, de larga duración. A diferencia de agudo, se
considera crónica una duración superior a los seis meses.
Cuestionario de tamizaje: cuestionario que recoge solamente ciertas condiciones.
Demencia: disminución generalmente irreversible de las funciones intelectuales.
Depresión: es una enfermedad e inacapacitante que puede ser resultado de una reacción
ante determinadas circunstancias como una enfermedad severa e incapacitante, la
pérdida de un ser querido, la falta de éxito en el trabajo, la soledad, etc.
La depresión es una enfermedad que se caracteriza por la falta de confianza en sí
mismo, dificultad para dormir, indecisión, irritabilidad, llanto fácil, cansancio, falta de
interés en su familia y en sus amigos, parece no disfrutar de las cosas como siempre,
olvida sus proyectos y sus aficiones, puede haber ideas de muerte o intentos de suicidio.
Depresión mayor: requiere un tiempo mínimo de duración de dos semanas, en donde
se presentan los síntomas de la depresión.
Diagnóstico: es la conclusión a la que se llega como resultado del análisis y evaluación
de un conjunto de datos que presenta un paciente, basándose en signos y síntomas.

103
Distimia: es una forma de depresión crónica, de cuando menos dos años de evolución y
que no tiene la suficiente gravedad para cumplir con los criterios de la depresión mayor;
sin embargo, en algunos casos coexisten ambos trastornos (doble depresión).
Droga: cualquier compuesto químico o sustancia biológica no infecciosa, que se use
con propósito de utilizar las propiedades químicas y que puede ser administrado o ser
usado en pacientes.
Duelo: respuesta natural que presenta un individuo ante la pérdida de un ser querido,
presentando síntomas similares a la depresión.
Enfermedad: trastorno caracterizado por síntomas mentales u orgánicos que indican
una disfunción psíquica o física.
ƒ Isquémica del corazón: trastorno debido a la deficiencia de la irrigación
sanguínea del corazón.
ƒ Médica concomitante: trastorno caracterizado por síntomas orgánicos o
mentales que indican una disfunción física, la cual acompaña o es
desencadenada por otra enfermedad inicial.
ƒ Mental: es aquella que se considera como tal en la clasificación internacional de
enfermedades mentales vigente, de la Organización Mundial de la Salud.
Epidemiológico: referente a la frecuencia (prevalencia o incidencia), la distribución de
las enfermedades y de los trastornos de la salud, así como sus causas y factores de
riesgo en determinado grupo o población, así como sus consecuencias económicas y
sociales.
Episodio maníaco: momento de euforia por el que atraviesa el paciente (ver manía).
Equidad: justicia en la asignación de recursos o tratamientos entre individuos o grupos.
En políticas de salud, usualmente se refiere al acceso universal, a una atención a la salud
razonable y una justa distribución de la carga financiera en el financiamiento de la salud
entre grupos de diferentes ingresos.
Esquizofrenia: trastorno mental en el cual el paciente padece alteraciones de la
sensopercepción, principalmente alucinaciones auditivas, alteraciones formales del
pensamiento, ideas delirantes, incoherencia en el discurso, descuido en el arreglo
personal , descuido o abandono de las actividades habituales, aislamiento.
Estadio: etapa determinada en el curso de un desarrollo o proceso, por ejemplo, una
enfermedad.
Estigma: señal, signo (distintivo) y sobre todo signo clínico característicamente
producido por una enfermedad determinada.
Estrategia: es una descripción del camino a seguir por las grandes líneas de acción
contenidas en las políticas del programa. Determinan las directrices y orientaciones
fundamentales para alcanzar los objetivos del programa e incluye prioridades, metas.
Criterios operativos y responsabilidades. Establece la selectividad y el ritmo de las
acciones.
Estrés: cualquier interferencia que trastorna el funcionamiento del organismo en
cualquier nivel y que se produce una situación que el organismo evade (o evita
naturalmente). Las reacciones al estrés se manifiestan típicamente por trastornos en el
funcionamiento fisiológico o psicológico.

104
Evaluación: proceso que permite conocer, mediante instrumentos y técnicas
especificadas, los logros y los resultados alcanzados por la aplicación del programa, al
mismo tiempo, esta valoración brinda la oportunidad de hacer correcciones y ajustes
para mejorar la operación del programa con el propósito de llegar a obtener mejores
resultados.
Farmacoterapia: tratamiento de los enfermos mediante medicamentos.
Gemelos dicigóticos: son gemelos procedentes de ovulación múltiple y fecundación de
dos óvulos para originar cigotos.
Hipersomnia: aumento considerable en las horas de dormir.
Ideación: referente a un proceso mnémico en el cual se planea ejecutar cierta acción.
Insomnio: reducción en la duración o profundidad del dormir del sujeto, comparada
con el patrón normal cuando se encuentra bien.
Irritabilidad: estado en el cual el individuo presenta una condición de excitabilidad.
Manía: se caracteriza por un estado de euforia, a veces por irritabilidad, cambios
bruscos de ánimo (labilidad emocional), aumento en la actividad, con menor necesidad
de dormir, aumento en la velocidad del discurso, el paciente habla más rápido en voz
más alta, lleno de chistes, juego de palabras, asociaciones por consonancia o rima;
disminución en la capacidad de concentrarse; sus pensamientos incluyen ideas de
grandiosidad y sentimientos de gran poder o capacidades especiales, velocidad y
autoestima aumentad; tiene alterado el juicio perdiendo la objetividad acerca de su
capacidad financiera, su sexualidad y sin conciencia de enfermedad.
Maniaco-depresivo: son los polos de un mismo espectro emocional. Término que se
usaba para designar lo que hoy se conoce como trastorno depresivo bipolar.
Mnésico: referente a la memoria.
Morbilidad: estudio de los efectos de una enfermedad en una población.
Multicéntrico: que tiene varios centros.
Pacientes refractarios: son aquellos pacientes que no responden al tratamiento.
Patología: estudio de los procesos y estados anómalos y morbosos en el organismo y su
etiología.
Prevención: en el campo de la salud es un conjunto de acciones que permiten evitar la
aparición o, en su caso, detener la evolución de cualquier enfermedad, así como
prepararse para evitar los riesgos de adquirirla.
Primer nivel de atención: se refiere al personal médico con el cual acude el paciente
en primera instancia.
Profilaxis: prevención, parte de la medicina preventiva; conjunto de medidas
individuales y generales para evitar enfermedades: vacunación, inmunización pasiva,
medicación preventiva al viajar a territorios con riesgos de infección.
Psicomotor: relativo a los efectos motores de las funciones mentales.
Psicosis: trastorno mental grave en el cual está deteriorada la capacidad para pensar,
para responder emocionalmente, para recordar, para comunicar, para interpretar la
realidad y para conducirse de manera adecuada.

105
Psicoterapia: tratamiento de las perturbaciones psíquicas, emocionales o
psicosomáticas de la conducta, por medios psicológicos como la terapia individual o
grupal.
Psicótico: que padece psicosis. Hace referencia a la alteración del juicio de la realidad y
a la presencia de ideas delirantes y alucinaciones debidas a causas biológicas y
alteraciones del sistema nervioso central.
Resonancia magnética: la resonancia tiene un alto campo magnético. Esto se traduce
en una franca mejoría en la calidad de los estudios. Es la técnica con mejor grado de
contraste entre los tejidos, muy útil para examinar articulaciones y el sistema nerviosos
central (encéfalo y médula).
Salud mental: es la capacidad del individuo , el grupo y el ambiente de interactuar uno
con el otro de forma tal, que se promueva el bienestar subjetivo, el óptimo desarrollo y
el uso de las habilidades mentales (cognitivas, afectivas y relacionales); la adquisición
de las metas individuales y colectivas en forma congruente con la justicia y
preservación de equidad fundamental.
Sentimiento de infravaloración: sensación o percepción devaluada que el individuo
tiene de sí mismo.
Síndrome: conjunto de signos y síntomas, enfermedad.
Síntoma: apreciación subjetiva de un malestar o dolencia.
Somático: que forma parte o afecta el cuerpo.
Terapia: aplicación de varias técnicas terapéuticas para modificar los síntomas o los
factores etiológicos. Medidas encaminadas para curar una enfermedad.
ƒ Electroconvulsivante (TEC): uso de la corriente eléctrica para inducir
inconciencia y/o crisis convulsivas. Se debe acompañar con analgésicos y
tranquilizantes. Es usual la administración de la terapia electroconvulsivante
cuando no ha habido respuesta a los tratamientos antidepresivos establecidos.

Tomografía Axial Computarizada: técnica radiográfica cuyas imágenes se obtienen


con un tomógrafo computarizado, que consiste en un aparato de rayos X en el cual la
plaza radiográfica se ha sustituido por detectores. El tubo gira alrededor del paciente.
Una computadora integra la información obtenida y la presenta como una imagen en
una pantalla de televisión. La calidad de las imágenes obtenidas es superior a la de la
radiografía convencional.
Trastorno: uno o más síndromes con factores etiológicamente comunes.
ƒ Depresivo unipolar: se refiere al cuadro que presenta la depresión mayor.
ƒ Depresivo bipolar: se caracteriza por periodos de tiempo en que existen
síntomas depresivos y otros periodos en el que existen síntomas hipomaniacos.
Para efectuar el diagnóstico de este trastorno es necesario que el paciente haya
presentado por lo menos un cuadro maníaco alternado con episodios depresivos.
ƒ Distímico: se caracteriza por síntomas asociados a una disminución del ánimo
(ver distimia).
Tóxico: veneno, sustancias que tienen un efecto nocivo sobre un organismo vivo,
principalmente en el hombre.

106

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