Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Los Seres Verdaderos, Espíritus que han sido llamados “Dioses”, son Dioses
porque poseen plenitud de Consciencia (awareness) y plenitud de conciencia
(consciousness). No hay nada que ellos no vean o que no experimenten. De los
seres humanos no se puede decir lo mismo, la mayor parte del tiempo, o nunca.
Pero cuando el Trance viene, y se abre hacia una fuerte experiencia de la
Realidad Extrasensorial, te encontrarás en el umbral de tu propia mortalidad; es
por esto que el Trance y la Muerte son similares. El trance verdadero y pleno es
la hora inmortal, la hora de los Dioses. Es la entrada a un mundo que no es
enteramente nuestro, y sin embargo, un mundo que no puede decirse que se
encuentra “aparte” del nuestro – ya que la Realidad es UNA, PLENA, y NO
DIVIDIDA. Lo que es diferente es la percepción- e incluso la percepción es parte
de la totalidad.
De esta manera, podemos decir que el Mundo Divino de los Inmortales no es el
mismo que el mundo humano, pero tampoco es diferente; podemos decir que
nuestros mundos no son uno y sin embargo, no son dos. Este es un sutil punto
que debe ser comprendido.
Tú “mirarás” los rostros de los Invisibles y los conocerás como tus verdaderos
compañeros. De hecho, incluso ahora, ellos están más involucrados en nosotros
de lo que nosotros los mortales podríamos nunca estarlo de ellos, por virtud de
su gran maestría de lo que nosotros llamamos “El Trance”.
Después del otorgamiento del Fuego, no éramos ya meras cosas mortales, sino
inmortales en fuga, semillas de los Dioses en espera de brotar.
Qué extraños tiempos son estos, y extraños seres somos nosotros. El Trance
nos introduce a “la historia secreta” de lo que somos en realidad, de lo que
hemos olvidado, y de aquello que nos aguarda. Somos Capax Dei, “Capaces de
Dioses”- capaces de ser mucho más de lo que jamás soñamos, puesto que aun
la mayoría de nuestros sueños son meras fantasías mortales.
La Llama en sí misma posee alguna misteriosa relación con el área que se halla
detrás de tu ombligo. Si deseas avivarla y hacerla más brillante, es al Misterio
del Aire Inconstante que debes acudir, de la misma forma que viento aviva las
llamas para que crezcan, o los Fuelles hacen que el Fuego en la fragua se
intensifique. Tu cuerpo es la fragua en donde un ser Espiritual de infinita
sabiduría es forjado, un Nacimiento Espiritual- jamás confundas u olvides esto..
Cuando la Noche del Misterio venga, un Ser Divino nacerá– pero ¿quien será?
Esta es la Visión Beatificada, la culminación del Destino. La identidad del Hijo
del Cuerno o el Hijo Divino es el misterio central del Despertar, y el nombre de
este ser es el Nombre de la Fortuna. Pero esto deberás descifrarlo en otro
momento. Retornaré ahora a las bases de esta técnica.
Siéntate con la espalda y cuello derechos para hacer esto. Diez respiraciones,
hechas como he dicho cada vez. Dentro, infla el globo, Fuera con el largo siseo
regular, y lo único en que debes fijar tu mente es en el aliento que sale y en el
sonido del siseo. No fuerces a tu mente para hacer esto; con gentileza dirige a tu
mente hacia la sensación y el sonido del aliento que sale. Si brotan
pensamientos al azar, gentilmente regresa en silencio a tu aliento. Cuando el
aliento complete su salida, piensa “uno”. Entonces empiezas la siguiente
respiración, y al completar el proceso de “dentro-inflar globo-fuera-siseo”,
piensa, “dos”. Haz esto hasta que llegues a diez.
Solo las sensaciones de respirar, el sentir el aliento, el sonido del siseo, y el
número deben existir para ti. Cierra tus ojos si necesitas hacerlo. Si cualquier
otra imagen o cosa mental se atraviesa, sólo regresa a la respiración.
Lo que debes recordar es que cada vez que completes una serie de diez
respiraciones, te has vuelto un ser diferente; habrás cambiado un poco,
transformándote en un nivel profundo, volviéndote más capaz de aproximarte a
ese despertar de poder y Consciencia que eventualmente irrumpirá a través del
nebuloso muro que separa el mundo aletargado de los mortales del mundo
primigenio de los inmortales. Ni el aire inconstante, ni el siseo de la serpiente
que nunca muere, pueden dejar ni una sola cosa totalmente como era antes.
Ahora, antes de que podamos continuar, tengo que discutir cuán importante es
el elemento de la “comprensión”. Está bien comenzar el ascenso hacia la
transformación interna, usando la “técnica fundacional” arriba descrita y otras
que discutiré posteriormente; pero sin comprensión, nada de esto sirve de nada.
Todas las técnicas de trance en el mundo, y todas las capacidades en el mundo
no significarán nada sin comprender lo que son. Poseer estas técnicas y las
experiencias que ellas brindan sin comprensión es lo mismo que tener una pila
de costosos materiales de construcción. Una pila de materiales de construcción
no es una casa, y sin comprender cómo funcionan juntos, nunca lo será.
Tienes que comprender que la Realidad es una, completa y sin división. Las
mentes humanas la cortan en un billón de partes, de partes abstractas muy
distantes de la totalidad de la Naturaleza, y etiquetan esas “partes” como “cosas”
diferentes– pero todavía es una. Tu mente toma un roble y PIENSA en el roble
como una cosa diferente de la Naturaleza, pero el árbol, así como tu propio
cuerpo o mente, o como cualquier otra cosa que etiquetes como “alguna cosa”,
es todavía inseparable de la totalidad.
Por favor no olvides nunca esto; no estás “en” el mundo; tú ERES un mundo.
Sólo eres diferente del Cuerpo de la Naturaleza en la medida en que te percibes
a ti mismo como tal. Sencillamente sucede, sin embargo, que como un ser
individual, tú siempre te percibirás de esta manera. Es precisamente este modo
de percepción –de que te encuentras aparte de todas las cosas que percibes- lo
que te define como un ser mortal, o como un espíritu, o cualquier otro ser.
Se convierten en una “nueva tercera cosa” la cual está más allá de todo y de
nada, de la absorción y de la individualidad, y sin embargo, todavía capaz de
disfrutar de ambas perspectivas. Este es el estado imperecedero, las
condiciones de la Compañía Oculta o la Gran Formación. Estos son los
“Hombres de Maestría” o los “Seres Verdaderos” de la Tradición.
El camino hacia esta Consciencia empieza con la técnica que tratamos más
arriba. Comienzos humildes, un terreno simple para una semilla de realidad; un
terreno simple como tantos terrenos que producen cosechas en abundancia por
toda la Tierra. Nunca te burles de la simplicidad o de los comienzos simples.