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ORACIÓN PARA PERDONAR A LA MADRE DE FAMILIA

En el nombre del Padre, y del hijo, y del espíritu Santo. Amén


Señor, vengo a pedirte que, a través del perdón a mi madre, sanes mi corazón,
para así poder librarme del resentimiento que me ata y me agobia.

El no haberlo hecho jamás, me ha llevado a sembrar en mi vida y a cosechar en


mis allegados, frutos de odio y de rencor, cometiendo injusticias con los demás, tal
vez porque mi se siente herido ante los constantes regaños, injusticias y
manipulaciones que recibí de mi madre hace unos años, cuando sentía miedo y
dolor al ver que ella no me comprendía nunca, sino que, por el contrario, cuando
quise exponerle mis dudas y mis necesidades, solo recibí de ella indiferencia,
gritos, desprecios, humillaciones y comparaciones.

Te pido señor que me ayudes a borrar esa mala imagen materna que jamás he
podido quitar de mi mente. Ayúdame a saber educar a mis hijos; que no los
abandone en su proceso de socialización; que comprenda el valor de tener una
familia equilibrada, ética y cristiana, basada en el amor a Dios, al prójimo, al
trabajo y la responsabilidad para administrar los bienes que Dios nos provee. Que
no falta jamás la oración en nuestras actividades cotidianas para agradecer a Dios
por sus bendiciones diarias.

Señor quiero sanar definitivamente el sentimiento de dolor que tengo con mi


madre, desde el momento en que no me deseó y quiso abortarme; la perdono de
corazón y olvido sus faltas y errores que nos han tenido distanciados por mucho
tiempo, para poder vivir el resto de la vida en paz.

Pido a la Virgen Santísima, que me asista en este momento en que nos


perdonamos mutuamente porque nuestra Señora del Cielo siempre será el modelo
de la mejor mamá del mundo, por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Padrenuestro, Avemaría, Gloría.


ORACIÓN PARA PEDIR PERDÓN POR LOS PECADOS

En el nombre del Padre, del hijo, y del Espíritu Santo. Amén

Señor, Dios nuestro, te suplicamos que perdones los pecados de los que
confiesan tu santo Nombre. Nos hemos olvidado de tu Presencia en el Santísimo
Sacramento del Altar. Y por eso se han cometido tantos sacrilegios, durante la
celebración del Sacrificio de la Misa hasta recibir la Comunión en pecado mortal, y
por eso en la naturaleza hay tantos desastres naturales y pérdidas materiales y de
vidas humanas, ocasionadas por dichos eventos.

El resultado del pecado de la desacralización se refleja a través de enfermedades


físicas y mentales; suicidios, despidos colectivos y otros males que se cometen
como consecuencia del abandono de Dios. Se ha olvidado la claridad para con el
prójimo y el amor a Dios. “Ahora, Señor, Dios misericordioso, oye la oración y las
preces de tu siervo, y por amor de Ti mismo, muestra tu rostro sobre tu santuario
que esta desierto”. Inclina Dios mío tus oídos y escúchanos; abre los ojos y mira
nuestra desolación: tus templos y altares sobre los cuales se celebraba la misa
con fe y recogimiento, ahora son profanados; por eso pedimos perdón delante de
Ti, por tus religiosos, para que se conviertan y vuelvan a celebrar el culto que
agradece a Dios.
“Ayúdanos Dios, salvador nuestro, a reconocer nuestros pecados para hacer una
buena confesión y recibir la santa Comunión. Si tientes en cuenta nuestras
inquietudes, ¿quién podrá resistir, Señor, tu mirada? Pero en Ti, se encuentra el
perdón y por tu Palabra espero tu salvación” (Salmo 129, 1-4).
Tú dijiste: pedid y se os dará. Oraremos por nuestros sacerdotes, para que
celebren el santo sacrificio con fe y amos a Dios, y ofrezcan a la Santísima
Trinidad las hostias sagradas de reconciliación y de alabanza, para que,
compadecido, Dios misericordioso, perdone nuestros delitos y guie a la Verdad a
nuestros vacilantes corazones. Señor, gracias por el perdón de nuestros pecados,
que el santo ángel de la Guarda nos ayude a alejarnos de las ocasiones y
evitemos pecar de nuevo. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Padrenuestro, Avemaría, Gloría


ORACIÓN BIBLICA PARA SALVAR A LA FAMILIA

Gloría al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Escucha Dios mío mi oración y llegue a ti mi clamor. He pecado contra ti.


Reconozco que he violado el contrato matrimonial que hice con mi esposa ante el
altar de la iglesia para unir nuestras almas, ante el sacerdote que fue testigo y
bendijo nuestro amor. Tú dices en tu Palabra; “desde el comienzo de la Creación,
Dios los hizo varón y mujer. Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y
se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Porque, lo que Dios ha unido,
no lo separe el hombre” (Marcos 11, 22-25).

Hoy andamos divididos y nuestros hijos sufren las consecuencias, por nuestros
egoísmos y alejamiento de Dios; queremos recuperar nuestro hogar. Queremos
reconstruir nuestras vidas sobre las ruinas que quedan de nuestro gran amor.
Porque Tú decides: “Quien repudia a su mujer y se cansa con otra, comete
adulterio contra la primera; y si una mujer repudia a su marido y se casa con otro
hombre, ella comete adulterio” (San Marcos 10, 2-12).

“El Señor es testigo de que tú has faltado a la promesa que le hiciste a la mujer
con quien te casaste. ¡Cuiden pues, su propio espíritu y no sean infieles; pues Yo
aborrezco al que se divorcia de su esposa y se mancha cometiendo esa maldad”
(Malaquías 2, 14-16). No queremos ofender más a Dios y hemos decidido
reconciliarnos, sanar nuestras heridas, haciendo una buena confesión, para volver
a empezar nuestra relación matrimonial.

Ayúdanos con tu gracia a practicar la Palabra de Dios, que dice: “Mujeres, estad
sujetas a vuestros maridos, como conviene el Señor. Maridos amad a vuestras
mujeres y no las tratéis con esperanza” (Colosenses 3, 18-19). “Y entre vosotros
vivid en armonía y paz… que nadie vuelva al otro mal por mal… seguid haciendo
en todo tiempo lo bueno el uno para el otro y para con todos. Gozosos siempre.
Orad sin cesar. En todo dad gracias a Dios, en Cristo Jesús Nuestro Señor” (1
Tesalonicenses 5, 13-18). Amén.

Padrenuestro, Avemaría, Gloría.


ORACIÓN PARA PERDONAR AL PADRE DE FAMILIA

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén

¡Oh Dios! Que todo lo dispones para atraernos hacia ti, permítenos entregarte esta
oración para perdonar a quien tú me diste como progenitor.

He sufrido desde la infancia la carencia de una buena figura paterna ¡Oh Dios! Te
pido que saques de mi alma este dolor espiritual que llevo y que me hace sentir
triste, acomplejado y sin motivos de vivir. Hoy me he dado cuenta que mi
matrimonio estoy repitiendo el mismo patrón de comportamiento que mi padre nos
dejó como herencia. Mi infancia fue muy triste y nunca escuche de mi padre una
palabra de amor, cariño o comprensión; solo recuerdo maldiciones, castigos,
insultos, palabras de desprecio y de baja estima y muchos golpes a mi madre y a
tos mis hermanos.

No he sido feliz en mi matrimonio, debido a la falta de resentimiento que tenía


guardados en mi corazón contra mi padre. Por eso le rogué al señor que
propiciara un encuentro para perdonarlo. Puse a mi padre en las cinco llagas de
Cristo y por anticipado le perdone todo lo que nos hizo sufrir con su carácter
fuerte, sus desprecios, sus vicios, sus faltas de comprensión, sus ausencias e
indiferencias, sus violencias, sus maltratos con los cuales se desahogaba de sus
problemas en el trabajo.

A mi padre, debo agradecerle que me haya dado la vida, ya esté vivo o muerto. No
lo culpo por sus errores, porque quizás nunca recibió de sus progenitores amor,
afecto y comprensión y por eso obró así con nosotros, sin darse cuenta. Por eso lo
perdono.

Gracias Padre Eterno, por haber propiciado esta reconciliación mutua antes de
morirnos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Padrenuestros, Avemaría, Gloría.


ORACIÓN DE LIBERACIÓN POR LA SANGRE DE JESÚS

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


“A Cristo, Hijo de Dios vivo, que nos redimió con su sangre, venid, adorémosle” Oh
Señor nuestro Jesucristo. Tú diste la vida por nuestra salvación y derramaste tu
preciosa sangre durante la pasión y muerte en la cruz, por eso te admiramos, te
alabamos, te bendecimos y te agradecemos.

¿Oh Jesús! Tú que estas presentes para levantarnos cuando hemos caído.
Extiende ahora tus santas manos para alejar de nosotros la maledicencia a
intranquilidades que nos tienen en zozobra espiritual.

Oh Jesucristo. Tú que en la cruz derramaste tu sangre por las múltiples heridas de


tu cuerpo; de tu cabeza. De tus sagradas sienes traspasadas por la corona de
espinas; cúbrenos, llénanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo
pecado contra el mal uso de nuestra inteligencia, memoria y voluntad. Con tu
sangre preciosa brotada de tu hombro derecho y de tu espalda, ligados por la
flagelación y la cruz que llevaste a cuestas, libéranos de todo maleficio, iniquidad o
enfermedad, provocadas por el maligno. Por la sangre brotada de tus manos
traspasadas por los clavos, destruye toda atadura que esté impidiendo la obra de
mis manos. Enséñame a utilizarlas para bendecir y hacer cosas útiles para el
servicio de Dios y del prójimo.

Con tu sangre brotada de tus pies clavados en la cruz, libérame de toda atadura
satánica que me hubieran puesto para impedir que me movilice libremente para
trabajar, orar y caminar con pasos firmes. Acuérdate, Señor, de éstos, tus siervos,
a los que con tu preciosa sangre redimiste para que cada vez que asistimos al
santo sacrificio de la misa, lo hagamos con devoción y piedad para que
veneremos con profunda reverencia la sangre preciosísima de nuestro Redentor,
ofrecida por el sacerdote a la Santísima Trinidad en todos los altares católicos del
mundo entero.

Oh Dios Padre, sé propio y levanta hasta la cumbre de los cielos a los que hemos
hecho esta oración de liberación y que redimiste con la sangre de tu unigénito
Hijo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Padrenuestro, Avemaría, Gloría.

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