EL SIDA Y LAS OPERACIONES DE PAZ

Aún existe discusión respecto a si el VIH constituye una “amenaza relevante para
la estabilidad de los estados”, y si se le debiera otorgar prioridad en materia de asistencia
humanitaria.

Naciones Unidas, a través de su oficina ONUSIDA, otorga particular atención al

VIH en el ámbito de las operaciones de paz, destacando su impacto asociado a la
pandemia, como se indica:

 Impacto Demográfico:
Especialmente en África (por ejemplo: aumento de huérfanos y poblaciones infectadas
que migran de sus hogares de origen).

 Impacto Económico:
Si bien en África la pérdida del PGB (producto geográfico bruto) asociado al VIH sería
sólo del 1% (esto porque las poblaciones afectadas son las rurales), a largo plazo las
muertes representan una importante merma en la mano de obra.

 Impacto en cohesión social y estabilidad:

El SIDA exacerba las luchas étnicas, religiosas y/o tribales.

 Impacto comunitario y familiar:

Se manifiestan divisiones en los núcleos más básicos de la sociedad, independiente
del país o la región (se deben considerar los contagios posteriores de cónyuges o
“parejas estables” una vez que los efectivos regresan a sus países de origen).

 Impacto en las Fuerzas Armadas:

Afecta la eficacia. Los militares que fallecen por causa del SIDA forman parte de
contingentes entrenados difícilmente reemplazables en el corto plazo.

 Impacto para operaciones de mantenimiento de la paz:

Algunos Estados miembros de Naciones Unidas, podrían optar por no contribuir
con tropas por temor a que se expongan al contagio.
 Existen una serie de elementos que contribuyen a la vulnerabilidad de las tropas,
entre la cuales podemos señalar los siguientes:

 El hecho de que los contingentes se encuentran alejados de sus núcleos familiares y

no operan las clásicas “restricciones” que éstos imponen.

 Mayor facilidad para acceder a servicios sexuales debido a la disponibilidad de medios

económicos y la falta de contención social.

 Mayor exposición a lesiones y por ende, a eventuales transfusiones en zonas de alto

riesgo.

 Mayor interacción con comunidades infectadas, ya sea por la misión propiamente tal o
por visitas en períodos de descanso (por ejemplo: Haití en América y países africanos
en general).

 Falta de datos precisos sobre el nivel de infección en las distintas misiones de

mantenimiento de la paz.

Los programas de ONUSIDA en esta materia implementan la Resolución del

Consejo de Seguridad Nº 1308 del 17.JUL.2000, que entre otras cosas se refiere a la
importancia de reconocer el impacto del VIH SIDA en la salud del personal de
mantenimiento de la paz, militares y civiles, como asimismo, la necesidad de desarrollar
planes nacionales para la prevención y tratamiento del personal (antes, durante y
después) y la necesidad de aumentar la cooperación propiciando la discusión sobre el
tema.

La oficina de ONUSIDA informa periódicamente al Consejo de Seguridad de

Naciones Unidas sobre los avances a este respecto y ha sido muy importante en
gestionar el establecimiento de “Consejeros” y “Puntos Focales” en 18 misiones de paz,
quienes están a cargo de los programas relacionados con el VIH SIDA.

Los últimos informes de ONUSIDA, detallan la implementación de programas piloto

en Liberia y Haití, para la elaboración de estudios epidemiológicos sobre prevalencia o
número de casos de la enfermedad en los contingentes allí desplegados. Para el caso de
Haití en particular, se detecta un descenso en el número de casos detectados.