Ingeniería y Sociedad Reforma Universitaria Se inicia en 1918 en la Universidad Católica de Córdoba; Argentina. La época en la que surge se da en momentos de transformación nacional. Esta universidad era la mas tradicional de las tres existentes en ese momento (Buenos Aires y La Plata eran las otras dos), y donde más pesaba la organización rutinaria de la enseñanza y la ortodoxia católica. A la misma tenían acceso los hijos de inmigrantes, pertenecientes a la clase media. La Universidad de Córdoba -la más antigua del país, fundada en 1613- fue durante varios siglos el principal centro de selección de las élites gobernantes locales: suministraba gobernadores, ministros y funcionarios. Era una universidad influida por la Iglesia Católica y por un grupo de familias aristocráticas Había en ese entonces tres universidades nacionales: Buenos Aires; Córdoba y La Plata; y dos provinciales, el Litoral (Santa Fe) y Tucumán que funcionaban de acuerdo con la ley Avellaneda, aprobada en 1885. Esta les daba autonomía para trazar sus planes de estudios y libertad de catedra. Pero la ley no impedía que verdaderas oligarquías de profesores tuvieran el monopolio de la enseñanza, principalmente en Córdoba, donde persistían la tradición colonial y la influencia eclesiástica. Esto derivo en la Reforma Universitaria un movimiento juvenil que abrió los claustros a las corrientes modernas de pensamiento. Las protestas comenzaron a partir de los recién creados centros de estudiantes, contra exigencias de asistir a clase y por la deficiente organización del Hospital de Clínicas. Se fundan entonces las Federaciones Universitarias (Córdoba, Buenos Aires, La Plata). Deodoro Roca fue una figura principal entre otros, que lideraron el movimiento juvenil. La dirigencia nacional tomo partido en favor, los estudiantes pidieron al presidente de ese entonces Hipólito Yrigoyen; que interviniera por su causa, y mostraron buena disposición a escuchar el reclamo estudiantil. Se interviene la Universidad de Córdoba, y se realizan las primeras reformas, pero la manipulación de la elección del nuevo rector por los grupos tradicionales agudiza el conflicto. Los estudiantes declaran la huelga, ocupan la sede de la universidad, solicitan una nueva intervención y definen sus aspiraciones: gobierno tripartito con la participación de profesores, estudiantes y graduados; autonomía; asistencia libre; docencia libre; régimen de concursos: periodicidad de la cátedra; bienestar estudiantil; extensión universitaria; libertad de juramento. Eran tiempos en donde el escolasticismo (para la cual, todas las ciencias eran tributarias de la teología), todo planteo social, educativo o pedagógico renovador era cuestionado por las autoridades. En 1918, los estudiantes cordobeses decidieron poner punto final a una atmosfera intelectual que percibían como asfixiante. Dos factores confluían para favorecer su movilización. En primer lugar, un contexto internacional en el que los ecos de la revolución mexicana y la revolución Rusa, abrieron puertas a cambios sociales profundos. En segundo lugar, la presencia de estudiantes descendientes de inmigrantes chocaba con la endogamia social que reproducía la universidad. El 15 de junio, la elección de Antonio Nores -perteneciente a la logia católica “Corda Frates”- como rector de la Universidad Nacional de Córdoba fue el detonante del estallido. Los estudiantes ocuparon el Salón de Grados y exigieron el gobierno tripartito de la universidad -representación de estudiantes, docentes y graduados- el llamado a concurso para ocupar los cargos docentes y el fin de la influencia clerical en las aulas. El movimiento estudiantil por la Reforma Universitaria no fue patrimonio de ningún partido político. En su gestación participaron radicales, socialistas, anarquistas y liberales democráticos, mancomunados en el cuestionamiento al dominio oligárquico sobre la universidad. Intelectuales prestigiosos, como José Ingenieros, brindaron su apoyo a la protesta. El presidente Yrigoyen hizo suyas las banderas de la Reforma y convalidó, a través de sucesivos decretos, sus postulados fundamentales. Así nació la primera legislación reformista en las universidades americanas. Su influencia se extendió a México, a Perú y a otros países del continente. Reforma Universitaria y su repercusión Actual en las Universidades: Es aquí donde aparecen los principios, las banderas de la Reforma, de la autonomía universitaria, de la elección democrática de las autoridades universitarias, del cogobierno, de la participación de los estudiantes fundamentalmente en el gobierno de las universidades. Pero también hay una serie de principios pedagógicos, que a veces se olvidan en la política universitaria actual, surge el seminario como una clase práctica y es un aporte de la reforma universitaria, surge la exigencia de vincular la teoría con la práctica, surgen los trabajos prácticos, surgen las monografías, todos estos son postulados, anhelos, reclamos de la renovación de la enseñanza de ese momento. En la actualidad, las universidades nacionales tienen institucionalmente la organización que aquellos jóvenes proponían, esto quiere decir, que en los estatutos se ven plasmado esos postulados, aunque en la realidad no se ven muchas actitudes "reformistas" por parte de las autoridades de las diversas universidades públicas de nuestro país. El hecho de que solo se vea la reforma en los estatutos, es la prueba más concreta de que en nuestro país, desde hace muchos años, no hay una política de estado con respecto a la educación, lo cual es terrible debido a la gran importancia que tiene la universidad para darle solución a los problemas de nuestro país, que no son únicamente de índole económico social, ya que también padecemos de una crisis de identidad, de integración, de legitimidad, de participación y de distribución de las riquezas. La responsabilidad nuestra como estudiantes es formarnos para aportar a la superación de los problemas que vive hoy nuestra sociedad, para ello la Universidad debe brindar las herramientas necesarias para que el proceso del aprendizaje nos sitúe en el tiempo y en el espacio que nos tocó vivir. A grandes rasgos, la intención de dicho movimiento era reformar la estructura, los contenidos y los fines de la universidad. Tal vez, en un principio, los estudiantes de Córdoba sólo pretendían realizar una huelga universitaria en reclamo de diversos cambios en la universidad, pero dicha huelga fue tomada como punto de partida para muchas otras ciudades que lo tomaron como ejemplo y de una pequeña huelga se pasó a un movimiento social que se extendió por toda América Latina y algunas partes de Europa. Los valores de aquella huelga siguen vigentes hasta el día de hoy, sin la reforma del '18 no sería posible la universidad pública, gratuita y autónoma que tenemos hoy en día. Y el apoyo del gobierno Radical de Hipólito Irigoyen fue imprescindible para esos logros.