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Herrero, Alejandro
La "república posible" y sus problemas en Argentina. Normalistas e industriales debaten el plan
educativo alberdiano de las dos gestiones presidenciales de Julio Argentino Roca (1880-1886 y 1898-
1901)
Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales, núm. 80, mayo-agosto, 2011, pp. 63-84
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora
Distrito Federal, México
Doctor en H istoria. Invest igador ad junto del C ONICET. Docente titular de la Un iversidad Nacio nal
de Lanús. H a escrito varios lib ros: La polttica en tiempo de gl/erra. Las ideas jJolíticas francesas en el
pens amiento deJ. B. A lberdi (1835-1852), U niversidad N acional de Lanú s, Buenos Aires, 2004
(2a. ed ., 2006); Ideas para una rep/íblica. Una mirada sobre la N I/eva Generación Argentina y las doc-
trinas jlOlíticasf rancesas, Universidad N acional de Lanús, Buenos Aires, 2009; La cocina del historia-
dor. Reflexiones sobre la historia de la cnltnra europea. Entrevistas a RogerCbartier; Robert Darntou, Peter
BI/rke y Daniel Rocbe; Uni versidad Nacional de Lan ús, Buenos Aires, 2002 (2a. ed ., 2006), y en
colaboració n con Fabián H errero, Las ideas y SI/S historiadores. Unf raglllentodel campointeleana] enlos
mios noventa, estud io preliminar Roger Chartier, Universidad N acional del Litora l, Santa Fe, 1996.
Resumen
Julio Argenti no Roca, en sus dos presidencias a tionado por difer entes actores. En este art ículo
fines del siglo XIX, se adhie re al programa alber- se estu dia, como una primera apro ximación al
di ana de la repú bli ca po sible en Argentina. tema , a los normalist as y a los indu stri ales, ya
Intenta cam bia r el siste ma ed ucat ivo que se qu e part e del normali sm o y de la corporac ión
opo ne a la república de habi tantes prod uctores ind ustr ial apoyan decid idam ente la propue sta
de riqu eza y, finalme nte , se encuentra con algo ed uca t iva alberdiana de R oca, sin em barg o,
peor: no sólo fracasa en este inte nto, sino qu e cuest ionan la república posibl e y manifi estan
advie rte en la mi sm a cont ienda verbal qu e el que se debe avanzar hacia una república de ciu-
m ismo prog rama de la república posible es cues- dadanos.
P al abr as clave:
Argent ina, repú blica, ed ucación, normalism o, ind ustriales, Roca, Alberd i.
Ph. D . in Hisrory, Assisranr research er ar C ONI CET . Lect urer at che N arional Universiry of Lanus.
H e has written several books: La jlolítica en tielllpo de glterra. Las ideas polñi cas [ra ncesas en el pensa-
mientode]. B. A lberdi (1835-1852) , U niversid ad Nacional de Lanús, Buenos Air es, 2004 (2nd. ed .,
2006); Ideas par a una re!llíbliCCl. Una mirada sobre la N lleva Generaci án A rgentilla )' las doctrinas polí-
ticas[rancesas, Universidad N acional de Lanús, Buenos Aires, 2009; La cocina del historiadO/: Reflexiones
sobre la historia de la cnltnra europea. Entreuistas a Roger Cbartier; Robert Darnton, Peter BIII'key Danie!
Rocbe, Un iversidad Nacional de Lan ús, Bue nos Aires, 2002 (2n d . ed., 2006), and in collabor a-
rion wi th Fabi án Herrero, Las ideas )' SIt S historiadores. Un [ragnrento del call1po illte/edlta/ en los mios
nouenta, preliminary st ud y Roger C harr ier, U niversi dad N acional de l Lito ral , Santa Fe, 1996 .
Abs traet
Duri ng his rwo adrn inistra tions in rhe late 19rh po ssib le republic was q uesrioned by different
ce n t u ry, J ul io Argentino R oca ad h er ed ro acrors. As an inicial approach to t he topic, rhi s
Alberdi s program of the possib le republic in artic le exa m ines student reach ers and indus-
Arg entina. He atternp red ro change the edu- t rialis ts, since a secrion of sruden r teach ers and
carion sysrem rhar opposed th e republic of inh a- th e industrial corporarion dererrninedly sup-
biranrs th at creared wea lrh and even tua lly di s- porred Ro ca's Alb erdian ed ucaciona l proposa!.
covered sorne th ing worse: nor only did he fail Neverrheless, rhey qu esrioned rhe possible repu -
in thi s arternp t, bur he noriced , during the sarne bli c, add ing rhar ir sho uld advance row ard s a
verbal com pe tirion, rhat th e program of che republic of citizens.
Key words:
Argenti na, rep ub lic, ed uca rio n, student reachers, Industrials, Roca, Alberdi .
L
a denomi nada segunda revolución cias políticas para interpretar la realidad y
ind ustr ial -que comie nza, aproxi- dar respuestas a sus problemas . "Orden
mada mente, en la década de 1840, y progreso", lema típ icamente positivista,
de manera muy clara en algu nas naciones es tomado como bandera en los d istintos
europeas y en Estados U nidos de Amé- países latinoamericanos (en Brasil, como se
rica- crea un sistema efectivamente capi- sabe, está escrito, efectivamente, en su
talista, y una división internacional del divisa nacional)." El orden debía subordi -
trabajo moderno do m ina da po r países narse al progreso económico, cercenando,
ma nufactureros y países productores de en m uchos casos, las li bertades po lí ti-
mat erias primas. A fines del sig lo XIX, cas, cuando se lesionaban los intereses de
algunas sociedades logran constitui r y con- los productores de riq ueza (sobre todo,
solidar sus Estados nacionales en Lat i- de los gra ndes propietarios)." Se trata de
noamérica, como países exportadores de repúbli cas con escasa participación polí-
materias primas y consumidores de las ma- tica, ya que el fraud e (en el caso argen-
nufacturas europeas, y más precisament e tino) o el voto calificado(en el casochileno
de Inglaterra. 1
Brasil, México y Argentina consolidan 2 Terán , Positiuismo, 198 3, e Historia, 2008 .
repúblicas liberales y federales, mi ent ras 3 En el caso argent ino es conocido q ue a comie n-
zos del sig lo xx son sancio nadas las leyes antio breras
1 Pierenkemper, Lndustriaiizaci án, 2001; Ger- pam term inar las huelgas que bloqueaban el puerro de
chunoff, Rocchi y Rossi, Desorden, 2008, y Cort és, Buenos Aires, o el fraud e y la violencia elecrora l se
Progreso, 1998. repet ía en rodas la elecciones.
68 A LEJANDRO HERRERO
impera la república del ciudadano . 9 El Segundo, los colegios nacionales y las
sistema educativo era uno de los puntos escuelas normales cumplen una función
con flictivos con la rep úbl ica pos ib le. nacional, formar ciudada nos argentinos,
Veamos esto un poco mejor. formar un a d irigencia arge nti na, y sus
contenidos los impone el Congreso de
la N ación. Un objetivo fundamental es la
El sistema edncatiuo vigente y Sil contenido idea de crear una nacionalidad argenti na
antialberdiano: las décadas de 1860 y 1870 considerada por la dirigencia política co-
mo prácticamente inexistente, sobre todo
Primero se fundan los colegios naciona- en las provincias y en las zonas dominadas
les bajo la presidencia de Bartolomé Mitre, por extran jeros. Por eso las asignaturas co-
186 2-1868, cuyo principal objetivo era mo historia, literatura, idioma nacional,
constit uir una elite política ilustrada y na- ent re otras, son fundame ntales en los pla-
cional en cada ciudad de provinc ia. Pos- nes de estudio de los colegios nacionales
teriormente nacen las escuelas normales y de las escuelas normales. El maestro se
durante la presidencia de D om ing o F. educa como argentino porque debe ins-
Sarmiento, 1868 -187 4, con la finalida d tr uir a ciudadanos argentinos, y los egre-
de preparar a maestros que formen a los sados del colegio nacional se forman como
futuros ciudadanos, pero también a profe- dir igentes políticos argentinos para par-
sionales que se desempeñen en el área edu- ticipar de la política nacional como ar-
cativa del Estado: directores de escuelas, gentinos, más allá de su origen provincial
inspectores, erc.; y de esta m anera se o local.
genera a fin de siglo la corporación deno- Tercero, la concepción educativa, tanto
minada normalista. 10 en los colegios nacio nales como en las
Tanto los colegios nacionales como las escuelas normales, parten del supuesto que
escuelas normales forman parte del Estado hay q ue vencer a los caudi llos (siempre
nacional, y hay ciertas cuestiones que se asociados a la barbarie), y que sólo una
deben precisar para entender su concepción. dirigencia ilustrada y ciudadanos ilustra-
Pri mero que el sostenimiento de di- dos pueden reemplazar a los go biernos
chos establecimientos y los gastos de su bárbaros por go biernos donde impere la
personal depende de las arcas nacionales. razón. La instrucción está íntimamente
asociada a la resolución de dos prob lemas:
crear una nacionalidad argenti na, formar
9 Tedesco, Edscaci á», 1986. argentinos y argent inas y, por otro, for-
10 H ay qu e acotar tam bién sus diferencias, El pri - mar goberna ntes y ciudada nos para una
mero tie ne un ideal de rep ública aristocrá tica, por eso república donde impere la razón, el res-
su prioridad son los colegios naciona les, y el segundo,
peto a las leyes para terminar con el go-
tiene un ideal de república más inclu siva , de allí q ue
su obsesión es el nivel primario, la "educación popu-
bierno de caudi llos.
lar". Vale decir que cuando se alude a una tendencia Su concepción educativa apunta, como
q ue p rop one u na república de ciudadanos no se trata se decía en la época, a desarrollar la mente.
de un prog rama ún ico, común, sino qu e existen varias Mitre y Sarmiento suponen que una per-
concepciones, los casos de Mi tre y Sa rm iento evocan sona que ed uca su inteligenc ia pued e
solo dos var iant es de ella. desemp eñarse en cualqu ier actividad (sea
cuenta, era un hecho a fines del siglo. Vale en la apertu ra del Cong reso de la N ación. Acra ele la
decir que si el objetivo de los colegios era sesión ele apertura. Asambl ea general, Buenos Aires,
ed ucar una clase dirigente nacio nal , en la del 8 de mayo de 1881, pp . 6- 17; y Mensaje elel pre-
práctica forma ba individ uos que no q uie- sidenre Julio Argenrino Roca ele apertura del Con-
greso Leg islativo federal. Acra de la sesión de apem lra.
ren trab ajar en el mercado sino vivir del
Asamb lea general, Buenos Aires, del 1 ele mayo de
em pleo estatal. 11 Roca señala, una vez que 1899, pp . 5-6 y 12-1 3. Estos argume nros tambi én
se registran en las memorias presenraelasal Congre-
1 I Luego de la llamada crisis de 1890, y los plan- so de la Nación por los min istros de Instrucción PÚ-
reamienr os de elecciones sin fraude, surgen, como se blica Man uel Pizarro (1881 ) y Osvaldo Mag nasco
sabe, la Un ión Cívica Radical en 1891 y el Part ido (1899-1900 ).
70 A LEJANDRO HERRERO
g reso material ni a las leyes del país.' ? ge nera l Roca fue el más grande de los
La tensión se establece ent re la Constitu- admiradores de Alb erdi y el qu e realizó
ción naciona l qu e promueve una inmi- en el gobierno la doctrina de Bases". 15 Se
gración masiva de trabajadores y personas trat a, en realidad , de una afirmació n al
con capital, la implantación de ferrocarri- final de su tesis doctoral presentada en la
les, vapo res, bancos, etc., y un sistem a Un iversidad de Buenos Aires. Su relevan-
vige nte de instru cción pública qu e en cia reside en que tuvo una gra n fortuna;
lugar de formar sujetos "para el trabajo", dicha aseveración se la puede encontrar,
"para la vida", que construyan su riqu eza a lo largo del siglo xx, en ensayos de po-
ind ividual y la riqueza colecti va de la líticos y estu diosos tan disímiles como
nación, los prepara, en cambio y de modo Federico Pineda, Rodolfo Pu iggrós,Jorge
exclusivo, para la parti cipación política, Mayer o Carlos A. Floria y César A. García
generando, con esto, sujetos que depen- Belsunce. 16 Fue N aralio Botana, en cam-
den del pu esto del ~ stad ? , o peor aún, bio, en un libro ya clásico, El orden conser-
demagogos o revolucionarios.)., vador, publicado en 1977 , quien mostró
cómo Bases de Alb erdi fue "la fórmula
pr escriptiva" de los dist intos gobiernos
Estadodel arte e hipótesis de trabajo liberales conservadores desde 1880 hasta
1910. 17
Este pro blema q ue plante a Roca, en el Estos investigadores cent ran su aten-
nivel educativo, fue poco atendido por los ción en temas constitucionales, económi-
estudiosos. Es cierro, el vínculo entre Juan cos y políticos, sin duda claves en la obra
Bauti sta Alberdi y Julio Argentino Roca de Alberdi, y no examinan, prácticamente,
fue señalado muy tempranamente. San- el aspecto educativo. Y los historiadores
tiago Bacqué sostiene, en 191 5, que "el de la ed ucación, avocados a estud iar la
relación ent re educación y sistema pro -
ductivo, educación y sistema político ent re
13 Roca cira un pasaje de Bases de Al berd i en su
otras cuestiones, no tienen por qué inda-
m ensaje de 1899 en la ape rt u ra del Cong reso de la
N ación: "La inst rucción ge neral para ser fecu nda ha
gar el vínculo entre Alberdi y Roca. 18 La
de cont raerse a ciencias y artes de ap licación, a cosas presente investigación q ue part e con el
prácricas, a las leng uas vivas y a conoci mi ent os de
uti lidad material e inrnediara." Mensaje, 1899, p. 12,
en ibid. O svaldo Magn asco exp resa este argume nto 15 Bacq u é, "Influencia", 19 16, pp . 182-1 83.
rep itiendo casi textu a lm ente párrafos d e Bases y d e 16 Pinedo, Tiempos, 1946 , t. 1, p . 10; Pu igg rós,
Roca en su d iscurso d e 1898 , en su intervención en Historia , 2006 , pp . 124-1 26; Mayer, / slberd} , 196 5,
el "D ebate del p royecto de reforma de la enseña nza 1'1'. 885-887, y Floria y García, Historia , 197 1, t. 11,
secund aria" en Cá ma ra d e D iput ados d e la nación pp . 14 8-222.
argentina, 20 y 22 de sep tiem bre de 1900 , pp . 1212 17 Borana, Orden, 1977, y Botana y G allo, Rejllí-
un pasaje de Alb erdi : "La inst rucc i ón - mnc!uye- ha 1970 , pp. 35-50; M iranda y Lazzetra, Proyectos, 1982;
sido un medio de recluraje y de enrolamie nto polí tico, Au za, M odelo, 198 3, t. 11, pp. 4 15-44 9; Pui g g rós,
una máq uina electo ral." Mag nasco, "De bate" , 190 1, Historia , 1991 ; Du ssel , Cllrr1Í:III/11II, 1997, 1'1'. 83-
1'. 1236 . 104 , YShm idt, "Escuela", 2000, pp. 65 -88 .
72 ALEJANDRO HERRERO
minería y fue uno de los pioneros en su para educar obreros argent inos, favorecer,
promoción en las décadas de los sesenta y además, de manera decisiva la escuela pri-
los setenta, durant e su gobernación en la maria, cerrar la mayoría de los colegi os
provincia de San Juan (1862-1 864) y su nacionales qu e engendran la llamada po-
gestión pr esidencial (1868-1874).20 Sin litiquería, y desdeña al observatorio as-
embargo, si se mira su posición desde su tronómico tan caro a Sarm iento, este le
programa de república, se advierte qu e cambia el eje de la discusión y propone
está asociado a una economía agrícola, de funda r en su lugar una "casa de reforma"
pequeños propietarios, y las escuelas, sean tal como existía, por ejemplo, en Nueva
del nivel primario, agrícolas o de mine- York. En su opinión, la prioridad no es
ría, son básicas para instruir a los indivi- instruir obreros argentinos para una indus-
du os en las tareas agrícolas y minera, y tria inexistente, sino atender, en todo caso,
para ejercer los derechos de ciudadanía. la cuesti ón social; y lo sost ien e nítida-
Su rechazo terminante a la creación de una mente cuando señala el rasgo distintivo
escuela de artes y oficios en 188 1 es cohe- de la casa de reforma: "D na circunstancia
rent e con su programa de república agra- que no debe olvidarse, es que el estableci-
ria inscrita en la división internacional del miento, educando siempre a sus huéspe-
trabajo: países productores de mat erias des, no se propone pre cisamente darles
primas y países productores de manufac- oficio, sino prepararlos para vivir honesta-
tu ra. A sus ojos, Argentina se inserta de mente." 22 Las conclusiones de Sarmiento
modo feliz en este sistema como vende- en su respuesta a Pi zarra exponen, de
dora de productos agrícolas, y como com- manera nítida, que concibe el problema
pradora de manufactura barata y de buena como una combinación entre educación
calidad para consumo local. En este cua- agrícola y cuestión social:
dro económico no tiene sent ido crear ni
siquiera una sola escuela de artes y oficios Para terminar estas observaciones [...] me
con recursos del Estado, con el objetivo perm itiría indicar que pod ría establecerse
de instruir sujetos para industrias que no una escuela ele agricultura, y ele las arres
son necesarias. Sarmiento invoca la expe- mecán icas q ue a ella se refiere n y con la
riencia chilena para mostrar que los egre- extensión ele terr eno suficie nte para un a
sados de sus escuelas de artes y oficios no exploración útil y lo menos onerosa posible,
tienen trabajo, y se ponen al servicio del a que concurrían jóvenes qu e la guerra, la
Estado que debe sostenerlos con empleos epidem ia dejaron sin paelres y están a cargo
artificiales. del gobierno ele la provincia.P
Si Manuel Pizarro;" min istro de Ins-
trucción Públi ca de Roca, plantea la nece- D n dato debe ser destacado: hay que
sidad de crear escuelas de artes y oficios recordar que en la década de 1860 se creó
20 Tedesco, Edllcación, 1986, pp . 44 -4 6. Observarorio Astronóm ico, y hemos mirado con indi-
21 "He mos formado así el colegio y la academ ia ferencia o desdén la Escuela ele Artes y Ofi cios." Ci-
para los esrud ios superiores, profesionales o científi - tado en Memoria, 188 1, p. 5.
cos, y hemos descuidado la escuela primaria y la edu- 22 Sarm ient o, "N oca", 188 1, pp. 80-8 1.
74 ALEJANDRO HERRERO
dades extra njeras pueden ser un pelig ro. res de la ed ucación.f" Escuelas primarias
Su lucha es, sobre todo, cont ra la colecti- qu e form en ciudadanos argentinos e ins-
vidad ita liana q ue ha mostrado no sólo pectores qu e controlen los plan es de estu-
que forma a sus hijos como italianos y no dios de las sedes edu cat ivas extranjeras se
como argent inos, sino que, además, el Es- presentan como las grandes necesid ades
tado ita liano ha dado señales claras de su del m om ento. De este m odo se pued e
intención de p roponerse como protector adverti r el lugar que se dan a sí m ismo s
de sus ciu dada nos en las rep úblicas de los normalist as: la creación de la nacio-
Sudamérica. N o se trata de una mera fan- nalidad argenti na y la formación de la ciu-
tasía. Por ejemplo, en 1882, dos italianos dad anía estaba, en cierta forma , en sus
son agredidos por la po licía en Monte- manos. En la agenda de problemas de los
video, circunsta ncia que se tradujo, pri- normalistas no aparecen las escuelas de
mero , en la intervención del cap it án de artes y oficios como tema central, sino
un barco de g uerra italiano, y luego en un la cuestión nacional y la cuestió n de la
conflicto diplomático ent re las dos nacio- ciudadanía.
nes. Esto no es todo : el parlamento ita- El debate que dan los normalistas
liano vota una part ida de dinero para sos- sobre el ideario educativo alberd iano y
tener las escuelas de la comunidad italiana, sobre la definición del prog rama de repú-
yen su fundame nto explícito se afirmaba blica debe ser entendido en un campo de
que Italia pod ía tutelar, en el futuro, a la lucha: se trata de la batalla por los cargos
repúbl ica argent ina debido a la g ran can- en la esfera educat iva.
tidad de población italiana q ue habitaba
la zona del lit oral argentino. Sarm iento
expresa su p reocupación en numerosos Los normalistas y la lacb« por los cargos
artículos compi lados, posteriorme nte, bajo en la esfera edncatiua
el título Condicióndel extranjeroen América.
Si siempre fue el p romotor de la educa- En la década de los setenta y com ienzos
ción pop ular, en los tram os finales de su de los ochenta nace lo qu e se denomina
existenc ia subraya qu e también las escue- el norm alism o. Se trata de aquellas per-
las, puntualm ente la de los inmig rantes, sonas qu e dieran clase o dir igen las escue-
en vez de pro mover el progreso del país, las normales del país, mu chos de ellos son
puede, por el contrario, destruir toda posi-
bilidad de form ar una nacionalidad , una
ciudadanía Argentina, y un gobi erno pro- 311 Invesrigaciones recientes consraran q ue a fines
pio . Se decía, de man era muy recurrente del siglo XJX se visualiza un fuerce fervor parrió rico en
en diferent es publicaciones, qu e el princi- la opini ón pú blica, y son las sedes ed ucativas, y sobre
roda los colegios nacionales los principales orga niza-
pal peligro era que el hijo del inmigrante
dores, a trav és de la inqui etu d y la participaci ón de
nacido en el país, pero culturalmente for- pro fesores y alum nos, de peregrinaciones nacionalis-
mado en la cultura de sus padres, podía ras a disti ntos puntos del país, para celebrar fiestas
llegar al Congreso o al gobierno nacional, patr ias y homenajear algún p rócer. No casualmenee,
y se perdería, de hecho, el gobierno propio. además, esras pereg rinaciones son sosrenidas, en d ife-
La prédica de Sarmi ent o, sin duda, tu- rem es provi ncias, por sociedades q ue llevan el nom-
vo eco en el norma lismo y en otro s secto- bre Sarrnienro. Berroni , Pa/r¡o/CIS , 200 1, pp . 79 - 120.
76 ALEJANDRO H ERRERO
cepción planteaban la necesidad de crear los norma listas a fines del siglo XIX. Basta
escuelas de artes y oficios, escuelas indus- recordar, una vez más, el caso santafesino:
triales y escuelas agrícolas. En este mismo un a persona qu e estudia para mae stro en
sentido, sostienen la necesidad de formar la escue la nor ma l de la -ciud ad de Santa
al maestro rur al y al maestro para la ense- Fe se prepara para ed uca r a ciudadanos
ñan za del trabajo manual. A comienzos laicos, pero una vez que ing resa al sistema
de la década de los noventa se desarrolla educativo santafesino, en una escuela fis-
en las escuelas normales un debate sobre cal, está obligado a ed ucar a ciudada nos
la enseñanza del traba jo manua l, y los católicos. Vale decir, conviven a fines del
jóvenes norm alistas log ran imponer esta sig lo XI X un a p olítica d e la repú b lica
asig natura en las escuelas de todo el país. del hab itant e, nítida me nte visible en las
Todos estos nuevos temas que los diferen- colonias agrícolas santafesinas (donde la
cian de la vieja escuela normalista son legi- m ayoría de los produc tores de riqueza son
timados invocando los escritos educativos extranjeros), un a república del ciudadano
de Alber d i. laico, en la escue la normal de la ciudad
Por eso, un sector importante de jóve- de Santa Fe, y una república de ciudada-
nes norm alistas apoyan a Roca en su p ro- nos católicos en las escuelas p rimarias fis-
puesta de crear la escuela ind ustrial y la cales d e la misma provin cia . La nueva
escuela comercial a fines del siglo XL'\:, o de generación de maestros mant iene tilla dura
intentar red uc ir los coleg ios nacion ales batalla por imponer el laicismo, que regía
para reemplazarlos por escuelas de artes y en leyes nacionales desde 1884 (regis tro
oficios, escuelas ind ustriales y escuelas de civil, p or ejemplo), pero q ue en provin-
comercio. Sin em bargo, se separan en algo cias importantes como Santa Fe o Córdoba
esenc ial para R oca: cuestionan la rep ú- chocaba con una d irigencia política que
blica posible. impuso la obligatoriedad de la enseñanza
católica. Por lo tant o, sostener las escuelas
norm ales o los colegios nac ionales q ue
La nueua generación de maestros cuestiona difunden una educación laica en todo el
la rejJlíblica posible país es fundamental para los jóvenes como
para los viejos norm alistas de clara orien-
¿Por qué los jóvenes maes tros cuestionan tación laica. Esta problemá tica ocasionaba
la repúb lica posible y proponen una repú- alguna tensión en algunos jóvenes norm a-
blica de ciudadanos? Existen razones de listas: algunos como Zubiaur apoyaban la
todo tipo, pero hay qu e destacar dos moti- red ucción de los colegios nacionales para
vos esenciales para esta investigación . Por reemplazarlos por escuelas de artes y ofi-
una pa rte están librando una batalla con cios, en cambio otros, como Car bó, sos-
el movimiento cató lico y, por otro lado, tenían que los coleg ios nacionales debían
toman como bandera la alarma que había ser sostenidos para implanta r el laicism o
señalado Sarmiento sob re la posibilidad en p rovincias como Sant a Fe o Córdoba.
de perder el gobierno propio en manos de Pero la defensa de la república de ciu-
las com unida des extra njeras. dada nos y el cuestionamiento de la repú-
Es notable la tensión q ue se produce blica posib le tenía com o princip al ame -
entre el movimiento ed ucativo católico y naza para los normalistas viejos y jóvenes
del Coleg io N acional del Urugu ay. En los salones de industrial", La Edncacui» , 30 ele jun io de 18H6 , año 1,
la 'Soc ied ad U n ió n U ruguaya"', La Edllcación, 15 núm . 9 , pp . 13 5- 136 ; Y julio de 18 86 , año 1, núm .
de ocrubre y I de noviembre de 1896 , año XI, núm . 10 , p p. 153-1 54 .
242 -24 3, pp. 626-6 3 1. En 1900 p ub lica el libro, La 56 E. A . Bavi o, "Corr esp ond encia d el Paraná.
enseiiauza industria], dond e dedi ca un cap ít ulo al pen- Movim iento ben éfico en pro de la ed ucación. Escuelas
sam ient o ed uca t ivo de Alberdi, y afirma que con sus ele cam paña y nocrurnas para obreros", La Edlltm';ríll,
Bases "se ad ela nt ó 50 años ". Y en 190 4 da u n di s- 15 ele abril ele 1886, año 1, nú m . 4, pp . 52 -53; 30
cu rso proa lberd iano cuando inaugura la escuela ). B. de abri l ele 1886 , año 1, núm . 5 , 1010. 72-7 3 ; 30 d e
Alberdi en el barri o de Belgrano en la capi ral federal. juni o de 1886 , año 1, núm . 9 , pp . 132 -1 34 .
Véase Monilor de la Edllcación Comnu, año 23, núm. 57 "Escuelas especiales ele come rcio", La Edllcadríll,
82 ALEJANDRO H ERRERO
-Bucq u é, Santiago, "I nfluenc ia de Alberdi ción alberdiana (l 898-1 90 1r', Cnadernos de
en la org an izac ió n política d el Estado arge n- Trabajo, Cent ro de Inv esti gaciones Histór icas-
tino" , tesis docto ral presentada en la Facultad Universidad N acional de Lanús, núm . 12, 2006,
de D erecho y Cie ncias Sociales, Universidad de Buen os A ires.
Buen os Ai res, Bu enos Ai res, 1916. _ _, "¿Rep ública posible o república ver-
-B arb a, Fernando, "El debate parlamenta- dadera? Sob re un dilem a de roquistas y nor ma-
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