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Fray Diego de Landa

Nació en España en 1524, viajó a Yucatán como fraile franciscano en 1547 junto a
otros sacerdotes, siendo nombrado Provincial de Yucatán y Guatemala en 1561,
eventualmente se convertiría en obispo de Yucatán. Su tarea fue convertir al
pueblo maya quiché al catolicismo después de la conquista española. Empezó su
labor en la misión de San Antonio en Izamal, donde su retrato todavía puede ser
visto hoy.
Fue el cronista más importante de la época, con su libro Relación de las
cosas de Yucatán, que fue publicado en 1575, recogió gran cantidad de
información sobre la historia, el modo de vida y las creencias de los mayas en el
siglo XVI. El valioso documento original se ha perdido, y la única copia disponible,
incompleta, fue descubierta en el siglo XX en la Real Academia de la Historia. El
libro es considerado ser un resumen completo y preciso de los mayas, su cultura,
religión, y estilo de vida. Su conocimiento íntimo de la gente y pueblos le permitió
describir su organización social y vida cotidiana en una manera que nadie más
podría hacer. Escribió sobre su historia, arquitectura, idioma, sistema de escribir, e
irónicamente, sobre el tratamiento cruel por los conquistadores españoles; incluso
escribió, con algún intento a justificación, sobre los métodos de los frailes
españoles en la conversión de los mayas a catolicismo.
Pese a los intentos cristianos de evangelizar a los nativos mayas, éstos
persistían en mantener sus antiguos cultos en secreto.
Ante esta situación Diego de Landa, eligió una ruta de agresión y abuso
físico, se desplazó a Maní en 1558 para formar un tribunal religioso que dependerá
de la Inquisición. Tras los interrogatorios y torturas a que fueron sometidos los
indígenas, Landa dará rienda suelta a la imposición de la fe cristiana organizando
un Auto de Fe el 12 de julio de 1562 en el que se destruyen en la hoguera cinco
mil ídolos y objetos sagrados (13 piedras de altar y 197 vasijas), además de los
estimados 40 códices mayas y 27 rollos con signos y jeroglíficos.
Cuando los españoles iniciaron la conquista de los territorios mayas, ésta
civilización se hallaba cercana a su fin y sus centros ceremoniales estaban
abandonados, pero aún se conservaban los códices que habían sido realizados
por sus escribas y pintores. Curiosamente, el que fue promotor de la destrucción
de todo vestigio de la cultura maya, Diego de Landa, terminaría dándonos a
conocer muchas de sus tradiciones, costumbres e historia a través de sus escritos.

Gracias a la obra del obispo incendiario conocimos el alfabeto y otros


aspectos de la cultura maya. Destaca en el manuscrito la descripción del
calendario precolombino y el breve comentario sobre la misteriosa escritura
jeroglífica maya.

“En la provincia de Yucatán…había unos libros de hojas a su modo


encuadernados o plegados, en que tenían los indios sabios la distribución de sus
tiempos, y conocimiento de plantas y animales, y otras cosas naturales, y sus
antiguallas; cosa de grande curiosidad y diligencia. Pareciole a un doctrinero que
todo aquello debía de ser hechizos y arte mágica, y porfió que se habían de
quemar, y quemáronse aquellos libros, lo cual sintieron después no sólo los indios,
sino españoles curiosos, que deseaban saber secretos de aquella tierra. Lo mismo
ha acaecido en otras cosas, que pensando los nuestros que todo es superstición,
han perdido muchas memorias de cosas antiguas y ocultas, que pudieran no poco
aprovechar. Esto sucede de un celo necio, que sin saber, ni aun querer saber las
cosas de los indios, a carga cerrada dicen, que todas son hechicerías.”

Estos hechos provocaron que Landa fuese sometido a juicio en la Audiencia


de Nueva España (México). El fraile decide volver a España en 1563 para tomar
las riendas de su defensa. Recaba vuecencia del General de
los Franciscanos de Barcelona y con apoyo de unas Bulas Papales logra su
absolución. Se traslada a Guadalajara y posteriormente a Toledo donde escribiría
su Relación de Cosas Notables de Yucatán, como una forma de reivindicarse y
vuelve a embarcarse para América.
Moriría en Mérida en 1579. Sus restos regresarían a Cifuentes un siglo y
medio después.

Pese al empeño del obispo español de acabar con los códices tres de ellos
lograron sobrevivir a la hoguera saliendo a la luz
en Dresde, París y Madrid doscientos cincuenta años más tarde.
Fuentes

 http://yucatantoday.com/fray-diego-de-landa-una-contradiccion/

 http://www.cervantesvirtual.com/bib/portal/exploradores/pcuartonivel9
9fc.html?conten=exploradores&pagina=viajeros2_fraydiego.jsp&tit3=
1575,+Fray+Diego+de+Landa

 https://antoniocdelaserna.wordpress.com/2011/02/24/el-obispo-
incendiario-la-destruccin-de-los-cdices-maya/

 LANDA, Diego de. Relación de las cosas de Yucatán. Edición de


Miguel Rivera Dorado. Madrid: Dastin Historia, 2002

 http://aache.com/alcarrians/landa.htm

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