¿Resocialización, reintegración, rehabilitación, reeducación?

El catedrático argentino en Derecho Penal de la Universidad de Miami, Estados Unidos, Edgardo

Rotman afirma en su libro de 1990, Beyond a New on the Rehabilitation of Criminal Offenders
(Contributions in Criminology and Penology) que la presencia de conceptos como los que dan
nombre a este capítulo son producto de la introducción de la prisión moderna, caracterizada por
una preocupación básica: Transformar, bajo condiciones de encierro, aquellas conductas o
comportamientos que un individuo manifiesta y que son atentatorias de los parámetros que una
sociedad establece para operar armónicamente.

Para Rotman, ese momento de transformación visto desde una secuencia histórica, ha seguido
la siguiente trayectoria. En primer lugar, el carcelario caracterizado por un afán moral enfocado
en el trabajo, la educación y la disciplina. En segundo, el terapéutico enfocado en el tratamiento
de la enfermedad desde del discurso médico. El tercero, de aprendizaje social, es decir, fundado
en la convivencia y experiencia colectiva. Y por último, el fundado en derechos, el cual persigue
respetar aquello que respeta lo básico de un individuo como es la vida y su decisión autónoma
de hacer con ella lo que a bien considere.