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FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA DE FORMACION
PROFESIONAL DE
INGENIERIA AMBIENTAL -
OXAPAMPA
ASIGNATURA:
ECONOMIA AMBIENTAL
DOCENTE:
Econ. GOMEZ MIGUEL, Jesús
INTEGRANTES:
SEMESTRE: V
Es una técnica que tenemos para estimar el valor de los bienes (productos o
servicios) para los que no existe mercado. Concretamente se trata de simular un
mercado hipotético mediante encuestas a los consumidores. El objetivo del
cuestionario es presentar un escenario creíble donde los individuos
entrevistados constituyen la demanda y el entrevistador representa la oferta.
(PUIG, 1999)
El Método MVC es usado para estimar los valores económicos de toda clase de
ecosistemas y servicios ambientales. Puede ser usado para estimar los valores
de uso y es el más ampliamente usado para estimar los valores de no uso. Es
también el más controversial método de valuación de no mercado. (SALAZAR,
1999)
El método de valoración contingente se incluye entre las formas de valoración
directa, en concreto por encuesta. Los cuestionarios juegan el papel de un
mercado hipotético, donde la oferta viene representada por la persona
entrevistadora y la demanda por la entrevistada. Existen numerosas variantes en
la formulación de la pregunta que debe obtener un precio para este bien sin
mercado real. (RIERA, 1994)
Es decir; la persona entrevistada se encuentra en una situación similar a la que
diariamente afronta en el mercado: comprar o no una cantidad determinada de
un bien a un precio dado. La principal diferencia ese que el mercado en cuestión
es hipotético, por lo que no se paga la cantidad revelada.
Un procedimiento típico es el siguiente: la persona entrevistadora pregunta si la
máxima disposición a pagar sería igual, superior o inferior a un número
determinado de pesetas. En caso de obtener "inferior" por respuesta, se puede
repetir la pregunta disminuyendo el precio de salida. Finalmente, se suele
preguntar cuál sería el precio máximo que pagaría por el bien, teniendo en
cuenta sus respuestas anteriores”. (RIERA, 1994)
Los efectos sobre los no usuarios no pueden medirse con los modelos del coste
del desplazamiento o de los precios hedónicos, pero sí con el método de la
valoración contingente. Ello sitúa a la valoración contingente como
prácticamente el único procedimiento razonable para medir la pérdida de utilidad
en personas que no van a disfrutar de forma inmediata de un bien singular, pero
que estarían dispuestas a pagar algo por la opción de disfrutarlo en el futuro. De
ahí su importancia en determinados estudios y aplicaciones. (RIERA, 1994)
SESGOS
Tal como los define (RIERA, 1994), los sesgos son los errores que se producen
sistemáticamente debido al planteamiento incorrecto de alguno de los elementos
del estudio de valoración contingente, y que dan lugar a una divergencia entre el
valor estimado y el verdadero. Es conveniente, pues, identificar e intentar evitar
estos errores porque, de no ser así, los valores estimados por el estudio pueden
estar lejos de los valores reales.
Los distintos tipos de posibles sesgos han sido objeto de múltiples
clasificaciones. Una de ellas es la llevada a cabo por (RIERA, 1994), de la que
podemos destacar:
a. Sesgos de muestreo.
Comportamiento estratégico.
El sesgo estratégico se produce cuando los encuestados utilizan sus
respuestas para intentar influir en los resultados del estudio.
Complacencia.
El sesgo de complacencia se produce cuando la persona encuestada,
ante la pregunta de valoración, no da su verdadera disposición a pagar,
sino que responde lo que supone que espera otra persona.
Restricciones presupuestarias.
En este caso la restricción presupuestaria que toma el entrevistado no es
la que propone el investigador. Por ejemplo, si el entrevistado toma como
referencia la renta familiar cuando debería utilizar la personal, o viceversa.
Importancia.
El hecho de que se lleve a cabo un trabajo de investigación sobre el bien
que pretende valorarse, puede dar lugar a que los individuos perciban que
el bien es más importante de lo que ellos pensaban, puesto que de no ser
así, no se realizaría el estudio. Esto puede dar lugar a que el encuestado
sobrevalore la disposición a pagar que da como respuesta.
Ordenación.
Puede aparecer este sesgo cuando se trata de estudios que pretenden
valorar distintos componentes de un mismo bien, o distintos bienes. Al
enumerar los elementos que deben ser valorados los encuestados
entienden que son más importantes los que se mencionan primero.
Comparaciones.
Este sesgo es debido a la comparación que el encuestado hace entre el
bien que se pretende valorar y otro bien, o entre sus respectivos precios.
En estos casos el entrevistado puede dar como respuesta el valor del bien
que toma como referencia en lugar de indicar la valoración del bien que
interesa al investigador.
Tanteo o rangos.
Como se ha comentado, para preguntar a los individuos sobre su
disposición a pagar hay más de una opción. Puede hacerse una pregunta
totalmente abierta, una pregunta cerrada o utilizar fórmulas intermedias
en las que se introduce algún tipo de guía. Dentro de estas últimas, dos
de las más utilizadas son el formato de rangos y el de tanteo. Ambos tratan
de evitar los posibles problemas de hacer una pregunta totalmente abierta
(dispersión de los valores, no respuestas), pero estas alternativas
tampoco están libres de problemas, sino que pueden generar otro tipo de
sesgos, como es el caso del anclaje. El sesgo de anclaje aparece cuando
el entrevistado toma el precio guía como bueno y se queda con él en lugar
de revelar su verdadera disposición a pagar. Algo similar ocurre con los
rangos, el encuestado da un precio contenido en el abanico de valores del
rango, normalmente uno de los situados en la parte central.
(RAMOS, 1999) Nos dice que la pregunta se puede hacer de dos formas:
a. De forma abierta
b. De forma cerrada
Ventajas
Según (De La MAZA, 1996) Entre las ventajas principales están:
El diseño cuidadoso de los mercados contingentes (llamados también
hipotéticos o artificiales) da lugar a la obtención de datos en formas que
se prestan al análisis directo usando modelos conceptuales.
Los supuestos analíticos, complejos y a veces realistas adoptados en
algunos otros métodos de inferencia, no son necesarios cuando se utiliza
una valoración contingente bien diseñada.
No es necesario identificar algún bien que se comercialice cuyos
mercados ofrezcan evidencia que permita inferir el valor del bien que no
se transe en el mercado (Randal', 1981).
Según Williams (1992), la mayor ventaja del método de valoración
contingente es que permite evaluar valores de preservación y permite
valorar una gran variedad de situaciones simuladas.
Desventajas
(De La MAZA, 1996) Menciona que, entre sus desventajas se señalan las
siguientes:
Debido a que los valores generados responden a un escenario hipotético
contingente. se podría temer que fuesen susceptibles de ser manipulados
en forma estratégica por los entrevistados. Además. Los individuos
podrían tomar todo el estudio como hipotético e intrascendente y dedicar
poco esfuerzo en la determinación de su Disposición a Pagar (Pearce y
Turner. 1990). Schweitzer (1990) señala desventajas similares, y otras
que en general se derivan de un mal diseño del cuestionario.
Influencia del diseño. Ocurre cuando el diseño del cuestionario y sus ítems
lleva a los entrevistados a alterar la naturaleza de sus respuestas. Cabe
señalar que esta desventaja es común a cualquier tipo de investigación
mediante encuestas.
a. Fases:
Personal
Telefónica
Por correo
5. Seleccionar la muestra
6. Redactar el cuestionario