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LA CONTRIBUCIÓN DE AMÉRICA AL DERECHO INTERNACIONAL

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Cesante" de 1861; el de "Denegación de
Justicia" de 1861; el de "Condominio o
Mancomunidad en las Aguas del Golfo de Fonseca" de 1917.
Todos estos Principios que constituye
n reglas generales para los Estados
Americanos en sus relaciones recíprocas nos vienen a confirmar la existencia de
un Derecho internacional Americano que
se coordina y complementa con el
Derecho internacional Universal, el que a su vez ha tomado en cuenta los
Principios Internacionales del Sistema Regional.
4. El sistema interamericano
El regionalismo americano ha constituido el Sistema Interamericano que es el
conjunto de normas, costumbres y principios que rigen en América y que
constituyen el Derecho Internacional Americ
ano, el que se inicia en el Congreso
de Panamá de 1826 hasta la actualidad. Este
congreso tuvo la iniciativa de crear
una Asociación de Estados en el Hemisf
erio, que tuviera como fundamento la
solidaridad continental, la igualdad jurídi
ca de todas las naciones, la ausencia de
antagonismos irreductibles y la identidad
de aspiraciones y doctrinas en política
internacional.
En este sentido, es que se ha considerado que Simón Bolívar fue
prácticamente el precursor del Hisp
anoamericanismo, de la Solidaridad
Americana, de la Seguridad Colectiva, de la Asociación Americana e incluso de
la
Asociación Universal.
El Sistema Interamericano ha descansado prácticamente en tres Instrumentos
fundamentales: La Carta de la Organizaci
ón de los Estados Americanos, (Carta de
Bogotá), de 1948; el Tratado
Interamericano de Asistenc
ia Recíproca, (TIAR), de
1947 instituido para el mantenimiento de la
Paz y Seguridad del continente y El
Tratado Americano de Solución Pacífica de
las controversias, (Pacto de Bogotá),
de 1948 creado para resolver pacíficament
e todas las controversias que surgieran
entre los Estados Americanos. Estos in
strumentos han constituido los pilares
esenciales del Sistema jurídico-político Interamericano.
El Sistema Interamericano comprende además los Tratados, Resoluciones y
Declaraciones adoptadas en las diez Conf
erencias Internacionales Americanas
celebradas desde 1889 hasta 1954, así como todas las resoluciones y
declaraciones de las Asambleas Generales, del Consejo Permanente y de los otros
Órganos Permanentes del Sistema y las aprobadas en las Conferencias
Interamericanas Especializadas y las Reso
luciones emanadas de las Reuniones de
Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores. Una de las más importantes en
la
actualidad ha sido la Carta Democrát
ica Interamericana. Todo este conjunto
normativo ha permitido integrar y constituir
el Derecho internacional Americano.
a)
Conferencias internacionales americanas
Las Conferencias Internacionales Americanas han contribuido de gran manera
en el desarrollo progresivo y en la
codificación del derecho internacional; a
A. E. VILLALTA VIZCARRA
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continuación se desarrollan éstas y su
s principales aportes en el Derecho
internacional Público.
La Primera Conferencia Internacional Americana celebrada de 1889 a 1890
en Washington DC, en ella se estableci
ó la Unión Internacional de las Repúblicas
Americanas y su Secretaría Permanente, así como la Oficina Comercial de las
Repúblicas Americanas que fue la predecesora de la Organización de Los
Estados
Americanos, OEA.
En esta conferencia tuvo especial resonancia el Acuerdo sobre Libre
Navegación de los ríos internacionales;
se aprobaron resoluciones sobre la
negación del Derecho de conquista y sobre
los derechos de los extranjeros y las
reclamaciones diplomáticas.
La Segunda Conferencia Internacional
Americana celebrada en México de
1901 a 1902, en ésta se concibió el arbitr
aje de un modo general y obligatorio. Se
firmó además una Convención sobre C
odificación del Derecho internacional y
una Convención sobre responsabilidad por
daños y un Convenio sobre Derechos
de los Extranjeros, entre otros.
La Tercera Conferencia Internacional
Americana de 1906, celebrada en Río
de Janeiro, Brasil, en ésta suscribe la
Convención que ratifica la adhesión al
principio de arbitraje y se crea la Junta o Comisión Internacional de Juristas, que
es el antecedente del Comité Jurídico
Interamericano, atribuyéndole como
principal función la codific
ación del Derecho internacional.
Se organiza en mejor forma a la Oficina de la Unión Panamericana ya que se
amplíen sus funciones.
La Cuarta Conferencia Interamericana
se celebró en 1910 en Buenos Aires,
Argentina, en este Conferencia se aprobó una resolución sobre la Unión
Panamericana por la cual se le dio este nombre a las Oficinas de las Américas en
Washington.
La Quinta Conferencia Internaciona
l Americana, se reunió en 1923, en
Santiago de Chile, en ella se realizó una la
bor importante en cuanto a la solución
pacífica de las controversias, se adopt
aron métodos para la codificación del
Derecho internacional Público y Priv
ado y se conceptualiza el Derecho
internacional Americano.
Esta Conferencia adoptó el Sistema de las Comisiones de Investigación
denominado "Pacto Gondra", con la finalidad
de evitar o prevenir los conflictos
entre Estados; también se aprobó una reso
lución para la codificación gradual y
progresiva del Derecho internacional.
La Sexta Conferencia Internacional
Americana se celebró en 1928, en La
Habana, Cuba, en ella se aprueban el C
ódigo de Bustamante
o Código de Derecho
internacional Privado, una Convención s
obre Asilo, una Convención sobre la
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Condición Jurídica de los Extranjeros,
se crea el Instituto Panamericano de
Geografía e Historia y la Comisión Interamericana de Mujeres para establecer la
igualdad civil y política de la mujer en el continente.
Esta Conferencia fue muy productiva y dio grandes aportes al Sistema
Internacional y al Derecho internaciona
l General. Se aprobaron además
Convenios sobre Derechos y
Deberes de los Estados y
de Neutralidad Marítima.
La Séptima Conferencia Internacional Americana se celebró en 1933, en
Montevideo, Uruguay, en ella se adopta
la Convención sobre
Derechos y Deberes
de los Estados, donde se consagra el Prin
cipio de No Intervención, se establece
que la existencia del Estado es indepe
ndiente a su reconocimiento, que los
Estados son jurídicamente iguales, lo que se conoce como el "Principio de
Igualdad Jurídica"; se regula la naciona
lidad de la Mujer, entre otros.
Además se suscribieron Convenios y Resoluciones sobre la cláusula de
Nación más Favorecida y sobre la Respon
sabilidad Internacional de Estado y se
recomienda la creación de un Instituto Interamericano de Trabajo.
En el ínterin, se celebra la Conferen
cia de Consolidación de la Paz de 1936 en
Buenos Aires, Argentina, en la que se establece el Sistema de Consulta entre los
países americanos, a fin de proceder de común acuerdo en casos graves y
urgentes
de interés continental y que puedan pone
r en peligro la paz y estabilidad del
Continente. En ella también se aprueba
el “Protocolo de No Intervención”; en
relación a la solución pacífica de conflictos se suscribió un Tratado relativo a la
Prevención de Controversias y un Trata
do Interamericano de Buenos Oficios y
Mediación.
La Octava Conferencia Internacional Americana celebrada en 1938, en Lima,
Perú, en ella se adopta la "Declaración de
Lima o de Solidaridad de América" que
manifestó: "En caso que la paz, seguridad o la integridad territorial de cualquier
República americana sean amenazados por actos de cualquier naturaleza que
puedan menoscabarla, tales actos son de interés común de toda América, y se
hará
efectiva la solidaridad coordinando sus r
espectivas voluntades soberanas mediante
el procedimiento de consulta", se apr
obó también la Declaración sobre el No
Reconocimiento de adquisiciones territoriales por la fuerza (La Conquista no da
Derechos) y se adopta una Declaración a fa
vor de los derechos de la mujer.
Como consecuencia de la Segunda Gue
rra Mundial se celebra en México, la
Conferencia de Chapultepec de 1945 que tr
ató sobre los “problemas de la guerra y
de la paz” y en la que se suscribe el
“Acta de Chapultepec” que consagra el
Principio de Seguridad Colectiva para lo
s Estados Americanos, por el cual todo
atentado contra la integridad o la invi
olabilidad soberana o
independencia de un
Estado Americano será considerado como un acto de agresión contra los demás
Estados Americanos y se establece la vinculación entre el Sistema Universal y el
Regional.
A. E. VILLALTA VIZCARRA
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Posteriormente se celebra la Conferenci
a de Petrópolis, Brasil en 1947, en ella
se aprueba el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca TIAR y se
recomienda el estudio de medidas para la solución pacífica de los conflictos.
La Novena Conferencia Internaci
onal Americana se reúne en Bogotá,
Colombia en 1948, constituye una de las
más importantes del Sistema ya que en
ella se suscriben, la “Carta de Bogotá” que crea la Organización de los Estados
Americanos, OEA y el “Pacto de Bogotá” sobre Solución Pacífica de
Controversias, y se adoptan: la Declaraci
ón Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre que es prácticamente la primera expresión internacional de
principios
de los Derechos Humanos y la Carta Interamericana de Garantías Sociales; se
regulan los derechos políticos y civiles
de la mujer y se aprueba el Convenio
Económico.
La Décima Conferencia Internacional Americana se celebra en Caracas,
Venezuela en 1954, en ella se suscriben la
Convención sobre Asilo Territorial, la
Convención sobre Asilo Diplomático y la
Convención sobre el Fomento de las
Relaciones Culturales Interamericanas.
Se adoptaron Resoluciones sobre la Pr
eservación de los Recursos Naturales;
sobre la Plataforma Submarina y Aguas Marítimas; sobre la reafirmación de los
derechos fundamentales del hombre; sobre
la abolición del coloniaje en América.
Esto nos lleva a reafirmar que por más de cien años el Sistema Interamericano
ha sido un conjunto de principios
, normas y doctrinas que rigen el
comportamiento de los Estados Ameri
canos, período en el cual se han tenido
logros verdaderamente importantes para la
región, como lo es la creación de una
Organización Regional; la contribución al
desarrollo progresivo y codificación del
Derecho internacional Público y Privado, el desarrollo del arbitraje, a través de
Tratados y Acuerdos; la creación de un
Sistema de Seguridad Colectiva; la
creación de un Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos;
el desarrollo del Asilo Diplomático y Te
rritorial; la Delimitación de Fronteras
conforme al principio del "
Uti Posidetis Juris
"; el Principio de la No
Intervención; el Principio de Solidaridad Americana; la opción de nuevas
concepciones como las de "Democracia Re
presentativa", el "Desarrollo Integral",
y la "Seguridad Económica Colectiva"
; la adopción del procedimiento de
Solución Pacífica de las Controversias In
ternacionales; la adopción de Teorías
sobre el Reconocimiento de los Gobiernos; la creación de Sistemas de
Integración
Regional y Subregional; la Internaci
onalización del Crimen Organizado y de
fenómenos como el Terrorismo, la Narco
actividad, la Corrupción, el Tráfico de
Armas y la Explotación Ilícita de los Recu
rsos Naturales; el fomento al Libre
Comercio; la promoción del Desarrollo Sost
enible; el desarrollo de las áreas de
educación, justicia y seguridad; el alcan
zar en el área jurídica la armonización
legislativa en la región y en particular
en los Sistemas de Civil Law y del
Common Law.
LA CONTRIBUCIÓN DE AMÉRICA AL DERECHO INTERNACIONAL
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b) Los aportes del sistema int
eramericano al derecho internacional
Los aportes del Continente Americano
al desarrollo del derecho internacional
es un hecho que ha sido plenamente reconocido por la Comunidad Jurídica
Internacional, ya que todas sus Conferen
cias y Congresos así como los principios
derivados de los mismos, ha
n contribuido al desarrollo del Derecho internacional
y de la organización internacional universal.
En el siglo XIX es significativa la contribución jurídica del Continente
Americano al Derecho internacional, en el ámbito del Derecho internacional
Público se han regulado aspectos que han si
do retomados en el sistema universal
como lo son: el Principio de la No In
tervención, la Solución Pacífica de las
Controversias, la Igualdad Jurídica entre Nacionales y Extranjeros para el uso y
goce de los Derechos Civiles, la regulaci
ón de Instituciones como la Extradición y
el Asilo, la creación de Instituciones y
Organismos que han influido en el
desarrollo del derecho internacional general.
El proceso y labor de Codificación de
l Derecho internacional tanto Público
como Privado, especialmente desde las
últimas décadas del siglo XIX, han
contribuido al desarrollo progresivo del derecho internacional, así como la
institucionalización del Sistema Interameri
cano ha servido de ejemplo para otros
Sistemas Regionales en el mundo, ya que se cuenta con un conjunto de
instituciones a nivel regional que sirven de marco de encuentro y de diálogo
permanente entre los Estados del hemisferio, con el fin de defender y preservar a
democracia y contribuir al financiamiento y cooperación del desarrollo
económico-social.
El actual sistema de protección y prom
oción de los Derechos Humanos, es el
resultado de los Acuerdos y decision
es que los Estados miembros de la
Organización de Los Estados America
nos, OEA, han adoptado por más de
cincuenta años por lo que se ha consid
erado como la Organización principal para
consolidar y perfeccionar el Sistema de Protección de los Derechos Humanos.
Constituyen también aportes destacab
les del Sistema Interamericano, los
Principios e Instrumentos de Seguri
dad Colectiva, el derecho de Asilo
Diplomático y Territorial, las convencion
es en materia de Derecho internacional
Privado y los Principios básicos en la
elaboración de un nuevo Derecho del Mar,
como lo son los conceptos de Plataforma Continental y de Mar Patrimonial,
regulados actualmente como espacios
marítimos en la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar 1982.
Todo este aporte constituye el más
valioso patrimonio jurídico que la
Organización de los Estados Americanos
ha brindado al Derecho internacional,
siendo uno de sus más importantes aportes, el contribuir a la consolidación de un
orden internacional pacífico, justo, igualita
rio, así como al desarrollo económico y
social del Hemisferio.
A. E. VILLALTA VIZCARRA
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Constituye una tarea esencial de la
Organización de los Estados Americanos,
OEA, así como de las Naciones American
as en conjunto, el fortalecimiento del
Derecho Interamericano, debido a que
la evolución de las relaciones
internacionales ha provocado cambios sustanci
ales en el Derecho Internacional, lo
que ha hecho necesario profundizar y de
sarrollar el Derecho Interamericano.
El Derecho Interamericano a su
vez debe guardar una eficaz
complementariedad con los ordenamientos jurídicos nacionales, así como una
efectiva aplicación tanto en el ámbito inter
no como en el internacional, y en este
último complementándose mutuamente la acción de las Organizaciones
Internacionales Universales con la acción de las Organizaciones Regionales. La
consolidación y el desarrollo del Derec
ho en las Américas, constituye una gran
necesidad y una gran oportunidad.
La Organización de los
Estados Americanos, OEA, es y ha sido el foro
político-técnico para el desarrollo del De
recho Internacional Americano, ya que
posee una larga y reconocida trayectoria en la creación y producción de
instrumentos jurídicos internacionales, pu
es es en ella donde converge la voluntad
de los Estados para definir normas inte
ramericanas constituyendo de esta manera
el patrimonio jurídico del Sistema Intera
mericano, sirviendo así
al fortalecimiento
del desarrollo nacional y aportando a lo universal.
La Organización de los Estado Ameri
canos, OEA, se ha constituido en el
escenario natural dentro del cual todos lo
s Estados del Hemisferio Americano en
igualdad de condiciones definen las normas internacionales tanto de carácter
público como privado que regulan las
relaciones internacionales entre sus
miembros, constituyendo un Sistema Ins
titucional Regional que no sólo ha tenido
efectos en la región sino también ha
contribuido en el avance del Derecho
Internacional Universal.
De tal suerte, que las acciones de la organización regional en ningún
momento se enfrentan a la competencia de la soberanía estatal y de las
Organizaciones Universales, por el contrari
o, se complementan mutuamente y así
lo han reconocido las Cartas Constitutivas de la Organización de las Naciones
Unidas y de la Organización de los Estados Americanos, OEA.
5. Conclusión
El Continente Americano desde su
s inicios y específicamente desde el
congreso de Panamá de 1826, ha demostra
do y justificado la necesidad de contar
con un Sistema Regional propio para el
hemisferio, fundamentado en la
solidaridad continental y en la formación
de una conciencia jurídica particular
debido a que se cuenta con problemas de carácter netamente americano los cuales
tienen que reglarse y solucionarse con norma
s propias, esto explica la existencia
de un Derecho Internacional Americano o
Interamericano que regule problemas y
situaciones de carácter estrictamente re
gional, respetando al mismo tiempo los
principios generales del Derecho Inte
rnacional sin que exista un antagonismo
LA CONTRIBUCIÓN DE AMÉRICA AL DERECHO INTERNACIONAL
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entre el Universalismo y el Regionalismo sino por el contrario una
complementación entre los mismos.
Lo que significa que el Derecho In
ternacional americano o interamericano no
es esencialmente distinto al Derecho Internacional universal sino complementario
ya que ambos mantienen relaciones de coor
dinación. Reconocida la existencia del
derecho internacional americano o intera
mericano, es tarea de todos y de la
Organización de los Estados Americanos fortalecerlo, perfeccionarlo,
desarrollarlo y principalmente velar
por que tenga una aplicación efectiva en
todos los Estados Miembros de la Organización.
6. Ámbito del derecho internacional privado
Antecedentes
La elaboración delDerecho Internacional
Privado en sus inicios fue una labor
doctrinaria, posteriormente las reglas para
la solución de los conflictos de leyes se
introdujeron en los títulos preliminares de los Códigos Civiles.
El primer intento de Codificación en América lo constituye el Congreso de
Panamá convocado por Simón Bolívar en 1824, en el cual se presentó una
moción
para la pronta iniciación de los trabaj
os de Codificación delDerecho Internacional
Privado; luego se dieron en 1847, 1861 y 18
67, las Conferencias de Lima con el
objeto de lograr una codificación delDerecho Internacional Privado, pero no se
llegó a ningún resultado práctico, no obsta
nte, que se realizó una buena labor
técnica y de investigación.
En 1877 se instaló en Lima, Perú un Congreso de Jurisconsultos con la
finalidad de establecer reglas uniformes
deDerecho Internacional Privado,
culminando esta reunión con el “Congreso
de Lima” (1877-1878) que recibió el
nombre del “Congreso de Jurisconsultos Amer
icanos”, al que asistieron delegados
Expertos de Argentina, Bolivia, Chile,
Cuba, Ecuador y Perú, y en el cual se
elaboró un Tratado de Derecho Internaci
onal Privado que comprendía materias
relativas al estado y capacidad de las personas, matrimonio, régimen sucesorio,
jurisdicción en materia penal, actos jurídi
cos, ejecución de sentencias extranjeras
y legalización.
A este Tratado se le denominó “Tratado de Lima”, el cual no pudo entrar en
vigor porque únicamente fue ratificado por Perú. Pero tuvo el mérito de ser el
primero en el mundo sobre la materia y el
que se inspiró en el “Principio de la
Nacionalidad”.
En 1889 en Montevideo, Uruguay se realiza un nuevo Congreso con el objeto
de suscribir un Tratado que regulara las normas de Privado en las Américas, al
que asistieron representantes de Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú
y Uruguay, culminando este Congreso Jurídico Internacional con los “Tratados
de
Montevideo de 1889-1890”, ya que en el mismo se suscribieron varios Tratados
relativos a: a) Tratado de Derecho Civ
il Internacional; b) Tratado de Derecho
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Comercial Internacional; c) Tratado de De
recho Penal Internacional; d) Tratado
de Derecho Procesal Internacional; e) Tratado de Propiedad Literaria y Artística;
f) Tratado de Marcas de Comercio y Fábrica; g) Tratado sobre el Ejercicio de
Profesiones Liberales y h) Un Protocolo Adicional referente a la Aplicación de
Leyes Extranjeras. Estos Tratados tuvieron como fundamento el “Principio del
Domicilio” y tienen el mérito de habe
r sido ratificados por varios Estados.
Los Tratados de Montevideo de 1889
tuvieron también incidencia en Centro
América, provocando reuniones del Congreso Jurídico Centroamericano en 1897
y 1901, en los cuales se suscribieron Conve
nios sobre Derecho Civil, Mercantil,
Penal, Procesal, Extradición y Propiedad Literaria y Artística.
Estos Tratados también tuvieron una decisiva influencia en el derecho
continental, ya que en ellos se regula en
forma contractual la institución del Asilo
en Embajadas o Legaciones y en buques de guerra y se adopta el “Sistema del
Domicilio” para la solución de los conflictos de leyes. De igual manera su
influencia es básica en las Confer
encias Internacionales Americanas.
7. Conferencias internacionales americanas
En 1889-1890, la Primera Conferencia
Internacional Americana, celebrada en
Washington, Estados Unidos de América
aprobó una resolución mediante la cual
exhortaba a los Estados que no lo hubieran
hecho de adherirse a los “Tratados de
Montevideo de 1890”, recomendaba además
la suscripción de un Tratado General
de Arbitraje con carácter obligatorio y la adopción del Principio del “
Locus regit
actum
”, en lo relativo a la legalización de los documentos.
En la Segunda Conferencia Internaciona
l Americana celebrada en México en
1902, se firmó por los representantes asiste
ntes a la misma, una Convención que
tenía por finalidad la elaboración de Có
digos deDerecho Internacional Público y
Privado, para lo cual se establecerían Comisiones.
En la Tercera Conferencia Internacional Americana celebrada en Río de
Janeiro, Brasil en 1906 se creó la “Com
isión Internacional de Jurisconsultos
Americanos”
3
con el objeto de elaborar
dos Códigos, uno deDerecho
Internacional Público y otro deDerecho
Internacional Privado. La Comisión
deDerecho Internacional Privado se reún
e en 1912 y adopta dos Proyectos, uno
sobre Extradición y otro relativo a las Sentencias Extranjeras y se crean seis
subcomisiones, la quinta se encargó del
estudio delDerecho Internacional Privado
y tuvo su sede en Montevideo, Uruguay.
En la Cuarta Conferencia Internaci
onal Americana celebrada en Buenos
Aires, Argentina en 1910, se suscribier
on en materia deDerecho Internacional
Privado Tratados sobre marcas de fábri
ca, patentes de invención, dibujos y
modelos industriales, propiedad literaria y artística.
3
(Antecedente del Comité
Jurídico Interamericano).

A. E. VILLALTA VIZCARRA
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También dicha Conferencia adoptó ac
uerdos sobre la protección de las
marcas de fábrica, una ley uniforme sobr
e letras de cambio, la reafirmación del
arbitraje comercial obligatorio y la uniformidad de la legislación en materia de
sociedades anónimas y agregó nuevos métodos de Codificación, para lo cual
estableció tres Comisiones Permanentes, una en Río de Janeiro para los trabajos
de Derecho Internacional Público; otra
en Montevideo para los de Derecho
Internacional Privado y otra en La Haba
na, para la legislación comparada y
unificación de legislaciones. Esta Conferencia fue sumamente fecunda y dio
grandes aportes al Sistema Americano y al Derecho Internacional en general.
En la Séptima Conferencia Internacional Americana, que tuvo lugar en
Montevideo, Uruguay en 1933, se recomendó la adopción de una Conferencia
sobre el Arbitraje Comercial Internacional; la unificación de las legislaciones
sobre simplificación y uniformidad de poderes; la adopción de las Reglas de La
Haya sobre la unificación de derecho cambiario, y se reguló sobre la
nacionalidad; la nacionalidad de la mujer;
sobre los derechos civiles y políticos de
la mujer; sobre los derechos y deberes de los Estados y se suscribieron
Convenciones sobre Extradición y Asilo Po
lítico. En esta Conferencia se crean las
Comisiones Nacionales de Codificación y las Comisiones de Expertos.
En 1938 se celebra la Octava Conferen
cia Internacional Americana, en Lima,
Perú, en la que se convoca a una Comisión Permanente de Juristas para preparar
la unificación de las legislaciones civiles y comerciales de las Américas y se
adoptaron métodos para la codificación
del Derecho Internacional Público y
Privado.
En 1939, con el objetivo de conmemorar los “Tratados de Montevideo de
1889-1890” se convoca a un Congreso en Montevideo, Uruguay en el cual se
decide actualizar los mismos por contar c
on una experiencia de medio siglo en su
aplicación, suscribiéndose los “Tratados de
Montevideo de 1939-1940” siendo
éstos: Tratado sobre Asilo y Refugio Po
lítico de 1939; Tratado sobre Propiedad
Intelectual de 1939; Convención sobre el Ejercicio de Profesiones Liberales de
1939; Tratado sobre Derecho de Navegaci
ón Comercial Internacional de 1940;
Tratado de Derecho Comercial Terrestre
Internacional; Tratado de Derecho Civil
Internacional; Tratado de Derecho Procesal
Internacional; Tratado de Derecho
Penal Internacional; y Un Protocolo Adicional. En 1940 se suscribe también la
Convención relativa a la Uniformida
d Legal del Régimen de Poderes.
En 1939, la “Comisión Internacional de Jurisconsultos Americanos”, toma la
denominación de “Comisión Interamerican
a de Neutralidad” y en 1942, en la
Tercera Reunión de Consulta de Ministros
de Relaciones Exteriores, celebrada en
Río de Janeiro, por Resolución XXVI cambi
a de nuevo su denominación por la de
“Comité Jurídico Interamericano”, asigná
ndole entre una de sus funciones “el
desarrollar y coordinar las labores de c
odificación del Derecho Internacional, sin
perjuicio de la competencia de los organismos existentes”.
En 1945 en las “Conferencias de Chapu
ltepec sobre la Guerra y la Paz”, el
Comité Jurídico Interamericano presentó un informe relativo a la codificación del
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77
Derecho Internacional, cuyas conclusiones fueron aprobadas por esta
Conferencia.
En 1948, en la Novena Conferenci
a Internacional Americana celebrada en
Bogotá, Colombia y en la que se adopta
la Carta de la Organización de los
Estados Americanos (OEA), conocida co
mo “Carta de Bogotá”, se crea el
“Consejo Interamericano de Jurisconsu
ltos” como Órgano del Consejo de la
Organización con la finalidad de que si
rva de cuerpo consultivo de asuntos
jurídicos, así como el promover el desarrollo y la codificación del Derecho
Internacional Público y Privado y del cual el “Comité Jurídico Interamericano”
pasó a ser Comisión Permanente.
La labor del Comité Jurídico Interame
ricano ha sido fecunda en el campo de
la codificación del Derecho Internacional,
para lo cual formuló un plan para la
codificación del Derecho Internacional Privado.
En 1950 se le encargó al “Comité Jurídico Interamericano”, estudiar y
analizar la posibilidad de revisar en
lo que fuere conveniente el “Código de
Bustamante” producto de la VI Conferen
cia Internacional Americana de 1928, a
la luz de los “Tratados de Mont
evideo” de 1889-1890 y 1939-1940 y del
“Restatement of the Law of Conflict of Laws”, elaborado por el American Law
Institute, de los Estados Uni
dos de América, con la finalidad de unificar estas tres
codificaciones y analizar las diferencias
sistemáticas y técnicas existentes entre
ellos y analizar además las Reservas
hechas por los Estados al Código de
Bustamante. En este estudio el Comité
Jurídico Interamericano consultó a las
Comisiones Nacionales de Codificación, a las entidades dedicadas al estudio del
Derecho Internacional Privado, así como
a los tratadistas más destacados de la
materia.
En 1951, el Comité Jurídico Inte
ramericano elaboró un primer informe
relativo al método para realizar la codificación. En un segundo informe el Comité
Jurídico Interamericano estimó que el
“Código puede ser revisado para ser
mejorado en diversos puntos, c
on el objeto de aproximarse a la uniformidad de las
reglas del Derecho Internacional Privado de los distintos países americanos,
especialmente en la Ley Aplicable al Estado Civil y Capacidad de las Personas”.
El Comité elaboró también un estudio co
mparativo sobre las disposiciones del
Código de Bustamante, los Tratados de M
ontevideo y las normas contenidas en el
Restatement of the Law of Conflict of Laws y lo presentó a consideración de los
gobiernos para sus observaciones, obten
iéndose únicamente observaciones de
Estados Unidos y Ecuador.
Estados Unidos al respecto, consid
eró que no era posible armonizar el
Restatement con los Tratados de Montevideo y con el Código de Bustamante y
que no podrían ratificarlo debido a la estr
uctura federal de su gobierno, en forma
expresa manifestaron: “El Código de Bustamante se refiere a materias que son de
la competencia interna de los diversos
Estados de la Organización en los cuales
A. E. VILLALTA VIZCARRA
78
existen normas sobre conflictos de le
yes que no son idénticas ni conciliables”.
4
Además expresó: “Que es impracticable la armonización del restatement con los
otros instrumentos codificativos y que
aún cuando se llegare a la elaboración de
un solo Código su ratificación sería muy
difícil sino imposible por los Estados
Unidos de América, debido a la
estructura federal de su gobierno”.
5
Ecuador por su parte manifestó: “creemos que no debe insistirse por ahora, en
incluir en las labores de codificación el restatement norteamericano y que la tarea
debe reducirse a la revisión
del Código de Bustamante, a la luz de los “Tratados
de Montevideo de 1889 y 1940”.
6
Ante esto, el Comité Jurídico Inte
ramericano recomendó: “a) limitar la obra
de unificación al Código Bustamante y a los Tratados de Montevideo”; b) señalar
un método eficiente para fijar claramente
en cuanto a las diferentes relaciones
jurídicas, la posición de los países no ratificantes o ratificantes con reservas, y c)
recomendar a los Gobiernos que examinen
el Estudio Comparativo varias veces
citado y todas o algunas de las cuestiones allí contenidas”.
7
Del 1º al 28 de mayo de 1954 se celebra
en Caracas, Ven
ezuela la
Décima
Conferencia Internacional Americana, en la
cual se aprobaron tres Convenciones:
a) Convención sobre Asilo Diplomático;
b) Convención sobre Asilo Territorial y
c) Convención sobre Fomento de las Relaciones Culturales Interamericanas.
En 1959, se aprobó por el Consejo de Jurisconsultos una nueva Resolución en
la que se exhortaba al Comité Jurídico
Interamericano a que continuara su labor
de revisión para obtener la unificación de
las reglas de Derecho Internacional
privado de los Estados Americanos, at
enuando además las reservas hechas al
Código.
En 1965 en la V Reunión del Consej
o Interamericano de Jurisconsultos,
realizada en San Salvador, El Salvador, se recomendó que en 1967 se convocara
una “conferencia especializada sobre Derecho Internacional privado” que
revisará
ciertas partes del Código de Bustamante, entre ellas, las reglas generales, el
derecho civil internacional y el
derecho comercial internacional.
En ese sentido, el delegado colombiano Doctor José Joaquín Caicedo Castilla,
elaboró un nuevo proyecto de Código de
Derecho Internacional Privado que
sustituyera el Código de Bustamante, que
contenía además los comentarios sobre
las reformas señaladas al mismo Código. Al respecto el Comité Jurídico
Interamericano recomendó la utilidad de que este Proyecto sea conocido por los
gobiernos y por la Conferencia Especi
alizada sobre Derecho Internacional
Privado.
4
Tratado de Derecho Internacional Privado, 1999, Quinta Edición Marco Gerardo
Monroy Cabra.
5
Id
.
6
Id
.
7
Id
.
LA CONTRIBUCIÓN DE AMÉRICA AL DERECHO INTERNACIONAL
79
En 1967 con el “Protocolo de Buenos
Aires” que reforma la Carta de la OEA,
se extingue el “Consejo Interamericano de
Jurisconsultos” y se eleva al “Comité
Jurídico Interamericano” a órgano prin
cipal de la Organización de los Estados
Americanos, teniendo entre sus funciones el “promover el desarrollo y
codificación del Derecho Internacional público y del Derecho Internacional
privado”.
8
8. Conferencias especializadas intera
mericanas sobre Derecho Internacional
privado
En base a lo anterior, por Resolución AG/Res.48 (1-0/71) aprobada el 23 de
abril de 1971, la Asamblea General
de la Organización de los Estados
Americanos, convocó a la “Primera Conf
erencia Especializ
ada Interamericana
sobre Derecho Iinternacional Privado”
y encargó al Consejo Permanente la
preparación de los proyectos de temario y el Reglamento de la Conferencia y
encomendó al Comité Jurídico Interameri
cano que “prepare los estudios, informes
y proyectos de Convenciones necesarios pa
ra uso de la mencionada Conferencia
Especializada”.
En ese sentido, el Consejo Permanente de la Organización por Resolución
CP/Res.109 (120/74) de 20 de marzo de
1974, designó a la ciudad de Panamá,
como sede de la Primera Conferencia Especializada sobre Derecho Internacional
Privado y anteriormente, por Resolución CP/Res.83 (89/72) de 20 de diciembre
de 1972, adoptó el siguiente Proyecto de temario:
1) Sociedades mercantiles multinacional
es, 2) Sociedades mercantiles; 3)
Compraventa Internacional de mercaderías; 4) Letras de cambio, cheques y
pagarés de circulación internacional; 5)
Arbitraje Comercial Internacional; 6)
Transporte Marítimo Internacional con esp
ecial referencia a lo
s conocimientos de
embarque; 7) Tramitación de exhortos y comisiones rogatorias; 8)
Reconocimiento y ejecución de Sentencias J
udiciales Extranjeras; 9) Obtención
de pruebas en el extranjero en asuntos civiles y comerciales; 10) Régimen legal
de
los poderes para ser utilizados en el ex
tranjero, y 11) Acción que debe tomarse
para el desarrollo de los otros temas del Derecho Internacional Privado.
El Comité Jurídico Interamericano por su parte y en sus sesiones de 26 de
julio al 27 de agosto de 1973, elaboró
los Proyectos de Convenciones y otros
documentos sobre los once puntos del proyecto de temario aprobado por el
Consejo Permanente.
La importancia de esta Conferencia Especializada de Panamá es que se inició
el proceso de armonización de las normas sobre conflictos de leyes en América,
con la aprobación de seis Convenciones Interamerican
as, siendo estas:
a) Convención Interamericana sobre Exhor
tos o Cartas Rogatorias; b) Convención
Interamericana sobre Conflictos de Leyes en Materia de Letras de Cambio,
Pagarés y Facturas; c) Convención Interamericana sobre Conflictos de Leyes en
8
Protocolo de Buenos Aires de 1967.
A. E. VILLALTA VIZCARRA
80
Materia de Cheques; d) Convención In
teramericana sobre Recepción de Pruebas
en el Extranjero; e) Convención Intera
mericana sobre Régimen Legal de los
Poderes para ser Utilizados en el Extr
anjero; y f) Convención Interamericana
sobre Arbitraje Comercial Internacional.
Todas estas Convenciones fueron suscritas por los delegados de los Estados
Miembros de la Organización, el 30 de
enero de 1975, teni
endo como fundamento
los Proyectos de Convención respectivos
elaborados por el Comité Jurídico
Interamericano.
Esta Conferencia solicitó a la Asambl
ea General de la Organización de los
Estados Americanos (OEA) a que en su
Quinto Período Ordinario de Sesiones, a
celebrarse en abril de 1975, convocara
a la Segunda Conferencia Especializada
sobre Derecho Internacional Privado, pa
ra que continúe con el estudio y la
consideración de los temas que a juicio de
los Estados Miembros de la OEA se
consideren de mayor importancia y atención.
La Conferencia también aprobó una Resolución solicitando al Consejo
Permanente de la Organización que encomendara al Comité Jurídico
Interamericano el estudio y elaboración de proyectos sobre conflictos de leyes en
materia de cheques de circulación inte
rnacional y una ley uniforme sobre la
misma materia.
Por Resolución AG/Res. (V-0/75), apro
bada por la Asamblea General de la
Organización de los Estados Americanos,
de 19 de mayo de 1975, se convocó la
“Segunda Conferencia Especializada Inte
ramericana sobre Derecho Internacional
Privado (CIDIP II)”, a celebrarse en Montevideo, Uruguay del 23 de abril al 8 de
mayo de 1979.
La Asamblea General de
la Organización encomendó al Consejo Permanente
y al Comité Jurídico Interamericano la el
aboración de proyectos de temario, el
Reglamento de la Conferencia y los estudios e informes sobre las materias a
tratar. Por lo que el Consejo Permanente aprobó el 24 de mayo de 1978 el
Proyecto de Reglamento de la CIDIP II y
el Comité Jurídico Interamericano por
su parte elaboró los Proyectos de Convenc
iones sobre los temas incluidos en el
temario de la Conferencia y la Consultorí
a Jurídica de la Organización preparó los
documentos técnicos para facilitar las labores de la Conferencia.
Esta Segunda Conferencia Especializad
a sobre Derecho Internacional Privado
(CIDIP II) aprobó las siguientes Conven
ciones: 1) Convención Interamericana
sobre Conflictos de Leyes en Materia de
Cheques; 2) Convención Interamericana
sobre Conflictos de Leyes en Materia de
Sociedades Mercantiles; 3) Convención
Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos
Arbitrales Extranjeros; 4) Convención
Interamericana sobre Cumplimiento de
Medidas Cautelares; 5) Convención Inte
ramericana sobre Prueba e Información
acerca del derecho Extranjero; 6) Convenci
ón Interamericana sobre el Domicilio
de las Personas Físicas en el Derecho Internacional Privado; 7) Convención
Interamericana sobre Normas Generales de Derecho Internacional Privado y 8)
LA CONTRIBUCIÓN DE AMÉRICA AL DERECHO INTERNACIONAL
81
Protocolo Adicional a la Convención
Interamericana sobre Exhortos y Cartas
Rogatorias.
Estas Convenciones tuvieron como base los Proyectos de Convención
elaborados por el Comité Jurídico Interamericano.
La Segunda Conferencia Especializada
solicitó a la Asamblea General de la
Organización que convocara a la Tercera Conferencia Especializada sobre
Derecho Internacional Privado (CIDIP III)
y que considere la conveniencia de
institucionalizar la “Conferencia Especi
alizada Interamericana sobre Derecho
Internacional Privado (CIDIP)”, la que de
berá reunirse cada tres años; así como
recomendar a la Secretaría General de la
OEA que continúe con la elaboración de
documentos técnicos e informativos sobr
e los puntos del temario con el fin de
facilitar las labores de la Tercera Conf
erencia y que además proporcione los
servicios de Secretaría.
Por Resolución AG/Res. 505 (X-0/80), ap
robada por la As
amblea General de
la OEA, el 27 de noviembre de 1980,
fue convocada la “T
ercera Conferencia
Especializada Interamericana sobre De
recho Internacional Privado (CIDIP III)”.
En esta Resolución, la Asamblea Ge
neral encomendó al Comité Jurídico
Interamericano que elaborara los informes,
los proyectos de convenciones y las
exposiciones de motivos que fueren nec
esarios para la conferencia y recomendó
al Consejo Permanente de la Organización que preparara los proyectos de
temario
y de reglamento para la CIDIP III y solic
itó a la Secretaría General que preparara
los documentos técnicos e informativos
sobre los puntos del temario y que
proporcionara los servicios de Secretaría.
En ese sentido, el Consejo Permanente
por Resolución CP/Res. 376 (510/82)
de 10 de noviembre de 1982 adoptó el proy
ecto de temario para la Conferencia y
por Resolución CP/Res.379 (515/83) de 2 de febrero de 1983, aprobó el Proyecto
de Reglamento.
El temario de dicha Conferencia fue el siguiente: 1) Transporte Marítimo
Internacional; 2) Transporte Terrestre Internacional de Mercaderías y Personas;
3)
Personalidad y Capacidad de las Personas Físicas y Jurídicas; 4) Adopción de
Menores; 5) Proyecto de Protocolo Adic
ional a la Convención Interamericana
sobre Recepción de Pruebas en el Ex
tranjero; 6) Proyecto de Convención
Interamericana sobre Competencia en la
Esfera Internacional para la Eficacia
Extraterritorial de las Sentencias Extranjeras.
Por su parte, el Comité Jurídico Inte
ramericano en sus períodos ordinarios de
sesiones de 1981, 1982, 1983 y
1984 elaboró los proyectos de convenciones sobre
el temario, así como los otros documentos sobre el mismo.
El Consejo Permanente de la Organizaci
ón, fijó la ciudad de La Paz, Bolivia
como sede de la CIDIP III, a celebrarse en 1984.
A. E. VILLALTA VIZCARRA
82
La Tercera Conferencia Especializada sobre Derecho Internacional Privado,
se inició el 15 de mayo de 1984, con la
participación de Dele
gados de 18 Estados
Miembros de la Organización.
En esta conferencia se aprobaron las
siguientes convenciones: 1) Convención
Interamericana sobre Conflictos de Leyes
en Materia de Adopc
ión de Menores; 2)
Convención Interamericana sobre Persona
lidad y Capacidad de las Personas
Jurídicas en el Derecho Internacional Privado; 3) Convención Interamericana
sobre Competencia en la Esfera Internacional para la Eficacia Extraterritorial de
las Sentencias Extranjeras; 4) Protocolo Adicional a la Convención
Interamericana sobre Recepción de Pruebas en el Extranjero.
Esta conferencia aprobó además varias r
esoluciones, entre ellas, la solicitud a
la Asamblea General de la Organi
zación para que convoque a la Cuarta
Conferencia Especializada Interamericana sobre Derecho Internacional Privado
(CIDIP IV).
Por Resolución AG/Res. 771 (XV-0/85) de 9 de diciembre de 1985, la
Asamblea General de la Organización de
los Estados Americanos aprobó que se
convocara a la Cuarta Conferencia Esp
ecializada Interamericana sobre Derecho
Internacional Privado
.
En dicha Resolución, la Asamblea
General de la Organización encomendó al
Comité Jurídico Interamericano que ela
borara los Proyectos de Convención y las
Exposiciones de Motivos respectivas que fuer
en necesarias para la Conferencia; al
Consejo Permanente de la Organización que
prepara el proyecto de temario y el
Reglamento de la CIDIP IV y a la Secretaría General de la OEA, la preparación
de los documentos técnicos e informativos sobre el temario y dar los servicios de
Secretaría.
Por Resolución CP/Res. 496 (731/88), el Consejo Permanente fijó la ciudad
de Montevideo, Uruguay como sede de la CIDIP IV, a celebrarse en 1989.
El Consejo Permanente, el 23 de octubre de 1987 por Resolución CP/RES.
486 (717/87) aprobó el siguiente proyecto
de temario: 1) Secu
estro y restitución
de menores; 2) Transporte terrestre; 3)
contratación internacional y 4) Obligación
de alimentos.
La Cuarta Conferencia Especializada sobre Derecho Internacional Privado se
celebró del 9 al 15 de julio de 1989, en
Montevideo, Uruguay, con la presencia de
Delegados de 17 Miembros de la Organización.
La Cuarta Conferencia aprobó tres Convenciones, siendo éstas: 1) La
Convención Interamericana sobre Restituc
ión Internacional de Menores; 2) La
Convención Interamericana sobre Obligaci
ones Alimentarias y 3) La Convención
Interamericana sobre el Transporte Internacional de Mercaderías por Carretera.
Además la Conferencia aprobó las bases para
el estudio del tema relativo a la ley
aplicable en materia de contratación internacional.
LA CONTRIBUCIÓN DE AMÉRICA AL DERECHO INTERNACIONAL
83
Por Resolución AG/Res. 1024 (XIX.0/89) la Asamblea General de la
Organización de los Estados Americanos, convocó a la “Quinta Conferencia
Interamericana Especializada sobre Derecho Internacional Privado (CIDIP V)”,
encargando al Consejo Permanente de la
Organización para que preparara el
Proyecto de temario y al Comité Jurídico Interamericano para que elaborara un
Proyecto de Convención Interamericana sobre “Ley Aplicable en materia de
Contratación Internacional”, un estudio s
obre “Elaboración de Normas para la
Regulación de Negocios Jurídicos Internacionales que lo requieran y Contratos
Internacionales” y “Lineamientos Generales relacionados con un Proyecto de
Convención Interamericana para la Re
presión del Tráfico Internacional de
Menores”; a la Secretaría General que preparara los documentos respectivos y
convocó además a una Reunión de Expert
os en materia de Contratación
Internacional.
El Consejo Permanente de la Organización por Resolución CP/Res. 588
(911/92) aprobó para la CIDIP V, el siguiente temario:
1) Ley Aplicable a la Contratación
Internacional; 2) Aspectos Civiles y
Penales del Tráfico de Menores y 3) Aspect
os Jurídicos de Derecho Internacional
Privado Concernientes a los Contratos de Transferencia de Tecnología y 4) Otros
Asuntos.
En esta Quinta Conferencia Especia
lizada Interamericana se celebraron dos
Reuniones de Expertos, una en Oaxetep
ec, Morelos, México del 13 al 26 de
octubre de 1993, sobre tráfico de ni
ños, la que elaboró un Proyecto de
Convención Interamericano sobre Tráfic
o Internacional de Menores y la otra
Reunión de Expertos se celebró en Tucson, Arizona del 11 al 14 de noviembre de
1993, sobre Contratación Internacional.
El 20 de mayo de 1993, el Consejo Perm
anente en Sesión Extraordinaria fijó
la ciudad de México como sede de la CIDI
P V, a celebrarse el 14 de marzo de
1994.
Las Convenciones que se aprobaron
durante la Quinta Conferencia
Especializada fueron las siguientes: 1)
La Convención Interamericana sobre
Derecho Aplicable a los Contratos Internacionales y 2) La Convención
Interamericana sobre Tráfico Internacional de Menores.
Esta Conferencia recomendó a la As
amblea General de la Organización que
convocara a la Sexta Conferencia Especi
alizada Interamericana sobre Derecho
Internacional Privado y que dentro del te
mario de la misma recomendaba que se
incluyeran los siguientes temas:
1) El mandato y la Representación Comercial; 2) Los Conflictos de Leyes en
Materia de Responsabilidad Extracontractual; 3) Documentación Mercantil
Uniforme para el Libre Comercio; 4) Qu
iebras Internacionales; 5) Problemas de
Derecho Internacional Privado de los Cont
ratos de Préstamos Internacionales de
Naturaleza Privada; 6) Responsabilidad
Civil por el Contrato de Transporte:

LA CONTRIBUCIÓN DE AMÉRICA AL DERECHO INTERNACIONAL


85
Instrumento Internacional a fin de ser presentado ante un grupo de Expertos,
sometiéndose seguidamente a la consideraci
ón de la Asamblea
General del año
2003.
El Comité Jurídico Interamericano designó como relatores para este informe a
los doctores Carlos Manuel Vázquez y Ana Elizabeth Villalta Vizcarra, quienes
presentaron sus respectivos informes en lo
s 61, 62 y 63 Períodos Ordinarios de
Sesiones del CJI, incluyendo su informe final en el 63 Período Ordinario de
Sesiones.
9
La
Séptima Conferencia Especializada Interamericana sobre Derecho
Internacional Privado (CIDIP-VII)
La Asamblea General de la OEA por Resolución AG/RES. 1923 (XXXIII-
0/03) denominada “Preparativos para la
Séptima Conferencia Especializada
Interamericana sobre Derecho internacional
Privado” aprobada el 10 de junio de
2003, resolvió entre otras cosas: convocar
la Séptima Conferencia Especializada
Interamericana sobre Derecho internacion
al Privado (CIDIP-VII) y encomendar al
Consejo Permanente, con la asistencia de la Secretaría General, que haga
consultas preliminares respecto de las fechas y posibles sedes para la CIDIP-VII
y
que cree mecanismos que faciliten las consultas de los Estados Miembros
respecto de los proyectos de temario y reglamento para la misma; solicitan al
Comité Jurídico Interamericano que continúe presentando sus comentarios y
observaciones con relación a la agenda propuesta para la CIDIP-VII.
Al respecto, en el documento CJI/doc. 89/02 del Comité Jurídico
Interamericano denominado “Sexta Conferencia Especializada Interamericana
sobre Derecho internacional Privado (CIDIP-VI)” presentado por los Doctores
Carlos Manuel Vázquez y João Grandino Rodas se hace relación a tres tópicos
que fueron mencionados en el informe de
CJI, en lo que se refiere a los temas de
la CIDIP-VII que son: Comercio electrónico, insolvencia transfronteriza y
migración y libre flujo de personas.
Por Resolución AG/RES.2033 (XXXIV-0/04) denominada “Conferencias
Especializadas Interamericanas sobre Derecho internacional Privado”, aprobada
el
8 de junio de 2004, la Asamblea Genera
l de la OEA entre otras cuestiones,
resolvió: instar a los Estados Miembros, que no lo hubieren hecho, a que
presenten propuestas y observaciones con respecto al posible temario de la
CIDIP-VII; solicitar al Consejo Permanente que, con la colaboración de la
Secretaría General estudie los temas propu
estos por los Estados Miembros así
como su viabilidad e inclusión en el temario de la CIDIP- VII; encomendar al
Consejo Permanente que continúe sus
consultas sobre posibles fechas y sedes
para la Séptima Conferencia Especiali
zada sobre Derecho internacional Privado;
solicitar al Comité Jurídico Interamericano que contribuya con los trabajos
preparatorios de la Séptima Conferen
cia Especializada Interamericana sobre
9
Documentos e Informes del Comité Jurídico Interamericano.
A. E. VILLALTA VIZCARRA
86
Derecho internacional Privado (CIDIP-VII)
una vez que el Consejo Permanente
apruebe la agenda para dicha Conferencia.
Presentaron temas los siguientes Estados Miembros: Perú, El Salvador,
Brasil, México, Canadá, Uruguay, Estados
Unidos, Chile De conformidad a las
Resoluciones de Asamblea General de
la OEA, AG/RES. 1923 (XXXIII-0/03) y
AG/RES.2033 (XXXIV-0/04), se le instruye al Comité Jurídico Interamericano,
que continúe presentando sus comentarios y observaciones con relación a la
Agenda propuesta para la CIDIP-VII y que contribuya con los trabajos
preparatorios de la Séptima Conferen
cia Especializada Interamericana sobre
Derecho internacional Privado (CIDIP-VII),
una vez que el Consejo Permanente
apruebe la agenda para dicha Conferencia.
En el Trigésimo Quinto Período Or
dinario de Sesiones de la Asamblea
General de la OEA, celebrado del 5 al 7
de junio de 2005, en Fort Lauderdale,
Florida, Estados Unidos de América, sobre la “Séptima Conferencia
Especializada Interamericana sobre
Derecho internacional Privado”,
RESOLVIÓ:
1.
Tomar nota del informe del Consejo
Permanente relativo a la Séptima
Conferencia Especializada Interamerican
a sobre Derecho internacional Privado
estableciendo la siguiente Agenda:
i.
Protección al Consumidor: Ley Aplicable, Jurisdicción, y Restitución
Monetaria (Convenciones y leyes Modelo);
ii.
Garantías Mobiliarias: Registros Electrónicos para Implementación de la
Ley Modelo Interamericana sobre Garantías Mobiliarias;
2.
Encomendar al Consejo Permanente que establezca la metodología para
la preparación de los instrumentos inte
ramericanos a ser considerados por la
Séptima Conferencia Especializada sobre Derecho internacional Privado;
3.
Encomendar al Consejo Permanente que fije la fecha y sede para la
celebración de la Séptima Conferencia Especializada sobre Derecho internacional
Privado;
4.
Solicitar al Comité Jurídico Interamericano que presente sus comentarios
y observaciones con relación a los temas de
la agenda final para la CIDIP VII;
5.
Encomendar al Consejo Permanente que, a través de la Comisión de
Asuntos Jurídicos y Políticos, al estudiar futuros temas para próximas
Conferencias Especializadas Interame
ricanas sobre Derecho internacional
Privado, considere entre otros, el tema
de una Convención Interamericana sobre
Jurisdicción Internacional;
6.
Encomendar al Consejo Permanente que de seguimiento a la presente
resolución, la cual será ejecutada de acuerdo con los recursos asignados en el
LA CONTRIBUCIÓN DE AMÉRICA AL DERECHO INTERNACIONAL
87
programa-presupuesto de la Organización y otros recursos, y que presente un
informe sobre su cumplimiento a la As
amblea General en su trigésimo sexto
período ordinario de sesiones.
La Organización de los Estados Amer
icanos (OEA) con la participación del
Comité Jurídico Interamericano (CJI) ha convocado seis Conferencias
Especializadas Interamericanas sobre De
recho internacional Privado, conocidas
como CIDIP, que han tenido lugar en Panamá (1975), Montevideo (1979), La
Paz
(1984), Montevideo (1989), México (1994) y Washington (2002), actualmente se
están haciendo todos los preparativos
necesarios para convocar a la Séptima
Conferencia Especializada sobre Derecho internacional Privado.
En esta labor de Codificación la Organización de los Estados Americanos
(OEA) y el Comité Jurídico Interamerica
no (CJI) han contribuido de gran manera
a la adopción de normas de conflictos
y de normas uniformes que pretenden
acercar los Sistemas del Civil Law con el Common Law y a la unificación del
Derecho internacional Privado.
9. El proceso de la CIDIP en el sistema interamericano
A partir de 1975 el marco instit
ucional interamericano del Derecho
internacional Privado han sido las Confer
encias Especializadas Interamericanas
sobre Derecho internacional Privado,
las cuales son convocadas por la
Organización de los Estados Americanos OEA, cada cuatro o seis años y
conocidas como CIDIPS (Conferencias
Especializadas Interamericanas sobre
Derecho internacional Privado), que
hasta el momento han producido 26
Instrumentos Internacionales entre ellos: 21 Convenciones, 2 Protocolos
Adicionales, 2 Instrumentos uniformes
y una Ley Modelo que han contribuido
sustancialmente a la codificación y unificación de las reglas de Derecho
internacional Privado en América, así como a su modernización.
Es necesario que los Estados Miembr
os de la Organización tengan un mayor
involucramiento en el proceso de la CIDIPS, particularmente en la codificación y
desarrollo progresivo de las normas de
derecho internacional privado, donde
América ha tenido una labor pionera en muchas de sus instituciones, así como el
haber producido un código único de der
echo internacional privado, el “Código
Bustamante” aprobado en la Sexta Confer
encia Internacional Americana de 1928,
haciendo necesario preservar este acervo histórico del Derecho internacional
Americano.
En ese sentido, se debe continuar fortaleciendo el Proceso de las CIDIPS
como el camino apropiado para la
codificación y desarrollo progresivo del
derecho internacional privado en el
sistema interamericano, promoviendo y
consolidando tanto su enfoque tradici
onal que contempla la elaboración armónica
de un cuerpo de normas (Convencion
es), como el enfoque moderno que
contemple la armonización de la Ley Su
stantiva (Ley Modelo), debiéndose tener
flexibilidad en cada caso concreto y adoptar
el enfoque más tradicional en cada
contexto particular.
A. E. VILLALTA VIZCARRA
88
En cuanto al enfoque de la adopción de leyes modelo, es necesario difundir
los beneficios que éstos representan en la armonización de las normas de
Derecho
internacional Privado en las Américas, así como la forma de adoptarlas e
implementarlas en la legislación intern
a de los Estados, ya que no todos los
Estados Miembros de la Organización
tienen la cultura de leyes modelo.
Actualmente la CIDIP está contribuyendo en la modernización de los
sistemas estatales de derecho internacional privado en América, así como en la
armonización y unificación de sus normas, y así lo han destacado los Profesores
Sudamericanos de Derecho internacional
Privado en su “Declaración de Córdoba”
de 18 de diciembre de 2003, acerca del futu
ro del proceso de la CIDIP, la que
tuvo lugar en la Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales de
la Universidad
Nacional de Córdoba, Argentina y en la que, entre otros, manifestaron: “Que
persuadidos del importante impulso
modernizador que las Convenciones
Interamericanas adoptadas y los demás docum
entos aprobados en el seno de la
CIDIP han ejercido sobre los Sistemas Estatales y Subregionales de Derecho
internacional Privado”; “Deseosos de mantener y perfeccionar un proceso de
codificación que arroja un balance clar
amente positivo, de modo que sea apto
para seguir generando las soluciones comunes que los actuales problemas
jurídicos exigen”; “Congratulados por los esfuerzos que en ese sentido ha
realizado y realiza la OEA, a través de la
Subsecretaría de Asuntos Jurídicos (y
los entes que la precedieron como tal) y del Comité Jurídico Interamericano, a
pesar del exiguo marco presupuestario”; “Conscientes de la situación en la que se
encuentran los Estados Miembros y lo
s bloques de integración subregionales
americanos dentro de un mundo más interrelacionado”.
10
En ese sentido entre sus Declaraciones más relevantes tenemos: “Que la
Codificación internacional del Derecho internacional Privado a escala regional
continua siendo necesaria en términos jurídicos y políticos; que América,
Continente pionero de los esfuerzos inte
rnacionales para armonizar y unificar el
Derecho internacional Privado, tiene el debe
r histórico de mantener esa tradición,
manteniendo un constructivo diálogo c
on los demás foros codificadores del
mundo; que la OEA sigue siendo el foro
adecuado para seguir desarrollando el
proceso de Codificación del Derecho internacional Privado en América; que, en
ese sentido, sería ideal una cierta permanencia y especialización de los trabajos
de
Derecho internacional Privado dentro de
l seno de la Organización regional; que
para ello es importante que la Agenda temática de la Codificación refleje
equilibradamente los intereses de lo
s diferentes Estados y esquemas de
integración Americanos; que resulta de
vital importancia que nuestros gobiernos
se ocupen de conformar grupos de trabajo, nacionales y plurinacionales,
encargados de optimizar los esfuerzos en vistas a las próximas etapas de la
CIDIP”.
11
Esto demuestra el impulso revitalizador
que actualmente tiene el proceso de la
CIDIP, lo que se confirma con el sensible incremento de ratificaciones por parte
10
Declaración de Córdoba de 18 diciembre 2003.
11
Id
.
LA CONTRIBUCIÓN DE AMÉRICA AL DERECHO INTERNACIONAL
89
de los Estados Americanos a los Instrume
ntos provenientes de todas las ediciones
de la CIDIP a partir de 1995, por lo que las Convenciones Interamericanas siguen
siendo una referencia válida.
12
La CIDIP constituye el foro natural y válido para la armonización, la
unificación y la Codificación del Derecho internacional Privado en las Américas,
ya que todos los Estados Miembros de la
OEA, lo son de la CIDIP, participando
igualitariamente con derec
ho a voz y voto en todos los temas, tales como:
temario, documentos preparatorios, elaboración de instrumentos internacionales
en las conferencias especializadas. En ca
mbio, los Estados Americanos no tienen
todos una participación relevante en los foros universales de codificación de
normas de derecho internacional privado.
Si bien es cierto la CIDIP en sus inicios fue un foro predominantemente
latinoamericano, a partir de 1990 participa
en el mismo Canadá, al ingresar como
Estado Miembro de la OEA, de igual ma
nera están participando en la misma
calidad los Estados del CARICOM de tal
suerte, que Belice se ha incorporado a
todas las Convenciones relativas a menores.
El Proceso de la CIDIP se ha tornado más interesante a partir de la CIDIP V,
en la cual los Estados Unidos empezaron
a participar de una manera relevante,
realizándose una Reunión de E
xpertos en Tucson, Arizona (11 al 14 de noviembre
de 1993) sobre Contratación Internacional.
En la modernización del proceso actual de Codificación de la CIDIP, hay una
tendencia manifiesta en su Agenda haci
a la comercialización como producto del
auge del Libre Comercio en la región,
ya que la mayor parte de los Estados
Americanos cuentan en sus bases de dato
s con “Tratados de Libre Comercio”,
esta tendencia puede confirmarse a partir de la CIDIP V y reafirmarse en la
CIDIP
VI y en los temas propuestos para la CIDIP VII.
El tema comercial se ha manifestado desde los inicios de la CIDIP, ya que en
la Primera Conferencia Especializada Interamericana sobre Derecho
internacional
Privado (CIDIP I), se aprobó la Convención Interamericana sobre Arbitraje
Comercial Internacional, entre otras, la cual actualmente cuenta con 18 Estados
ratificantes.
Esto hace necesario una participación efectiva de los países latinoamericanos
“Protagonistas Iniciales” del Proceso de la CIDIP, ya que a partir de 1990 ingresa
Canadá, con la CIDIP V y en la CIDIP VI
se da un marcado interés de los Estados
Unidos, todo esto con el objeto de lograr
obtener una agenda e
quilibrada de temas
que refleje las prioridades de todos
los Estados que conforman el Sistema
Interamericano, pero a su vez no debe
ser una agenda cargada de temas que no
logre cumplir con su cometido; también es tarea aún pendiente la incorporación
de una manera efectiva del CARICOM al proceso de la CIDIP.
12
Razones y condiciones para la continuidad de la CIDIP. Reflexiones de Cara a la
CIDIP. Diego P. Fernández Arroyo, 2005.
A. E. VILLALTA VIZCARRA
90
Actualmente en esta modernización se ha dado un cambio metodológico en
cuanto a la elaboración de los Instrument
os Internacionales en el proceso de la
CIDIP, puesto que hay un predominio en la utilización de las leyes modelos y no
en el sistema convencional, ante est
a situación es conveniente mantener la
flexibilidad adecuada en cada
caso concreto y adoptar el enfoque más apropiado
en cada contexto particular que permita armonizar el “Civil Law” con el
“Common Law”.
Esta labor Codificadora en el proceso de la CIDIP, hace necesario que la
misma se convierta en una actividad pe
rmanente con infraestructura adecuada a
efecto de poder contar con una oficina
permanente en la OEA, que permita
mantener en forma armónica los trabajos de
los distintos Grupos que participan en
el proceso de la CIDIP.
10. Conclusiones finales
El proceso de Codificación del De
recho internacional Privado en las
Américas, en una primera etapa es eminentemente conflictual a través de la
elaboración de normas meramente atributivas que determinaban la ley aplicable.
Posteriormente la intensificación de las relaciones interamericanas, los cambios
socioeconómicos hacen necesario actuali
zar el derecho conflictual en el
continente americano así como la renovación del mismo Derecho internacional
Privado, a efecto de que esté en concor
dancia con las realidades y avances tanto
regionales como universales, surgiendo precisamente en este marco las
Conferencias Especializadas Interameri
canas de Derecho internacional Privado,
(CIDIP), constituyendo la nueva etapa de
codificación y desarrollo progresivo del
Derecho internacional Privado en el Sist
ema Interamericano, las que cuentan con
más de treinta años de existencia.
Es precisamente en esta nueva etapa de Codificación del Derecho
internacional Privado en el Sistema Inte
ramericano, donde se hace tarea de todos
los involucrados de juntar los mejores
esfuerzos para que esta etapa codificadora
se torne en una labor permanente y llevar
de esta manera el proceso codificador a
un futuro prometedor, sobre todo porque
con la globalización y los procesos de
integración, las soluciones a los pr
oblemas internacionales son ahora una
necesidad, por lo que debemos contar con instrumentos internacionales que
respondan a las exigencias actuales.
Este proceso de integración en las diferentes subregiones de la organización
ha provocado una comercialización en la Agenda de las últimas CIDIP, debido a
que el intercambio comercial reclama una mayor seguridad jurídica en sus
transacciones.
Esta nueva etapa en el proceso codificador ha hecho reflexionar seriamente a
los Expertos en la materia y es así como el Comité Jurídico Interamericano
afrontó la situación con un documento
denominado “CIDIP VII y etapas
sucesivas” que a su vez dio el producto de una encuesta a los Expertos de
Derecho internacional Privado; de igual
manera los profesores sudamericanos de
LA CONTRIBUCIÓN DE AMÉRICA AL DERECHO INTERNACIONAL
91
Derecho internacional Privado, encaran esta situación en su Declaración de
Córdoba de 2003, en la cual debaten acer
ca del futuro del Proceso de la CIDIP.
Este futuro como se ha dicho puede ser
exitoso y prometedor si se cuenta con
el apoyo decisivo e incondicional de todos los sectores involucrados en la
codificación del Derecho internacional Priv
ado de las Américas, participando
seriamente en los trabajos preparatorios de la próxima CIDIP VII, solamente de
esta manera los comprometidos en el Derecho internacional Privado del
Continente lograrán vencer y superar estos retos y desafíos.

A. E. VILLALTA VIZCARRA
92
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internacional Público y del Derecho internacional Privado, año 1949.
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Organización de los Estados Americanos (OEA)
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Privado. Análisis comparativo de la
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12. Derecho Internacional Público
Fernando Gamboa Serazzi
Editorial MIXM, Universidad de Talca
13. Derecho Internacional Público
Marco G. Monroy Cabra
Editorial Temis, S.A.
LA CONTRIBUCIÓN DE AMÉRICA AL DERECHO INTERNACIONAL
93
14. Derecho Internacional
César Sepúlveda
Editorial Porrúa, S.A.
15. Derecho Internacional Público
Bohdan T. Haljczuk
María Teresa del R. Moya Domínguez
EDIAR, Sociedad Anónima Editora Comercial,
Industrial y Financiera
16. Derecho Internacional Público
Modesto Seara Vásquez
Editorial Porrúa, S.A.
17. La OEA y el Sistema Interamericano
El derecho en un nuevo orden interamericano
Documentos de la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos
de la Organización de los Estados Americanos

1.6 EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO COMO SISTEMA


NORMATIVO
JURÍDICO.
El Derecho Interno o nacional
,
es aquel cuya validez está
limitada
al territorio
del
Estado, pero, sin
enc
ontrarse
subordinado a ningún
otro
orden jurídico.
E
n el
sistema
jurídico de un Estado, se establecen normas de diferentes niveles; por
ejemplo,
la Ley
máxima es la Constitución, seguida de las leyes federales, generales
, los tratados
y hasta
llegar a las reglamentarias. D
e una norma superior se
dispone
una norma de in
ferior
nivel
,
hasta llegar a la norma funda
me
ntal básica
.
Finalmente
, el Derecho interno se caracteriza
porque se impone de forma obligatoria sobre una población
circunscrita a un territorio
determinado.
Por su parte, e
l Derecho Internacional Público, es un sistema jurídico diferente, ya
que
contrario al Derecho interno, no cuenta con un órgano especializado
que se encargue de
crear sus normas, ni órgano que las ejecute,
ni mucho menos con tribunales plenamente
estableci
dos,
aunque
ahora ya
cuenta de forma limitada
,
de
órgano
s que utilizan
normas
de Derecho Internacional Público
para resolver los posibles litigios
internacionales
que se
presentan en las relaciones
que se establecen entre
los sujetos de la Comunidad
Intern
acional
.
Asimismo
, es diferente en cuanto a los sujetos a los que obliga o confiere
derechos, ya que comprende una heterogénea clase de sujetos.
Como se ha señalado, e
l Derecho Internacional Público se conforma de normas
dispositivas e imperativas, pero,
su carácter es
interpretativo y coactivo. En esos términos,
se ha dicho que
pueden ser creadas, modificadas o extinguidas por voluntad de las
partes,
cuando son dispositivas;
o
que si por su
naturaleza
, son normas
imperativa
s
cuando se refieren a las norm
as

ius cogens

, es decir, son normas que tienen validez
independientemente de la voluntad de los sujetos
.
Por otra parte, se dice que
tienen un
perfil
interpretativo
individualizado
y,
debido a que las
P
artes que
se
han
reconocido
derechos
en
el marco del Derecho Internacional Público, son las únicas que de
forma
exclusiva cuentan con facultades para interpretarl
as
y, en caso de discrepancia, ellas son
las
únicas que
pueden encomendar a un tercero la interpretación final de la norma
internacional.
Asimismo
,
estas normas son coactivas, ya que
establecen figuras jurídicas
que permiten a los Estados ejercer
legalmente “
intimidación

contra los Estados
transgresores de una norma, ya sea establecida por un tratado o por
una Convención
internacional. El Estado afectado puede
legítimamente
disponer
de
una “retorsión” para
obligar al cumplimiento de los compromisos internacionales, el Der
echo Público
Internacional así lo prevé; un Estado puede forzar a otro, para que
cumpla la obligación
dispuesta en un tratado internacional, pudiendo el Estado soberano
presionar
,
lícitamente,
expulsando a los representantes diplomáticos del Estado infract
or, pero, las normas
internacionales, permiten a éste último
i
r más lejos, pudiendo en respuesta mediante la
“represalia”
,
dejar de mantener relaciones diplomáticas con aquel.
No obstante, de haber sido expresadas estas diferencias, la doctrina
del Derech
o
Internacional Público, presenta diversas teorías mediante las cuales se
explica la relación
que guardan el orden jurídico interno y el internacional. Éstas han sido
clasificadas en tres
vertientes: la tesis dualista, la monista y la coordinadora.
La tes
is dualista postula que los dos órdenes jurídicos, el internacional y el
interno, son
totalmente distintos
,
tanto por su carácter como por
su esfera de acción y existen
independientemente el uno del otro
,
como dos sistemas jurídicos autónomos cuya
relación
se limita a entrar en contacto, sin que la validez de uno dependa del
otro. La
teoría dualista afirma que el Derecho Internacional
Público
y el Derecho Interno son dos
ordenamientos jurídicos totalmente separados, independientes y
autónomos, ya que sus
fu
ndamentos de validez y destinatarios son distintos. De este modo, las
normas de
Derecho Internacional son producidas mediante un procedimiento
internacional y
solamente obligan a comunidades soberanas, mientras que el
Derecho Interno tiene su
fundamento de
creación y validez en la
s
Primeras Leyes
del Estado, que es el único
ordenamiento que puede originar derechos y ob
ligaciones para los individuos.
Las tesis monistas parten de considerar que el Derecho Interno y el
Internacional se
encuentran unificados e
n un solo sistema jurídico, pero uno de ellos prevalece sobre el
otro. Es por eso que dentro de estas tesis se ha generado una doble
vertiente,
dependiendo de cuál de los dos órdenes goza de primacía:
a) Monista Internacionalista (primacía del Derecho In
ternacional
Público
), establece que
el Derecho Internacional
Público,
es un orden jurídico jerárquicamente superior al
Derecho Interno. Se considera
un
a unidad de todas las ramas del derecho en un mismo
sistema jurídico, el Derecho
Internacional es jerárqu
icamente superior al Derecho Interno
en razón de la norma hipotética fundamental

pacta sunt servanda

(obligación de cumplir
los tratados). De esta forma, los conflictos que puedan surgir entre una
norma
internacional y otra estatal son simplemente confli
ctos entre una norma jerárquicamente
superi
or y otra de jerarquía inferior;
b)
Monista Nacionalista (primacía del Derecho Interno del Estado), se
basa en sostener
que el Derecho Interno es superior al Derecho Internacional Público.
Considera que el
Derecho Interno es superior al Derecho Internacional Público, por lo
tanto
,
la validez de
este último estará sujeta al orden jurídico interno. Para que las normas
internacionales
sean reconocidas por un Estado, es necesario que la misma
Constitución del Es
tado
realice un
a
incorporación de las normas internacionales o bien, que se lleve a
cabo un
procedimiento de adaptación de las normas internacionales a las
estatales por parte de
los órganos competentes.
Por último, l
a Tesis coordinadora o conciliadora, a
l igual que la monista, parte de la
unificación de los dos órdenes en un solo sistema, con la diferencia de
que considera que
las relaciones entre el Derecho Interno y el Internacional son de
coordinación y no de
subordinación del uno al otro. Esta tesis r
econoce la posibilidad de que se presenten
conflictos entre el Derecho Internacional y el Derecho Interno, los
cuales no tienen
carácter definitivo y encuentran su solución en la unidad del sistema
jurídico.
1.7
LAS FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚB
LICO
.
Concepto. La palabra fuente proviene de la expresión latina
fontis
o
f
ons
;
y hace
re
ferencia al origen de una cosa.
Es el lugar de donde emana el agua. Por lo tanto, al
referirnos a las fuentes del Derecho Internacional Público, nos
referimos al
lugar
de
donde emanan las normas de
l
o
rden jurídico internacional.
Al e
stablecer en el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, las
fuentes del
Derecho Internacional
Público
,
se
tuvo el propósito
de
que este Tribunal pudiera
recurrir
a ell
a
s par
a
resolver los
litigios internacionales que le fueran sometidos bajo su
jurisdicción
y
en ese orden de importancia.
E
n caso de existir una
controversi
a
por la
interpretación
de un tratado
entre dos o más Estados,
la Corte
debe
encontrar en
la
Convención en
la materia, o en
el acuerdo internacional
,
una
norma
satisfactoria
para
las partes
,
pero, al no lograrlo
puede
recurrir a la Costumbre Internacional, y si no
la
encontrara
,
en
la práctica
Internacional considerada
obligatoria
;
en dado caso,
tendría
que re
currir a los Principios Generales del Derecho
;
finalmente, buscaría auxilio en las
Decisiones Judiciales o la Doctrina
,
si
es que
aún no lograra resolver el litigio
internacional
. Por lo tanto, es necesario centrar nuestra atención en dicho artículo
del
referido
tribunal
internacional.
Las
fuente
s del D
erecho
I
nternacional
Público, t
iene
n
como
principal
antecedente
el artículo 38 del Estatuto de la corte Internacional de justicia
.
Tal
artículo
señala
textualmente:
1. La Corte, cuya función es decidir conforme al
D
erecho
I
nternacional las controversias
que le sean sometidas, deberá aplicar:
a.
las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que
establecen
reglas e
xpresamente reconocidas por los Estados litigantes;
b.
la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente
aceptada
como derecho;
c.
los principios generales de derecho reconocidos por las naciones
civilizadas;
d.
las decisiones judiciales y l
as doctrinas de los publicistas de mayor competencia de
las distintas naciones, como medio auxiliar para la determinación de
las regl
as de
derecho.
2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para
decidir un litigio
ex
aequo et bono
(“
de acuerdo con lo correcto y lo bueno”)
, si las partes así lo convinieren.
Definición y
C
lasificación de las Fuentes del Derecho Internacional Público:
Tratado
.
Por definición, e
s un acuerdo internacional celebrado por escrito entre
Estados y regido por el
D
erecho
I
nternacional, cualquiera que sea su denominación:
convención, acuerdo, pacto, protocolo, estatuto, etc.
Los Tratados Internacionales,
c
onstituye la principal fuente de
donde emanan las
normas del DIP,
por significado,
se trata de
un
acuerdo de voluntades entre
dos o más
Estados, plasmado
en
un
documento
,
en donde se consigna
n
por escrito obligaciones y
derechos para los signatarios, lo que da una mayor credibilidad
a las partes
. Existen dos
formas de clasificar a los tratados
(en esta sección veremos la primera, en la Segunda
Unidad nos referiremos a la segunda clasificación)
:
1ª. CLASIFICACIÓN DE LOS TRATADOS.
D
e Orden Formal:
Tratados Bilaterales
: que obligan a dos países, como el tratado de Guadalupe
-
Hidalgo
sobre límites fronterizos de
2 de febrero de
18
48
, entre México y Estados Unidos.
Tratados Multilaterales o
Colectivos
.
Es cuando las reglas son aceptadas por la
mayoría de los estados, como por ejemplo la propia Convención de
Viena Sobre el
Derecho de los Tratados de 1969.
Clasificación de Orden Material:
Tratados

Contratos
: realización de un negocio jurídico (alianza de
comercio
, de
cooperación científica
, etc.), que engendra
prestaciones
reciprocas entre los estados,
pero cada uno persigue
objetivos
diferentes.
Sin embargo,
cabe señalar que
l
os Estados pueden firmar un tratado con reservas
,
manifestándolo
al
momento de
firmar, ratificar, aceptar o aprobar
dicho
tratado, con el
objeto de excluir o modificar los e
fectos jurídicos de ciertas disposiciones del tratado en su
aplicación
.
La Costumbre Internacional
. Es la prueba de una práctica generalmente aceptada
como derecho. La Costumbre Internacional
se conforma de
un e
lemento material
, la
inveterata
consuetudo
,
que es
la repetición de ciertos actos y
de un elemento
psicológico que es la
opinio iuris
, que implica la convicción de que es
a
práctica
es
jurídicamente obligatori
a
.
Por lo tanto, tenemos de la costumbre
sus
dos elementos
fundamentales
que
son
:
El
el
emento
objetivo
, la
inveterata consuetudo
:
que
se refiere al uso constante de un
acto que por ser una repetición, se fija y se convierte en un
a regla; y,
El
el
emento subjetivo
,
la
opinio iuris
:
que
consiste en la
convicción
que tienen los
estados de actuar como jurídicamente obligados, es decir, que dicha
práctica es
o
bligatoria y se debe adecuar su conducta a la misma.
Clasificación
de
la
Costumbre.
Costumbre Bilateral
: en dicha costumbre sólo existe la participación de dos Estados,
su obligatoriedad tampoco es hacia los otros Estados, sólo a los dos
participantes
Costumbre Regional
: Es aquella en la que sólo ha participado un
grupo
de Estados,
como por ejemplo el derecho a asilo, que sólo se da en los Estados
Americanos, su
obligatoriedad no es para todos los Estados, sólo para aquellos que
fueron partícipes y
que usualmente se encuentran unidos por lazos histór
icos, geográficos, económicos.
Costumbre Universal
: es la costumbre en la cual ha participado la gran mayoría de
los Estados para su creación; dicha costumbre obliga a todos los
Estados
,
aun cuando
éstos no haya
n
participado en ella ni ayudado a su creación, a menos que desde el
principio se hayan negado de manera permanente y persistente
Cabe resaltar que a los
nuevos Estados que se constituyen, se les otorga un
tiempo
prudencial para analizar las costumbres preexistentes, s
i les afecta o no y de tal manera
manifestarse en contra o a favor.
Los principios generales del derecho internacional
.
Son instrumentos que el juzgador
tiene
,
para resolver las controversias en caso de
concurrir
l
agunas, con esto se conforma un sistema jurídico completo donde no
puede
existir un caso sin respuesta jurídica. Estos principios generales del
derecho se aplican
tanto al fondo de los asuntos como al procedimiento.
Los principios del Derecho están const
ituidos por normas en las que se fundamenta su
estructura, las cuales han sido partícipes en la
historia
del
derecho int
ernacional público
.
Estas normas o principios son llamados
i
us
c
ogens
,
n
ormas
j
urídicas
i
nternacionales
admitidas universalmente e imperativas que se dirigen por el alto
grado de generalización
de los preceptos expresados en ellos y son fundamentales y
rectores para todas las
demás normas jurídicas internacionales. Entre lo
s principios que forman el
ius c
ogens
, se
encuentran los siguientes:

Prohibición de recurrir a la amenaza o al uso de la
guerra
.

Obligación de arreglar las controversias por
medios
pacíficos.

No
-
intervención en los asuntos de la jurisdicción interna de los
Estados.

Igualdad de derecho y libre determinación de los pueblos.

Igualdad soberana de los Estados.

Obligación de cumplir de buena fe las obligaciones
contraídas
.
Jurisprudencia Internacional.
Está constituida por el conjunto de principios y
normas establecida
s
en
s
entencias
pronunciadas por los
tribunales i
nternacionales más o menos uniformes, viniendo a formar
parte del acervo jurídico internacional. Su misión no es la de crear
derecho, sino la de ser
un medio para determinar las reglas de
d
erecho, es decir, la de decir cuál es el derecho
aplicable, no la de crearlo.
Sin embargo,
una sentencia nunca podrá apoyarse sólo en una
decisión judicial
(
o en la doctrina
)
, ya que dicha fuente sólo podrá
utilizarse como medio
auxiliar
que apoye
los trat
ados, la costumbre o los principios generales del Derecho.
La Doctrina
.
La Doctrina
,
como fuente del Derecho Internacional se conoce como la opinión de
los
jurisconsultos. Puede ser de
carácter
filosófico, sociológico o histórico.
El Instituto del
Derecho Internacional en su
proyecto
de
bases funda
m
entales de dicho Derecho
establece en su artículo 18: "Los precedentes diplomáticos, las
sentencias arbitrales, las
decisiones de los tribunales nacionales en
materi
a
internacional, así como la opinión de
los publicistas de
autoridad
, no tienen
valor
,
sino en cu
anto ilustren, ya al Derecho
existente, ya a los otros elementos arriba indicados a que deben
recurrirse en ausencia de
reglas jurídicas".
La doctrina se considera como fuente indirecta, por cuanto se debe
recurrir a ella como complemento para los estudios
de los diversos casos que se
plantean. Su importancia radica en que las opiniones dadas por los
jurisconsultos son de
carácter desinteresado y la
cultura
jurídica de los jueces internacionales es la mejor guía
para su aplicación. Sin embargo, no es de carácter obligatorio, pues es
el resultado de
especulaciones de particulares, por muy grande que sea el prestigio
de los mismos.
Sin
importar el valor que se
le quiera dar a la doctrina, es cierto que ha ejercido una gran
influencia en las normas del ordenamiento jurídico.
La Equidad
La equidad como criterio
conciliado
r
de las disposiciones del derecho, permite al juez,
modificar alguna
norma
que le parezca injusta en un momento determinado, es decir,
corrige las deficiencias de los tratados,
por lo
cual se
considera como una indudable
fuente del derecho.
La equidad como
criterio de
interpretación
del derecho, en vez de
permitir la modificación de la norma jurídica, la aplica a casos
específicos, de acuerdo con
los principios conteni
dos en la misma
norma
y no en contra de su disposición. En este
sentido es importante porque quiere decir la aplicación al caso
concreto
del criterio
general establecido
por la norma jurídica, tomando en cuenta al acto y a las exigencias de
la norma
LAS DECISIONES DE LOS ORGANI
SMOS INTERNACIONALES.
De acuerdo con el
artículo
38 de
l
Estatuto de la Corte Interna
cional
de Justicia las
decisiones de lo
s organi
smos
internacionales no se consideran fuentes auxiliares del DIP.
Sin embargo, la doctrina admite que las resoluciones que contenga
n
declaraciones que
desarrollan principios jurídicos expresamente reconocidos en la
Carta
de
las Naciones
Unidas
,
son fuente de Derecho Internacional
,
así como
las resoluciones donde existan
declaraciones que enuncien nuevos princ
ipios jurídicos internacionales, debemos
considerarlas como
fuente de Derecho Internacional.
Varias resoluciones que contienen declaraciones y decisiones que
tiene un carácter
de
clarativo o constitutivo,
se consideran medios subsidiarios de la
s
fuentes. Las
resoluciones de la Asamblea General de la Organización d
e las Naciones Unidas deben
considerarse jurídicamente válidas, debido a que este tiene una
función legislativa aun
cuando se ha manifestado que no constituyen una autentica obligación
jurídica. Se ha
demostrado que la resoluciones y decisiones adoptadas p
or los citados órganos de las
Naciones Unidas
son actos mediante los cuales la conciencia jurídica de la mayoría de
los
Estados formulan en formulas dinámicas nuevos principios doctri
nales que influyen en el
desarrollo
progresivo y la
codificación
del Derecho Internacional,
en donde los principios
de los Estados ejercen
funciones
legislativas internacional, tanto mediante la firma de los
tratados multilaterales como mediante la opinión jurídica que emiten la
s organizaciones
internacionales, que crean normas y generan principios doctrinales.
Algunas resoluciones
de la Asamblea General de la Naciones Unidas establecen
obligaciones, aun cuando
muchos Estados votaran en contra de ellas, mientras que otras solo so
n
recomendaciones independientemente del número de votos a favor;
otras adquieren un
carácter especial debido a su vinculación estrecha con los artículos de
la carta y los
tratados internacionales.
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C
APÍ TU LO
III
FUENTES DEL DERECHO
.....................
113
14.
Fuen tes del
de re cho: c
on cep to y
cla ses
............
113
15.
Tra ta dos del de re cho i
nter na cio nal
..............
115
A.
Ge ne ra li da des
........................
115
B.
Cla ses de
tra ta dos i
nter na cio na les
.............
119
C.
Entra da en vi gen cia de los
tra ta dos
inter na cio na les
....
119
D.
Entra da en vi gen cia
.....................
124
E.
Efec tos ju rí di cos
......................
125
F.
Re ser vas
..........................
128
G.
Au sen cia de vo lun tad
....................
134
H.
Inter pre ta ción
........................
135
I.
Mo di fi ca cio nes
.......................
140
J.
Ter mi na ción y
sus pen sión
.................
140
16.
De re cho c
on sue tu di na rio
inter na cio nal
............
145
A.
Ori gen
............................
145
B.
De re cho
con sue tu di na rio y
tra ta dos
............
152
C.
El pro ble ma del
per sis tent ob jec tor
............
154
D.
De re cho
con sue tu di na rio
inter na cio nal im pe ra ti vo (
ius
co gens
)
...........................
155
17.
Prin ci pios g
ene ra les del de re cho inter na cio nal
........
156
18.
Fu
nda men ta ción de de re chos y de be res me dian te ac tos uni
-
la te ra les
............................
158
19.
Equi dad
............................
160
20.
Pro duc ción j
urí di ca a tra vés de las Orga ni za cio nes Inter na-
cio na les y de la
juris pru den cia de los Tri bu na les Inter na cio
-
na les
..............................
161
A.
Las
reso lu cio nes de la Asam blea Ge ne ral y del Con se jo
de Se gu ri dad de las Na cio nes Uni das
...........
161
B.
Soft Law
...........................
163
C.
De ci sio nes de las Cor tes Inter na cio na les
.........
164
21.
De ter mi na ción de los pre cep tos del de re cho in ter na cio nal
..
165
22.
La re la ción en tre el de re cho in ter na cio nal y el de re cho in-
ter no
..............................
166
A.
Mo nis mo y d
ua lis mo
....................
166
B.
Va li dez del de re cho in ter na cio nal en el de re cho in ter no
.
170
C.
Ley
fun da men tal y
dere cho
inter na cio nal
.........
173
D.
Orden es ta tal
“in ter na cio na li za do”
.............
181
C
APÍTULO
III
FUENTES DEL DERECH
O
14. F
UEN TES
DEL
DE RE CH
O:
CON
CEP TO
Y
CLA S
ES
El
con cep
to
de
“fuen
tes”
se
re la cio
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con
la
pro duc c
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ju rí di ca,
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con el
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de
las
no
r
mas
del
de re ch
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na ci
o nal.
E
n
sen ti do
es tric
-
to
,
és tas
con te
m
plan
la
pro duc c
ión
de
las
r
e
glas
del
de re ch
o
in ter
na cio
-
nal.
A
es tas
fuen te
s
per te n
e cen
los
tra ta dos
in ter
na cio
na les,
el
de re ch
o
in ter
na ci
o nal
con su
e
tu di na r
io
y
prin ci
pios
ge ne r
a les
del
de re
cho
in ter na
-
cio na
l.
De
é
stas
se
de ben
di fe r
en ciar
las
“fuen
tes
in ter pre ta ti vas
del
de re
-
cho”,
que
se
han
es ta ble ci
do
co mo
in
s
tru m
en tos
de
apo yo
pa ra
la
in ter
-
pre ta ci
ón
de
las
re glas
del
de re ch
o
in ter
na ci
o nal
(fuen tes
del
de re ch
o
im
pro pias
,
en
sen ti do
am
plio)
.
Den tro
de
es te
ti po
de
fuen te
s
in ter pre ta ti vas
del
de re ch
o
se
en cuen
-
tran,
por
ejem plo,
las
dec
i
sio ne
s
ju di cia les
(na cio
na les
e
in ter
na cio
na les)
y
los
con ce
p tos
de
la
doc tri
na
del
de re ch
o
i
n
ter na ci
o nal
.
Una
lis ta
“clá si
-
ca”
de
esas
fuen te
s
se
en
cuen t
ra
en
el
a
rt
ícu lo
38
nú m
e ro
1
del
Esta tu to
de
la
Cor te
Intern
a
cio na
l
:
La
Cor te,
cu ya
fun
ción
es
de ci dir
con f
or me
al
de re ch
o
in ter na cio n
al
las
con tro
ver sias
que
le
sean
so me ti das,
de be r
á
apli car:
a.
las
con v
en cio nes
in ter na cio n
a les,
sean
ge ne r
a les
o
par ti cu la res,
que
es
-
ta ble cen
re glas
ex pr
e sa men te
re co n
o ci das
por
los
Esta dos
li ti gan tes;
b.
la
cos tum bre
in ter na cio n
al
co mo
pru
e ba
de
una
prác ti ca
ge ne r
al m
en
-
te
acep ta da
co mo
de re ch
o;
c.
los
prin c
i pi
os
ge ne ra
les
de
de re c
ho
re co no c
i dos
por
las
na ci
o nes
ci
-
vi li za d
as;
d.
las
de ci
sio ne
s
ju di ci
a le
s
y
las
doc tr
i nas
de
los
pu bli
cis
tas
de
m
a yo
r
com pe ten cia
de
las
dis tin tas
na cio nes
,
co mo
m
e dio
au xi liar
pa ra
la
de ter
-
m
i
na
ción de
las
re
glas
de de
re
cho, si
n per
jui
cio de
lo di
s
pues
to en e
l ar
-

cu lo
59.
113
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
114
Las
dis po s
i cio ne
s
del
a
rt
ícu lo
38
nú m
e ro
1
del
Esta tu to
de
la
Cor te
Inter
na ci
o nal
lis ta
en
los
in ci sos
a-c
fuen te
s
pro pias
del
de re ch
o
in ter na
-
cio na
l
y
en
el
in ci so
d
las
fuen te
s
in ter pre ta ti vas
del
de re ch
o
(in
s
tru m
en
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tos
de
apo yo
pa ra
la
in ter
pre ta ci
ón
del
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o
in ter
na ci
o nal).
La
se cuen ci
a
de
las
fuen te
s
d
el
de re ch
o
in ter
na ci
o nal
en
el
a
rt
ícu lo
38
,
núm
ero
1
,
in ci sos
a-c
del
Est
a
tu to
de
la
Cor te
Inter
na ci
o nal
co rres
-
pon de
al
or den
en
el
cual
se
apli can
re gu
lar men te
los
prin ci
pios
del
de
-
re cho
in ter
na ci
o nal
a
un
asun t
o.
De
es te
m
o do,
quien
apli que
el
de re ch
o
(por
ejem plo,
un
tri bu na
l
na
-
cio na
l
o
in ter
na ci
o
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acu di

en
prim
er
lu gar
por
lo
ge ne r
al,
a
los
t
ra ta
-
dos
vi gen te
s
en tre
las
par tes,
lue go
a las
re glas
del
de re ch
o
in tern
a
cio na
l
con sue
tu di na r
io
y
fi nal me
n te,
a
los
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ge ne r
a les
del
d
e
re cho
in
-
ter na ci
o nal
.
Esto,
sin
em
bar go,
no
tie ne
im pli ca
cio nes
to da vía
so bre
el
or den
je
-
rár qui co
de
las
fuen te
s
del
de re ch
o
in ter
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o nal.
Por
tan to,
los
Esta
dos
y
los
de más
su je tos
del
de re ch
o
in te
r
na ci
o nal
pue den
,
me dian te
acuer
-
dos,
se pa rar se
del
de re ch
o
in ter
na ci
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con sue
tu di na r
io
in ter
na ci
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só lo
ba jo
re ser va
del
der
e
cho
con sue
tu di na r
io
“obli ga
to rio”
,
que
sie
m
pre
tie ne
pre v
a len cia
so bre
los
tra ta dos.
Las
fuen te
s
de
de re ch
o
clá si cas
del
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o
in ter
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(tra ta dos,
de re ch
o
con sue
tu di na r
io
y
princ
i
pios
ge ne r
a les
del
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o)
se ña lan
que
los
Esta
dos
son
ade más
los
ac to res
de ci
si vos
de
la
pro duc c
ión
ju rí di ca.
Si
la
lis ta
de
las
fuen te
s
del
de re ch
o
con te
m
pla da
en
el
a
rt
ícu lo
38,
n
ú
me r
o
1,
in ci sos
a-c,
del
Esta tu to
de
la
Cor te
Inter
na ci
o nal
es
de fi ni ti va
o
no,
es
una
cues tió
n
ba
s
tan te
dis cu ti da.
Co mo
fuen te
s
com ple men ta rias
del
de re ch
o
se
dis c
u ten
en
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pio,
los
ac tos
unil
a
te ra les
(com
pro m
i sos
uni la te ra les
o
la
re nun c
ia
a
un
de ter mi na d
o
de re ch
o
por
par te
de
un
Esta
do).
Adi c
io nal m
en te
se
in clu y
en
los
ya
m
en ci
o na dos
ac tos
de
las
or
-
ga ni
za cio n
es
in ter
na cio
na les
co mo
fuen te
s
pro pias
del
de re ch
o.
En
la
m
e
di da
en
que
ta les
ac tos
ju rí di cos
tie nen
efec to
vin cu la
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pa ra
los
mie
mb
ro
s
de
las
or ga ni z
a ci
o nes
(por
ejem plo,
las
re s
o lu ci
o
nes
con
ca
-
rác ter
vin cu la
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del
Con se
jo
de
Se gu ri
dad
de
la
ONU),
tie nen
en
to do
ca so
un
fun da m
en to
le gal
(co mo
la
C
ar ta
de
la
ONU)
y
por
tan to
se
in
-
clu y
en
den tro
del
sis te ma
de
fue
n
tes
del
de re ch
o
clá si co.
En
lo
res tan t
e
,
las
de ci
sio ne
s
de
las
or ga ni z
a ci
o nes
in ter
na cio
na les
y
sus
ór ga nos
ac túan
co mo
ca ta liz
a
do res
del
de sa rro
llo
del
de re ch
o
in ter
-
na ci
o nal.
Esto
se
apli ca
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pal m
en te
a
las
dec
i
sio ne
s
de
la
Asam blea
Ge ne ral
de
la
ONU.
Por
con si
guien te
,
la
fron te ra
e
n
tre
la
cla ri d
ad
de
los
com
po nen te
s
o
el
con te
ni do
dis cu ti ble
de
las
re glas
del
de re ch
o
i
n
ter na
-
cio na
l,
por
una
par te,
y
el
de sa rro
llo
pos te
rior
del
de re ch
o
in ter
na ci
o nal
por
la
otra,
es
bas tan
te
es tre cha.
Pa ra
la
zo na
in ter me
dia
de
los
prin ci
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del
de re ch
o
in ter
na ci
o nal
ya
re c
o no ci dos
y
las
disp
o
si cio nes
que
a
ú
n
no
se
han
con ver
ti do
en
nor m
as
vi gen te
s,
prin ci
pal m
en te
de
la
Asam blea
G
e
ne ral
de
la
ONU,
se
ha
acu
-
ña do
el
con cep
to
po co
con tun de
n te
del
soft
law
.
De trás
de
ese
con cep
to
po co
con tun de
n te
se
en cuen
tra
por
una
par te,
la
au to ri
dad
es pe cial
de
la
Asam blea
Ge ne ral
de
la
ONU
co mo
fo ro
de
la
c
o
m
u ni dad
de
Esta
dos
y
por
la
otra,
la
re ser va
fren te
a
la
pr
o
duc ci
ón
ju rí di ca
a
través
de
ese
ór ga
-
no,
que
en
la
Car ta
de
la
ONU
se
en cuen
tra
li mi ta
do
a
unas
po cas
com
-
pe ten
cias.
B
IBLIO GR
A FÍA
:
U.
Fas ten
rath,
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ölke
rrecht: zu
Rechtsch
a
-
rak t
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Que l
len,
Syst
em z
u sam m
en hang,
Me
t ho den le
h re
und
Funk ti
o nen
des Vö
lke
rrechts
,
1991;
G.
J.
H.
van
Hoof,
Ret hi
n king
the
Sour ce
s
of
Inter
na tio nal
Law
,
1983;
M.
Lachs,

The
Thres
hold
in
Law-Ma k
ing

,
in:
R.
Ber
n hardt
U.
A.
(ed
.
),
Völke
rre
cht
als
Rec
h tsor
d nung/Inte
r na tio
-
na l
e
Ge richt
sbar kei
t/Mens ch
en rech t
e,
Festsch
rift
für
H.
Mos ler
,
1983,
pp.
493
y
ss.;
R.
Mo na c
o,

Sour ce
s
of
Inter
na tio na
l
Law

,
EPIL
,
t
.
4,
2000,
pp.
467
y
ss.;
E.
Rie del
,

Stan da
rds
and
Sour ce
s.
Fa re well
to
the
Exclu si vity
of
the
Sour ce
s
Triad
in
Intern
a
tio nal
Law?

,
EJIL
,
2
(1991),
pp.
58
y
ss.;
C.
Se púl ve
da,

Met hods
and
Pro ce
du res
for
the
Crea tio
n
of
Le gal
Norms
in
the
Inte
r
na tio na
l
System
of
Sta tes.
An
Inquiry
in to
the
Pro gre
s si
ve
De ve
lop m
ent
of
Inter
na tio na
l
Law
in
the
Pr
e
sent
Era

,
GYIL
,
33
(1990),
pp.
432
y
ss.
15. T
RA TA DOS
DEL
DE RE C
HO
IN TER
NA CIO NAL
A.
Ge ne
ra li da de
s
a
.
Con ce
p to
De
é
stos
se
de ben
di fe r
en ciar
los
acuer d
os
con t
rac tua l
es
en tre
los
su
-
je tos
del
de re ch
o
in tern
a
cio na
l
que
se
so me ten
al
de re ch
o
na ci
o nal
(por
ejem plo,
la
com
pra
de
una
pro pie da
d
in m
ob
i
lia ria
por
par te
de
la
Re pú
-
bli ca
Fe de ral
Ale ma na
a
un
Esta do
ex tran
je ro
pa ra
el
es ta ble ci
mie
n
to
de
una
em ba ja da).
FUENTES DEL DER
ECHO
115
C
APÍ TU LO
IV
SOBERANÍA DE LOS
ESTADOS
..................
183
23.
Te rri to ria li dad y so be ra
nía t
erri to rial
.............
183
24.
Te rri to rio estatal, ad qui si
ción
de
te rri to ri
os y te rri to rios in
-
ter na cio na li za dos
.......................
186
A.
Te rri to rio
es tat
al
......................
186
B.
Adqui si ción
del
te rri to ri
o
.................
189
C.
Te rri to rios in ter na cio na
li za dos (Antár ti ca)
........
191
25.
Ju ris dic ción per so nal y na
cio na li dad
.............
192
A.
Ju ris dic ción
per so nal
....................
192
B.
Na cio na li dad
........................
193
26.
Po
der re gla men ta rio
en el ca so de asun tos con
vincu los en el
ex tran je ro y con flic tos de
j
uris dic ción
............
199
A.
Pun tos de con
tac to
pa ra el ejer ci cio del
po der re gla men
-
ta rio
.............................
199
B.
Con flic tos de ju ris dic ción
.................
207
27.
De re cho de los ex tran jer
os y pro tec ción di plo má ti
ca
.....
209
A.
Esta tus de per ma nen cia de
los ext
ran je ros (in clu yen do la
en tra da y ter mi na ción de
la es tan cia
)
...........
209
B.
Pro tec ción di plo má ti ca
...................
213
C.
Refu gia dos y de re cho de
asi lo
...............
215
28.
La s
obe ra nía co mo
un
con cep to ju rí di co
...........
216
C
APÍTULO
IV
SOBERANÍA
DE
LOS
ESTADOS
23. T
ERRI T
O RIA LI DAD
Y
SO BE RA NÍA
TE RR
I TO RIAL
Los
con ce
p tos
de
“so be r
a nía
te rri to rial”
y
“te rri to ria li dad”
se
in te rre la
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cio na
n,
aun que
no
tie nen
la
mis
ma
co ber
tu ra.
La
so be r
a nía
te rri to rial
es
el
con cep
to
más
es tre cho
.
Se
re la cio
na
con
el
te rri to rio
Esta tal
pro pia
-
men
te
di cho
.
La
so be r
a nía
te rri to rial
con te
m
pla
la
com pe ten ci
a
e
x
clu si va
pa ra
de sa rro
llar
fun cio ne
s
es ta ta les
en
el
te rri to rio
es ta tal
e
in clu y
e
(al
con tra
rio
de
la
te rri to ria li dad)
el
de re ch
o
de
dis po ne
r
del
te rri to rio.
La
ex pre
sión
clá si ca
del
de re ch
o
de
e
x
clu si vi dad
vin cu la
do
a
la
so be r
a nía
te rri to rial
se
en cuen
tra
en
el
lau do
a
r
bi tral
de
Max
Hu ber
en
el
ca so
de
la
Isla de
Pal
mas
(1928):
La
so be r
a nía
en
las
re la cio nes
en tre
Esta dos
sig ni fi ca
in de pen
den cia.
Inde
pen
den
cia
res
pec
to de una
por
ción de
l gl
o
bo es e
l de
re
cho de e
jer
cer
all
í, c
on ex
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sión de
cual
quier
otro Es
ta
do, la
s fun
cio
nes de
un Est
a
do. El
de sa
rro ll
o
de
la
or ga ni
za c
ión
na ci
o nal
de
Est
a dos
du ran t
e
las
ul t
im
as
cen
-
tu ri
as
y,
co m
o
co ro l
a ri
o,
el
de sa
rro ll
o
del
de re c
ho
in t
er na c
io nal
,
han
es t
a
-
ble ci do
es te
prin ci p
io
de
la
ex clu si va
com pe ten cia
del
Esta do
en
re la ción
con su pro
pio t
e
rri
to
rio e
n for
m
a ta
l que l
o con
vier
te e
n el pun
to de pa
r
ti
-
da
pa ra
so lu c
io nar
la
m
ay
or
par t
e
de
los
cues
ti
o na m
ien t
os
que
con ci
er nen
a
las
re la cio nes
in ter na cio n
a les
(
RIAA
, II, p. 829).
La
te rri to ria li dad
sig ni fi ca
la
com pe ten ci
a
ex cl
u si va
par
a
adop ta
r
ac
-
tos
de
so be r
a nía
en
un
d
e
ter m
i na do
te rri to rio,
que
no
re quie
re
que
el
por
-
ta dor
de
la
so be r
a nía
dis pon ga
de
po der
en
el
lar go
pla zo
.
Un
ejem plo
lo
cons ti tu y
e
la
trans f
e ren cia
de
los
new
te rri to ries
de
Hong
Kong
por
par te
de
Chi na
a
la
Co ro na
Bri tá ni ca.
En
el
ca so
de
los
an ti guos
te rri to rios
ale
-
ma nes
del
Este,
la
in de pe
n den ci
a
te rri to rial
res pec to
de
Po lo nia
y
la
Unión
So vié ti ca
,
con
fun da m
en to
en
el
Tra ta d
o
de
Post da
m
,
se
con vir t

183
DERECHO INTERNACIONAL
PÚBLICO
184
pos te
rior m
en te
en
una
so be r
a nía
te rrit
o
rial
ple na
con
ba se
en
el
Tra ta d
o
de
Mos cú
de
1990.
El
de re ch
o
in ter
na ci
o nal
con sue
tu di na r
io
prohí
be
a
los
Esta
dos
in ter
-
ve nir
en
el
te rri to rio
de
un
Esta do
sin
su
au to
ri za ció
n.
Es
así
co mo
el
go
-
bier no
de
la
Re pú bl
i ca
Fe de ral
de
Ale ma nia
tu vo
que
pe dir
la
au to
ri za
-
ción
del
go bier no
de
So ma lia
pa ra
que
las
fuer zas
de
se gu r
i dad
ale ma na
pu die ra
n
pro ce
der
a
la
li be r
a ción
del
avión
de
Luft ha
n sa
que
ha bía
si do
se cues tra d
o
por
terr
o
ris tas
en
el
ae r
o puer to
de
Mo ga dis
chu
(1977).
El
ata qu
e
lle va do
a
ca bo
por
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mb
ro
s
del
ser vi ci
o
se cre to
fran cés
en
con tra
del
bar co
Rai
n bow
Wa rrior
de
Green p
ea ce
(en
el
mar co
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las
pro tes
tas
de
Green p
ea ce
en
con tra
de
los
e
n
sa yo
s
ató mi c
os
fran ce ses)
en
un puer
to neo
ze
lan
dés e
n 1985, es
un ca
so fla
gran
te de
la vio
la
ción de
u
n
te rri to rio
ex tran
je ro.
Lue go
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,
26,
1987,
p.
1346;
véase
M.
Pugh,

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Wa rrior
Affair”,
ICLQ
,
36,
1987,
pp.
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1990,
p.
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,
1932;
M.
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Shaw,
“Te rri tory
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,
1982,
pp.
61
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ss.;
A.
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,
1980.
SOBERANÍA DE LOS ESTADOS
185
olicitud para instaurar procedimientos an
te la Corte Internacional de Justicia
Al Registrador, Corte Inte
rnacional de Justicia
Nosotros, los suscritos, habiendo si
do autorizados por el Gobierno del
Estado Plurinacional de Bolivia, tene
mos el honor de presentar a la Corte
Internacional de Justicia, de acuerd
o con el Art. 36 (1) y 40 (1) del
Estatuto de la Corte y el
Art. 38 del Reglamento
de la Corte, una solicitud
para instaurar procedimientos co
ntra la República de Chile.
++
I.
La Disputa (el conflicto)
1.
La presente aplicación concierne
la disputa entre el EPB y la
República de Chile relacionad
a a la obligación de Chile a
negociar de buena fe y de form
a efectiva con Bolivia, con el
objetivo de llegar a un acuerdo otorgándole a Bolivia un acceso
totalmente soberano al
océano Pacífico.
2.
El tema de la disputa se enmar
ca en: a) la existencia de esa
obligación, b) el no cumplimiento
de esa obligación por parte de
Chile, y c) el deber
de Chile de cumplir dicha obligación.
3.
Al presente, contrariamente a la
posición que este país había
adoptado, Chile rechaza y niega
la existencia
de cualquier
obligación entre las partes relaci
onadas al tema de la presente
solicitud.
4.
Bolivia afirma que la negación de
Chile de su obligación de
entablar una negociación sobre el
acceso soberano de Bolivia al
océano Pacífico evidencia una di
ferencia fundamental en puntos
de vista. Cierra toda
posibilidad de negociar
una solución a esta
diferencia, y constituye una dis
puta legal entre partes, que por
consiguiente Bolivia
tiene el honor de pr
esentar a la Corte.
II.
La jurisdicción de la Corte y la admi
sibilidad de la presente solicitud.
5.
La jurisdicción de la Corte en este
caso está basada en el Art. XXI
del Tratado Americano de Conciliación (Pacto de Bogotá) del
30
de abril 1948, que dice lo siguiente:
“De conformidad con el Art. 36, pará
grafo 2, del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia, las partes si
gnatarias declaran
que reconocen, en
relación a cualquier otro Estado americano,
la jurisdicción de la Corte como
un obligatorio
ipso facto
, sin la necesidad de cualquier otro acuerdo siempre y
cuando el presente Tratado está vigent
e, en todas la disputas de naturaleza
jurídica que surja entre ellas concernien
tes a: a) La inte
rpretación de un
Tratado; b) Cualquier pregunta sobre ley
internacional; c)
La existencia de
cualquier hecho que, si establecido, co
nstituiría el incumplimiento de una
obligación internacional; d) La na
turaleza o grado de
reparación a ser
realizado por el incumplimiento de
una obligación internacional.”
6.
Tanto Bolivia como Chile son part
es del Pacto de Bogotá. Bolivia
lo ratificó el 9 de junio de 2011
y Chile el 21 de agosto de 1967.
Ninguna reserva (observación) pertinente de cualquiera de las
partes está vigente a la fecha.
7.
Los dos Estados, Bolivia y Chile, so
n partes ipso iure al Estatuto
de la Corte en virtud de su af
iliación a la ONU. Estas condiciones
establecidas en el Estatuto
y Reglamento de la Corte
concernientes a la admisibilidad de la presente solicitud han sido
cumplidas.
III.
Declaración de los hechos
8.
De acuerdo con el art. 38, parágrafo 2, del Reglamento de la
Corte, que requiere
que la parte que hace la solicitud debe
proporcionar una concisa declarac
ión de los hech
os, los hechos
relevantes principales en los cuales
se basa la presente solicitud.
9.
El 6 de agosto de 1825, Bolivia
logró su independencia como un
Estado con acceso al
océano Pacífico
, con una costa de más de
400 kilómetros y un
territorio costero de más de 120.000 km
cuadrados, que limitaba con Perú
al norte y con Chile al sur, más
allá del paralelo 25°.
10.
El Tratado del 10 de agosto de
1866 delimitó la frontera entre
Bolivia y Chile en el
paralelo 24°, y este límite fue confirmado
por el Tratado del 6 de Agos
to de 1874. Entonces, Chile
formalmente y legalmente reconoció la soberanía de Bolivia
sobre las costas del Pacífico.
11.
El 14 de febrero de 1879, Chile
invadió y ocupó militarmente el
puerto Boliviano de Antofagasta,
lo cual derivó en la llamada
Guerra del Pacífico y
privó a Bolivia de su
acceso al mar. El
desarrollo económico y social de
Bolivia ha sufrido durante más
de un siglo por causa de este enclaustramiento.
12.
Bolivia firmó un Pacto de Treg
ua el 4 de abril de 1884,
aceptando bajo presión la ocupación
militar de Chile en curso de
su departamento Litoral.
13.
Chile admitió la urgente necesi
dad de concederle a Bolivia un
acceso soberano al océano Pacífico
. En este sentido, el 18 de
mayo de 1895, Bolivia y Chile firmaron varios tratados en
Santiago con el objetivo de fi
nalmente resolver los asuntos
pendientes entre ambos Estados.
Uno de ellos, particularmente
importante en este asunto, er
a el Tratado Especial de
Transferencia de Territorios.
14.
Mientras el departamento boliv
iano de Litoral estaba bajo
ocupación, el 20 de
octubre de 1904, Bolivi
a firmó el Tratado de
Paz y Amistad con Chile. Con este tratado, Chile impuso su
dominio sobre los territorios bolivi
anos ocupados. Este tratado no
anuló las declaraciones y compromisos chilenos previos
concernientes al acceso sobe
rano de Bolivia al mar.
15.
Seis años después de que el Tr
atado de 1904 había sido firmado,
frente la incertidumbre de la situ
ación territorial de
las provincias
peruanas de Tacna y Arica, y diri
gidas a encontrar un acceso al
mar para Bolivia a través de es
tos territorios, el ministro de
Relaciones Exteriores de Bolivia
presentó una propuesta a Chile
y a Perú, la cual también fue pues
ta en conocimiento de los otros
países del continente. Esta propu
esta reafirmaba la expectativa
que había sido creado por Chile y que había sobrevivido la firma
del Tratado de 1904. Chile reafir
mó su posición en un Protocolo
firmado el 10 de enero de 1920.
16.
Sobre la base de
estos y otros compromi
sos, Bolivia y Chile
entraron en negociaciones refe
ridas a un acuerdo que está
incluido en las notas intercambiadas
el 1 y el 20 de junio de 1950.
17.
La nota boliviana del 1 de
junio de 1950, invocando las
diferentes declaraciones y compromisos formulados por Chile,
propuso:
“para que los gobiernos
de Bolivia y Chile formalmente ingresen a una
negociación directa para
satisfacer la necesidad fundamental de Bolivia de
obtener un acceso soberano y
propio al océano Pacífico, de manera de resolver
el problema de enclaustramiento de Bo
livia, sobre las bases de conveniencias
mutuas y de verdaderos intereses de ambos países.
18.
La nota chilena de respuesta,
fechada 20 de junio de 1950 dice
que:
“mi gobierno está dispuesto a ingresar
formalmente a una negociación directa,
dirigida a encontrar la fórmula que pu
ede hacer posible que se le otorgue a
Bolivia su propio y soberano al océa
no Pacífico y para que Chile obtenga
compensaciones que no son de naturaleza
territorial y que efectivamente toma
en consideración sus intereses”.
19.
El contenido de este acuerdo
fue reafirmado a través de un
Memorándum el cual fue remitid
o por la embajada chilena al
Ministerio de Relaciones Exteri
ores el 10 de julio de 1961.
20.
El 8 de febrero de 1975, los
presidentes de Bolivia y Chile
firmaron la Declaración Conjunta de
Charaña, en el cuarto punto
en el que acordaron continuar con
el diálogo, en el marco de un
espíritu de entendimiento y me
ntalidad constructiva, para
encontrar fórmulas que resuelvan los asuntos vitales que
enfrentan a ambos países, tale
s como el relacionado al
confinamiento que afecta a Bolivia.
21.
En el transcurso de las negociac
iones de Charaña, a través de una
nota del 19 de diciembre de 1975, Chile declaró una vez más
que
“Chile estaría preparado para ne
gociar con Bolivia la cesión de
una franja de territorio al norte
de Arica y hasta la Línea de la
Concordia”.
22.
Cuando el diálogo en
tre las partes fue re
stablecido en 1986,
Bolivia propuso varias soluciones a su enclaustramiento
marítimo. A pesar de ello, y de
una manera inoportuna, el 9 de
junio de 1987, Chile rechazó la
s propuestas de Bolivia de
concederle un acceso apropiado
y soberano al océano Pacífico,
contraviniendo sus propias declaraciones y compromisos
previos.
23.
Finalmente, es importante me
ncionar que la Asamblea General
de la OEA adoptó la resolución 486
durante el noveno periodo de
sesión en 1979, en el cual,
resaltando el continuo interés
hemisférico de encontrar una so
lución equitativa en la cual
Bolivia obtendrá un acceso so
berano apropiado al océano
Pacífico, resolvió:
“Recomendar a los Estados más directam
ente afectados por este problema que
abran negociaciones con el propósito
de proveer a Bolivia una conexión
territorial libre y soberana
con el océano Pacífico”.
24.
La voluntad hemisférica general
expresada en la Resolución 426
de 1979 fue confirmada en otra
s 10 Resoluciones posteriores
durante la siguient
e década, donde fue
determinado que el
problema marítimo de Bolivia iba a mantenerse
permanentemente
en la agenda de la Asamblea Ge
neral de la OEA hasta que se
resuelva. En particular, la Reso
lución 686 de 1983 recomienda a
Bolivia y Chile, especialmente a “encontrar una fórmula para
dar
a Bolivia una salida soberana al océano Pacífico, sobre bases
que
toman en cuenta conveniencias mu
tuas y los derechos e intereses
de todas las partes involucradas”.
25.
Frente al reclamo de
Bolivia en foros intern
acionales, el 22 de
febrero de 2000, los ministros de
Relaciones Exteriores de
Bolivia y Chile emitieron un co
municado conjunto, cuyo segundo
punto se refería a su acuerdo de
armar una agenda de trabajo que
incluyera, sin ninguna exclusión,
los asuntos esenciales de la
relación bilateral. Los presidentes de ambos países confirmaron
esta posición el 1 de
septiembre de 2000.
26.
En julio de 2006, los gobiernos
de Evo Morales y de Michelle
Bachelet, presidentes de Boli
via y Chile, respectivamente,
acordaron la Agenda de los 13
Puntos, que incluía ‘el asunto
marítimo’ en el punto VI. En o
casión de su vigésimo segundo
encuentro del Mecanismo Bilatera
l Bolivia-Chile de Consulta
Política (del 12 al 14 de julio
de 2010) ambos Estados acordaron
que el diálogo bilateral debería da
r lugar a soluciones factibles,
apropiadas y concretas en el Pu
nto VI de la Agenda Bilateral
referido al asunto marítimo en los próximos y subsecuentes
encuentros. Para ese propósito
, un encuentro fue programado
para que se llevara a cabo en
noviembre de 2010, pero cuando
dicha fecha llegó, Chile unilatera
lmente suspendió el encuentro.
Las negociaciones ya no
volvieron a reanudarse.
27.
En febrero de 2011, el presiden
te de Bolivia públicamente le
pidió al Gobierno de Chile elaborar una propuesta escrita y
concreta para llevar adelante
el proceso de resolver el
enclaustramiento de Bolivia. Lejo
s de responder a esta invitación,
Chile declaró que “Bolivia carece de
bases legales para acceder al
océano Pacífico a través de terr
itorios que pertenecen a Chile”.
28.
Más adelante, en la
sesión 66 de la Asam
blea General de las
Naciones Unidas, el 21 de septiemb
re de 2011, el presidente de
Bolivia declaró que los
canales de negociación bilateral con Chile
para encontrar una solución para la causa marítima boliviana
siguen abiertos. La respuesta reci
bida del presidente de Chile fue
que no existen asuntos pendientes entre los dos países.
29.
Más adelante, en la
sesión 67 de la
Asamblea General de
Naciones Unidas, en septiembre de
2012, el presidente de Bolivia
una vez más pidió que el Gobierno
de Chile “finalmente resuelva
su enclaustramiento marítimo,
usando mecanismos pacíficos de
resolución”. Este pedido fue rech
azado categóricamente por el
ministro chileno de Relaciones
Exteriores, quien señaló que “no
existe disputa entre Bolivia
y Chile”, que no hay asuntos
pendientes entre los dos países
y que “Bolivia no tiene ningún
derecho de reclamar un acceso soberano al mar”.
30.
En estas circunstancias, está
claro que Chile no
tiene intención
de verdaderamente avanzar en la
negociación formal referida al
acuerdo de efectuar su obligación
de asegurar de manera efectiva
un acceso totalmente soberano
al mar para Bolivia. Por
consiguiente, siendo un Estado
pacífico, Bolivia ha decidido
resolver la presente disputa c
on Chile por medio de mecanismos
pacíficos de conciliación proporcion
ados por la ley internacional.
Bolivia, consecuentemente, remite
la presente disputa a la Corte
Internacional de Justicia.
IV.
El Argumento Legal sobre el
que el Reclamo se Basa
31.
Los hechos presentados arriba
(sección III) muestran que, más
allá de sus obligaciones legales bajo
la ley internac
ional, Chile se
ha comprometido, a través de ac
uerdos, práctica diplomática y
una serie de declaraciones
atribuibles a sus más altos
representantes, a negociar un
acceso soberano al mar para
Bolivia. Chile no ha cumplido esta obligación y, además,
actualmente Chile niega la ex
istencia de esa obligación.
V.
Entregas
32.
Por las razones expuestas, Bolivi
a respetuosamente pide que la
Corte se pronuncie y declare que:
a)
Chile tiene la obligación de negociar
con Bolivia con el propósito de
llegar a un acuerdo que conceda
a Bolivia un acceso totalmente
soberano al océano Pacífico.
b)
Chile ha vulnerado dicha obligación.
c)
Chile debe realizar dicha obligac
ión de buena fe, prontamente,
formalmente, dentro de un tiem
po razonable y efectivamente, de
conceder a Bolivia un ac
ceso totalmente sobera
no al océano Pacífico.
33.
Bolivia se reserva el derecho de
agregar, modificar y ampliar la
presente aplicación en el transcurso del proceso.
34.
Sin perjuicio acerca de la juri
sdicción de esta
Corte en el
presente caso, Bolivia se reserva el derecho de requerir que un
tribunal arbitral sea es
tablecido de acuerdo co
n la obligación bajo
el Art. XII del Tratado de Paz
y Amistad firmado con Chile el 20
de octubre de 1904 y el Protocolo
del 16 de Abril de 1907, en el
caso de cualquier reclamo qu
e surja de dicho Tratado.
VI.
Juez ad hoc
35.
A efectos del art. 31 (3) del Estatu
to de la Corte y el art. 35 (1)
del Reglamento de la Corte, Bolivia declara su intención de
ejercer su derecho de desi
gnar a un juez ad hoc.
++
En concordancia con las prev
isiones del art. 40 del Reglamento de la Corte, el
presidente del Estado Plurinacional
de Bolivia ha nombrado al suscrito
Embajador Eduardo Rodríguez Veltzé
como agente de estos procesos.
Se solicita que toda comunicación relaci
onada con este caso sea enviada a la
Embajada del estado Plurinacional de Bo
livia en los Países Bajos, Nassaulaan
5, 2514 La Haya, Países Bajos.
Respetuosamente entregado,
Eduardo Rodríguez Veltzé, Agente
David Choquehuanca Céspedes, Mini
stro de Relaciones Exteriores
CERTIFICACIÓN
El suscrito Agente del Estado Plur
inacional de Bolivia certifica que los
documentos contenidos en este archivo,
y enumerados abajo,
son copias fieles
y precisas de los originales de los docu
mentos anexados a la
Aplicación por el
Estado Plurinacional de Bolivia, instau
rando los procesos
contra la República
de Chile concerniente al Acceso Sobera
no de Bolivia al Mar. Los documentos
contenidos en el arch
ivo son los siguientes:
1.
Nota de Chile 745/183, 8
de noviembre de 2011.
2.
Declaración del Ministro de Relaci
ones Exteriores de Chile, 26 de
septiembre de 2012, como se cita
en La Tercera, canciller Moreno y
emplazamiento de Evo Morales:
“Entre Chile y Bolivia no hay
controversia, sino que hay tratados”, 26 de septiembre 2012.
3.
Estado Plurinacional de Bolivia, In
strumento de Ratificación del Pacto
de Bogotá, 14 de abril
2011, e, Instrumento de
Retiro de Reserva del
Pacto de Bogotá, 10 de abril 2013.
4.
Decreto chileno No. 526 del 21 de a
gosto de 1967, publicado en la
Gaceta Oficial No. 26837 de septiembre 6 de 1967.
5.
Pacto de Paz entre Bolivia y
Chile, 4 de abril de 1884.
6.
Acuerdo de transferencia de territor
io entre Bolivia y Chile, 18 de mayo
de 1895.
7.
Tratado de Paz y Amistad
entre Bolivia y Chile, 20 de octubre de 1904.
8.
Memorándum del Ministro de Relacion
es Exteriores de
Bolivia, Daniel
Sánchez Bustamante, 22 de abril de 1910.

PACTO
DE TREGUA DE 1884
Mientras llega la oportunidad de celebrar un tratado definitivo de
paz entre las
Repúblicas de Chile y Bolivia, ambos países, debidamente
representados, el primero
por el señor ministro de Relaciones Exteriores, don Aniceto
Vergara Albano, y el
segundo p
or los señores Belisario Salinas y Belisario Boeto, han convenido
en ajustar
un pacto de tregua, de conformidad a las bases siguientes:
“1.” Las Repúblicas de Chile y Bolivia celebran una tregua
indefinida; y, en
consecuencia, declaran haber terminad
o el estado de guerra al cual no
podrá volverse,
sin que una de las partes contratantes notifique a la otra, con
anticipación de un año a
lo menos, su voluntad de renovar las hostilidades. La notificación
en este caso, se hará
directamente, o por el conduc
to del representante diplomático de una nación amiga.
“2.” La República de Chile, durante la vigencia de esta tregua,
continuará gobernando
con sujeción al régimen político y administrativo que establece la
ley chilena, los
territorios comprendidos de
sde el paralelo 23 hasta la desembocadura del río Loa, en
el Pacífico, teniendo dichos territorios por límite oriental una línea
recta que parta de
Sapalegu, desde la intersección con un deslinde que los separa
de la República
Argentina, hasta el volcán
Llicancaur. Desde este punto seguirá una recta a la cumbre
del volcán apagado Cabana: de aquí continuará otra recta hast
a el ojo de agua que se
halla má
s al sur, en el lago Ascotán; y de aquí otra recta al volcán Túa,
continuando
después la divisoria exis
tente entre el departamento de Tarapacá y Bolivia.
“3.” Los bienes secuestrados en Bolivia a nacionales chilenos, por
decretos del
gobierno o por medidas emanadas de autoridades civiles y
militares, serán devueltos
inmediatamente a sus dueños o a lo
s representantes constituidos por ellos, con poderes
suficientes.
“Le será igualmente devuelto e
l producto que el gobierno de Bolivia haya recibido de
dichos bienes y que aparezca justificado con los documentos del
caso.”
El artículo 4º establece el ar
bitraje para resolver sobre el monto de los perjuicios
causados a chilenos en caso de diferencias de opinión entre Chile
y Bolivia.
El artículo 5
º establece las relaciones comerciales entre ambas naciones. Los
artículos
6º y 7
º el más amplio y libre t
ránsito de mercaderías por territorio chileno y regulan el
funcionamiento de las aduanas. El artículo 8º deja constancia de
la voluntad de
ambas partes de fijar la paz definitiva tan pronto sea posible.
Solicitud para instaurar procedimientos an
te la Corte Internacional de Justicia
Al Registrador, Corte Inte
rnacional de Justicia
Nosotros, los suscritos, habiendo si
do autorizados por el Gobierno del
Estado Plurinacional de Bolivia, tene
mos el honor de presentar a la Corte
Internacional de Justicia, de acuerd
o con el Art. 36 (1) y 40 (1) del
Estatuto de la Corte y el
Art. 38 del Reglamento
de la Corte, una solicitud
para instaurar procedimientos co
ntra la República de Chile.
++
I.
La Disputa (el conflicto)
1.
La presente aplicación concierne
la disputa entre el EPB y la
República de Chile relacionad
a a la obligación de Chile a
negociar de buena fe y de form
a efectiva con Bolivia, con el
objetivo de llegar a un acuerdo otorgándole a Bolivia un acceso
totalmente soberano al
océano Pacífico.
2.
El tema de la disputa se enmar
ca en: a) la existencia de esa
obligación, b) el no cumplimiento
de esa obligación por parte de
Chile, y c) el deber
de Chile de cumplir dicha obligación.
3.
Al presente, contrariamente a la
posición que este país había
adoptado, Chile rechaza y niega
la existencia
de cualquier
obligación entre las partes relaci
onadas al tema de la presente
solicitud.
4.
Bolivia afirma que la negación de
Chile de su obligación de
entablar una negociación sobre el
acceso soberano de Bolivia al
océano Pacífico evidencia una di
ferencia fundamental en puntos
de vista. Cierra toda
posibilidad de negociar
una solución a esta
diferencia, y constituye una dis
puta legal entre partes, que por
consiguiente Bolivia
tiene el honor de pr
esentar a la Corte.
II.
La jurisdicción de la Corte y la admi
sibilidad de la presente solicitud.
5.
La jurisdicción de la Corte en este
caso está basada en el Art. XXI
del Tratado Americano de Conciliación (Pacto de Bogotá) del
30
de abril 1948, que dice lo siguiente:
“De conformidad con el Art. 36, pará
grafo 2, del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia, las partes si
gnatarias declaran
que reconocen, en
relación a cualquier otro Estado americano,
la jurisdicción de la Corte como
un obligatorio
ipso facto
, sin la necesidad de cualquier otro acuerdo siempre y
cuando el presente Tratado está vigent
e, en todas la disputas de naturaleza
jurídica que surja entre ellas concernien
tes a: a) La inte
rpretación de un
Tratado; b) Cualquier pregunta sobre ley
internacional; c)
La existencia de
cualquier hecho que, si establecido, co
nstituiría el incumplimiento de una
obligación internacional; d) La na
turaleza o grado de
reparación a ser
realizado por el incumplimiento de
una obligación internacional.”
6.
Tanto Bolivia como Chile son part
es del Pacto de Bogotá. Bolivia
lo ratificó el 9 de junio de 2011
y Chile el 21 de agosto de 1967.
Ninguna reserva (observación) pertinente de cualquiera de las
partes está vigente a la fecha.
7.
Los dos Estados, Bolivia y Chile, so
n partes ipso iure al Estatuto
de la Corte en virtud de su af
iliación a la ONU. Estas condiciones
establecidas en el Estatuto
y Reglamento de la Corte
concernientes a la admisibilidad de la presente solicitud han sido
cumplidas.
III.
Declaración de los hechos
8.
De acuerdo con el art. 38, parágrafo 2, del Reglamento de la
Corte, que requiere
que la parte que hace la solicitud debe
proporcionar una concisa declarac
ión de los hech
os, los hechos
relevantes principales en los cuales
se basa la presente solicitud.
9.
El 6 de agosto de 1825, Bolivia
logró su independencia como un
Estado con acceso al
océano Pacífico
, con una costa de más de
400 kilómetros y un
territorio costero de más de 120.000 km
cuadrados, que limitaba con Perú
al norte y con Chile al sur, más
allá del paralelo 25°.

2.3
PRINCIPIOS QUE REGULAN A LOS TRATADOS
.
La más importante negociación jurídica a nivel internacional, es el
tratado. Cons
tituye
un acuerdo de voluntades
entre sujetos de la comunidad internacional, con el objeto
de
crear
una relación jurídica entre ellos
y regida por El Derecho Internacional Público
.
Hay una serie de principios generales fundamentales, que rigen el
derecho de los
tratados, y de los que podríamos mencionar los siguientes:
PACTA SUNT SERVANDA
(los pactos d
eben cumpli
rse
).
Este principio establece que los tratados deben ser cumplidos. Es
considerado como el
principio fundamental del derecho internacional.
Es un principio
incondicional
, contemplado en la convención de Viena de 1969 sobre
derecho de los tratados. En su
artículo
26 dice: “
todo tratado en vigor obliga a las partes y
debe ser cumplido por ellos de buena fe
”, lo encontramos
consagrado en el preámbulo de
la carta de las naci
ones unidas, y el párrafo 2 del
artículo
2 que dice:”
sus miembros
cumplirán de buena fe las obligaciones contraída
s por ellos de conformidad
con dicha
carta
”.
Al firmarse un tratado las partes adquieren derechos y obligaciones
perfectamente
definidas,
las cuales deben ser cumplidas. Para algunos autores el cumplir con
estos
com
promisos es una regla elemental
o una regla universal de moralidad. Se considera un
principio de carácter consuetudinario
, sus innumerables precedente
s
y la creencia
universal de su o
bligatoriedad la han convertido
en costumbre i
nternacional, p
or con
siguiente
el principio
p
acta sunt servanda
conforma la base legal, que determina que los
contratos internacionales sean obligatorios para las partes, se dice que
es de carácter
coercitivo que asegura el
cumplimiento de los compromisos
internacionale
s.
Sin
embargo
,
se aceptan tres (3) excepciones al principio
p
acta sunt servanda.
1.
Imposibilidad física:
Esta tiene efecto cuando las condiciones físicas,
en
aplicación del tratado hacen imposible
su cumplimiento.
En este caso, es un tratado antes
valido
y
deja de serlo. Por ejemplo cuando el estado
se compromete a castigar a determinado individuo y este desaparece,
o muere sin tener
su castigo.
La convención de Viena establece que una parte podrá alegar la
imposibilidad de
cumplir un tratado, si es
a imposibilidad resulta de la desaparición o destrucción del objeto
mismo tratado. Si la imposibilidad es temporal, solamente se podrá
alegar como causal
para suspender el tratado, no para terminarlo.
2.
Imposibilidad moral o “carga excesiva”:
Esta tiene
lugar cuando su ejecución puede poner en peligro
la existencia misma del
estado
.
En este caso es físicamente posible el cumplimiento de la obligación,
pero no lo
e
s desde el punto de vista moral, por ejemplo, la aplicación de la pena
de muerte.
3.
Cláusula “
Rebus sic stantibus
”:
Un tratado
puede quedar sin efecto cuando determinadas circunstancias
históricas o
políticas aceptan su denuncia.
Rebus sic stantibus
es una expresión
latina
, que puede traducirse como "estando así
las cosas", que hace referencia a un
principio de Derecho
, en virtud del cual, se entiende
que las estipulaciones establecidas en los
contratos
lo son habida cuenta de las
circunstancias concurrentes en el momento de su celebración, esto es,
que cualquier
alteración sustancial de las mismas puede dar lugar a la modificación
de aquellas
estipulaciones.
Antiguamente, en el Derecho consuetudinario francés, se incluía
expresamente en
todos o casi todos los contratos de tracto sucesivo o con prestación
diferida en el tiempo.
Posteriormente, su inclusión se consideró innecesaria, por entender
que estaba implícita,
por deducirse de la voluntad de los contratantes: se estimaba que
cada contrato contenía
una cláusula tácita que, en caso de que se cambiasen las
circunstancias presentes en el
momento de la celebración del mismo, llevaba a la disoluc
ión del contrato. De ahí que a
veces se diga cláusula
rebus sic stantibus
, aunque ahora la opinión mayoritaria contempla
el principio como una norma objetiva, permitiéndole a la parte
contratante perjudicada por
el cambio de las circunstancias invocar la d
isolución del contrato.
Esta frase suele utilizarse como complementaria del
principio
pacta sunt servanda
en
la forma
pacta sunt servanda rebus sic stantibus
,
que sig
nifica
los pactos deben
cumplirse, mientras las cosas sigan así
lo que habla de la obligatoriedad d
e cumplir los
pactos
mientras las circunstancias existentes al momento de la celebración no
varíen
.
Se entiende la cláusula rebus sic stantibus como supuesto
s en que como
consecuencia de la extraordinaria alteración de las circunstancias
atinentes al contrato, no
previstas por las partes, se producen efectos que atentan contra la
equivalencia de las
prestaciones establecidas originariamente en el momento de ce
lebración del contrato.
Para ello podemos poner un ejemplo de la posguerra en el que tras la
guerra civil
española, algunas personas que tenían pactado un contrato de
suministro con los
aceituneros de Jaén, pretendieron que éstos les siguieran entregando
t
an magnífico
producto en las condiciones, cantidad y precios pactados con
anterioridad. Aquí se
entiende que cabría aplicar esta cláusula (así lo entiende también el
Tribunal Supremo
según abundante jurisprudencia).
Por lo tanto la cláusula
rebus sic stant
ibus
“es el remedio al desequilibrio patrimonial
que la alteración de las circunstancias contractuales comporta en caso
de una
extraordinaria modificación del entorno contractual”. La confrontación
entre el principio de
seguridad contractual (
pacta sunt se
rvanda
o “los contratos son para cumplirlos”) y el
mantenimiento de la equivalencia de las prestaciones (cláusula
rebus sic stantibus
) se ha
pretendido superar, a favor de esta última, argumentando que dicha
cláusula se encuentra
ímplicita
en todo contrato por voluntad presunta de las partes.
(2) por "miembros del personal de la misidn", se
entiende los miembros
del personal diplomittioo, del personal
administrativo y tgonioo y
del personal de servioio de la misidn;
d) por "miembros del personal diplomatioo", se
entiende los miembros
del personal de is misidn que posean la oalidad
de diplomatioo;
4) por "agents diplomatic:to", se entiende el
jefe de la misi6n o un
miembro
del
personal diplomatico de is misi6n;
1) por "miembros del personal administrativo y
tecnico", se entiende
los miembros del personal de is misi6n empleados
en el servioio
administrativo y
téonico
de la misidn;
por "miembros del personal de servioio", se
entiende los miembros
del personal de la misi6n empleados en el
servioio dom4stico de
is misi6n;
h) por "oriado particular", se entiende toda
persona al servioio do-
m4stioo de un miembro de is misi6n, que no sea
empleada del Estado
aoreditante;
1.)
por "locales de is misian", se entiende los
edificios o las partes
de los edificios, sea aual fuere su propietario,
utilizados pare
las finalidades de la misi6n, incluyendo is
residenoia del jefe de
is misi6n, asf como el terreno destinado al
servioio de esos edi-
ficios o de parte de ellos.
Artfoulo 2
El estableoimiento de relaciones diplomaticas
entre Estados y
el
onvfo
de misiones diplomaticas permanentes se efeotda
por consenti-
miento mutuo.
Artfoulo 3
1. Las funciones de una misi6n diplomatic:a
oonsisten principal-
mente ens
) representar al Estado aoreditante ante el
Estado receptor;
0)
por
"miembros
del
personal
de la
misión",
se
entiende
los
miembros
del
personal
diplomático,
del
personal
administrativo
y
técnico
y
del
personal
de
servicio
de la
misión;
¿)
por
"miembros
del
personal
diplomático",
se
entiende
los
miembros
del
personal
de la
misión
que
posean
la
oalidad
de
diplomático}
e)
por
"agente
diplomático",
se
entiende
el
jefe
de la
misión
o un
miembro
del
personal
diplomático
de la
misión;
f)
por
"miembros
del
personal administrativo
y
técnico",
se
entiende
los
miembros
del
personal
de la
misión empleados
en el
servicio
administrativo
y
técnico
de la
misión}
¿)
por
"miembros
del
personal
de
servicio",
se
entiende
los
miembros
del
personal
de la
misión empleados
en el
servicio
doméstico
de
la
misión;
b)
por
"criado
particular",
se
entiende toda
persona
al
servicio
do-
méstico
de un
miembro
de la
misión,
que
no
sea
empleada
del
Estado
acreditante;
1)
por
"locales
de la
misión",
se
entiende
los
edificios
o
las
partes
de
los
edificios,
sea
cual
fuere
su
propietario,
utilizados
para
las
finalidades
de la
misión,
incluyendo
la
residencia
del
jefe
de
la
misión,
así
como
el
terreno
destinado
al
servicio
de
esos edi-
ficios
o de
parte
de
ellos.
Artículo
2
Bl
establecimiento
de
relaciones
diplomáticas
entre
Estados
y el
envío
de
misiones
diplomáticas
permanentes
se
efectúa
por
consenti-
miento
mutuo*
Artículo
3
1*
Las
funciones
de una
misión
diplomática
consisten
principal-
mente
ens
&)
representar
al
Estado
acreditante
ante
el
Estado
receptor;
- 2 -
11) proteger en el Estado receptor los intereses
del Estado acreditante
y los de
Sus
nacionales, dentro de los limites permitidos por
el de-
reoho internacional;
o) negooiar con
el gobierno del Estado receptor;
enterarse por todos los medios licitos de las
condiciones y de la
evoluoi6n
de los acontecimientos en el Estado receptor e
informar
sobre ello al gobierno del Estado acreditante;
e)
fomentar las relaoiones amistosas y desarrollar las
relaoiones eoo-
ndmicas, oulturales y cientificas entre el Estado
acreditante y el
Estado receptor.
2. Ninguna disposiciOn de
la presente ConvenciOn se interpretari
de modo que impida el ejeroioio de funoiones
oonsulares por la misi6n
diplomatioa.
Artfoulo 4,
1.
El Estado acreditante debera asegurarse de que la
persona
que
as proponga acreditar como jefe
de
la misidn ante el Estado receptor ha
obtenido el asentimiento de ese Estado.
2.
Si Estado receptor no estA obligado a expresar al
Estado acre-
ditante los motivos de su negativa a otorgar el
asentimiento.
Artfoulo
5
1.
El Estado acreditante podr4
7
despuêe de haberlo notifioado en
debida forma a los Estados receptores
interesados, acreditar a un jefe
de misidn ante dos o mAs Estados, o bien destinar
a ellos a aualquier
miembro del
personal
diplomAtico, salvo que alguno de los Estados
recep-
tores se oponga expresamente.
2.
Si un Estado acredita a un jefe de misidn ante
dos o
m.s
Estados, podrA estableoer una misi6n diplomAtica
dirigida por un enoar-
gado de negocios ad interim en cada uno de los
Estados en que el jefe de
la misidn no tenga su sede permanents.
—3
b)
proteger
en el
Estado receptor
los
intereses
del
Estado
acreditante
y los de sus
nacionales, dentro
de los
límites
permitidos
por el de-
recho
internacional;
c)
negociar
con el
gobierno
del
Estado
receptor;
d)
enterarse
por
todos
los
medios lícitos
de las
condiciones
y de la
evolución
de los
acontecimientos
en
el
Estado receptor
e
informar
sobre
ello
al
gobierno
del
Estado acreditante;
e)
fomentar
las
relaciones
amistosas
y
desarrollar
las
relaciones
eco-
nómicas,
culturales
y
científicas entre
el
Estado acreditante
y el
Estado
receptor*
2.
Ninguna
disposición
de la
presente Convención
se
interpretará
de
modo
que
impida
el
ejercicio
de
funciones
consulares
por la
misión
diplomática.
Artículo
4
1.
£1
Estado acreditante deberá
asegurarse
de que la
persona
que
se
proponga
acreditar como jefe
de la
misión
ante
el
Estado
receptor
ha
obtenido
el
asentimiento
de ese
Estado*
2. El
Estado
receptor
no
está obligado
a
expresar
al
Estado
acre-
ditante
los
motivos
de su
negativa
a
otorgar
el
asentimiento.
Artículo
5
1.
El
В
s-tad.
o
aoredi-tante
podará.,
después
de
ЬаЪвг1о
notificado
en
debida forma
a los
Estados receptores interesados, acreditar
a un
jefe
de
misión
ante
dos o más
Estados,
o
bien destinar
a
ellos
a
cualquier
miembro
del
personal
diplomático, salvo
que
alguno
de los
Estados
recep-
tores
se
oponga
expresamente.
2.
Si un
Estado acredita
a un
jefe
de
misión ante
dos o
más
Estados,
podrá
establecer
una
misión diplomática dirigida
por un
encar-
gado
de
negocios
ad
intérim
en
cada
uno de los
Estados
en que el
jefe
de
la
misión
no
tenga
su
sede permanente.
- 3 -
3. El
jefe de mist& o cualquier miembro del personal
diplomatic°
de la misi6n podra representar al
Estado acreditante ante cua-quier orga-
nizaoidn internacional.
Articulo 6
Dos o pas Estados podran acreditar a la misma
persona como jefe de
misidn ante un tercer Estado, salvo que el Estado
receptor se oponga a
ello.
Articulo
Sin perjuioio de lo dispuesto en los articulos
5,
8,
9
y 11, el
Estado aoreditante nombrara libremente al
personal de la misi6n. En el
oaso de los agregados militares, navales o
aereos, el Estado receptor po-
dri emigir que se le sometan de antemano sus
nombres, para su aprobaci6n.
Articulo 8
1.
Los miembros del personal diplomatic° de la
misi6n habran de
tenor, en principio, la nacionalidad del Estado
acreditante.
2.
Los miembros del personal diplomatic° de la
misi6n no podrin
ser elegidos entre personas que tengan la
nacionalidad del Estado recep-
tor, except', con el consentimiento de
ese
Estado, quo podra retirarlo en
cualquier momento.
3.
El Estado receptor podra
reservarse
el mismo derecho respect°
de
los naoionales de un teroer Estado que no sear al
mismo tiempo nacio-
nales del Estado acreditante.
Articulo
9
1. El Estado receptor podri, en oualquier momento
y sin tener que
exponer los motivos de su deoisi6n, comunioar al
Estado acreditante que
el jefe
u otro miembro' del personal diplomatic° de la
misi6n es persona
non grata
l
o que cualquier otro miembro del personal de la
misi6n no es
3*
El
jefe
de
misión
o
cualquier
miembro
del
personal
diplomático
de
la
misión
podrá representar
al
Estado acreditante
ante
cualquier
orga-
nización
internacional*
Artículo
6
Dos o
más
Estados
podrán acreditar
a la
misma persona
como
jefe
de
misión
ante
un
tercer Estado,
salvo
que el
Estado
receptor
se
oponga
a
ello.
Artículo
7
Sin
perjuicio
de lo
dispuesto
en los
artículos
5» 8» 9
У
И»
el
Estado
acreditante
nombrará
libremente
al
personal
de la
misión.
En el
caso
de los
agregados
militares,
navales
o
aéreos,
el
Estado receptor
po-
drá
exigir
que se le
sometan
de
antemano
sus
nombres,
para
su
aprobación»
Artículo
8
1*
Los
miembros
del
personal diplomático
de la
misión
habrán
de
tener,
en
principio,
la
nacionalidad
del
Estado
acreditante.
2.
Los
miembros
del
personal diplomático
de la
misión
no
podrán
ser
elegidos entre
personas
que
tengan
la
nacionalidad
del
Estado
recep-
tor,
excepto
con el
consentimiento
de ese
Estado,
que
podrá retirarlo
en
cualquier
momento*
3*
El
Estado
receptor podrá reservarse
el
mismo derecho respecto
de
los
nacionales
de un
tercer
Estado
que no
sean
al
mismo
tiempo
nacio-
nales
del
Estado acreditante.
Artículo
9
1*
El
Estado
receptor podrá,
en
cualquier momento
y sin
tener
que
exponer
los
motivos
de
su
decisión,
comunicar
al
Estado
acreditante
que
el
jefe
u
otro
miembro
del
personal
diplomático
de la
misión
es
persona
non
grata»
o que
cualquier otro miembro
del
personal
de la
misión
no es
-
4 -
aoeptable. El Estado acreditante retirarti
entonces a esa persona o pon-
dri tOrmino a sus funciones en la misidn, segdn
proceda. Toda persona
podri ser declarada non grata o no aceptable
antes de su llegada al te-
rritorio del Estado receptor.
2. Si el
Estado acreditante se niega a ejecutar o no
ejecuta en
un plazo razonable las obligations que le incumben
a tenor de lo die-
puesto en el perrafo 1, el Estado receptor pods
negarse a reconocer
como miembro de is misidn a la persona de que se
trate.
Artioulo 10
1.
Se notificari al Ministerio de Relaciones
Exteriores, o al
Ministerio que se hays convenido, del Estado
receptor:
a) el nombramiento de los miembros de la misidn,
su llegada y su sa-
lida definitiva o is terminacidn de sus funciones
en la misidn;
1)
is llegada y la salida definitiva de toda persona
perteneciente a
is familia de un miembro de la misidn y, en
su
caso, el hecho de
que
determinada persona entre a formar parte o cese
de ser miem-
bro de la familia de un miembro de la misidn;
o) is llegada y la Salida definitive de los
criados partioulares al
servioio de las personas a que se refiere el
inoiso a) de este
parrafo y, en su oast", el hecho de que cesen en
el servioio de
tales personas;
d) la contratacidn y el despido de personas
residentes en el
Estado
receptor como miembros de is misidn o criados
partioulares que
tengan derecho a privilegios
e inmunidades.
2.
Cuando sea posible
9
is llegada y is salida definitiva se no-
tifioarin tambien con antelacidn.
Articulo 11
1.
A Yalta de acuerdo explicit° sobre el ndmero de
miembros de
la misidn, el Estado receptor podri
exigir que ese ndmero este dentro
aceptable.
£1
Estado
acreditante retirará entonces
a esa
persona
o
pon-
drá
término
a
sus
funciones
en la
misión,
según
proceda.
Toda
persona
podrá
ser
declarada
non
grata
o no
aceptable
antes
de su
llegada
al te-
rritorio
del
Estado
receptor*
2. Si el
Estado acreditante
se
niega
a
ejecutar
o no
ejecuta
en
un
plazo
razonable
las
obligaciones
que le
incumben
a
tenor
de lo
dis-
puesto
en el
párrafo
1, el
Estado
receptor podrá negarse
a
reconocer
como
miembro
de la
misión
a la
persona
de que
se
trate»
Artículo
10
1. Se
notificará
al
Ministerio
de
Relaciones
Exteriores,
o al
Ministerio
que
se
haya convenido,
del
Estado receptors
&)
el
nombramiento
de los
miembros
de la
misión,
su
llegada
y su
sa-
lida definitiva
o la
terminación
de sus
funciones
en la
misión;
Jb)
la
llegada
y la
salida
definitiva
de
toda
persona perteneciente
a
la
familia
de un
miembro
de la
misión
y, en
su
caso,
el
hecho
de
que
determinada persona entre
a
formar parte
o
cese
de
ser
miem-
bro de la
familia
de un
miembro
de la
misión;
o)
la
llegada
y la
salida definitiva
de los
criados particulares
al
servicio
de las
personas
a que
se
refiere
el
inciso
a)
de
este
párrafo
y, en su
caso,
el
hecho
de que
cesen
en el
servicio
de
tales
personas;
dj
la
contratación
y el
despido
de
personas residentes
en el
Estado
receptor como
miembros
de la
misión
o
criados particulares
que
tengan derecho
a
privilegios
e
inmunidades.
2.
Cuando
sea
posible,
la
llegada
y la
salida definitiva
se no-
i
tifioarán
también
con
antelación.
Artículo
11
1. A
falta
de
acuerdo
explícito
sobre
el
número
de
miembros
de
la
misión,
el
Estado receptor podrá exigir
que ese
número
esté
dentro
- 5 -
• de los limites de lo que oonsidere
quo
es razonable y normal, segdn las
oirounstancias y condiciones de
ese
Estado y las necesidades de la misi6n
de que se trate.
2. El Estado receptor podr& también, dentro de
egos limites y sin
disoriminaoi6n alguna, negarse a aceptar
funoionarios de una determinada
oategorfa.
Artfoulo 12
El Estado aoreditante no podr&, sin el
consentimiento previo y ex-
preso del Estado receptor, establecer oficinas
que formen parte de la
misi6n en looalidades distintas do aquella on que
radique la propia
misi6n.
Artfoulo 13
1.
Se oonsiderar& que el jefe de misi6n ha asumido
sus funciones
en el Estado receptor desde el momento en que
hays presentado sus car-
tes oredenoiales o en que hays comunioado su
llegada y presentado oopia
de estilo de sus cartes oredenciales al
Ministerio de Relaciones Exte-
riores, o al Ministerio que se hays convenido,
segdn la praotica en vi-
gor en el Estado receptor, que deberi aplioarse
de manera uniforme.
2.
El orden de presentaoi6n de las oartas
oredenoiales o de su
oopia de estilo se determiner& por la fecha y
hora de llegada del jefe
de misi6n.
Artfoulo 14
1. Los jefes de misi6n se dividen en tree clasee:
2)
embajadores o nuncios acreditados ante los Jefes
de Estado, y otros
jefes de
mild&
de rango equiValentel
1) enviados, ministros o internuncios acreditados
ante los Jefes de
Estado;
do
los
límites
de lo que
considere
que es
razonable
y
normal,
según
las
circunstancias
y
condiciones
de ese
Estado
y
las
necesidades
de la
misión
de
que
se
trate*
2*
El
Estado
receptor podrá
también,
dentro
de
esos
límites
y
sin
discriminación
alguna,
negarse
a
aceptar
funcionarios
de una
determinada
categoría*
Artículo
12
Bl
Sstado
acreditante
no
podrá,
sin el
consentimiento previo
y
ex-
preso
del
Estado
receptor,
establecer
oficinas
que
formen parte
de la
misión
en
localidades
distintas
d'e
aquella
en que
radique
la
propia
misión*
Artículo
13
1.
Se
considerará
que el
jefe
de
misión
ha
asumido
sus
funciones
en
el
Sstado
receptor
desde
el
momento
en que
haya
presentado
sus
car-
tas
credenciales
o en que
haya
comunicado
su
llegada
y
presentado
copia
de
estilo
de
sus
cartas
credenciales
al
Ministerio
de
Relaciones
Exte-
riores,
o al
Ministerio
que
se
haya
convenido,
según
la
práctica
en vi-
gor en el
Estado
receptor,
que
deberá
aplicarse
de
manera
uniforme.
2*
El
orden
de
presentación
de
las
cartas
credenciales
o de
su
copia
de
estilo
se
determinará
por la
fecha
y
hora
de
llegada
del
jefe
de
misión*
Artículo
14
1*
Los
jefes
de
misión
se
dividen
en
tres
clases:
e¿)
embajadores
o
nuncios
acreditados
anxe
los
Jefes
de
Estado,
y
otros
jefes
de
misión
de
rango equivalente;
b)
enviados,
ministros
o
internuncios acreditados
ante
los
Jefes
de
Sstado|
-
6 -
a) enoargados de negocios acreditados ante los
Ministros de Relaoiones
Exteriores.
2. Salvo por lo que respecta a la precedenoia y a
la etiqueta
y
no
se hares ninguna distinoi6n entre los jefes de
misidn por raz6n de su
°lase.
Artioulo 15
Los Estados se pondrin de acuerdo acerca de la
°lase a que habrin
de pertenecer los jefes de sus misiones.
Artfoulo 16
1.
La preoedencia de los jefes de misi6n
y
dentro de cads class
y
se establecera siguiendo el orden de la /eche y
hora en quo liven asumi-
do sus funciones
y
de conformidad con el artioulo 13.
2.
Las modificaciones en las cartel; oredenoiales de
un
jefe de
misidn que no entrafien oambio de °lase no
alterargn su orden de pre-
oedencia.
3.
Las disposiciones de este artioulo se entenderin
sin perjui-
cio de los usos que acepte el Estado receptor
respeoto de la preceden-
oia del representante de la Santa Sede.
Artioulo 1
El jefe de misidn notificar& al Ministerio de
Relaciones Exterio-
ros
y
o al Ministerio que se hays, convenido
l
el orden de preoedenoia de
los miembros del personal diplomAtico de la
misidn.
Artioulo 18
El procedimiento que se siga en cada Estado pare
la reoepoi6n to
los jefes de misidn 0.24 uniforme respect° de
oada olase.
Artioulo 19
1. Si queda vaoante el puesto de jefe de misidn o
si el jefe de
misidn no puede desempefiar sus funotones
y
un encargado de negocios
-T-
oj
encargados
de
negocios acreditados ante
los
Ministros
de
Relaciones
Exteriores.
2.
Salvo
por lo que
respecta
a la
precedencia
y a la
etiqueta,
no
se
hará ninguna
distinción
entre
los
jefes
de
misión
por
razón
de
su
clase*
Artículo
15
Los
Estados
se
pondrán
de
acuerdo acerca
de la
clase
a que
habrán
de
pertenecer
los
jefes
de sus
misiones.
Artículo
16
1*
La
precedencia
de los
jefes
de
misión, dentro
de
cada
clase,
se
establecerá
siguiendo
el
orden
de la
fecha
y
hora
en que
hayan
asumi-
do
sus
funciones,
de
conformidad
con el
artículo
13*
2.
Las
modificaciones
en
las
cartas
credenciales
de un
jefe
de
misión
que no
entrañen
cambio
de
clase
no
alterarán
su
orden
de
pre-
cedencia.
3.
Las
disposiciones
de
este
artículo
se
entenderán
sin
perjui-
cio
de
los
usos
que
acepte
el
Estado
receptor
respecto
dé la
preceden-
cia
del
representante
de la
Santa
Sede*
Artículo
17
El
jefe
de
misión
notificará
al
Ministerio
de
Relaciones
Exterio-
res,
o al
Ministerio
que
se
haya
convenido,
el
orden
de
precedencia
de
los
miembros
del
personal
diplomático
de la
misión.
Artículo
18
El
procedimiento
que
se
siga
en
cada Estado para
la
recepción
de
los
jefes
de
misión
será
uniforme
respecto
de
cada
clase*
Artículo
19
1. Si
queda vacante
el
puesto
de
jefe
de
misión
o
si
el
jefe
de
misión
no
puede
desempeñar
sus
funciones,
un
encargado
de
negocios
- 7 -
ad interim actuare provisionalmente oomo jefe de
is misidn. El nombre
del enoargado de negocios ad interim seri
oomunicado al Ministerio de
Relaciones Exteriores del Estado receptor, o al
Ministerio
que
se hays
convenido, por el jefe de misi6n a en el oaso en
que gate no pueda ba-
cteria por el Ministerio de Relaciones Exteriores
del Estado acreditante.
2. Caso de no ester presents ningdn miembro del
personal diplomi-
tic° de Is
misiOn.en
el Estado receptor, un miembro del personal admi-
nistrativo y tecnico podri, con el consentimiento
del Estado reoeptor,
ser designado por el Estado aoreditante para
haoerse cargo de los asun-
toe administrativos oorrientes de is
misidn.
Artfoulo 20
La misi6n y su jefe tendren demob° a oolooar is
bandera y el escu-
do del Estado aoreditante en los locales de is
misien, inoluyendo is re-
sidencia del jefe de
la misi6n, y
en los medios de transports de
gate.
Artfoulo 21
1.
El Estado receptor debere, sea facilitar la
adquisioien en su
territorio de oonformidad con sus propias leyes,
por el Estado aoredi-
tante, de los locales necesarios para is misien,
o ayudar a este a obte-
ner alojamiento de otra manors.
2.
Cuando sea nectesaria gyudare tambien a las
misiones a obtener
alojamiento adecuado para sus miembros.
Artfoulo 22
1.
Los locales de is misi6n son inviolable'. Los
agentes del
Estado receptor no podrin penetrar en ellos sin
oonsentimiento del jefe
de la misidn.
2.
El Estado receptor tiene is obligacien especial
de adoptar to—
des las medidas adeouadas para proteger los
locales de is mini& contra
toda
intrusion
o dello y evitar que se turbo is tranquilidad de
la misidn
o se atente contra su dignidad.
8.
ad
interim
actuará
provisionalmente
como
jefe
de la
misión.
Б1
nombre
del
encargado
de
negocios
ad
interim
será
comunicado
al
Ministerio
de
Relaciones
Exteriores
del
Estado
receptor,
o al
Ministerio
que se
haya
convenido,
por el
jefe
de
misión
o, en el
caso
en que
éste
no
pueda
ha-
cerlo,
por el
Ministerio
de
Relaciones
Exteriores
del
Estado
acreditante*
2*
Caso
de no
estar
presente
ningún
miembro
del
personal
diplomá-
tico
de la
misión
.en
el
Estado
receptor,
un
miembro
del
personal
admi-
nistrativo
y
técnico
podrá,
con
el
consentimiento
del
Estado
receptor,
ser
designado
por el
Estado
acreditante
para
hacerse
cargo
de
los
asun-
tos
administrativos
corrientes
de la
misión*
Artículo
20
La
misión
y
su
jefe tendrán
derecho
a
colocar
la
bandera
y
el
escu-
do
del
Estado
acreditante
en
los
locales
de la
misión,
incluyendo
la
re-
sidencia
del
jefe
de la
misión,
y
en
los
medios
de
transporte
de
éste*
Artículo
21
1.
El
Estado
receptor
deberá,
sea
facilitar
la
adquisición
en
su
territorio
de
conformidad
con
sus
propias
leyes,
por el
Estado
acredi-
tante,
de
los
locales
necesarios
para
la
misión,
o
ayudar
a
éste
a
obte-
ner
alojamiento
de
otra
manera*
2*
Cuando
sea
necesario,
ayudará
también
a
las
misiones
a
obtener
alojamiento adecuado para
sus
miembros*
Artículo
22
1.
Los
locales
de la
misión
son
inviolables.
Los
agentes
del
Estado
receptor
no
podrán penetrar
en
ellos
sin
consentimiento
del
jefe
de
la
misión*
2*
El
Estado
receptor tiene
la
obligación
especial
de
adoptar
to-
das
las
medidas
adecuadas
para proteger
los
locales
de la
misión
contra
toda
intrusión
o
daño
y
evitar
que
se
turbe
la
tranquilidad
de
la
misión
o
se
atente
contra
su
dignidad*
3. Los
locales de la misi6n, su mobiliario y dem&s
bienes situa-
dos en silos, asi como los medios de transporte
de la misi6n, no podrin
ser objeto de
ningdn registro,
requisa, embargo o medida de
ejecuci6n.
Articulo 2
1.
El Estado aoreditante y el jefe de la misidn
est&n.exentos de
todos los impuestos
y grav&menes nacionales, regionales o municipals:i
t
sobre los locales de la misi6n de que Bean
propietarios o inquilinos,
salvo de
aquellos impuestos o grav&menes
que oonstituyan el pago de
ser-
vibios particulares prestados.
2.
La exención fiscal a que se refiere este articulo
no se apli-
co a los impuestos y grav&menes que, conforme a
las disposiciones lega-
les del Estado receptor, eaten a cargo del
particular que contrate con
el Estado aoreditante o oon el jefe de la
misi6n.
Articulo
24
Los arohivos
y documentos de
la misidn son siempre inviolable.,
dondequiera que se hallen.
Artioulo 25
El Estado receptor dar& toda olase de faoilidades
pare el desemps-
Bo de las funoiones de la misidn.
Artfoulo 26
Sin perjuioio de sus leyes y reglamentos
referentea a zones de
acoeso prohibido o reglamentado por rezones de
seguridad naoional, el
Estado receptor garantizar& a todos los miembros
de la misidn la liber-
tad de ciroulaciOn y de trensito por su
territorio.
-.9-
3*
Los
locales
de
la
misión,
su
mobiliario
y
demás
bienes
situa-
dos
en
ellos,
así
como
los
medios
de
transporte
de la
misión,
no
podrán
ser
objeto
de
ningún
registro,
requisa, embargo
o
medida
de
ejecución*
Artículo
23
1.
El
Estado acreditante
y el
jefe
de la
misión
están.exentos
de
todos
los
impuestos
y
gravámenes
nacionales,
regionales
o
municipales,
sobre
los
locales
de la
misión
de que
sean
propietarios
o
inquilinos,
salvo
de
aquellos
impuestos
o
gravámenes
que
constituyan
el
pago
de
ser-
vicios
particulares
prestados.
2.
La
exención
fiscal
a que se
refiere
este
artículo
no
se
apli-
ca
a
los
impuestos
y
gravámenes
que,
conforme
a
las
disposiciones
lega-
les
del
Estado
receptor,
estén
a
cargo
del
particular
que
contrate
con
el
Estado acreditante
o
con
el
jefe
de la
misión.
Artículo
24
Los
archivos
y
documentos
de la
misión
son
siempre
inviolables,
dondequiera
que
se
hallen,
Artículo
25
El
Estado
receptor
dará
toda
clase
de
facilidades
para
el
desempe-
ño
de
las
funciones
de la
misión*
Artículo
26
Sin
perjuicio
de
sus
leyes
y
reglamentos
referentes
a
zonas
de
acceso
prohibido
o
reglamentado
por
razones
de
seguridad
nacional,
el
Estado
receptor
garantizará
a
todos
los
miembros
de la
misión
la
liber-
tad
de
circulación
y de
tránsito
por
su
territorio
2.5.
Interpretación de los tratados.
Las reglas, principios o criterios de interpretación
de los tratados,
son numerosos y
es difícil encontrar una metodología plenamente eficaz, sin embargo
seguiremos la
sistemática de la Convención de Viena. Esta
metódica se articula sobre la base de una
regla general (art.31 de la Convención), unos medios complementarios
(art.32) y una
regla específica para los Tratados redactados en varias lenguas
(art.33). Al final también
se hará referencia a otras reglas no co
ntenidas en la Convención.
Regla general de interpretación
Cualquier interpretación de las disposiciones de un Tratado debe
realizarse conforme
a la regla general de interpretación, regulada en el art.31.1 de la
Convención de Viena
según la cual ― un Trata
do deberá ser interpretado de buena fe conforme al sentido
corriente que haya de atribuirse a los términos del Tratado en el
contexto de estos y
teniendo en cuenta el objeto y el fin
.
Esta regla
de interpretación
contiene 3 principios que deben conjugarse
entre sí. Estos
principios son:
Principio de buena fe
Se trata de un principio básico en el Derecho Internacional
Público
y que está recogido
en el art.2.2 de la Carta de las Naciones Unidas y en la ―Declaración
de principios
inherentes a las relaciones
de amistad y a la cooperación entre los Estados. La buena fe
representa algo más que una máxima de buen sentido ya que hay un
nivel de evidencia
que los Estados no pueden sobrepasar sin faltar a este principio.
Se trata de uno de los principios básicos del
Derecho Internacional y como tal
,
sólo
podrá desaparecer cuando este derecho deje de ser un ordenamiento
jurídico.
El carácter
esencial del principio de buena fe en la interpretación de los Tratados
ha sido afirmado
reiteradamente por la jurisprudencia in
ternacional.
Principio de primacía del texto
El texto constituye la expresión acabada de la voluntad de las partes.
Para averiguar
esta voluntad se aplicará el ―sentido corriente que haya que atribuirse
a los términos.
Esto significa que no está permitido
interpretar aquello que no necesite interpretación, de
modo que las palabras deben ser interpretadas según el sentido que
tengan normalmente
en su contexto, a menos que la interpretación así realizada conduzca
a resultados
absurdos.
Ahora bien si se sabe
que la intención de las partes fue dar a los términos
empleados un sentido especial, se dará preferencia a ese sentido
especial.
La determinación del sentido de los términos empleados debe
realizarse teniendo en
cuenta no solo el texto estricto del Tratado
sino su contexto. Según el art.31.2 de la
Convención de Viena este contexto está formado por:
El texto del Tratado en sentido estricto, integrado a su vez por tres
elementos:

su parte dispositiva: conjunto de artículos que forman el cuerpo del
tratado.

Preámbulo: se exponen las razones por las que se confiere el tratado.

Anexos: disposiciones complementarias al texto. los Acuerdos que se
refieren al
tratado y que han sido concertados por las Partes.
Principio del fin del Tratado
Principio según el
cual para la interpretación de un Tratado se debe tener en cuenta el
objeto y el fin del Tratado. Se trata de un principio más reciente que
los anteriores.
En la
aplicación de esta regla general de interpretación formada por los tres
principios
señalados s
e debe tener en cuenta, junto con el contexto, tanto los instrumentos
en que
pueda constar la interpretación auténtica como el entorno normativo.
Así, conforme al
art.31.3 de la Convención habrá de tenerse en cuenta:
A
.
Los acuerdos posteriores entre las p
artes acerca de la interpretación del Tratado o
la aplicación de sus disposiciones.
S
e trata de buscar la interpretación auténtica del Tratado a través de
acuerdos en los
que conste el acuerdo de las partes sobre el sentido y el alcance de
los términos
em
pleados
.
Una situación especial se produce respecto de órganos creados por el
tratado
a los que se encomienda el control de los mismos (por ejemplo
diversos comités creados
por los tratados de derechos humanos) o cuando el Tratado hace
referencia a una
ins
titución a la que se reconoce un papel esencial en su aplicación. Estos
órganos son
utilizados también en la interpretación de los tratados.
B
.
Las normas de Derecho Internacional, aplicables a las relaciones entre
las partes
dado que el Tratado no es un e
lemento aislado sino una pieza integrante del sistema
normativo del Derecho Internacional. La referencia al resto del
ordenamiento jurídico debe
ser entendida no sólo a otras fuentes del ordenamiento (costumbre,
principios generales)
sino a cualquier otro
acto jurídico que pudiera estar relacionado.
Medios complementarios de interpretación
El art.32 de la Convención de Viena establece que el intérprete, a fin
de confirmar el
sentido de la interpretación resultante de la aplicación de la regla
general o a f
in de
determinar el sentido de los tratados cuando la regla general conduzca
a un resultado
absurdo, podrá recurrir a medios de interpretación complementarios.
El
referido
artículo
32 cita dos medios complementarios:
Los trabajos preparatorios
Los
trabajos preparatorios permiten determinar la intención de las partes
en un tratado
y son citados con gran frecuencia en los litigios internacionales para
determinar la
intención de las partes.
Las circunstancias de celebración del Tratado
.
Al incluir l
as circunstancias de
celebración del Tratado se consagra la posibilidad de efectuar la
interpretación histórica.
No obstante, el carácter complementario de estos medios conlleva una
consecuencia
Convención de Viena
sobre el derecho de los tratados
U.N. Doc A/CONF.39/27 (1969), 1155 U.N.T.S. 331, en
tered into force
January 27, 1980.
Viena, 23 de mayo de 1969
Indice
Parte I - Introducción.
Parte II - Celebración y entrada en vigor de los tr
atados.
Parte III - Observancia, aplicación e interpretació
n de los tratados.
Parte IV - Enmienda y modificación de los tratados.
Parte V - Nulidad, terminación y suspensión de los t
ratados.
Parte VI - Disposiciones diversas.
Parte VII - Depositarios, notificaciones, correccio
nes y registro.
Parte VIII - Disposiciones finales.
Anexos
Los Estados Partes en la presente Convención
Considerando la función fundamental de los tratados
en la historia de las relaciones
internacionales;
Reconociendo la importancia cada ves mayor de los t
ratados como fuente del derecho
internacional y como medio de desarrollar la cooper
ación pacífica entre las naciones,
sean cuales fueren sus regímenes constitucionales y
sociales:
Advirtiendo que los principios del libre consentimi
ento y de la buena fe y la norma "pacta
sunt servanda" están universalmente reconocidos
Afirmando que las controversias relativas a los tra
tados, al igual que las demás
controversias internacionales deben resolverse por
medios pacíficos y de conformidad
con los principios de la justicia y del derecho int
ernacional;
Recordando la resolución de los pueblos de las Nacio
nes Unidas de crear condiciones
bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el
respeto a las obligaciones emanadas de
los tratados:
Teniendo presentes los principios de derecho intern
acional incorporados en la Carta de
las Naciones Unidas, tales como los principios de la
igualdad de derechos y de la libre
determinación de los pueblos, de la igualdad sobera
na y la independencia de todos los
Estados, de la no injerencia en los asuntos interno
s de los Estados, de la prohibición de la
amenaza o el uso de la fuerza y del respeto univers
al a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales de todos y la efectividad
de tales derechos y libertades.
Convencidos de que la codificación y el desarrollo
progresivo del derecho de los tratados
logrados en la presente Convención contribuirán a l
a consecución de los propósitos de las
Naciones Unidas enunciados en la Carta, que consiste
n en mantener la paz y la seguridad
internacionales, fomentar entre las naciones las re
laciones de amistad y realizar la
cooperación internacional;
Afirmando que las normas de derecho internacional c
onsuetudinario continuaran rigiendo
las cuestiones no reguladas en las disposiciones de
la presente Convención,
Han convenido lo siguiente:
PARTE I
Introducción.
1. Alcance de la presente Convención.
La presente Convención se aplica a los tratados ent
re Estados.
2. Términos empleados.
1. Para los efectos de la presente Convención:
a) se entiende por "tratado" un acuerdo internacion
al celebrado por escrito entre Estados
y regido por el derecho internacional, ya conste en
un instrumento único o en dos o más
instrumentos conexos y cualquiera que sea su denomi
nación particular;
b) se entiende por "ratificación", "aceptación", "a
probación" y "adhesión", según el caso,
el acto internacional así denominado por el cual un
Estado hace constar en el ámbito
internacional su consentimiento en obligarse por un
tratado;
c) se entiende por "plenos poderes" un documento qu
e emana de la autoridad competente
de un Estado y por el que se designa a una o varias
personas para representar al Estado en
la negociación, la adopción o la autenticación del
texto de un tratado, para expresar el
consentimiento del Estado en obligarse por un trata
do, o para ejecutar cualquier otro acto
con respecto a un tratado;
d) se entiende por "reserva" una declaración unilat
eral, cualquiera que sea su enunciado o
denominación, hecha por un Estado al firmar, ratifi
car, aceptar o aprobar un tratado o al
adherirse a el, con objeto de excluir o modificar l
os efectos jurídicos de ciertas
disposiciones del tratado en su aplicación a ese Es
tado;
e) se entiende por un "Estado negociador" un Estado
que ha participado en la elaboración
y adopción del texto del tratado;
f) se entiende por "Estado contratante" un Estado q
ue ha consentido en obligarse por el
tratado, haya o no entrado en vigor el tratado;
g) se entiende por "parte" un Estado que ha consent
ido en obligarse por el tratado y con
respecto al cual el tratado esta en vigor;
h) se entiende por "Tercer Estado" un Estado que no
es parte en el tratado;
i) se entiende por "organización internacional" una
organización intergubernamental.
2. Las disposiciones del párrafo I sobre los términ
os empleados en la presente
Convención se entenderán sin perjuicio del empleo d
e esos términos o del sentido que se
les pueda dar en el derecho interno de cualquier Es
tado.
3. Acuerdos internacionales no comprendidos en el á
mbito de la presente
Convención.
El hecho de que la presente Convención no se apliq
ue ni a los acuerdos
internacionales celebrados entre Estados y otros su
jetos de derecho internacional o entre
esos otros sujetos de derecho internacional, ni a l
os acuerdos internacionales no
celebrados por escrito, no afectara:
a) al valor jurídico de tales acuerdos;
b) a la aplicación a los mismos de cualquiera de la
s normas enunciadas en la presente
Convención a que estuvieren sometidos en virtud del
derecho internacional
independientemente de esta Convención;
c) a la aplicación de la Convención a las relacione
s de los Estados entre si en virtud de
acuerdos internacionales en los que fueren asimismo
partes otros sujetos de derecho
internacional.
4. Irretroactividad de la presente Convención.
Sin perjuicio de la aplicación de
cualesquiera normas enunciadas en la presente Conve
nción a las que los tratados estén
sometidos en virtud del derecho internacional indep
endientemente de la Convención, esta
solo se aplicara a los tratados que sean celebrados
por Estados después de la entrada en
vigor de la presente Convención con respecto a tale
s Estados.
5. Tratados constitutivos de organizaciones interna
cionales y tratados adoptados en
el ámbito de una organización internacional.
La presente Convención se aplicara a
todo tratado que sea un instrumento constitutivo de
una organización interna nacional y a
todo tratado adoptado en el ámbito de una organizac
ión internacional, sin perjuicio de
cualquier norma pertinente de la organización.
PARTE II
Celebración y entrada en vigor de los tratados.
SECCIÓN PRIMERA
Celebración de los tratados.
6. Capacidad de los Estados para celebrar tratados.
Todo Estado tiene capacidad para
celebrar tratados.
7. Plenos poderes.
1. Para la adopción la autenticación del texto de u
n tratado, para
manifestar el consentimiento del Estado en obligars
e por un tratado, se considerará que
una persona representa a un Estado:
a) si se presentan los adecuados plenos poderes, o
b) si se deduce de la práctica seguida por los Esta
dos interesados. o de otras
circunstancias, que la intención de esos Estados ha
sido considerar a esa persona
representante del Estado para esos efectos y presci
ndir de la presentación de plenos
poderes.
2. En virtud de sus funciones, y sin tener que pres
entar plenos poderes, se considerará que
representan a su Estado:
a) los Jefes de Estado, Jefes de Gobierno y Ministr
os de relaciones exteriores, para la
ejecución de todos los actos relativos a la celebra
ción de un tratado;
b) los Jefes de misión diplomáticas, para la adopci
ón del texto de un tratado entre el
Estado acreditante y el Estado ante el cual se encu
entran acreditados;
c) los representantes acreditados por los Estados a
nte una conferencia internacional o ante
una organización internacional o uno de sus órganos
, para la adopción del texto de un
tratado en tal conferencia. Organización u órgano.

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