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El Fuerte Clamor
I. Hijos de Dios en todas las religiones.
El Señor tiene sus representantes en todas las iglesias. No se les han presentado a estas personas las verdades especiales, que son la
piedra de toque para estos últimos días, en circunstancias que despierten convicción en su corazón y en su mente; por lo tanto, al
rechazar la luz, no han cortado su relación con Dios.6T 70-71.
Entre los católicos hay muchos que son cristianos muy concienzudos y que caminan en toda la luz que brilla sobre ellos, y Dios obrará
en su favor.-9T 243.
En el capítulo 18:4 del Apocalipsis se exhorta al pueblo de Dios a que salga de Babilonia. Según este pasaje de la Escritura, muchos
del pueblo de Dios deben estar aún en Babilonia. ¿Y en qué comunidades religiosas se encuentra actualmente la mayoría de los
discípulos de Cristo? Sin duda alguna, en las varias iglesias que profesan la fe protestante. CS 433.
Como consecuencia de la creciente tendencia de permitir que el mundo configure su forma de pensar, la Iglesia se encuentra
afrontando el peligro de perder de vista su compromiso de lealtad a Cristo.
Cuanto más nos acercamos al final de los tiempos, más el diablo redobla sus esfuerzos en ese aspecto.
Estoy preocupado por la abrumadora ola de mundanalismo que se está introduciendo en nuestras iglesias. Normas que una vez
fueron valoradas por los Adventistas del Séptimo Día en las áreas de la alimentación, del vestido, de la recreación y la diversión, así
como en la observancia del sábado, se están haciendo cosas del pasado.
Cuando los miembros usan joyas como el mundo, visten como el mundo, aman las formas de entretenimiento del mundo, escuchan
las canciones del mundo y gustan de las producciones de Hollywood, la auténtica espiritualidad se va a pique y el diablo hace
incursiones en la vida de las personas.
Cuando el mensaje adventista de salud, el cual está siendo adoptado por tantas personas sinceras en el mundo, se ha dejado de lado y
considerado como puro legalismo y fanatismo, en lugar de una donación gloriosa del afectivo creador, algo está trágicamente
equivocado.
Cuando vivimos estas prácticas y costumbres entonces la auténtica espiritualidad se va a pique y el diablo hace incursión en la vida de
las personas.