Hay algo en el ser humano que habla y es irreductible a la medición.

Es algo real más allá de la experiencia medible. Es el síntoma histérico. Eso que habla con el
cuerpo.

El positivismo científico rechaza toda metafísica.

La histeria no es medible, por lo tanto no puede ser aceptada por la ciencia positiva.

Por eso va para lacan al lugar de la metafísica.

Es lo real de la histeria misma. Lo metafísico de que algo habla.

La palabra que pierde sentido en lo sexual, porque lo sexual es lazo con el otro y en la muerte,
porque el cuerpo muere, pero eso metafísico que es real no muere, porque no está inscripto.

¿los pacientes no saben lo que dicen y nosotros no sabemos qué hacemos? ¿Y entonces?

Uno imagina su posición en el mundo.

Necesitamos tener una cierta representación del mundo para sobrevivir. Pero esto no nos da
ninguna certidumbre que el mundo como tal exista.

Cualquier ampliación del órgano no nos permite definir el mundo al cual pertenecemos. La
respuesta fenomenológica fue la certeza de pertenecer al mundo, de estar vivo en este
mundo, no viene de la representación imaginaria que nos dan los órganos, sino que viene del
cuerpo mismo.

El cuerpo permite remitirse a una presencia. Esta mi cuerpo y eso nos permite inscribirnos en
este mundo.

Preocupación fundamental, como inscribir mi trabajo en el mundo?. Como voy a tener la

certeza que tengo un lugar allí?

Sartre presentaba esta necesidad de inscribirse en el mundo, lo veía como el niño en la playa
que a los cinco años, ponía su dedo en la arena para hacer un hueco. Utilizando su cuerpo, no
como representación, sino para inscribirse en el mundo. El hueco, la huella de la nada, para
inscribirse él en el mundo. La posibilidad de abrir huecos en el mundo. Inscribirse en el mundo
es hacerse huecos. Con el dedito en el hueco uno es parte del mundo.

Para lacan esto es como una falsa solución. Una falsa solución filosófica.

Distinta de la figura de Kant, el filósofo tapando los huecos del mundo.

Lo false es pensar que con sólo poner el dedito allí es suficiente.

La enfermedad mental no es algo entitario, es la mentalidad la que tiene una falla.