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Roland Barthes

LA ANTIGUA RETÓÓ RICA

0.1. Las prácticas retóricas

La retoó rica es un metalenguaje (discurso sobre el discurso) que ha comprendido varias


praó cticas en diferentes eó pocas.
i. Una técnica, es decir un “arte”, en el sentido claó sico del teó rmino: arte de la
persuasioó n, conjunto de reglas, de recetas cuya aplicacioó n permite convencer al
oyente del discurso, incluso si aquello de que hay que persuadirlo es “falso”.
ii. Una enseñanza: el arte retoó rico, primero transmitido por víóa personal, se insertoó
raó pidamente en las instituciones de ensenñ anza; en los colegios formoó lo esencial
de lo que hoy se llamaríóa el segundo ciclo secundario y la ensenñ anza superior; y se
transformoó en materia de examen
iii. Una ciencia o, en todo caso, una protociencia. Es decir: a) un campo de
observacioó n autoó nomo que delimita ciertos fenoó menos homogeó neos, a saber, los
“efectos” del lenguaje; b) una clasificacioó n de estos fenoó menos
iv. Una moral: siendo un sistema de “reglas” la retoó rica estaó impregnada de la
ambiguü edad de la palabra: es a la vez un manual de recetas, animadas por una
finalidad praó ctica y un Coó digo, un cuerpo de prescripciones morales cuyo rol fin es
vigilar los “desvíóos” del lenguaje pasional
v. Una práctica social: la Retoó rica es esa teó cnica privilegiada que permite a las clases
dirigentes asegurarse la propiedad de la palabra. Puesto que el lenguaje es un
poder se han dado reglas selectivas de acceso a ese poder constituyeó ndolo en una
pseudociencia.
vi. Una práctica lúdica. Puesto que todas estas praó cticas constituyen un formidable
sistema institucional era normal que se desarrollara una burla de la retoó rica.

LA RETÓÓ RICA ARISTÓTELICA


Retórica y Poética
La Tejné rhetoriké trata de ser un arte de la comunicacioó n cotidiana, del discurso en
puó blico; la Tejné poietiké trata de un arte de la evocacioó n imaginaria; en el primer caso, se
trata de regular la progresioó n del discurso de idea en idea; en el segundo caso, la progresioó n
de la obra de imagen en imagen: son, para Aristoó teles, dos rumbos especíóficos, dos “tejnai”
autoó nomas; y es la oposicioó n de dos sistemas, uno retoó rico, el otro poeó tico, lo que de hecho
define a la retoó rica aristoteó lica. […] La fusioó n de la Retoó rica y la Poeó tica es consagrada por el
vocabulario de la Edad Media, en que las artes poeó ticas son artes retoó ricas y donde los
grandes retoó ricos son poetas. Esta fusioó n es capital porque estaó en el origen mismo de la idea
de literatura: la retoó rica aristoteó lica pone el acento sobre el razonamiento; la elocutio es soó lo
una parte de aquel; maó s tarde se da lo contrario: la retoó rica se identifica con los problemas,
no de “prueba”, sino de composicioó n y de estilo: la literatura (acto total de la escritura) se
define por el escribir bien.

La Retórica de Aristóteles
Aristoó teles define a la Retoó rica como “el arte de extraer de todo su tema el grado de
persuasioó n que encierra” o como “la facultad de descubrir especulativamente lo que en cada
caso puede ser propio para persuadir”. Lo que es, quizaó s, maó s importante que estas
definiciones, es el hecho de que la retoó rica sea una tejné (no una empirie), es decir, el medio
de producir una de esas cosas que pueden indiferentemente ser o no ser y cuyo origen estaó en el
agente creador, no en el objeto creado: no hay tejné de las cosas naturales o necesarias: por lo
tanto el discurso no forma parte ni de una ni de otras.
Lo verosímil
La Retoó rica de Aristoó teles es sobre todo una retoó rica de la prueba, del razonamiento,
del silogismo aproximativo (entimema); es una loó gica voluntariamente degradada, adaptada
al nivel del “puó blico”, es decir, del sentido comuó n, de la opinioó n corriente. Aquíó es donde reina
lo “verosíómil” aristoteó lico, es decir, “lo que el puó blico cree posible”. Cuantos Films, folletines,
reportajes comerciales podríóan adoptar como divisa la regla aristoteó lica: “Mas vale un
verosíómil imposible que un posible inverosíómil”.

LA RED
La exigencia de clasificacioó n
Todos los tratados de la antiguü edad, sobre todo los post aristoteó licos, muestran la obsesioó n
de clasificar. La retoó rica se presenta abiertamente como una clasificacioó n (de materiales, de
reglas, de partes, de geó neros, de estilos)

Los puntos de partida de la clasificacioó n


La exposicioó n de la Retoó rica se ha hecho esencialmente seguó n tres puntos de partida
diferentes.

I. Para Aristoó teles, la cabecera de líónea es la tejné (institucioó n especulativa de un poder


de producir lo que puede ser o no ser); la tejné (rethoriké) genera cuatro tipos de
operaciones que son las partes constitutivas del arte retoó rico:

1. Pisteis, establecimiento de las “pruebas” (inventio)

2. Taxis, ubicacioó n de estas pruebas a lo largo del discurso seguó n un cierto


orden (dispositio)

3. Lexis, composicioó n verbal (a nivel de la frase) de los argumentos (elocutio)

4. Hypocrisis, puesta en escena del discurso total por un orador que debe
hacerse comediante tres veces (al menos en lo concerniente a la inventio): desde el
punto de vista del emisor del mensaje, desde el punto de vista de su destinatario y
desde el punto de vista del mensaje mismo

II. Para Ciceroó n, la cabecera de líónea es la doctrina dicendi desde el punto de vista
taxonoó mico, genera:

1. una energíóa, un trabajo, vis oratoris


2. un producto o forma, la oratio a la que se refieren las partes de la extensioó n
que la componen
3. un tema o contenido, la quaestio, de la que dependen los geó neros de discurso

III. Quintiliano combina a los dos anteriores; su cabecera de líónea tambieó n es la tejné
pero una tejné praó ctica y pedagoó gica, no especulativa, que alinea:

1. las operaciones (de arte)


2. el operador (de artífice)
3. la obra misma (de opere)
Lo que se juega en la clasificacioó n: la ubicacioó n en el plan

En el s.XVI Petrus Ramus, violentamente aristoteó lico (la tejné es una sofisticacioó n
contraria a la naturaleza) separa radicalmente la dispositio de la inventio, el orden es
independiente del descubrimiento de los argumento: primero se da la buó squeda de los
argumentos, luego su reunioó n, llamada método.

La máquina retórica

Nuestra líónea de partida estaraó , pues, constituida por las diferentes operaciones-
madres de la tejné. En su maó xima extensioó n la tejné rethoriké comprende cinco operaciones
principales; hay que insistir sobre la naturaleza activa, transitiva, programática, operatoria de
estas divisiones: no se trata de los elementos de una estructura, sino de los actos de una
restructuracioó n progresiva, como bien lo muestra la forma verbal (por verbos) de las
definiciones.

1 INVENTIÓ Invenire quid dicas Encontrar que decir


Euresis
2 DISPÓSITIÓ Inventa disponere Órdenar lo que se
Taxis ha encontrado
3 ELÓCUTIÓ Ornare verbis Agregar el adorno
Lexis de las palabras, de
las figuras
4 ACTIÓ Agüere et pronuntiare Representar el
Hypocrisis discurso como un
actor: gestos y
diccioó n
5 MEMÓRIA Memoriae mandare Recurrir a la
Mnemeó memoria

Las tres primeras operaciones son las maó s importantes (Inventio, Dispositio, Elocutio)
Las dos uó ltimas (Actio y Memoria) fueron raó pidamente sacrificadas, desde el momento en que
la Retoó rica no tiene alcance soó lo sobre los discursos orales (declamados) de abogados y
hombres políóticos, o de “conferencistas” (geó nero epidíóctico), sino tambieó n, y, casi maó s tarde
casi exclusivamente sobre “obras” (escritas). Nuestro aó rbol comprenderaó , solo tres ramas: 1)
INVENTIÓ, 2) DISPÓSITIÓ, 3) ELÓCUTIÓ.

Tejné rhetoriké

Res Verba

1.INVENTIÓ 2.DISPÓSITIÓ 3.ELÓCUTIÓ

1 LA INVENTIÓ

1.1. Descubrimiento y no invención


La inventio remite menos a una invencioó n que a un descubrimiento: todo existe ya,
solo hace falta encontrarlo: es una nocioó n maó s “extractiva” que “creativa”. Esto corroborado
por la designacioó n de un “lugar” (La Toó pica) de donde se pueden extraer los argumentos y de
doó nde hay que traerlos
1.2. Convencer/Emocionar
De la inventio parten dos grandes líóneas, una loó gica y otra psicoloó gica: convencer y
emocionar. Convencer (fidem facere) requiere un aparato loó gico o pseudo loó gico que se llama
en general la Probatio (campo de las “pruebas”): se trata de ejercer una violencia justa
mediante el razonamiento sobre el espíóritu del oyente. Emocionar consiste en pensar el
mensaje probatorio, no en si, sino seguó n su destino, seguó n el humor de quien debe recibirlo,
en movilizar pruebas subjetivas, morales.

1.3. Pruebas intra-técnicas y pruebas extra-técnicas


Las pistei atejnoi tratan de razones probatorias, víóas de persuasioó n, medios de creó dito,
mediadores de confianza. (Recordando que una tejné es una institucioó n especulativa de los
medios de producir lo que puede ser o no ser, y que no es ni necesario (ciencia) ni natural)
Las pruebas extra-técnica son las que escapan a la libertad de crear el objeto contingente; se
encuentran fuera del orador; son razones inherentes a la naturaleza del objeto. Las pruebas
intra-técnicas dependen del poder razonante del orador.

1.4 Pruebas fuera-de-la- tejné


Son fragmentos de realidad que pasan directamente a la dispositio, por un simple
hacerlos resaltar, no por transformacioó n; o tambieó n son elementos del “legajo” que no se
pueden inventar (deducir) y que son proporcionados por la causa misma.
i. los praejudicia (jurisprudencia)
ii. los rumores (consenso de toda la ciudad)
iii. las confesiones bajo tortura
iv. las piezas (contratos, acuerdos, transacciones)
v. el juramento
vi. los testimonios

1.6 Pruebas dentro-de-la- tejné


Las pistei entejnoi son fragmentos del lenguaje social que se oponen a los
razonamientos que dependen enteramente del poder del orador. Esta operacioó n, en rigor, es
doble: inducción y deducción. Las pistei entejnoi se dividen en dos tipos: 1. Exemplum
(induccioó n) y 2. Entimema (deduccioó n)

1.7 El exemplum
El exemplum (paradeigma) es la induccioó n retoó rica: se pasa de un particular a otro
particular por el eslaboó n implíócito de lo general; de un objeto se infiere la clase, luego de esta
clase se deriva un nuevo objeto. Esta del lado de lo paradigmaó tico, lo metafoó rico.

1.10 El entimema
El entimema recibioó dos significaciones sucesivas. I. Para los aristoteó licos es un
silogismo fundado en verosimilitudes o signos y no sobre lo verdadero y lo inmediato (como
sucede con el silogismo cientíófico) el entimema es un silogismo retoó rico, desarrollado
uó nicamente a nivel puó blico a partir de algo que es probable es decir, a partir de lo que el
puó blico piensa. EN virtud de este origen, el entimema procura obtener la persuasioó n, no la
demostracioó n; para Aristoó teles, el entimema esta suficientemente definido por el caraó cter de
sus premisas. Es un silogismo incompleto, un silogismo acortado; es entonces un silogismo
truncado por la supresioó n (en el enunciado) de una proposicioó n cuya realidad parece
incontestable y que es, por esta razoó n, simplemente “conservada en la mente”.

1.12 Placer del entimema


El entimema no es un silogismo truncado por carencia, degradacioó n, sino porque hay
que dejar al oyente el placer de completarlo por si mismo. El placer del entimema radica
menos en una autonomíóa creativa del oyente que en una virtud de la concisión, planteada
triunfalmente como el signo de un plus del pensamiento sobre el lenguaje.

1.13 Las premisas entimemáticas


¿Queó tenemos por cierto?
1) Lo que cae bajo los sentidos, lo que vemos y oíómos: los indicios seguros,
tekmeria;
2) lo que es objeto de los sentidos, aquello sobre lo que los hombres estaó n
generalmente de acuerdo, lo que estaó establecido por las leyes, lo que ingreso
en los usos: estas son las cosas verosíómiles, eikota, o geneó ricamente, lo
verosíómil (eikos);
3)Aristoó teles agrega ademaó s los signos, los semeia.

1.14 El tekmerion, el indicio seguro


El tekmerion es el indicio seguro, el signo necesario o tambieó n “el signo indestructible”,
el que es lo que es y no puede ser de otra manera. Esta premisa se acerca mucho a la que
inaugura el silogismo cientíófico, aunque no se apoya maó s que en una universalidad empíórica.

1.15 El eikos, lo verosímil


El segundo tipo de certidumbre que puede servir de premisa al entimema es lo
verosíómil, nocioó n capital a los ojos de Aristoó teles. Lo verosíómil es una idea general que se
basa en el juicio que elaboran los hombres a base de experiencias e inducciones imperfectas
(Perelman propone llamarlo lo preferible). Existen dos nuó cleos baó sicos:
1) La idea de lo general, en tanto se opone a la idea de universal: lo universal es necesario
2) La posibilidad de contrariedad; sin duda el entimema es recibido por el puó blico como
un silogismo seguro, parece partir de una opinioó n en la que se cree en una actitud de
hierro, pero a diferencia de la ciencia, lo verosíómil admite lo contrario de si (lo
contrario nunca es imposible)

1.16 El semeion, el signo


El semeion, tercer punto de partida posible del entimema es un indicio maó s ambiguo,
menos seguro que el tekmerion. Rastros de sangre hacen suponer que hay un crimen, pero no
es seguro.

1.18 El lugar, topos, locus


Una vez descritas las premisas entimemaó ticas, hay que cubrirlas, entonces ¿qué decir?
Las premisas pueden ser extraíódas de ciertos lugares. Con referencia al lugar, ¿queó es la
Tópica?, pareciera que se pueden distinguir tres definiciones u orientaciones del termino: a)
un meó todo; b) una red de formas vacíóas; c) una reserva de formas llenas.

1.19 La Tópica: un método


Óriginariamente, la Toó pica fue una seleccioó n de lugares comunes en la dialeó ctica, es
decir, del silogismo basado en lo probable: luego Aristoó teles hizo de eó l un meó todo, maó s
praó ctico que la dialeó ctica. Podríóamos considerarla como “un conjunto de medios faó ciles y
breves para encontrar materia para discurrir auó n sobre temas que son enteramente
desconocidos”

1.20 La Tópica, una red


El segundo sentido es el de una red de forma, de un proceso casi ciberneó tico al que se
somete la materia que se quiere transformar en discurso persuasivo. Se le da al orador un
tema (quaestio), el cual pasea por esta red de formas vacíóas para buscar ideas para un
entimema, por ej. Los argumentos se esconden, estaó ocultos en regiones, en profundidades,
en estratos de donde hau que extraerlos, despertarlos: la Toó pica es una partera de lo latente:
es una forma que articula contenidos y produce fragmentos de sentido, unidades inteligibles.

1.21 La Tópica, una reserva


La Toó pica se transformoó en una reserva de estereotipos (recursos discursivos), de
temas consagrados, de “fragmentos” enteros que incuíóan casi obligatoriamente el tratamiento
de cualquier tema. De allíó la ambiguü edad histoó rica de la expresioó n lugares comunes: a) son
formas vacíóas, comunes a todos los argumentos; b) son estereotipos, proposiciones
remanidas. Era un conjunto de temas de los que se habla comuó nmente y en los que uno no
puede quedar acorralado. (algunos ejemplos son la modestia simulada, el paisaje ideal, la
juventud).

1.22 Algunas Tópicas


Dentro de las Toó picas por temas existen
1) La Toó pica oratoria que a su ves comprende tres toó picas
a. Una toó pica del razonamiento
b. De las costumbres (ethé: inteligencia praó ctica, abnegacioó n)
c. De las pasiones (pathé coó lera, amor, miedo)
2) Una Toó pica de lo risible, parte retoó rica posible de lo coó mico
3) Toó pica teológica
4) Toó pica sensible o de la imaginación

1.23 Los lugares comunes


La Toó pica propiamente dicha, la que depende de las pistei entejnoi (intra-teó cnicas)
comprende dos partes o sub-toó picas:

 Una toó pica general de los lugares comunes:

o Lo posible/imposible confrontados con el tiempo, y corresponde al


geó nero oratorio deliberativo (¿es posible hacer esto?)

o Lo existente/no existente que tambieó n puede ser confrontado con el


tiempo, y corresponde al geó nero judicial (¿tuvo lugar el crimen?)

o Más/menos es el lugar de lo grande y lo pequenñ o, y corresponde al


geó nero epidictico (elogio o reprobacioó n

 Una toó pica de los lugares especiales

1.25 La tesis y la hipótesis: causa


La quaestio (tema) es la forma de especialidad en el discurso. En todas las operaciones
planteadas idealmente por la “maó quina” retoó rica, se introduce una nueva variable: el
contenido, el punto a debatir, lo referencial. Este referencial puede ser clasificado en dos
grandes formas que constituyen los dos grandes tipos de quaestio:
1) la posición o tesis: una pregunta general, sin paraó metro de lugar o tiempo,
abstracta pero precisa (¿hay que casarse? No.)
2) La hipótesis: Es una pregunta particular que implica hechos, circunstancias,
personas, tiene tiempo y lugar (¿X debe casarse?)
La hipoó tesis es una causa (negotium, asunto). Como hay tres tiempos, tendremos tres
tipos de causa y cada una corresponderaó a un geó nero oratorio:
GEÓ NERÓS Auditori Finalidad Objeto Tiempo Razonamient Lugares
o o comunes
DELIBERATIV Miembros Aconsejar/de UÓ til/perjudicial futuro exempla Posible/im
Ó de una saconsejar posible
asamblea
JUDICIAL jueces Acusar/defen Justo/injusto Pasado entimemas Real/no
der real
EPIDICTICÓ Espectad Elogiar/repro Hermoso/feo presente Comparacioó n Maó s/menos
ores/publ bar amplificatoria
ico

2 LA DISPÓSITIÓ

Definiremos a la Dispositio como el arreglo de las grandes partes del discurso

2.2. Estructura paradigmática de las cuatro partes


La Dispositio parte de una dicotomíóa que era ya la de la Inventio: animos impellcre
(conmover)/rem docere (informar, convencer). EL primer teó rmino cubre exordio y epilogo, es
decir los dos extremos del discurso. El segundo teó rmino cubre la narratio (relato de los
hechos) y la confirmatio (establecimiento de las pruebas o víóas de persuasioó n), las dos partes
intermedias. Dos trozos pasionales enmarcaraó n un bloque demostrativo.

Demostrativo
1 2 3 4
Exordio narratio confirmatio epíólogo
Pasional

2.5. El exordio
El exordio comprende canoó nicamente dos momentos.
I. La captatio benevolentiae o intento de seduccioó n del auditorio al
que inmediatamente se trata de captar con una prueba de
complicidad. La captatio fue uno de los elementos maó s estables
del sistema retoó rico.
II. La partitio, en la que se anuncian las divisiones que se haraó n, el
plan que se va a seguir (la ventaja, dice Quintiliano, reside en que
nunca parece largo algo cuyo teó rmino se anuncia)
2.6 El epílogo
Coó mo saber si un discurso termina? Es tan arbitrario como el comienzo. Se necesita,
por lo tanto, un signo del fin, un signo de clausura. El epíólogo presenta dos niveles
I. El nivel de las cosas: se trata de retomar y resumir
II. El nivel de los sentimientos

2.7 La narratio
La narratio (diegesis) es el relato de los hechos intervinientes en la causa, pero este
relato esta concebido desde el punto de vista de la prueba, es la exposicioó n persuasiva de algo
que se ha hecho o se prende que se ha hecho. La narracioó n no es pues un relato, sino una
proó tasis argumentativa. Debe ser clara, verosíómil y funcional a la argumentacioó n. Puede tener
un orden natural en el que se respetan lo sucesos en el mismo orden en que ocurrieron, o
realizar cortes intencionales para obtener partes moó viles, reversibles. Este orden puede
recaer sobre los hechos o sobre las partes del discurso.

2.10 La confirmatio
A la narratio o exposicioó n de los hechos le sigue la confirmatio o exposicioó n de los
argumentos: es aqui donde se anuncian las pruebas elaboradas en el curso de la inventio. La
confirmatio puede incluir tres elementos
I. La propositio: es una definicioó n concentrada de la causa, del
punto a discutir
II. La argumentatio, que es la exposicioó n de las razones probatorias
III. La altercatio, que consta de una discusioó n acalorada con el otro
abogado o un testigo.

3 LA ELÓCUTIÓ
Una vez concentrados los argumentos y repartidos por grandes grupos en las partes
del discurso, queda la tarea de ponerles palabra: es la funcioó n de esta tercera parte de la tejné
rhetoriké que recibe el nombre de Lexis o’elocutio, a la que se tiene el habito de reducir
abusivamente la retoó rica, en razoó n del intereó s que tienen los Modernos por las figuras de
retoó rica, parte (pero solo parte) de la elocutio.

3.3. Los “colores”


La electio implica que en el lenguaje se puede substituir un teó rmino por otro: la electio
es posible porque la sinonimia forma parte del sistema de la lengua: el locutor puede
substituir un significante por otro incluso puede producir con esta substitucioó n un segundo
sentido (connotacioó n). Todos los tipos de sustitucioó n, cualesquiera sean, la amplitud y la
forma, son Tropos (“conversiones”), pero el sentido de la palabra es ordinariamente reducido
para poder oponerlo a “Figuras”. Maó s apropiadamente se las puede denominar adornos o
colores. Asíó se puede tener una idea de coó mo los antiguos entendíóan al lenguaje: 1) hay una
base desnuda, un nivel puro, un estado normal de la comunicacioó n, a partir del cual se puede
elaborar una expresioó n maó s complicada, adornada, dotada de una distancia mayor o menor
respecto del suelo original; 2) la capa segunda (retoó rica) tiene una funcioó n de animacioó n: el
estado puro de la lengua es inerte, el estado segundo es vivo; 3) los colores se ponen a veces
“para evitarle el pudor el embarazo de una exposicioó n demasiado desnuda”

3.5. Clasificación de los adornos


Todos estos adornos (por centenas) han sido ordenados desde siempre en grupos
binarios: tropos/figuras, tropos gramaticales/tropos retóricos, figuras de gramática/figuras
de retórica, figuras de palabras/figuras de dicción.
I. Tropos/figuras: Es la maó s vieja de las distinciones, la de la Antiguü edad; en el Tropo
la conversioó n de sentido recae sobre una unida, sobre una palabra; en la Figura, la
conversioó n exige varias palabras, todo un pequenñ o sintagma. Esta oposicioó n
corresponderíóa con la de sistema/sintagma
II. Gramática/Retórica. Los tropos son conversiones de sentido que han pasado al uso
corriente, al punto que ya no se siente maó s el ornamento: electricidad (metonimia
por luz eleó ctrica). Esta oposicioó n corresponderíóa con la de
denotacioó n/connotacioó n
III. Palabras/Pensamiento. La oposicioó n de las figuras de palabras y figuras de
pensamiento es mas trivial; las figuras de palabras existen allíó donde la figura
desapareceríóa si se cambiaran las palabras; las figuras de pensamiento subsisten
siempre, cualesquiera que sean las palabras que se decida emplear.

3.6 Mención de algunas figuras


1. La Aliteración es una repeticioó n de consonantes proó ximas en un sintagma
breve (“Que quieres que te cante que quieres que te cuente”); cuando son los
sonidos lo que se repite hay apofonía (“y de gordos gongos sordos”)
2. El Anacoluto es una fractura de construccioó n, a veces por defecto (“Si dejaó is
de cumplir con vuestro deber… pero no vamos a hablar de eso”)
3. La Catacresis se produce cuando la lengua al no disponer de un termino
“propio”, debe emplear uno “”figurado” (los brazos del sillon)
4. La Elipsis consiste en suprimir elementos sintaó cticos hasta el líómite en que
no se afecta la inteligibilidad
5. La Hipérbole consiste en exagera: sea por aumento (auxesis: ir mas rápido
que el viento) sea por disminucioó n (tapinosis: mas lento que una tortuga)
6. La Ironía o Antífrasis consiste en hacer entender otra cosa que lo que se dice
(es una connotacioó n)
7. La Reticencia o Aposiopesis marca una interrupcioó n del discurso a un cambio
brusco de estado de aó nimo

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