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EDIFICIOS Y VIVIENDAS
Esta información va dirigida a comunidades de vecinos, administradores de fincas y por
si, a todos los ciudadanos que, como usuarios de viviendas, tenemos la sensación del
confort en su interior y asumimos el coste que supone conseguir ese bienestar
térmico.
Aislar térmicamente una vivienda consiste en lograr que la "envolvente", es decir, los
elementos en contacto con el exterior aumenten su resistencia a las diferencias altas
y bajas de temperatura, lo que se consigue incorporando materiales aislantes en:
muros exteriores, cubiertas, suelos, tabiques y huecos.
Aunque el motivo que haya originado una reforma en un edificio o vivienda no sea el
mejorar el aislamiento térmico, se puede acometer la rehabilitación térmica como un
esfuerzo adicional en los siguientes casos:
Reparación de goteras y humedades: Puede aprovecharse para realizar el
aislamiento térmico de la cubierta.
"Lavado de cara" de fachada del edificio: Puede acometerse el aislamiento
térmico sobre la fachada existente.
Sustitución de ventanas: Puede colocarse marcos con rotura de puente
térmico y doble acristalamiento con cámara.
Reformas de fontanería: Puede colocarse aislamiento sobre las nuevas
tuberías.
Sustitución de pavimentos: Posibilidad de colocarse lámina aislante bajo los
mismos.
El aislamiento es el único material de la obra que
se amortiza debido a la reducción energética y por
tanto el ahorro económico. NO se ve...PERO se
nota. Una rehabilitación térmica media,
considerando el coste total de la obra y del
aislamiento, se puede amortizar en 5-7 años.
AISLAMIENTOS NATURALES EN LA
CONSTRUCCIÓN
Como ya hemos comentado, para una correcta rehabilitación térmica debemos
instalar un material aislante térmico. Sin embargo, es importante utilizar los
materiales como un complemento a la aplicación de los criterios de la bioconstrucción
y no como soluciones en sí mismos.
Los materiales aislantes sintéticos no son renovables, pueden contener elementos
tóxicos, su reciclaje es costoso o imposible, y tienen un proceso de fabricación más
intensivo en energía que los aislantes naturales. Las materias primas naturales, como
el corcho, el cáñamo y la madera son las de menor huella ambiental. Son renovables y
reintegrables en la naturaleza. Además, los aislantes orgánicos permiten un montaje
sin barreras de vapor, ya que son capaces de difundir la humedad absorbida.
Como final a lo expuesto, podemos resumir con la tabla siguiente las aplicaciones
más óptimas para los aislantes naturalesen la edificación.
2013. AiM taller de arquitectura