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Sin embargo, se originaba en el suelo británico una cohesiva revuelta historicista. El reverendo
Richard Jones, considerado a veces como el primer institucionalista, publicó An Essay on the
Distribution o f Wealth and on the Sources o f Taxation en 1831. En él se lamentaba de que la
matriz del análisis ricardiano fuese demasiado estrecha para tener un uso práctico y además El
consideraba que los supuestos económicos debían estar determinados históricamente y ser
justificables empíricamente.
Portavoz oficioso de los historicistas., sus escritos están llenos de interés por la interrelación
entre las estructuras institucionales y la teoría económica.
Los planteamientos que se dieron más tarde por Darwin solo confirmaban lo que ya se sabía las
fuerzas inevitables dl Lisez fire.
Bagehot los principios darwinianos de la selección natural a las luchas políticas de las naciones-
estados.
Veblen —su teoría del cambio— tiene su origen en las concepciones de Spencer y Darwin sobre
el «proceso» y el «cambio evolutivo y cuasi aleatorio».
Tuvo mucha influencia entre los intelectuales de esa época especialmente en el erudito clásico
y economista historicista John Kells Ingram.
Ingram, fue el principal exponente británico del pensamiento comtiano, llegando hasta el
extremo de escribir sonetos sobre la «religión de la humanidad».
Los escritos británicos eran a menudo más mordaces en su crítica del clasicismo que los de los
alemanes.
Ingram decía que los escritos británicos eran a menudo más mordaces en su crítica del clasicismo
que los de los alemanes.
El impacto del historicismo británico
Jevons llegó a creer que la verificación estadística era necesaria para rescatar a la economía de
la hostilidad pública, así como también del nivel más básico de la especulación inútil.
Alfred Marshall elogió el trabajo de los historicistas, considerándolo «uno de los grandes logros
de nuestra época; y una importante aportación a nuestra riqueza real».
Keynes, junto con Jevons y Marshall, pensaba que el estudio de la historia y el método
«inductivo» de hecho tenían que complementar a la teoría económica.
El colectivismo siempre había sido el sello americano, desde Thomas Jefferson y Alexander
Hamilton hasta Henry Carey y Henry George. Estos economistas acomodaron las ideas teóricas
clásicas para ajustarlas a EE.UU.
El pragmatismo impregnó tanto la filosofía como la economía hasta bien entrado el siglo xx por
esta razón el análisis teórico clásico y neoclásico nunca tuvieron la misma fuerza que en los
economistas ingleses.
Tuvo una curiosidad insaciable por lo que hace que los procesos económicos y sociales sean
«aprobados» y especialmente por el modo y el método con que cambian las sociedades (como
la totalidad de instituciones culturales y tecnológicas).
Sus opiniones sobre la naturaleza humana fueron formadas por el behaviorismo y, en especial,
por las teorías de los instintos y hábitos.
La visión, al estilo Spencer- Darwin, del cambio evolutivo biológico y social tuvo un primer
impacto sobre la «cosmovisión» de Veblen, como también lo tuvo la filosofía instrumentalista de
William James.
Veblen rechazo las creencias de los marginalitas de que las personas son calculadores racionales
de placeres y dolores, y de los clásicos en especial la mano invisible de Smith porque la creía una
teoría superficial.
Los humanos, en la opinión de Veblen, son criaturas significativamente más complejas dirigidas
por instintos particulares y caracterizados por un comportamiento y unos hábitos instintivos. Las
personas no son «calculadores instantáneos» de placeres y dolores, sino más bien seres curiosos
que, por naturaleza, dan con nuevas maneras de hacer las cosas.
MARX Y VEBLEN: Así pues, la principal diferencia que subyace entre Marx y Veblen radica en
la teoría del cambio que sostenía cada uno de ellos
Veblen pensaba que los instintos humanos eran una raíz de las instituciones humanas, e
identificó en especial lo que llamó instinto del trabajo eficaz y «curiosidad inútil» innata en los
humanos, como fuente de las instituciones tecnológicas dinámicas.
El ganar dinero, y no el fabricar bienes, se convirtió en el objeto del juego. Según Veblen, la
obtención de dinero por medio de la subversión y de los «rasgos belicosos» era característica de
los hombres de negocios.
Veblen lanzó un estudio muy detallado de la práctica del consumo y de la formación de los
gustos.
Veblen veía el cambio económico y social como el resultado de la interacción entre las
instituciones tecnológicas y ceremoniales.
En especial, Veblen identificaba los propietarios ausentes, los «capitanes de industria», las
empresas financieras, los banqueros de inversión y los hombres de negocios como parte del
proceso ceremonial, mientras que los técnicos, los ingenieros y determinados obreros formaban
parte del proceso tecnológico. Condiciones preliminares para la máxima producción según
Veblen.
Debido a que sólo les interesaba ganar dinero, los hombres de negocios administraban mal los
recursos e incluso los saboteaban el proceso tecnológico-productivo para mantener altos los
beneficios.
El objetivo de los técnicos, ingenieros y obreros es estimular e idear medios y máquinas para
maximizar el producto real, aunque ellos trabajan para los hombres de negocios y los
financieros.
Veblen, como Marx creía que los ciclos económicos eran endógenos en el capitalismo, y por
muchas de las mismas razones.
Veblen, como Marx (véase el capítulo 11), creía que los ciclos económicos eran endógenos en el
capitalismo, y por muchas de las mismas razones. Aunque Veblen no intentó superponer los ciclos
económicos a una teoría del valor trabajo, explicó la recesión y las depresiones prolongadas en
gran medida de la misma manera que Marx. Había dos factores básicos que llevaban a la
recesión, según Veblen: 1) la incertidumbre bancaria después de un período de expansión y
nueva capitalización de la industria, y 2) el desplazamiento tecnológico por nuevos y más
eficientes descubrimientos y procesos.
Veblen caracterizaba la fase de expansión del ciclo como fase de sobreproducción y sobre
capitalización. La sobreproducción es el resultado de una discusión explícita del subconsumo en
la concepción del ciclo que tiene Veblen.
Veblen creía que los tipos decrecientes de beneficio llevaban a la concentración de los negocios
y a otras formas de «sabotaje». Las fusiones en la industria tenían lugar a fin de poder evitar las
reducciones de la capitalización total.