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Revista de Ciencias Sociales (Cr)

ISSN: 0482-5276
revista.cs@ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica
Costa Rica

Coto Choto, Maricruz


Autismo infantil: el estado de la cuestión
Revista de Ciencias Sociales (Cr), vol. II, núm. 116, 2007, pp. 169-180
Universidad de Costa Rica
San José, Costa Rica

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15311612

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Rev. Ciencias Sociales 116: 169-180 / 2007 (II)
ISSN: 0482-5276

AUTISMO INFANTIL: EL ESTADO DE LA CUESTIÓN

Maricruz Coto Choto*

RESUMEN

Este artículo constituye una revisión bibliográfica de investigaciones realizadas sobre


el autismo infantil. Desde una perspectiva psicológica, se describe el estado de la
cuestión en el tema respecto a: dificultades en la conceptualización y las consecuen-
cias en el diagnóstico; metodologías y procedimientos a los que se ha recurrido en la
investigación y los temas que han sido ejes centrales de esta.

PALABRAS CLAVE: AUTISMO * NIÑEZ * DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL * INVESTIGACIÓN

ABSTRACT

This article constitutes a bibliographical revision of investigations done about child


autism.  It describes from a psychological perspective, the state of the investigations,
with regards to difficulties in the conceptualization and the consequences in
the diagnose, methodologies and procedures that have been recurred to in the
investigation and topics that have been turning points for the investigation.

KEY WORDS: AUTISM * CHILDREN * DIFFERENTIAL DIAGNOSIS * INVESTIGATION

INTRODUCCIÓN En este trabajo, se pretende dar cuenta del esta-


do de la investigación en el autismo infantil, en
El panorama de la investigación en el cuanto a las dificultades en su definición y diag-
tema del autismo infantil es confuso y amplio lo nóstico; se realiza además una exploración de las
cual evidencia la complejidad del trastorno. La diversas técnicas e instrumentos utilizados en su
causa, el pronóstico y el tratamiento son todavía tratamiento, así como las metodologías y proce-
tema de estudio en las comunidades científicas. dimientos más empleados en la investigación; y,

* Psicóloga graduada en la Universidad de Costa Rica.


maricruzcoto@hotmail.com

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en cada uno de los ejes anteriores, se evidencian las dos décadas posteriores la mayor parte de
las temáticas abordadas con mayor frecuencia. las investigaciones identificaran al autismo con
Actualmente se identifica al síndrome trastornos emocionales, enfoque que ha desa-
autista de varias maneras: síndrome de Kanner, rrollado profusamente la escuela psicoanalítica.
autismo infantil precoz, autismo anormal pri- A partir de los años sesenta comienzan a diver-
mario, autismo encapsulado secundario, esqui- sificarse las líneas de investigación, conducien-
zofrenia de tipo autista, desarrollo atípico de la do a una visión más compleja del autismo.
niñez con rasgos autistas y retraso mental aso- La investigación de Kanner es funda-
ciado con autismo. Debido al desconocimiento mental, ya que hasta su descripción el síndrome
de su origen, el autismo se halla rodeado de una adquiere el nombramiento como categoría diag-
gran controversia con respecto a su diagnóstico nóstica en 1943. Desde entonces el concepto ha
y a su probable etiología. Como es una condi- sufrido innumerables modificaciones según el
ción rara, los primeros estudios se basaron en abordaje que se le otorga y todavía en la actuali-
pocos casos, y hasta hace pocos años, se le ha dad este punto resulta controversial.
ido dedicando mayor atención.

LA PROBLEMÁTICA DE DEFINIR
ANTECEDENTES EL AUTISMO Y SUS CONSECUENCIAS
EN EL DIAGNÓSTICO
El término autismo, proviene del grie-
go autos que significa sí mismo, y refiere a la La definición del “autismo” varía según
expresión de “ausente o perdido”. Fue utilizado el enfoque, por lo cual es fácil encontrar dife-
por primera vez por Bleuler en 1911 (1985) para rencias en cuanto a las características otorga-
referirse a un trastorno del pensamiento que das al trastorno, según sea el área de interés;
aparece en algunos pacientes esquizofrénicos por ejemplo desde un abordaje educativo existe
y que consiste en la continua autorreferencia la idea que establece que estos cuadros son
que hacen de estos sujetos a cualquier suceso acompañados siempre de algún grado de retra-
que ocurre. Sin embargo, este síntoma, tal y so mental, lo cual ha condicionado un abordaje
como lo acuñó Bleuler, no es posible aplicarlo al terapéutico que privilegia los programas edu-
autismo infantil porque describía a adultos que cacionales. Una definición de tipo comporta-
tenían regresiones a un nivel psíquico inferior, mental como la de Creak (1960) o la de Rutter
por lo que un niño en el inicio de su vida no y Schopler (1984) ofrece criterios útiles para
vive las regresiones descritas por este autor. planificar un programa individual, ya que las
Por este motivo, aunque otros autores tiempo variaciones en los tipos y grados de anomalías
atrás habían observado conductas autistas en son enormes. Así, cuando el objetivo de la cla-
niños, se considera a Kanner (1957) el pionero sificación de un niño es encontrar para él un
en la literatura existente sobre este trastorno aula o un programa educacional adecuados,
infantil. Kanner realizó observaciones en niños vemos que algunas conductas “autistas” son
que sufrían alteraciones extrañas, las cuales no más significativas que otras. En 1964 Creak
estaban descritas en ningún sistema nosológi- (citado por Paluszny, 1987), en un intento por
co; estas conductas eran coincidentes entre sí afinar criterios y evitar errores de diagnóstico,
y diferentes del resto de los niños con alteracio- propuso una “lista de síntomas” que sirviera
nes psicopatológicas. de orientación y fijara criterios diagnósticos,
Kanner considera el autismo como un con base en 9 puntos. Pero esta enumeración,
síndrome comportamental que se manifiesta que no era gradativa, sino que todos los items
por una alteración del lenguaje, de las rela- eran considerados de igual importancia, fra-
ciones sociales y los procesos cognitivos en casó por ser de una excesiva generalidad y de
las primeras etapas de la vida. Para este autor escasa especificidad. Otros autores han reali-
la sintomatología radica en la alteración del zado similares intentos sin mucho éxito (Polan
contacto socioafectivo, lo que supuso que en y Spencer (1959), Lotter (1966), De Myer y

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Churchill (1971), citados por Paluszny, 1987). corrientes. En lo que respecta a Estados Unidos,
Estos esfuerzos fueron comparados y se llegó se pueden encontrar dos posiciones opuestas
a la conclusión de que niños que puntuaban claramente definidas, que han dirigido la inves-
altas conductas autistas en una escala, reci- tigación; representadas por L. Bender (1965),
bían una puntuación baja en otra, por lo que se biologista quien argumenta una desorganiza-
superponían áreas de clasificación. Los criterios ción en el sistema nervioso central y considera
de Rutter (1984) con algunas modificaciones, el autismo como un retraso en la maduración y
confirman los de Kanner, (1957) y son los más como esquizofrenia infantil; y M. Mahler (1975),
utilizados en el diagnóstico. de la escuela psicoanalítica, quien destaca la
La posición de Rutter (1984) puede resu- relación simbiótica madre-hijo en la génesis de
mirse de la siguiente forma: atribuye a los tras- la psicosis, por lo que el autismo deviene de la
tornos del lenguaje el carácter de alteración pri- ruptura en esta relación. Tal como señala Tustin
maria, partiendo de un daño orgánico cerebral. (1972), los niños viven una situación catastrófi-
Afirma también que otros trastornos de la per- ca cuando son conscientes de su separación con
cepción son probablemente importantes, subra- la madre, ante lo cual desarrollan el “cascarón
yando en cambio, que la psicosis no es prima- protector”. Este autor propone, en 1991, dos
riamente emocional en su origen, y afirmando tipos de autismo: en el primero, predominan los
además que los factores psicógenos sólo desem- factores orgánicos, mientras que en el segundo
peñan un papel secundario. Un aporte impor- los factores psicógenos y, además distingue tres
tante es que diferencia la psicosis infantil de la formas: 1) primario anormal, 2) secundario
esquizofrenia del adulto, aspecto que representa encapsulado, y 3) secundario regresivo, las cua-
una de las principales confusiones en las que les han sido utilizadas por sus seguidores como
se ha incurrido; la duda básica es respecto a si parámetros de diagnóstico y pronóstico (Trejo,
este síndrome es la temprana manifestación 1996).
de la esquizofrenia. Existen tendencias que En general la escuela psicoanalítica se
consideran que diferentes psicodinamias permi- inclina a considerar el autismo como un pro-
ten darle ubicaciones diversas (Delgado, 1996). ducto de una defectuosa comunicación y falta
Klein, (1948) insiste en la diferenciación entre de entendimiento entre los adultos y el bebé
las psicosis del adulto y las infantiles, ya que la en sus primeros momentos de vida. Asimismo
relación de uno y otro con la realidad es radical- desde esta postura se plantean distintas concep-
mente distinta. ciones en cuanto a las causas y a la estructura
Desde la psicología, las principales defi- en juego. El psicoanálisis muestra algunas limi-
niciones que se toman son las dadas por Rutter taciones e insuficiencias para la atención de los
en 1984 (citado por Rodríguez, 1992), quien niños autistas, pero ha ido desarrollando junto
refiere un conjunto de características y crite- a un mayor conocimiento de estas enfermeda-
rios a tomar en cuenta a la hora de definir el des, nuevas modalidades técnicas para su trata-
autismo, tales como: comienzo antes de los miento. Algunas consideraciones importantes
treinta meses de edad, desarrollo social altera- las aporta Bettelheim (1977), psicoanalista aus-
do, desarrollo lingüístico retrasado y anómalo, triaco, para quien los niños que sufren autismo
pautas de juego estereotipadas, y resistencia al se encuentran detenidos en un período inicial
cambio. Otros autores como Eisenbert, Kanner de su desarrollo intelectual y emocional; consi-
y Schopler (citados por Calderón y Chacón, derando el autismo como una reacción ante un
2000), Paluszny y Fonseca (citados por Chacón, extremo aislamiento afectivo combinado con
y otros, 1994) coinciden con esta definición experiencias interpretadas como amenazadoras
básica, otorgando mayor o menor importancia para su existencia. Uno de los conceptos cen-
a algunos elementos. En general las definicio- trales de su teoría es el concepto de sí mismo,
nes son congruentes al destacar un problema que explica como los niños autistas se han reti-
básico en el desarrollo. rado del mundo para volverse hacia sí mismos,
Las tendencias se han desarrollado a lo de aquí, la tarea del terapeuta es ayudarlos a
largo de diversos países y según las distintas invertir el proceso psicótico creando un mundo

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diferente del abandonado a causa de la desespe- del contacto afectivo con otros, sí lo viven y
ración, lo cual implica una escucha constante, experimentan pues son capaces de sentir y
un acompañamiento del niño en sus fantasmas vincularse, solo que de una manera especial,
y el respeto de sus síntomas y comportamien- ya que su expresión se les dificulta y aún a su
tos. Este autor ofrece una perspectiva intere- modo se relacionan con aquellos que le son
sante para comprender el “interior” de los niños significativos. Esta autora argumenta que hay
autistas y la desesperación de que son víctima, abundantes ejemplos de niños que han recibido
esta angustia les hace buscar seguridad evi- rechazo y deprivación sin que ninguno derive
tando el contacto, y pueden inclusive no reco- en autismo. Se concluye entonces que no se
nocer su hostilidad, por esta razón sus defensas puede considerar el daño del vínculo materno
hacia el mundo externo amenazador fallan, y lo como la única causa del autismo, sino que
único que los protege es el no actuar; el niño se puede tener un peso importante en conver-
insensibiliza tanto hacia el exterior como hacia gencia con otros factores. Pérez de Plá (1996)
su psiquismo. De aquí la importancia de la rela- de la Asociación Mexicana para el Estudio del
ción madre-hijo. Bettelheim (ibid) describe al Retardo Mental y Psicosis Infantil, argumenta
autismo como un trastorno de la comunicación, que estas críticas “probablemente representan
donde el niño interpreta mal las señales que el intentos de negar aspectos dolorosos de la teo-
mundo y la madre le envían, y esta persistencia ría tales como el lugar de la familia en la insta-
del fracaso en enviar y recibir mensajes son los lación del padecimiento” (ibid, 32). Para ella el
determinantes de la gravedad de la perturbación. campo autista se caracteriza por la “tendencia
Esto genera para el niño una angustia agobiante, al desierto psíquico, desierto del aislamiento
va rompiendo lazos con la realidad exterior y la precoz de todo vínculo que impide el proceso
posición autística es el supremo esfuerzo por de humanización” (ibid, 30), caracterizando a
salvar la existencia, pero destruye el sí mismo. los autistas como incapaces de vincularse.
Debido a esta teoría, al autor se le ha culpado A pesar de las variantes, el punto central
de promover la idea de la maternidad como res- de los autores psicoanalíticos es la incidencia de
ponsable del autismo; sin embargo, otros autores los factores psicológicos y sociales, donde desta-
atribuyen estas críticas al desconocimiento de su ca con especial importancia, el vínculo materno
obra, donde uno de sus aportes fue precisamente que tiene la función de contención del pequeño
reconocer la importancia de los factores paternos y es el que guía los primeros pasos hacia otros
(Delgado, 1996). vínculos y al desarrollo de las capacidades men-
Como reacción ante esta orientación tales y es, en el diagnóstico del autismo, un
se pueden citar las investigaciones acerca del signo patognomónico innegable: la incapacidad
apego, principalmente la de Capps, Sigman para establecer un vínculo afectivo como lo
y Mundy en 1994 (Sánchez, 1996), quienes hacen los otros niños.
señalan que una muestra representativa de Otros autores como Wing (1981), han
niños entre los 3 y los 6 años desarrollaron lo dado la denominación de “espectro autista”
que ellos llaman “apego seguro”, no aparente la cual se ha considerado útil porque ubica al
a primera vista, lo cual señala la existencia de autismo en un amplio rango, o sea, se puede
una madre responsiva y afectuosa en algún presentar en diversos grados y en diferentes
momento. Por tanto, las conductas de apego trastornos como: la esclerosis tuberosa, enfer-
aunque se manifiesten de forma desorgani- medades metabólicas, alteraciones genéticas
zada, son símbolo de un vínculo emocional. como el síndrome X-frágil, etc. La importancia
Respecto a este último aspecto es importante de este término radica en que permite tomar
destacar la posición de Frith (1993, 59), quien en cuenta la sintomatología autista en enfer-
dice que “los autistas no están fuera del alcan- medades muy diversas, precisar aproximada-
ce de las relaciones afectivas” lo cual viene mente el grado, ligero, moderado o severo, y
a desmitificar la idea de que estos niños son trazar pautas educativas. El equipo de inves-
seres aislados de la realidad y del contacto con tigadores de esta autora, ha realizado estudios
otras personas, aunque parezca que huyen demográficos en Londres, y han señalado que

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los síntomas del autismo no se agrupan alea- impedimento cualitativo en la interacción


toriamente, sino que hay una tríada específica social, en la comunicación verbal y no verbal y
de rasgos que se encuentran deteriorados: la en la actividad imaginaria, y también restric-
comunicación, imaginación y socialización. ción en el repertorio de actividades e intereses.
Frith (1993) explica que esta tríada de altera- La Organización Mundial de la Salud, brinda
ciones se explica por el fracaso de un único un enfoque útil, desde una perspectiva mul-
mecanismo, y añade este nuevo elemento tiaxial, otorgando una clasificación combinada
descubierto por su grupo de investigaciones descriptiva-funcional, que incluye cuatro ejes:
médicas: un componente cognitivo que se síndrome clínico, nivel intelectual, cualquier
encuentra alterado en los niños autistas y es asociación o factores etiológicos-biológicos, y
la capacidad de pensar o de imaginar el estado por último factores etiológicos-psicosociales
mental de otro individuo, lo cual se demuestra (Paluszny, 1987).
cuando los niños empiezan a participar en la Otros autores como Bernardo y Martín
denominada “atención compartida”, que un (1993, citado por Fernández y otros, 1999) pro-
niño autista es incapaz de mostrar. La alte- porcionan una definición bastante completa,
ración en este componente tiene graves con- caracterizándolo por ser un trastorno generali-
secuencias pues conlleva el impedimento de zado que aparece antes de los 30 meses de vida
poder reflejarse a sí mismo. con alteraciones y déficit en la capacidad para
En esta misma línea está Pérez de Plá, relacionarse con las personas, en la utilización
(1996) coincide al decir que el autismo es un del lenguaje como comunicación social y la
síndrome que reúne diferentes cuadros pato- aparición de modelos de conductas repetitivas
lógicos. El peligro que se corre sigue siendo el y estereotipadas. A pesar de que actualmente
mismo: las dificultades para el diagnóstico dife- no existe consenso entre las causas y conduc-
rencial siguen estando presentes y un error en tas características y exclusivas del autismo;
ello llevaría implícito un tratamiento equivoca- entre las muchas descripciones propuestas, y,
do, con toda la repercusión que tendría para el a pesar de las discrepancias se puede observar
niño, la familia y el resto del entorno. un acuerdo al menos al señalar la presencia de
El autismo se ha intentado definir alteraciones en la comunicación, el lenguaje
también desde diversas institucionalidades y las relaciones sociales. Conductas “clásicas”
como son la Sociedad Americana de Autismo que se mantienen en la mayoría de definiciones,
( ASA ), antes llamada National Society for cambiando la perspectiva según el énfasis que
Autistic Children ( NSAC , 1977) que adopta se le dé a uno u otro elemento.
una postura conductual: el autismo es un Otras características se le han atribuido
trastorno irreversible que inhabilita el nor- al síndrome, (Negrón, 1981): intolerancia al
mal desarrollo intelectual y emocional de la cambio de rutina, movimientos estereotipados,
persona y que generalmente se manifiesta respuesta perceptual anormal, hipersensibilidad
en los primeros tres años de vida (Fonseca, e hiposensibilidad ante determinados sonidos,
1987). La irreversibilidad de este trastorno menor uso de los sentidos de la vista y el oído
ha sido cuestionada por Sherzer (citado por y mayor uso del olfato, gusto y tacto. En estos
Hernández, 1997) psicólogo de la Universidad aspectos se encuentran coincidencias con otros
de Montevideo en Uruguay, quien destaca que autores como Diez Cuervo y Martos (1989),
la principal causa del autismo es emocional y Hobson (1993), (citados por Fernández y otros,
por esto puede ser reversible, lo que sí defini- 1999), Wing (1981), y Baron-Cohen y otros
tivamente les hace daño es la marginación de (1993).
que son víctima. Los estudios realizados demuestran que
Por otro lado el DSM IV lo considera como la variedad y la severidad de características
un desorden profundo en el desarrollo y des- cambian de un niño a otro, por lo que la hete-
tacan entre sus características, el inicio en la rogeneidad en las conductas complican la defi-
niñez, la incapacidad para iniciar o aceptar nición del autismo, el cual puede confundirse
contacto físico, evitación del contacto visual, con otros síndromes como retardo, afasias, y

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psicosis, e incluso se han intentado establecer el autista y el esquizofrénico, radica en que el


diferencias claras y específicas entre el síndro- segundo, en efecto, se retira del mundo, mien-
me de Asperger y el Autismo con el que posee tras que el primero, nunca logra entrar en él
grandes similitudes. (citado por Bettelheim, 1977). Un reciente apor-
El diagnóstico del autismo se dificulta te lo brinda Rivière (citado por Guzmán, 1995),
por varias razones: la publicidad de que ha sido quien junto con un equipo de investigadores del
objeto, la diversidad de aplicaciones que han Dpt. de Psicología de la Universidad Autónoma
recibido los criterios de diagnóstico, es decir la de Madrid, han trabajado en un “sistema exper-
complejidad de sus características y la dificul- to” que sirve para diagnosticar casos de autis-
tad para identificarlas y distinguirlas de otros mo utilizando los criterios dados por Kanner; la
síndromes; la falta de signos patognomónicos y confiabilidad de este es de un 97%, es decir que
la ausencia de indicadores psicobiológicos que entre el diagnóstico realizado por el experto y el
puedan tomarse en cuenta para afirmar o negar realizado por el sistema, sólo en tres casos diag-
el diagnóstico. La cuestión se complica pues la nosticados, se está en desacuerdo. Este tipo de
sintomatología del autismo suele encontrarse herramientas ayudan a solucionar el problema
también en otras enfermedades y por lo gene- de conceptualización que presenta el síndrome.
ral presenta diferentes grados en las distintas Freeman (1981 citado por Rodríguez,
etapas del desarrollo. Además de definiciones 1992) establece tres tipos diferentes de estudios
varias y poco precisas, está la heterogeneidad de para realizar el diagnóstico: descripción clínica
la población y la gran variedad de instrumentos del síndrome, listas de conducta, escalas de
utilizados para el diagnóstico, lo que para algu- clasificación y observación de la conducta en
nos autores como Fernández y otros, (1999) diferentes ambientes estructurados. Esta auto-
resulta inadecuado. ra, junto con Ritvo (1984, ibid) establecen un
En este punto es importante que se ana- procedimiento de diagnóstico diferencial que
lice la prevalencia de esta patología, la cual se evalúa factores orgánicos, cognoscitivos-inte-
considera confusa dada la inexactitud de los lectuales, psicológicos y familiares-sociales.
diagnósticos. Existen estudios relativos a la epi- Respecto a la etiología actualmente se han
demiología como los de Kanner en 1954, Creak descartado varias teorías psicogenéticas como la
e Ini (1960), Lotter en 1966 y Rutter en 1966 de Kanner (1943, citado por Rodríguez, 1992) el
(citados por Lien de Rozental, 1983), los cuales cual le daba un peso trascendental al ambiente
indican que para los años noventas la inciden- y relacionaba el comportamiento autista con la
cia de este síndrome era de 15 y 20 niños por actitud fría y hostil de los padres (posteriormen-
cada 10.000 nacimientos, y es cuatro veces más te esta posición fue modificada por él mismo
común en niños que en niñas, en las cuales en 1957, Kanner, 1957). Siguiendo esta misma
siempre es necesario establecer el diagnóstico orientación, Bettelheim (1977) y Tustin (1972)
diferencial con el síndrome de Rett. Otros auto- explican el autismo desde esta perspectiva, como
res como Delgado (1996) cifran de 2-4 por cada una forma desviada reactiva de desarrollo. Estas
10 000 entre las edades de los 0-12 ó 15 años; y teorías en su expresión más radical, aunque no
Baron-Cohen (1999) ofrecen datos aproximados dejan de tener sus seguidores, han sido elimina-
de 4 a 15 niños por cada 10 000 (ibid). das por una gran mayoría debido a lo escaso y
Poder diferenciar al autismo de otras contradictorio de sus pruebas.
condiciones, puede resultar una tarea muy Estudios como los de Schopler en 1973
ardua, puesto que existen problemas en varias (Rutter y Scholpler, 1984), ofrecen datos que
áreas. Es muy complejo poder dilucidar, si el contradicen la base de estas teorías. Este autor
autismo es una entidad clínica específica, o tal lleva a cabo una investigación que muestra
vez una forma de esquizofrenia o de retraso como las personalidades de los padres de niños
mental. Además, puede ser complicado evaluar autistas tienen un rango normal de caracte-
si el paciente es autista o padece otro trastorno. rísticas de la personalidad. En este sentido,
Kanner trabajó en el diagnóstico diferencial, Paluszny (1987) afirma que no se han encontra-
reconociendo que la discrepancia básica entre do pruebas para ligar un tipo de personalidad

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peculiar de los padres, al comportamiento del demuestra una extensa ruptura de cromosomas
niño, incluso no se han podido determinar en los leucocitos de niños autistas.
ambientes específicos o modalidades particu- En cuanto a estas teorías no se busca que
lares de interacción. Existen también estudios una sola sea la causa, sino que es factible pen-
respecto a los patrones de crianza como el de sar que al estar asociado con otros trastornos,
DeMyer y Cols. 1972 (citados por Paluszny, las causas sean múltiples. Para Rivière (citado
1987), que ponen al descubierto la falta de evi- por Guzmán, 1995), es claro que en los últimos
dencias. Esta autora cita otro estudio importan- años ha quedado demostrado que el autismo
te, el de Ward en 1976 (ibid) quien sugiere una es un trastorno biológico, y aunque no se sabe
etiología de origen psicológico aunado a una a ciencia cierta la patogenia, ni las causas bio-
deficiencia neurológica, donde la angustia de lógicas que pueden desarrollar el síntoma, las
la madre durante el embarazo hace que el niño implicaciones biológicas son innegables. Por el
sea más lento en su desarrollo sensorial; esta momento se destacan tres áreas de gran inte-
teoría no está probada, pero sí se toma en cuen- rés: la genética, la bioquímica y la viral; donde
ta las condiciones del parto como factor muy resaltan pioneros del trabajo en estas áreas:
importante en el desarrollo del trastorno. Una Rimland, quien propone una teoría neurológica
posición radical la encontramos en Rimland del autismo (1964), Goodwin (1969), Desmond
(citado por Pérez de Plá, 1996), al hacer una (1970), Chess (1971) y Colman (1976) (citados
fuerte crítica dirigida especialmente a los psi- por Paluszny, 1987).
coanalistas, e insiste en mostrar que el autismo Los estudios neurofisiológicos se han rea-
debe ser únicamente considerado desde su etio- lizado principalmente en cinco áreas: estudios
logía biológica. Con lo cual no deja de situarse encefalográficos EEG, estudios de la respuesta
en un extremo que, si bien da importantes des- sensorial evocada no contingente, estudios de
cubrimientos en la explicación del síndrome, la respuesta sensorial evocada que incluye con-
no es suficiente para su entendimiento. tingencia, respuestas autonómicas y respues-
Otros autores buscan dar cuenta de tas vestibulares. Todas estas investigaciones
correlatos fisiológicos, anatómicos, cognitivos sugieren un fuerte componente motor en los
y bio-químicos asociados al comportamiento procesos sensoriales de los niños autistas, lo
autista. Al respecto hay teorías que intentan cual señala una disfunción neurofisiológica
encontrar indicadores de un posible origen que modula lo sensorial y lo motriz. Recientes
biogénico. Trabajos como los de Chess (1971 estudios de Rivière (citado por Guzmán, 1995),
citado por Paluszny, 1987), consideran, por demuestran la importancia del lóbulo frontal,
ejemplo, la rubéola durante el embarazo como el cual se encuentra alterado en su funciona-
causa de alta incidencia, la cual se da en aproxi- miento en las personas autistas; los últimos
madamente un 5% de los casos. En esta línea descubrimientos señalan que este lóbulo posee
sobresalen los trabajos de Frith (1993), quien un período considerado como crítico para el
postula la existencia de una alteración biológica desarrollo de sus capacidades y su funciona-
en virtud de la cual la mente del sujeto autista miento, el cual coincide con el período crítico
difiere notablemente de la de una persona nor- en el desarrollo del autismo, de ahí que estos
mal. Otros estudios de autores como Freeman niños sean incapaces de realizar tareas asocia-
y Ritvo, 1984 (citado por Rodríguez, 1992), han das a su actividad.
encontrado datos sobre la posible influencia de Otros autores se han preocupado por rea-
factores genéticos como anomalías cromosó- lizar estudios en el área de la hematología como
micas, e incluso enfermedades virales e infec- Lucas (1971), DeMyer (1968), Cohen (1976) (cita-
ciones intrauterinas que se han señalado como dos por Rutter, 1984) de lo cual los autores sugie-
posibles causas del trastorno. También se habla ren la necesidad de que se realicen réplicas de los
de alteraciones al nivel de neurotransmisores y estudios evaluando variables genéticas, cultu-
de altos niveles de serotonina en la sangre (Ibid, rales, sociales, dieta, e historia clínica. Como
1978 y 1984) o estudios como el de Sankar en resultado de estos estudios se han elaborado
1969 (citada por Lien de Rozental, 1983), quien escalas de puntuación y se descubrió el papel

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importante de la serotonina, cuyo metabolis- (2001) considera que Aserment (1997) sugiere
mo parece estar alterado en los niños autistas. una respuesta concisa ante las múltiples teorías
Según los estudios revisados, la información organicistas que se han adjudicado el descubri-
disponible resulta insuficiente hasta el momen- miento de la verdad en la etiología del autismo,
to para determinar el cuadro autista debido a optando por una visión reduccionista de la
anomalías metabólicas. Por esta razón se des- complejidad del fenómeno.
taca también la necesidad de realizar estudios
longitudinales, que permitan establecer datos
comparativos. METODOLOGÍAS Y PROCEDIMIENTOS
Comparando las posiciones anteriormen-
te citadas, aunque se ha logrado superar la El diseño más empleado en las investi-
teoría de la relación madre-hijo como causa del gaciones costarricenses revisadas es el tipo:
autismo, y se ha podido entender los trastor- sujeto único (Calderón y Chacón, 2000), por-
nos del desarrollo y especialmente del autismo que permite un adecuado acercamiento a la
infantil como no determinados por distorsiones población y a las características en estudio
en la conducta de los padres sino del sistema (Soto, 1994; Cabezas, 1989). Mayor y Labrador
nervioso central, se contrapone el hecho de que (1984) consideran que estudios cuidadosos
a pesar de estar convencidos de la base neuroló- de casos aislados, pueden revelar factores de
gica de estas perturbaciones, la neurología no importancia fundamental acerca del fenómeno
cuenta con elementos específicos para su tera- estudiado y han demostrado ser sumamente
péutica (Orlievsky, 1999). eficaces en la práctica de modificación de con-
La neuropediatra Rappin (citada por ducta y la psicología clínica aplicada (Márquez
Orlievsky, 1999), “señala que en relación con la y Pérez, 1994).
etiología del autismo, es importante indicar que Dentro de este se ha utilizado, por los
todavía su diagnóstico continúa siendo comple- mismos autores mencionados, una conjugación
tamente clínico, ya que en la actualidad no exis- propuesta por el investigador Fonseca (1989,
te ningún examen biológico que pueda validarlo citado por Soto, 1994), denominada diseño de
a través de la demostración de una disfunción Múltiples AB que se trabaja en dos fases: el esta-
del sistema nervioso. Para la autora, el autis- blecimiento de la línea base y la etapa de inter-
mo puede tener una etiología genética o puede vención. Básicamente las ventajas destacadas
ser una consecuencia de la rubéola congénita, de este subdiseño, es que permite obtener un
espasmos infantiles, esclerosis tuberosa u otras análisis intersujeto e intrasujeto, dando mayor
causas, en los cuales aparecen algunos casos solidez a los resultados; también posibilita par-
desencadenados por situaciones traumáticas de ticipar en cualquier momento ya que no hay
origen emocional” (Orlievsky, 1999). interdependencia entre la línea base y la inter-
“De un modo u otro, sea la etiología de vención de cada sujeto (Fonseca, 1987).
origen genético, orgánico o emocional, el diag- Para la obtención y análisis de los datos
nóstico se hace con base en las manifestaciones se han diseñado instrumentos para el registro
de la conducta... A esta oposición entre orgáni- de eventos, para la observación de frecuencias,
co y emocional se suma otra cuestión no menos conteo de frecuencias, registro de habla signada,
importante; si en estos casos se trata de una registro de línea base e intervención, reforzado-
psicosis infantil consecuencia de una falla en res, y el registro anecdótico. También se emplean
la estructura, contrapuesto al de la psiquia- técnicas estadísticas descriptivas (Calderón, y
tría que abandona la noción de psicosis en la Chacón 2000; Chacón, y otros, 1994).
infancia creando en su lugar la noción de tras- La mayoría de estudios son de tipo explo-
torno generalizado del desarrollo. Este criterio ratorio, con metodologías cuantitativas y cua-
da cuenta de trastornos en la adquisición de litativas dirigidos a la investigación acerca de
variadas funciones psicológicas fundamentales, las conductas que interfieren en el aprendizaje
relativas a la adquisición de aptitudes sociales y las conductas sociales, pero desde el punto de
y del lenguaje” (Orlievsky, 1999). Chinchilla, vista de padres y maestros.

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CONCLUSIONES REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

El estudio del autismo ha avanzado a INVESTIGACIONES


grandes pasos, a los niveles cualitativo y cuan- Cabezas P. H. “El uso de técnicas de modifi-
titativo, la cantidad de estudios realizados y cación de conducta para la adquisición
temas abordados en la investigación son prue- de destrezas básicas y pre-académicas
ba de ello. Aunque todavía quedan muchas en cinco niños autistas costarricenses”.
dudas y aspectos por descubrir y aclarar, es Tesis (Magister Scientiae)Universidad
claro que el desarrollo de esta área temáti- de Cost a Ric a. Comisión del Pro -
ca es de gran importancia en la actualidad. grama de Estudios de Posgrado en
Todavía queda por definir con mayor claridad Rehabilitación Integral, San José, Costa
las conductas asociadas y exclusivas del tras- Rica. 1989.
torno; este logro incidirá con gran peso en
el establecimiento del diagnóstico diferencial
Calderón, C. E. y Chacón, C. M. “Desarrollo
y dará pie al desarrollo de mejores y eficaces
de destrezas comunicativas funciona-
técnicas.
les en niños que presentan el síndrome
En un principio las dificultades del
de autismo: aplicación del programa de
diagnóstico diferencial eran abundantes,
habla signada de Schaeffer y colaborado-
por la similitud sintomática y la proximidad
res (1982)”. Memoria de Práctica Dirigida
etiopatogénica con otros cuadros al ser un
para optar por el grado de Licenciatura
trastorno del desarrollo. Aunque no se ha
en Ciencias de la Educación Especial con
encontrado la etiología ni el tratamiento
énfasis en Retos Múltiples. Universidad
específico, sí se han realizado importantes
de Costa Rica, Facultad de Educación,
descubrimientos respecto a cuáles son más
Escuela de Orientación y Educación
eficaces y cuáles utilizar para síntomas y
Especial. 2000.
conductas específicas. Se ha descubierto
también que aunque no es una enfermedad
reversible porque conlleva un daño en el Chacón, V. D.; Vargas, D. K.; Padilla, L. M.;
desarrollo, puede ser minimizado median- Cayasso, O. G.; Muñoz, S. I. y Hernández,
te diversas técnicas de educación especial V. E. “Entrenamiento inicial en comu-
que se apoyan interdisciplinariamente en la nicación funcional por medio de una
psicología, psiquiatría, medicina, biología, tabla de comunicación para niños y ado-
pediatría, trabajo social, etc. lescentes con discapacidad múltiple y
En este sentido, las investigaciones cos- severa, utilizando el “time delay” y el
tarricenses y extranjeras apuntan a la necesidad Sistema de procedimientos de instiga-
de una fusión entre la terapia y la educación ción gradual”. Memoria del Seminario
que integre al medio y a las personas significa- de Graduación para optar por el grado de
tivas para el niño. Si se quieren lograr mejores Licenciatura en Educación Especial con
resultados, en este campo como en tantos otros, énfasis en discapacidad múltiple y seve-
el trabajo interdisciplinario es un elemento ra. Universidad de Costa Rica, Facultad
indispensable. de Educación, Escuela de Orientación y
La integración de los métodos psicológi- Educación Especial. 1994.
cos y pedagógicos es ya un gran paso, pues es
fundamental si se quiere avanzar en la inter- Chinchilla, I. “¿Debe el psicoanálisis hacer una
vención terapéutica, apuntando a una mejor relectura de sus teorías acerca del sín-
socialización y desarrollo general del niño. El drome autista, ante los descubrimien-
estado actual muestra grandes controversias tos de otras disciplinas en dicha mate-
pero también es reflejo del esfuerzo de integra- ria?”. Trabajo realizado para el curso
ción desde diversas disciplinas. Investigación VI, I semestre 2001.

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