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Proceso y sentido en las actividades de subsistencia en hogares de nuevos

asentamientos en laderas de Lima Norte. Estudio de caso del asentamiento


humano Santiago Apóstol

Alumno: Humberto Solórzano

Código: 20102213

Asesor: Alejandro Diez

I Problema de investigación

Las llamadas ciudades populares de la capital, resultado de masivas


apropiaciones de terrenos en las periferias de la ciudad, hoy por hoy se consolidan
y se integran a una Lima cada vez más interconectada por los vaivenes de la
globalización. Sin embargo, las áreas periféricas de esas mismas ciudades siguen
creciendo, si bien sin los extraordinarios alcances de los episodios históricos
anteriores[ CITATION Rio09 \l 10250 ].

Barreda y Ramírez-Corzo [CITATION Bar \n \t \l 10250 ] detallan que hay varios


factores a tomar en cuenta sobre este punto en específico. Los más importantes a
considerar por el momento son dos. El primero es que las zonas periféricas de la
ciudad crecen, pero de manera vegetativa; esto es, ya no es resultado de las
migraciones, sino por obra de la reproducción social de las generaciones de
migrantes ya asentadas. Lo segundo es que estas migraciones se dan en los

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márgenes de las ciudades populares consolidadas. Ello significa que se asientan
en zonas más alejadas y de más difícil acceso, como laderas o pequeñas
quebradas.

El distrito de Comas, ubicado en Lima Norte y uno de los primeros espacios de


ocupación de las grandes oleadas de migrantes, es uno de los escenarios de este
fenómeno[ CITATION Fer13 \l 10250 ]. Efectivamente, en la zona de La Balanza –
con una cantidad considerable de barrios diversos- se pueden ver dinámicas de
consolidación de la vivienda, por un lado; como extensión de la vivienda (marginal)
por otro.

Es esta realidad urbana, definida como parte del periodo de expansión marginal
de la ciudad popular –el cual abarca desde fines de los 80 e inicios de la década
del 2000 [CITATION Bar \p 208 \l 10250 ]-, el contexto del cual parto para iniciar mi
investigación. Lo que a mí me interesa son las personas que viven ahí y la manera
en que resuelven su subsistencia. Por eso, las primeras preguntas que orientan a
este trabajo son del tipo: ¿Cómo están compuestos los hogares? ¿Qué
necesidades tienen? ¿En qué consisten sus actividades para la subsistencia y
cuál es el proceso que siguen? ¿Dónde quedan? ¿Influye en algo o no el lugar en
el que residen? ¿De qué manera lo que hacen aporta o no a sus vidas? Por ello,
me centro en las actividades de subsistencia de los hogares de un asentamiento
humano de ladera en el cerro La Balanza de Comas. El nombre de este
asentamiento es Santiago Apóstol.

La dirección tomada de este estudio se fundamenta en dos razones básicas. La


primera tiene como punto de partida el estudio de lo que hacen los miembros de
un hogar. Empleo hogar y no familia pues, de acuerdo a Narotzky[CITATION
Sus041 \p "165 - 166" \n \t \l 10250 ], el primero es más un término descriptivo y
el segundo un término ideológico. Por fines prácticos, se emplea el primero pues
alude a un espacio definido y a las relaciones que establecen los miembros que
residen ahí, los cuales están vinculados por relaciones de parentesco. Sin
embargo, lo anterior es solamente un apunte metodológico que permite sustentar
lo siguiente: la literatura que trata sobre migraciones y asentamientos humanos
tiene como actores principales a la familia. Ahora bien, sus roles indudablemente
han cambiado. Como anotan Barreda y Ramírez-Corzo [CITATION Bar \n \t \l
10250 ] y Vega-Centeno y Calderón Cockburn[CITATION Veg16 \n \t \l 10250 ], la
familia cobra más relevancia hoy en día en los asentamientos humanos ya que
debido al contexto de neoliberalización y emergencia de una cultura pragmático-
individualista las organizaciones vecinales han perdido terreno como referentes de
respaldo social y de acción social. En este conjunto de cosas, el futuro en estos

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ambientes de vida se rige más por lo que hacen las familias. Ellas son las actrices
principales en este marco. De otro lado, la experiencia previa de trabajo que he
tenido en este y otro tipo de asentamientos humanos me permite corroborar lo
anterior.

La segunda razón tiene que ver con lo referente a la subsistencia. De todas las
dimensiones del ser humano, elijo el de las actividades de subsistencia pues es
una vía para conocer cómo el ser humano se relaciona con el entorno para
transformarlo y obtener los elementos que permitan satisfacer una necesidad. Esta
definición, quizá obvia para el sentido común, tiene dos problematizaciones
interesantes, las cuales le dan un mayor sentido a este trabajo.

El primer es el heredado por la antropología económica marxista y su estudio de la


articulación de modos de producción una vez que el sistema económico capitalista
afianza su hegemonía a nivel mundial[CITATION Sus041 \t \l 10250 ]. Como bien
se señala en estos debates, la lógica de producción capitalista no estará presente
en toda forma de organizar las actividades de subsistencia, pero sí establecerá
relaciones con formas económicas no capitalistas. Una de las características
nucleares de esta relación es la del uso de fuerza de trabajo no pagada, dando
como resultado formas laborales precarias y/o marginales [ CITATION Gig16 \l
10250 ] o también el de empleo de mano de obra familiar. Esta inquietud, así
expresada, nos retrotrae a nuestro tema de trabajo pues para la década de los
70’s en adelante, Anderson [CITATION Jea07 \n \t \l 10250 ] ya encontraba
señales de diferenciación social en un asentamiento humano de la capital. Esto
quiere decir dos cosas: i) que los asentamientos humanos no son espacios
económica y socialmente homogéneos; ii) ¿en dónde se asienta esa
diferenciación? Nuestro punto de vista es un llamado a rastrear en lo económico
una pista que nos señale la respuesta.

La segunda problematización tiene que ver con las tesis del fin del trabajo, muy
presentes en el contexto europeo. Estas señalan que el trabajo ha dejado de ser
una dimensión que estructura la vida de los seres humanos. En su lugar, la
dimensión del consumo ha cobrado relevancia. Cierto o no, De la Garza
[CITATION del00 \n \t \l 10250 ] sostiene que más allá del cambio de los
esquemas en las regulaciones laborales o la institucionalidad de los Estados de
Bienestar que garantizaban un determinado empleo, la condición de la producción,
de la circulación de capital a nivel mundial, la emergencia de la economía informal
o las economías sumergidas, señalan que el mundo del trabajo es un tema
presente aunque otras sean las estructuras en que se sostiene. De ahí que el
tema de la subsistencia en este trabajo tenga relevancia para nosotros: ¿cómo
entender el trabajo en hogares de un asentamiento humano en la ladera en medio

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de la proliferación de economías informales a nivel nacional? ¿Tienen algún rol
estos sectores para una economía mayor?

Por todo ello, me planteo la siguiente pregunta principal: ¿Cómo resuelven su


subsistencia los miembros de los hogares pertenecientes al asentamiento humano
Santiago Apóstol, ubicado en el cerro La Balanza de Comas?

Así, mis preguntas secundarias se subdividen en:

- ¿En qué consiste el proceso de trabajo que siguen los miembros de un hogar de
un asentamiento humano de ladera?

- ¿Cómo es el significado el trabajo realizado por los miembros del hogar?

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II Estado de la cuestión

Lo que en esta sección se discutirá serán dos temas básicos. El primero es el de


las nuevas modalidades de producción y relación con la ciudad referido a la
expansión de asentamientos humanos en Lima. El segundo es cómo se ha
abordado el estudio de la subsistencia de las poblaciones de asentamientos
humanos en la capital. La primera temática es elegida pues nos da una lectura y
aproximación hacia la nueva realidad de los espacios sociales conocidos como
barriadas y sus actuales fuentes de discusión. La segunda se coloca porque toca
de manera puntual la inquietud de la investigación

Nuevas modalidades de producción de la ciudad popular

La investigación sobre las migraciones y cómo estas alteraron la faz de la ciudad


con los procesos de apropiación de tierra, política, económica y cultural, ha sido
muy profusa. En Sandoval [CITATION Pab00 \n \t \l 10250 ] y Fernández-
Maldonado[CITATION Fer13 \n \t \l 10250 ] se pueden encontrar muy buenas
referencias de cómo la antropología se acercó al estudio de la ciudad desde
distintos lentes –y cómo tiene una deuda con la combinación en la investigación
entre estructura y agencia- y cómo la ciudad fue manifiestamente transformada
tras las olas de migrantes, respectivamente. En lo que toca a esta sección, referiré
de manera concisa a los procesos migratorios y sociales que se han seguido en la
ciudad popular y qué elementos actuales deben ser tomados en consideración
para poder entenderla mejor

Barreda y Ramírez-Corzo[CITATION Bar \n \t \l 10250 ] al momento de estudiar la


urbanización de la ciudad, indican que gran parte de este proceso se debe a los
movimientos migratorios del XX. Como parte de un proceso vital para el país, los
autores diseñan una periodización de estos movimientos. Así, muestran que entre
1940 y 1954, los espacios ocupados por Lima son pequeños y fragmentados
todavía (espacios entre Lima y Callao, cerro el Porvenir); sobre todo, son los que
más lejos se encuentran de los puntos nodales de la ciudad. Luego está el periodo
llamado clásico de la migración, el cual dura entre inicios del 50’ y finales de los
80, y es donde se forman en mayor número los barrios de las periferias de la

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ciudad, afloran las organizaciones sociales de base y ganan en liderazgos que
permiten negociar con fuerzas políticas para seguir instituyéndose como
ocupantes legítimos de los terrenos. Finalmente, está el periodo marginal de las
migraciones, el cual empieza a fines de los 80 y se mantendría hasta el día de
hoy. Este periodo se caracteriza por la reducción de las migraciones, el
mantenimiento de la demanda por viviendas y la extensión marginal de los
asentamientos humanos ya consolidados.

Algunos elementos a ser tomados en cuenta de este nuevo momento de la ciudad


popular es que, a decir los autores, la habitabilidad y consolidación urbana de la
ciudad popular del segundo periodo ha mejorado. Asimismo, la diferenciación
social a nivel interno es un fenómeno presente 1, como también la densificación
habitacional. De otro lado, se encuentra el deterioro y tugurización de los barrios
del primer periodo. Estos vendrían a ser espacios de pobreza o pobreza extrema.
Por último, la expansión de la ciudad popular se da en áreas de difícil acceso y de
riesgoso asentamiento como en las zonas de laderas.

Otro aspecto mencionado es que los residentes de las ciudades populares


actuales, al haber tenido un gran tiempo de socialización en Lima, poseen las
dotes que la familia que los antecedió no tenían. Es decir, ya tienen habilidades
ganadas en el territorio urbano. En cuanto a las familias, es desde ellas en que se
generan las estrategias para subsistir pues el peso de la organización comunal ha
caído.

En este contexto, importa el trabajo desarrollado por Pimentel[CITATION Nel17


\n \t \l 10250 ]. Aquí se aborda el estudio de los procesos y mecanismos de
expansión de la ciudad en laderas de cerros en área periféricas. En su caso, en la
zona periurbana de Carabayllo. Entre los temas que toca está la presencia del
tráfico de tierras, la formación de nuevos asentamientos humanos, el desarrollo
del mercado inmobiliario en su zona de trabajo y las prácticas políticas del
clientelismo. Desde una inquietud holística, se aproxima al examen de la
producción de la ciudad en esa área. Lo que él encuentra a nivel de los
pobladores es una predisposición a caer en prácticas de clientelaje. Asimismo, la
figura de “líderes” políticos locales es determinante para la (re)creación de esa
relación.

De otro lado, está el trabajo de Velarde[CITATION Fra17 \n \t \l 10250 ] y la


producción del espacio público en un barrio de San Juan de Lurigancho ubicado
en laderas de cerro, el cual presenta características combinadas de consolidación
urbana y expansión por medio de la lotización. El presupuesto del que parte

1 Para una introducción al conocimiento de la diferenciación social en asentamientos humanos, véase


Anderson[CITATION Jea07 \n \t \l 10250 ].

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Velarde, como Pimentel, es que la producción de la ciudad puede ser obra de
fuerzas macrosociales como también de fuerzas de grupos humanos. En ese
sentido, el espacio público es una opción a la que apela para estudiar los
diferentes procesos de urbanización y de producción y apropiación del espacio
público, arena de tensiones sociales en esta ciudad.

Así, lo que vemos es cómo un nuevo contexto es conceptuado desde la


interrelación entre mercado inmobiliario, tráfico de terrenos y cultura política
clientelar; como también desde la comprensión de múltiples y conflictivas formas
de producir el espacio público.

Relación barrio – ciudad

Una mirada muy útil para tentar una aproximación hacia la cuestión urbana es
recurriendo al célebre concepto de la “producción del espacio” de Henri
Lefebvre[CITATION Hen13 \n \t \l 10250 ]. La propuesta básica del autor francés
de influencia marxista es que la ciudad es un producto; por lo tanto, tiene un
proceso productivo. Por ende, posee historia. Diversos actores-productores se
entrelazan en este espacio que es forma y fondo (acción social y espacio físico,
ecología), pero en que se destacan las fuerzas del mercado mediadas por el
Estado que configuran los modos en que la ciudad va a ser creada y vivida. Esto
lo lleva a crear conceptos analíticos tales como las prácticas del espacio, las
representaciones del espacio y los espacios de representación, que aunque
algunas veces poco comprensibles y reductores de la realidad (¿la representación
del espacio, como categoría que representa el poderío de un sector hegemónico,
sería el ámbito de los capitalistas especuladores de la tierra urbana y los espacios
de representación, como unidad teórica del contrapoder, sería el de los activistas
de, digamos, la lucha contra la gentrificación? ¿Se trata de una lucha entre buenos
y malos sin espacio para las negociaciones de poder?). Esta crítica que lleva al
límite la discusión conceptual de Lefebvre, sin embargo, no descalifica el potencial
que tiene para ubicar el poder de un grupo o clase social y cómo este es móvil de
creación de historia urbana –es decir, de espacios y cultura de vida en la ciudad-.
Desde ese punto de vista, su propuesta es interesante para aproximarnos a la
complejidad de la cuestión de lo urbano.

Siguiendo este plano, para la ciudad latinoamericana contemporánea es de mucha


utilidad la obra de Abramo. Este investigador brasileño ha generado una profusa
obra alrededor de la economía urbana, donde la informalidad de la vivienda es uno
de sus principales ejes. Así, para el caso de las periferias de las ciudades

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latinoamericanas, Abramo[CITATION Ped02 \n \t \l 10250 ] sostiene que la lógica
de la necesidad en combinación con la lógica de mercado da por resultado un
crecimiento intensivo de las viviendas en periferias. El actor trascendental de esta
situación sería el mercado informal de tierras y sus operadores 2.

Esta evaluación es de suma importancia para una introducción al estudio de la


realidad actual de los asentamientos humanos. En efecto, actualmente en la zona
de La Balanza se vive un proceso, muchas veces conflictivo, de apropiación de
terrenos por parte de los operadores del mercado informal de tierras. La relevancia
–y su rentabilidad- es de tal nivel que la mafia de compra y venta de terrenos tiene
operadores en la misma municipalidad del distrito de Comas, lo cual la dota de
impunidad para que sigan cometiendo este delito. Como se aprecia, entonces,
vemos cómo dos lógicas de acción social intervienen para dar por resultado una
forma socioespacial precaria de vivienda originada en la desigualdad social y la
indiferencia política de las autoridades.

¿Cómo entender el tráfico de tierras dentro de una economía globalizada que


permite una consolidación e integración de la ciudad, siendo incluida la ciudad
popular dentro de este proceso mayor? Por un lado, el tráfico de terrenos es un
problema nacional que evidencia, una vez más, el intercambio entre dos tipos de
lógicas ya citadas, donde predomina, sin embargo, el uso de la violencia y la
proyección hacia el delito. De otro, está la noción de consolidación e integración
de la ciudad, la cual es una reunión de categorías descriptivas que dan cuenta del
proceso cambiante de la ciudad. Esta idea ha sido recogida por Vega-Centeno y
Calderón Cockburn[CITATION Veg16 \n \t \l 10250 ], los cuales discuten
investigaciones relativas a esa idea.

Básicamente, estas nociones aluden a tres cuestiones diferenciadas. La primera


es la política-habitacional y alude a las demandas de los grupos de migrantes que
ocuparon tierra urbana y entraron en un proceso de negociación conflictiva con los
gobernantes de turno (mediados de los cincuenta en adelante). Esta ruta de
investigación se centra en las políticas habitacionales que, efectivamente, señalan
el proceso de consolidación de la vivienda y la integración. En otras palabras, a
partir del problema de la vivienda se buscaron soluciones desde ambas partes –
las autoridades políticas y las organizaciones barriales- que generaron una mejora
en las condiciones de vida como también un recambio táctico en las formas de
relacionarse con las autoridades por parte de las organizaciones barriales; es
decir, se efectúo una integración. La otra idea es la del poder político. Recientes
investigaciones dan cuenta de cómo el sujeto político de la “barriada” ha cambiado

2 Para el caso peruano y el mercado informal, véase Calderón Cockburn[CITATION Coc99 \n \t \l 10250 ]

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de ser el aspirante a la nueva modernidad como lo concibieron Degregori y
compañía[CITATION Deg86 \n \t \l 10250 ] para pasar a ser un agente más
individualista y poseedor de una moral pragmática y clientelista[CITATION Coc93 \t
\l 10250 ] Este último se explica por la necesidad de los políticos de mantener un
colchón de votos que sustente su legitimidad electoral y social. Vemos aquí,
entonces, un modo de integración entre la ciudad popular y los destinos macro de
la sociedad en base a una cuestionable práctica política. La tercera es una forma
particular de integración de la ciudad que se sostiene en la segregación y que
describe cómo se generan espacios residenciales caracterizados por la
delimitación de sus espacios y por la separación geográfica de los mismos.
Pereyra[CITATION Oma06 \n \t \l 10250 ] ha discutido esto para el caso peruano
relevando que el predominio de patrones de gentrificación de la ciudad (puesta en
valor de un predio y consiguiente expulsión de la población que vive ahí) no es tan
fuerte como en otras latitudes y que la segregación se manifiesta más en criterios
raciales que en criterios socioeconómicos. Para el caso brasileño, Teresa Caldeira
[CITATION Ter07 \n \t \l 10250 ] menciona cómo la inseguridad activa toda una
economía de la segregación en ciudades contemporáneas de Brasil y EE.UU.

En relación a una discusión más teórico-metodológica del asunto, uno de los


principales críticos de los estudios urbanos en el Perú es el sociólogo Pablo Vega
Centeno[CITATION Pab04 \n \t \m Pab09 \n \t \l 10250 ]. En dos trabajos discute
tres aspectos relevantes. En primer lugar, Vega-Centeno evidencia que las
ciudades contemporáneas sufren diferentes procesos de interrelación con lo
global. Asimismo, se vuelven más dinámicas gracias a cambios económicos,
políticos, culturales y tecnológicos. Las interconexiones existentes dan mayor
importancia al uso del transporte, por un lado, y las interconexiones virtuales
modifican los hábitos cotidianos. La metropolización y la articulación de redes
nodales de la ciudad al margen de circuitos definidos es otra de las
caracterizaciones de una ciudad más móvil y dinámica.

Las ciencias sociales, señala Vega-Centeno, han pecado por no comprender el


dinamismo que se vive en la ciudad. Desde la sociología han existido
preocupaciones por entender la estructura de la desigualdad en la ciudad. Y desde
la antropología el interés ha pasado por el cambio en las identidades culturales de
las personas que migraron a la ciudad. En el plano de las estrategias de
sobrevivencia y demás ligadas a la realidad social de las barriadas las miradas
han sido localistas. No han pasado del fuero del barrio. Esa es una de las
principales críticas que hace.

En respuesta, sugiere la inclusión de ideas tales como el de la movilidad,


trayectorias, nodos urbanos, economía de aglomeración, ciudad difusa, espacio de
fluidos, espacio público y megaciudades para entender de una manera más

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productiva la vida en las ciudades. En particular, se centra en cómo la movilidad
permite tener una comprensión más sincera de la vida cotidiana de las personas;
en específico a las personas de bajos recursos. Por otro lado, la noción de
espacios públicos es interesante porque permite ver cómo la arena social es
escenario de encuentros y desencuentros de las personas en razón de las
distintas diferencias que puedan tener. Subrayando la diferencia de clases y de
acceso a servicios de la ciudad, los comentarios de Vega Centeno son pertinentes
para nuestra discusión. En primer lugar porque expone un panorama evidente en
la ciudad y en segundo lugar por su propuesta crítica de elaborar los elementos
correspondientes para un mejor análisis de las actividades que suceden en la
ciudad.

De ese modo, en nuestra investigación serán incluidas las nociones de movilidad y


las ideas de espacios de fluidos que son generados por los desplazamientos
surgidos en base, y esto es un apriorismo, a las actividades de subsistencia de los
miembros de los hogares del asentamiento humano Santiago Apóstol. De esta
manera se trata de un complemento a la idea de movilidad sugerida por Pablo
Vega Centeno en el sentido de que si bien él reconoce las múltiples dinámicas
existentes, no señala cuál es el objeto de esa movilidad. Evidentemente hay
muchas razones, es cierto. Pero en nuestro caso al intentar establecer una
conexión entre producción de la ciudad y reproducción social de personas en
asentamientos humanos el hilo fue el de la actividad económica. En ese sentido,
este trabajo es una suerte de contrapropuesta de lo planteado por Lefebvre, pues
la idea que él deja es que la ciudad es producida por fuerzas mayores del
capitalismo, pero un capitalismo regulado de la realidad europea de su tiempo
(60’s, 70’s). Así, ¿cómo aplica la idea de la producción de la ciudad para Lefebvre
para una ciudad como Lima? Habiendo un consenso, ya señalado[CITATION
Deg86 \t \l 10250 ], de que Lima es en gran parte resultado de la acción múltiple y
fragmentaria de los que migraron y sus descendientes, quizá estemos más cerca,
en términos metodológicos, de un De Certeau[CITATION Mic96 \n \t \l 10250 ] y
la producción de la ciudad por sus propios habitantes que de una mirada en
exceso ortodoxa de la praxis urbana del capital. Así, este trabajo también es
apuesta por estudiar la producción de la ciudad –descentralizada- por parte de los
miembros de la periferia

La subsistencia en la ciudad

Cuando hablamos de subsistencia, nos referimos a la actividad o conjunto de


actividades por las cuales un individuo o un grupo de personas busca la forma de
garantizar sus medios de vida; o, lo que es lo mismo, reproducirla. Sin embargo, la

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carga social que lleva se revela cuando ese fue uno de los principales motivos por
los que las migraciones se generalizaron la centuria anterior. Por lo tanto, a la hora
de enfocarnos en la subsistencia en este trabajo se toma en consideración el
aspecto del poder. Este tema será planteado en el marco teórico.

El trabajo es un buen concepto para acercarnos hacia la exploración de las


actividades de subsistencia en asentamientos humanos pues su categorización
entre su condición de trabajo asalariado y no asalariado nos permite desde ya
intuir cómo diferentes modos de producción estructuran la actividad humana por la
que uno garantiza su subsistencia. Es decir, dar cuenta de la cualidad del trabajo
implica conocer los diferentes espacios sociales y relaciones sociales en los que
se involucra un individuo. Así, el trabajo nos permite explorar un universo mayor
solo cuando es problematizado. Partiendo de ese punto de vista que complejiza
una actividad que se consideraría comúnmente como algo que le compete un
salario y una institucionalidad formales específicas, es que se organizan las
investigaciones de este tema. En el caso de la antropología, sus aportes han ido
más por lo que podría concebirse como el trabajo no asalariado. Veamos.

Desde la sociología las discusiones han ido más hacia el lado formal (empresa,
sindicatos, movimiento obrero, conflictos de clase, etc.) que hacia la realidad de
los sectores migrantes de reciente llegada. En efecto, como señalan Manky et
al[CITATION Man17 \n \t \l 10250 ], los estudios han ido más por el análisis
institucional, económico y legal. Los autores plantean entonces estudios que se
rijan más por los actores, sus estrategias y sus voces.

La marginalidad

La teoría de la marginalidad fue una búsqueda de explicar por qué las masas de
migrantes que se abalanzaron hacia las ciudades no lograron cumplir sus
expectativas y recurrían a otro tipo de actividades para mantener su existencia.
Esta teoría data de a fines de los 60 y tuvo en Aníbal Quijano[CITATION Aní77
\n \t \m Aní98 \n \t \l 10250 ] a uno de sus más emblemáticos representantes.

Sin embargo, conviene indicar, siguiendo un hilo cronológico, que antes de las
tesis de la marginalidad, fue la teoría de la modernización la que sostuvo las

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principales respuestas ante la situación de desigualdad de las masas
latinoamericanas que migraban hacia la ciudad.

Como señala Quijano[CITATION Aní98 \n \t \l 10250 ], las tesis de la teoría de la


modernización pasaban por concebir a la sociedad de dos maneras. Había una
sociedad tradicional y había una sociedad moderna. La apuesta de esa teoría era
que la sociedad tradicional pasaría espontáneamente a la sociedad moderna. El
problema era que existían sectores de la población que se quedaban a medio
camino. Ante ello, los predicadores de esta tesis abogaban por su integración, por
la participación de los mismos en los beneficios de la sociedad. Estas propuestas,
como revela Sandoval[CITATION Pab00 \n \t \l 10250 ], estuvieron presentes en
la visión de la antropología de sus estudios de ciudad ya que se interesaban por
una mirada funcionalista de las masas migrantes: las maneras en que se adaptan,
se adecúan a la sociedad a que migran.

Sin embargo, indica Quijano que esa una mirada falaz. La sociedad es una sola.
Lo que pasa es que está constituida de manera heterogénea pero articulada a una
estructura de poder. Así, el problema no pasa por las facultades culturales de los
inadaptados migrantes, sino por la estructura misma que posiciona a unos por
encima de otros. La marginalidad, pues, es concebida como una sólida respuesta
teórica a los intentos por concebir a la desigualdad sin alusión al poder capitalista.

Quijano es claro: el poder causa explotación y miseria. Y eso es lo que ocurre con
la manera en que está estructurada la sociedad. De ese modo, la manera en que
está organizado el empleo no puede absorber a la masa que en número
desmedido busca empleo, por un lado; y por el otro, el empleo asalariado –con
innovaciones tecnológicas de por medio- requiere de menos empleados para
operar. Se forma de esa manera una tormenta perfecta para aquel que quiera
generar ingresos diversos para resolver su subsistencia. Quijano, entonces, se
aproxima al estudio de lo que hace el “polo marginal” desde la óptica del
estructuralismo histórico. No da, sin embargo, detalles claros del proceso de
acción de los grupos sociales afectados por el proceso que analiza.

Bajo esta mirada estructural, Lomnitz[CITATION Lar78 \n \t \l 10250 ] inicia sus


investigaciones durante la década del 70’ en una barriada del sur de México D.F.
Lo que ella se plantea estudiar es, precisamente, ¿cómo viven los marginados?
Para ello, elabora la idea de cómo la condición de marginalidad implica una vida
subsumida a las sobras de la sociedad industrial, a su no integración calificada a
ella y su introducción por vías subalternas; lo que para el caso de las ocupaciones
laborales será la de ser empleada doméstica, vendedor ambulante, repartidor de
periódicos, etc. Siendo estas las condiciones determinantes de la “marginalidad de
la pobreza”, Lomnitz referirá que la característica principal de la condición de la

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marginalidad es la inseguridad económica; esto es, la falta de una estabilidad en
las opciones de trabajo que resuelva las contingencias de la vida diaria para
quienes se ven involucrados en una relación de trabajo.

Partiendo, de otro lado, de que esta es una consideración fáctica, como también el
aumento de poblaciones dentro de este sector de marginalidad, Lomnitz no solo
explorará las ocupaciones laborales continuamente suspendidas de los
marginales, sino también aquellas instancias en las que dichos sectores realizan
de manera efectiva su subsistencia. Es por ello que ahondará en las redes de
intercambio recíproco.

Este, entonces, es uno de los valores atractivos del libro. Si bien hay una cierta
ambigüedad entre considerar a las poblaciones de esos sectores como
efectivamente al margen de la sociedad (puesto que habla también en algún
momento de una interrelación desigual pero existente), lo cierto es que al destacar
las redes sociales como soportes para la adaptación y la subsistencia, Lomnitz va
delineando una dimensión interesante en la que la generación de alianzas
(matrimonio, compadrazgo, cuatismo) es una estrategia necesaria, sino
fundamental, para la vida de las familias de la barriada que estudia.

Partiendo de una visión de estudio de la economía urbana que va del mercado


laboral y los procesos migratorios y las estrategias de inserción en la economía,
Eliana Chávez[CITATION Chá90 \n \t \l 10250 ] discute la propuesta de la
marginalidad que emerge con Quijano. Chávez le reconoce como acierto el partir
de una mirada estructuralista. Comprende que la industrialización de inicios de los
60’s fue falaz y que por consiguiente mucha gente se vio afectada y tuvo que
recurrir a actividades no salariales para garantizar su vida. En ese sentido, discute
que se acuse de crear una dualidad donde no la hay a la visión de la marginalidad
pues, como señala al hablar de la teoría, la estructura socioeconómica crea un
nivel de desigualdad tal que unos se ven beneficiados y otros afectados, mas
todos parten del mismo núcleo estructural.

No obstante lo anterior, ella afirma que después de los 70’s y gracias a otros
procesos sociales, los trabajadores pasan de ser marginales a informales y que
eso se debió a procesos de lucha social. Para justificar su posición señala que
muchos han logrado constituir unidades productivas con gran capacidad de
acumulación de capital y de inversiones. Sin embargo, luego reconoce que si bien
hay empresarios que acumulan capital, este no es un sector generalizable dentro
de la informalidad: ahí todavía hay precariado.

Otro que discute las tesis de la marginalidad teniendo como base lo propuesto por
Quijano es Romeo Grompone[CITATION Rom85 \n \t \l 10250 ]. Si bien le hace

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reconocimientos como que es uno de los pocos que decide estudiar en serio la
problemática del trabajo, le discute que pretenda que el capitalismo es una fuerza
ineludible y que la salarización del trabajo será generalizable una vez que se
instituya el capitalismo, pasando por encima las múltiples formas –no capitalistas,
no salariales- por las cuales millones de personas se buscan el sostén. De otro
lado, sospecha de las alusiones de Quijano de ver el capitalismo como una fuerza
que, a manera del jugador de ajedrez, coloca y define en qué lugar estará quien
de acuerdo a su propia y particular visión del trabajo. Por último, señala que sus
teorías no ven la complejidad de la división del trabajo ni toma en cuenta la propia
diferenciación interna dentro del sector trabajo. Aunque sus críticas no son del
todo contundentes (pues no señala con precisión si se refiere al Quijano de la obra
del 77, que es donde él sistematizadamente expone su teoría de la marginalidad),
sí son interesantes de tener en consideración por cuanto son una crítica a un tipo
de estructuralismo histórico que no ve la agencia y se abstrae en máximas
relaciones de capital-trabajo logrando no poder ver con ello lo que pasa en el
proceso de trabajo in situ.

Como se adentran los migrantes

Existen otros trabajos que estudiaron las actividades de subsistencia partiendo de


un interés por la adaptación de los migrantes. Entre ellos tenemos el trabajo de
Degregori et al.[CITATION Deg86 \n \t \l 10250 ] y el de Golte y Adams[CITATION
Gol86 \n \t \l 10250 ]. El primero trabajo parte por entender cómo los migrantes se
establecen, adaptan y congenian con el cambiante contexto de la ciudad. Lo que
esperan es entender cuál es la modernidad que se establece producto de sus
demandas. El hecho de que vinculen migración con democratización social de la
vida -lo que representa todo un giro político y cultural para los estudios de
migración y de barriadas-, muestra la apuesta de los autores. De otro lado, Golte y
Adams señalan el peso que tiene el origen de las comunidades –un total de 12 –
en su socialización en la ciudad. Este es un texto interesante pues se dedica a
estudiar de lleno el proceso de introducción de los migrantes con raíces en sus
actividades de subsistencia, aunque no plantee el estudio de la subsistencia de
manera explícita. En una línea similar, se tiene el trabajo de Lobo[CITATION
Sus84 \n \t \l 10250 ], quien estudia durante la década del sesenta y setenta el
proceso de urbanización en dos asentamientos humanos del Callao y concuerda
que son las redes de parentesco y amistad las que respaldan este movimiento
urbano. Como en el anterior caso, la autora presta también atención a las
actividades de subsistencia, recordando la relación entre trabajo en fábricas y
otras actividades consideradas menores pero importantes para las poblaciones de
esos barrios. Cabe mencionar que estos tres trabajos se sitúan dentro de una

14
mirada muy afín a una dicotomización de la realidad, en la cual la cultura andina
tendría cualidades específicas y la cultura criolla igual. Esta es, en realidad, una
crítica generalizable por Sandoval[CITATION Pab00 \n \t \l 10250 ] a gran parte
de la producción antropológica del 50’, 60’, 70’ y 80’s.

El trabajo como proceso

Cuando hacemos referencia al trabajo como proceso señalamos un tipo de


enfoque que se encarga de estudiar el proceso de organización de la producción,
en donde se atiende a los espacios, las relaciones y los medios de producción,
como también el acceso a los mismos. Aquí podemos hacer un paralelo entre
trabajo y subsistencia ya que ambas actividades, fuera de la perspectiva teórica,
apuntan a lo mismo: reproducción de la vida. Así, Grompone[CITATION Rom85
\n \t \l 10250 ], Babb[CITATION Flo89 \n \t \l 10250 ] y García Canclini[CITATION
Nés85 \n \t \l 10250 ] tienen puntos en común cuando analizan desde las
nociones de la producción, la distribución y el consumo lo que hacen los pobres
urbanos en ciudades latinoamericanas. Si bien su punto de partida no es espacio
de vivienda, sus enfoques teóricos nos son de mucha ayuda en la medida de que
hacen un seguimiento al proceso de trabajo. En el caso de Grompone, se acerca a
los talleristas y comerciantes ambulantes discutiendo por mucho las tesis de la
marginalidad y la informalidad. Señala que son teorías que no muestran por
completo la realidad compleja. En respuesta, utilizará con algunos matices el
enfoque marxista de la pequeña producción de mercancías. Por otro lado, está
Babb y su estudio de las mujeres comerciantes en un mercado de Huaraz. La
selección de su trabajo se hace pues discute, en medio de querer entender desde
un nivel global el proceso de trabajo desarrollado por mujeres ambulantes en un
mercado de Áncash, las fronteras entre producción y distribución ya que concluirá
que las mujeres añaden valor a los bienes que distribuyen. Es decir, realizan un
trabajo productivo. Su investigación, por otro lado, al asumir una mirada desde la
economía política pone en entredicho las tesis de la economía informal de De Soto
y la supuesta independencia de los trabajadores: ¿puede hablarse de
independencia de un trabajador del sector transporte cuando en realidad es un
tercerizado de una empresa mayor de transporte público? Al momento de teorizar,
cabe precisar, Babb incluye también la categoría de pequeña producción de
mercancías. Finalmente, no podía dejar de faltar el influyente trabajo de Néstor
García Canclini, el cual trata sobre la observación e indagación de las trayectorias
laborales de artesanos mexicanos y la circulación de sus artesanías para entender
las transformaciones del significado de las mismas. Su interés es por el significado
cultural de las mercancías pero desde un punto de partida materialista que se
fundamenta en el trabajo como proceso.

15
III Marco teórico

En esta sección nos centramos exclusivamente en desarrollar la temática de la


subsistencia y la manera en que la abordaremos.

Relación reproducción – producción

Siendo uno de nuestros intereses de fondo la vida cotidiana de la gente en la


ciudad, la forma de adentrarnos en ese propósito es conociendo lo que hacen para
subsistir. De esa manera optamos por el estudio de la vida económica en zonas de
periferia. Por ello, apelamos a los conceptos de la antropología económica.

En esta sección se recogen los importantes aportes de Susana Narotzky para la


antropología económica. En su trabajo Antropología económica. Nuevas
tendencias[CITATION Sus041 \n \t \l 10250 ], ella discute de manera muy
profunda muchos aspectos de la bibliografía de esta subdisciplina social. Ella nutre
su libro partiendo de la consideración y debate de la clásica distinción teórico-
metodológica de la economía: el tridente producción-distribución-consumo.

Válido para entender la vida económica en toda su complejidad, ese trío


conceptual nos acerca al modo en que las personas despliegan su energía y sus
conocimientos sociales (proceso de trabajo) para producir un producto (que puede
ser un bien o un servicio); desarrollar las condiciones para la distribución del
producto; y finalmente consumir el objeto, realizando de esa manera el valor del
mismo.

Narotzky acepta dichos términos conceptuales como orientadores para la


descripción y explicación de la actividad económica. Sin embargo, enfatiza que en
la variedad de actividades seguidas por la sociedad, dichos conceptos se
superponen y eso altera la supuesta unidad ordenada de lo que se puede dar a
conocer como el proceso productivo. Dada, entonces, la variedad y superposición
de formas que pueden existir, indica la autora que en el fondo estas actividades
buscan la reproducción la vida. Es bajo este ángulo que, una vez discutidos los
conceptos mencionados, cierra su obra analizando el concepto de reproducción
social y lo hace dialogar con investigaciones realizadas en el mundo rural catalán.

16
De esta manera, ella indica que la categoría de reproducción social puede ser
entendida hasta en tres direcciones. La primera como reproducción biológica de la
vida; la segunda como reproducción de la fuerza de trabajo; y la tercera como
reproducción de la sociedad como totalidad[CITATION Sus041 \p 227-228 \n \t \l
10250 ]. Ella hace útiles operacionalizaciones sobre las dos primeras definiciones,
pero no tanto el tercero, que, así visto, puede abarcar una infinidad de cosas con
tal de explicar cómo una sociedad se reproduce. En aras de controlar las
variables, en nuestra opinión el concepto de “reproducción social” resulta muy
extendido.

Bajo esta situación, entonces, es que preferimos partir en esta investigación desde
su concepto de producción porque ofrece elementos sumamente útiles para el
conocimiento de la actividad de subsistencia de las personas de una manera
organizada. Asimismo, este concpeto tiene más fuerza dado que se encarga de
estudiar de manera pormenorizada y prioritaria aquello que se hace para
satisfacer las necesidades.

Producción

En el proceso de la producción, el trabajo es lo más importante. Entendido su


aporte para la productividad, es importante considerar el conocimiento que se
tiene –las habilidades- y la energía que se tiene para ejercer la actividad.

Asimismo, la producción no puede ser entendida sin las relaciones sociales de


producción, las cuales pueden ser entendidas como la organización de individuos
o grupos humanos que tiene por objeto producir un producto específico. En ese
espacio, la comprensión de los medios de producción es vital pues son aquellos
que materialmente permiten viabilizar el proceso productivo. Se aprecia entonces
dos aspectos relacionados: las relaciones sociales de producción y los medios de
producción.

A su vez, existe una relación dialéctica entre control y acceso a los medios de
producción y la manera en que se organizan las relaciones de producción, que
pueden ser de cooperación o de resistencia. El control de los medios de
producción define la distribución del poder a lo largo del proceso productivo. Con
ello podemos conocer quiénes trabajan, cuáles son sus roles, cuál es la dirección
en el trabajo, cuánto tiempo se trabaja; además, se puede indagar sobre la forma
en que el poder de hacer se negocia, en base a quién hace qué, motivos, etc. En
este sentido, estamos hablando de cómo el trabajo se divide. En efecto, pero con

17
la salvedad de que se pone énfasis en la diferenciación social dentro del proceso
de trabajo.

Para tener una mirada integral de la producción, es menester el estudio de la


organización de la producción, que es la unidad analítica que se refiere al proceso
de producción en su totalidad. Así, se incluyen a todo el proceso como también a
la unidad de producción. La definición de unidad de producción se describe como
el espacio donde unas relaciones organizadas de producción dan como resultado
un producto deseado[CITATION Sus041 \p 56 \n \t \l 10250 ]. Este último aspecto
es interesante pues se incluye uno o varios procesos de trabajo dentro de ello;
asimismo, cabe el estudio microanalítico se su forma de organizarse. Aquí se tiene
la oportunidad de estudiar las relaciones de producción: ¿son jerárquicas?,
¿horizontales?

Como se dijo en un inicio, las relaciones sociales de producción se sustentan en el


modo en que se coopera o se coordina el proceso productivo. Entonces, para
aprehender ello, hay que estudiar el proceso laboral pues

el análisis del proceso laboral puede ayudarnos a comprender la experiencia cotidiana


del trabajo: cómo las personas administran su energía; cómo interactúan de manera
organizada o espontánea; de qué manera las restricciones limitan su capacidad; cuáles
son sus maniobras a fin de aumentar su poder; cómo se genera la resistencia y la
cooperación; de qué forma los intereses individuales y colectivos se redefinen de
manera constante y se despliegan u obstruyen las estrategias; etc.[CITATION Sus04 \p
57 \n \t \l 10250 ].

Asimismo, ese análisis se puede complementar con una mirada más general: el de
la organización de la producción. Las razones de incluirla son dos. La primera es
que básicamente para tener una mayor comprensión de la actividad de
subsistencia como tal hay que encuadrarla en el todo en el que se inserta y en el
que tiene sentido. De ello puede devenir todo un análisis socioespacial de la
ciudad, etc. La segunda razón es más política. Si las discusiones de la
marginalidad incidían en la explotación y la precariedad, conocer la red en la que
se inserta un trabajador o individuo apunta a conocer cómo el poder se manifiesta
y condena o no a una condición de flagelo para con el trabajador. Concebir esta
situación hipotética es lo que nos llevó, por cierto, a la segunda pregunta de
investigación, que toca el significado que tiene para la vida del trabajador el
desarrollo de su respectiva –o sus respectivas- actividades de subsistencia.

Luego de estas consideraciones analíticas, la autora pasa revista a las


discusiones económicas sobre el trabajo asalariado hechas por la antropología
feminista, la antropología económica y los estudiosos de la economía informal.
Eso la lleva a mencionar que la desregulación de la actividad económica como las

18
sucesivas crisis ha obligado a que la actividad informal esté en boga, con lo cual
los característicos modos de estudiar el trabajo –desde una perspectiva formal del
periodo industrial- pierden fortaleza analítica. Es así que ella plantea la conversión
de los estudios de antropología económica al estudio de la reproducción social. Si
bien estamos de acuerdo con sus planteamientos, no obstante por las razones
ante dichas, nosotros nos hemos guiado por el estudio de la producción.

19
IV Diseño metodológico

Metodología y técnicas de investigación

Siendo nuestra pregunta principal: ¿Cómo resuelven su subsistencia los miembros de los hogares pertenecientes
al asentamiento humano Santiago Apóstol, ubicado en el cerro La Balanza de Comas?

Procederé a explicar las preguntas específicas 1: - ¿En qué consiste el proceso de trabajo que siguen los miembros
de un hogar de un asentamiento humano de ladera?

Esta pregunta tiene que ver con el conocimiento de la práctica de los miembros del hogar a la hora asegurar su
subsistencia. Por ello se planea conocer las actividades que desarrollan y sobre todo sus acciones ligadas a la economía
familiar. Asimismo, con un conocimiento acumulativo de los objetivos y las prácticas, se irá definiendo una tipología para
ver los tipos de acción económica que despliegan. Asimismo, con esta pregunta deseamos indagar sobre la estructura de
la actividad económica y el proceso por el cual se desarrolla. Con esta pregunta tenemos el objetivo de generar un
conocimiento sobre la realidad económica de las familias de asentamientos humanos y también de ver, en menor medida,
qué tipo de articulación se genera con una economía nacional o total.

20
Pregunta Temas Subtemas Información Fuentes de Técnicas Herramient
específica 2 recogida información as
- ¿Cuáles son Estrategia Actividade -Objetivos y Hogares de Tipología de actividades Esquema
las actividades s s y proyectos familiares Santiago Apóstol de subsistencia de tipología
de
familiares acciones -Información de la
subsistencia y
cómo pueden desarrollad que disponen a la Entrevistas semi-
ser entendidas as ligadas hora de insertarse estructuradas Guía de
desde una
a la en el mercado entrevistas
perspectiva de
proceso? economía -Historial de Observación directa
familiar prácticas
económicas
-Ubicación de los Guía de
lugares de trabajo y observación
movilidad espacial directa
¿Cuáles son Estructura Característ -Proceso productivo -Personas ligadas a Entrevistas semi- Guía de
las
productiva icas de la -Relaciones dichas actividades estructuradas entrevista
características
específicas de actividad sociales que se -Bibliografía
las actividades
económica generan especializada Observación
económicas en
las que -Campo de acción participante Guía de
participan?
de la actividad observación
económica Revisión de participante
documentación Guía

21
bibliográfica

Pregunta específica 2: - ¿Cómo es el significado el trabajo realizado por los miembros del hogar?

Esta pregunta se la debemos a Belli[CITATION Fio14 \n \t \l 10250 ], quien en su trabajo con asháninkas en Satipo (o
“nativos urbanos”) plantea inquietudes acerca de cómo ellos significan el trabajo. Asimismo, Menéndez[CITATION Edu
\n \t \l 10250 ] ha sido también una fuente de la que me valgo para construir la metodología pertinente. En ese sentido,
mi propuesta es indagar por cómo el proceso de trabajo influye en las personas; es decir, cómo las condiciones de trabajo
influyen en su estado de ánimo y/o también como el proceso de trabajo se ajusta o no a las expectativas individuales y
familiares que estas personas tienen.

Preguntas Temas Subtemas Información Fuentes de Técnicas Herramient


específica 4 recogida información as
¿Cómo es Percepció - -Modo de llegar a él Sector trabajador de Entrevistas semi Guía de
significado el n en Condicion -Desempeño las familias de estructuradas entrevista
trabajo por relación al es de durante el trabajo Santiago Apóstol
estas proceso de trabajo -Problemáticas
personas? trabajo presentes

22
- -Cumplimiento de Entrevistas semi Guía de
Satisfacció objetivos sociales y estructuradas entrevista
n con el económicos
trabajo - Aspiraciones
individuales y
profesionales

23
La especificación de las fuentes utilizadas: primarias y secundarias

Mis fuentes primarias serán los miembros del barrio de Santiago Apóstol,
caracterizados en base a la unidad doméstica; es decir, el hogar. Por otro lado, en
el caso que crea pertinente, mis fuentes secundarias serán aquellas que me dirijan
hacia una comprensión de los procesos económicos. En este caso, el estudio de
las actividades informales.

Triangulación de la información

Los instrumentos tienen diferentes formas de llegar a la información que necesito.


En ese sentido, cotejaré las diferentes respuestas y estableceré para mi trabajo
una mejor idea de cómo se organizan las familias y desarrollan su vida económica.
Por otro lado, los análisis de lo observado y de lo escuchado me darán una mejor
idea de lo que representan para los participantes. A su vez, estos ejercicios de
triangulación me ofrecerán confiabilidad y validez de los datos toda vez que
emplee estas técnicas entre diferentes actores y coteje las respuestas que me
dan. En ello, haré uso de una constante revisión y autocrítica. Asimismo, dado que
empleo entrevistas semiestructuradas, esa técnica me abre la posibilidad para
que, en diálogo, se rectifiquen o no determinadas miradas que se den sobre la
realidad.

Formas de registro

Las entrevistas serán básicamente grabadas en audio y luego transcritas. En lo


que corresponde a la observación tomaré notas y fotos que apoyen o
ejemplifiquen las descripciones y/u observaciones que pueda hacer.

Muestreo

El procedimiento para seleccionar informantes es del tipo avalancha, es decir, en


base a recomendaciones que vaya recibiendo en el lugar de estudio. Esto, no
obstante, se basa en criterios de involucramiento en la actividad del barrio. Ahora
bien, podemos decir que este procedimiento es práctico por cuanto requiere de la
empatía del investigador. Ahí radica su importancia para nosotros.

24
Estrategias operativas

Por estas razones, mi trabajo se centrará en el barrio de Santiago Apóstol, un


asentamiento humano de reciente formación en las laderas altas del cerro La
Balanza, en el distrito de Comas. Para fines del trabajo, residiré por dos meses en
ese asentamiento. La razón es para entender de manera más cercana el proceso
de trabajo, que evidentemente no es lo mismo que realizar las entrevistas. La
particularidad de mi introducción es que vengo trabajando en el lugar desde hace
más de cuatro meses como parte de un proyecto social. Actualmente, junto con un
grupo de colaboradores de diversas especialidades, entre los que sobresalen
arquitectos, participo de un proyecto comunitario que consigue en habilitar un área
pública para formar un espacio público. Por el momento estamos en el momento
de diseño participativo del proyecto. Esta condición, como resulta presumible, me
brinda una buena oportunidad para involucrarme más con la comunidad. En la foto
que se presenta, podemos ubicar a Santiago Apóstol justo entre el AA.HH. Los
Ángeles y el AA.HH. San Gabriel.

25
Fuente: Urko Itinerante (vista de una de las vías principales)

Fuente: Urko Itinerante (Vista del área a trabajar)

26
Mes: Agosto Actividad
Semana 1 y Semana 2:
entrevistas semi-etructuradas y
revisión bibliográfica
Mes: Setiembre Actividad
Semana 3, Semana 4, Semana 5 y
Semana 6: observación
participante, entrevistas
semiestructuradas y bibliografía
especializada
Mes: Octubre Actividad

Sistematización de data y análisis


de data
Mes: Noviembre Actividad

Redacción de borrador de tesis


Mes: Diciembre Actividad

Redacción de borrador de tesis

Consideraciones éticas

En el proceso que me tome seguir esta investigación, seguiré algunos pasos de


índole ética. El primero es de explicar a los actores los motivos de mi
investigación. Les informaré puntualmente sobre mis objetivos. Dicho esto,
preguntaré si puedo establecer la entrevista y grabarla de tal manera que sea
voluntaria la entrevista y con pleno conocimiento del tema. Por otro lado,

27
mantendré en el anonimato a mis informantes si es que ellos así lo deciden.
Asimismo, tendré cuidado con la información que maneje si es que así les parece.
En este sentido, la información será exclusiva de la investigación y no pasará a
terceros dada la confidencialidad que establezca con los informantes. Una vez
terminado el proyecto de investigación, haré llegar a los actores las conclusiones
del oficio de una manera apropiada que será fruto del trayecto de investigación.

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