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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

DE CHOTA

TITULO: Auxinas

FACULTAD: Ingeniería Forestal Y Ambiental

ASIGNATURA: FISIOLOGIA VEGETAL

DOCENTE: LIC. MARTINEZ SOVERO, Gustavo

ALUMNO:

 EDQUÉN GAVIDIA, Roxana Licet


 FUSTAMANTE IDROGO, Flor Idelsa
 OCHOA MARTINEZ, Jesica Flor
 VILLALOBOS HUANAMBAL, Luis Antero

CICLO: IV

Chota-2015

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I. Indice

I. Índice

II. Introducción

III. Objetivos

IV. Marco teorico

V. CONCLUSIONES

VI. Anexos

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II. INTRODUCCIÓN:

Las fitohormonas son moléculas orgánicas que se producen en una región de la planta
y que normalmente pueden o no trasladarse hacia otra región, en la cual se encargan de
iniciar, terminar, acelerar o desacelerar un proceso, su efecto lo producen actuando en
muy bajas concentraciones. Pertenecen a cinco grupos conocidos de compuestos que
ocurren en forma natural, cada uno de los cuales exhibe propiedades fuertes de
regulación del crecimiento en plantas. Se incluyen al etileno, auxina, giberelinas,
citoquininas y el ácido abscísico, cada uno con su estructura particular y activos a muy
bajas concentraciones dentro de la planta.

II. OBJETIVOS:

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III. MARCO TEORICO

El nombre auxina significa en griego 'crecer' y es dado a un grupo de compuestos


que estimulan la elongación o crecimiento.

El descubrimiento de la sustancia reguladora del crecimiento fue precedo por


una serie de publicaciones independientes y bastante separadas en el tiempo.

En 1758 Dubamel de Moncea u observó que, cuando se eliminaba un anillo de


corteza en un tronco. En la parte superior producía un hinchamiento y se formaba
raíces, pero nada de esto ocurría en la parte inferior del anillo. Posteriormente Sachs,
para justificar estas observaciones, propuso que las sustancias formadoras de raíces
eran producidas en las hojas y se desplazaban de forma basipetala en los tallos.

La primera auxina endógena fue identificada en 1.934 y su estructura


corresponde al ácido-3-indolacético (AIA). En la práctica agrícola el AIA y sus análogos
químicos estructurales todavía se utiliza de una forma empírica, a pesar de la
antigüedad de su descubrimiento.

Es importante comprender los niveles endógenos de AIA. Existe un pool, o


varios, de AIA en la planta. El tamaño de estos pools depende de las “entradas” y
“salidas” que en ellos se produzcan y de la velocidad de uso del AIA en los procesos
promotores del crecimiento.

Las condiciones medioambientales externas determinan la velocidad con que se


utiliza el AIA, ya que la velocidad de crecimiento de la planta se modifica de acuerdo a
su medio ambiente particular.

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En cuanto a la biosíntesis existe suficiente información para demostrar que el
AIA se sintetiza a partir del triptófano.

Los principales procesos orgánicos que controla las auxinas son: iniciación de la
radícula y raíces adventicias, retención de flores y frutos, paso de flor a fruto, juventud
del follaje (interacción compleja) y tropismos. Las auxinas a bajas concentraciones
estimulan el metabolismo y desarrollo y a concentraciones altas la deprimen.

Se menciona los requerimientos estructurales de la actividad auxinica de


manera que facilite la síntesis de reguladores del crecimiento.

Las auxinas intervienen básicamente en dos estados del enraizamiento:

El primero, en el cual se forman los meristemos radiculares, estado inicial de su


crecimiento. Este a su vez se puede dividir en un estado activo de acción de las auxinas
en el cual debe haber una continua presencia de auxinas, pudiendo estas venir de los
brotes terminales o laterales o de una aplicación externa, y una segunda etapa, la cual
se puede denominar como de auxinas inactivas, ya que estas están presentes en la raíz
cuatro días más pero no tienen ningún efecto adverso en su formación.

En la segunda etapa se da la elongación de los primordios radicales, en esta la


nueva raíz atraviesa la corteza hasta emerger de la epidermis del tallo, para esto un
sistema vascular ya se formó en la nueva raíz y se ha fusionado a los tejidos vasculares
del tallo, una vez llegado a éste punto ya no hay mayor respuesta a las auxinas.

EXTRACCIÓN VALORACIÓN DE AUXINAS

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El primer problema que hay que debemos cuando intentamos valorar el contenido
auxínico de un tejido es la extracción de las auxinas contenidas en ese tejido. Los
trabajos de Thimann pusieron de manifiesto que las auxinas se encuentran en la planta
en tres formas una de fácil extracción por métodos de difusión, otro algo más difícil de
extraer que requiere el empleo de solventes orgánicos y, por último, una tercera forma
de auxina cuya extracción requiere métodos enérgicos, como puede ser hidrólisis con
NaOH o el empleo de enzimas proteolíticos.

De aquí surgió el concepto de auxina ligada, de tal forma que ésta sería la auxina
fisiológicamente activa, mientras que la auxina que se extrae por difusión sería el
exceso que se encuentra en equilibrio con la auxina combinada. El hecho de que la
auxina se encuentra bajo diferentes formas hace pensar que la auxina combinada puede
encontrarse en dos o más formas activas uniéndose la molécula de AIA a péptidos de
cadena suficientemente larga para hacerla insoluble o asociada formando glicósidos.

Metodo de la valoracion tipologica de las auxinas

LOCALIZACION DE LA AUXINA

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Se ha podido comprobar que las auxinas están ampliamente distribuidas en el reino
vegetal. Las cantidades de AIA que se miden oscilan entre 1 y 100µg por Kg. de peso
seco, aunque con las modernas técnicas de extracción y corrección de las pérdidas a lo
largo del proceso los valores máximos en algunos tejidos pueden ser incluso tres veces
mayores.

En cuanto a la distribución de la auxina en los distintos órganos o tejidos, se ha visto,


utilizando el test de epicótilo de guisante, que en la plántula de trigo existía alto
contenido en el ápice del coleóptilo que iba disminuyendo a medida que se descendía a
lo largo del mismo, alcanzándose el mínimo en la base y un incremento a medida que
se progresaba hacia el ápice de la raíz, siendo el valor en este punto menor que el que
existe en el ápice del coleóptilo.

CURVA OPTIMA

En todos los ensayos en que se mide elongación, el tejido crece a medida que lo hace la
concentración de auxina hasta un cierto valor máximo. En este punto hay una inflexión
y al aumentar la concentración, la elongación disminuye.

La curva que resulta es frecuente en muchos tipos de experimentos con plantas


y animales

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BIOSINTESIS DE LA AUXINA

Existe información suficiente para demostrar que el AIA se sintetiza a partir de


triptófano. Esta transformación pueden llevarla a cabo microorganismos e incluso se
puede producir una conversión oxidativa libre. Las vías de síntesis del AIA se basan en
la evidencia obtenida a partir de la presencia de intermediarios y su actividad biológica
y el aislamiento de enzimas capaces de convertir in vivo estos intermediarios en AIA.

Queda por definir en que órgano o tejido se lleva a cabo la biosíntesis de las auxinas en
condiciones naturales. Aunque se han realizado diversos estudios sobre la distribución
de la auxina en la planta, hay que hacer notar que lo que se mide en un momento dado
es el balance entre síntesis, metabolismo y transporte, tanto de entrada como de salida.
También conviene añadir que el hecho de que un órgano sea capaz de sintetizar AIA a
partir de triptófano sólo nos dice que ese sistema dispone de la maquinaria necesaria
para realizarlas en las condiciones del experimento. Mediante distintas líneas de
evidencia se ha podido llegar a sugerir cuáles son los órganos o tejidos más probables
en llevar a cabo la síntesis de AIA en la planta.

Sin duda, en el ápice del coleóptilo de las gramíneas se sintetiza AIA. Como ya hemos
visto, el máximo contenido de esta hormona se localiza en el ápice y puede establecerse
un gradiente hacia la base. Se han hecho objeciones a esta hipótesis, como que la auxina
que hay en el ápice no se sintetiza in situ, sino que procede de las semillas y es

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transportada al ápice a donde se desplaza por el xilema. Esto se apoya en que en
líquidos de gutación de coleóptilos decapitados se detecta AIA. Sin embargo, la
capacidad de los coleóptilos para convertir C-triptofano en AIA hace pensar que los
coleóptilos son capaces de sintetizar su propia auxina.

En tallos de diferentes especies se ha encontrado AIA, así como en cambium, xilema y


floema de Acer, Fraxinus y Populus. Se piensa que el AIA del tallo está en tránsito
procedente de otros lugares de síntesis, aunque algo puede sintetizarse in situ y,
probablemente, esta capacidad será mayor en tallos jóvenes.

La producción de auxina se sugiere que puede estar ligada al cambium de tal forma que
la autólisis del contenido celular de células de xilema en diferenciación libera triptófano
que es convertido en AIA.

En hojas se ha encontrado AIA y parece que su contenido decrece con la edad, aunque
puede haber un nuevo aumento en tejido senescente, probablemente a causa del
aumento de triptófano como consecuencia de la proteolisis. Si se añade C-triptófano a
hojas, éstas son capaces de transformarlo en AIA, aunque sean más eficientes las hojas
más jóvenes.

Hay que considerar la posibilidad de que los elevados niveles de AIA que se miden en
tejidos jóvenes pueden ser consecuencia de la presencia de sustancias protectoras que
eviten su oxidación, y no de una elevada actividad biosintética.

Las semillas en desarrollo son un importante centro de producción de AIA, como se ha


demostrado en semillas de maíz, que alcanzan su máximo cuando aún están como leche
y, al madurar, el AIA forma ésteres con el mio-inositol. En óvulos de algodón también
se han medido cantidades elevadas de AIA.

En frutos, el contenido en AIA aumenta tras la polinización alcanzándose un máximo;


así, en fresas se pasa de 3.6 mg de AIA a 127 mg de AIA por frutos a los 12 días de la
polinización e iguales máximos se encuentran en manzanas, uvas, tomates y otros.

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En raíces se ha detectado AIA, aunque más bien parece que procede de las partes aéreas.
Se ha visto que en raíces de maíz, hay más en la estela que en el córtex y más contenido
aún en la cofia.

Se puede concluir que los lugares más importantes de síntesis de auxina son: las hojas
jóvenes en expansión, el tejido cambial, los ovarios inmaduros y semillas en desarrollo.
Sin embargo, otros tejidos también tienen la capacidad de sintetizar AIA (hojas
maduras, tallos y raíces).

Se ha propuesto una hipótesis basada en que los lugares de síntesis activa de auxina
están asociados con la muerte de las células, ya sea durante la diferenciación vascular,
la digestión del endospermo o la senescencia de las hojas. Según esto, el triptófano es el
factor limitante para la síntesis de auxinas y el nivel del triptófano en células vivas es
normalmente demasiado bajo para que haya síntesis. Al morir la célula se libera
triptófano mediante autólisis de las proteínas, lo que hace que aumente la
concentración de triptófano y pueda llevarse a cabo la síntesis de AIA.

TRANSPORTE DE LAS AUXINAS

Una hormona se caracteriza por moverse en los organismos vegetales desde un punto
de síntesis hasta su lugar de acción. A pesar de algunas objeciones, está claro que existe
un movimiento de las auxinas a través del organismo; este desplazamiento de un lugar
a otro se denomina transporte de la auxina, aunque los mecanismos que participan en
este proceso no sean totalmente conocidos.

El transporte de auxinas ha sido medido y estudiado en diferentes tipos de tejidos y de


estos estudios ha podido llegarse a la conclusión de que la velocidad de transporte es:

a) Independiente de la longitud del tejido.

b) Independiente de la concentración de auxina en el bloque donador, lo que a su vez


nos indica que no se trata de un proceso de difusión.

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c) Varía con la edad y tipo de tejidos, es mayor en coleóptilos de maíz a 25°C (15 mm x
h-1) que en raíces (5 mm x h-1). En coleóptilos varía del ápice (parte joven) a la base
(parte vieja).

d) También está influido por la temperatura; así, el AIA en segmentos de raíces se


desplaza con una velocidad de 0.2 mm x h-1 a 1°C y de 8 mm x h-1 a 31°C.

La peculiaridad más notable del transporte auxínico es que se realiza de forma polar, es
decir, en un segmento de tallo irá siempre en dirección basipétala, en un segmento de
raíz irá en dirección aceopétala (se desplazaría hacia el ápice de la raíz). La polaridad
del transporte de auxina fue puesta de manifiesto por Went en coleóptilos de avena.
Posteriormente se demostró en otros tejidos, tanto de tallos como de raíces.

En plantas intactas, la dirección del movimiento depende de la zona de aplicación de la


hormona, y se desplaza desde el lugar de aplicación (fuente) hasta el lugar de consumo
(sumidero). Así, si se aplica una auxina en hojas adultas, irá a donde vayan los productos
de la fotosíntesis que esa hoja exporta a través del floema. Existen trabajos que apoyan
la presencia de auxinas en la corriente transpiratorias del xilema.

CATABOLISMO AUXINICO

La concentración de auxina en las plantas puede regularse no sólo por su tasa de


síntesis y la velocidad de transporte hacia y desde el órgano que se considere, sino por
los mecanismos de inactivación; de hecho, está claramente demostrado que el AIA es
inactivado fácilmente por casi todos los tejidos vegetales. A veces la inactivación del AIA
puede lograrse mediante conjugación del AIA con otras moléculas como azúcares o
aminoácidos. Se ha detectado en plantas el ácido indol-3-acetil L-aspértico. En ciertos
casos cuando se aplica AIA exógen

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o se detecta indol-3-acetil glucosa.

El catabolismo del AIA puede realizarse mediante dos vías: la oxidación


descarboxilativa de la cadena lateral y la oxidación en las posiciones 2 y 3 del anillo
indólico sin descarboxilación.

RECEPTORES DE LAS AUXINAS

Las plantas aunque carecen de sistema nervioso, poseen, al igual que los animales, un
sistema hormonal de comunicación a larga distancia mediante el cual las células diana
traducen la señal hormonal en una respuesta específica. Aunque se desconoce cuáles
son los mecanismos que regulan esta transmisión se piensa que pueden parecerse a los
que funcionan en los animales.

El hecho de que tenga que existir una separación de cargas tan precisa para que haya
actividad auxínica, el que, 2,4-D sea una auxina fuerte y su isómero 2,6-D (2,6-dicloro
fenoxiacético) sea casi inactivo, o las diferencias de actividad entre los isómeros
ópticos, ha llevado a la búsqueda de receptores específicos de auxinas en la célula
vegetal tan precisos que sólo cabe pensar en una proteína. El problema está en la
localización subcelular de esos receptores.

Estos receptores son proteínas que se unen de forma específica y reversible a la señal
química; tras realizarse la unión experimentan un cambio conformacional, pasando de
una forma inactiva a una forma activa, poniendo en marcha un programa molecular que
conduce a la respuesta característica.

Tras ensayar diversos sustituyentes y estudiar su comportamiento como auxinas, se


llegó a la conclusión de que, para que existiera actividad, era necesaria la presencia de
una carga fraccional positiva en el anillo, situada a una distancia de 0.50 nm de la carga
negativa del grupo carboxilo.

Esta distancia entre la carga positiva y negativa se da siempre entre los compuestos con
actividad auxínica, sean indólicos, fenoxiacéticos, benzoicos o picolínicos, incluso en la
auxina sin anillo carboximetildimentil-ditiocarbamato puede adoptar una

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configuración plana que recuerda a un anillo y en esta situación el átomo de N toma una
ligera carga positiva situada a 0.50 nm del grupo carboxilo.

Cabe pensar que, merced a esta configuración, las auxinas se unirán al receptor que
presente una distribución de cargas situadas a la misma distancia.

La búsqueda de receptores para auxinas en plantas se ha basado en el estudio de dos


respuestas características: la proliferación de callos e inducción de raíces o tallos
regulado por el balance auxinas/citoquininas y la elongación del coleóptilo o secciones
de tallo.

En callos desarrollados a partir de médula de tabaco se encontró que existían tres clases
de proteínas que actuaban como receptores, perfectamente distinguibles por su
capacidad de ligamiento y su localización. Dos de estas proteínas estaban ligadas a
membranas y localizadas en el plasmalema, una de ellas presenta a pH 4 elevada
afinidad con el ácido naftilftalámico (NPA), un potente inhibidor sintético del
transporte de AIA: ligaría el AIA en la zona del plasmalema que limita con el citoplasma
y lo transportaría a través de la membrana al apoplasto. La otra proteína tiene una
afinidad mayor por el AIA 10-7 M a pH 5 y no liga NPA, se localiza en la parte exterior
de la membrana plasmática, dada la elevada concentración de auxinas necesaria para
la inducción de raíces en el callo de médula de tabaco y la baja afinidad de esta proteína
por las auxinas naturales podría estar implicada en el proceso de regeneración
radicular.

En fracciones solubilizadas de tejidos homogeneizados se localiza una tercera proteína


citoplásmica/nuclear a muy baja concentración, con elevada afinidad por el AIA 2.5 nM
a pH 7.5, superior a la de las proteínas de membrana, la existencia de esta proteína hace
pensar que jugaría un papel análogo al que explica el mecanismo de acción de las
hormonas esteroides en células animales: la auxina controlaría directamente la
actividad transcripcional en el núcleo al acoplarse con el receptor
citoplásmico/nuclear.

En coleóptilos de maíz se han buscado receptores que ayudarán a explicar la respuesta


más característica de las auxinas, es decir, la elongación celular, llegándose a la

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evidencia de que existen tres fracciones membranosas con capacidad de ligar auxinas.
Estas fracciones son el retículo endoplásmico, el tonoplasma y la membrana plasmática.
Para el receptor del retículo endoplásmico la constante de afinidad frente a ANA es 0.5-
0.7 µM y la afinidad del receptor frente a varias auxinas y compuestos relacionados
guarda bastante paralelismo con la actividad promotora del crecimiento de los mismos.
A pesar de que en los coleóptilos de maíz el retículo endoplásmico es el receptor
mayoritario en el control de la acción de la auxina sobre el crecimiento, en el caso de
células de callo de médula de tabaco ya hemos visto que no se localiza ningún receptor
en RE, por tanto no puede generalizarse que éste receptor localizado en el RE sea el
punto central para la acción de las auxinas.

MECANISMO DE ACCION

Cuando un tejido le suministramos auxina algunas respuestas se observan en periodos


de tiempo que pudiéramos denominar cortos, inferiores a 15 minutos y, para poder
observar otros, hay que dejar que transcurran periodos de tiempo más largos. Se
suponían que las primeras ocurrían antes de que fuera posible una activación genética
primaria por efecto de la auxina, en los segundos cabía la activación genética; sin
embargo, veremos que estas premisas están sometidas a amplia discusión.

Cuando se aplica auxina a un tejido con capacidad de respuesta de crecimiento hay un


periodo de latencia de duración variable antes de que aumente la tasa de crecimiento.
Tras ese periodo, que casi nunca es inferior a 8 minutos, la tasa de crecimiento aumenta
rápidamente durante 30-60 minutos hasta alcanzar el máximo; posteriormente, la tasa
de crecimiento puede hacerse estable, alcanzar un segundo máximo o incluso
disminuir.

El periodo de latencia varía de unos tejidos a otros, aumenta al disminuir la


concentración de auxina aplicada o se alarga al disminuir la temperatura, pero no puede
eliminarse el periodo de latencia ni con temperatura elevada, ni con alta concentración
de auxina ni eliminando la cutícula que rodea al tejido. El retraso no se puede relacionar
por tanto con el tiempo que tarda en penetrar la auxina.

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Efecto Sobre los Acidos Nucleicos y Proteínas

Para mantener un crecimiento continuado es necesaria la síntesis de RNA y proteínas,


pero además está demostrado que las auxinas pueden estimular la síntesis de proteínas
y RNA en tejidos en crecimiento.

Las auxinas favorecen la síntesis de algunos polipéptidos mientras que reprime la de


otros. Se ha visto que hay cambios en los productos de traducción que pueden ocurrir
rápidamente tras la aplicación de auxina.

Las auxinas pueden modular rápidamente los niveles de m-RNA en diferentes órganos
de diversas especies.

El aumento de m-RNA puede ser debido a una mayor tasa de transcripción como
consecuencia de la aplicación de auxina. Así, se ha demostrado que a los 5 minutos se
obtenían valores apreciables y a los 15 minutos de aplicar auxina se obtenían valores
de transcripción del 50 por 100 del máximo. Estos y otros experimentos indican que el
aumento de m-RNA está controlado, en parte a nivel de transcripción. La rapidez de la
inducción de la transcripción (5-15 min), el hecho de que solamente algunos c-DNA son
afectados por la auxina y que esta transcripción se efectúe sin depender de la síntesis
de proteínas, sugiere que la transcripción puede ser una respuesta muy próxima al
mecanismo de acción primario de las auxinas.

El Efecto Ácido de Crecimiento

Un posible receptor de auxinas estaría situado en el plasmalema. Se ha propuesto por


Morré y colaboradores que las membranas plasmáticas de células de soja contienen un
factor regulador que es liberado específicamente por las auxinas y que estimula la
actividad RNA-polimerasa. Esta interacción auxina/plasmalema podría transmitirse al
núcleo al libera un receptor que interacciona con una RNA polimerasa específica. Como
consecuencia, se alteraría la transcripción de DNA y se producirían cambios cualitativos
y cuantitativos en la síntesis de RNA. Podría darse un paso más y suponer que la

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interacción de la axina con el receptor libera H+ del plasmalema en la pared celular y,
como consecuencia del descenso del pH, se produce la relajación de la pared.

El retículo endoplasmático (RE) en células de coleóptilo de maíz ha sido citado como


lugar de localización de un receptor muy afín para la auxina; según esto, Ray propone
un modelo para explicar la acción de la auxina en el que la acción primaria se ejercería
en el retículo endoplasmático: al combinarse la auxina con el receptor se induce el
transporte de H+ desde el citoplasma a los espacios interiores de las cisternas del RE.
Una vez en el interior de las cisternas, los H+ serían transportados junto con las
proteínas excretadas por el RE, probablemente mediante el aparato de Golgi. La
relación entre los efectos rápidos que causa la auxina y aquellos que se realizan a más
largo plazo puede explicarse a través de una estimulación de la síntesis de proteínas
como consecuencia de una mayor secreción de éstas al lumen del RE y cuyo transporte
estaría acoplado a la secreción de H+ a través de las mismas membranas; aunque esta
interpretación se vería complicada con la extrusión simultánea de Ca, regulada por la
auxina.

EFECTO DE ESTIMULOS AMBIENTALES Y HORMONALES SOBRE EL NIVEL DE

AUXINAS

Tanto la luz como la gravedad tienen un fuerte efecto sobre el transporte lateral del AIA
y, por tanto, sobre la distribución de las auxinas en la planta. Otros factores ambientales,
como la temperatura y la sequía, pueden influir notablemente sobre los niveles de
auxina. Así, por ejemplo, si sometemos una planta de trigo de invierno a temperaturas
bajas durante 40 días, el contenido de AIA-oxidasa se hace 10 veces mayor; como
consecuencia, el nivel de AIA será bajo, aunque no se han realizado medidas directas.
La carencia de agua parece disminuir el contenido de AIA, pues, cuando a las plantas de
trigo sometidos a sequía se les pulveriza AIA, el crecimiento se acelera
considerablemente. También parece que la sequía inhibe el trasporte polar de AIA (2-
14C).

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La influencia que ejercen las hormonas sobre las auxinas puede ser porque actúan
sobre su transporte, síntesis, conjugación y oxidación de las mismas. Por ejemplo, la
aplicación de AIA exógeno parece que actúa mediante un retrocontrol a través de la
síntesis, conjugación u oxidación, regulando la acción de enzimas implicadas en cada
uno de estos procesos.

La aplicación de giberelinas acarrea un aumento en el contenido de auxinas, como se ha


demostrado en gran número de especies.

El mecanismo mediante el cual se consigue tal efecto nos es desconocido. Con un efecto
estimulante sobre el contenido auxínico actúan también las citoquininas,
probablemente no por atraer auxinas desde otros lugares de la planta a la zona de
aplicación de la citoquinina sino por estimular su síntesis. Los callos pueden sintetizar
su propio AIA.

El etileno actúa reduciendo los niveles de auxina en varias plantas, aunque se piensa
que podría ser a través de la activación de AIA-oxidasa no hay pruebas suficientes en
este sentido.

AUXINAS SINTETICAS

Tras el descubrimiento del AIA, se pensó que, si una estructura tan simple era capaz de
producir respuestas tan notables sobre el crecimiento, tendría que haber más
compuestos con propiedades análogas; muchos investigadores comenzaron a ensayar
diferentes moléculas para ver si tenían las propiedades descritas para el AIA, y así,
pronto se descubrió que también era capaz de favorecer el crecimiento de las células el
ácido indenoacético, el ácido 2-benzofuranacético, el ácido 3-benzofuranacético, el
ácido naftalenacético y una serie de compuestos.

Posteriormente, se vio que otros compuestos que poseían anillo indólico también
resultaban activos, como el ácido 3-indolpirúvico, y el ácido indolbutírico derivados del
naftaleno como el ácido naftil-1-acético y el ácido naftoxi-2-acético. Por último, el hecho
de que algunos ácidos fenoxiacéticos tenían actividad auxínica llevó al descubrimiento

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del 2,4-diclorofenoxiacético (2,4-D) con una gran actividad. A partir de aquí se
desarrolló una amplia gama de moléculas con actividad auxínica, como el ácido 2-metil,
4-cloro fenoxiacético (MCPA) y el ácido 2,4,5-triclorofenoxiacético (2,4,5-T), ambos con
propiedades herbicidas cuando se emplean a concentraciones elevadas y utilizados
como armas químicas en la guerra de Vietnam.

FUNCIONES DE LA AUXINA

Aunque en el estudio de cada uno de los procesos fisiológicos que iremos abordando en
los siguientes capítulos se hará especial mención al papel que juegan las auxinas y,
naturalmente, las restantes sustancias reguladoras, vamos a hacer un pequeño
resumen a título de anticipo del papel que estas sustancias juegan a lo largo de la vida
de la planta en los distintos procesos por los que atraviesa.

En algunos tejidos las auxinas controlan la división celular, como sucede en el cambium.
Si a tallos decapitados de Coleus se les aplica AIA, el número de elementos de xilema
que se forman es proporcional a la cantidad de AIA aplicado.

El desarrollo de las técnicas de cultivo de tejidos fue posible gracias a la acción de las
auxinas sobre la división celular. Asi, un trozo de zanahoria colocado en un medio de
cultivo sin auxinas sufre una cuantas divisiones y se muere, pero si se añade AIA a una
concentración de 10-6M se dividen las células de forma rápida y puede durar muchos
años. En otros casos, es necesaria la presencia de otras hormonas para garantizar una
división celular continuada. Sin embargo, conviene llamar aquí la atención sobre los
cultivos de tejidos adaptados; son aquellos cultivos que, tras varias transferencias en
un medio con auxinas, se hacen frágiles y semitransparentes a la vez que son capaces
de sintetizar su propia auxina.

El proceso de rizogenésis está íntimamente ligado con la división celular, siendo


práctica normal en horticultura y, sobre todo, en los viveros, aplicar auxinas a los
esquejes para favorecer el enraizamiento.

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Hay otros muchos procesos de correlación, como la dominancia apical o procesos de
abscisión en que también las auxinas juegan un papel importante.

Las Auxinas y la Expresión Génica

Una vez que se ha producido la unión de la auxina, bien sea un solo factor de unión o
bien a varios, la percepción por la célula de esta unión debe traducirse en una respuesta.
Varios laboratorios han abordado este problema mediante el estudio del efecto de las
auxinas sobre la expresión génica la utilidad del enfoque es doble:

1. La comprensión de la función de los genes específicamente activados por las auxinas


podría llevar a un conocimiento directo de los mecanismos de respuesta hormonal. Las
auxinas inducen un grupo específico de mRNAs. En la soja, el tratamiento con auxinas
activa un grupo de genes que codifica para varios polipéptidos de pequeño tamaño (8-
10 kDa) en 2-5 minutos. Estos pequeños mRNAs inducidos por las auxinas (small auxin
upregulated mRNAs SAUR), también se expresan a los pocos minutos de haberse
producido el estímulo geotrópico (Guilfoyle y cols., 1992). Otros mRNAs también se
activan además por calor (heat shock) y metales pesados y pueden estar implicados en
aspectos más generales de la activación metabólica.

Mediante el estudio de los promotores de los genes activados por las auxinas podría
llegarse a comprender cuáles son las primeras etapas de los mecanismos de acción de
las auxinas. Aunque este enfoque es potencialmente muy interesante, debe señalarse
que hasta la fecha ninguno de los genes conocidos, cuya expresión se activa por las
auxinas, se ha relacionado con los efectos fisiológicos específicos de estas hormonas y,
en general, en la mayor parte de los casos se desconocen sus funciones bioquímicas.

IV. CONCLUSIONES:
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V. Anexos.

VI. REFERENCIAS

Salisbury, Frank, Cleon ,Ross (1992). Fisiologia de las Plantas

“Paraninfo”, España, 1992

Barcelo Coll , Nicolas Rodrigo, Sabter Garcia, Sanchez Tamez, (2001). Fisiologia
vegetal.
“Piramide”, México, 2001

Linkografia:

http://es.slideshare.net/vladypilar/auxinas?qid=0779289c-ad20-492a-85f5-
47d7f2409275&v=qf1&b=&from_search=1

http://es.slideshare.net/pahola_estefy/fitohormonas-26080124?qid=0779289c-ad20-
492a-85f5-47d7f2409275&v=qf1&b=&from_search=12

https://es.wikipedia.org/wiki/Auxinas

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