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TEMARIO DE
HISTORIA PARA
4º DE ESO:
IES EL TEMPLE (La Malahá)
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES, GEOGRAFÍA E HISTORIA
PROFESOR: Ángel F. de la Chica Cappa
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ÍNDICE
TEMA 1: LOS SIGLOS XV Y XVI. El nacimiento del mundo moderno………………….. 1
TEMA 2: EL SIGLO XVII. La época del Barroco………………………………………… 14
TEMA 2’: EL SIGLO XVIII……………………………………………………………… 19
TEMA 3: LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL…………………………………………… 23
TEMA 4: REVOLUCIONES, LIBERALISMO Y NACIONALISMO…………………. 28
TEMA 5: LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX………………………………………………. 33
TEMA 6: CULTURA Y ARTE EN EL SIGLO XIX……………………………………. 37
TEMA 7: IMPERIALISMO, REVOLUCIÓN RUSA Y 1ª GUERRA MUNDIAL……. 40
TEMA 8: EL PERIODO DE ENTREGUERRAS Y LA 2ª GUERRA MUNDIAL……. 49
TEMA 9: LA MONARQUÍA DE ALFONSO XIII, LA REPÚBLICA Y LA
GUERRA CIVIL………… …………………………………………………. 57
TEM 10: EL RÉGIMEN FRANQUISTA……………………………………………….. 65
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TEMA 1: LOS SIGLOS XV Y XVI: EL NACIMIENTO DEL MUNDO MODERNO
1. NACIMIENTO DEL ESTADO MODERNO. LOS REYES CATÓLICOS
2. DESCUBRIMIENTOS GEOGRÁFICOS
2.1. Causas
2.2. Descubrimientos portugueses
2.3. Descubrimientos de los españoles
2.4. Consecuencias
3. EL IMPERIO ESPAÑOL: CARLOS I Y FELIPE II
4. CONQUISTA, COLONIZACIÓN Y ORGANIZACIÓN DE AMÉRICA
5. REFORMA PROTESTANTE Y CONTRARREFORMA CATÓLICA
6. HUMANISMO Y RENACIMIENTO
1. NACIMIENTO DEL ESTADO MODERNO. LOS REYES CATÓLICOS (1474-1516)
1.1. EL NACIMIENTO DE LOS ESTADOS MODERNOS EN EUROPA
En la Edad Media, la autoridad de los reyes estaba muy limitada por el poder de los nobles
feudales y los derechos de las ciudades. Sin embargo, en la 2ª mitad del siglo XV surgió en
muchos países una nueva forma de organización que se conoce como Estado moderno.
En el Estado moderno, los reyes imponen su autoridad sobre la nobleza y los municipios y
concentran en su persona gran parte del poder, creando así lo que se ha denominado como
monarquías autoritarias. En Francia, los reyes acabaron con la enorme influencia de los duques
de Aquitania, Bretaña y Borgoña. En Inglaterra, los Tudor dominaron a la nobleza y, en España,
la implantación del Estado moderno o monarquía autoritaria ocurrió en la época de los Reyes
Católicos.
1.2. LOS REYES CATÓLICOS
El reinado de los Reyes Católicos es fundamental en la historia de España. Según la tradición,
se considera que fueron ellos quienes pusieron las bases de la nación española
A. La unión de las Coronas y la unidad peninsular
Isabel (hermana del rey de Castilla, Enrique IV) y Fernando (hijo y heredero del rey Juan II de
Aragón) se casaron en 1469. En 1474 muere el rey castellano y se forman dos bandos: el de
Juana, hija del rey, y el de Isabel. A Juana la apoyan Portugal y Francia. A Isabel la apoya
Aragón. Estalla entonces una guerra civil en Castilla entre ambos bandos. En la batalla de Toro
(1476) se impuso el bando isabelino. Doña Juana, que ha pasado a la historia con el
sobrenombre de Juana la Beltraneja, se retiró a un convento.
En 1479 muere el monarca aragonés y Fernando se convierte en el nuevo rey.
La unión de Castilla y Aragón fue de carácter personal o dinástica. Ambos reinos estaban
gobernados por los mismo reyes, pero mantuvieron sus leyes, sus instituciones, sus propias
monedas, etc. (sólo se unificará todo esto en el siglo XVIII).
Tras la unión de Aragón y Castilla, tres reinos peninsulares quedaban fuera del control de los
Reyes Católicos: Granada, Navarra y Portugal.
El reino musulmán de Granada fue conquistado tras una guerra que se inicia con la conquista
de Alhama en 1481 y concluye con la toma de la ciudad de Granada, el 2 de enero de 1492,
tras la rendición de Boabdil. El reino cristiano de Navarra fue anexionado por Fernando en
1512, sin apenas resistencia de ningún tipo. Por últimos, los Reyes intentaron aproximarse a
Portugal con las bodas de dos de sus hijos con príncipes portugueses (con lo que un hipotético
hijo de esos matrimonios habría heredado, además de Castilla y Aragón, Portugal), pero no
obtuvieron resultado.
B. El fortalecimiento del Estado: la monarquía autoritaria
Durante la Edad Media, la nobleza había obtenido un importante poder en Castilla y, sobre
todo, en Aragón. Una de las preocupaciones fundamentales de los Reyes Católicos fue la de
consolidar su poder y disminuir el de la nobleza. Para ello, le quitaron privilegios y trataron de
que aceptaran cargos políticos. Además, crean un ejército permanente de mercenarios que les
libró de depender militarmente de la nobleza feudal.
El Papa concedió a los Reyes Católicos el Patronato Regio; es decir, que se les considera
protectores de la Iglesia y se les legitima para proponer a las personas que han de ocupar los
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principales cargos eclesiásticos (obispos, abades, arzobispos) en España. Esto impide la
independencia de la Iglesia española y da a los reyes un gran poder de influencia sobre ella.
Por otro lado, también trataron de someter a la burguesía de las grandes ciudades castellanas,
para lo que crearon en los ayuntamientos la figura del corregidor, un funcionario real con
amplios poderes. Además, reformaron la justicia y el sistema de impuestos para aumentar los
ingresos de la Hacienda Real1.
C. La política religiosa
Los Reyes Católicos trataron de unificar sus reinos bajo una misma religión, ya que
consideraban que eso daría mayor fuerza y unidad a España. En 1480 introdujeron el Tribunal
de la Inquisición (Santo Oficio), que ya existía en Europa desde hacía dos siglos. Su función era
perseguir los delitos religiosos que cometieran sus súbditos: falsas conversiones de judíos y
musulmanes, brujería, herejía, textos con ideas contrarias a los dogmas de la Iglesia, etc.
Poco después de la conquista de Granada, los reyes decidieron expulsar a toda la población
judía que vivía en España si no se convertía al cristianismo (1492). La mayoría optó por
marcharse. Se calcula que fueron más de 200.000. Para la artesanía y el comercio de las
ciudades castellanas, la expulsión de los judíos fue muy negativa.
En 1502, después de la sublevación de los musulmanes del antiguo reino de Granada2, los
Reyes Católicos ordenaron la conversión forzosa de todos ellos, bajo pena de expulsión. Al
contrario que los judíos, la mayoría de los musulmanes optaron por bautizarse y hacerse
aparentemente cristianos. Desde esa época, a los antiguos musulmanes que se habían
convertido en cristianos se les llamó moriscos.
D. Política exterior
Con los Reyes Católicos, la monarquía española se convierte en una gran potencia en Europa.
El Mediterráneo y el Atlántico fueron los dos escenarios principales de su política exterior.
En el norte de África se conquistaron varias ciudades para defenderse de una posible amenaza
de los turcos o de los piratas musulmanes berberiscos. Así, se ocupó Ceuta, Melilla, Orán, Argel
y otras ciudades. En el sur de Italia, las tropas aragonesas afrontaron dos guerras con Francia
por el control de esta zona. Comandadas por el Gran Capitán (don Gonzalo Fernández de
Córdova), las tropas españolas vencieron en ambas ocasiones, con lo que el sur de Italia,
Cerdeña y Sicilia quedarán bajo control de la monarquía española.
Por último, cabe destacar la ocupación y conquista de las islas Canarias por Castilla, entre 1483
y 1496.
E. Descubrimiento de América
Si todo lo expuesto hasta ahora no es suficiente para considerar el reinado de los Reyes
Católicos como uno de los más decisivos de la historia de España, en 1492, apoyan el viaje de
un marino de incierto origen, Cristóbal Colón, que descubre, bajo bandera de Castilla, un
nuevo continente: América.
2. GRANDES DESCUBRIMIENTOS GEOGRÁFICOS DEL SIGLO XV
En 1492, el descubrimiento de América por Colón afectó profundamente a toda Europa y
marcó el comienzo del mundo moderno.
2.1. CAUSAS DE LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS
Hasta finales del siglo XV, el mundo conocido por los europeos era muy reducido, y se limitaba
a Europa, parte occidental de Asia y norte de África. Su ampliación fue posible por varias
causas:
- La mejora de los instrumentos de navegación (la brújula y las cartas de navegación, para
orientarse; el astrolabio para guiarse de noche por las estrellas) permitió a los barcos navegar
sin tener la costa a la vista. Además, en el sur de España y Portugal se perfeccionaron las
1 Alcabala (10% del valor de todas las compraventas) e impuestos extraordinarios obtenidos
de la Iglesia, los servicios, las Cortes o los préstamos.
2 El motivo de la sublevación de 1499 fue el incumplimiento por los Reyes de los acuerdos de
tolerancia firmados por Boabdil en 1492 y la política de conversiones e intolerancia iniciada
por el cardenal Cisneros.
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embarcaciones, hasta llegar a la carabela, un barco de alta borda y grandes velas adecuado
para adentrarse en el mar con ciertas garantías.
- La difusión de libros como el Imago Mundi3 introdujo la idea de que la Tierra era redonda.
Los marinos más inquietos deseaban viajar para adquirir fama y gloria personal y alcanzar la
riqueza a través de la aventura.
- La caída de la ciudad de Constantinopla en poder de los turcos, en 1453, había cerrado la ruta
tradicional por la que los europeos venían comprando las especias desde hacía siglos,
atravesando Asia por tierra. No había más remedio que tratar de encontrar una ruta marítima
para llegar a las costas de la India y el sur de Asia, donde se adquirían las especias. A esta labor
se aplicaron los marinos portugueses y castellanos.
2.2. LOS DESCUBRIMIENTOS PORTUGUESES
En Portugal, durante el siglo XV –especialmente en la época del infante Enrique el Navegante-
se impulsaron los viajes de exploración a lo largo de la costa atlántica de África. El objetivo era
abrir una nueva ruta hacia la India bordeando África en barco, aunque se tardó casi un siglo en
lograrlo.
En sucesivas expediciones, los marinos portugueses van llegando cada vez más abajo hasta
que, en 1487, Bartolomé Díaz descubre el extremo sur de África, el cabo de Buena Esperanza.
Finalmente, en 1498, Vasco da Gama consiguió llegar hasta la India navegando por la costa
africana. Se abrió así una nueva ruta marítima, controlada por los portugueses, que desde
entonces pasaron a monopolizar la adquisición de especias en Asia y su posterior venta en
Europa.
A lo largo de toda la ruta, por la costa africana y asiática, Portugal creó un imperio marítimo
defendido por fortalezas costeras, como Goa, en la India, y Macao, en China; desde ellas los
portugueses comerciaban con las tierras del interior, consiguiendo oro y esclavos en África y
es-pecias en la India.
2.3. LOS DESCUBRIMIENTOS DE LOS ESPAÑOLES
1. Descubrimiento de América por Colón
Frente a la ruta portuguesa hacia la India y China por África, había otra alternativa basada en la
convicción de la redondez de la Tierra: adentrarse en el Atlántico y navegar rumbo al oeste.
Era mucho más arriesgado, porque suponía perder de vista la costa durante casi toda la
travesía.
En 1482, Cristóbal Colón expone al rey de Portugal su proyecto de llegar a la India por el oeste.
Según él, la ruta del oeste era más corta que la del este, pero, siguiendo al matemático
florentino Toscanelli, calculó que la circunferencia terrestre era un 25 % más pequeña de lo
que realmente es. Por eso, estimó que la distancia entre Canarias y Cipango (Japón) era de
4450 kilómetros, cuando en realidad es de 19600. Por supuesto, también ignoraba, como
todos sus contemporáneos, que un nuevo continente se interponía entre Europa y Asia.
Rechazado su proyecto por los portugueses, que ya estaban a punto de lograr su objetivo por
la ruta africana, Colón marcha a España y pone todo su empeño en convencer a los Reyes
Católicos. Aunque los científicos de la Corte no niegan la posibilidad teórica del proyecto, lo
que sí discuten es la distancia y la duración real del viaje.
A pesar de ello, los Reyes Católicos firman con Colón las Capitulaciones de Santa Fe4 en 1492.
Con el concurso de los armadores de Cádiz y la financiación de la Corona y varios banqueros,
salen el 3 de agosto del puerto onubense de Palos una nao, la Santa María, y dos carabelas, la
Pinta y la Niña. El 12 de octubre de 1492 desembarcan en la isla de Guanahaní, que Colón
denominó San Salvador, en el archipiélago de las Bahamas. Antes de regresar a dar cuenta del
descubrimiento a los Reyes, se interesó por las posibles riquezas y reconoció las islas de Cuba y
Santo Domingo, bautizando a esta última con el nombre de "La Española".
3 Imago Mundi. Obra escrita por el cardenal Pierre D'Aylli en 1410, en la que se intuía la
redondez de la Tierra y se daban sus medidas aproximadas. Colón poseyó un ejemplar que
anotó cuidadosamente.
4 Las Capitulaciones son el acuerdo que firman los Reyes y Colón sobre las condiciones de ese
viaje, Colón es nombrado Almirante de la Mar Océana y virrey de todas las tierras que se
conquistaran. Además, él y sus descendientes recibirían un diez por ciento de todo lo que se
obtuviera de las tierras que él pudiera descubrir.
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Colón realizó tres viajes más a América (1493-1496, 1498-1500 y 1502-1504). Siempre creyó
haber llegado a las Indias y muere en 1506 pensando aún que las nuevas tierras por él
descubiertas eran sólo un archipiélago que formaba parte de Asia.
2. Viajes menores y vuelta al mundo de Magallanes-Elcano
Se llaman viajes menores a las expediciones de exploración realizadas por otros descubridores,
al servicio de Castilla, durante los primeros años del siglo XVI. En uno de ellos, Núñez de Balboa
atravesó el istmo de Panamá en 1513 y descubrió el océano Pacífico, confirmando que
América era otro continente. Al principio, estas tierras fueron llamadas las Indias. Sin embargo,
finalmente se le dio el nombre de América en honor al italiano Américo Vespucio, uno de los
primeros navegantes en recorrerla y en percatarse, al parecer, de que se trataba de un nuevo
continente.
- La vuelta al mundo de Magallanes y Elcano. En 1519, la Corona española organizó una
expedición cuyo objetivo era encontrar un paso marítimo que comunicara el océano Atlántico
con el Pacífico y permitiera llegar a las islas de las Especias (actual Indonesia). Cinco barcos,
con 265 hombres, salieron de Sevilla, al mando del marino portugués Fernando de Magallanes.
Atravesaron el Atlántico y recorrieron la costa de América del sur hasta el estuario de la Plata.
A partir de ahí, todo resultaba desconocido. Navegaron más hacia el sur, en busca de un paso
que les permitiera alcanzar por barco el océano Pacífico. Al encontrarlo, lo bautizaron con el
nombre de “estrecho de Magallanes”. Aquí, dos de las cinco naves se perdieron. Las otras tres
entraron en el océano que ellos llamaron “Pacífico”, por la quietud de sus aguas (hasta
entonces se le llamaba Mar del Sur). Tras una larga y penosa travesía de varios meses, llegaron
a las islas Marianas, que ellos llamaron las islas de los Ladrones. Después alcanzaron el
archipiélago de las Filipinas, donde Magallanes murió en un combate con los indígenas del
lugar. Toma entonces el mando su capitán, Juan Sebastián Elcano. Las abundantes bajas
obligan a quemar una de las naves y a desechar la otra. Finalmente, sólo la Victoria pudo
continuar viaje. Tras recorrer el sur de Asia y bordear la costa africana, el 7 de octubre de 1522
–tres años y un mes después- entraba el último barco superviviente en el puerto de Sanlúcar
de Barrameda, con 18 hombres agotados y enfermos. Con este viaje, Magallanes y Elcano
demostraron definitivamente que la Tierra era redonda y que su diámetro era mucho mayor
que el imaginado por Colón, por lo que no resultaba viable viajar a Asia por el oeste.
2.4. LAS CONSECUENCIAS DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA
El descubrimiento de nuevas tierras más allá del océano tuvo un gran impacto inmediato en
toda Europa. Portugal y Castilla alcanzaron un acuerdo sobre sus respectivas zonas de
influencia con el Tratado de Tordesillas (1494), a consecuencia del cual los portugueses se
establecieron en Brasil. Los Reyes Católicos concedieron "licencia para descubrir" a otros
marinos que exploraron las costas americanas. Las sociedades europea y americana notaron
pronto el impacto de su encuentro en todos los aspectos.
- Consecuencias en América. Españoles y portugueses llevaron enfermedades desconocidas
para las que los indígenas carecían de defensa. Esto, junto con la dureza del trabajo en campos
y minas que les impusieron los colonizadores, y las bajas en las guerras, provocó una
mortandad sin precedentes y dejó muy reducida a la población aborigen. Muy pronto, los
indios fueron sustituidos por esclavos negros africanos en campos y minas.
El impacto cultural no fue menos importante. Se introdujeron nuevas lenguas (español,
portugués y, más tarde, inglés y francés), el uso del hierro, las armas de fuego, barcos
modernos, la imprenta y otras nuevas tecnologías europeas. Los españoles introdujeron en
América el trigo, el ganado vacuno y ovino, la vid y los caballos. Además, Los misioneros
franciscanos y dominicos llevaron el catolicismo a los indios y España fundó universidades en
Lima y México.
- Consecuencias en Europa. Las consecuencias económicas fueron impresionantes. El oro y la
plata americanos estimularon el comercio mundial, y el centro de gravedad de la economía
europea se trasladó desde el Mediterráneo al Atlántico. Las nuevas plantas y productos
procedentes de América (patata, tomate, maíz, tabaco, cacao, etc.) repercutieron en la
agricultura, en la alimentación y en los hábitos de consumo de los europeos.
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3. EL IMPERIO ESPAÑOL: CARLOS I Y FELIPE II
En el siglo XVI, Carlos I y Felipe II convirtieron a España en la principal potencia política y militar
en Europa, ampliando sus posesiones en todo el mundo.
El Imperio de Carlos I y Felipe II estaba formado por varios reinos, cada uno de los cuales tenía
sus leyes y costumbres. El rey se ocupaba del gobierno, de la política exterior, del ejército, de
la justicia, de la recaudación de impuestos y de administrar esos recursos. En cada territorio o
reino había un virrey o gobernador que representaba al rey y gobernaba en su nombre. Pero
para cobrar nuevos impuestos, los reyes necesitaban el acuerdo de los parlamentos de cada
territorio que formaba parte de la monarquía española. Castilla fue el reino más importante de
la Monarquía Hispánica. De él procedía la mayoría del dinero.
Carlos I fue un rey viajero que acudía personalmente a las zonas problemáticas, por lo que la
Corte era itinerante. Por contra, Felipe II apenas salió de España y fijó su residencia en Madrid,
a la que convirtió en capital de la monarquía.
3.1. CARLOS I (1516-1556)
A los Reyes Católicos les sucedió en el trono su nieto Carlos, hijo de Juana la Loca y Felipe el
Hermoso. Carlos había nacido en Gante (Bélgica). Con él llega a España una nueva dinastía, la
casa de Austria o de Habsburgo. Carlos I heredó un imperio inmenso.
Lo más destacado de su personalidad es la gran religiosidad, junto a su gran iniciativa personal.
Su gran vocación fue ser soldado. Sin embargo, como gobernante comprende que necesita la
paz y la busca sinceramente, al tiempo que intenta gobernar con justicia sus reinos. Como en
cualquier caballero, la honra, la reputación y el cumplimiento de la palabra dada son
esenciales. Fue un hombre cosmopolita y viajero, que hablaba perfectamente francés, italiano
y español y se defendía muy bien en alemán.
De sus abuelos maternos, los Reyes Católicos, heredó: Castilla, Aragón y las posesiones en el
sur de Italia, varias ciudades norte de África y América.
De sus abuelos paternos heredó el ducado de Austria, Borgoña (pequeño reino en el este de
Francia), los Países Bajos y los derechos a la corona de emperador alemán.
Tras convertirse en rey de Castilla y Aragón, en 1519 Carlos fue también elegido emperador de
Alemania. Este título era más honorífico que real, porque en aquella época cada uno de los
numerosísimos reinos en que estaba dividida Alemania actuaba con plena libertad y tenía su
propio príncipe o gobernante y el emperador no podía tomar ninguna decisión sin la
aprobación de la asamblea de príncipes (Dieta).
Política interior: Carlos I tuvo al menos dos serios problemas:
a) Al principio, fue rechazado en Castilla por ser extranjero (no conocía el castellano) y llegar
rodeado de consejeros flamencos (belgas y holandeses). Por eso se produjo la revolución de
las Comunidades en el año 1520. Consistió en una sublevación militar de la mayoría de las
ciudades castellanas (Toledo, Burgos, Valladolid). Los comuneros intentaron recuperar a Juana
como reina, pero finalmente fueron derrotados por las tropas reales.
b) En esta misma época hubo otro levantamiento en la ciudad de Valencia, de los campesinos y
artesanos contra los nobles feudales. Esta sublevación, la de las Germanías, también fue
aplastada.
Política exterior: Carlos I fue el hombre más poderoso de su tiempo.
Tres fueron los principales problemas que tuvo Carlos I en su política:
a) Las guerras con Francia. Carlos tuvo cuatro guerras con Francia, que se desarrollan en
territorio italiano. Las dos primeras le fueron muy favorables. La última termina en 1544, con
los dos países agotados y con la firma del tratado de Cateau-Cambresis.
b) La amenaza turca. Los turcos fueron una amenaza permanente para los barcos españoles en
el Mediterráneo. Contaban, además, con la peligrosa alianza de los piratas argelinos y
tunecinos. Pero la principal amenaza turca en esta época fue su avance terrestre por el centro
de Europa. Llegaron a sitiar la ciudad de Viena, pero Carlos acudió con su ejército y salvó la
situación.
c) La expansión del luteranismo. La aparición en Alemania de la doctrina protestante supuso la
ruptura del cristianismo alemán con el Papa. Carlos V, defensor del catolicismo, trató de llegar
a un acuerdo con los teólogos protestantes y con los príncipes alemanes que los apoyaban. Al
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posible, estalló la guerra, en 1529, entre el emperador y los príncipes católicos alemanes, por
un lado; y los príncipes protestantes, por otro. Aunque derrotó a los protestantes en la batalla
de Mühlberg (1547), finalmente, en 1555, al término de su reinado, tuvo que firmar con los
protestantes la paz de Augsburgo. Por ella, Carlos acepta que cada príncipe alemán elija la
religión de su reino.
Finalmente, cansado de guerras y conflictos, Carlos I abdica, en 1556, a favor de su hijo Felipe.
Él se retirará al monasterio extremeño de Yuste, donde morirá dos años después.
3.2. FELIPE II (1556-1598)
Felipe II era hijo de Carlos I. Heredó de su padre todos los territorios de la corona española
(Castilla, Aragón, plazas del norte de África, Sicilia, sur de Italia y territorios americanos) y los
Países Bajos. El título imperial alemán y el ducado de Austria no fueron a sus manos, sino a las
de su tío Fernando.
Pese a todo, el imperio español alcanzó, en tiempos de Felipe II, su máxima extensión. La
figura histórica del rey es muy controvertida. Los historiadores europeos, sobre todo
británicos, han difundido durante mucho tiempo una especie de leyenda negra del rey que
estudios más recientes demuestran que, como mínimo, es parcial y poco objetiva.
Felipe II decidió designar a Madrid como capital permanente de su inmenso imperio, debido a
su buena situación geográfica, en el centro de la Península. También mandó construir en sus
cercanías un lugar que sirviera como sede de su gobierno. Por eso se construyó el palacio-
monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Política interior. Felipe II luchó de forma contundente por mantener la unidad católica en su
Imperio. En España, reprimió con dureza algunos focos protestantes que aparecieron en Sevilla
y Valladolid. También se impuso la censura, se hizo un listado de libros prohibidos y se impidió
a los españoles ir a estudiar a otras universidades europeas para evitar que se "contagiaran" y
propagaran luego las ideas protestantes.
Los dos problemas más importantes de su política interior fueron:
a) La cuestión morisca. Los moriscos (musulmanes convertidos al cristianismo, por la fuerza, en
época de los Reyes Católicos) eran una minoría poco integrada socialmente. En 1567, un edicto
del rey les prohíbe usar sus vestimentas y practicar algunas costumbres. Los moriscos
responden sublevándose en las Alpujarras, al mando de un noble granadino que se rebautizó
con el nombre de Aben Humeya. Finalmente, los moriscos granadinos fueron derrotados y se
les dispersó por Extremadura, Galicia y Castilla. Las Alpujarras fueron repobladas con población
cristiana procedente, sobre todo, de Castilla.
b) El proceso de Antonio Pérez. Éste era secretario personal de Felipe II. Al ser acusado de
asesinato, huyó a Zaragoza y pidió refugio a las instituciones del reino de Aragón. Felipe II
respondió entrando con su ejército en el reino y condenando a muerte al Justicia Mayor de
Aragón, por proteger a Antonio Pérez. Finalmente, Pérez huyó a Francia y desde allí se dedicó
a escribir toda una leyenda negra sobre el rey.
Política exterior. Los dos objetivos de la política exterior de Felipe II fueron: mantener la
hegemonía española y favorecer la causa católica frente a la herejía protestante. Cuatro fueron
los principales asuntos que hubo de enfrentar su política exterior:
a) La anexión de Portugal. En 1580, al morir sin heredero el rey de Portugal, Felipe II, que era
su pariente más cercano, heredó la corona portuguesa. Se cumple así el viejo sueño de los
Reyes Católicos de unificar toda la Península. Sin embargo, esta unión sólo durará 60 años
(hasta el reinado de Felipe IV).
b) La sublevación de los Países Bajos (1568). Los Países Bajos se rebelaron contra el rey por el
aumento de los impuestos y por la oposición de los protestantes holandeses a ser regidos por
un rey extranjero y católico. Felipe II intentó someterlos unas veces por la vía diplomática y
otras por la vía militar, pero ninguna sirvió. Finalmente, Bélgica aceptó seguir unida a España,
pero Holanda se separó, aunque el rey español se negó a reconocer su independencia, por lo
que la guerra continuó.
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c) El enfrentamiento con los turcos en el Mediterráneo. El control del mar Mediterráneo era
muy importante en el siglo XVI, y los españoles y los turcos se enfrentaron por él. En 1571, las
dos escuadras se enfrentan en el golfo de Lepanto (Grecia) y la victoria del bando cristiano
(España, Venecia y el Papado) fue casi total. Sin embargo, las desavenencias entre los
vencedores hicieron que no se sacara todo el fruto posible de la victoria y se permitió a los
turcos recuperarse en pocos años, aunque ya no volvieron a ser una amenaza tan grande como
lo habían sido hasta entonces.
d) El fracaso del intento de invasión de Inglaterra (1588). Ante las guerras civiles que vivió
Francia en esta época, Inglaterra se convirtió en el mayor enemigo de Felipe II. El principal
motivo de enfrentamiento era el apoyo de la reina de Inglaterra, Isabel I, a los barcos piratas
ingleses (sobre todo Draque), que asaltaban a las flotas españolas que volvían de América
cargadas de oro y plata. Felipe II mandó construir una gran armada para invadir Inglaterra.
Durante el verano, la Armada española cruzó el canal de la Mancha, pero no pudo
desembarcar en Inglaterra por las tempestades y el hostigamiento de los buques ingleses. Al
final, la flota española tuvo que regresar sin haber logrado su objetivo y con graves pérdidas.
Los ingleses bautizaron a aquella flota española, de forma irónica, como la Armada Invencible.
El desastre de la Armada Invencible provocó una fuerte crisis económica a la Corona española.
Las enormes deudas provocadas por los gastos en tantas guerras obligaron al rey a declarar la
bancarrota de la Hacienda español al final de su reinado. Esto supone el punto de arranque de
la grave decadencia que sufre el país en el siglo XVII. El reinado de Felipe II, tan triunfal en
muchos aspectos, se cierra con un fracaso que marca el comienzo del fin de la supremacía
política española en el mundo.
4.CONQUISTA, COLONIZACIÓN Y ORGANIZACIÓN DE AMÉRICA
4.1. Situación de América antes de la llegada de los españoles
América es un continente inmenso. Representa un tercio de las tierras emergidas. Sólo Asia le
supera en extensión. ¿Cómo explica entonces que hasta 1.492 fuera un continente
desconocido para los europeos? Por un lado, por su verticalidad y su estrechez. Además, está
separada del Viejo Mundo por dos formidables océanos, el Atlántico y el Pacífico. Al mismo
tiempo, lo alargado de América hace que exista una enorme variedad climática y de
vegetación, lo que dificulta no sólo los contactos con el exterior, sino incluso la comunicación
interna entre sus distintas regiones.
En cualquier caso, su aislamiento le impidió importar descubrimientos hechos en otras zonas
del mundo, por lo que, en el siglo XV, América estaba bastante retrasada tecnológicamente
respecto a Europa y a Asia.
En la conquista, los españoles se encontraron habitualmente sólo con tribus primitivas, con
tecnologías y formas de vida propias de la Prehistoria. Sólo en Méjico y Perú encontraron dos
imperios avanzados: el azteca y el inca. Ambas culturas practicaban una agricultura avanzada y
usaban metales, pero no conocían el hierro, las armas de acero ni de fuego. No construían
barcos o carros ni usaban animales de carga (caballos o burros) ni la moneda. Por el contrario,
poseían escritura, calendario y una hermosa arquitectura religiosa hecha en piedra, que
recuerda a las pirámides egipcias.
Las civilizaciones americanas más desarrolladas que existieron antes de la llegada de Colón
fueron tres:
1º.- Los mayas. Se extendieron por el sur de Méjico y gran parte de Centroamérica entre los
siglos V y XV, pero a la llegada de los españoles su civilización ya se había extinguido algunos
años antes, por razones aún desconocidas. Tuvieron grandes conocimientos de astronomía y
matemáticas y un sistema de escritura de tipo jeroglífico. Construyeron hermosos templos y
palacios de piedra, algunos de los cuales aún se conservan (en la península del Yucatán).
2º.- En Méjico, los españoles encontraron el imperio azteca. Los aztecas habían venido del
norte en el siglo XIV y habían sometido a los otros pueblos por la fuerza de las armas. El poder
político y religioso estaba en manos de un emperador. La agricultura y el comercio estaban
muy desarrollados y había importantes ciudades. Como los mayas, los aztecas levantaron
grandes templos de piedra en forma de pirámide escalonada.
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3º.- En el Perú, el imperio de los incas era muy poderoso. Se extendía desde el actual Ecuador
hasta el sur de Chile. Tenía en torno 12 millones de habitantes. Los incas vivían básicamente de
la agricultura del maíz y estaban gobernados por un emperador que era considerado como un
dios (hijo del Sol) y recibía el nombre de Inca. En medio de la cordillera de los Andes, los incas
construyeron impresionantes fortalezas de piedra como Machu Picchu (situada a 2.438 metros
sobre el nivel del mar).
4.2. Conquista de América
La conquista de casi toda América por los españoles es una hazaña histórica increíble. Unos
pocos centenares de hombres conquistaron, en unos pocos años, un continente inmenso,
lleno de selvas, montañas y ríos enormemente grandes y caudalosos.
La rápida ocupación de los territorios americanos por los españoles fue debida a diversas
circunstancias:
- La debilidad interna por la que atravesaban en esos años los únicos dos imperios
precolombinos, aztecas e incas.
- La superioridad de las armas españolas, pues conocían las armas de fuego (un pequeño
cañón llamado culebrina), que aunque de escasas posibilidades, resultaron muy eficaces,
porque el indígena se asustaba por el humo y el ruido, considerándolas algo diabólico. El
caballo también facilitó penetrar en territorios desconocidos y mantener las comunicaciones.
Al principio tuvo valor guerrero, porque los indios creían que jinete y montura formaban una
sola pieza, y de ahí su estupor cuando le veían descomponerse en dos.
- El apoyo de los propios indios, pues se explotaron las diferencias entre los distintos pueblos,
consiguiendo apoyos que facilitaron la conquista española.
- El carácter emprendedor de los conquistadores. Eran gente de origen humilde, nobles de
segunda categoría o simples campesinos. En algunos casos carecían de toda preparación
cultural, pero habían arriesgado sus vidas y su patrimonio por embarcarse en las expediciones
de conquista de América, por lo que para muchos fracasar era quedar en la miseria y sin
honor. La mayoría de los conquistadores, como Hernán Cortés o Pizarro, eran de origen
extremeño.
Cada expedición de conquista era una empresa en la que el capitán y sus soldados firmaban
una “capitulación” con el rey, en que se especificaba el reparto de los beneficios futuros. El
botín se repartía así: una quinta parte para el rey, una séptima para el capitán y el resto se
repartía proporcionalmente entre los hombres, según lo que habían aportado (armas, caballos,
dinero...).
La conquista de América se produjo en cuatro fases:
1º. Entre 1511 y 1518, los españoles se dedicaron a la conquista de todas las grandes islas del
Caribe (Cuba, San Salvador o Haití).
2º La conquista del Méjico azteca (1519-1522). Hernán Cortés organizó una expedición que
salió de Cuba en 1519 y llegó unos días después a la costa de Méjico, donde fundó la ciudad de
Veracruz, que le sirvió de base de operaciones. Desde ahí, sus avances hacia el interior del
imperio azteca fueron inicialmente lentos, pero pronto supo ganarse el apoyo de algunos
pueblos sometidos por los aztecas, que le apoyaron. Invadió entonces la meseta de Méjico
(Anahuac), ocupando la capital y apoderándose de sus enormes riquezas en oro y sometiendo
al emperador Moctezuma. Poco después, aprovechando la ausencia de Cortés, los aztecas se
sublevaron, obligando a los españoles a huir (la Noche Triste). Pero Hernán Cortés sometió
definitivamente a los aztecas con su victoria en la batalla de Otumba (1522). Desde entonces,
todo el imperio azteca quedó incorporado al imperio español. Desde ahí partieron
expediciones hacia el sur, que dominaron la península del Yucatán y las actuales Guatemala y
Honduras.
3º La conquista del Perú inca (1531-1534). Después de fracasar en un primer intento, el
extremeño Francisco Pizarro, junto a Diego de Almagro, organizaron una expedición en 1531,
con objeto de conquistar el Imperio inca (actual Perú, Ecuador y parte de Bolivia). Desde la
costa atlántica, 101 soldados a pie y 62 jinetes ascendieron y cruzaron la enorme cordillera de
los Andes y entraron en la ciudad de Cajamarca. Como Cortés, Pizarro supuso aprovechar el
enfrentamiento entre el emperador Atahualpa y su hermano Huáscar. Atahualpa asesinó a su
hermano, lo que permitió a los españoles condenarlo a muerte y posteriormente ejecutarlo.
Así los españoles pudieron tomar
11
Cuzco, la capital de los incas. Terminada la conquista, Pizarro y Almagro se enfrentaron por el
reparto del inmenso botín robado a los incas, lo que desembocó en una sangrienta guerra civil
entre los españoles, que no concluyó hasta la llegada de un enviado real.
4º Otras conquistas. En la década de 1530, Cabeza de Vaca exploró Florida, Texas y California,
en Norteamérica. En el sur, Pedro de Valdivia conquistó Chile, Orellana recorrió el río
Amazonas y Juan de Garay fundó la ciudad de Buenos Aires (Argentina).
Por último, en Asia fueron conquistadas las islas Filipinas por Legazpi y Urdaneta, que las
bautizaron con ese nombre en honor al infante Felipe, hijo de Carlos I y futuro rey de las
Españas.
4.3. Colonización y explotación de América
Los territorios conquistados en América fueron incorporados a la Corona de Castilla, que había
financiado el descubrimiento y que controló luego la colonización. Inmediatamente se
introdujeron en América la lengua, la cultura, la religión y las leyes de Castilla. Junto a los
colonizadores, muy pronto llegaron un gran número de clérigos encargados de evangelizar a
los indígenas, así como funcionarios reales dedicados a organizar los nuevos territorios.
La América española, que comprendía casi todas las tierras desde Méjico a Chile (excepto
Brasil), se dividió en dos territorios: el Virreinato de Nueva España (México, Centroamérica y
Caribe) y el de Perú (todo el sur de América). Al frente de cada uno estaba un virrey, que
representaba al rey español en América. A su vez, cada virreinato se dividía en provincias,
dirigidas por gobernadores. También se fundaron numerosas ciudades y en algunas se crearon
las Audiencias, que eran los tribunales de justicia que debían resolver los problemas legales en
cada provincia.
En España, el rey creó en su corte un grupo de asesores que debía aconsejarle en la toma de
decisiones, nombramiento de cargos y en la redacción de las leyes que debían regir en
América. Se le llamó el Consejo de Indias.
Además, en Sevilla, ciudad desde la que debían salir todos los barcos que iban a América, se
creó otro organismo, la Casa de Contratación. Su misión era organizar y controlar el transporte
de mercancías y pasajeros y garantizar el cobro del quinto real (20 % de todas las riquezas
traídas de América y de todas las operaciones comerciales) para la Corona.
América supuso una enorme fuente de ingresos para Castilla y para la Corona. El principal
recurso obtenido fue el oro y, sobre todo, la plata, procedente de las minas de Méjico
(Zacatecas) y Perú (Potosí). Las minas se arrendaban a particulares que debían pagar a la
Corona la quinta parte de todo el oro y la plata obtenidos. Las condiciones del trabajo de los
indígenas en las minas eran durísimas. En el campo se crearon enormes haciendas propiedad
de los españoles y sus descendientes, en las que trabajaban también los indígenas como mano
de obra.
De América se importaba oro y plata, pero también maíz y cacao. Por el contrario, Castilla
exportaba a América trigo, ganado vacuno y ovino, vid, caballos y armas. Para protegerse de
los ataques de los piratas ingleses y holandeses, los barcos se agrupaban en flotas que tenían a
Sevilla como lugar de salida y llegada.
El poder en América lo ejercían los españoles que, nombrados por el rey, llegaban desde la
Península para ejercer los principales cargos. También eran poderosos los criollos, que eran los
descendientes de los colonizadores españoles. Además había una amplia población mestiza,
formada por hijos de indígenas y españoles. En las zonas donde la población nativa era escasa
fueron introducidos esclavos negros traídos de África. No obstante, la mayoría de la población
seguía siendo la originaria, los amerindios, agrupados en etnias muy diversas.
5. REFORMA PROTESTANTE Y CONTRARREFORMA CATÓLICA
5.1. Reforma protestante
Desde mediados del siglo XV existía un malestar en amplias capas de la sociedad europea por
el rumbo que había tomado la Iglesia. Entre los motivos del descontento cabe citar: el lujo con
el que vivían obispos, cardenales y abades; la escasa cultura y el comportamiento inmoral de
muchos miembros del clero, la compra y venta de cargos en la Iglesia con el único objetivo de
ganar dinero,
12
etc. Algunos intelectuales, como Erasmo de Rotterdam, habían criticado los abusos y habían
defendido la vuelta a una religiosidad más íntima, basada en la lectura de la Biblia y en su
vivencia personal.
Sin embargo, la causa final de la división de la Iglesia fue la orden del papa León X de poner a la
venta indulgencias para sufragar la construcción de la nueva iglesia de San Pedro del Vaticano.
La indulgencia era un documento que se compraba a la Iglesia, a cambio de dinero, y que
garantizaba el perdón de ciertos pecados y de ciertos días de purgatorio al comprador.
Luteranismo
Martín Lutero (1483-1546) era un fraile agustino alemán que daba clases como profesor en la
universidad de Wittenberg. En 1517 publicó en la puerta de la iglesia de Wittemberg un escrito
con 95 tesis contra las indulgencias. Esto ocasionó discusiones, en medio de las cuales Lutero
negó la autoridad del Papa. Finalmente, la bula “Exurge Domine” le excomulga de la Iglesia.
Desde entonces, va estructurando su doctrina, para la que encontrará apoyos en los nobles
alemanes, que deseaban hacerse con las propiedades de la Iglesia y reforzar su autoridad
frente al emperador Carlos V y al Papa.
La base de su doctrina es la justificación por la fe. Como el pecado original corrompe al hombre
y éste es incapaz de resistirse por sí mismo al mal, Lutero afirma que el hombre no se salvará
por las buenas obras, sino sólo por la fe en Cristo. Además, defiende que cada creyente debe
leer la Biblia en su propio idioma y que puede interpretarla, cada uno, de forma libre. Los
sacramentos quedan reducidos a dos: bautismo y eucaristía. Suprime el culto a la Virgen, a los
Santos y la creencia en el Purgatorio. Elimina todo lujo en los templos, con lo que desaparecen
las imágenes, la liturgia se simplifica al máximo y se introduce la lengua del pueblo, el alemán,
cuya primera traducción realiza él mismo. Quedan suprimidos la jerarquía eclesiástica (obispos
y cardenales) y el celibato.
La doctrina luterana se extendió se extendió rápidamente por toda Alemania, especialmente
por los estados del norte; Suecia, Dinamarca, Noruega, Países Bajos, Inglaterra y Suiza.
Calvinismo
Es otra doctrina protestante que nació en Suiza de la mano de Juan Calvino. Más radical aún,
considera que sólo se salvarán del Infierno algunos predestinados por Dios desde los orígenes
del mundo, mientras los demás serán condenados. Una fe muy intensa, una vida piadosa y
austera, de trabajo; una moral muy rígida, en lucha constante con la tentación, es el signo de
haber sido señalado por el dedo de Dios.
Durante veinte años, Calvino convirtió a Ginebra en una especie de laboratorio práctico de sus
ideas, convirtiéndose en un dictador severo. Sus oponentes son condenadores a muerte, entre
ellos el médico español Miguel Servet. Calvino también mantiene sólo dos sacramentos
(bautismo y comunión, aunque considera que la presencia de Cristo es sólo en espíritu).
Suprime la jerarquía y convierte a los sacerdotes en “pastores”, guías del pueblo predestinado.
El calvinismo tuvo una fuerza mayor que el luteranismo, extendiéndose muy rápidamente no
sólo por Suiza, sino por los Países Bajos, Alemania occidental, Escocia y Francia.
Anglicanismo
Surgió en Inglaterra por una decisión personal del rey Enrique VIII (1509-1547), cuando el Papa
no le concedió la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón, hija de los Reyes
Católicos. Rompió las relaciones con Roma y se casó con una dama de la corte, Ana Bolena. En
1534, el rey promulgó el Acta de Supremacía, que lo convertía en jefe de la iglesia en
Inglaterra, con capacidad para decidir en cuestiones de disciplina y de dogma. Un régimen de
terror se impuso a los que no apoyaban la postura del rey. El “estatuto de los seis artículos”
fijaba la doctrina, que en el fondo no difería de la Católica, salvo en la sustitución del Papa por
el Rey.
Después de Enrique VIII reinaron tres hijos suyos y el anglicanismo se consolidó, aunque se
introdujeron doctrinas intermedias entre el luteranismo y el catolicismo. Tanto los católicos
como los calvinistas (llamados puritanos en Inglaterra) fueron perseguidos para establecer una
unidad religiosa y política.
5.2. Contrarreforma católica
1. La renovación religiosa y la Compañía de Jesús
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La rápida extensión de las distintas corrientes protestantes llevó a la Iglesia a seguir un doble
camino: reformar interior de la propia Iglesia y persecución de los protestantes. Para ello, se
restableció el tribunal de la Inquisición en algunos países. Los sospechosos de herejía eran
sometidos a un juicio, llamado auto de fe, en el que los condenados debían rechazar
públicamente sus creencias, pues de no hacerlo podían ser condenados a la hoguera. También
se creó la Congregación del Índice, que se encargaba de publicar una lista de libros contrarios a
la doctrina católica, cuya lectura estaba prohibida a los creyentes.
También se trató de dar un nuevo impulso a ciertas órdenes religiosas, como franciscanos y
carmelitas, que debían de combatir las ideas protestantes. Pero fue una orden nueva la que
llevó el peso de la Reforma Católica: la Compañía de Jesús. Fundada por el español Ignacio de
Loyola, a los votos tradicionales de pobreza, pureza y obediencia, la Compañía hace uno
especial de obediencia al Papa. Muy pronto se convirtió en la asistencia más fuerte con que
pudo contar el Papa. En 1540 había sido aprobada definitivamente y cuando seis años después
murió San Ignacio, contaba con mil miembros, que habían aumentado notablemente a fines de
siglo. Desde el primer momento realizaron una obra importante: lucha dialéctica contra el
protestantismo, enseñanza, especialmente de las clases privilegiadas; y labor misionera en
otros continentes, destacando las misiones de Brasil y Paraguay y la labor personal de San
Francisco Javier en Extremo Oriente. Varios miembros de la Compañía tuvieron también un
papel importante en el Concilio: Laínez y Salmerón.
2. Concilio de Trento (1543-1563)
La convocatoria de un concilio que resolviera el grave problema de la escisión religiosa fue
largo tiempo retrasada por los Papas. Finalmente se convocó en la ciudad italiano de Trento.
Sin embargo, cuando se inició, en 1545, ya era demasiado tarde para atajar el desarrollo del
luteranismo. Fue una asamblea gigantesca, que celebró 25 sesiones en tres periodos, que
corresponden a tres pontificados diferentes: Paulo III (1545-1548), Julio III (1551-1552) y Pío IV
(1562-1563).
Las principales decisiones del Concilio fueron:
- Se reafirman los dogmas católicos tradicionales frente al protestantismo. Se insiste en el valor
de las buenas obras, la presencia real de Cristo en la Eucaristía, el culto a la Virgen y a los
santos, la existencia del purgatorio y la confirmación de los siete sacramentos. Frente al libre
examen, se establece como texto bíblico único la versión de San Jerónimo, conocida como
Vulgata; y la Iglesia se reserva el verdadero magisterio; es decir, la interpretación correcta. Se
reafirma el uso del latín como lengua eclesiástica y el celibato del clero.
- Desde el punto de vista de la disciplina, se obliga a los obispos y abades a residir en sus
diócesis y abadías, lo que significa la supresión de la acumulación de cargos; se crean los
seminarios para la instrucción de los futuros sacerdotes; y se reafirma la autoridad absoluta
del Papa dentro de la Iglesia. Es interesante la decisión de llevar libros-registro de nacimientos,
matrimonios y defunciones.
Las repercusiones de Trento fueron inmediatas. Frenó la expansión del protestantismo, elevó
la preparación del clero y se frenaron los abusos. Como reacción contra la simplicidad luterana
del culto, se creyó conveniente cierta solemnidad en la liturgia. Así surgió el arte Barroco. Las
inmaculadas, tema de la pintura del siglo XVII, se convirtieron en asunto predilecto de algunos
artistas barrocos, al reafirmar el concilio el culto a la Virgen. Trento es, sin duda, una etapa
clave en la historia de la Iglesia.
6. RENACIMIENTO Y HUMANISMO
6.1. Humanismo: cultura y ciencia
En los siglos XV y XVI se producen en la sociedad europea un conjunto de cambios de todo tipo
–políticos, económicos, sociales, culturales y religiosos- , que provocan en buena parte de los
contemporáneos la sensación de que estaban rompiendo con el pasado e iniciando la
construcción de un mundo nuevo y mejor.
El movimiento cultural y artístico de los siglos XV y XVI se denomina Renacimiento porque se
supuso que había resucitado los conocimientos de la antigüedad clásica, griega y romana. El
Renacimiento sitúa al hombre como el centro del universo. Este movimiento nacido en Italia
en el siglo XV se propagará por toda Europa en el siglo XVI.
14
Se llama Humanismo a la parte intelectual, literaria y filosófica del Renacimiento. Los
humanistas eran intelectuales que tenían un profundo conocimiento de la lengua, la literatura
y la filosofía griega y romana.
Entre los humanistas europeos más importantes destacaron el italiano Lorenzo Valla, el
holandés Erasmo de Rotterdam, el inglés Tomás Moro y los españoles Antonio de Lebrija y Luis
Vives.
Avances científicos. En la Edad Media, el descubrimiento se aprecia poco. Con la ciencia se
mezclaba la magia y se pretendía dominar la naturaleza invocando poderes espirituales. En el
Renacimiento, durante los siglos XV y XVI, se inicia una nueva ciencia que pretende explicar
todas las cosas por la razón y la experiencia. El hombre desea conocer los misterios del
universo, la materia y la naturaleza. Aparecen libros de matemáticas, física o medicina. La
personalidad más brillante en la ciencia del siglo XVI es el astrónomo polaco Nicolás Copérnico,
que en 1543 presentó una teoría revolucionaria, que no pudo ser confirmada científicamente
hasta el siglo siguiente (Galileo). Frente a la idea medieval de que la Tierra estaba fija y los
astros giraban en torno a ella (geocentrismo), Copérnico formuló el principio del
heliocentrismo: la Tierra y los demás planetas giran en torno al Sol.
Leonardo da Vinci estudió la propagación de las ondas, las leyes de equilibrio y caída de los
cuerpos e investigó los secretos de la anatomía. En medicina, el belga Vesalio se ocupó de la
anatomía, el francés Paré de cirugía y el español Miguel Servet descubrió la circulación
pulmonar. Paracelso mantuvo que la vida tenía un fundamento químico y defendió la
aplicación de productos químicos, como azufre o hierro, para la curación de muchas
enfermedades.
Las ideas humanistas y los avances científicos se difundieron, principalmente, mediante los
viajes, la educación y la imprenta, inventada a mediados del siglo XV. Permitía imprimir varios
centenares de ejemplares de un libro, reduciendo su coste. Así, las ideas humanistas pudieron
llegar a un mayor número de personas.
6.2. El Arte del Renacimiento
El Renacimiento fue un movimiento artístico que surgió en Italia en el siglo XV y se extendió al
resto de Europa durante el XVI. España y Francia eran los países que tenían una relación
política más directa con Italia, por lo que fueron los primeros a los que llegó el Renacimiento.
Por el contrario, los Países Bajos, Alemania, Inglaterra o el este de Europa tardaron más
tiempo en adoptar las formas renacentistas de origen italiano.
Las principales características del arte renacentista fueron:
- El arte se inspira en los modelos de la arquitectura y la escultura de Grecia y Roma, de la que
se imitan sus formas, proporciones, materiales, temas decorativos…
- Aunque los temas religiosos siguieron siendo muy importantes en escultura y pintura,
surgieron también con mucha fuerza nuevos temas profanos, inspirados en la mitología
clásica.
- Se imita la realidad, pero siempre buscando la belleza ideal Por ello se idealizan las figuras.
Los artistas consideran al Hombre como la obra más perfecta de Dios y se preocupan por el
estudio de la naturaleza y la anatomía humana. De ahí el gran interés por representar la figura
humana en esculturas y pinturas.
- Para realizar sus obras, los arquitectos, escultores y pintores contaron con el apoyo
económico de los mecenas, que eran personas o instituciones que costeaban sus obras. Los
más conocidos fueron la familia Médici en Florencia, durante el siglo XV (Quattrocento) y los
papas en Roma durante el siglo XVI (Cinquecento).
- En arquitectura, los edificios tenían menos tamaño y eran más horizontales (menor altura)
que en la Edad Media. Se intentó adaptarlos a unas proporciones más abarcables por el
hombre.
- En pintura se logra el dominio de la perspectiva, con lo que los cuadros daban sensación de
profundidad.
- En escultura se recuperan los cánones griegos, que eran las normas de proporcionalidad que
se establecían entre las diferentes partes del cuerpo humano (cánones de siete o de ocho
cabezas).
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Principales artistas
Arquitectos italianos: Brunelleschi (cúpula de la catedral de Florencia e iglesia de San Lorenzo),
Alberti (fachada de la iglesia de Santa María Novella), Bramante y Miguel Ángel (basílica de san
Pedro del Vaticano).
Escultores italianos: Donatello (David en bronce), Ghiberti (relievesen bronce de las puertas
del Baptisterio de Florencia) y Miguel Ángel (David en mármol, Piedad…).
Pintores italianos: Fra Angelico (Anunciación), Piero Della Francesca, Masaccio, Boticelli (La
Primavera y el Nacimiento de Venus), Rafael (Escuela de Atenas), Miguel Ángel (frescos de la
capilla Sextina), Leonardo da Vinci (Gioconda), Giorgone, Tintorero y Tiziano (Carlos V en
Mühlberg).
En Alemania destacó el pintor Alberto Durero y en Flandes sobresalen Van der Weiden, Van
Eyck y El Bosco.
En la arquitectura española destacan el Palacio de Carlos V en la Alhambra (Pedro Machuca), la
catedral de Granada (Diego de Siloé) y el monasterio de El Escorial (Juan de Herrera). En
pintura destaca El Greco.
16
TEMA 2: EL SIGLO XVII. LA ÉPOCA DEL BARROCO
1. EL ABSOLUTISMO Y LAS MONARQUÍAS ABSOLUTAS
2. LOS ESTADOS NO ABSOLUTISTAS: INGLATERRA Y HOLANDA
3. EL DECLIVE DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA
4. REVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y TÉCNICA
5. EL ARTE BARROCO
El siglo XVII fue una época de crisis en casi toda Europa. Los problemas financieros de los
diferentes estados y la pobreza de la mayoría de la población se incrementaron por una
situación de guerra continua, especialmente entre 1618 y 1648 (guerra de los 30 años).
También fue un periodo de lucha política: por un lado, los reyes intentaron aumentar su poder,
pero los Parlamentos y los nobles intentaron evitarlo.
Sin embargo, a pesar de la crisis económica, el siglo XVII fue un periodo de inmenso esplendor
cultural y científico.
1. EL ABSOLUTISMO Y LAS MONARQUÍAS ABSOLUTAS
Durante el siglo XVII, los reyes europeos intentaron instaurar monarquías absolutas; es decir,
gobernar con un poder ilimitado.
El reinado de Luis XIV de Francia (1643-1715) fue el ejemplo más claro de monarquía absoluta.
Reforzó su poder de varias maneras:
- Gobernó personalmente, sin confiar en validos. Aunque tuvo muchos ministros, fue siempre
él quien tomó la última decisión en cualquier asunto.
- Repartió muchos cargos y pensiones económicas entre la nobleza, con objeto de lograr que
dependieran de él y, así, siempre le obedecieran y no le traicionaran.
- Realizó una labor de centralización de todo el poder y el gobierno de Francia en la corte real
de Versalles (palacio próximo a París).
- Unificó Francia desde el punto de vista religioso, eliminando cualquier disidencia. Para ello
expulsó a los hugonotes (calvinistas franceses) e intentó lograr una iglesia católica francesa
que fuera más obediente a las órdenes del rey.
- Llevó a cabo una agresiva política exterior, con el objeto de ampliar las fronteras de su país y
convertirlo en la primera potencia europea; hecho que ciertamente logró. Para ello, hubo de
librar varias guerras con las principales potencias europeas, que supusieron enormes gastos a
la Hacienda francesa.
- Intentó mejorar la economía francesa para que, siendo más rico el país, la Hacienda real
recaudara más dinero con el que poder hacer frente a los elevados gastos que suponían las
guerras y el enorme derroche de las fiestas y la vida alegre en su corte de Versalles.
La Corte de Versalles no era sólo el palacio real del Rey, sino otros edificios y casas próximas en
las que vivían los nobles franceses y toda la gente que trabajaba para ellos. En Versalles vivían
más de mil cortesanos pertenecientes a la nobleza, cuatro mil sirvientes y catorce mil
soldados. Además, el rey se preocupó de que su corte fuera el centro de la cultura europea,
para lo que invitó a los más importantes arquitectos, escultores y pintores del momento.
Con todas estas medidas, Luis XIV logró un enorme poder en Francia, sin comparación con
ningún otro rey de Europa. Por eso, los demás reyes intentaron imitar su forma de gobierno
absolutista. Además, Luis XIV fundó la Academia de las Ciencias de Francia con objeto de
promover el desarrollo científico.
2. LOS ESTADOS NO ABSOLUTISTAS: Inglaterra y Holanda
Inglaterra y Holanda (Provincias Unidas) fueron, en los siglos XVII y XVIII, los dos únicos países
europeos en los que no se impuso la monarquía absoluta.
2.1. Inglaterra
Los reyes ingleses también intentaron instaurar la monarquía absoluta a lo largo del siglo XVII,
pero fracasaron. Así, el rey inglés Carlos I intentó gobernar como monarca absoluto, sin contar
con el Parlamento, pero provocó el estallido de una guerra civil, en 1642, entre los partidarios
del rey
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(realistas) y los parlamentarios. Finalmente, el Rey fue derrotado, condenado a muerte y
ejecutado en 1649, en la que se conoce como Primera Revolución Inglesa.
Después se instauró una república en Inglaterra, dirigida por Oliverio Cronwell, que acabó
derivando en una dictadura personal. A su muerte, tras once años, se restaura la monarquía en
1660. Poco después, en 1689, la política absolutista de un nuevo rey, Jacobo II, provoca el
estallido de la Segunda Revolución Inglesa (“La Gloriosa”), que provocó la abdicación y exilio
del rey y el nombramiento de otro nuevo, Guillermo III, que lo hizo bajo la condición de firmar
la Declaración de Derechos (Bill of Rights). Se iniciaba así la monarquía parlamentaria inglesa
(primera en el mundo). Desde entonces, el rey se comprometía a compartir el poder con el
Parlamento, que limitaba y controlaba así el poder del monarca. Por primera vez, la ley se
colocaba por encima del rey.
2.2. El poder comercial y marítimo de ingleses y holandeses
Las Provincias Unidas de Holanda eran, junto a Inglaterra, los dos países más prósperos de
Europa y los únicos que escaparon a la crisis general que afectó al continente durante el siglo
XVII.
Holanda tenía una poderosa artesanía basada sobre todo en el textil. Era también un poderoso
centro financiero y comercial en el mundo. Los comerciantes y los propietarios agrícolas más
ricos formaron una poderosa clases media que se enriqueció y logró controlar el Parlamento.
Ingleses y holandeses tenían las flotas comercial y militar más poderosas de la época, así como
una poderosa banca. Los holandeses dominaron las rutas comerciales en el océano Índico (sur
de Asia), mientras los ingleses se hicieron con el control de Norteamérica y arrebataron a los
españoles gran parte del comercio en el Mediterráneo y el Atlántico.
3. EL DECLIVE DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA DURANTE EL SIGLO XVII
Durante el siglo XVII se mantuvo la rivalidad entre España y Francia. España, reducida su
población, quebrada su economía, derrotados sus ejércitos y puestos en duda sus ideales, se
hunde en una profunda crisis general. El Estado no fue capaz de sufragar todos los gastos
provocados por las numerosas guerras, por lo que los reyes dejaron de pagar varias veces sus
deudas y se declararon en bancarrota. Esto hundió a banqueros y prestamistas. Además, la
crisis afectó a toda la sociedad, porque las malas cosechar en el campo fueron habituales
durante todo el siglo. La artesanía y el comercio también sufrieron una seria decadencia, al
tiempo que los envíos de oro y plata procedentes de América se redujeron significativamente
porque algunas minas habían empezado a agotarse.
El siglo XVII supuso el final de la hegemonía política y militar de España. Por el contrario,
Francia se convierte en la nueva dueña de Europa.
3.1. FELIPE III (1598-1621)
Una nota característica del siglo XVII español fue el abandono del Gobierno por los reyes, que
delegaron la mayor parte de sus actividades en una persona de su confianza, un valido (primer
ministro). Este sistema fue inaugurado por Felipe III.
Felipe III había recibido de su padre una esmerada educación política, pero era un hombre
indolente, sin personalidad. Al subir al trono, apartó de la Corte al equipo de gobierno de
Felipe II y lo encargó al duque de Lerma.
Lerma, como toda su generación, fue un pacifista. Es una época sin guerras a gran escala.
Política interior: El principal acontecimiento fue la expulsión de los moriscos. En 1609 se
decidió la expulsión de todos los moriscos de Castilla y de Aragón. En total, fueron más de
doscientos mil los expulsados. La agricultura de Valencia y Aragón y los oficios artesanales de
las ciudades castellanas se vieron bastante afectados. Los testimonios de la época –por
ejemplo Cervantes- nos hablan del tremendo drama humano que sufrieron aquellos que
tenían que abandonarlo todo y dejar su país.
Política exterior:
En los primeros años de su reinado se produce un acercamiento a Francia e Inglaterra y se
acuerda una tregua en la guerra con Holanda, pero a partir de 1618 se produce un brusco giro.
En Alemania estalla la guerra (que luego será llamada de los 30 años) entre católicos y
protestantes. España interviene a favor del bando católico, lo que le provoca la hostilidad de
varias naciones
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europeas, como Dinamarca, Suecia u Holanda. No obstante, las primeras fases de la guerra
serán favorables a España.
3.2. FELIPE IV (1621-1665)
El sistema de los validos continuó con Felipe IV. El conde-duque de Olivares fue el elegido. Sus
dos grandes objetivos políticos fueron: en el interior, fortalecer el poder de la monarquía; y en
el exterior, reforzar la posición de España en Europa. Para ello, intentó sanear la Hacienda y
aumentar sus ingresos, pero fracasó por la oposición de la nobleza y de las Cortes a aprobar el
establecimiento de nuevos impuestos. Además, trató de acabar con los tradicionales fueros de
los distintos reinos hispánicos, chocando con una fuerte oposición que a punto estuvo de
hacer saltar en pedazos la unidad de la monarquía española.
1.- Política exterior: la Guerra de los 30 años.
Al subir al trono Felipe IV, él y su valido se encontraron ya envueltos con la guerra de los 30
años, al tiempo que se rompe la tregua con Holanda. Hasta 1635 continuarán las victorias de
los ejércitos españoles, pero, a partir de este momento, la entrada de Francia en la Guerra de
los 30 años provocará el inicio de las derrotas.
2.- La grave crisis interna de 1640.
Ese año, las formas autoritarias de gobernar del conde-duque de Olivares provocaron varias
sublevaciones, que se desarrollaron paralelamente a la guerra que España sostenía en
Alemania contra otros estados europeos, como Inglaterra, Francia, Holanda o Suecia.
a) Sublevación de Cataluña. Se concentraron aquí tropas no catalanas, que tuvieron varios
incidentes con la población, que estallaron el 7 de junio de 1640, festividad del Corpus (Corpus
de sangre se le llamó). Se produjeron incidentes en Barcelona entre segadores y soldados, que
desembocaron en una auténtica sublevación durante la cual fue asesinado el virrey
(representante del rey en Cataluña). La guerra duraría 13 años y, aunque finalmente fue
sofocada a favor del Rey, dejó rencor hacia la monarquía y una profunda división.
b) Separación de Portugal. Los portugueses no querían permanecer unidos a España. La unión
les había atraído la enemistad de Holanda e Inglaterra, que atacaban sus colonias, y los
perjuicios económicos para ellos eran constantes. Aprovechando la sublevación de Cataluña, el
duque de Braganza se proclamó rey, con el nombre de Juan IV. España no contaba con
preparación militar suficiente y Portugal, gracias al apoyo de otros países europeos, consiguió
la separación.
c) Levantamientos en Andalucía y Aragón. Estos sí fueron dominados rápidamente, porque les
faltaba apoyo popular.
En definitiva, la gravísima crisis de 1640 supuso el fracaso de las aspiraciones del conde-duque
de fortalecer la monarquía, disminuyendo los fueros propios de cada uno de sus reinos.
Además, las paces de Westfalia (1648) –que pone fin a la guerra de los 30 años- y los Pirineos
(1659) –que pone fin a la guerra con Francia- supusieron el fracaso de la otra aspiración del
valido de Felipe IV: el fortalecimiento de la posición internacional de España, Por el contrario,
desde entonces España dejó de ser una gran potencia y Francia se convirtió en la nación más
fuerte de Europa. Se acordó también el matrimonio del rey francés, Luis XIV, con María Teresa,
hija de Felipe IV.
3.3. CARLOS II (1665-1700)
La muerte de Felipe IV dejó a España en una trágica situación. Un rey niño, Carlos II, que
además tenía deficiencias físicas y mentales (ha pasado a la historia como “el Hechizado”), y un
país cansado, derrotado y desprestigiado internacionales. Durante los primeros años, asumió
la regencia su madre. Luego, a partir de su mayoría de edad, el país se vio envuelto en varias
guerras con Luis XIV, que supusieron derrotas y la pérdida de algunos territorios fronterizos
con Francia.
El gran asunto de su reinado fue la búsqueda de descendencia real, que al final resultó
imposible en ninguno de sus dos matrimonios. Por eso, Carlos II hizo testamento a favor de
Fernando José de Baviera, pero al morir eligió a Felipe de Anjou, nieto del rey francés Luis XIV.
Otro candidato reclamaba la corona española: Carlos de Austria, descendiente de Felipe III.
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Inglaterra y otras potencias europeas no aceptaban la entronización de un rey francés, por lo
que Europa acabó en guerra, dividida en dos bandos. Fue la llamada guerra de Sucesión
española (1700-1713). España (menos el reino de Aragón) y Francia apoyaban a Felipe de
Anjou, mientras Inglaterra, Holanda, Austria, Portugal y Saboya apoyaban a Carlos de Austria.
La guerra terminó con
la firma del Tratado de Utrecht, que reconocía a Felipe V como rey de España, aunque a
cambio se hubo de entregar Bélgica a Austria; los territorios italianos de Cerdeña, Nápoles y
Milán a Austria; Sicilia al duque de Saboya, y Gibraltar y Menorca a Inglaterra. Además,
Inglaterra obtenía la exclusividad de la venta de esclavos negros en la América española y el
llamado “navío de permiso”.
4. REVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y TÉCNICA
A lo largo del siglo XVII se impulsó la búsqueda de métodos racionales para conocer el mundo
y la realidad. Así surgió la ciencia moderna, basada en el método experimental (empirismo).
Según éste, sólo a partir de la observación y la realización de experimentos prácticos podían
formularse leyes científicas de validez general. También surgió otro método complementario
de conocer la realidad, el racionalismo. Según éste, la aplicación de la razón puede llevarnos al
conocimiento de la verdad.
En esta época hubo grandes avances científicos y técnicos en todos los campos. En astronomía,
Galileo Galilei inventó el primer telescopio y confirmó las teorías de Copérnico (la Tierra y los
demás planetas giran en torno al Sol, que se encuentra en el centro de todos ellos). Kepler
formuló las leyes de los movimientos de los planetas (órbita elíptica) y situó la posición de la
Tierra en el sistema solar y respecto a los demás planetas.
Además, Newton estableció las bases de la física al definir la teoría de la gravedad.
5. EL ARTE BARROCO
El Barroco es el estilo artístico que predominó en Europa durante el siglo XVII y la 1ª mitad del
XVIII (1600-1750). Hay dos tipos de Barroco:
- Barroco católico, propio de las cortes reales y de la Iglesia.
- Barroco protestante, propio de la burguesía holandesa o alemana.
Es un estilo grandioso y dinámico que pretende impresionar. El término Barroco, como estilo
artístico, fue usado por vez primera en el siglo XIX, en sentido peyorativo, para resaltar lo
excesivamente complicado y recargado de este periodo, por oposición a las normas clásicas
que el Renacimiento había definido y que los “degenerados” artistas siguientes se habían
encargado de romper.
En los países católicos, como Italia o España, el arte barroco tuvo como principal cliente a la
Iglesia, que se sirvió de las obras de arte para impulsar la fe del pueblo como respuesta al
protestantismo. La Virgen o los santos, negados por los protestantes, fueron tema recurrente
en las esculturas y pinturas católicas.
En arquitectura, se construyeron iglesias y palacios que simbolizan el poder del clero, la
nobleza y la monarquía. Abundan las líneas curvas en los edificios, tanto en su forma y
estructura como en los elementos decorativos (frontones curvos, columnas salomónicas…).
También se buscan efectos de luz por medio de entrantes y salientes en los muros y en los
elementos decorativos de los edificios, lo que produce contrastes de luz entre partes
iluminadas y otras que quedan en penumbra. Además, abunda la decoración y los adornos en
las fechadas y en los interiores, especialmente en la arquitectura barroca española.
Los primeros y más importantes edificios barrocos se levantaron en Roma. Los principales
arquitectos italianos fueron Bernini y Borromini. Entre las obras religiosas destacan la
columnata de la plaza de San Pedro y la fachada de dicha basílica.
También hay una arquitectura barroca civil, no religiosa, en la que sobresalen los palacios de
los reyes y príncipes, como el palacio de Versalles, mandado construir por el rey francés Luis
XIV como sede de su corte.
En España, las obras más importantes fueron la plaza Mayor de Salamanca y la fachada de la
catedral de Santiago. Los principales arquitectos fueron: Gómez de Mora, Pedro Ribera y los
hermanos Churriguera.
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La escultura barroca fue principalmente religiosa, aunque también hubo obras de tema civil,
principalmente retratos de reyes y personajes de la corte u obras inspiradas en la mitología
grecorromana.
Las iglesias fueron los principales clientes de los escultores, que realizaron obras destinadas a
exaltar la fe y la emoción de los fieles. En Italia destacó el escultor Bernini, que realizaba sus
obras en mármol. Sus dos esculturas más conocidas son: el Éxtasis de Santa Teresa y el Apolo y
Dafne.
En España, la escultura fue básicamente religiosa y en madera policromada. Las obras eran
encargas por iglesias, conventos y cofradías para presidir los altares y retablos y ser sacadas
luego en procesión por las calles de las ciudades. Son imágenes de gran realismo, que expresan
dolor y sufrimiento en las imágenes de cristos, vírgenes y santos. Valladolid, Sevilla y Granada
fueron los centros más importantes. Los principales escultores fueron Gregorio Fernández, en
la escuela castellana; Martínez Montañés y Juan de Mesa en Sevilla; y Alonso Cano y Pedro de
Mena en la escuela granadina.
En la pintura también dominó la temática religiosa, especialmente en Italia y España. Los
cuadros de grandes dimensiones, llenaron las paredes de iglesias y conventos. Eran obras de
gran naturalismo y movimiento, donde las luces y las sombras eran con frecuencias muy
marcadas (tenebrismo). Los temas religiosos más frecuentes eran las escenas de la vida o el
martirio de los santos, las vírgenes y los cristos crucificados.
El otro gran cliente de los pintores fue la burguesía, especialmente en Holanda, Inglaterra y
Alemania. Estos cuadros reflejan escenas de la vida cotidiana de los burgueses en el interior de
sus casas, en los mercados o los mesones. También se representaron bodegones (obras de
flores, frutos o utensilios domésticos), paisajes y retratos.
El pintor más importante en Italia fue Caravaggio; en Bélgica, Rubens; y en Holanda
Rembrandt.
En España, el barroco fue una auténtica edad de oro de la pintura española. Destacan los
temas religiosos y los retratos. Los principales pintores fueron: Ribera, Zurbarán, Murillo y,
sobre todo, el sevillano Diego de Silva y Velázquez.
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TEMA 2': EL SIGLO XVIII
1.- PERIODO DE TRANSFORMACIONES EN EUROPA
1.1. Siglo de la Razón: La Ilustración
1.2. Despotismo Ilustrado
1.3. Cambios sociales y económicos
2.- EL SIGLO XVIII EN ESPAÑA: LOS BORBONES
2.1. Guerra de Sucesión (1700-1714)
2.2. Reformas interiores
2.3. Política exterior
2.4. Economía y sociedad
2.5. La crisis de finales del Antiguo Régimen (1788-1808)
3.- RELACIONES INTERNACIONALES EN EUROPA
4.- LEGADO ARTÍSTICO: Barroco rococó y Neoclasicismo
1.- PERIODO DE TRANSFORMACIONES EN EUROPA
1.1. SIGLO DE LA RAZÓN: LA ILUSTRACIÓN
El siglo XVIII se conoce como el siglo de la razón o de las luces. Este término hace referencia a
la confianza que tuvieron los intelectuales de la época, los ilustrados, en la luz que aportarían
la razón y la ciencia al progreso de la humanidad.
La Ilustración fue un movimiento intelectual del siglo XVIII que criticó las costumbres
tradicionales y los privilegios de la nobleza y el clero. Se basó en la razón y la ciencia como
formas de mejorar la vida de los seres humanos. La Ilustración nació en Francia y fue allí donde
tuvo más fuerza. En aquella época, Francia era la capital cultural y política del mundo.
Las principales características de la Ilustración son:
- Confianza en la razón como forma de alcanzar el conocimiento y el progreso de las
sociedades.
- La libertad de pensamiento en los temas religiosos y científicos.
- Se ataca el fanatismo y la intolerancia, sobre todo en materia religiosa.
- Crítica moderada a la organización social de la época, basada en los privilegios de reyes,
nobleza e Iglesia.
Los principales intelectuales de la Ilustración fueron: Montesquieu, Rousseau y Voltaire.
1.2. DESPOTISMO ILUSTRADO: Cambios políticos
Durante el siglo XVIII, la forma de gobierno dominante en Europa fue la monarquía absoluta.
Sin embargo, algunos reyes, sin renunciar a su poder absoluto, influidos por las ideas
ilustradas, realizaron algunas reformas para mejorar las condiciones de vida de sus súbditos. A
esta forma de gobernar se le llamó Despotismo Ilustrado. Una frase resume esta forma de
entender el gobierno: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Los principales déspotas
ilustrados fueron Carlos III en España, Catalina II en Rusia, Federico II de Prusia, etc.
En la práctica, los reyes ilustrados utilizaron las ideas de la Ilustración para reforzar su propio
poder. En las reformas, contaron con el apoyo de la burguesía y, a veces, con la oposición de la
nobleza y la Iglesia.
Los únicos estados en los que no había monarquía absoluta, sino parlamentaria, eran
Inglaterra y Holanda.
1.3. CAMBIOS SOCIALES Y ECONÓMICOS
En el siglo XVIII entró en crisis la sociedad estamental. La nobleza y el clero contemplaban el
avance de una burguesía (comerciantes, banqueros e industriales) cada vez más activa y
numerosa. La burguesía fue especialmente importante en Francia e Inglaterra.
En el siglo XVIII hubo un crecimiento de la población y la economía europeas, que serviría de
base para la Revolución Industrial de finales de siglo. Se calcula que la población europea pasó
de 110 a 187 millones de personas. La principal causa fue el descenso de la mortalidad, debido
sobre todo a la desaparición de la peste bubónica.
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La agricultura era la principal fuente de riqueza. Ocupaba a la mayor parte de la población
(entre el 80 y el 90%). Aunque las técnicas agrícolas eran, en general, muy tradicionales, en
Holanda e Inglaterra empezaron a modernizarse. Además, aparecen en Europa nuevos
cultivos, como la patata, el maíz y las plantas forrajeras.
En las ciudades, la producción de manufacturas seguía controlada por los gremios (eran
asociaciones de artesanos de un oficio que controlaban las técnicas de producción y los precios
en una ciudad). Como no se introducían nuevas técnicas, no se podía aumentar la producción
ni vender más cantidad.
El comercio marítimo era el más importante, y el que más beneficios generaba. Inglaterra,
Holanda y Francia eran las principales potencias. El comercio internacional estaba basado en el
llamado eje triangular. Los europeos compraban esclavos en África, los vendían en América
junto a los productos europeos, y allí compraban azúcar, tabaco, cacao, etc.
2. EL SIGLO XVIII EN ESPAÑA: LOS BORBONES
2.1. GUERRA DE SUCESIÓN
A finales del siglo XVII, en pleno declive español, muere el último rey de la dinastía de los
Austria, Carlos II. En su testamento, dejaba como heredero al príncipe francés Felipe de Anjou.
Sin embargo, había otro pretendiente al trono, el príncipe Carlos de Austria.
Inglaterra y otras potencias europeas no aceptaban la entronización de un rey francés, por lo
que Europa acabó en guerra, dividida en dos bandos. Fue la llamada guerra de Sucesión
española (1700-1713). España (menos el reino de Aragón) y Francia apoyaban a Felipe de
Anjou, mientras Inglaterra, Holanda, Austria, Portugal y Saboya apoyaban a Carlos de Austria.
La guerra terminó con la firma del Tratado de Utrecht, que reconocía a Felipe V como rey de
España, aunque a cambio se hubo de entregar Bélgica a Austria; los territorios italianos de
Cerdeña, Nápoles y Milán a Austria; Sicilia al duque de Saboya, y Gibraltar y Menorca a
Inglaterra. Además, Inglaterra obtenía la exclusividad de la venta de esclavos negros en la
América española y el llamado “navío de permiso”.
2.2. REFORMAS INTERIORES
Los monarcas de este siglo intentaron modernizar económica y culturalmente el país, pero no
lograron mejoras profundas. Cuatro monarcas reinaron en España durante el siglo XVIII:
- Felipe V (1700-1746)
- Fernando VI (1746-1759)
- Carlos III (1759-1788)
- Carlos IV (1788-1808)
El primer Borbón, Felipe V, liquidó la autonomía de los territorios de la Corona de Aragón,
aprovechando que habían luchado a favor del candidato austriaco. A partir de 1713 se
promulgaron los decretos de Nueva Planta, por los que se crea en España un modelo de estado
centralista, al imponerse las mismas leyes e instituciones de Castilla en todo el país. Se
suprimen así las leyes y fueros de la Corona de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca).
Carlos III fue el rey que mayor número de reformas impulsó, por lo que gran parte de los
historiadores valoran muy positivamente su reinado. Embelleció y modernizó Madrid con
palacios avenidas y monumentos.
A comienzos de su reinado, altos funcionarios como Olavide, Floridablanca, Campomanes y
Jovellanos expusieron los problemas económicos y sociales del país, derivados del atraso
agrario y la necesidad de reformas. El principal problema era la gran cantidad de tierras de la
Iglesia y de la nobleza sin cultivar o insuficientemente cultivadas. Se planteó la necesidad de
abordar una Ley Agraria que nunca llegó a realizarse.
Otro de los objetivos fue la enseñanza. Se intentó fomentar la enseñanza de las ciencias y se
reforzó el control del Estado sobre las universidades y colegios católicos, pero los resultados
fueron limitados.
Al final, las reformas de los gobiernos ilustrados no solucionaron los problemas de miseria de
amplias capas del país, ni alteraron la estructura de la propiedad de la tierra ni resolvieron el
atraso científico y técnico. En definitiva, el siglo de las reformas en España terminó en fracaso.
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2.3. POLÍTICA EXTERIOR
Los objetivos de la política exterior española en esta época fueron: recuperar los territorios
perdidos en el tratado de Utrecht (sólo se logró la recuperación de Menorca) y contrarrestar el
poder naval inglés, que constituía una seria amenaza para las colonias españolas de América.
Para conseguir sus objetivos, España necesitaba aliados. Ahora, el aliado natural era Francia.
Así, España fue, durante todo el siglo, un aliado casi continuo de Francia, la gran potencia
europea, que se enfrentaba habitualmente a Inglaterra, la dominadora de los mares.
Se llaman Pactos de Familia a los acuerdos internacionales firmados por españoles y franceses,
durante el siglo XVIII, para apoyarse mutuamente en las distintas guerras y conflictos que se
presentan.
2.4. ECONOMÍA Y SOCIEDAD
A lo largo del siglo XVIII, la población española creció, pasando de 7,5 a 11,5 millones de
personas. En el campo, se crearon nuevas áreas de cultivo para aumentar la producción, pero
las mejoras técnicas y de maquinaria fueron escasas, porque las tierras seguían en manos de la
nobleza y la Iglesia, que no las explotaban de forma moderna e intensiva.
Los Borbones del siglo XVIII modificaron el sistema de impuestos, tratando de lograr que cada
cual pagara en función de su riqueza y el Estado obtuviera más ingresos, pero se mantuvo el
déficit. La artesanía (que seguía siendo la forma normal de producir objetos manufacturados)
continuó atrasada y controlada rígidamente por los gremios. La Corona estimuló la creación de
algunas fábricas para productos metalúrgicos (hierro para armas o buques modernos) y de
lujo, como tapices o porcelanas. Son las llamadas Manufacturas Reales.
La Monarquía también fomentó la mejora de las comunicaciones interiores para desarrollar el
comercio, construyendo puentes y carreteras. Se repoblaron nuevos territorios como Sierra
Morena, donde se fundaron pueblos como La Carolina.
2.5. LA CRISIS DE FINALES DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1808)
En el reinado de Carlos IV (1788-1808) se produjo la crisis del Antiguo Régimen en España. A
partir de la Revolución Francesa de 1789, se plantea a España el dilema de mantener la alianza
tradicional con una Francia revolucionaria o combatir la revolución, integrándose en una
coalición internacional de la que formaba parte Inglaterra. La ejecución del rey Luis XVI, en
1793, precipitó los acontecimientos. España participó en una desastrosa guerra contra la
Francia republicana. Tras la paz de Basilea (1795), firmada con la Francia revolucionaria, se
reanudó la alianza, que obligó a España a luchar contra Inglaterra. La derrota naval de
Trafalgar (1805) acentuó la crisis, ya que el comercio con América quedó bloqueado por
Inglaterra.
La sumisión de los gobernantes españoles (Carlos IV y su ministro Godoy) a la política del
emperador Napoleón Bonaparte, a partir de 1805, precipitó la crisis política. Por el tratado de
Fontainebleau (1807), se permitió la entrada de tropas francesas con el propósito de invadir
Portugal. Pero las tropas se fueron ubicando estratégicamente en las principales ciudades
españolas. En 1808, la crisis llegó a su punto culminante. Mientras Napoleón lograba que
Carlos IV y su hijo Fernando VII le cediesen los derechos de la corona española, nombraba rey
al hermano del propio Napoleón, José I. Culminada así la operación de invasión francesa, el
pueblo español se levantó contra el invasor y dio comienzo la Guerra de la Independencia.
3. RELACIONES INTERNACIONALES EN EUROPA
Durante el siglo XVIII, Francia fue el país más rico y poderoso de Europa, en constante
enfrentamiento con Inglaterra. Los artistas y escritores franceses marcaron el pensamiento y
las modas de la época. Se impuso lo francés como sinónimo de buen gusto.
Inglaterra fue la potencia dominadora de los mares. Creó un gran imperio colonial, aunque
sufrió la independencia de sus colonias americanas (EEUU) en 1783.
España era una potencia de segundo orden, aliado de Francia. El siglo XVIII fue para España
una época de recuperación frente a la crisis que había atravesado el siglo anterior. Sin
embargo, no pudo recuperar los territorios perdidos en Italia, Bélgica y Gibraltar por la paz de
Utrecht.
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4. LEGADO ARTÍSTICO
4.1. EL BARROCO Y EL ROCOCÓ
El barroco siguió siendo el arte dominante en Europa y España, hasta 1740. Sin embargo, la
evolución del estilo barroco desde comienzos del siglo XVIII hacia una decoración muy
abundante hace que, a partir de 1715, llamemos rococó a la fase final del estilo barroco.
Se considera que el rococó surge en Francia a comienzos del siglo XVIII y luego se desarrolla
extraordinariamente en otros países como en Alemania, Austria o Italia, mientras lo hace en
mucha menor medida en España, que continúa más fiel a las modas barrocas que imperaban
desde el siglo XVII.
En arquitectura, el rococó se caracteriza por una decoración muy abundante, especialmente
en la decoración de interiores. En España, los mejores ejemplos del rococó son las
decoraciones de algunas salas del Palacio Real de Madrid o de los palacios de La Granja y
Aranjuez.
En escultura destaca el murciano Francisco Salzillo, que sobresale sobre todo por sus figuras
religiosas para los pasos de Semana Santa murcianos.
En pintura, se representan temas agradables, como fiestas cortesanas, personajes del teatro o
escenas mitológicas y amorosas. Dominan los colores suaves (rosas, azules, verdes, beiges,
etc.). Se usan sobre todo las técnicas del pastel (pintura sobre papel hecha con un tipo especial
de lápices) y la acuarela (pintura sobre papel realizada con colores disueltos en agua). El más
importante pintor rococó fue el francés Fragonard.
4.2. EL NEOCLASICISMO
A partir de 1740 se produjo una reacción que puso de moda un nuevo estilo, el Neoclasicismo.
Tuvo su origen en Francia, y representó las ideas del movimiento ilustrado, basado en los
principios de orden, sencillez y claridad, que habían inspirado el arte clásico, de Grecia y Roma,
que fueron el modelo a imitar. Italia fue el país que desempeñó un papel fundamental en su
difusión, por encontrarse allí algunas de las obras más importantes de la Antigüedad. El
Neoclasicismo se desarrolló a lo largo del siglo XVIII y parte del XIX.
Se trata de un estilo marcadamente antibarroco que no sólo intenta recuperar las formas del
arte clásico, sino que es un arte comprometido con las ideas de su tiempo; es decir, la
Ilustración. Se trata de un estilo basado en las formas que dicta la razón.
En arquitectura destaca la construcción de edificios no sólo religiosos, sino también civiles,
como muesos, teatros, bibliotecas, etc. En España, los edificios neoclásicos más destacables
son el Museo del Prado y el Observatorio Astronómico de Madrid, ambos de Juan de
Villanueva. En Francia destacan la iglesia de La Madeleine y el Panteón de París.
La escultura intenta reproducir los modelos griegos. El más importante escultor fue el francés
Canova.
La pintura presta mayor interés al dibujo y se lo reduce al color. Los temas históricos fueron
dominantes en esta época. Los pintores más importantes son el francés Jacques Louis David
(que fue pintor oficial de Napoleón) y el español Francisco de Goya, aunque este último resulta
inclasificable en un estilo concreto, dado que su genialidad y su originalidad hacen que su
pintura abarque varios estilos e incluso que se anticipe a formas de pintar que se pondrán de
moda mucho después.
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TEMA 3: REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, PROBLEMAS SOCIALES Y MOVIMIENTO OBRERO
1. INTRODUCCIÓN: la Revolución Industrial
2. LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL (1760-1850)
2.1. Factores que favorecen la industrialización inglesa
2.2. Fuentes de energía y sectores industriales
B 2.3.. Extensión de la industrialización a otros países
3. SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL (1870-1914)
4. CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN LA EUROPA DEL SIGLO XIX
5. MOVIMIENTO OBRERO
5.1. Condiciones de vida de la clase obrera en el siglo XIX en Europa
5.2. Orígenes del movimiento obrero: luddismo y trade union
A 5.3. Socialismo utópico y marxista
B 5.4. Anarquismo
1. INTRODUCCIÓN: La Revolución Industrial
1.1. CONCEPTO Y FASES
La Revolución Industrial es el fenómeno histórico que más decisivamente ha afectado a la
forma de vida de los seres humanos, desde la invención de la agricultura. Supone el cambio de
una economía agrario y artesanal a otra dominada por la fábrica y la producción en masa.
Es un proceso de enormes cambios económicos y sociales que se inicia en Inglaterra a
mediados del siglo XVIII y durante el XIX se extiende a otros países de Europa occidental, EEUU
y Japón. El mundo se llena de fábricas, aparecen el ferrocarril y el barco de vapor, la población
se desplaza a vivir a las grandes ciudades, aparecen nuevas clases sociales (el obrero industrial
y la burguesía), grandes inventos, nuevas fuentes de energía, los bancos, las Bolsas, etc.
Aunque la Revolución Industrial es un proceso continuo que ya no para nunca, se suelen
distinguir tres fases especialmente importantes:
1ª fase (1760-1850). Es la llamada Primera Revolución Industrial. Se basa en el carbón y la
máquina de vapor como fuentes de energía. Entran en vías de desaparición los talleres
artesanales y surgen grandes fábricas en los sectores textil y siderúrgico.
2ª fase (1870-1914). Está ligada a la industria química, la electricidad y el petróleo. Aparecen
las grandes empresas y la concentración de capitales, que influyen en los estados y les
impulsan al imperialismo.
3ª fase. Desde 1950 ó 1970. Hay una aceleración de los cambios, ligada a la informática y el
desarrollo de nuevas tecnologías, como internet o la telefonía móvil. Aparecen nuevas fuentes
de energía, como la nuclear.
2. LA 1ª REVOLUCIÓN INDUSTRIAL (+-1760-1850)
2.1. FACTORES QUE FAVORECIERON LA INDUSTRIALIZACIÓN INGLESA EN EL S. XVIII
La Revolución Industrial se originó en la segunda mitad del siglo XVIII, en Inglaterra.
Durante el siglo XVIII se produjeron en Inglaterra una serie de circunstancias que favorecieron
el nacimiento y desarrollo posterior de la industrialización. Son cinco:
A. Crecimiento demográfico. La población inglesa pasó de 5 millones a principios de siglo a
10,5 a finales. Esto provocó un aumento de la mano de obra y de los potenciales compradores
(mercado). Esto se debió a un fuerte descenso de la mortalidad, por la desaparición de la peste
y algunas epidemias, mejoras sanitarias e higiénicas y mejor alimentación de la población.
B. Desarrollo de la agricultura, que aumentó extraordinariamente la producción y la
productividad en Inglaterra, debido a la introducción de nuevas técnicas de cultivo y a la
ampliación de la superficie cultivada. Se sustituyó el barbecho por las plantas forrajeras
(trébol, nabo, alfalfa), se utilizan fertilizantes naturales y las primeras máquinas agrícolas. Al
elevarse la producción agrícola, mejoró la alimentación, creció el comercio interno y aumentó
la emigración del campo a la ciudad, ya que la modernización agraria redujo el número de
trabajadores necesarios para la explotación de la tierra.
C. Expansión comercial. La expansión comercial inglesa, iniciada en el siglo XVII, se incrementó
extraordinariamente en el XVIII. Generó enormes beneficios que se reinvirtieron en el propio
comercio o se emplearon en transformar la agricultura, los transportes y la industria. El eje de
este impulso del comercio internacional se centra, desde la 2ª mitad del siglo XVIII, en la
adquisición en África de esclavos negros y su envío, por navíos ingleses, a América, donde
trabajarán en las plantaciones de algodón. Esta materia prima, a su vez, se envía a Inglaterra,
donde se elabora en la industria algodonera (comercio triangular).
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D. Desarrollo financiero y bancario. Para poder instalar en las fábricas las nuevas máquinas, era
necesario disponer de un capital cada vez más abundante. Los industriales tenían varias
posibilidades para obtener el dinero necesario para invertir en sus fábricas:
- Ahorrar y reinvertir en sus negocios los beneficios (autofinanciación).
- Asociarse con otros empresarios, que aportan el capital, y constituir una sociedad limitada
(un ejemplo fue la sociedad creada por Watt y Boulton).
- Transformar su empresa en una sociedad anónima, cuyas acciones se ponen a la venta en
bolsa con la finalidad de ampliar o incrementar el capital.
- Solicitar un crédito o un préstamo a un banco.
Todas estas innovaciones (Bolsa, Banco, Sociedades Limitadas o Anónimas...) produjeron una
revolución financiera, pues resultaba relativamente fácil conseguir dinero para financiar la
introducción de los inventos en la industria.
E. Desarrollo científico y tecnológico. El tercio de siglo que va de 1770 a 1800, contempla un
cambio decisivo en las técnicas de la industria, sobre todo la industria textil, que introduce
revolucionarias innovaciones en todas las fases de producción. El éxito de las innovaciones en
la producción algodonera incitó y creó un ambiente favorable en todos los sectores hacia la
maquinización.
La revolución técnica se extendió a las industrias del hierro fundido.
2.2. FUENTES DE ENERGÍA Y SECTORES INDUSTRIALES
La máquina de vapor y el carbón, usado como combustible para producir el vapor, son las dos
principales fuentes de energía de la 1ª Revolución Industrial, desde 1770 a 1870.
La innovación técnica más importante fue la máquina de vapor, creada por James Watt en
1765. Antes, las únicas fuentes de energía conocidas por el hombre eran, además de la energía
humana y animal, el agua y el viento. La máquina de vapor proporcionó una nueva fuente de
energía a todos los sectores de la industria. Así, su aplicación permitirá la aparición, en el
campo, de segadoras movidas a vapor; o la aparición, más tarde, del ferrocarril y los barcos de
vapor.
- Industria textil algodonera
La industria algodonera fue la primera en industrializarse, superando así a la tradicional
fabricación de lana. Esto se debió a que la fibra de algodón es dura y resistente, mientras la
lana es quebradiza; había abundante y barata materia prima producida en las plantaciones de
esclavos de América; renovación continua de las técnicas; y Gran Bretaña disponía de amplios
mercados coloniales donde vender los tejidos de algodón.
En realidad, la industria algodonera fue el motor de la economía, el primer paso de la
Revolución Industrial.
- Industria siderúrgica
La siderurgia; es decir, la producción de hierro, fue el otro sector en el que se produjo el
desarrollo industrial. Ciertas innovaciones técnicas permitieron usar el carbón mineral en la
fundición del hierro, lo que unido, a nuevos sistemas para eliminar las impurezas del mineral,
permitió un importante aumento de la cantidad y de la calidad del hierro producido, que era
necesario para la fabricación de nuevas máquinas, máquinas de tren, etc.
- Transportes: el ferrocarril
La invención del ferrocarril surgió del progreso de la máquina de vapor y de la metalurgia.
Stephenson construyó la primera locomotora y en 1825 existían ya varias líneas cortas para
transporte de mineral. El primer tren minero funcionó ese año, entre Stockton y Darlington (13
kms.). En 1830 se inauguró la línea Manchester-Liverpool, que transportaba también pasajeros
a una velocidad media de 30 kms/hora, lo que suponía triplicar la velocidad de las diligencias.
El ferrocarril no sólo revolucionó los sistemas de transporte y de comercio, sino que provocó
una gran demanda en otros sectores, especialmente el carbón y el hierro.
También se aplicó la máquina de vapor a la navegación; al principio a la fluvial.
2.3. EXTENSIÓN DE LA INDUSTRIALIZACIÓN A OTROS PAÍSES
En los primeros años del siglo XIX, las naciones europeas de la mitad occidente del continente
comienzan a adoptar también un tipo de sociedad que se apoya en máquinas, innovaciones
tecnológicas y producción en gran escala. Tan sólo Portugal, España, Italia, Dinamarca y el este
de Europa no se incorporan plenamente a este proceso.
En Bélgica, incluida en el reino de los Países Bajos desde 1815, fue donde influyeron con más
fuerza los métodos y técnicas británicos.
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En Francia, la industrialización fue algo más tardía, a partir de 1830. Aun anotando su retraso
cronológico y sus factores de debilidad, la industrialización francesa repite en líneas generales
a la británica.
En Alemania, la fragmentación política de los estados alemanes impide hablar de un proceso
de industrialización unitario. Para disminuir los inconvenientes de la fragmentación política, se
formó un gran mercado en 1834, el Zollverein. La abundancia de hierro y carbón y el apoyo del
Estado, que invirtió grandes capitales en la construcción del ferrocarril posibilitó que en 1850
Alemania dispusiera de 6.000 kilómetros de vía férrea, frente a los 3.300 de Francia.
En España, la industrialización, aunque comenzó pronto, avanzó poco durante todo el siglo XIX,
excepto en Cataluña y el País Vasco. El gran desarrollo industrial se producirá mucho más
tarde, durante el siglo XX.
3. SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL (1870-1914)
3.1. NUEVAS FUENTES DE ENERGÍA, SECTORES INDUSTRIALES, NUEVOS SISTEMAS DE
COMUNICACIÓN Y TRANSPORTE
En esta época, a fines del siglo XIX, aparecen dos nuevas fuentes de energía fundamentales: el
petróleo y la electricidad.
En esta época también aparecen nuevas materias primas para la industria, como el aluminio, el
acero inoxidable, el cinc y la fibra sintética. Con el uso del cemento armado se edificaron los
primeros rascacielos.
En este periodo experimentó un gran desarrollo la industria química, que fabrica los
colorantes, explosivos como la dinamita, abonos químicos, medicamentos, perfumes, fibras
artificiales como el nylon y el rayón o caucho para los neumáticos.
La industria alimentaria mejoró el abastecimiento y el transporte de alimentos a las ciudades.
En 1875 se generaliza el envasado en latas esterilizadas y pocos después aparecen los primeros
frigoríficos industriales.
La nueva industria del metal fabrica acero inoxidable, níquel y otros muchos metales que serán
básicos para el desarrollo de la industria del armamento y la construcción.
Los medios de comunicación más importantes son el telégrafo, que usó el código Morse; el
teléfono, inventado por Graham Bell en 1876; y la radio, inventada por Marconi.
Los sistemas de transporte experimentaron un enorme desarrollo. También destacan la
navegación oceánica a vapor y los primeros automóviles (Renault, Benz). Finalmente, la
navegación aérea comienza a partir de 1908.
3.2. CONCENTRACIÓN EMPRESARIAL Y NUEVAS POTENCIAS INDUSTRIALES
A finales del siglo XIX, las empresas tienden a concentrarse, haciéndose cada vez más grandes
y poderosas para ejercer un mayor control sobre los mercados y mayor capacidad de
influencia sobre los gobiernos. Aparecen el trust, el cartel o el holding.
En esta época, nuevas potencias industriales se incorporan al escenario mundial. Aunque Gran
Bretaña seguía siendo la primera potencia económica a finales del siglo XIX, tres nuevos
gigantes económicos están naciendo. En Europa destaca Alemania y, fuera de ella, EE.UU. y
Japón.
4. CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN LA EUROPA DEL S. XIX
La Revolución Industrial dio paso a un nuevo tipo de sociedad, pues sus cambios afectaron a
todos los órdenes de la vida.
1. De orden económico. El mundo rural deja su papel protagonista al industrial y urbano. El
capitalismo triunfa definitivamente. El móvil de la actividad económica será el máximo
beneficio, El crecimiento económico es constante en el mundo industrializado, aunque
interrumpido periódicamente por crisis
2. De orden social. Se produce una profunda modificación de la estructura social, con el
ascenso de una burguesía rica y emprendedora, la mejora en las clases medias urbanas y la
formación de un numeroso proletariado agrícola e industrial. Es una sociedad más compleja,
una sociedad de clases, formada por grupos abiertos determinados fundamentalmente por la
fortuna. Pero la industrialización generó problemas nuevos. Para acumular más capital, se
pagan con frecuencia salarios bajos. Se produce un desarrollo urbano sin precedentes. La
fábrica y la ciudad son el símbolo de la revolución industrial. La aparición de las fábricas trae
consigo un trasvase importante de población del campo a la ciudad, La nueva vida urbana, con
sus horarios, su ritmo frenético, el trabajo monótono y repetitivo o la disciplina en las fábricas,
tan diferentes al carácter del trabajo agrícola o artesanal, provocan el desarraigo y destrucción
progresiva de las bases tradicionales de la vida colectiva y familiar.
3. De orden político. Con la industrialización, se abandona el absolutismo y se instaura el
estado liberal. La ley es igual para todos. Pero la igualdad se redujo al ámbito de los principios
teóricos (a la igualdad ante la ley), pues subsistieron y crecieron las diferencias de fortuna y
cultura.
28
La Revolución Industrial también está en la base del imperialismo europeo de la segunda mitad
del siglo XIX.
CRONOLOGÍA DE LOS NUEVOS INVENTOS
Máquina de coser...1850 Automóvil...1885
Máquina de escribir...1872 Bicicleta...1887
Teléfono...1876 Tranvía...1888
Fonógrafo...1877 Avión...1903
Bombilla...1879 Radio...1906
Plancha eléctrica...1882
5. MOVIMIENTO OBRERO
5.1. CONDICIONES DE VIDA DE LA CLASE OBRERA EN EL S. XIX EN EUROPA
La creación de fábricas impulsó el crecimiento de las ciudades, que derribaron las murallas
para poder crecer. Aparecieron estaciones de ferrocarril y reconstruyeron nuevos barrios para
la clase obrera y otros para la burguesía. Se generalizó el alumbrado público y el doméstico
(con gas al principio y luego con electricidad). Se construyeron redes de tuberías para llevar el
agua a las casas y sistemas de alcantarillado para eliminar los residuos de las viviendas.
Sin embargo, también creció la contaminación del aire por el humo de las fábricas y los
desechos industriales, creció el ruido, se transformó la fisonomía de las ciudades y crecieron
las desigualdades sociales entre los barrios obreros y los barrios de la burguesía.
Las condiciones de trabajo en las fábricas eran muy duras, con jornadas laborales de hasta 14 ó
16 horas diarias, bajo una durísima disciplina. Por la ausencia de medidas de seguridad, eran
continuos los accidentes laborales en fábricas y los obreros desarrollaban allí, con frecuencia,
enfermedades de origen laboral. Además, niños y mujeres trabajaban en las fábricas por
sueldos aún más bajos.
Además, el patrón podía despedir en cualquier momento al trabajador, que no tenía derecho a
ninguna indemnización ni al cobro del desempleo. Finalmente, a los obreros les estaba
prohibido por ley crear ningún tipo de asociación para luchar por la mejora de sus condiciones
laborales.
5.2. ORÍGENES DEL MOVIMIENTO OBRERO
La primera reacción de los obreros fue su oposición al maquinismo, por considerarlo
responsable del paro y de los bajos salarios. Así, se destruyen máquinas e incendian fábricas
(ludismo). Esta forma de resistencia se extendió por Europa durante las primeras décadas del
siglo XIX.
Paralelamente, en Gran Bretaña, a finales del siglo XVIII, aparecieron algunas asociaciones de
obreros que intentan enfrentarse a la explotación y, a cambio de una cuota, ayudan
económicamente a sus miembros en caso de enfermedad o paro (Sociedades de Socorros
Mutuos). Los gobiernos reaccionaron declarándolas ilegales.
Sin embargo, en 1825 se derogan en Inglaterra las leyes que prohibían las asociaciones
obreras, fundándose entonces los primeros sindicatos, que en un comienzo eran de tipo
sectorial (sindicato de tejedores, de hiladores...). En 1834 se fundó la Great Trade Union, un
sindicato que agrupaba los distintos oficios.
5.3. SOCIALISMO
La palabra socialismo deriva del latín “socius” (compañero). Apareció por primera vez en 1832
en un periódico francés. El socialismo partía de la idea de que, aunque todas las constituciones
admitían la igualdad de los hombres ante las leyes, en realidad existía una evidente
desigualdad debida a las grandes diferencias económicas. Por eso, se decía que, para que todo
el mundo fuese realmente igual, nadie debía ser más rico que nadie. Por eso se defendía la
eliminación de la propiedad privada y las diferencias de clase mediante la desaparición del
sistema liberal-capitalista. Las formas de acabar con el sistema económico es lo que más
dividió a los que, en principio, se llamaban a sí mismo socialistas. Unos defendían métodos
pacíficos (socialismo utópico y anarquismo de Kropotkin), otros la revolución violenta
(socialismo marxista y anarcosindicalismo).
En el socialismo del siglo XIX se diferencian dos corrientes: socialismo utópico y socialismo
marxista.
1.- SOCIALISMO UTÓPICO. Con este término se hace referencia a los pensadores socialistas
anteriores a Carl Marx; es decir, de la primera mitad del siglo XIX.
Se inspiran, la mayoría, en las ideas de Rousseau sobre la bondad natural del hombre. Tienen
en común el creer que las comunidades han de ser regidas por la bondad de Dios o la
Naturaleza, debe desaparecer la propiedad privada, la sociedad ha de estar mediante por la
concordia y la armonía (mezcla de amistad y verdad), se ha de huir de toda imposición política
y de la violencia; y la unión de todas las clases sociales es la única forma de salvar la
humanidad y conseguir una sociedad armónica.
Los más importantes socialistas utópicos fueron:
-Blanc. Creó talleres nacionales en 1848 para mitigar el paro en París
29
-Saint Simon (1760-1825) La industria es la principal fuente de riqueza y ha de estar regida por
técnicos, trabajando cada hombre según su capacidad y siendo recompensando según los
servicios prestados
-Fourier (1772-1837). Propone crear falansterios, comunidades de voluntarios integradas por
unas 425 familias –1600 personas- autosuficientes en agricultura, industria y administración.
Cada uno trabajaría en lo que estuviera más capacitado.
-Cabet (1788-1856). Los medios de producción han de ser comunitarios. Las instituciones
comunitarias se regirán por sufragio universal de hombres y mujeres.
-Owen (1771-1859. En su fábrica de Escocia suprimió el trabajo nocturno, limitó la jornada
laboral a 10 horas, creó escuelas gratuitas, una caja de previsión social, economatos y
cooperativas de crédito en que se suprimió el beneficio comercial y la moneda.
2.- SOCIALISMO MARXISTA.
Karl Marx (1818-1883). Filósofo y economista alemán, estudió en Berlín, pero más tarde se
exilió en París y Bruselas, para establecerse finalmente en Londres, donde desarrolló su
pensamiento en circunstancias personales muy adversas (pobreza, mala salud). Desarrolló una
intensa actividad política, fruto de la cual escribe en 1848 “El Manifiesto Comunista”, en
colaboración con el también filósofo Friedrich Engels.
A partir de 1873 se retiró de cualquier actividad política y se dedicó a redactar su obra cumbre,
“El Capital”.
Marx llamó a su filosofía socialismo científico porque, a diferencia de los pensadores
anteriores, considera que sus teorías estaban basadas en sólidos estudios históricos y
económicos.
Sus principales ideas son:
- La lucha de clases. La historia refleja el enfrentamiento permanente entre dos fuerzas
antagónicas: los opresores, propietarios de los medios de producción (tierras, fábricas, bancos,
empresas...); y los trabajadores oprimidos.
- La plusvalía. Entre lo que el empresario paga al obrero y lo que cobra por la venta del
producto hay una importante diferencia a su favor; un beneficio o plusvalía que el empresario
se queda. Acumulando plusvalías se forman las grandes fortunas.
- Dictadura del proletariado. La economía capitalista acabará entrando, según Marx, en una
crisis de superproducción, ya que las condiciones de vida del proletariado se irán deteriorando
y no podrá comprar todo lo que se produce. Este momento debe ser aprovechado por el
proletariado para conquistar el poder mediante la revolución e implantar una dictadura que
durará el tiempo necesario para colectivizar todos los medios de producción (fábricas, bancos,
tierras...).
- Sociedad sin clases. Una vez superada la fase de dictadura (comunismo) ya no habrá clases
sociales, pues no habrá propietarios ni obreros, al ser la propiedad colectiva. Se llega así a la
última fase, el socialismo, en que todas las tensiones y luchas de clase habrán desaparecido.
5.4. ANARQUISMO
El término anarquismo proviene de los términos griegos “an” (sin) y “arhô” (gobernar). Es la
segunda gran corriente ideológica dentro de los movimientos obreros. Está formado por un
conjunto de pensadores como Proudhon, Kropotkin o Bakunin, que tenían las siguientes ideas
en común:
- Rechazan la propiedad privada y defienden formas de propiedad colectiva.
- Rechazan la autoridad, sobre todo del Estado, por lo que defienden su desaparición, así como
la del ejército.
- Se oponen a toda participación obrera en la vida política, por lo que rechazan formar partidos
políticos pero promueven la constitución de sindicatos.
- Defienden la acción revolucionaria del campesinado y del proletariado para destruir el Estado
y crear una nueva sociedad igualitaria.
Algunos pensadores anarquistas, como Kropotkin, defienden sólo el uso de medios pacíficos,
pero finalmente acabará imponiéndose el pensamiento de Bakunin, que promueve la violencia
para combatir al Estado y a la burguesía.
Bakunin proponía colectivizar las fábricas, el capital y las tierras, pero no los frutos. Defiende la
desaparición, mediante la violencia, de todas las instituciones del Estado, la Iglesia y el
capitalismo. Luego serían sustituidas por comunas formadas espontáneamente.
Por la influencia de Bakunin, los anarquistas desencadenaron una verdadera oleada de
atentados entre finales del siglo XIX y principios del XX.
VOCABULARIO: Revolución Industrial, comercio triangular, liberalismo económico, Bolsa,
sociedad anónima, máquina de vapor, Adam Smith, cártel, trust, holding, luddismo, trade
union, socialismo utópico, socialismo científico, Marx, materialismo histórico, lucha de clases,
plusvalía, dictadura del proletariado, anarquismo, Bakunin, Kropotkin, Internacionales Obreras,
revisionismo marxista, SPD, Partido Laborista y PSOE.
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TEMA 4: REVOLUCIONES, LIBERALISMO Y NACIONALISMO
I. INTRODUCCIÓN: la era de las revoluciones
II. REVOLUCIÓN AMERICANA Y NACIMIENTO DE EE.UU. (1775-1787)
Situación de las 13 colonias inglesas de Norteamérica
1. Guerra de la Independencia, creación de la Confederación y Constitución de los EE.UU.
III. LA REVOLUCIÓN FRANCESA (1789-1799) Y EL IMPERIO NAPOLEÓNICO
1. Orígenes: los Estados Generales (1789)
2. La monarquía constitucional (1789-1792): fase moderada
3. La República
A. La Convención (1792-1795): el Terror
B. El Directorio (1795-1799)
4. El Imperio napoleónico(1799-1815)
IV. LA RESTAURACIÓN
V. LIBERALISMO Y NACIONALISMO
VI. LA CULTURA Y EL ARTE: Jean Louis David y Goya
I. INTRODUCCIÓN: la era de las revoluciones
Desde mediados del siglo XVIII se produjeron varios acontecimientos políticos que
transformaron Europa y América y pusieron los cimientos del mundo contemporáneo:
- La independencia de las colonias inglesas de Norteamérica y el nacimiento de EE.UU.
- La Revolución Francesa y el Imperio Napoleónico.
- Las ideologías liberal y nacionalista, las revoluciones liberales y las unificaciones de Italia y
Alemania.
En el ámbito cultural, en esta época se desarrollaron dos estilos: el neoclasicismo (fines s. XVIII
y comienzos del XIX) y el romanticismo (1ª mitad s. XIX).
II. LA REVOLUCIÓN AMERICANA Y EL NACIMIENTO DE EE.UU (1775-1787)
A comienzos del siglo XVII se establecen colonos ingleses en la costa este de Norteamérica. En
el siglo siguiente eran ya trece las colonias inglesas. Eran territorios prósperos que aportaban
materias primas necesarias para el desarrollo industrial de Gran Bretaña, como algodón,
tabaco, té… En 1773, la constante subida en los impuestos que pagaban los colonos
americanos provoca un motín en Boston. El ejército británico reprime con gran violencia las
protestas, pero la rebelión contra el gobernador británico se extiende pronto a todas las
colonias.
Los colonos forman un ejército al mando de George Washington y piden ayuda a otras
potencias, como Francia o España. En 1775 se inicia la guerra de los colonos americanos contra
las tropas inglesas.
Poco después de iniciarse la guerra, el 4 de julio de 1776, se reúnen en Filadelfia los
representantes de las 13 colonias y aprueban la Declaración de Independencia. Por primera
vez en la historia, un documento legal pone en práctica los principios defendidos por la
Ilustración. Todos los hombres han sido creados iguales y tienen unos derechos básicos como
el de la vida, la libertad o el derecho a la felicidad. Además, se dice que los gobiernos han de
contar con el consentimiento de los gobernados.
Tras encarnizadas batallas, el ejército británico fue derrotado en Yorktown (1781). Dos años
después, en 1783, Gran Bretaña reconoció la independencia de sus colonias. Finalmente, en
1787, se aprueba la constitución norteamericana (primera escrita en la historia), que da origen
a un nuevo país: los Estados Unidos de América (EE.UU.)
Un siglo después, entre 1861 y 1865 estalló una guerra civil entre los estados del norte y los
del sur: es la Guerra de Secesión. Finalmente, el norte ganó la guerra, lo que supuso la
abolición de la esclavitud en EEUU.
III. LA REVOLUCIÓN FRANCESA (1789-1799)
La Revolución Francesa supuso la destrucción, por vez primera en Europa, del Antiguo
Régimen; es decir, de la monarquía absoluta y de la sociedad estamental. Se aprobó la primera
constitución de la historia europea y se estableció, también por vez primera, el voto de los
ciudadanos. El lema de los revolucionarios franceses era: libertad, igualdad y fraternidad.
Francia era la mayor potencia de la época, por lo que la influencia de la Revolución fue
tremenda en toda Europa. Incluso después de su derrota en 1815, la Revolución Francesa
siguió ejerciendo una enorme influencia durante décadas y sus ideas fueron seguidas por
gentes de todos los lugares.
Sin embargo, no olvidemos tampoco que la Revolución y las reformas fueron impuestas por la
fuerza por grupos más o menos minoritarios y que dejó tras de sí un rastro de sangre
(ejecuciones, guerras, luchas civiles, motines callejeros...)
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3.1. Orígenes: Los Estados Generales (1789)
En mayo de 1789, el rey francés Luis XVI, ante la necesidad de recaudar más impuestos,
convocó los Estados Generales; una asamblea de origen medieval formada por representantes
de la nobleza, el alto clero y la burgusía.
Ante la negativa de los nobles a pagar impuestos, los representantes de la burguesía
abandonaron el palacio de Versalles y marcharon a París. Allí se reunieron por separado en un
juego de pelota, y juraron no disolverse hasta que los Estados Generales no se convirtieran en
una auténtica asamblea que elaborara una constitución para Francia que acabara con el
absolutismo. Al mismo tiempo, el pueblo de París, que les apoya, se levanta en armas el 14 de
julio de 1789 y asalta la cárcel real de la Bastilla, liberando a los presos y consiguiendo armas.
Esto provocó que la revolución se extendiera a otras ciudades y pueblos. En algunas zonas, los
campesinos quemaron los títulos de propiedad de los nobles sobre sus tierras y asaltaron
castillos. La revolución había comenzado.
3.2. La monarquía constitucional (1789-1792): fase moderada
Ante la presión revolucionaria, algunos nobles y clérigos se unen al Tercer Estado y el rey cede.
Se proclama la Asamblea Nacional Constituyente, lo que supone que esos hombres
representaban al pueblo de Francia y que se acababa con el poder absoluto del rey. Su tarea
será redactar una constitución para Francia que acabe con el Antiguo Régimen.
Las principales reformas que acometió la Asamblea nacional fueron tres:
-La abolición del feudalismo.
-La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Tenía 17 artículos que recogen
cuatro derechos básicos: libertad individual, igualdad ante la ley, derecho a la propiedad
privada y soberanía nacional. Además, el clero fue expropiado y pasó a depender del Estado.
-La aprobación de la Constitución en septiembre de 1791. Recoge la separación de poderes, los
derechos y libertades de los ciudadanos, que se recogían en la Declaración de Derechos, el
derecho al voto (sufragio censitario) y una nueva forma de gobierno, la monarquía
constitucional. Sólo votaban los hombres de más de 25 años que pagaran impuestos iguales a
tres días de trabajo; es decir, el 15 por ciento de la población.
Francia se convierte en una monarquía constitucional. Aprobada la Constitución, la Asamblea
se disuelve y se convocan elecciones. Se forma la nueva Asamblea Legislativa. Su misión era
aprobar las leyes que desarrollaran la Constitución.
Sin embargo, durante todo este tiempo, el Rey seguía sin estar de acuerdo con estas reformas
y conspiraba para lograr el apoyo de otras potencias extranjeras y restablecer el absolutismo.
En 1792, Austria y Prusia declaran la guerra a Francia. Ante las primeras derrotas, el pueblo
culpa a la reina, de origen austríaco, y asalta el palacio real de las Tullerías. El rey es
suspendido en sus funciones y encarcelado (10 de agosto de 1792).
3.3. La República (1792-1799)
A. La Convención (1792-1795): el Terror
En medio de esta nueva situación, se vuelven a convocar elecciones, esta vez mediante
sufragio universal masculino. Se elige una nueva asamblea, la Convención Nacional. En su
primera reunión, se acuerda que Francia se convierta en una república.
El rey es declarado culpable de alta traición y guillotinado el 21 de enero de 1793. En
respuesta, Austria, Prusia, Inglaterra, Holanda y España, entre otros países, declararon la
guerra a Francia.
El poder pasa ahora a manos de los grupos más radicales, los jacobinos, apoyados por los sans-
culottes, unos grupos armados del bajo pueblo parisino. Ambos grupos, en medio de
desórdenes y matanzas, imponen el régimen que se denomina Terror.
Se creó un gobierno, el Comité de Salvación Pública, con poderes superiores a los de cualquier
rey absoluto. Robespierre es el hombre fuerte. En apenas once meses fueron enviados a la
guillotina varios miles de franceses de todos los grupos sociales (sacerdotes, campesinos,
nobles…). La propia reina también fue ahora ejecutada.
Por fin, a finales de julio de 1794, los diputados centristas de la Convención, la Llanura, se
hicieron con el poder y Robespierre fue guillotinado.
B. El Directorio (1795-1799)
Se llama Directorio a este periodo de cuatro años porque el gobierno estaba formado por 5
miembros, el Directorio. Se suprimió el Tribunal revolucionario y desaparecieron las
ejecuciones en masa en la guillotina.
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Se restablece el sufragio censitario y en 1795 se elabora una nueva constitución, la tercera de
la Revolución, que intenta volver a los momentos más moderados, a comienzos de la
Revolución. Incluso se firmó la paz con varias potencias europeas, excepto con Austria e
Inglaterra.
Pero el Directorio tampoco solucionó el clima de inestabilidad social en Francia. Ante las
revueltas de sectores del pueblo y de partidarios de la monarquía, el Directorio se apoyó en el
ejército, donde va destacando la figura de un nuevo general, Napoleón Bonaparte, quien
finalmente dará un golpe de estado el día 18 Brumario (3 de noviembre de 1799), que acaba
con el Directorio y crea el Consulado, un gobierno formado por tres miembros: Sieyes, Ducós y
Napoleón, que era quien realmente dominaba la situación.
3.4. La etapa napoleónica (1799-1815)
A. Etapas
Napoleón gobernó Francia durante 15 años, desde 1799 a 1814. Sin embargo, podemos
diferenciar dos etapas:
CONSULADO (1799-1804). Se llama Consulado a los primeros cinco años de gobierno de
Napoleón. Napoleón fue nombrado primer cónsul; es decir, jefe de gobierno durante tres
años. Poco a poco fue imponiendo un poder cada vez mayor, proclamándose cónsul vitalicio
en 1802 y emperador en 1804 con el nombre de Napoleón I.
IMPERIO (1804-1814). En mayo de 1804, Napoleón aprueba una nueva Constitución para
Francia por la que él se convierte en emperador. En diciembre, será coronado por el propio
Papa en la catedral parisina de Notre Dame. Esta segunda etapa perduró durante diez años,
hasta su derrota final en 1814.
B. Reformas interiores
Napoleón encaminó su política a consolidar las conquistas revolucionarias, pero evitando tanto
el retorno de la monarquía como el poder de los radicales. Su propósito fue crear un estado
moderno.
Primero pacificó la sociedad francesa. Para ello, permitió el regreso de los exiliados y gobernó
apoyándose tanto en defensores del Antiguo Régimen como de la Revolución. Después diseñó
un estado moderno mediante una serie de medidas de gran importancia presente y futura.
Fueron éstas: - Concentró la administración en torno a París, - Creó el banco de Francia y una
nueva moneda, el franco.
- Ideó un sistema educativo centralizado y estatal, desde la escuela primaria hasta la
universidad. - Promulgó el llamado Código civil napoleónico, que modernizó y simplificó las
leyes. Este código significaba la aplicación legal de los principios de la Revolución: libertad de
las personas, derecho de propiedad, libertad de conciencia y de trabajo y abolición de los
derechos feudales. Admitía el divorcio y el matrimonio civil.
- Regularizó las relaciones con la Iglesia (duramente perseguida durante los años de la
Convención) mediante la firma de un Concordato con la Santa Sede en 1801.
- Promovió la construcción de numerosos monumentos conmemorativos de estilo neoclásico,
en París, a la que deseó convertir en una “nueva Roma”. Así, se construyeron entre ellos el
Arco de Triunfo y la Iglesia de la Magdalena. A imitación de los romanos, mandó la
construcción del famoso Arco de Triunfo de la plaza de la Estrella, junto a los actuales Campos
Elíseos, cuyos relieves conmemorarían sus victorias militares.
- También se preocupó Napoleón del desarrollo económico de Francia.
Todas las reformas fueron acompañadas de una dura represión de sus oponentes y la
imposición de la censura en Europa.
C. Política exterior y guerras napoleónicas
Napoleón pretendía dos cosas en Europa:
- Extender la Revolución francesa y sus grandes ideales.
- Conseguir la unidad de todos los pueblos europeos, bajo la autoridad de Francia.
Sin embargo, Austria e Inglaterra, sus dos principales enemigos, se opusieron y encabezaron,
junto a Rusia, las distintas coaliciones de potencias europeas que trataron de derrotarle en el
campo de batalla. Mediante sus distintas guerras, el Imperio napoleónico llegó a ocupar, a
grandes rasgos: España, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Italia, Suiza, Eslovenia, Croacia, gran
parte de Alemania y Polonia.
En los territorios conquistados impuso como soberanos a sus familiares o a jefes de su ejército.
Allí puso fin a las instituciones del Antiguo Régimen; se redactaron constituciones liberales, se
establecieron códigos civiles similares al francés y se adoptaron reformas en la Iglesia. Pero la
ocupación militar provocó el rechazo popular. En 1808, con el pretexto de tomar Portugal,
aliado de Inglaterra, Napoleón invadió España y colocó en el trono a su hermano José I. En
1812 comenzaron las dificultades para el ejército francés, cuando Napoleón invadió Rusia.
Pese a tomar Moscú, la falta de suministros le obligó a retirarse. En 1814 fue también
derrotado en España, por lo que la coalición antifrancesa entró en París y derrocó a Napoleón
33
D. El Imperio de los Cien Días Tras ser derrotado y depuesto de su trono, a Napoleón se le
desterró a la isla de Elba. Pero en 1815, Napoleón escapó de su encierro y desembarcó en
Francia, donde recobró con facilidad el país, dado que aún seguía contando con el apoyo de
gran parte del pueblo. Una nueva alianza europea se levantó contra él. Un ejército anglo-
holandés y otro prusiano se reunieron en Bélgica; Napoleón se les enfrentó y fue vencido en
Waterloo (junio de 1815), por el general inglés Wellington. Los ingleses le enviaron a la isla de
Santa Elena, en pleno Atlántico, donde moriría en 1821. En Francia, los Borbones volvieron al
trono en la persona de Luis XVIII.
IV.- RESTAURACIÓN
Tras la derrota de Napoleón en 1814, los reyes absolutos de Europa deseaban volver a la
situación política anterior a los acontecimientos de la Revolución Francesa. Para ello, los
representantes de las monarquías se reunieron en el Congreso de Viena y, durante dos años
(1814-1815), establecieron pactos con la intención de restaurar el Antiguo Régimen, luchar
contra el liberalismo y diseñar las nuevas fronteras europeas. Como resultado de las
discusiones del Congreso, volvió a establecerse el absolutismo y se adoptó una política de
equilibrio internacional para evitar nuevas guerras.
Además, Austria, Prusia y Rusia firmaron un pacto que se denominó la Santa Alianza, por el
que se decidió que los ejércitos absolutistas podrían intervenir en cualquier país de Europa
donde la monarquía absoluta se viera amenazada.
A la Santa Alianza y a la monarquía absoluta se opondrán las ideologías del liberalismo y el
nacionalismo.
V. LIBERALISMO Y NACIONALISMO
A. Concepto de liberalismo, ideas fundamentales y tendencias
El liberalismo es una ideología política que se inspira en los principios de la Revolución
Francesa. La ideología liberal es defendida, fundamentalmente, por la burguesía y aspira a
hacerse con el poder. Muchos de los movimientos revolucionarios del siglo XIX fueron
promovidos y protagonizados por los liberales de los distintos países europeos.
Sus ideas fundamentales son:
-Es enemiga de la monarquía absoluta y propugna la soberanía nacional. El rey es aceptado si
él acepta una constitución que refleje los derechos y deberes de sus ciudadanos; y el reparto
del poder entre el gobierno (ejecutivo), un Parlamento (legislativo) y los jueces.
-Defensa de las libertades individuales, como la propiedad privada, la libertad de expresión,
reunión, asociación y religión.
-La nación es representada en parlamentos por representantes elegidos en elecciones libres.
Como no todos los burgueses tienen el mismo nivel de riqueza, había dos tendencias entre los
liberales:
* Partidarios del voto sólo de las personas con un mayor nivel de rentas (sufragio censitario).
Se les llamará liberales doctrinarios.
* Partidarios del voto de todos los ciudadanos varones de más de 20, 23 ó 25 años. Este grupo
lo apoyaban la pequeña burguesía y los intelectuales. Se les llamó demócratas.
-En economía, los liberales defienden la libertad para crear empresas e importar y exportar
mercancías de un país a otro. El Estado no debe intervenir en la economía. Sin embargo, lo
cierto es que, con la Revolución Industrial, las condiciones de vida de los trabajadores serán
muy míseras y se verán explotados por los empresarios y faltos de protección del Estado, por
lo que surgirá una nueva ideología, el socialismo.
B. Revoluciones liberales de 1820, 1830 y 1848
Las principales revoluciones liberales que se produjeron en la 1ª mitad del siglo XIX fueron:
a) El levantamiento liberal del general Riego en España, en 1820, contra la monarquía absoluta
de Fernando VII. Fue aplastado tres años después por un ejército europeo de la Santa Alianza.
b) El levantamiento de los patriotas griegos contra el imperio turco, en 1821, que después de
una larga guerra terminó con el reconocimiento de la independencia de Grecia, que se
convirtió en un Estado independiente en 1829.
c) Emancipación de la América española. El levantamiento de los revolucionarios americanos -
comandados por Simón Bolívar y José de San Martín-, iniciado en torno a 1817, supuso el fin
del Imperio español en América. El levantamiento general, desde México a Argentina, culminó,
en torno a 1825, con la pérdida de todas las colonias españolas en América –excepto Cuba y
Puerto Rico (1898)- y la proclamación de la independencia de nuevas naciones, como Perú,
Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay, México… También accede a su independencia, en estas
mismas fechas, Brasil, que se separa del imperio portugués.
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d) En 1830, un amplio movimiento revolucionario europeo comienza en Francia, donde se
expulsa al rey absolutista Carlos X y se impone una monarquía parlamentaria liberal, en la
persona de Luis Felipe de Orleáns. En Bélgica, el levantamiento contra el dominio holandés
concluirá con el reconocimiento de la independencia de los belgas. Sin embargo, los
movimientos revolucionarios fracasan en Italia, Alemania y Polonia.
e) En 1848 se produce otro nuevo movimiento revolucionario general en Europa. De nuevo, se
inicia en París, en Francia, donde el rey Luis Felipe se ve obligado a abdicar y se proclama la
Segunda República. Es el fin definitivo de la monarquía en Francia, que ya no volverá a
restaurarse. Otros movimientos revolucionarios en Austria, Italia y Alemania concluyen
también en un fracaso.
C. Concepto de nacionalismo
El nacionalismo es una ideología que también surgió a principios del siglo XIX, muy vinculada al
liberalismo. Los nacionalistas defienden, no sólo las ideas liberales, sino también el derecho de
las naciones a formar un estado independiente; es decir, de aquellos pueblos que tienen una
misma historia, lengua, territorio y voluntad de vivir en unión.
En esa época, numerosas naciones no tenían un estado propio, sino que estaban sometidos a
poderes extranjeros –imperios turco, austríaco y ruso. Surgirán movimientos antiabsolutistas
que promueven la independencia de sus pueblos en Bélgica, Grecia, Polonia, etc. Por el
contrario, en Italia y Alemania los nacionalistas pretenderán la unión en un solo país de los
múltiples estados en que están divididas esas naciones.
D. Unificaciones de Italia y Alemania
Italia y Alemania estaban divididas en muchos pequeños estados desde la Edad Media. Sin
embargo, ambas naciones alcanzaron su unidad en 1870, y a partir de ahí iniciaron un
importante proceso de desarrollo político y económico. Ambas unificaciones se lograron en un
periodo de poco más de diez años (1859-1870).
La unificación de Italia fue dirigida por un pequeño reino del norte, el Piamonte, que logró –
con el apoyo de Francia- que se le fueran uniendo el resto de reinos italianos, tras una serie de
victorias militares frente a Austria y otros enemigos. La unificación alemana fue dirigida por el
reino de Prusia, y se logró tras varias guerras victoriosas frente a Dinamarca, Austria y Francia.
VOCABULARIO DE REPASO: Antiguo Régimen, monarquía absoluta, sociedad estamental,
gremios, Ilustración, economía de subsistencia, Revolución Americana, Revolución Francesa,
Estados Generales, Asamblea Nacional Constituyente francesa (1789-1791), Constitución
francesa de 1791, monarquía constitucional, Asamblea Legislativa francesa (1791-1792),
Convención, girondinos, jacobinos, sans-culottes, Constitución francesa de 1793, régimen del
Terror, Directorio, Constitución francesa de 1795, Toma de la Bastilla, Consulado, Imperio,
Napoleón, Imperio de los Cien Días.
Restauración, Santa Alianza, Congreso de Viena, liberalismo, sufragio censitario, liberalismo
doctrinario, demócratas, revoluciones de 1830, revoluciones de 1848, Simón Bolívar, San
Martín, nacionalismo, romanticismo, Turner, Constable, Friedrich, Gericault, Delacroix y Goya.
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TEMAS 5: LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX: La construcción de un régimen liberal
1. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
1.1. Invasión francesa y Guerra de la Independencia (1808-1814)
1.2. La Constitución de Cádiz de 1812
2. EL REINADO DE FERNANDO VII (1814-1833)
2.1. El enfrentamiento entre absolutismo y liberalismo
2.2. Independencia de las colonias americanas (1808-1826)
3. ESTABLECIMIENTO DE LA MONARQUÍA LIBERAL: el reinado de Isabel II (1833-1868)
4. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874)
4.1. La Revolución de 1868 y el reinado de Amadeo I (1871-1873)
4.2. La Primera República española (1873-1874)
5. LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1874-1902)
5.1. Reinado de Alfonso XII (1875-1885) y Regencia de Mª Cristina (1885-1902)
5.2. El desastre del 98: la pérdida de Cuba y Filipinas
1. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1808-1814)
1.1. Invasión francesa y Guerra de la Independencia
La Revolución Francesa causó una gran conmoción entre los gobernantes españoles,
especialmente en el rey Carlos IV (1788-1808), que era pariente del monarca francés.
Inicialmente se le declaró la guerra a la joven república francesa, pero posteriormente se firmó
la paz y se inició, incluso, un periodo de colaboración.
Ya con Napoleón en el poder en Francia, ambos países firman el tratado de Fontainebleau
(1807), que planteaba como objetivo el reparto de Portugal y sus posesiones coloniales entre
ambos países. Por ello, se autoriza al ejército francés a atravesar España para atacar a
Portugal. Más tarde, ante el descontento del pueblo por la presencia de tropas francesas en
suelo español, Napoleón llama a Carlos IV y a su heredero Fernando a la ciudad fronteriza de
Bayona, donde les presiona hasta conseguir la abdicación de ambos en favor de José
Bonaparte, hermano de Napoleón, que se convierte en nuevo rey de España.
Esto provocará un levantamiento del pueblo de Madrid, el día 2 de mayo de 1808, que pronto
se extenderá a otras ciudades. Como no se aceptaba al nuevo rey francés, se formaron Juntas
por numerosas ciudades y territorios del país, con objeto de dirigir la resistencia contra los
invasores. Paralelamente se organizaron guerrillas para hostigar a los franceses. Se iniciaba así
la Guerra de la Independencia, que duraría hasta 1814, en que las tropas francesas se retiraron
de España y el hijo de Carlos IV, Fernando VII, fue proclamado nuevo rey.
1.2. La Constitución de Cádiz (1812)
Las juntas, formadas por toda España para luchar contra los franceses, nombraron unos
representantes que se reunieron en Cádiz, una ciudad que aún no había podido ser tomada
por los franceses. Dado que allí había mayoría de liberales frente a los absolutistas, se decidió
la elaboración de una constitución. Tras casi dos años de trabajos, el 19 de marzo de 1812 se
proclamó la primera constitución española, que es conocida como la Constitución de 1812 o la
Constitución de Cádiz. En ella se elimina el Antiguo Régimen y la Inquisición y se establece la
igualdad de todos los españoles frente a la ley y el impuesto. También se incluyó una
declaración de derechos del hombre y se reconoce la libertad de expresión y reunión, la
división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y el derecho al voto de los hombres
mayores de 25 años.
No obstante, al estar el país invadido, la Constitución no llegó a aplicarse.
2. EL REINADO DE FERNANDO VII (1814-1833)
2.1. El enfrentamiento entre absolutismo y liberalismo
Al regresar Fernando VII a España, en 1814, opta por volver al absolutismo y abole la
constitución de Cádiz y persigue a sus promotores, muchos de los cuales tuvieron que huir del
país. Sin embargo, en 1820, el coronel Riego dio un golpe de estado que obligó al Rey a
restituir la Constitución de Cádiz. Es el periodo conocido como Trienio Liberal.
Pero, tres años después, en 1823, el rey pidió ayuda los países absolutistas europeos, que
enviaron un ejército francés a España, que acabó con el sistema constitucional y volvió a
implantar un régimen absolutista. Se inicia entonces un periodo de dura represión contra los
liberales, muchos de los cuales se exiliaron y otros fueron ejecutados, como Riego.
Pese a todo, los gobiernos de Fernando VII no fueron capaces de solucionar los graves
problemas sociales y económicos que vivía el país.
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2.2. Independencia de las colonias americanas (1808-1826)
A comienzos del siglo XIX, casi todo el enorme imperio español en América se independizó,
dando lugar a la formación de un gran número de países.
A partir de 1815 se generalizó en todo Méjico, Centroamérica y Sudamérica una insurrección
contra el dominio español. Simón Bolívar, desde la actual Venezuela, y José de San Martín,
desde Argentina, vencen al ejército español y proclaman la independencia de nuevas naciones
como Perú, Bolivia, Chile Argentina, Paraguay, Uruguay, la Gran Colombia (actualmente
Venezuela, Colombia y Ecuador) o la República Unida Centroamericana (actualmente
Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá). También Méjico accedió a
la independencia en 1821.
3. ESTABLECIMIENTO DE LA MONARQUÍA LIBERAL: el reinado de Isabel II (1833-1868)
A la muerte de Fernando VII, en 1833, es nombrada reina su hija única, Isabel II, que tan sólo
tenía dos años de edad. Por eso, momentáneamente es nombrada regente su madre, María
Cristina. La reina accedió a la mayoría de edad en 1843.
Sin embargo, el hermano del difunto Fernando VII, Carlos Mª de Isidro, no acepta el
nombramiento de su sobrina. Se forman entonces dos bandos; los carlistas, defensores del
absolutismo; y los isabelinos, partidarios del establecimiento de un sistema liberal en España.
Estalla entonces la 1ª guerra carlista (1833-1839). Los carlistas sólo contaron con apoyo
popular en algunas zonas de Cataluña, País Vasco, Aragón y Navarra, por lo que finalmente
fueron derrotados. A lo largo del siglo XIX habrá dos nuevas guerras carlistas, aunque de
menor importancia que la primera. La 2ª tendrá lugar entre 1846-1860 y la 3ª entre 1872-
1876.
Con el reinado de Isabel II desaparece, por fin, la monarquía absoluta en España. Durante esos
años se produjeron importantes transformaciones. Los más importantes cambios introducidos
por los gobiernos liberales fueron: el paso de un sistema político absolutista a uno liberal y la
desamortización (expropiación) de gran parte de las propiedades de la Iglesia y los
ayuntamientos, que luego fueron vendidas por el Estado a particulares para obtener ingresos.
Además, se aprobaron dos constituciones: la de 1837, inspirada en la de Cádiz; y la de 1845,
más conservadora. Se impulsa la separación de poderes entre gobierno, Parlamento y jueces;
se limita el poder del monarca y se celebran periódicamente elecciones al Parlamento. El
sufragio (voto) era censitario; es decir, que sólo podían votar los hombres que tenían un
mínimo determinado de ingresos. La mayoría del pueblo y todas las mujeres quedaban
excluidas de la participación política.
En ese periodo hubo dos partidos políticos principales, ambos liberales: el Moderado y el
Progresista. Los dos partidos se fueron alternando en el gobierno, pero, dado que las
elecciones estaban frecuentemente manipuladas para que ganara el partido gobernante, la
mayor parte de los cambios de partido en el gobierno se produjeron mediante
pronunciamientos militares (golpes de Estado).
De todas formas, la sociedad española se modernizó en muchos aspectos. Se aprobaron leyes
sobre educación, leyes civiles y penales que reconocían los derechos individuales (igualdad de
los ciudadanos ante la ley, libertad de expresión y de reunión, etc.) se fomentó la
industrialización y la construcción de ferrocarriles, se creó una moneda única (la peseta), se
fundaron numerosos periódicos y se crearon diversos grupos políticos.
4. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874)
4.1. La Revolución de 1868 y el reinado de Amadeo I (1871-1873)
Los últimos años del reinado de Isabel II fueron años de crisis económica, enormes luchas
políticas y un serio descontento de gran parte de la sociedad, que sentía que el régimen era
incapaz de resolver los problemas del país. Por eso, fue aumentando la oposición a Isabel II,
hasta que, en 1868, se produjo un pronunciamiento militar, secundado por motines
revolucionarios en las principales ciudades del país. Fue la llamada revolución de “la Gloriosa”,
que derrocó a la reina, que tuvo que exiliarse.
Los revolucionarios, dirigidos por los generales Serrano y Prim, convocaron elecciones y las
nuevas Cortes aprobaron la Constitución de 1869, la más avanzada de todas las del siglo XIX en
España. Establecía, por vez primera, el sufragio universal masculino; garantizaba la liberta de
prensa, de reunión y asociación, declaraba la aconfesionalidad del estado y la libertad de culto
y mantenía la monarquía constitucional como sistema de gobierno.
Se buscó un monarca de ideología liberal en Europa y las Cortes, finalmente, propusieron a
Amadeo de Saboya, un miembro de la casa real italiana. Amadeo reinó durante casi dos años,
pero el asesinato de su principal valedor (el general Prim), la ofensiva militar de los carlistas,
las divisiones entre los políticos y los graves disturbios protagonizadas por los obreros en
algunas ciudades españolas, hicieron que Amadeo abdicase y abandonase España
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4.2. La Primera República española (1873-1874)
El 11 de febrero de 1873, las Cortes españolas proclamaron la República. Aunque los dirigentes
republicanos intentaron mantener el orden, lo cierto es que, en los siguientes meses, España
se sumió en el caos. Así, los carlistas volvieron a atacar, los campesinos intentaron forzar a que
se repartieran las tierras de los grandes latifundios, los obreros industriales organizaron
frecuentes protestas en las calles y, para colmo, se produjo la “insurrección cantonal”. Los
cantones eran unas nuevas unidades administrativas, similares a los ayuntamientos, que
reclamaban mucha más autonomía. Incluso, los propios republicanos estaban profundamente
divididos en dos grupos: los centralistas y los federalistas. Prueba de todo este desorden es
que, en tan solo un año –el tiempo que duró la I República-, hubo cuatro presidentes de
gobierno (Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar).
Finalmente, en diciembre de 1874, el general Martínez Campos dio un golpe de Estado y
proclamó rey de España al príncipe Alfonso, hijo de Isabel II.
5. LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1874-1902)
5.1. Reinado de Alfonso XII (1875-1885) y Regencia de Mª Cristina (1885-1902)
Con la vuelta de los Borbones, en la persona del rey Alfonso XII, se inicia un nuevo periodo en
la historia de España, conocida como la Restauración. El Rey nombró jefe de gobierno al
político malagueño Cánovas del Castillo, que se encargó de establecer la monarquía
parlamentaria en España. Se inicia ahora una época de estabilidad política y de lentos cambios
sociales y económicos, sin pronunciamientos militares.
Se redactó una constitución liberal moderada, la de 1876 (que ha sido la de más larga vigencia
en la historia del país), que se mantuvo vigente hasta 1931. En ella, la soberanía (poder) es
compartida por las Cortes y el rey y se reconoce oficialmente al país como católico.
Por primera vez, se fundan dos partidos políticos que se alternarán pacíficamente en el poder
según los resultados electorales: son el partido Conservador, dirigido por Cánovas, y el partido
Liberal, liderado por Sagasta. Inicialmente se estableció el sufragio censitario, pero en 1890 se
realizó una reforma que aprobó, por vez primera, el sufragio universal masculino en España.
Sin embargo, el principal defecto del sistema era que las elecciones estaban generalmente
falseadas, de forma que en cada población había una serie de caciques que se ocupaban de
lograr que el resultado fuera en cada momento el previsto, usando para ello las amenazas, las
promesas o el soborno.
En 1885 murió el rey Alfonso XII, cuando se esposa, María Cristina de Habsburgo, esperaba su
primero hijo. Se acuerda nombrarla regente hasta que su hijo alcance la mayoría de edad, en
1902.
Los principales problemas de esta época fueron:
-La 3ª y última guerra carlista, que fue aplastada a comienzos del reinado, en 1876.
-El resurgir de los regionalismos, sobre todo el catalán, y en menor medida el vasco y el gallego
-El auge de los sindicatos y los partidos obreros, que provocan frecuentes protestas y huelgas
en demanda de mejores en las condiciones de vida.
5.2. El desastre del 98: la pérdida de Cuba y Filipinas
Sin duda, el problema más grave de la época fue la pérdida de las últimas colonias en América
y Asia.
La guerra independentista en las colonias de Cuba y Filipinas, ante el apoyo de Estados Unidos
a los sublevados, concluirá con la derrota española. El 10 de diciembre de 1898, por la Paz de
París, España pierde sus últimas colonias: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
La pérdida de las colonias provocó una enorme indignación en el país. España había sido
derrotada y tan solo poseía ya un protectorado sobre el norte de Marruecos y seguía teniendo
graves problemas para su modernización social y económica. Ante esta situación, un grupo de
políticos e intelectuales –conocidos como la Generación del 98- exigieron nuevas reformas
políticas y económicas (sanear la hacienda pública, aumentar la industrialización, acabar con el
caciquismo y mejorar la educación). Uno de los mayores logros del regeneracionismo fue la
creación de la Institución Libre de Enseñanza, en la que se prepararon muchos de los más
brillantes políticos e intelectuales de las primeras décadas del siglo XX.
VOCABULARIO: Tratado de Fontainebleau, levantamiento del 2 de mayo, Constitución de
Cádiz, José I, batalla de Bailén, Trienio Liberal, Cien Mil Hijos de San Luis, Simón Bolívar, San
Martín, carlismo y guerras carlistas, sufragio censitario, sufragio universal masculino, Partido
Moderado, Partido Progresista, Unión Liberal, Narváez, Espartero, O´Donnell, Prim, Sexenio
democrático, Amadeo I, insurreción cantonal, Restauración, Cánovas del Castillo, Sagasta y
desastre del 98.
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TEMA 6: CULTURA Y ARTE EN EL SIGLO XIX
1. ARTE DURANTE LA 1ª MITAD DEL SIGLO XIX (1800-1850)
1.1. Neoclasicismo
1.2. Romanticismo
A. Pintura y escultura romántica
B. Arquitectura historicista
2. ARTE DURANTE LA 2ª MITAD DEL SIGLO XIX (1850-1900)
2.1. Pintura realista, impresionista y postimpresionista
2.2. Arquitectura del hierro y el cemento y arquitectura modernista
1. ARTE DURANTE LA 1ª MITAD DEL SIGLO XIX (1800-1850)
El Romanticismo y el Neoclasicismo se desarrollaron paralela y contrapuestamente durante la
primera mitad del siglo XIX. Mientras los neoclásicos se inspiraban en el mundo greco-latino y
se identificaban con la razón, los románticos bucearon en el medievalismo y apelaron al
sentimiento individual y a la pasión del artista, otorgando primacía a sus emociones.
1.1. NEOCLASICISMO
Tuvo su origen en Francia, y representó las ideas del movimiento ilustrado, basado en los
principios de orden, sencillez y claridad, que habían inspirado el arte clásico, de Grecia y Roma,
que fueron el modelo a imitar. También Italia desempeñó un papel fundamental en su
difusión, por encontrarse allí algunas de las obras más importantes de la Antigüedad.
El Neoclasicismo se desarrolló a lo largo del siglo XVIII y parte del XIX. Se trata de un estilo
marcadamente antibarroco que no sólo intenta recuperar las formas del arte clásico, sino que
es un arte comprometido con las ideas de su tiempo; es decir, la Ilustración. Se trata de un
estilo basado en las formas que dicta la razón.
En arquitectura destaca la construcción de edificios no sólo religiosos, sino también civiles,
como museos, teatros, bibliotecas, etc. La escultura intenta reproducir los modelos griegos. El
más importante escultor fue el francés Canova. La pintura presta mayor interés al dibujo y se
lo reduce al color. Los pintores más importantes son el francés David (que fue pintor oficial de
Napoleón) y el español Francisco de Goya.
Jacques-Louis David (1748-1825) representa al pintor político, comprometido con los ideales
de la Revolución francesa y con el Imperio napoleónico, que no duda en poner su arte al
servicio de la propaganda. En 1785 pinta en Roma “El juramento de los Horacios”, que se
convierte en el manifiesto de la pintura neoclásica europea También destacan sus obras
“Marat asesinado” (1793), “Napoleón cruzando los Alpes” (1800) y “La coronación de
Napoleón en Notre Dame” (1805-1807).
1.2. ROMANTICISMO
La ideología romántica nació en Alemania a principios del siglo XIX como una reacción frente al
pensamiento de la Ilustración. A la exaltación de la razón de los ilustrados, los románticos
opusieron su fe en la intuición y los sentimientos humanos o el gusto por lo insólito e
irracional. Al interés de los ilustrados por los derechos del género humano y la colectividad, los
románticos oponen su preocupación por el individuo, por el ser humano individual.
En su vertiente política, los románticos reivindican los derechos de los pueblos y las naciones y
resaltan que toda nación está unida a una lengua y a unas tradiciones y costumbres comunes.
Los neoclásicos se inspiraban en el mundo clásico y se identificaban con la razón. Por el
contrario, los románticos se inspiran en la Edad Media y se identifican con el sentimiento, la
pasión y las emociones del artista.
A. Pintura romántica. Es la rama más destacada del arte romántico. Rompe con los
convencionalismos neoclásicos y su uniformidad. Recupera el color como fuente de la obra,
frente al dibujo. Ese color expresa la personalidad del autor. Las composiciones muestran
dinamismo y luces vibrantes.
En la pintura romántica cobra una especial relevancia el paisaje (incendios, tormentas,
cordilleras, acantilados, lagos, ruinas de iglesias, cementerios, etc.), especialmente en los
paisajistas ingleses, Turner y Constable, o alemanes, Friedrich. En Francia, los cuadros reflejan
un importante compromiso histórico y político de sus pintores, así como un notable gusto por
el exotismo oriental. Destacan Delacroix (La
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libertad guiando al pueblo, La matanza de Quíos o La muerte de Sardanápalo) y Gericault (La
balsa de la medusa).
En España, los pintores románticos más destacados fueron Pérez Villaamil (1807-1852),
Valeriano Becquer, Mariano Fortuny y, a caballo entre el Romanticismo y el academicismo,
Federico Madrazo.
En el romanticismo, las artes figurativas (pintura y escultura) predominan, en perjuicio de la
arquitectura. Ésta destaca por la aplicación de ideas historicistas; es decir, que se construyen
edificios en los que se usan elementos y formas decorativas que imitan a otros estilos mucho
más antiguos, como el gótico.
En el periodo romántico, la escultura busca expresar movimiento y los sentimientos. Se
representan con frecuencia temas patrióticas, como en el caso del escultor francés François
Rude, cuya obra más conocida es La Marsellesa, obra que se encuentra en el famoso arco de la
Estrella (arco del Triunfo) de París.
B. Arquitectura historicista
En la 1ª mitad del siglo XIX, la arquitectura se inspiraba en modelos históricos. Así, se
continuaban construyendo edificios de estilo grecorromano (neoclásico), pero también
aparecieron, por influencia del romanticismo, los estilos neogótico, neorrománico,
neomudéjar, etc.
Los ingleses, dueños de una larga tradición gótica, resucitan este estilo en las “Casas del
Parlamento de Londres”, corazón físico de la democracia británica.
Franceses y alemanes usan el neogótico para sus edificios religiosos, pero prefieren el
neorrenacimiento y el neobarroco para las obras civiles. Así, en París destaca el plan de
reforma urbana realizado por Haussmann, con la construcción de doce avenidas radiales y
bulevares que, partiendo del Arco del Triunfo, en la Plaza de la Estrella, conectan con el Louvre
a través de los Campos Elíseos.
En España destacan el neorrománico de la Colegiata de Covadonga, el neogótico de la
Universidad de Barcelona y, sobre todo, el neomudéjar, utilizado en todo el territorial nacional
para la construcción de plazas de toros y estaciones de ferrocarril.
2. CULTURA Y ARTE DURANTE LA 2ª MITAD DEL SIGLO XIX (1850-1900)
2.1. PINTURA REALISTA, IMPRESIONISTA Y POSTIMPRESIONISTA
En esta época se suceden en Europa tres grandes estilos pictóricos: el realismo, el
impresionismo y el postimpresionismo
A. Pintura del realismo Reacciona contra el sentimentalismo y el idealismo, buscando retratar
la vida tal como es, de manera objetiva y científica. Refleja las costumbres de la época y se
tratan temas sociales y actuales. En general, muestra gran interés por el maquinismo, la
Revolución Industrial, el trabajo y la vida cotidiana del obrero. Políticamente, la mayor parte
de artistas realistas fueron republicanos entregados a la clase obrera. Destacan Courbet,
Daumier y Millet.
Millet, al contrario que los anteriores, pinta campesinos alejados de la industria, serenos en su
terruño, que, aunque muestran su cansancio, no se rebelan contra su trabajo diario, sino que
lo bendicen. Entre sus obras destacan: El Angelus, El sembrador y Las Espigadoras.
En España, el Realismo fue relativamente tardío e influyó en pintores tan variados como
Eduardo Rosales (El testamento de Isabel la Católica), Joaquín Sorolla o Ignacio Zuloaga.
B. Pintura impresionista. El Impresionismo se desarrolla, grosso modo, entre 1870 y 1890. Su
máxima preocupación es la luz y el color. Su idea inicial es que el artista debe pintar lo que ve y
de la forma en que él lo ve.
Se abandonan los temas históricos en la pintura, para mostrar sobre todo paisajes y escenas
cotidianas al aire libre. La realidad es transitoria y cambiante, dependiendo de la luz.
Los colores se aplican puros, sin mezclar. El dibujo y la forma pierden interés. Defienden la
pintura al aire libre, alejada del taller, que impide ver los cambios que sufre un mismo objeto
bajo la luz diferente del amanecer, el mediodía o la tarde. Se interesan por el paisaje, pero
también por los progresos mecánicos, como el ferrocarril o los barcos de vapor; o el mundo
cotidiano moderno, como las regatas, las carreras de caballos, la ópera y el ballet.
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Destacan Monet (“Impresión, sol naciente”, “Las amapolas” o la serie sobre “La Catedral de
Ruán”), Manet (“Almuerzo campestre”), Renoir (“Un domingo en la Grande-Jatte”, “Regatas de
Argenteuil” o “Le Moulin de la Galette”) y Degas (“En las carreras” o “La tina”).
En España, el Impresionismo influó en la obra de numerosos artista (Regobyos, Beruete o
Zuloaga), pero el gran pintor impresionista fue Joaquín Sorolla.
En la escultura impresionista destacó el francés Rodin.
C. Pintura del postimpresionismo. Se utiliza este término para catalogar a los pintores que, por
oposición o derivación, pretenden ir más allá del impresionismo, pues pretenden expresar lo
que hay más allá de la realidad aparente mediante imágenes sorprendentes e inmediatas. Tres
pintores renuevan el impresionismo por caminos diferentes, pero sin renunciar a los logros
técnicos adquiridos: Cezanne, Gauguin y Van Gogh.
Cezanne (1839-1906). Destacan sus obras “Los jugadores de cartas” y La montaña de Santa
Victoria”.
Gauguin (1848-1903). Destacan sus obras “La visión después del sermón” y “¿De dónde
venimos?, ¿quiénes somos? ¿adónde vamos?”.
Van Gogh (1853-1890). Destacan sus obras “Los comedores de patatas”, sus Autorretratos,
“Los girasoles”, etc.
2.2. ARQUITECTURA DE LA 2ª MITAD DEL SIGLO XIX
En este periodo se suceden, cronológicamente, dos grandes tendencias dentro de la
arquitectura europea y norteamericana:
A. Arquitectura del hierro y el cemento (eclecticismo). A mediados del siglo XIX, los cambios
provocados por la Revolución Industrial dieron origen a una renovación de la arquitectura.
En primer lugar, aparecieron nuevos materiales que se produjeron de forma masiva, como el
hierro y el acero (más flexible y dúctil que el hierro), la invención del hormigón armado como
material constructivo, y la popularización del vidrio para el cerramiento de los edificios.
Por otro lado, la industria, las comunicaciones y la modernización de las ciudades exigieron la
realización de nuevos tipos de construcciones, como puentes, fábricas, almacenes, estaciones
de ferrocarril, edificios comerciales, etc.
Estos avances, unidos al invento del ascensor, favorecieron el que los arquitectos de la Escuela
de Chicago levantaran en Norteamérica los primeros rascacielos.
En Europa, la torre que construyó el ingeniero Gustave Eiffel levantó para la Exposición de
París de 1889 se convirtió en el edificio más alto de la época y en el símbolo de la modernidad.
B. Arquitectura modernista. Este estilo se extiende por toda Europa entre 1890 y 1910. En
Francia se le conoce como Art Nouveau. Este estilo intenta romper con toda la tradición
anterior y desvincularse de todas las corrientes que se inspiraban en estilos históricos
anteriores.
Su estética se inspira en la naturaleza, de la que intenta copiar las formar. Por eso en sus
edificios dominan las líneas curvas -inspiradas básicamente en los tallos vegetales- y una
decoración exuberante
Los arquitectos modernistas no sólo se preocupaban de la construcción del edificio, sino
también de su decoración, por lo que se ocuparon también del diseño y elaboración de todo
tipo de objetos para su decoración, tales como forja, vidrio, cerámica, muebles, alfombras o
lámparas, dado que pretendían crear un ambiente armónico y común.
El Modernismo se desarrolló principalmente en tres ciudades: Bruselas, Viene y Barcelona.
Sobre todo destaca el arquitecto catalán Antonio Gaudí, considerado como la mente más
creativa de toda la arquitectura contemporánea. Entre sus obras destacan la Casa Milá
(conocida popularmente como La Pedrera), la casa Batlló, el Parque Güell y la inacabada
Sagrada Familia, un catedral fantástica, emblema de una Barcelona pujante y cosmopolita.
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TEMA 7: EL IMPERIALISMO, LA REVOLUCIÓN RUSA Y LA 1ª GUERRA MUNDIAL
1. IMPERIALISMO
1.1 Concepto y causas
1.2. Conquista, organización y explotación colonial
1.3. Grandes imperios coloniales
1.4. Consecuencias
2. REVOLUCIÓN RUSA
2.1. Situación de la Rusia zarista
2.2. Las revoluciones de 1917
2.3. La formación de la URSS: épocas de Lenin y Stalin
2.4. Repercusión internacional de la Revolución Rusa y el comunismo
3. PRIMERA GUERRA MUNDIAL
3.1. Causas
3.2. Desarrollo de la Guerra
3.3. Características, novedades y consecuencias
3.4. Tratados de paz
1. IMPERIALISMO
1.1. CONCEPTO Y CAUSAS
El término se aplica específicamente a la ocupación colonial de la mayor parte de África y Asia,
por las grandes potencias europeas, a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Durante esta
época se calcula que una cuarta parte del mundo fue ocupada y distribuida por una media
docena de potencias. En concreto, se estima que en 1914 la ocupación colonial se extendía al
90 por 100 de África, el 99 % de Oceanía y el 56 % de Asia.
Las principales causas que, a juicio de la mayoría de historiadores, provocaron el imperialismo
fueron:
A. Demográficas
El exceso de población con que contaban algunos países, especialmente Inglaterra, hizo que
las nuevas colonias se consideraran una buena salida para varios millones de europeos que
buscaban trabajo y mejores condiciones de vida en Australia, Sudáfrica o Argentina. Las
grandes mejoras del transporte (barco a vapor, ferrocarril) facilitarán este enorme éxodo.
B. Económicas
Las metrópolis buscaban en sus colonias nuevos mercados donde vender sus productos sin
ninguna competencia, obtener materias primas valiosas a precios más baratos (carbón,
algodón, hierro, caucho) y deseaba invertir sus excedentes de capital. Para muchos
historiadores, especialmente los marxistas, ésta es la principal causa del imperialismo de fines
del siglo XIX.
C. Políticas y estratégicas
En esta época hay una fuerte competencia entre las principales potencias europeas por el
poder y el prestigio. Es necesario ocupar puertos, construir canales o ferrocarriles en lugares
estratégicos del mundo para controlar las rutas comerciales y ser más poderosos, económica y
militarmente, que el resto de potencias.
D. Científicas e ideológicas
El interés científico y el deseo de conocer y explorar movió a conocer mejor la Tierra. Los
exploradores europeos llegarán a tierras hasta ahora desconocidas e inaccesibles, poblados de
gente desconocida y a veces peligrosa. Se crearon sociedades culturales que impulsan algunas
exploraciones y llevan al gran público los descubrimientos geográficos, étnicos o biológicos que
se van haciendo conforme avanza la expansión colonial. La máxima curiosidad la despertó el
continente africano, en cuya exploración
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destacaron el misionero escocés David Livingstone5 (1813-1873) y el periodista y viajero
británico Stanley6 (1841-1904).
Al tiempo, a expansión colonial europea era presentada como una misión providencial; es
decir, como una obligación moral del hombre blanco de civilizar, educar y llevar la fe cristiana a
otros pueblos a los que se consideraba atrasados e incultos.
1.2. CONQUISTA, ORGANIZACIÓN Y REPARTO COLONIAL
A. Conquista. A mediados del siglo XIX, el interior de África y gran parte de Asia y Oceanía eran
prácticamente desconocidos. En esa época, los europeos buscaron territorios en los que
expandirse territorialmente, lo que propició viajes científicos y exploraciones geográficas en las
que ingleses y franceses llevaron la iniciativa.
Una vez conocido el territorio, la conquista fue rápida y fácil. La superioridad militar y técnica
de los europeos (que se encontraban inmersos de lleno en los grandes cambios de la época
industrial era tan grande que la resistencia indígena resultó bastante débil.
África: Hasta 1870, la presencia europea en África se reducía a enclaves costeros que
dominaban los territorios próximos. Sin embargo, a partir de esa fecha se inició una rápida y
brutal colonización de África, que significó el dominio total del continente, con excepción de
Liberia y Abisinia (Etiopía).
Británicos y franceses tuvieron ventaja, porque poseían bases en África desde el siglo XVIII. De
hecho, ambas naciones ocuparon la mayor parte del continente. El rey de Bélgica, Leopoldo II,
ocupó un rico territorio en torno al río Congo. Por su parte, alemanes e italianos llegaron tarde
al reparto.
Hubo serios enfrentamiento entre las potencias europeas por el control de África. Por eso,
para llegar a un acuerdo, se reunió en 1885 la Conferencia de Berlín, donde los representantes
de las principales naciones europeas acordaron las normas y las zonas que ocuparían cada una.
Así se llevó a cabo un verdadero "reparto de África" entre las potencias imperialistas. Se
proclamó el principio de “proyección interior”; es decir, que la potencia que tenía la soberanía
reconocida sobre un punto costero poseía el derecho sobre el correspondiente territorio del
interior, hasta los límites de penetración de otra potencia.
Asia: El reparto en Asia fue más complicado, dado que allí había estructuras políticas previas.
Por eso se respetó la autoridad formal de los poderes locales, aunque de hecho se les impuso
un control político de la metrópoli extranjera.
Además, otras naciones extraeuropeas, como Estados Unidos, Rusia y Japón, participaron
también en el reparto. Los ingleses, desde la India, su principal colonia, se anexionaron otros
territorios, como Birmania (actual Myanmar) o Malasia. Los rusos se expandieron en Siberia,
por el extremo norte de Asia; mientras los franceses se centraron en la península de Indochina
(Vietnam, Laos y Camboya) y los holandeses en Indonesia.
China, aunque mantuvo la administración imperial y su independencia, se vio obligada a
aceptar la explotación de minas y algunos puertos por parte de las principales potencias
(Inglaterra, Francia, EEUU...), lo que provocó un enorme malestar interno en el país hacia los
europeos (revuelta de los boxers, 1899).
Como Asia contaba con una población y un desarrollo técnico muy superior al africano, su
ocupación supuso grandes posibilidades comerciales y de inversión.
B. Organización y explotación. Las formas esenciales de ocupación de las colonias fueron
cuatro:
- Colonias de poblamiento. Debido al escaso número de indígenas, a sus buenas condiciones
climáticas o sus especiales riquezas naturales, eran colonias que recibieron numerosa
población europea que emigraba para establecer allí de forma permanente. Por ello, tenían
una elevada independencia en el gobierno de sus asuntos internos, especialmente en el caso
del imperio británico. Canadá, Nueva Zelanda, Sudáfrica o Australia (dominios británicos) son
los ejemplos más representativos. Francia llegó a
5 Livingstone. En 1840 llegó a El Cabo, iniciando una serie de viajes de exploración, y descubrió
el desierto del Kalahari, el río Zambeze y las cataratas Victoria, estudiando la meseta de los
grandes lagos y zona norte del Tanganyka.
6 Stanley. Participó en la guerra de Secesión americana y luego fue a Abisinia, de donde pasó a
Zanzíbar en busca de Livinstone. En un segundo viaje cruzó África de este a oeste, desde
Zanzíbar al Atlántico.
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considerar Argelia como parte de su propio territorio nacional (provincia de ultramar), así
como España hizo con el Sáhara o Portugal con Angola y Mozambique.
- El protectorado. Se formó en aquellos territorios que tenían una estructura política indígena
previa, como en el caso de Egipto. Se mantenía el gobierno y el funcionariado indígena, pero
bajo la supervisión y control de los representantes políticos y militares de la metrópoli.
- Colonias de explotación. Una minoría blanca administra a los indígenas, generalmente en
lugares donde no existía previamente una estructura política fuerte. Al tiempo, grandes
compañías explotan las riquezas naturales del lugar, mediante el trabajo de los nativos,
apropiándose de las tierras para crear grandes plantaciones (azúcar, café, cacao, té, caucho) o
para explotar yacimientos minerales (cobre, oro, carbón y diamantes). Este sistema se empleó
especialmente en África.
- Concesiones. Las potencias colonizadoras obtienen ventajas comerciales de países
independientes que les ceden una serie de puertos. Por ejemplo, China.
1.3. GRANDES IMPERIOS COLONIALES
Al comenzar el siglo XX, Europa dominaba la casi totalidad de África y Oceanía y la mayor parte
de Asia. Más de la mitad de las tierras emergidas y el 65 por ciento de la población mundial
estaban sometidas al dominio colonial. Todas las naciones desarrolladas intentaron constituir
un imperio.
1.- Imperio inglés. Durante la segunda mitad del siglo XIX, Inglaterra alcanzó su mayor apogeo,
convirtiéndose en la primera potencia económica mundial. Alejada de la política europea,
poseía la mejor flota del mundo. Su mayor problema interno era la agitación nacionalista en la
isla de Irlanda, que pretendía recuperar su independencia, perdida en el siglo XVI. Además,
existía una fuerte corriente migratoria hacia los Estados Unidos. Desde el siglo XVIII, dominaba
Canadá, zonas costeras de la India, el Cabo, Ceilán y Australia. Además, controla una serie de
enclaves como Gibraltar, Malta, Suez, El Cabo, islas Malvinas, Singapur y Hong Kong.
Llegaron a formar el mayor imperio colonial, que engloba la cuarta parte de la población
mundial (450 millones de personas y el 20% de la superficie terrestre, unos 33 millones de
Km). Sus principales posesiones fueron:
- En África: El Cabo (Sudáfrica), Rhodesia (Zinbawue), Nigeria, Somalia, Uganda, Kenia, Sudán y
Egipto.
. En Asia: India, Afganistán, Ceilán (Sri Lanka), Birmania (Myanmar) y Malaca (Malasia).
2.- Imperio francés. Es el segundo imperio en importancia. No es tan grande ni sus colonias
tenían la importancia económica de las inglesas.
- En África: Guinea, Senegal, Túnez, Argelia, Costa de Marfil, Chad, Congo francés, Madagascar
y Marruecos.
- En Asia: Indochina (Vietnam) y Laos.
3.- Otros.
-Alemania, aunque llegó tarde al reparto, ocupó los territorios africanos de Togo, Camerún y
Tanganika (Tanzania y Malawi). En el Pacífico compró a España, en 1898, las islas Marianas y
Carolinas, de valor puramente estratégico.
- Italia no consiguió su primera colonia hasta 1911, ocupando Tripolitania (Libia).
- Bélgica ocupó el Congo belga.
- Holanda mantenía restos de su imperio del siglo XVIII: Insulindia (Indonesia) y Guayana
holandesa.
- Portugal mantuvo extensos territorios en África: Guinea, Angola, Mozambique y algunos
puntos costeros en India y China.
- España se establece en la costa occidental del Sáhara y en el golfo de Guinea (Guinea
ecuatorial).
- Rusia. Su penetración en Siberia progresó extraordinariamente a lo largo del siglo XIX,
alcanzando la costa pacífica. También penetró en el Turquestán, pero vendió Alaska a Estados
Unidos. Se incorporó Georgia, Armenia, Azerbaiyán y el actual Kazajstán (meseta Pamir).
- Estados Unidos. Durante todo el siglo XIX se extendió, desde las originarias 13 colonias, en la
costa atlántica, por todo el centro y el oeste, hasta alcanzar sus límites actuales, en torno a
1890. Así, en
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1803 compró la Luisiana a Francia, en 1819 Florida a España y luego, en 1848, tras una guerra
con Méjico, obtuvo Tejas, Nuevo Méjico y California; y de Inglaterra los territorios del
noroeste. Además, en 1898, tras derrotar a España en una breve guerra, ocupa Cuba y Puerto
Rico. Luego compra Alaska a Rusia y ocupa Filipinas y las islas Hawai en el océano Pacífico. En
1914, la construcción del canal de Panamá, que quedará bajo control estadounidense, le
otorga una influencia decisiva en su relación con Hispanoamérica.
- Japón ocupa Formosa (Taiwan) y otras islas del Pacífico norte, en abierta guerra con China y
luego con Rusia.
1.4. CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO
La gran expansión colonial de finales del siglo XIX y comienzos del XX dará lugar a una serie de
cambios trascendentales que afectarán tanto a Europa como a las colonias.
A. Consecuencias en las metrópolis
- Dominio del mundo por las grandes potencias europeas.
- Clima de tensión y rivalidad colonial entre las potencias, que culminará en la Primera Guerra
Mundial.
- Obtención de materias primas baratas e intensificación del tráfico comercial mundial, lo que
enriquece a las metrópolis y estimula el proceso de la 2ª Segunda Revolución Industrial.
- Intensos movimientos migratorios hacia algunas colonias, debido a la presión demográfica en
algunos países europeos.
- La cultura occidental, la religión cristiana y las lenguas europeas (francés, inglés, español)
pasaron a ser las más habladas, al adoptarse como lenguas maternas en muchas partes del
mundo.
B. Consecuencias en las colonias
- Dependencia económica de África y Asia, que será una de las causas principales del atraso y
el subdesarrollo actual de estos países. Además, sus riquezas naturales fueron explotadas en
beneficio de las metrópolis.
- Dependencia política respecto de las potencias europeas.
- Destrucción, en muchos casos, de la cultura y la lengua indígenas, sustituidas por las
europeas y occidentales, lo que conlleva frecuentemente la pérdida de la propia identidad.
- Paralelamente se producen una importante reducción del analfabetismo
- Desarrollo de la vida urbana y mejoras en la sanidad y las vías de comunicación.
- Segregación racial
- Las fronteras artificiales de África, que se han mantenido después cuando estos países
alcanzaron la independencia, ha separado etnias y culturas o han unido otras que estaban
enfrentadas desde antiguo. Por ello, se han producido situaciones de odio tribal que han
acabado a veces en guerras y matanzas (los hutus y los tutsis en Ruanda y Burundi).
- Debido a las mejoras en higiene y sanidad, descendió la mortalidad indígena y se produjo en
enorme crecimiento de la población en África y Asia durante el siglo XX.
2. LA REVOLUCIÓN RUSA Y LA FORMACIÓN DE LA URSS
2.1. SITUACIÓN DE RUSIA A FINES DEL S. XIX Y COMIENZOS DEL XX
2.1.1. Estructura social y política
A comienzos del siglo XX, en toda Europa se habían establecido regímenes políticos liberales.
Sólo en Rusia se mantenía el poder absoluto de los zares y una organización semifeudal de la
sociedad. El zar era el emperador de Rusia. En esa época era Nicolás II (1894-1914).
Evidentemente, el régimen político en Rusia, a comienzos del siglo XX, no era una democracia
liberal, sino una autocracia; es decir, que todo se hacía según la voluntad de una persona, el
zar.
El zar tenía un poder casi absolutista en Rusia, basado en: la burocracia, el ejército y la policía
zarista (la ochraná, que actuaba despiadadamente: “Rusia era una cárcel para su pueblo”).
Había entre 120 y 140 millones de habitantes, divididos en 150 grupos culturales con
diferentes lenguas y religiones. La cohesión social, pues, era muy difícil.
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La base de la economía era la agricultura, muy atrasada y con frecuentes hambrunas. El 80%
de la población eran campesinos que vivían en una situación muy miserable. La nobleza
propietaria de grandes latifundios era el grupo más poderoso.
La burguesía y el proletariado urbano eran grupos sociales recientes y con poca fuerza aún,
dado que hacía poco que se había iniciado una tímida industrialización, con industria pesada y
ferrocarril, apoyada en la inversión extranjera. San Petersburgo (Petrogrado durante la PGM y
Leningrado después) y Moscú eran los dos centros industriales, junto a las cuencas mineras.
Dadas las malas condiciones de vida de campesinado y obreros de la industria, las revueltas
eran relativamente frecuentes.
2.1.2. Revolución de 1905. En 1905, como consecuencia de la derrota en la guerra contra
Japón, una manifestación de decenas de millares de personas ante el Palacio de Invierno
(residencia del zar), para pedir mejoras económicas y cambios políticos, fue duramente
reprimida por el ejército, que provocó cientos de víctimas y heridos.
A partir de ahí hubo una cadena de huelgas, motines y levantamientos. El zar hizo algunas
concesiones, pero el movimiento se fue radicalizando hasta quedarse solos los obreros
revolucionarios, que fueron derrotados, al retirarles su apoyo la burguesía y los liberales.
La figura del zar salió deteriorada en la mente popular. No obstante, hizo algunas cesiones.
Renunció al absolutismo, creando un parlamento (la Duma) y reconociendo ciertos derechos
humanos, como la libertad sindical y política. Pero pasada la revuelta, el zar fue limitando estas
mejoras.
2.2. LAS REVOLUCIONES DE 1917
Con su participación en la Primera Guerra Mundial, el zar y la clase dirigente rusa (burocracia,
ejército y nobleza cortesana y terrateniente) esperaban fortalecerse con el apoyo del pueblo
ruso frente a la amenaza del enemigo extranjero. Sin embargo, las derrotas (que provocan la
repatriación de decenas de miles de cadáveres) y la prolongación del conflicto provocaron
hambre, escasez de alimentos y un derrumbe moral del pueblo. Una manifestación
espontánea el 23 de febrero en San Petersburgo, en demanda de paz y pan, fue el punto de
partido de la Revolución Rusa.
2.2.1. Revolución liberal-democrática de febrero
Cuatro días después de la primera manifestación contra la guerra y el hambre, el 27 de febrero
(12 de marzo), los soldados se niegan a enfrentarse a los manifestantes y disparan contra sus
oficiales. Se forman soviets de soldados y obreros y el zar Nicolás abdica en su hermano
Miguel, que no acepta el trono. Se forma un gobierno provisional (dirigido por Kerensky)
apoyado por los partidos liberales y democráticos del Parlamento ruso, llamado la Duma. Este
gobierno decidió inició una serie de reformas que convirtieron a Rusia en una república
democrática, al tiempo que decidió continuar la guerra.
Sin embargo, los soviets (asociaciones de soldados y obreros formados en febrero de 1917 en
las principales ciudades rusas) no reconocían al gobierno provisional y exigían el poder para sí
mismos. La mayoría estaban controlados por una rama radical del socialismo ruso, los
bolcheviques.
2.2.2.Revolución comunista de octubre
El 25 de octubre, los bolcheviques deciden el asalto al poder por las armas. Aprovechando que
el gobierno de Kerensky envía nuevos regimientos al frente, toman por las armas los puntos
neurálgicos de la capital, San Petersburgo, especialmente el Palacio de Invierno, sede del
gobierno ruso. El presidente y sus ministros huyen. El 26 de octubre se forma el primer
gobierno de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin.
En una semana controlan también Moscú y desde ahí la revolución se propaga por los
principales centros urbanos de la Rusia europea, aunque amplias zonas siguen bajo el poder de
las antiguas autoridades. Es el origen de la guerra civil, que se prolongará desde 1918 a 1921, y
que terminará con la victoria del Ejército rojo; es decir, de los bolcheviques.
2.3. LA FORMACIÓN DE LA URSS: Lenin y Stalin
2.3.1. Época de Lenin (1918-1924). Durante este periodo se pusieron las bases del nuevo
Estado totalitario. Los bolcheviques, una vez tomado el poder, se hicieron llamar comunistas,
fundaron el PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) y, desde 1922, Rusia adoptó un
nuevo nombre: Unión Soviética.
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Nada más tomado el poder, en 1918, los bolcheviques tomaron un paquete de medidas
urgentes:
- La retirada de Rusia de la 1ª Guerra Mundial, con la firma del tratado de Brest-Litovsk con
Alemania, el 3 de marzo de 1918. El tratado supuso importantes pérdidas territoriales: Polonia,
Lituania, Letonia, Estonia y Finlandia.
- Prohibidos los partidos liberales, sólo quedan los partidos obreros, que finalmente fueron
también prohibidos todos, excepto el de los bolcheviques, ahora conocidos como comunistas.
- Se expropiaron las tierras para repartirlas entre los campesinos y las fábricas quedaron bajo
el control de comités obreros.
- En 1924 se aprueba una Constitución que define a Rusia como la URSS, bajo el régimen de la
dictadura del proletariado. Se trataba de un sistema totalmente antidemocrático en el que un
solo partido, el PCUS, controlaba tanto el gobierno como el parlamento y el sistema judicial
2.3.2. Época de Stalin (1924-1953). Tras la muerte de Lenin, se inicia una lucha por el poder en
la URSS. en la que se impondrá finalmente Stalin. Los aspectos más destacados de esta época
fueron:
-Stalin ejerció una verdadera dictadura personal y fomentó su liderazgo mediante un auténtica
"culto a la personalidad". Todo sospechoso de oponerse a Stalin era acusado de "enemigo del
socialismo".
-Se estableció un régimen policíaco en todo el país, para deshacerse de cualquier enemigo
político, real o imaginario (intelectuales, burgueses, propietarios agrícolas, antiguos dirigentes
del propio Partido Comunista, simples ciudadanos de a pie...). Se crearon campos de
concentración en Siberia donde fueron condenados a trabajos forzados cientos de miles de
rusos. Es difícil calcular el número de personas asesinadas por el Estado en la época de Stalin,
pero, solamente entre 1936 y 1938 se calcula que fueron ejecutados más de cuatro millones
de personas. Años después de la muerte de Stalin se demostró la inocencia de muchas de las
víctimas y sus reputaciones les fueron póstumamente restituidas por el propio estado
soviético.
- Se impusieron enormes reformas económicas que crearon una sociedad colectivista. Así, se
prohibió la propiedad privada y las tierras, fábricas, bancos, transportes... se convirtieron en
propiedad del Estado, que estaba totalmente controlado por los dirigentes del Partido
Comunista.
-A partir de 1928 se impusieron planes quinquenales (cada cinco años) para planificar la
producción agrícola e industrial. El resultado fue una rápida industrialización, especialmente
de la industria pesada, no en la de bienes de consumo. Esto convirtió al país en una gran
potencia económica mundial, pero el nivel de bienestar del pueblo siguió siendo bajo. Se
potenciaron la química, la siderúrgica, la producción de maquinaria agrícola e industrial y la
fabricación de armamento.
-Por contra, la abolición de cualquier propiedad privada y la imposición de sistemas
colectivistas (koljoses o granjas cooperativas colectivas y sovjoses o granjas estatales con
campesinos asalariados) provocó resultados muy mediocres. Además, para ello se impuso una
feroz y sanguinaria represión contra los campesinos. Stalin mandó deportar pueblos enteros e
incluso los exterminó físicamente.
2.4. INFLUENCIA INTERNACIONAL DE LA REVOLUCIÓN RUSA Y EL COMUNISMO
La revolución rusa de octubre de 1917 tuvo notable influencia en el mundo. Después de la 1ª
Guerra Mundial, muchos países europeos sufrieron huelgas y movimientos revolucionarios que
querían instalar sistemas comunistas similares al soviético en países como Alemania, Holanda,
Suecia y otros. Sin embargo, aquí los revolucionarios fueron derrotados.
En 1921 se creó la Komintern (Internacional Comunista), una organización internacional
promovida por la URSS, en la que se integraron todos los partidos obreros comunistas que
fueron surgiendo en todos los países del mundo. Su objetivo era extender la revolución por
todo el mundo.
Durante 70 años, la URSS, surgida como consecuencia de la Revolución soviética de 1917, fue
una gran potencia mundial que, después de la Segunda Guerra Mundial (1945), dirigió uno de
los dos grandes bloques políticos en los que el mundo se dividió hasta 1991, año de su
desaparición.
Hoy, visto el fracaso de la URSS y del comunismo, los juicios críticos que se hacen son más
duros, pero no cabe duda de que la Revolución de octubre de1917 fue uno de los hechos más
importantes del siglo XX. Entre 1917 –año de la Revolución- y 1953 –año de la muerte del
dictador Stalin- se estima que casi 10 millones de rusos perdieron la vida, víctimas de la
represión y de las políticas de los dirigentes soviéticos.
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3. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
En julio de 1914 comenzaba la Primera Guerra Mundial; un desastre de tal magnitud como
hasta entonces nunca se había conocido. La pérdida de la vida de 8,5 millones de personas y
sus consecuencias, se harían notar hasta muchas décadas después de terminada. Europa
saldría de ella diezmada y con un nuevo mapa político, cuyo desequilibrio incubaría
directamente la Segunda Guerra mundial.
3.1. CAUSAS
A. Rivalidades territoriales en Europa y en las colonias. Hubo varias crisis internacionales en la
zona de los Balcanes (1908 y 1912) y en Maruecos (1905 y 1911, entre Francia y Alemania).
Entre Francia y Alemania perdura el espíritu de enfrentamiento desde la derrota francesa en la
guerra franco-prusiana de 1871, que le había obligado a entregar las regiones de Alsacia y
Lorena. Además, Rusia y Austria-Hungría chocan por el control del área de los Balcanes, donde
se producen frecuentes asesinatos y torturas entre las diferentes etnias y religiones,
especialmente en Macedonia.
En suma, la inseguridad de las fronteras en unas zonas y las reivindicaciones nacionalistas en
otras, son elementos que deben ser considerados en la tensa situación internacional europea
del año 1914.
B. Rivalidades económicas. Hasta finales del siglo XIX, la supremacía industria inglesa parecía
incontestable, pero, desde principios de siglo, el rápido desarrollo de la industria alemana la
había convertido en un competidor temible. En cambio, en los mercados financieros, Londres y
París seguían siendo los dos centros mundiales de distribución de capitales. Aunque no debe
exagerarse estas influencias, es verdad que en algunos casos las finanzas orientaban la política.
C. La formación de bloques militares enfrentados. En medio de este ambiente de tensión
internacional, todos los países se lanzaron a buscar alianzas militares con otras potencias, para
prepararse para una posible guerra. En 1882, Alemania, Austo-Hungría e Italia firmaron la
Triple Alianza. Francia, temorosa, buscó el acercamiento a Rusia y después a Gran Bretaña, con
las que creó en 1907 la Triple Entente.
3.2. DESARROLLO DE LA GUERRA
A. Inicio
El 28 de junio de 1914, el archiduque Francisco Fernando, heredero de Austria-Hungría, es
asesinado en Sarajevo (capital de Bosnia) por un estudiante bosnio relacionado con los
nacionalistas serbios. El 23 de julio, Austria envía un ultimátum a Serbia y, al ser rechazadas
dos de sus exigencias, el 28 le declara la guerra. Al día siguiente es bombardeada Belgrado.
Entonces, Rusia interviene en la guerra para proteger a Serbia y Alemania, aliada de Austria,
declara la guerra a Rusia y Francia e invade Bélgica. Gran Bretaña entra también en la guerra
para defender a sus aliados franceses.
En suma, en apenas una semana se fueron precipitando las declaraciones de guerra hasta que,
por fin, en unos días, gran parte de Europa estaba en guerra. Alemania y sus aliados se
llamaron las Potencias Centrales. Los gobiernos de la Entente se llamaron aliados.
B. Guerra de Movimientos (1914)
Al principio se esperaba, en general, una guerra corta, como en 1870.
Los ejércitos alemanes atacaron Francia, entrando por Bélgica y Luxemburgo, con la esperanza
de vencerla rápidamente y poder dirigir luego todos sus esfuerzos al frente ruso. El Estado
Mayor Alemán tenía planes dispuestos para una lucha en dos frentes, contra Francia y Rusia;
es el Plan Schlieffen. La idea consistía en derrotar primero a Francia, mediante el rápido
desplazamiento de un formidable ejército a través de Bélgica, y luego dirigirse más
pausadamente contra Rusia, más grandes y con ferrocarriles menos desarrollados.
Al principio, esta táctica pareció funcionar y, a comienzos de septiembre de 1914, los alemanes
se encontraban a 40 kilómetros de París. Sin embargo, los ejércitos francés e inglés
consiguieron reorganizarse y detener el avance alemán en la batalla del Marne (del 6 al 13 de
septiembre de 1914).
C. La Guerra de Posiciones o guerra de trincheras (1915-1916)
Tras las primeras operaciones militares, en que las tropas alemanes avanzaban con rapidez en
Francia, los frentes se inmovilizaron. En el Oeste, la guerra de movimiento se convirtió ahora
en una guerra de posiciones que se alargó durante 1915 y 1916. Los ejércitos permanecerán
casi inmóviles, sobre todo con la aparición de las ametralladoras, que impedían a los soldados
de infantería avanzar en campos
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abiertos sin una aplastante preparación aérea. Se abrieron trincheras en todo el frente
occidental, desde Suiza al mar del Norte, y se inició una fase muy dura en la que ganar un
palmo de territorio al enemigo significaba decenas de miles de muertos
Era necesaria la búsqueda de nuevos aliados que aportaran más soldados a la guerra. En 1915,
Turquía y Bulgaria se habían unido a las Potencias Centrales e Italia y Japón a los aliados.
En 1915, alemanes y austríacos dedicaron su principal esfuerzo en intentar dejar fuera de
combate a Rusia. En 1916, ambos bandos se centran de nuevo en la Francia septentrional, en
un intento de romper el punto muerto. Los alemanes atacaron Verdún y los aliados en el
Somme. Hubo más de un millón de bajas, pero sin resultados efectivos para ningún bando.
D. Los cambios de 1917 y el fin de la Guerra (1918)
En 1917, Alemania había reanudado la guerra submarina ilimitada contra Inglaterra. Tras ser
hundidos varios barcos americanos por submarinos alemanes (13 estadounidenses murieron
en el hundimiento del trasatlántico Lusitania), en abril el Congreso aprobó una entusiasta
declaración por la que el país entraba en guerra con el fin de “salvar el mundo para la
democracia”. Estados Unidos entraba en la Guerra apoyando a los aliados, lo que
desequilibraba el conflicto en favor de éstos.
Por otro lado, en diciembre de 1917, con la toma del poder por los bolcheviques, Rusia firma la
paz con Alemania (tratado de Brest-Litovsk) y se retira de la guerra, lo que favorecía a las
Potencias Centrales.
En 1918, en el frente Este, británicos, franceses e italianos derrotaron a Austria y a sus aliados.
Los imperios austro-húngaro y turco pidieron el armisticio. En el Oeste, los alemanes fueron
derrotados y se produjeron revueltas en su ejército y su marina, así como manifestaciones
obreras contra el gobierno. El alto mando del ejército alemán sugirió entonces al emperador
(el káiser) que abdicara, por lo que Guillermo II se marchó a Holanda y en Alemania se
proclamó la república.
3.3. CARACTERÍSTICAS, NOVEDADES Y CONSECUENCIAS
Muchas son las novedades que aporta esta terrible guerra. Se moviliza a toda la población y
todos los recursos, lo que, junto al bloque económico enemigo, provocó graves déficits
alimentarios. Los gobiernos se verán obligados a establecer el racionamiento. Hubo
importantes novedades en el armamento: fusiles automáticos, ametralladoras, gases
asfixiantes y máscaras antigás, primeros aviones, dirigibles, submarinos, primeros tanques y
gran importancia de los camiones para el traslado de tropas y armas.
Además, desde las guerras napoleónicas, sólo los conflictos coloniales o las guerras civiles
habían durado tanto tiempo. Es una guerra continental que acaba siendo mundial porque las
metrópolis arrastran a sus colonias. Se movilizan todos los recursos económicos de los países y
trata de minarse la moral del adversario mediante bombardeos de ciudades, el uso de la
prensa y la exacerbación del patriotismo. El hambre y la falta de jabón y antisépticos
provocaron un aumento de las enfermedades epidérmicas y la mortalidad. Entre 1917 y 1918
se generalizan las protestas de soldados y civiles por los sufrimientos de la guerra.
El largo conflicto provocó cerca de 10 millones de muertos y varios más de heridos y
mutilados. Rusia, con 3 millones, y Alemania con casi 2, fueron los más afectados. Esto provocó
una relativa superpoblación femenina. Las destrucciones materiales fueron cuantiosas,
especialmente en Francia. Las transformaciones sociales son intensas: se acelera la
incorporación de la mujer al mundo del trabajo, el éxodo rural se agudiza y, al lado de millones
de familias empobrecidas, aparecen nuevos ricos que se han aprovechado de la coyuntura. El
antiguo combatiente, un hombre nostálgico del peligro, incapaz de reintegrarse a la vida
normal, va a constituir la base de movimientos hipernacionalistas y revanchistas.
Además, los tratados de paz han transformado radicalmente las fronteras europeas.
3.4. TRATADOS DE PAZ
El mapa mundial se modifica sustancialmente en los llamados tratados de París (Versalles,
Saint-Germain, Neuilly, Trianon y Sevres). La paz fue elaborada por las potencias vencedoras
sin la participación de representantes de las potencias vencidas, por lo que los alemanes la
consideran una imposición por la fuerza. Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña e Italia fueron
los “cuatro grandes”, de entre los 70 delegados de las naciones vencedoras. La base teórica de
la paz fue el programa de los 14 puntos de Wilson.
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Sus principales resultados fueron:
-Se decidió la constitución de la Sociedad de Naciones, un organismo internacional, con sede
en Ginebra, destinada a mantener la paz y garantizar la independencia de las pequeñas
naciones. De esta sociedad quedaban excluidas las potencias perdedoras y Rusia, que podrían
ser admitidas en el futuro. Estados Unidos, que no ratificó el pacto, por la oposición del
Congreso, quedó voluntariamente fuera. Alemania ingresaría en 1926 y la URSS en 1934. En
1933 se retiraron Alemania y Japón (Manchuria), Italia en 1937 (Etiopía) y la URSS en 1939
(Finlandia).
-El Tratado de Versalles despojó a Alemania de la categoría de gran potencia. Perdió diversos
territorios, especialmente Alsacia y Lorena, que tuvo que devolver a Francia. Perdió sus
colonias, se le impusieron fuertes reparaciones económicas, tuvo que entregar gran parte de
su flota mercante y se le obligó a un desarme y drástica reducción de su ejército.
-El imperio de Austria-Hungría fue desmembrado, apareciendo naciones nuevas: Austria,
Hungría, Yugoslavia y Checoslovaquia. También se destruyó el imperio turco, que quedó
reducido a Asia Menor. Así, en esos territorios aparecieron Irak, Siria y Palestina, aunque
fueron entregados a británicos y franceses como protectorados.
-Por su parte, el tratado de Brest-Litovsk (diciembre de 1917) había obligado a la Rusia
comunista a renunciar a casi toda su costa en el Báltico y ceder grandes extensiones a Polonia,
que reaparece como nación tras siglo y medio sometida al yugo de alemanes, austríacos y
rusos. Al final de la Guerra se anula este tratado, pero surgen otras naciones nuevas como
Finlandia, Ucrania o las provincias bálticas (Estonia, Letonia y Lituania).
Pero estos tratados de paz no se dieron solución a los problemas causantes de la guerra, sino
que contribuyeron a incrementar la inseguridad internacional, por la tensión existen entre
vencedores y vencidos o los nacionalismos de zonas divididas entre varios países.
VOCABULARIO: Imperialismo, Conferencia de Berlín, autogobierno, territorio metropolitano,
protectorado, colonia de explotación, concesiones y papalagi.
Zar, revolución de 1905, San Petersburgo, Duma, autocracia, Revolución de febrero, soviets,
bolcheviques, comunismo, Lenin, Kerensky, Revolución de Octubre, Palacio de Invierno, URSS
dictadura del proletariado, Stalin, PCUS, koljos y sovjos, Tercera Internacional, tratado de
Brest-Litovsk y purgas
Paz Armada, Triple Alianza, Triple Entente, Tratados de París, Tratado de Versalles, Sociedad de
Naciones, Guerra de Movimientos, Guerra de Posiciones, 14 puntos de Wilson y batalla de
Verdún.
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TEMA 8:
EL PERIODO DE ENTREGUERRAS (1919-1939) Y LA 2ª GUERRA MUNDIAL (1939-1945)
1. EL MUNDO DESPUÉS DE LA 1ª GUERRA MUNDIAL. LA SOCIEDAD DE NACIONES
2. EL CRACK DE 1929 Y LA GRAN DEPRESIÓN DE LOS AÑOS 1930
3. LOS TOTALITARISMOS
3.1. El fascismo italiano
3.2. El nazismo alemán
4. LA 2ª GUERRA MUNDIAL
1. EL MUNDO DESPUÉS DE LA 1ª GUERRA MUNDIAL. LA SOCIEDAD DE NACIONES
A comienzos de los años veinte, todos los países europeos, excepto la Rusia soviética, tenían
regímenes parlamentarios democráticos.
Este período de entusiasmo general en que la democracia parecía asentada fue breve. Durante
los años treinta, a causa de la crisis del 29, la oleada autoritaria se extendió aún más. El
descrédito de los regímenes democráticos, incapaces de solucionar la crisis, afectó a
numerosos países, especialmente a aquellos que acababan de implantar la democracia:
Alemania, Austria, España, Rumania, Hungría, Estonia, Letonia, Lituania, Yugoslavia y Grecia.
La sociedad europea sufrió, a comienzos del siglo XX, una serie de terribles acontecimientos
que fueron vividos como auténticas catástrofes por gran parte de la población:
- Una larga y cruenta guerra, (entre 1914 y 1918) absurda e irracional, que terminó con la
desaparición de los imperios austrohúngaro, alemán y ruso, así como con la hegemonía
política y económica de Europa en el mundo.
- Una revolución comunista (1917) que triunfó en un país poco desarrollado como Rusia, pero
que parecía amenazar a los nuevos regímenes políticos europeos.
- Una depresión económica sin precedentes que se inicia en EE.UU. en 1929 y se difunde
pronto a Europa y Latinoamérica, por culpa de la cual se hundieron cientos de empresas y
millones de trabajadores se quedaron en el paro en todo el mundo. Esto provocó el
descontento y un clima de huelgas y enfrentamiento social en estos países durante toda la
década de 1930.
Ante este panorama, muchas personas, temerosas ante los cambios, acusaban al liberalismo y
a las democracias de haber sido la causa de tales catástrofes. Así, durante los años veinte y
treinta surgieron movimientos políticos y sociales en la derecha y la izquierda, con amplios
apoyos en la sociedad, que rechazaban las democracias parlamentarias y el sistema económico
capitalista. Unos pretendían imponer totalitarismos fascistas o nacionalsocialistas. Otros
intentaban imponer el totalitarismo comunista.
2. LA GRAN DEPRESIÓN
La década de los veinte conoce una fuerte prosperidad norteamericana, que propaga al resto
del mundo a través de sus préstamos y de la importancia creciente de su comercio en todo el
mundo. Actúan como sectores punta de esta prosperidad el sector automovilístico y la
producción eléctrica.
En 1929 estalló una crisis económica mundial, que sorprendió a gobernantes y economistas
por su gravedad, extensión y duración. A excepción de la Unión Soviética, todos los países la
soportaron en mayor o menor grado.
2.1. Crack de la bolsa de Nueva York (1929) y crisis de los años 1930
El 24 de octubre de 1929 (jueves negro), la Bolsa neoyorkina se hunde estrepitosamente.
Cerca de trece millones de acciones se ofrecen a la venta, sin que nadie quiera comprarlas. Por
ello, su valor se hunde. Los bancos intervienen sin éxito en detener el pánico.
Pero no se trataba sólo de una semana crítica. Las cotizaciones continuaron bajando en los
años siguientes. El hundimiento de la Bolsa provoca la ruina de millares de accionistas.
La crisis e la Bolsa repercute en toda la economía norteamericana. Se arruinan numerosas
empresas y el paro se convierte en angustia nacional. Las quiebras duran hasta 1932 y el paro
alcanza en 1933 al 35 % de la población activa norteamericana.
El peso de la economía norteamericana y sus préstamos al exterior extienden la depresión por
Europa y el resto del mundo. En Alemania y Austria, el fin de los créditos y la repatriación de
los capitales provocan una situación económica muy grave, con hundimiento de empresas y
elevados índices de paro. También afectó la crisis con intensidad a Gran Bretaña. De los
grandes países europeos, Francia fue el menos sacudido por la depresión, quizá por su menor
nivel de industrialización y su agricultura diversificada. Las economías dependientes, como las
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de los países sudamericanos, también se vieron afectadas, por la baja de los precios de las
materias primas y el descenso de sus exportaciones.
La crisis provoca numerosos cambios de gobiernos. La economía mundial abandona el
librecambismo y los países ponen trabas a la importación de productos extranjeros
colocándoles altos aranceles.
2.2. El New Deal norteamericano y las soluciones a la crisis en otros países
Los diversos países adoptaron soluciones nacionales particulares para afrontar la crisis. En
Estados Unidos, el demócrata Roosevelt fue elegido presidente en 1932. Su política
económica, denominada “New Deal”, propone una reforma en profundidad del sistema
económico norteamericano. Uno de los puntos más importantes en su programa de reformas
fue invertir una enorme cantidad de dinero público, proporcionando trabajo a desempleados
para realizar todo tipo de obras públicas, como carreteras, escuelas, hospitales… En el sector
agrícola se conceden ayudas a los granjeros que aceptaran reducir la producción. También se
hizo una planificación estatal en la industria, que incluyó mejoras de las condiciones de vida de
los trabajadores, como un salario mínimo, seguro de paro, construcción de viviendas sociales y
garantías para la libertad sindical. El New Deal cosechó algunos resultados positivos, aunque,
en realidad, hasta la declaración de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, con el rearme, no se
estimula definitivamente la economía norteamericana.
En Alemania, la crisis facilitará la llegada de Hitler al poder en 1933. Se planifica totalmente la
economía, con fuertes inversiones públicas en autopistas, viviendas, servicios e industria
militar. También se implantó el trabajo obligatorio para los hombres. El éxito acompañó a
estas medidas, por lo que el problema del paro desapareció.
Italia y Japón optaron también por políticas autárquicas; es decir, que se intentó que el país se
autoabasteciera, hasta donde fuera posible, de todos aquellos productos y materias primas
que necesitara. En Japón, la falta de materias primas empujó al país a una política
expansionista en el Pacífico, que desembocó en la guerra con Estados Unidos y en su
participación en la Segunda Guerra Mundial.
2.3. Principales consecuencias
En el orden político, se interrumpe la atmósfera internacional de concordia entre las naciones.
Se recrudecen los nacionalismos, se vuelve al proteccionismo, se produce el descrédito de la
democracia parlamentaria y el ascenso de los sistemas totalitarios. Hay un paralelismo
asombroso entre el aumento del paro y el de los votos nazis en las elecciones, entre 1925 y
1932. En los países liberales aumenta la influencia de partidos fascistas, como en Bélgica,
Suiza, Dinamarca y Noruega.
En el ámbito demográfico, se produce un descenso de la natalidad, que en algunos países llega
incluso a estar por debajo de la mortalidad, con lo que se produce un crecimiento de la
población mínimo o incluso negativo. Sólo en los países totalitarios se estimulan los
nacimientos, temerosos de una merma en su potencial militar. También se detiene la
concentración urbana y se paraliza la emigración continental. En este ambiente, los judíos son
expulsados de Alemania en 1933.
En el orden social, en algunos países, como Estados Unidos o Gran Bretaña, instituciones
asistenciales ponen remedios momentáneos a los problemas de los parados y los pobres,
mientras en otros no existen o son insuficientes las organizaciones de socorro, como en
Hungría o Polonia.
Entre las masas obreras, la hostilidad al capitalismo es muy amplia. Sindicatos y partidos de
base obrera se fortalecen. Además, se produce la ruptura entre socialistas y comunistas.
3. LOS TOTALITARISMOS
En las décadas de 1920 y 1930 se implantaron, en algunos países de Europa, regímenes
totalitarios que sustituyeron a las democracias. De ellos, los más importantes fueron: el
estalinismo, del que ya hablamos en el tema 7; el fascismo italiano y el nazismo alemán.
3.1. EL FASCISMO ITALIANO
A. La crisis italiana de posguerra
Italia presentaba, tras el fin de la guerra, todos los síntomas de una grave crisis social y moral.
Los italianos, que habían combatido en la guerra del lado de los Aliados, se sintieron estafados
porque en los tratados de paz recibieron mucho menos de lo que se les había prometido. La
desmovilización, unida a los graves problemas económicos de la posguerra, hizo aumentar el
paro y la pobreza, lo que llevó a gran parte de la clase obrera a abrazar opciones políticas
revolucionarias de izquierdas (comunistas y anarquistas). El régimen de democracia
parlamentaria parecía incapaz de controlar la agitación y el descontento social existentes. En
este contexto, comenzaron a actuar los fascios o grupos armados y uniformados (los camisas
negras), que se enfrentaron violentamente al que llamaba “peligro rojo”, es decir, a las
organizaciones proletarias.
B. Mussolini y la marcha sobre Roma
Benito Mussolini, que había sido antes de la guerra un periodista militante del partido
socialista, fundó, al
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finalizar la contienda, el Partido Nacional Fascista. Para entonces, su ideología había derivado
hacia un nacionalismo extremo. Su ideal era una Italia fuerte y respetada en el mundo, y tenía
claro que los políticos tradicionales nunca podrían lograr este objetivo. Era necesario instaurar
un Estado nuevo, tarea que correspondería a los fascistas una vez que se hubiesen hecho con
el poder.
En octubre de 1922, Mussolini decidió que el momento había llegado. Así, da orden a los
grupos armados fascistas de las distintas partes de Italia de avanzar hacia la capital. Fue la
llamada “marcha sobre Roma”. El rey Víctor Manuel III invitó al líder fascista a formar gobierno
y, con el consentimiento del Parlamento, se le otorgaron plenos poderes, creyendo que quizá
Mussolini podía traer el orden y la estabilidad a un país tremendamente convulsionado.
C. El Estado fascista italiano
Una vez en el poder, Mussolini se dedicó, con astucia y con amplias dosis de coacción y
violencia, a convertir el sistema parlamentario italiano en una dictadura de partido único -el
fascista- cuyo todopoderoso jefe era él mismo.
La pretensión de crear un Estado corporativo, en el que la lucha de clases sería sustituida por
una perfecta armonía entre empresarios y obreros, se materializó en la prohibición del
derecho de huelga y la limitación de la libertad de movimientos de los trabajadores, que se
vieron obligados a afiliarse a las corporaciones fascistas.
No obstante, la represión del Estado fascista italiano no fue tan brutal como la llevada a cabo
por Hitler en Alemania, y algunos de los rasgos más característicos (y también más detestables)
del régimen nazi, como el racismo y el antisemitismo, estuvieron ausentes en Italia hasta una
época tardía, 1938, en que Mussolini comenzó a actuar en este terreno en sintonía con Hitler.
En cambio, el fascismo italiano sí compartía con el nazismo una vocación expansionista en
política exterior, cuyo acto más señalado antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, fue
la conquista de Abisinia (Etiopía) en 1935.
3.2. EL NAZISMO
A. Ideología nazi y situación de Alemania tras la 1ª Guerra Mundial
El nazismo o nacionalsocialismo es el nombre con el que se conoce a la doctrina política ideada
por Adolf Hitler, y que se encuentra expresada en el Mein Kampf (Mi lucha), el libro escrito por
Hitler en 1925, en el que expone sus principales ideas.
En resumen, son:
- Lucha contra el Tratado de Versalles, que considera humillante para Alemania
- Ultranacionalismo alemán
- Poder dictatorial para el líder y un Estado totalitario
- Rearme militar de Alemania para expandirse territorialmente hasta formar la Gran Alemania
y un gran Imperio
- Racismo, particularmente contra los judíos, cuya aniquilación propone, pues les hace
responsable de la derrota en la Guerra y de la decadencia alemana. Además, propone que
todos los individuos de razas no arias abandonen Alemania.
- Rechazo del liberalismo, de la democracia y, especialmente, del comunismo.
- Exaltación de la violencia y de la guerra para conseguir esa Gran Alemania. De hecho, para él
la historia es una lucha de razas y el progreso es el dominio de los inferiores por los superiores.
“El mundo pertenece a los fuertes que apliquen soluciones totales”.
- Limitación de la libertad de prensa y de arte. Es lo que él llama “lucha contra la mentira
política”.
Situación de Alemania tras la 1ª Guerra Mundial. El Tratado de Versalles, firmado por Alemania
con los vencedores aliados al término de la PGM, en 1919, la hacía culpable de la guerra y le
imponía fuertes reparaciones económicas, especialmente a Francia. El país se sintió humillado
por el trato recibido. Ante la abdicación del emperador alemán por la derrota en la Guerra, se
había proclamado la República de Weimar. Ese mismo año, los intentos revolucionarios de
establecer un régimen comunista como en Rusia, fracasaron. Sin embargo, la república de
Weimar no dejó de ser un régimen débil e inestable, acosado por el paro y los problemas
económicos, pese a que, a partir de 1925, las reparaciones por la guerra diminuyeron
sensiblemente y, además, los EEUU invirtió en la economía alemana, contribuyendo a su
mejora. La recuperación económica alemana (1924-1929) hará que, durante esos años, los
nazis obtengan unos resultados electorales bastantes pobres.
La crisis económica mundial iniciada en 1929 afectó a Alemania más que a ningún otro país. En
1932, más del 35 % de la población activa alemana estaba en paro. Las medidas adoptadas por
los gobiernos no dieron resultado y la conflictividad, la tensión social y los antagonismos entre
la extrema derecha y la extrema izquierda fueron cada vez mayores.
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Con la crisis, el crecimiento de escaños y votos del Partido Nazi es espectacular. De 60.000
votos y 12 escaños en 1928 a 107 escaños en 1930 (77 comunistas), 2º en las presidencias de
abril de 1932 y 1º en las legislativas de noviembre de 1932, con 230 diputados (100 los
comunistas).
En las elecciones legislativas de noviembre de 1932, Hitler gana las elecciones y es nombrado
canciller de un gobierno conservador de coalición.
B. Acceso al poder y formación del estado nacionalsocialista alemán
Una vez nombrado jefe de gobierno, aunque sea en coalición con otros partidos, Hitler inicia
rápidamente la eliminación de la democracia alemana y la instauración de un sistema
totalitario.
Así, inmediatamente se declara a los comunistas culpables del incendio del Parlamento
(Reichstag), ocurrido una semana antes de las elecciones, por lo que se declara fuera de la ley
a este partido. En marzo, vuelve a convocar elecciones generales, obteniendo 288 diputados.
Además, hace detener a 81 diputados comunistas y a 8 socialistas, como autores materiales
del incendio, lo que le da la mayoría parlamentaria suficiente para llevar a cabo su programa
político sin ninguna oposición.
Promulga entonces la Ley de Defensa del Pueblo y del Estado (21 de marzo de 1933), por la
que el gobierno asume las competencias del Parlamento, con lo que se establece
definitivamente una dictadura. Anula los derechos y libertades fundamentales de cualquier
sistema democrático.
También elimina el sistema federal y establece un auténtico régimen de terror policíaco
mediante las SS y la Gestapo, situadas por encimas de las leyes y de los tribunales. Las cárceles
se llenan de izquierdistas, sindicalistas, judíos y de cualquiera que muestre su oposición al
nuevo régimen totalitario.
Elimina cualquier rastro de oposición, depurando la policía, la administración y la Justicia.
Prohíbe el resto de partidos y establece el Partido único por una ley de diciembre de 1933 Ese
mismo año abandona la Sociedad de Naciones.
En cuanto a su política económica, el nazismo mantiene el capitalismo en Alemania y no realiza
nacionalizaciones. Se fomenta la concentración empresarial, la formación de monopolios y los
bajos salarios, pero a cambio se suprime el desempleo de forma radical, lo que le dio un fuerte
apoyo popular.
Los nazis desarrollan extraordinariamente la producción industrial y armamentística y la
construcción de autopistas y ferrocarriles. El objetivo era rearmar el ejército y preparar el país
para la guerra, haciéndolo autosuficiente. Por eso, se impone un fuerte proteccionismo y se
busca la autosuficiencia en alimentos y materias primas. Al no ser posible esto último, se llega
a acuerdos con los débiles países vecinos de la Europa del Este, por los que se importan sus
materias primas a cambio de que éstos compren productos industriales alemanes mediante un
sistema de “créditos bloqueados”.
C. El antisemitismo
Hitler, de familia austríaca de clase media, tuvo a lo largo de toda su vida una auténtica
obsesión antijudía. Muy influido por el ambiente antijudío que se respiraba en la Viena de
principios de siglo, su antisemitismo era ideológico, no fruto de malas experiencias personales.
La propaganda antisemita del nazismo surtió efecto entre la población alemana. Cuando el
nazismo alcanzó el poder, en 1933, muchos judíos fueron expulsados de sus empleos estatales;
en 1935 se aprobaron leyes aún más duras (las leyes de Nuremberg), que los convirtieron en
ciudadanos de segunda clase, al excluirlos de toda participación en la vida política. Se les
prohibió también acudir a espectáculos públicos, como conciertos, cine o teatro. Muchos
eligieron el camino del exilio.
Pero lo peor aún estaba por llegar. En la Noche de los Cristales Rotos, el 9 de noviembre de
1938, las SA y las SS arrasaron los barrios judíos de muchas poblaciones alemanas, saqueando
e incendiando tiendas, sinagogas y casas particulares. Casi un centenar de judíos fueron
asesinados y muchos miles fueron detenidos y enviados a campos de concentración. Algunos
pudieron escapar del país, pero otros muchos no.
En Alemania había cerca de 600.000 judíos al llegar Hitler al poder. En 1939, al comenzar la 2ª
Guerra Mundial, quedaban 210.000, de los que 170.000 murieron en las cárceles y campos de
concentración durante la guerra.
Al hacerse dueño de Europa, durante la Guerra, Hitler impuso en los países ocupados las
mismas directivas existentes en Alemania. En 1941 se optó por la “Solución final” al problema
judío. Confinados hasta entonces en unos barrios aislados, los guetos, fueron ahora enviados a
campos de concentración y extermino. Allí, los más fuertes eran sometidos a trabajos forzados
durante meses, hasta que la mayoría acababan muriendo de agotamiento y malnutrición.
Otros, los menos dotados para el trabajo (ancianos, mujeres, niños…) eran directamente
enviados a las cámaras de gas y sus cuerpos incinerados en hornos crematorios. Entre cinco y
seis millones de judíos fueron asesinados, la mayoría procedentes de países eslavos, como
Polonia y Rusia. También fueron perseguidos los gitanos, homosexuales, deficientes mentales
y síquicos, etc.
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IV. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1939-1945)
La Segunda Guerra Mundial duró de 1939 a 1945. Fue la guerra más cruel y sanguinaria que el
mundo había conocido hasta entonces. Se luchó en todos los continentes, especialmente en
Europa, norte de África y Asia. Más de 50 millones de personas murieron en ella. La población
civil participó tanto como los soldados, marinos o aviadores: fue la guerra total. Por vez
primera, más del 50% de las víctimas fueron civiles, no militares.
En esta guerra, las fábricas, los astilleros y las minas eran objetivos tanto como las bases
militares o los campos de aviación. Miles de personas murieron por los bombardeos de
ciudades en Europa y Asia. Además, millones de civiles se vieron obligados a trabajar hasta
morir o fueron simplemente asesinados en campos de trabajo, soportando condiciones de
esclavitud. Los civiles también morían en el mar cuando los barcos de pasajeros eran
torpedeados y se producía gran número de víctimas civiles cuando la lucha se endurecía y las
batallas entre los ejércitos se producían dentro de las ciudades
4.1. FASES DE LA GUERRA
A. Los triunfos del Eje (1939-1941)
1. Inicios: invasión de Polonia. La “guerra relámpago en el este”
El 1 de septiembre de 1939, Alemania invade Polonia, sin previa declaración de guerra.
Inglaterra y Francia exigen la inmediata retirada de las tropas alemanas y, al no obtenerla,
declaran la guerra. Así comienza la Segunda Guerra Mundial.
En un principio, los dos bloques beligerantes eran reducidos:
- Los aliados, Francia e Inglaterra, más la Polonia invadida.
- Alemania.
Sin embargo, poco a poco, muchos países de todos los continentes se irán alineando en uno u
otro bando, dado lugar a una verdadera guerra mundial.
Polonia fue ocupada en menos de un mes, mientras Rusia ocupaba la zona oriental de Polonia,
así como Estonia, Letonia y Lituania (repúblicas bálticas).
La exitosa estrategia seguida en la invasión de Polonia fue bautizada como “guerra relámpago”
(Blitzkrieg). Esta táctica consistía en combinar avances rapidísimos de divisiones de blindados
con el bombardeo sistemático de la aviación y el lanzamiento de paracaidistas en la
retaguardia, que colapsaban las comunicaciones y desorganizaban al ejército adversario. Las
tropas enemigas, mucho más lentas, eran rodeadas y rebasadas por los blindados,
bombardeadas por la aviación y, finalmente, aisladas y desmoralizadas, se rendían con suma
facilidad.
2. La derrota de Francia (1940)
Terminada la lucha en el frente del este, con la rendición de Polonia, Hitler decidió el ataque
hacia el Oeste, hacia Francia. Para ello, primero fueron ocupadas Dinamarca y Noruega y, a
continuación, Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
En mayo de 1940, los alemanes invaden Francia por donde menos se les esperaba: el macizo
de las Ardenas, al sur de Bélgica; un lugar considerado infranqueable. La derrota de los aliados
franco-ingleses es contundente. Sólo consiguen salvar una parte de su ejército (alrededor de
300.000 hombres), que se dirigen hacia Dunkerke, en la costa norte francesa, para escapar de
los alemanes. Allí, de forma heroica, los restos del ejército aliado consiguen cruzar el canal de
la Mancha y alcanzar Inglaterra.
En este momento, con Francia casi vencida, Italia entra en la guerra (junio de 1940). El
gobierno francés firma un armisticio mediante el cual Alemania ocuparía tres cuartas partes
del territorio francés. El resto, que seguía controlando las colonias, quedó bajo el control de un
nuevo gobierno francés, colaboracionista con los nazis, llamado el gobierno de Vichy, al mando
del mariscal Pétain.
3. La resistencia de Inglaterra (1940-1941)
Hitler esperaba que Inglaterra aceptara la paz, pero, dada la superioridad naval y aérea
británica, resultaba imposible. Por eso, decidió realizar terribles bombardeos sobre las
principales ciudades inglesas, durante el invierno de 1940 a 1941 (batalla de Inglaterra).
Además, los alemanes pusieron en práctica la guerra submarina e intentaron bloquear el
comercio británico.
Sin embargo, los británicos resistieron bajo la dirección de un nuevo primer ministro elegido
en mayo, Winston Churchill. Estados Unidos, aunque no estaba aún en la Guerra, concedió
suministros de guerra a los británicos, concediéndoles un crédito casi ilimitado, que sería
pagado al término del conflicto.
4. Los Balcanes y el norte de África (1941-1942)
Hitler y Mussolini decidieron ahora atacar el Mediterráneo oriental, ocupando Yugoslavia,
Grecia y Creta, así como ocupar el norte de África para cortar la ruta de Inglaterra hacia sus
territorios asiáticos. El objetivo era ocupar Egipto, punto estratégico de las comunicaciones
marítimas entre Europa y Asia, a través del canal de Suez.
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Hitler también estableció alianzas con varias dictaduras de la Europa oriental: Eslovaquia,
Hungría, Rumanía y Bulgaria.
5. El ataque alemán a la URSS (1941-1942)
Una serie de diferencias, entre ellas la ocupación por Rusia de los países bálticos, llevaron a
Alemania a atacar a la URSS en junio de 1941, sin previa declaración de guerra. Para ello, Hitler
contaba con el apoyo de Finlandia al norte (invadida al comienzo de la guerra), Rumanía y
Hungría al sur.
Los objetivos eran ocupar Ucrania y las ciudades de Leningrado y Moscú, pero, pese a la
superioridad técnica del ejército alemán, la fuerte resistencia rusa impidió que ninguna de las
dos ciudades pudiera ser tomada.
6. El ataque japonés a EEUU en el Pacífico
De un modo imprevisto, los japoneses destruyeron la flota americana en el Pacífico, atacando
la base de Pearl Harbour, situada en el archipiélago de las islas Hawai. Era el día 7 de diciembre
de 1941. Luego, Japón, sin gran oposición, ocupó las colonias británicas en Asia: Hong Kong,
Malasia, Singapur y Birmania; las Indias Orientales holandesas (actual Indonesia) las Filipinas
(estadounidenses) y el Siam independiente (actual Tailandia). Había nacido la “Gran Asia
Japonesa”.
Como respuesta al ataque, EEUU declaró la guerra al Japón. Alemania y sus aliados también
declararon la guerra a los estadounidenses. Desde ese momento, la entrada en la Guerra de la
mayor potencia económica mundial cambiaría su curso.
B. Cambios de signo (1942) y triunfos aliados (1943-1945)
1. 1942, el año decisivo. La guerra cambia de signo
En 1942 se produjo un giro en el desarrollo de la guerra. Alemania, Italia y Japón pasaron a la
defensiva.
En el Pacífico, la flota japonesa sufrió serias derrotas en Midway (cerca de las Hawai) y
Guadalcanal (al norte de Australia), perdiendo sus mejores portaviones y pilotos.
En el norte de África, el ejército alemán fue derrotado por los británicos en El Alamein, a 100
kilómetros de Alejandría (ciudad egipcia).
Las tropas estadounidenses desembarcaron en Marruecos y Argelia, con objeto de atacar por
la retaguardia a las tropas alemanas del norte de África
Pero sin duda, el hecho decisivo ocurrió en el frente oriental, en noviembre de 1942. Una
contraofensiva soviética cercó al ejército alemán que luchaba en Stalingrado (unos trescientos
mil combatientes), obligando a rendirse a los supervivientes. La derrota fue muy grave para el
nazismo y muy importante para el aumento del prestigio del ejército rojo, cuyo avance, a partir
de ese momento, resultaría imparable.
2. El avance soviético en el este (1943)
A partir de 1943, era evidente la victoria final de los aliados, pero aún necesitaron dos años
para imponerse a Alemania.
A partir de 1943, la URSS, con un ejército cada vez más potente, lanzó constantes ofensivas. La
superioridad sobre los alemanes era ya incontestable y el avance sobre Europa parecía
incontenible.
Los rusos rompieron el frente alemán en el verano de 1943 en Kursk (Ucrania), en la mayor
batalla de tanques de la historia En 1944, los rusos liberan Finlandia, Hungría y los países
balcánicos. Sólo Grecia fue liberada por los británicos.
3. La campaña de Italia (1943)
Después de derrotar a los alemanes en el norte de África, el ejército angloamericano
desembarcó en Sicilia (julio de 1943) y en el sur de Italia (septiembre de 1943).
Ante las presiones, Mussolini se vio obligado a dimitir y fue arrestado, pero después fue
liberado por los alemanes, quienes lo pusieron al frente de un nuevo Estado satélite que
controlaba el norte y el centro de Italia. Es la llamada República de Saló, porque su capital se
estableció en esta ciudad al norte de Italia.
En Italia surgieron grupos de resistencia –partisanos-, liderados por los comunistas, que
desencadenaron una auténtica guerra civil contra los fascistas y sus aliados alemanes.
El avance del ejército aliado por la estrecha península italiana fue muy lento y difícil. A
comienzos de 1945 los aliados estaban estancados a la altura de Florencia. El 25 de abril, los
aliados alcanzan el valle del Po, al norte de Italia, y estalla una insurrección partisana contra
Mussolini y su “estado títere” proalemán. Mussolini trata de escapar a Suiza disfrazado de
soldado alemán, pero es reconocido y capturado por un grupo de partisanos el 27 de abril,
siendo ejecutado al día siguiente junto con su amante, Clara Petaci, que le acompañaba en su
frustrada huida.
4. La liberación de Francia y el paso del Rin (1944)
Tras reunir un numeroso ejército en Gran Bretaña, los aliados desembarcaron en las costas del
Normandía, al norte de Francia, en una colosal operación anfibia bautizada como el Día D (el 6
de junio de 1944).
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Antes habían bombardeado las defensas nazis en la costas atlántica francesa y alemana, así
como las zonas industriales y las grandes ciudades, como Hamburgo, Dresde o Berlín.
Después de conseguir establecer varias “cabezas de puente”, el ejército angloamericano
penetró en Francia, liberó París y se dirigió hacia el Rin (noviembre de 1944).
Los alemanes lanzaron una desesperada ofensiva a través de las Ardenas (zona sur belga),
pero, tras detenerla, la capacidad ofensiva alemana se resintió mucho y los estadounidenses
cruzaron el río Rin e invadieron Alemania.
5. El final de la guerra en Europa (abril de 1945)
Las tropas estadounidenses se encontraron con las rusas en Torgau, al sur de Berlín, el 25 de
abril de 1945. Finalmente, los soviéticos serán los encargados de tomar Berlín (donde se
suicidaron Hitler y Goebbels cuando los rusos estaban entrando en la ciudad), Viena y Praga.
La resistencia alemana y de Hitler fueron muy grandes hasta el último momento. Los aliados
exigieron la rendición incondicional de Alemania, que no se produjo hasta el 7 de mayo de
1945.
6. La guerra en el Pacífico y la capitulación de Japón (agosto de 1945)
En el Pacífico, las rivalidades entre los generales norteamericanos Nimitz y MacArthur
retrasaron el avance. Se fueron reconquistando paulatinamente las islas más importantes.
Los desembarcos y conquistas de las islas del Pacífico por los “marines” fueron muy duros,
debido a la tenaz resistencia japonesa. Aunque sólo se invadieron las islas de importancia
estratégica, aislando al resto, los combates fueron muy duros en Tarawa (1943), Filipinas
(1944) Iwo Jima y Okinawa (1945).
A partir de 1944, los pilotos japoneses recurrieron de forma masiva a la táctica suicida del
“kamikaze”, consistente en estrellar sus aviones, cargados de bombas y torpedos, contra los
barcos enemigos.
Los bombardeos norteamericanos se incrementaron. Finalmente, el 6 y el 9 de agosto de 1945,
Estados Unidos lanzó dos bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y
Nagasaki. Esto decidió al emperador japonés, Hiro Hito, a firmar la rendición el día 2 de
septiembre. Probablemente, Estados Unidos lanzó la bomba atómica para evitar una durísima
guerra de ocupación de todo el Japón o evitar la posibilidad de que la URSS, una vez terminada
la guerra en Europa, dirigiera sus tropas al Pacífico e interviniera en China y Japón
4.3.. CONSECUENCIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Sus consecuencias superan ampliamente a las de la Gran Guerra.
1. Las víctimas
No es posible evaluar con exactitud el número total de víctimas producidas por la contienda.
Se ha estimado que hubo entre 40 y 50 millones de muertos, entre frentes, bombardeos,
campos de exterminio y ejecuciones, a los que hay que sumar las muertes ocasionadas por el
hambre y las privaciones sufridas durante el conflicto. En muchos casos, se trató más de
víctimas civiles que de militares. Las mayores pérdidas porcentuales, con respecto a la
población anterior a la guerra, las registraron Polonia, URSS, Yugoslavia, Alemania y,
probablemente, China, de la que no se tienen cifras exactas. Se exterminó a 6 millones de
judíos. A las pérdidas demográficas citadas hay que añadir el descenso de la natalidad causado
por la guerra.
2. Las deportaciones masivas
Los movimientos de poblaciones fueron constantes durante la guerra y a su término. Algunos
se debieron a las necesidades económicas e industriales, pero la mayoría fueron impuestos por
las autoridades ocupantes o se produjeron por el terror de la población ante la llegada de los
ejércitos enemigos. Entre los desplazamientos temporales puede señalarse el de los
prisioneros de guerra, trasladados a campos alemanes o polacos (12 millones como mínimo), o
el de los trabajadores forzados, reclutados por los nazis en toda Europa. Entre los definitivos
destaca el de los germano-hablantes de Europa oriental, que huyeron en masa ante el avance
soviético y que, después de la guerra, fueron desplazados de diferentes países (entre 10 y 12
millones). Se ha calculado que fueron más de 40 millones los «desplazados» por efecto de la
guerra. Al término de ésta, muchos de ellos no deseaban volver a su país de origen por miedo
a las represalias, pérdida de documentación, etc., y se agolpaban en campos de internamiento.
Después de la guerra, Israel nacerá como Estado gracias, en buena medida, a la llegada de
numerosos judíos «apátridas».
3. La represión política y la tortura
Como guerra ideológica y total que fue, la Segunda Guerra Mundial presentó rasgos propios de
una guerra de exterminio. No se respetó a población civil ni los derechos humanos de
prisioneros y refugiados. Cuando finalizó, no se firmaron tratados de paz con los enemigos
vencidos (Alemania y Japón).
Esto fue especialmente evidente en las potencias del Eje y en la URSS, donde la tortura y el
internamiento en campos de concentración o exterminio era habitual incluso antes de la
guerra. Al conocido trato a los judíos hay que añadir el dado en Europa a comunistas, gitanos,
partisanos y eslavos en general; y a coreanos, filipinos y chinos, en
57
Asia. Éstos fueron trasladados a campos de concentración en los que fuero esclavizados,
torturados y asesinados. En algunos de estos campos incluso se realizaron experimentos
científicos con poblaciones enteras. Se trata de una clara muestra de la barbarie y el horror de
esta guerra, que dejará profundas secuelas durante todo el siglo XX.
Tras la contienda, se llevaron a cabo purgas o «depuraciones» de colaboracionistas y
criminales de guerra. En 1946 se celebró el proceso de Nuremberg, en el que fueron
condenados a muerte o a cadena perpetua los' principales jefes nazis supervivientes, para lo
que hubo que crear un nuevo delito: el de «crímenes contra la humanidad». Lo mismo se hizo
con los japoneses. En Francia, más de cien mil colaboracionistas fueron encarcelados o
ejecutados tras la liberación. No obstante, algunos criminales de guerra lograron escapar.
4. Las repercusiones económicas
Estados Unidos fue el principal beneficiario económico de la guerra, ya que no sufrió daños
directos en su territorio y registró un notable crecimiento económico (aumentaron su
producción industrial y agrícola y sus exportaciones).
Europa quedó devastada, especialmente la URSS y Alemania, y endeudada. El efecto de los
bombardeos aéreos fue demoledor para las grandes ciudades y muchos edificios e
infraestructuras de transporte fueron destruidos sistemáticamente. En Japón, las ciudades de
Hiroshima y Nagasaki prácticamente desaparecieron. Mención aparte merece el saqueo de
obras de arte llevado a cabo por los nazis en toda Europa y, después, por el ejército rojo en
Alemania.
Durante el conflicto, las industrias se dedicaron fundamentalmente a la producción masiva de
armamento y de material de guerra y a la mejora de su eficacia. Tras 1945, la reconversión de
estas industrias a tiempos de paz fue difícil en algunos casos. En la URSS y EE UU subsistió una
industria militar, la cual sostendría su futura carrera de armamentos. Se produjeron
importantes avances en la investigación científica y tecnológica en los sectores aeronáutico,
espacial, informático y nuclear. En Alemania se realizaron investigaciones con cohetes,
imitadas por estadounidenses y soviéticos. En el caso de Estados Unidos es necesario señalar la
invención de la bomba atómica, en la que participaron científicos europeos exiliados.
5. Consecuencias territoriales y políticas
Europa quedó muy debilitada después de la guerra: Gran Bretaña ya no podía mantener su
imperio mundial; en Francia e Italia se produjo una grave crisis política que exigía una
renovación de sus instituciones; Alemania, completamente arruinada, fue dividida entre los
vencedores. Con el tiempo, surgieron dos Alemanias: la República Federal Alemana, al oeste; y
la República Democrática Alemana (Alemania comunista), al este.
Europa oriental, atrasada y generalmente reaccionaria antes de la guerra, entró en la órbita
soviética. Las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) perdieron su independencia y
pasaron a formar parte de la URSS.
Comenzó el inevitable desmantelamiento de los imperios coloniales europeos.
En los países árabes y en Extremo Oriente, los movimientos nacionalistas e independentistas
surgieron con fuerza.
Estados Unidos y la URSS se convirtieron en las dos grandes potencias mundiales, que
diseñarán, dirigirán e intervendrán de forma permanente en el nuevo orden mundial. Ha
comenzado el mundo dividido de la posguerra: la Guerra Fría.
VOCABULARIO: democracia, fascismo, Mussolini, Marcha sobre Roma, nazismo, Hitler,
antisemitismo, crack del 29, Gran Depresión, New Deal, Roosevelt, Wall Street, duce, fascios,
führer, “Noche de los cristales rotos”, “Noche de los cuchillos largos”, Holocausto, Goebbels,
Solución Final, “Espacio vital”, Pacto Antikomintern, Eje Roma-Berlín-Tokio, pacto germano-
soviético, leyes de Nuremberg, Sociedad de Naciones; SS, SA y Gestapo; Mein Kampf, III Reich y
República de Weimar.
Guerra relámpago, Anschluss, Dunkerke, batalla de Inglaterra, Batalla del Alamein, Batalla de
Stalingrado, Batalla de Leningrado, Operación Barbarroja, Pearl Harbour, partisanos, generales
Patton. Eisenhower y Mc Arthur; generales Montgomery, De Gaulle y Rommel; Winston
Churchill, Lili Marleen, desembarco de Normandía, Gobierno de Vichy, kamikaze, Hiroshima y
Nagasaki.
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TEMA 9: LA MONARQUÍA DE ALFONSO XIII (1902-1931),
LA 2ª REPÚBLICA (1931-1936) Y LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
I. LA MONARQUÍA DE ALFONSO XIII (1902-1931)
1. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL PERIODO
2. EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL REINADO
2.1. Los intentos de renovación (1902-1912)
-Reformismo conservador y liberal
-Semana Trágica de Barcelona (1909)
2.2. La crisis del sistema parlamentario (1912-1923)
-Crisis de 1917 y declive de la monarquía
-Guerra de Marruecos y derrota de Annual
2.3. La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
II. LA 2ª REPÚBLICA (1931-1936)
1. PROCLAMACIÓN DE LA REPÚBLICA Y GOBIERNO PROVISIONAL (1930-1931)
1.2. Gobierno provisional
1.3. Constitución de 1931
2. BIENIO REFORMISTA (1931-1933)
3. BIENIO CONSERVADOR (1933-1936)
4. FRENTE POPULAR (1936)
III. LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)
1. ESTALLIDO DE LA GUERRA Y EVOLUCIÓN MILITAR DEL CONFLICTO
2. INTERVENCIÓN INTERNACIONAL EN LA GUERRA
3. LAS DOS ZONAS ENFRENTADAS
3.1. Zona republicana
3.2. Zona nacional
I. LA MONARQUÍA DE ALFONSO XIII (1902-1931)
1. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL PERIODO
En 1902, Alfonso XIII alcanza la mayoría de edad y es proclamado rey de España. Su reinado se
inicia en medio de la crisis que vivía aún el país como consecuencia del desastre de 1898, que
lleva a los partidos mayoritarios (conservadores y liberales) a iniciar un programa de reformas
para regenerar la vida política española. A la postre, el fracaso de la mayor parte de estas
reformas llevará a la dictadura de Primo de Rivera y luego a la proclamación de la República en
1931.
Además, durante los primeros años del reinado de Alfonso XIII, los gobiernos tuvieron que
hacer frente a importantes problemas:
-El resurgir de los regionalismos, sobre todo el catalán, que lideraba un partido conservador y
catalanista denominado la Lliga Catalana.
-El Ejército, tras su fracaso en 1898, era muy sensible a las críticas y sentía la necesidad de
desarrollar alguna misión exterior que le devolviese su prestigio.
-La Guerra de Marruecos. En 1906, en la conferencia de Algeciras, se acuerda que España y
Francia se repartan Marruecos, pasando desde ahora los españoles a ejercer un
“protectorado” sobre todo el norte del país. Sin embargo, España encontró una fuerte
oposición de las tribus bereberes, que crearon una permanente situación de guerra que no
pudo ser liquidada por España hasta 1927.
-El desarrollo del movimiento obrero, con frecuentes huelgas que muchas veces acaban en
enfrentamientos violentos con las fuerzas del Orden Público.
-El terrorismo anarquista actuó contra destacados políticos y contra empresarios catalanes.
Especialmente relevantes fueron el asesinato de José Canalejas (líder del Partido Liberal y en
ese momento presidente del gobierno) o el atentado contra Alfonso XIII el día de su boda
(1906).
2. EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL REINADO
2.1. Los intentos de renovación (1902-1912)
- Los gobiernos conservadores, entre 1902 y 1910, trataron de realizar algunas reformas en la
Hacienda, los ayuntamientos o el sistema electoral, pero no lograron acabar con el caciquismo
ni la corrupción electoral en la mayoría de los pueblos pequeños y medianos. La principal
figura política de esos años fue el conservador Maura.
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A partir de 1910, los gobiernos liberales inician una serie de importantes reformas: se fomenta
la enseñanza pública, se limita el poder de las órdenes religiosas y se inicia una cierta
descentralización del Estado para tratar de lograr el apoyo de los catalanistas moderados
(Mancomunidad de Cataluña, 1914).
Sin embargo, el asesinato del presidente del gobierno, José Canalejas, abrió un periodo de
inestabilidad que condujo de nuevo al poder al partido Conservador, a partir de 1913.
-En esta época, una de las crisis más graves fue la Semana Trágica de Barcelona, en julio de
1909. Se inicia con una serie de protestas contra el envío de soldados reservistas a la guerra de
Marruecos. Las protestas se radicalizan hasta llevar a una huelga general en toda la ciudad, en
la que se levantan barricadas en las calles y se incendian iglesias y conventos. Finalmente, el
Ejército sofoca la revuelta por la fuerza, provocando numerosos muertos, una protesta
internacional y la caída del gobierno del conservador Maura.
2.2. La crisis del sistema parlamentario (1912-1923)
A partir de 1913, los conservadores, dirigidos ahora por Dato, volvieron al gobierno. Ante los
crecientes problemas sociales, gobernaron de forma autoritaria y poca respetuosa con el
Parlamento. Esto provocó un enorme descontento en amplios grupos de la sociedad española,
que estalló en 1917, mientras en Europa se desarrollaba la 1ª Guerra Mundial.
-Crisis de 1917. Ese año, se produjeron varias situaciones de gravedad que afectaron al país.
Por un lado, un grupo de parlamentarios catalanes se reúne en Barcelona exigiendo la dimisión
del gobierno, la convocatoria de Cortes constituyentes y la concesión de la autonomía de
Cataluña. Por otro lado, algunos militares se enfrentan al gobierno por el sistema de
promoción y, finalmente, ese año se produce también una huelga general revolucionaria
(convocado por anarquistas y socialistas) que afectó sobre todo a las zonas más industriales:
Asturias, Cataluña y País Vasco.
Pese a todo, esta grave crisis pudo ser resuelta con la formación de un gobierno de
concentración en el que participaron los dos principales partidos, el Conservador y el Liberal.
-Pero en 1921 se produjo otra grave crisis por el asesinato del líder conservador, Dato, el
fracaso de los gobiernos de concentración, la radicalización de las huelgas obreras y la
desastrosa derrota del ejército español en la batalla de Annual (julio, 1921), en Marruecos. Se
calcula que más de 12.000 soldados españoles murieron, en unas pocas horas, ante las tropas
del líder bereber Abd el-Krim. Ante tal desastre, se abrió una investigación para depurar las
posibles responsabilidades de algunos mandos militares en el desastre. Finalmente, el
descontento político, la inestabilidad social y el malestar militar por la guerra de Marruecos
desembocaron en el golpe militar de Primo de Rivera.
2.3. La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) y el fin de la monarquía (1930-1931)
El 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, da un
golpe militar incruento que logra el apoyo de importantes sectores de la sociedad y que
recibirá el visto bueno del propio rey Alfonso XIII. El golpe de estado se justificó con el
argumento de que el sistema parlamentario estaba desprestigiado y era incapaz de garantizar
el orden político y social en España.
Primo de Rivera suspendió la Constitución, disolvió el Parlamento y prohibió los partidos
políticos y los sindicatos. También destituyó a todos los cargos políticos electos (diputados,
alcaldes…), acabó con las huelgas y estableció la censura sobre la prensa.
Se inicia entonces un breve periodo de calma social y de desarrollo económico. El mayor éxito
de Primo de Rivera fue la solución de la guerra de Marruecos. Así, en 1925 se produjo un
desembarco de tropas españolas en Alhucemas, un lugar de la costa norte marroquí,
iniciándose una operación militar que concluirá en 1926 con la derrota definitiva de las tropas
de Abd-el-Krim. La guerra en Marruecos, por fin, había concluido.
Pese a los éxitos de la dictadura, en diversos ambientes fue perdiendo popularidad
paulatinamente, hasta que, falto de apoyos, el general Primo de Rivera le presenta su dimisión
al rey en enero de 1930. Durante ese año, Alfonso XIII intentó restablecer el sistema
constitucional de la Restauración, pero la monarquía estaba desprestigiada y los
antimonárquicos empezaron a unirse para derrocar al rey.
II. LA 2ª REPÚBLICA (1931-1936)
1. PROCLAMACIÓN DE LA REPÚBLICA Y GOBIERNO PROVISIONAL (1931)
Durante el verano de 1930, los grupos políticos partidarios de la república firman un acuerdo,
el Pacto de San Sebastián, por el que deciden presentarse unidos a las elecciones. Por el
contrario, los partidos monárquicos se presentan divididos. Para el 12 de abril de 1931, el
gobierno de la Monarquía convoca elecciones municipales. En el recuento final, la mayoría de
los concejales elegidos son monárquicos, pero en las grandes ciudades triunfan los candidatos
republicano-socialistas.
El día 13 se producen manifestaciones en numerosas ciudades, a favor de la República. El
gobierno se desmorona y las autoridades monárquicas facilitan el traspaso pacífico de poder a
los republicanos.
60
El 14 de abril de 1931, mientras el rey Alfonso XIII abandona Madrid camino del exilio, se
proclama oficialmente la República en medio de un enorme entusiasmo.
1.1. Gobierno provisional
Inmediatamente se formó un gobierno provisional integrado por republicanos, socialistas y
nacionalistas catalanes de izquierdas. Se iniciaron una serie importante de reformas:
-Se apruebas medidas sociales para mejorar las condiciones laborales de los campesinos.
-Amnistía para los presos políticos
-Se acuerda establecer un gobierno autonómico provisional en Cataluña e iniciar los pasos para
la aprobación de un estatuto de autonomía, a cambio de que los nacionalistas catalanes
reconozcan la autoridad del nuevo gobierno republicano en España.
En estos primeros meses se producen las primeras quemas de conventos y en algunas
ciudades estallan violentas huelgas obreras convocadas por el sindicato anarquista, la CNT.
1.2. La Constitución de 1931
En junio de 1931 se convocan elecciones para elegir un Parlamento que se encargue de
elaborar la nueva constitución republicana. Triunfa la coalición republicano-socialista, que,
después de tres meses de fuertes discusiones parlamentarias, aprueba la nueva constitución.
Sus principales aspectos son:
-Define a España como una “república de trabajadores de toda clase”.
-Reconoce, por primera vez en España, el voto a las mujeres.
-El Estado no tiene religión oficial (es aconfesional) y se reconoce la libertad religiosa.
-Se reconoce el derecho a la autonomía de las regiones.
-El Parlamento está formada por una sola Cámara, el Congreso.
-Lo más polémico fue todo lo relativo a la Iglesia, a la que, entre otras cosas, se le prohíbe
ejercer el comercio, la industria o la enseñanza.
El problema de la Constitución republicana es que no fue fruto de un acuerdo social entre
todas las fuerzas políticas, sino que fue una constitución impuesta por la izquierda. La derecha
la rechaza.
2. BIENIO REFORMISTA (1931-1933)
El nuevo gobierno emprendió la tarea de realizar una profunda reforma con la que pretendía
solucionar los problemas pendientes y modernizar el país.
-La reforma del ejército supuso la jubilación de todos los oficiales que no quisieran jurar
fidelidad a la República. Casi la mitad de ellos se retiraron, pero se creó un malestar entre los
militares.
-La reforma religiosa. El gobierno disolvió la Compañía de Jesús, prohibió ejercer la enseñanza
a las órdenes religiosas y el Estado le retiró cualquier aportación económica a la Iglesia
católica. El gobierno invirtió mucho dinero en crear nuevos colegios públicos. Además, se
aprobó el matrimonio y el entierro civiles y se elaboró una ley de divorcio.
-Estatuto de autonomía de Cataluña. Fue aprobado en 1932. También se empezó la redacción
de un estatuto para el País Vasco, que no fue aprobado hasta 1936.
-Reforma agraria. En ciertas zonas del país, especialmente en Andalucía y Extremadura,
existían miles de jornaleros sin tierras que vivían en una situación de miseria, trabajando sólo
unos meses al año y percibiendo salarios bajísimos. La tierra estaba en manos de unos pocos
propietarios que poseían enormes latifundios y seguían ejerciendo en sus pueblos un poder
caciquil.
En 1932, se aprueba la ley de reforma agraria, que permitía al gobierno expropiar grandes
fincas que no se cultivaran y repartirlas entre los campesinos sin tierras, a cambio de una
indemnización.
· Todo este conjunto de reformas provocó una fuerte oposición en sectores de las clases
medias y altas y en la Iglesia. En 1932 fracasó un intento de golpe de estado dirigido por el
general Sanjurjo. Por otro lado, la lentitud en la aplicación de la reforma agraria provocó
protestas violentas de los sindicatos anarquistas y socialistas, que en ocasiones terminaron en
un “baño de sangre”, como en el pueblo gaditano de Casas Viejas, en 1933. Este suceso, el más
grave de todos, provocó la dimisión del presidente del gobierno, Manuel Azaña. Se disolvieron
las Cortes y se convocaron nuevas elecciones.
3. BIENIO CONSERVADOR (1933-1936)
Las elecciones de noviembre de 1933 fueron ganadas por los partidos de la derecha (40%) y el
centro (23%). Fue elegido presidente el líder del Partido Radical, Alejandro Lerroux, con el
apoyo parlamentario del partido más votado, la CEDA.
Se revisan muchas de las reformas del periodo anterior y a otras se les da una orientación
moderada. La reforma agraria y la legislación militar se mantienen, pero cambia la política
educativa: se construyen menos
61
escuelas públicas, no se cierran las católicas y se pone fin a la enseñanza mixta. Esta situación
provoca la radicalización de los partidos de la izquierda.
El 5 de octubre de 1934 estalla una huelga general revolucionaria en toda España, convocada
por un comité dirigido por socialistas, comunistas y algunos anarquistas. El motivo aducido es
la entrada en el gobierno de tres ministros de la CEDA. La huelga fracasa en toda España
excepto en Asturias -donde degenerará en una auténtica revolución proletaria- y en Cataluña -
donde hay una rebelión contra el gobierno español y se proclama el Estado catalán. El ejército
reprime contundentemente la revuelta, provocando más muertos y centenares de detenidos.
La mayoría de víctimas tuvieron lugar en Asturias. Se habla de 1.200 muertos entre los
rebeldes y 450 entre el ejército y la policía. Son detenidas 30.000 personas. La izquierda habla
de ejecuciones y torturas. La derecha habla de violencia revolucionaria, quema de iglesias y
asesinato de sacerdotes.
Por su parte, el gobierno español suprimió el estatuto y encarceló al gobierno catalán, pero sin
derramamiento de sangre.
Finalmente, varios escándalos de corrupción rompen y desacreditan al gobierno, por lo que el
presidente de la República, Alcalá Zamora, vuelve a disolver las Cortes y convoca nuevas
elecciones para febrero de 1936.
4. FRENTE POPULAR (1936)
La derecha se presenta desunida a las urnas, pero esta vez toda la izquierda (socialistas,
comunistas y republicanos de izquierdas) se presenta unida en una coalición electoral que se
llamó el Frente Popular. Los anarquistas, que obviamente no se presentan a las elecciones,
recomiendan el voto para el Frente Popular. Éste, aunque por un estrecho número de votos,
gana las elecciones.
Se formó un nuevo gobierno de izquierdas que decretó la libertad de los presos encarcelados
como consecuencia del levantamiento de 1934 y se intentó continuar la política de reformas
iniciadas entre 1931 y 1933. Se reinstauró la autonomía y la Generalidad catalana y se
reiniciaron los trámites para la concesión de estatutos de autonomía al País Vasco y Galicia.
Desde febrero, el clima de enfrentamiento, de terror y de violencia en las calles fue en
aumento, sin que las autoridades puedan imponer el orden público. Se produce el asalto y la
quema de edificios religiosos, huelgas y manifestaciones violentas en las ciudades,
ocupaciones de fincas, asesinatos políticos y choques entre grupos políticos, sobre todo entre
socialistas-comunistas y falangistas. Los sucesos culminan el 12 y el 13 de julio en Madrid. El
día 12 es asesinado un teniente de la Guardia de Asalto, el socialista José del Castillo. Al día
siguiente lo es también el líder de la derecha monárquica, Calvo Sotelo, mientras era
conducido por guardias de asalto al cuartel de Pontejos.
III. LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)
1. ESTALLIDO DE LA GUERRA Y EVOLUCIÓN MILITAR DEL CONFLICTO
Desde el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero, la conspiración militar ha
tomado fuerza. La sublevación de un parte importante del Ejército español comienza el día 17
en Melilla y el 18 en la Península. Al no producirse un levantamiento generalizado en todas las
guarniciones, España queda partida en dos y comienza la guerra civil.
El levantamiento militar se impondrá en Galicia, Castilla-León, Navarra, gran parte de Aragón,
Canarias, norte de África y algunas capitales como Sevilla y Granada. Por el contrario, se
mantuvieron de parte del gobierno Madrid, Cataluña, País Vasco, Asturias, Santander, Levante,
Extremadura, Andalucía y parte de Castilla-La Mancha.
-1936. El plan inicial de los nacionales (denominación que se dio a si mismo el ejército
sublevado) era ocupar Madrid para terminar rápidamente la guerra. Para ello, el grueso de las
tropas de Marruecos (las más modernas y mejor entrenadas del Ejército) cruzó el estrecho de
Gibraltar e iniciaron una marcha desde Andalucía, por Extremadura y Toledo, hasta llegar a las
afueras de Madrid en el mes de octubre. Ante un inminente ataque, el gobierno republicano
dejó Madrid y se estableció en Valencia. Mientras, se organizó en Burgos el Gobierno nacional,
siendo nombrado jefe del Estado el general Francisco Franco.
-1937. Tras casi seis meses de durísima batalla en las inmediaciones de Madrid, el ejército de
Franco fracasa en su intento y, en abril de 1937, decide iniciar la ocupación del norte de
España. En junio, los nacionales ocupan Bilbao y después las demás ciudades y zonas mineras e
industriales del País Vasco, Cantabria y Asturias. El gobierno republicano había perdido ya todo
el norte de España. El 26 de abril de 1937 se produjo el tristemente célebre bombardeo de la
población vasca de Guernica.
-1938. En este año, el ejército franquista avanza sobre Aragón y alcanza el Mediterráneo por
Castellón, logrando así uno de sus principales objetivos: dividir la zona republicana en dos
partes, lo que hará más difícil su resistencia. Pero en julio de ese año, para impedir el avance
del enemigo, los republicanos concentran todas
62
sus fuerzas en el Ebro, iniciándose el enfrentamiento que decidirá el resultado definitivo de la
guerra: la batalla del Ebro. Tras diversas ofensivas y contraofensivas, en diciembre el ejército
republicano se hunde.
-1939. A comienzos de 1939, Franco lanza una ofensiva contra Cataluña. Barcelona cae el 26
de enero y el resto de la región lo hará en los días sucesivos. En febrero, sólo Madrid y la zona
centro resistían ya al ejército de Franco. El desmoronamiento del Gobierno y del Ejército
republicano era total. Las tropas franquistas avanzan ya sin apenas oposición. El 28 de marzo,
Madrid se rinde sin disparar un solo tiro. El 1 de abril, Franco da su última parte de guerra, en
el que proclama: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, las tropas nacionales
han alcanzado sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado”.
2. INTERVENCIÓN INTERNACIONAL EN LA GUERRA
A comienzos de la guerra, en agosto de 1936, los principales países europeos crearon el
Comité de No Intervención en la guerra de España, con el compromiso de no intervenir de
ninguna forma en la contienda. Sin embargo, ambos bandos recibieron diverso apoyo.
El bando de Franco recibió la ayuda de Italia y Alemania, que aportaron tropas, aviones y
armamento a cambio de concesiones mineras.
El gobierno republicano contó con la ayuda de la Unión Soviética, que suministró material de
guerra a cambio de que se depositara en Moscú el oro del Banco de España. Además, la
Internacional Comunista reclutó un cuerpo de miles de voluntarios extranjeros procedentes de
diversos países, que formaron las Brigadas Internacionales. Desempeñaron un importante
papel en la defensa de Madrid y estuvieron siempre en los frentes bélicos, sufriendo
innumerables bajas.
63
TEMA 10: EL RÉGIMEN DE FRANCO (1939-1975)
1. INTRODUCCIÓN: Fundamentos ideológicos y sociales del Franquismo. Etapas
2. LA ESPAÑA DE LA POSGUERRA Y EL RACIONAMIENTO (1939-1959)
3. LA ESPAÑA DEL DESARROLLISMO (1959-1973)
4. REPRESIÓN Y OPOSICIÓN AL RÉGIMEN
1. INTRODUCCIÓN: FUNDAMENTOS IDEÓLÓGICOS Y SOCIALES DEL FRANQUISMO
El régimen de Franco fue una dictadura que se caracterizó por su rechazo frontal al comunismo
y a la democracia liberal, al tiempo que por la defensa del tradicionalismo y la unidad de
España.
Esa actitud se reflejó en aspectos externos como el saludo fascista, en la adopción de una
ideología nacional-católica muy conservadora y en la exaltación de la figura de Francisco
Franco. Él es el jefe del Estado, concentra en sus manos todo el poder político y además es el
"Generalísimo de los Ejércitos". Se le denomina "Caudillo de España por la gracia de Dios".
El régimen franquista encontró sus principales apoyos sociales en el Ejército, la Iglesia Católica
y la Falange Española. A ellos se unieron los grupos financieros, los grandes terratenientes, los
empresarios industriales y la pequeña burguesía de provincias.
Todos los partidos y sindicatos fueron declarados ilegales y sus militantes perseguidos y
encarcelados. Sólo se permitió un partido, la Falange España Tradicionalista y de las JONS
(Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), del que Franco era su líder. De él dependía el único
sindicato permitido, la Central Nacional Sindicalista, que era un sindicato de tipo vertical en el
que se integraban los obreros y sus patronos.
Se suprimió la Constitución republicana y todas las instituciones de esta época. Se eliminaron
los estatutos de autonomía y se limitaron las libertades individuales.
El régimen de Franco tuvo una larga duración, al prolongarse desde 1939, último año de la
Guerra Civil, hasta 1975, fecha de la muerte del general. Este espacio de tiempo puede
dividirse en dos grandes etapas:
-La España de la posguerra y el racionamiento (1939-1959)
-La España del desarrollismo (1959-1975)
2. LA ESPAÑA DE LA POSGUERRA Y EL RACIONAMIENTO (1939-1959)
2.1. Organización política: Al finalizar la guerra, el régimen dictó una serie de leyes que
establecían las bases de la legalidad franquista.
-Poco antes de terminar la Guerra Civil se aprueba el Fuero del Trabajo (1938), que declaraba
los fundamentos laborales de la nueva España. Se prohíben los sindicatos libres y la huelga.
-En 1942 se aprueba la Ley Consultiva de las Cortes, que crea unas Cortes consultivas cuya
función era elaborar y preparar las leyes. Sus miembros, llamados procuradores, no eran
elegidos por sufragio directo.
-En 1945 se promulga el Fuero de los Españoles, que es una declaración de los derechos y
deberes de todos los españoles.
-También se aprueba entonces la Ley de Referéndum (1945), que contemplaba la posibilidad
de hacer consultas populares para determinadas leyes.
-En 1947 se aprobó la Ley de Sucesión, por la que España se convertía en reino bajo la jefatura
vitalicia de Franco, aunque se preveía la posibilidad de instaurar, en el futuro, una monarquía
como sucesora del franquismo.
-Finalmente, en 1958 se aprobó la Ley de Principios del Movimiento Nacional, en que se
establecían los fundamentos ideológicos del estado franquista.
El franquismo aseguraba que España era una "democracia orgánica", en la que la participación
ciudadana se canalizaba a través de los llamados "órganos naturales", que eran la familia, el
municipio y el sindicato.
2.2. Relaciones internacionales: Fueron muy complicadas para España durante este periodo.
Hubo tres etapas bien distintas:
a) Colaboración con las potencias fascistas (1939-1945):
Durante los primeros años de la 2ª Guerra Mundial, España apoyó a las potencias fascistas,
Alemania e Italia, aunque no intervino en la guerra. Solamente se envió un cuerpo de
voluntarios, la llamada División Azul, que acudió al frente ruso para luchar contra el
comunismo.
b) Aislamiento internacional (1945-1952)
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Terminada la Guerra Mundial, España quedó aislada internacionalmente como consecuencia
de la condena oficial de la ONU contra el régimen franquista, en 1946. Se recomendó a todos
los embajadores de los países democráticos que retiraran sus embajadores de España.
c) Fin del aislamiento (a partir de 1953)
La Guerra Fría; es decir, el enfrentamiento entre EE.UU. y la URSS, hizo que los
norteamericanos vieran a España como un posible aliado en su lucha frente al comunismo en
el mundo. Por ello, en 1953, se firmó el primer Tratado de Amistad Hispano-norteamericano,
por el que se establecían bases militares estadounidenses en suelo español, a cambio de
ayudas económicas.
Ese mismo año se firmó un Concordato con el Vaticano (1953), que otorgaba importantes
privilegios a la Iglesia católica española. Era el fin del aislamiento internacional de España. En
1955, España fue admitida en la ONU.
En 1956, España y Francia descolonizaron el norte y el sur de Marruecos, lo que dio lugar a la
independencia de este país.
España conservó el territorio de Sidi Ifni hasta 1969, en que también lo cedió a Marruecos.
2.3. Vida de los españoles durante la posguerra: la miseria y la autarquía
En 1939, España era un país destrozado por la Guerra Civil. Las cifras, hoy día, siguen siendo
muy dispares. Se calcula que hubo entre 400.00 y 600.000 muertos (por las campañas
militares, la represión en ambos bandos y el hambre), entre 200.000 y 350.000 exiliados y
cerca de 1.500.000 de heridos.
La agricultura, la ganadería, la industria y los sistemas de transporte (carreteras, vías férreas,
puertos y aeropuertos) habían quedado seriamente dañados.
La década de 1940 viene marcada, para la mayoría de españoles, por la falta de alimentos y los
salarios bajos, lo que provocó mucha pobreza y miseria. Sólo algunos especuladores y aquellos
que estaban próximos al poder aprovecharon la situación para enriquecerse.
La política económica de los gobiernos de Franco en esos años pretendía conseguir la
autarquía del país; es decir, que España produjera todo lo necesario para lograr su
autoabastecimiento. Así, se creó el Servicio Nacional del Trigo, encargado de controlar la
producción, distribución y venta del cereal. Este control del Estado resultó muy negativo,
porque muchos agricultores escondían parte de la cosecha para venderla en el mercado negro
("estraperlo"), lo que, junto a las malas cosechas, provocó un gran déficit de trigo que obligó a
racionar el pan y controlar su venta mediante cartillas de racionamiento.
En los años 40, debido a la guerra, la política económica de Franco y el aislamiento
internacional, en España escaseaban los alimentos. El gobierno decidió controlar la
distribución de las mercancías, asignando a cada persona cierta cantidad de los productos
básicos más escasos: azúcar, arroz, aceite, pan, judías..., que había que recoger con la Cartilla
de Racionamiento. Estas cartillas se establecieron el 14 de mayo de 1939 y se suprimieron en
1952.
También se creó el INI (Instituto Nacional de Industria), al que pertenecían un conjunto de
grandes empresas públicas con objeto de favorecer la industrialización del país. Se creó una
empresa de producción siderúrgica (Ensidesa), otra para el refinamiento del petróleo
(CAMPSA), unos astilleros públicos (empresa nacional Bazán), una compañía de aviación
(IBERIA), una empresa para la fabricación de coches (SEAT) y un monopolio nacional del
ferrocarril (RENFE). Esta política industrial favoreció el crecimiento de la industria y del empleo
en algunas regiones, como Cataluña, País Vasco o Madrid, en perjuicio del resto.
3. EL DESARROLLISMO, LA EMIGRACIÓN Y EL “BOOM” DEL TURISMO (1959-1975)
3.1. Organización política
A los ministros de esta época se les denominó “tecnócratas” porque su objetivo era
modernizar la economía española.
Un tecnócrata es un técnico o persona especializada en alguna materia (economía,
administración...) que ejerce su cargo público con el objetivo de encontrar soluciones eficaces
por encima de consideraciones ideológicas o políticas.
Los principios políticos se mantuvieron, pero se introdujeron algunos cambios:
-La tímida liberalización política se concretó en la Ley de Prensa (1966), que suprimió la
censura previa; y en la Ley de Libertad Religiosa (1967) asumía la libertad religiosa de los
españoles y permitía a las distintas religiones crear lugares de culto y poder dar a conocer sus
creencias..
-La Ley Orgánica del Estado (1966) definía al régimen como una democracia orgánica.
-Se separan los cargos de Jefe del Estado (Franco) y jefe del gobierno, aunque Franco no lo
delegó por primera vez hasta 1973, en que nombró al almirante Carrero Blanco.
-Se confirma la monarquía como futura forma político del Estado, con el nombramiento, en
1969 , de Juan Carlos de Borbón como futuro sucesor de Franco a título de rey.
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3.2. Relaciones internacionales
Se continuó con la política de descolonización, porque en 1968 se otorgó la independencia a
Guinea Ecuatorial. Asimismo, en 1975, se produjo un incidente con Marruecos, que decretó la
Marcha Verde, un intento pacífico de invasión del Sáhara español iniciada el 6 de noviembre
de 1975, aprovechando la debilidad causada en el país por la agonía de Franco.
350.000 ciudadanos marroquíes y 25.000 soldados se dirigieron hacia la frontera con el Sáhara
español, convocados por el rey Hasam II. España había minado la frontera para impedir su
paso. Finalmente, tras una semana de tensión, el gobierno español aceptó retirarse del Sáhara
y ceder 2/3 del territorio a Marruecos y 1/3 a Mauritania. Hoy día, Mauritania ha abandonado
casi todo su territorio, que ha sido ocupado por Marruecos. Los saharauis siguen reclamando
su independencia por medio de una organización militar, el Frente Polisario.
3.3. Cambios económicos: el desarrollismo y la modernización
En 1959, la autarquía era imposible e incompatible con el desarrollo económico de España. Por
eso, en 1959, los ministros Navarro Rubio y López Rodó impulsan el Plan de Estabilización, que
supone un profundo programa de saneamiento y de apertura de la economía española al
mercado mundial. Se suprimieron los obstáculos al comercio exterior y se favoreció la
inversión de capital extranjero. Se elimina el fuerte control estatal de la economía y se da más
libertad a la iniciativa privada.
Debido a su éxito, a partir de 1964 se decide emprender planes de desarrollo cuatrienales que
logran un enorme desarrollo económico en el país como hasta entonces nunca se había
producido.
Así, la industria experimentó un gran crecimiento, adoptó nuevas tecnologías y aumentó su
producción. La agricultura se modernizó y el sector servicios creció enormemente, gracias a la
llegada de turistas. El turismo se convirtió en uno de los principales sectores de la economía
del país. También creció el comercio exterior. Como resultado de todo este proceso, crecieron
la renta nacional y los salarios, lo que produjo una mejora sustancial del vida de vida de los
españoles.
Los pilares del desarrollo económico español de los años 1960 fueron:
-La llegada masiva de turistas europeos que buscaban sobre todo el sol y las playas españolas.
-La emigración de cerca de 2 millones de españoles a distintos países europeos (Francia, Suiza,
Alemania...) y América, lo que permitió reducir el paro y beneficiarse de las remesas de dinero
que los emigrantes mandaban a sus familias en España.
-Las inversiones extranjeras en España, principalmente de EEUU.
-El crecimiento de las exportaciones de productos agrarios e industriales españoles.
Pero la modernización de España fue desordenada y desigual. Además, la economía española
era muy dependiente del exterior, pues gran parte del capital y la tecnología procedían del
extranjero. Además, había grandes desequilibrios territoriales, ya que el desarrollo se centró
en determinadas regiones (Madrid, Cataluña, País Vasco, Valencia...), mientras otras se
quedaban más atrasadas (Andalucía, Extremadura, las dos Castillas...).
También se produjo un importante éxodo rural, que provocó una grave despoblación en
muchos pueblos españoles. Se calcula que, en estos años, 4 millones de españoles emigraron
del campo a las grandes ciudades.
3.4. Vida cotidiana de los españoles en los años 1960 y 1970
En los años 60, España pasa de ser una sociedad rural y tradicional a convertirse en un país
urbano, industrial y moderno.. Se acaba el racionamiento y la escasez y se abre un periodo de
mejora generalizada de las condiciones de vida de la población. La mujer empieza a
incorporarse al mercado laboral y hay mayores libertades políticas, económicas y culturales, lo
que provoca, curiosamente, un aumento de los conflictos sociales.
La mejora de las condiciones de vida provocó, en los años 60, un aumento de la natalidad y
una disminución de la mortalidad. La población pasó de 25 millones en 1940 a 33 en 1970.
El éxodo rural provocó un crecimiento caótico de las grandes ciudades españolas (Madrid,
Barcelona, Valencia, Sevilla...), donde se construyeron nuevos barrios con poca planificación y
carencia de algunas infraestructuras básicas, como asfaltado, luz o alcantarillado.
El crecimiento del nivel de renta de los españoles permitió que muchas familias pudieran
comprar a plazos nuevos bienes de consumo, como frigoríficos, televisores, automóviles, etc.
Así, España se va incorporando a la sociedad de consumo occidental.
Por otro lado, la llegada de turistas y la salida de emigrantes permite a los españoles tomar
contacto con el exterior. Ello hace cambiar la mentalidad española, que se va haciendo más
consumista, menos religiosa y con una mentalidad más abierta en el vestir, en las costumbres,
en la sexualidad...
También empieza a surgir tímidamente un movimiento favorable a la democratización del país.
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Además, en 1963, la Ley de Basas de la Seguridad Social proclama el derecho de todos los
trabajadores españoles a la Seguridad Social y en 1964 se introduce la escolaridad obligatoria
desde los 6 a los 14 años.
A partir del Concilio Vaticano II (1962-1965), la Iglesia española empezó a distanciarse y adoptó
una actitud crítica hacia el régimen franquista.
4. REPRESIÓN Y OPOSICIÓN AL RÉGIMEN
4.1. Década de 1940
Al concluir la Guerra Civil,, la mayor parte de la oposición política y sindical se encontraba en el
exilio o en la clandestinidad. La represión del régimen en los primeros años fue muy dura.
Decenas de miles de personas fueron encarceladas, torturadas y asesinadas por su actividad
política durante la República, haber servido en el ejército republicano durante la Guerra o sus
implicaciones en los crímenes cometidos durante ese periodo.
La oposición política al franquismo se manifestó a través de dos vías:
-La izquierdista o republicana (anarquistas, comunistas y socialistas) impulsa las guerrillas
rurales (maquis). Su periodo de mayor apogeo fue entre 1945 y 1947, aunque después decayó
y finalmente fue derrotada. A partir de 1950 se abandona la lucha armada y son los
comunistas, en la clandestinidad, los que lideran la oposición antifranquista dentro de España.
-Los monárquicos y demócratas, centrados alrededor de don Juan de Borbón (hijo de Alfonso
XIII, fallecido en 1942), que reclaman la vuelta a una monarquía parlamentaria y democrática.
Los partidos políticos y los sindicatos eran ilegales, salvo el partido único franquista, el
Movimiento Nacional, y el llamado Sindicato Vertical (estaba formado por obreros y patronos,
bajo el control del Estado).
4.2. Década de 1950
En la década de 1950 hubo escasos conflictos sociales y huelgas (destacaron la huelga de
tranvías de 1951 en Barcelona y la huelga de los mineros asturianos en 1958). En esta época
derrotada la lucha armada de los maquis, las estrategias de la oposición cambiaron. En la
clandestinidad, los comunistas fueron el grupo que tuvo una mayor implantación en sectores
obreros y estudiantiles, desarrollando una acción política más organizada.
4.3. Década de 1960
En los años 1960, la modernización del país y la apertura al exterior propiciaron una
importante conflictividad laboral y universitaria. En 1962 se produjeron las primeras huelgas
importantes en Asturias, Cataluña, Andalucía y País Vasco. Además, en 1964 se fundaron las
comisiones obreras (CC.OO.), que lucharon por mejoras laborales y por las libertades políticas.
La universidad también fue uno de los principales focos de oposición antifranquista. Las
primeras movilizaciones importantes de estudiantes tuvieron lugar en Madrid en 1965,
continuando en los años siguientes. También en la Iglesia católica surgen grupos críticos con el
franquismo, especialmente alrededor de comunidades cristianadas ligadas a círculos obreros.
En 1962 se produjo la Reunión de Munich, que fue una importante reunión de toda la
oposición antifranquista, tanto del interior como del exterior del país, a la que sólo faltó el
PCE. Participaron 118 políticos españoles de todas las tendencias opositoras al franquismo:
monárquicos liberales, democristianos, socialistas, socialdemócratas y nacionalistas vascos y
catalanes, reunidos bajo la autoridad del gran intelectual español Salvador de Madariaga. Éste,
al concluir la reunión, afirmó: “Hoy ha terminado la Guerra Civil”. En la reunión se plantea la
necesidad de democratizar el país para lograr la entrada en el Mercado Común Europeo
(actual UE).
En el País Vasco, el hecho más relevante es la creación, en 1959, de la organización terrorista
ETA, nacida como una escisión dentro de las juventudes del PNV; y que propugnaba la lucha
armada.
4.4. Años 1970-1975
En los últimos años entre 1970 y 1975, la dictadura se endureció, debido al incremento de las
huelgas obreras, la creciente tensión con la Iglesia católica, las manifestaciones estudiantiles y
las acciones terroristas de la ETA, cuyo punto álgido fue el asesinato del presidente del
Gobierno, Luis Carrero Blanco, en 1973.

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