La idea de imperio se asocia con Estados Unidos por la sencilla razón de su hegemonía que mantiene durante décadas
La mayor parte de este trabajo es una discusión de
en muchas regiones del globo. algunos de los escenarios sobre el futuro de la sociedad del conocimiento previstos en este informe. 4 UNESCO, Hacia las sociedades del conocimiento, p. 53. 5 Manuel Castells define la información como “datos que han sido organizados y comunicados”; el conocimiento, según la definición de Daniel Bell: “Un conjunto de formulaciones organizadas de hechos o ideas que presentan un juicio razonado o un resultado experimental transmitido a otros por un medio de comunicación de forma sistemática”. Ibid., p. 230. 6 La metamorfosis de una información en conocimiento requiere el dominio de competencias cognitivas, críticas y teóricas; y supone un trabajo de amplia reflexión, así como su discusión y verificación en una comunidad específica de saber, como las científicas. No obstante, si el conocimiento no se transforma fácilmente en mercancía, sí es posible mercantilizar la actividad de investigación y subordinar el trabajo científico, como un insumo más, para la producción de bienes de utilidad. Ahora bien, como lo señala el informe prospectivo de la UNESCO Hacia las sociedades del conocimiento (2005)3, “es impensable una sociedad del conocimiento que no esté basada en la libre circulación de los conocimientos —comprendida la circulación entre el Norte y el Sur, sean cuales fueren los obstáculos existentes—, [pero] tampoco cabe pensar en una sociedad exclusivamente basada en una cultura de la gratuidad, porque no hay sociedad sin actividad económica”.4 La información es un bien que sirve para producir muchas otras mercancías (es un bien de capital). Posee características que le confieren el estatus de cualquier otra mercancía en el mercado: se puede almacenar, guardar, empaquetar, distribuir, y desde luego, valorizarse; por eso se puede tener propiedad sobre ella o enajenarla. Lo que se comercia en el mundo actual no sólo son los datos puros, sino los medios, mecanismos o vías de acceso a la información como los “motores de búsqueda” o bases de datos. Por el contrario, el conocimiento5 no se puede transformar fácilmente en mercancía, pues implica un proceso cognitivo mucho más elaborado que el recibir o acaparar información.6 Sin embargo, en muchas ocasiones la producción del conocimiento depende del acceso a fuentes confiables de información. Por otro lado, el conocimiento no es un bien exclusivo: a partir del momento en el que entra en el dominio público, su uso 4 7
no rivaliza con que otros también lo empleen al mismo tiempo. No
expira, sino que se mantiene e incrementa al paso del tiempo, si una comunidad lo preserva y cultiva. El caso de la propiedad intelectual en el ámbito del desarrollo tecnocientífico es uno de los más problemáticos, pues implica un conflicto entre el derecho a la propiedad intelectual y el derecho público a la información y a obtener beneficios del conocimiento tecnocientífico.