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Introducción
Las enfermedades del sistema respiratorio constituyen uno de los capítulos más importantes de la
patología veterinaria y humana, debido a diversas razones:
Las enfermedades de este sistema son uno de los problemas más serios y frecuentes que se enfrentan
en planteles de producción animal. La aparición de enfermedades inmunosupresivas, como el virus
de la diarrea viral bovina o el virus del SIDA, conducen a un aumento de la presentación de cuadros
neumónicos.
El tracto respiratorio comunica en forma impresionante con el mundo exterior, por lo que el tejido
respiratorio comprende una superficie tan grande como una cancha de tenis, la cual está expuesta a
un volumen de aire y contaminantes tan enorme que llenaría una piscina.
El sistema respiratorio esta íntimamente ligado al sistema cardiovascular y es absolutamente
necesario para mantener la vida.
El deterioro de la atmósfera está conduciendo a un aumento de problemas respiratorios.
A nivel de los alveolos, se encuentran dos tipos de células epiteliales formando la pared alveolar. El
neumocito tipo 1, que corresponde a un 60% de las células alveolares y participan en el intercambio
gaseoso. El neumocito tipo 2, que comprende un 40% de las células alveolares y es la célula
progenitora del neumocito tipo 1. Otra función importante del neumocito tipo 2 es la producción de
surfactante, sustancia lipídica secretada hacia los alveolos para alterar la tensión superficial y por lo
tanto prevenir un completo colapso de los pulmones durante la expiración.
Mecanismos de defensa del sistema respiratorio
Filtración aerodinámica: El diseño anatómico del tracto respiratorio, con múltiples sitios de
turbulencia y bifurcación, es efectivo en limitar la penetración de grandes partículas al tracto
respiratorio superior. Partículas de 10um o mayores, generalmente precipitan en el tracto respiratorio
superior, mientras partículas de 2 a 10um son generalmente atrapadas en el árbol bronquial.
Partículas más pequeñas pueden alcanzar las vías aéreas terminales y alveolos.
Transporte mucociliar: Las partículas que se detienen en el tracto respiratorio más arriba que a
nivel del alveolo, son sometidas a eliminación a través del transporte mucociliar. Este sistema
altamente eficiente es afectado por infecciones virales, humo de cigarrillo y otros factores que tienen
un efecto ciliostático, que hace a un individuo más susceptible a infecciones respiratorias.
Macrófagos alveolares: Las partículas que llegan hasta el alveolo son eliminadas principalmente
por macrófagos. Estas células son capaces de fagocitar y degradar enzimaticamente, pueden
transportar sustancias fuera del pulmón y pueden activar otros componentes inmunológicos del
sistema de defensa pulmonar. La supresión de la función de estas células, predispondría a un
individuo a enfermedades respiratorias más severas. Por otro lado, los macrófagos secretan
numerosas sustancias que podrían dañar el pulmón.
Linfocitos: Son células que forman un sistema capaz de montar una respuesta inmune específica
contra agentes patógenos. El sist. linfocítico pulmonar es capaz de funcionar independientemente o
en conjunto con el sistema linfocítico sistémico. El tejido linfocítico pulmonar se organiza en cuatro
grupos: a) Ganglio linfáticos, que se encuentran predominantemente a lo largo del tracto respiratorio
hasta el hilio. b) Tejido linfoide asociado a los bronquios (TLAB), que se concentra en las bifurcaciones
bronquiales y bronquiolares. c) Nódulos linfoides intersticiales. d) Linfocitos libres en el parénquima
y espacios aéreos.
Anticuerpos: En general, desde la nasofaringe a nivel bronquial (tracto respiratorio superior), el
principal isotipo de anticuerpo parece ser IgA. Evidencia experimental señala que la síntesis ocurre
principalmente a nivel de TLAB. En el tracto respiratorio inferior, el isotipo de anticuerpo IgG es más
dominante a nivel alveolar.
Neutrófilos: Son células sanguíneas que participan en procesos de degradación enzimática y
fagocitosis. Contienen enzimas y oxidantes que pueden dañar tanto a los agentes microbianos como
al mismo tejido pulmonar en procesos inflamatorios.
Sustancias de amplificación: Es el caso del interferón, importante en resistencia a infección viral
y el sistema del complemento que ayuda en la lisis de células infectadas y en la generación del
proceso inflamatorio.
Las enfermedades respiratorias pueden ser producidas por una gran variedad de agentes infecciosos
y no infecciosos. El sitio de daño en el tracto respiratorio es determinado por la interrelación entre la
vía de entrada del agente, la naturaleza, concentración del agente y la relativa susceptibilidad del
tejido al agente. La vía de entrada es la más importante.
Insulto aerógeno: Generalmente conduce a daño centrado en las vías aéreas. Fosas nasales y vías
aéreas superiores son afectados principalmente por agentes irritantes contenidos en grandes
partículas, por gases altamente solubles o por agentes infecciosos cuyos receptores celulares son
más numerosos y disponibles en el epitelio del tracto respiratorio superior.
Las vías aéreas inferiores son más afectadas por partículas finas, gases débilmente solubles y agentes
infecciosos con afinidad por epitelio bronquial o alveolar.
Insulto hematógeno: generalmente afecta al pulmón y se manifiesta, según la causa, como una
lesión difusa o focal.
Algunas circunstancias que predisponen a que se alteren los mecanismos de defensa y pueden
contribuir a la instalación de una enfermedad incluyen:
1. Infecciones virales, que conducen a neumonías bacterianas. Pueden llevar a una alteración en la
actividad mucociliar, disminución del surfactante y alteración de las funciones del macrófago
alveolar.
2. Desnutrición, puede afectar la función de linfocitos y fagocitos, sistema del complemento y otros.
3. Hipoxia, puede disminuir la función de macrófagos alveolares y del surfactante.
4. Acidosis, puede afectar a los neumocitos tipo 2 y la disminución en la producción de surfactante.
5. Hipotermia, puede afectar la inmunidad humoral y celular.
Rinitis atrófica: Inflamación de las fosas nasales del cerdo producida por cepas toxigénicas de
Pasteurella multocida, pero sólo después que el terreno ha sido preparado por otra bacteria,
Bordetella bronquisetica. A su vez, estas bacterias pueden necesitar de otros factores predisponentes
tales como susceptibilidad genética, condiciones desfavorables de manejo e infecciones virales como
citomegalovirus (CMV). Afecta cerdos de 6 a 24 semanas de edad, los que presentan secreción,
atrofia de los cornetes y distorsión del septum. Como la atrofia es generalmente asimétrica, la nariz
del cerdo se desvía hacia el lado más afectado.
Rinitis hiperplásica (bull nose): Es una infección provocada por una asociación bacteriana en la
cual Fusiformis necrophorus, es el más importante junto a Staphylococcus sp. y otros. Ocurre cuando
se colocan argollas o alambres, en el septum nasal, o por mordeduras u otras lesiones en un medio
de malas condiciones higiénicas. La cara de los cerditos aparece hinchada en forma monstruosa.
Gurma: Afecta a caballos, es importante cuando se dan condiciones de stress como en viajes,
hacinamiento y otros. Puede reaparecer varias veces en la vida del animal, ya que la inmunidad dura
sólo unos pocos meses. El agente causal es el Streptococcus equi. Signos clínicos incluyen fiebre,
tos, conjuntivitis y descarga nasal bilateral serosa a purulenta. El signo clínico mejor conocido es
hinchazón de los ganglios linfáticos de la cabeza, especialmente los submandibulares y retrofaríngeos,
los que pueden reventar y drenar a través de la piel.
Rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR): Producida por virus herpes bovino tipo 1 (BHV 1),
probablemente existía como una enfermedad venérea leve del ganado, desde al menos mitad del
siglo XIX, pero el desarrollo de sistemas de manejo intensivo en el oeste de EEUU, indujo la
presentación, a comienzos de 1950, de una enfermedad respiratoria. El virus fue aislado en 1956 y
fuera de producir un cuadro respiratorio alto esta asociado a cuadros de: vulvovaginitis pustular,
aborto, enteritis, conjuntivitis, infertilidad, encefalitis y otros de tipo experimental.
Rinotraqueítis viral felina (FVR): Producida por el virus herpes felino tipo 1(FHV 1), la mortalidad
puede ser alta en gatitos de 6 a 12 semanas y en gatos inmunosuprimidos por virus de la leucemia
felina (FLV). Se observa inflamación serosa a mucupurulenta del tracto respiratorio superior, tonsilas
aumentadas. En casos severos puede ocurrir neumonía intersticial o invasión bacteriana secundaria
que conduce a bronco-neumonía.
Tanto el término neumonía, como neumonitis, significan inflamación del tejido pulmonar. Según el
patrón de lesiones estas se dividen en 4 grandes grupos que se pueden asociar a determinados
agentes patógenos.
Neumonía focal
Neumonía lobar
El proceso neumónico involucra grandes porciones, uno o más lóbulos completos del pulmón. Esta
distribución generalmente implica que el proceso es agudo y severo. Sin embargo, hay excepciones
como la pleuroneumonía bovina que es de tipo lobar y puede ser bastante crónica. La mayoría de las
neumonías lobares son de carácter fibrinoso, por lo cuál los términos neumonía lobar, y neumonía
fibrinosa, son usados a menudo como sinónimos. La evolución del cuadro es generalmente aguda y
la muerte ocurre dentro de 1-2 días. En animales que sobreviven las secuelas incluyen secuestro
(aislamiento de un área necrótica del pulmón), fibrosis, adherencias, abscedación, empiema,
bronconeumonía crónica purulenta. Algunas bacterias asociadas son la Pasteurella haemolytica, que
puede producir neumonía fibrinosa en bovinos (shipping fever) y el Haemophilus pleuropneumoniae,
en cerdos.
Tanto los términos de neumonía difusa, neumonía intersticial, como alveolitis, se usan como
sinónimos de neumonítis, pero hay que recordar que en este proceso no sólo el intersticio y la pared
alveolar están afectados sino también otras estructuras como el tejido linfoide. La neumonía
intersticial es el tipo más difícil de diagnosticar y comprender, ya que las lesiones son a menudo
sutiles y pueden ser causadas por una gran variedad de agentes como L-triptofano en bovinos,
envenenamiento con paraquat en perros, uremia, septicemia, gases tóxicos, terapia con oxígeno,
hipersensibilidad e infecciones virales como el virus Maedi/Visna. Clínicamente pueden ser de curso
sobreagudo a crónico.
Las neumonías son entidades patológicas que obedecen a causas diversas como infecciones
bacterianas, parasitarias, virales y micóticas. Más aún pueden deberse a causas multifactoriales. Así,
aunque los cuadros más severos se asocian a infecciones bacterianas, los intentos para reproducir
neumonía mediante inoculación sólo de bacterias, tales como Pasteurella haemolytica, generalmente
no tienen éxito. Sin embargo cuando son inoculadas en animales que previamente han sido infectados
con virus que afectan el sistema respiratorio, tales como el virus parainfluenza tipo 3, producen
severos cuadros respiratorios. Es clara, entonces, la importancia de la interacción virus-bacteria en
la generación de neumonías. Esto se debe a que aunque estos virus, por sí solos inducen cuadros
respiratorios leves, al producir destrucción del epitelio respiratorio, parálisis del aparato mucociliar y
alteraciones funcionales a nivel de los macrófagos, permiten y facilitan la colonización bacteriana.
ENFERMEDADES DE VÍAS RESPIRATORIAS ALTAS: TRÁQUEA
La tráquea es un conducto en forma de tubo, semirígido y flexible, que conecta la laringe con los
bronquios. Está formada por una serie de cartílagos, en número de 35 a 45 en forma de C, ya que
su parte dorsal está formada por tejido no cartilaginoso.
Un perro afectado por una enfermedad que afecta a la tráquea presentará tos, ruidos al inspirar y
espirar el aíre, pudiendo llegar al edema pulmonar e incluso a la cianosis.
La auscultación es de gran ayuda para detectar problemas en la tráquea, así como las radiografías.
Otras pruebas que, a veces, nos sirven de gran ayuda son traqueoscopia y broncoscopia, los cultivos
traqueobronquiales y las citologías.
TRAQUEITIS INFECCIOSA:
La mayoría de los perros que presentan estos problemas, suelen ser asintomáticos, excepto por la
presencia de una tos, que se caracteriza por ser resonante, discordante, paroxística, y que a menudo
acaba en arcadas o naúseas secas o ligeramente productivas. La palpación de la tráquea desencadena
la tos. En estos casos es sumamente importante la auscultación del corazón, ya que como hemos
dicho antes, a veces, estas alteraciones traqueales derivan de cardiopatías crónicas.
El problema con el que nos encontramos en estos procesos es que, la tos puede actuar como fuente
continua de irritación, perpetuando la traqueitis y provocando un círculo vicioso. Es por esto
sumamente importante, saber si este síntoma se debe a un proceso que se encuentra localizado en
la tráquea, o es consecuencia de otras patologías.
La tos traqueal se trata, a menudo, con antitusígenos y broncodilatadores, que muchas veces también
contienen expectorantes. Ocasionalmente está justificado el tratamiento a corto plazo con
corticoesteroides. En las toses crónicas pueden ser útiles, a veces, las nebulizaciones. Cuando no es
posible, se puede dejar al perro en un cuarto baño lleno de vapor procedente de una ducha de agua
caliente, durante 15 a 20 minutos, tres veces al día. La función de este tipo de tratamiento es ablandar
el moco que se ha acumulado en la tráquea. En tiempos de sequía como el que padecemos, está
práctica no se si sería muy recomendable.
TRAQUEOBRONQUITIS INFECCIOSA:
Se denomina también “Complejo respiratorio canino” o “Tos de las perreras”. No se trata de una
enfermedad, sino de un síndrome clínico. Está provocado por virus, bacterias, micoplasmas, hongos
y parásitos. El agente causal más frecuente es la Bordetella bronchiseptica, asociado al virus de la
parainfluenza canina o el adenovirus canino. Otros microorganismos que pueden producirla son el
virus herpes canino, y ocasionalmente el virus del Moquillo.
Es muy contagiosa y aparece con más frecuencia donde conviven grupos de perros de diferentes
edades. Los signos clínicos aparecen normalmente tres a cinco días después de la exposición al
agente causal. La tos persistente, seca y paroxística estará siempre presente, acompañada a veces
de una secreción nasal purulenta.
Cuando vacunamos a vuestros perros con la vacuna trivalente, también lo hacemos contra algunos
de los virus que la provocan. Además existen en el mercado vacunas más específicas para prevenirla,
cuya aplicación es sumamente recomendable en criaderos, tiendas de animales, y unos días antes
de dejar a vuestros perros en una residencia.
HIPOPLASIA TRAQUEAL
Se trata de un defecto congénito causado por el desarrollo insuficiente de los anillos traqueales. Se
presenta especialmente en perros jóvenes de razas braquicéfalas, en especial el bulldog inglés.
Cuando aparece este problema no es extraño encontrar asociados otros como el alargamiento del
paladar blando, defectos cardíacos y megaesófago.
Los perros afectados suelen manifestar los síntomas a partir de los cinco meses que, se caracterizan
por disnea, estridor y tos. Una complicación importante es la aparición de bronconeumonía. La tos
suele ser más frecuente durante las horas del día, y se suele agravar con la excitación.
El diagnóstico se realiza por radiografía, para medir el diámetro de la tráquea: el diámetro de la luz
traqueal es inferior al doble de la anchura de la tercera costilla por donde cruza. Las radiografías es
mejor realizarlas cuando el paciente esté asintomático.
Podemos decir que muchos de estos perros tendrán una vida absolutamente normal cuando sean
adultos, salvo aquellos en los que se añadan otros defectos congénitos como los nombrados
anteriormente, aunque si es cierto que requerirán tratamientos con broncodilatadores y antibióticos
con cierta frecuencia.
Es muy importante evitar la aparición de bronconeumonías en estos perros, por lo que, deben ser
mantenidos en ambientes sin corrientes de aire y evitar una exposición excesiva a la humedad y el
frío. La prevención del sobrepeso también ayudará a estos animales.
COLAPSO DE TRÁQUEA
Lo que se va a presentar en los perros afectados, es lo que se conoce con el nombre de “síndrome
de dificultad respiratoria” que tiene una naturaleza paroxística con antecedentes prolongados de tos
crónica. Cuando le preguntamos al dueño por el tipo de tos que presenta su perro, o que nos lo
relacione con algún tipo de ruido conocido, muchas veces nos dicen que se asemeja al “graznido de
un ganso”, que se presenta durante todo el día y, ocasionalmente por la tarde. Con raras excepciones,
esta enfermedad se presenta en razas enanas y miniaturas, más a menudo en chiguaguas,
pomeranias, caniche enano, Shih tzu, Lhasa apso y Yorkshire terrier. Puede presentarse
simultáneamente con una cardiopatía crónica, y por lo tanto debe diferenciarse de una insuficiencia
cardiaca. La tos característica está provocada por la excitación, la presión traqueal (como la causada
por el tirón de la correa), y por el acto de beber y comer. A menudo el perro empieza a toser cuando
se le sujeta por debajo del pecho o por una presión excesiva sobre el torax.
Algunos de los perros afectados por colapso traqueal, presentan al mismo tiempo parálisis laríngea.
El diagnóstico se realizará mediante radiografías dorsoventrales y laterales, tomando las zonas
cervical y torácica de forma independiente, así como durante la inspiración y la espiración.
El tratamiento abarca tanto la fase aguda de la enfermedad como la crónica, pero el estado del perro
y de su propietario durante la primera (os soléis mostrar muy nerviosos, ante el estado de vuestro
perro), nos exige una atención inmediata. Suele ser necesario el uso de antitusivos por vía oral e
incluso inyectable. En otras ocasiones podremos hacer uso de tranquilizantes. A menudo basta con
separar al perro de su dueño para conseguir tranquilizar al perro. El aporte de oxígeno puede ser
muy útil en la fase aguda, pero a veces resulta fatal, ya que cualquier manipulación física o factor de
estrés pueden agravar el problema, haciendo que el remedio sea peor que la enfermedad.
El empleo de corticoesteroides a corto plazo, está justificado en estas situaciones, ya que es muy
probable la presencia de edema traqueal. Los broncodilatadores también están indicados.
Una vez estabilizado el animal, no siempre es necesario el uso de fármacos de forma continuada.
Es esencial el adelgazamiento del paciente obeso, ya que a veces por si solo puede ser una medida
curativa. De igual manera, la retirada de la correa y el empleo de un arnés cuando se saca al perro
a pasear puede ser eficaz para reducir los signos clínicos.
Los tumores que pueden afectar a la traquea pueden afectar su función desde el interior
(intraluminales) o desde el exterior (extraluminales). Podemos decir que los tumores primarios de
tráquea no son muy frecuentes.
Otras masas que pueden encontrase en el interior de la tráquea son parásitos, granulomas, abscesos
y pólipos.
Los cuerpos extraños traqueales también pueden causar una obstrucción. No son muy frecuentes,
pero, cuando existen, son suficientemente pequeños para atravesar la bifurcación traqueal y originar
posteriormente una neumonía por aspiración. Cuando son excesivamente grandes provocaran una
grave obstrucción, con un compromiso respiratorio grave.
Lo que van a provocar cualquiera de las masas descritas anteriormente es un aumento considerable
a la resistencia de las vías respiratorias, que impedirá el flujo de aire, causando hipoventilación. Habrá
una inspiración lenta seguida de una espiración muy rápida. En la mayoría de los casos se oirá
estridor, chasquido de garganta, y a menudo tos crónica. La dificultad respiratoria y la disnea suelen
ser evidentes.
Provocar un mayor estrés en estos animales puede ser fatal, así que debemos obrar con máxima
cautela para realizar las pruebas diagnósticas oportunas.
Además de tener un valor diagnóstico, la broncoscopia puede utilizarse como parte del tratamiento.
Se pueden extraer algunos cuerpos extraños por medio del endoscopio, aunque a veces su extracción
requerirá intervención quirúrgica. La endoscopia también será útil en caso de tumores o masas
sospechosas de serlo, para la obtención de muestras y su posterior biopsia. Una vez obtenidos los
resultados se procederá a su extirpación siempre y cuando sea posible.
TRAUMATISMO TRAQUEAL
La laceración de la pared traqueal es infrecuente en los pequeños animales, pero se puede presentar
por heridas provocadas por mordedura en la zona del cuello, mal uso de endoscopios, o errores en
la punción de la vena yugular. Una secuela infrecuente del traumatismo es una fístula
traqueoesofágica.
En los casos de herida por mordedura que provocan desgarro en la tráquea, no será extraño
encontrarnos con un enfisema secundario, ya que el aire sale por la abertura traqueal y penetra en
el tejido subcutáneo del cuello. El enfisema podrá afectar sólo a la región peritraqueal o ser más
extenso y afectar a todo el cuerpo. Será fácilmente identificable por la sensación de crujido en la piel
del animal.
Los signos clínicos se pueden manifestar entre 1 y 28 días después del traumatismo, y las radiografías
nos mostrarán la separación de los anillos traqueales. Normalmente suele ser necesaria la reparación
quirúrgica de la lesión, es decir de la zona traqueal desgarrada, aunque si el edema subcutáneo está
remitiendo y no hay signos clínicos de dificultad respiratoria, se puede mantener al animal en el
reposo en una jaula, para dejar que el enfisema remita mediante absorción lenta, sedación leve,
aspiración a través de una aguja gruesa y envolvimiento del cuerpo con vendajes elásticos, teniendo
cuidado de no limitar mecánicamente la respiración.