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© faximil edicions digitals, 2002
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regional y que se encajan perfectamente en la esfuerzo superior al normal que nadie puede
actual estrategia neocapitalista. El significado exkirIe Y aue sólo voluntariamente debería
de los polos nos lo aclara Comín : e Se trata, suministiar. -Pero en nuestras empresas existe
pues, de integrar algunas zonas andaluzas -las una sorda coacción ; el obrero sabe que con el
que pueden hacerlo con mayor rapidez- en salario base no vive, ni siquiera subsiste y se ve
el área del consumo, manteniendo otras en el forzado a rebasar los rendimientos normales
atraso necesario para el desarrollo desequili- para alcanzar aquel complemento necesario para
brado que se pretende, y que permitirán man- la propia subsistencia y la de su familia. Con
tener la política de bajos salarios, al contar con lo cual el trabajador. gracias a haber rebasado
suficientes reservas de mano de obra indi ente la actividad normal, revierte una evidente
y de paro enmascarado lo que seguirá facl % tan- ganancia para la empresa que si le abona una
do las corrientes migratorias tan beneficiosas prima al rendimiento, incrementa su ganancia
para los intereses privados. Una expansión de neta en otro tanto por el mecanismo previsto
esta índole, basada en el desequilibrio regional, inteligentemente de los precios de coste. (Por
en la desigualdad social y en la intensificación este mecanismo todo incremento de la pro-
anárquica del consumo productivo, provocará ducción logrado por encima del rendimiento
sin duda algunas tensiones muy considerables ; normal se encuentra exento de la partida de
pero la tfite española se halla habituada a coste.) »
controlar y dominar rígidamente las tensiones
de la desigualdad. Tiene largos años de expe-
riencia en este campo y su sabiduría en el uso
de las oscuras y silenciosas violencias persua-
sivas la perfilan con figura destacada en la En la última parte de su libr?,,Comín estudia
historia de los fascismos históricos. » en primer lugar Ia clase dmgente ante el
desarrollo industrial de Andalucía. Analiza el
fenómeno empresarial español en general y el
andaluz en particular, fijándose especialmente
en su vinculación con el capital financiero. AI
Algunos problemas internos relacionados con el mismo tiempo considera el desarroIIo de Ia
desarrollo de la empresa en el contexto del tecnocracia en sus dos vertientes financiera y
cambio social de Andalucia, son objeto dc política. Como grupo de vanguardia de la
detallado estudio en la parte tercera de la obra. primera aparece el Banco Urquijo y su Sociedad
La exposición está enriquecida con los resul- de Estudios y Publicaciones. Su reflejo en
tados de una encuesta y diálogos directos Andalucía lo encontramos en FIDESA (Fede-
llevados a cabo por el autor con los sujetos ración de Iniciativas para el Desarrollo Econ15
de esta problemática : obreros., mandos inter- mico S.A.). Es una sociedad que procura el
medios, peritos, ingenieros, hcenciados, diri- desarrollo más activo y eficiente de los intere-
gentes de empresas, etc. Los temas tratados son ses patronales andaluces más dinámicos.
los siguientes : posibilidades de expansión y Agrupa principalmente a los jeunes patrons de
conciencia de desarrollo, productividad y orga- Andalucía que van comprendiendo que la
nización del trabajo, accidentes, relaciones estricta mentalidad feudal debe terminar. La
humanas, adaptación del trabajador andaluz a tecnocracia política la concreta, naturalmente,
los nuevos modos de trabajo industrial! reforma en el Opus Dei. Ambas tecnocracias mantienen
de la empresa y eficacia de los sindlcatos. una estrecha coordinación frente a los aconte-
cimientos decisivos del pafs, y el Plan de
No podemos, por falta de espacio, dedicar la Desarrollo es una buena prueba de ello.
atención debida a estos temas. Sólo nos referi- Concluye el capítulo con la descripción de la
remos a la denuncia que hace Comín de uno de mentalidad de nuestros grandes personajes de
los sistemas de explotación más sutil de nuestro Ia Banca Y de la Industria, presentándonos
capitalismo y que nos da una idea del clima al mismo tiempo, a estos « líderes nacionales »
social de la empresa andaluza. « Con la impuni- a través de sus retóricos discursos y declara-
dad aue da al emoresario el hecho de oue los ciones.
sala& base se& infrahumanamente ‘bajos,
este juega con las necesidades vitales del traba- « Una clase dirigente coordinada y con multitud
jador y- le ofrece como « prima » lo que le de intereses coincidentes, constituyendo una
pertenece como salario-base. La prima debería agrupación coherente con sus instituciones
ser siempre una opción libre del trabajador adecuadas, y una clase técnica su erior, estric-
que se la gana 0 no, si quiere, gracias a un tamente burocratizada y sumisa a Pas decisiones
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de la cúspide, pesan sobre los hombros de una la acción sindical, se encontrará pronto enfren-
clase obrera desunida y hasta disgregada en tado con problemas que desbordan los esque-
muchos sectores, oprimida por la rigidez de una mas clásicos. A través de estas páginas hemos
estructura perfectamente organizada para exple hecho alusión a varios de ellos y la nueva pro-
tarla sin piedad ». Así nos introduce Comín al blemática que plantea en toda Europa a la clase
estudio de la clase obrera andaluza, una clase obrera la dinámica del Mercado Común y la
en rápida evolución. Las emigraciones, los nueva estrategia internacional del capitalismo
cambios demográficos, los procesos de mdus- monopolista no es, ni mucho menos, un mero
trialización que van aumentando en determi- problema de anticipación para el smdicalismo
nadas zonas, son los factores que determinan en andaluz. Se le planteará esta problemática de
gran manera esta evolución. Estos cambios se repente, con menores posibilidades de reacción
reflejan en las actuales estratificaciones econó- en el tiempo y en el espacio. Una clase obrera
mica, social y profesional,, en la distribución que apenas habrá tenido oportunidades de
sectorial, etc. Y van supomendo, poco a poco, formación sindical en el marco de la nueva
para la clase obrera el paso de un medio realidad que plantean las sociedades industria-
tradicional al industrial. A los trabajadores les deberá enfrentarse con ellas y encontrar
andaluces, originarios en su mayoría del campo respuestas adecuadas para esta nueva reali-
y de la pesca, se les plantea en primer lugar dad. »
un problema de adaptaci6n a un nuevo tipo de
trabajo, problema que se ve superado en impor-
tancia por el que plantea al recién llegado su
incorporación a la lucha social en un nuevo
cuadro. « Hay otros aspectos fundamentales La clase dominante espaziola prepara para
y de mayor importancia para el porvenir y Espafia un nuevo marco : la sociedad de con-
desarrollo del pueblo andaluz. Todos los que se sumo. La elevación constante del nivel de vida
refieren a la participación obrera en una nueva de las clases trabajadoras entra perfectamente
estrategia de lucha, su inserción en una estruc- en este esquema ya que el trabajador pasa de
tura en la que la lucha de clases tiene caracte- ser considerado como simple productor a la
rísticas muy diversas de las propias de una categoría de hombre-consumidor.
sociedad primaria en las que la unión y la
solidaridad obrera pasan también por una orga- Los teóricos del neocapitalismo en Espafia
nización en parte burocratizada y desde luego comienzan a adelantarse a estos proyectos con
jerarquizada. Pasar de un medio tradicional en teorías que toman de las sociedades neocapita-
el que se da por buena la estructura que “OS listas « más avanzadas ». Para estos teóricos el
oprime a un medio industrial en el que la tema fundamental de sus disquisiciones es el
crítica social es parte integrante del mismo del fin de la lucha de clases y de las ideologías
proceso en que se vive, supone una adaptación que se ven sumergidas en mi profundo maF de
sustantiva de la conciencia del pueblo. Y des- bienestar económico. El « consume y cállate *
cubrir que hoy la lucha de clase ha pasado al es la consigna de esta vanguardia teórica.
campo de la K guerra frfa D como ha dicho
Pierre Belleville, y que la « guerra fría -D requie- Sin embargo, la realidad es muy distinta.
re una intensificación de la CUI~UKS POPU~X, LI” Incluso en los « países modelo » las diferencias
adiestramiento de los militantes sindicales algo de clase persisten, el empobrecimiento relativo
más complejo que el que requerian los tiempos de las clases trabajadoras es constante, el acce
heroicos de la huelga general ; todo el10 SupOne so a la cultura continúa cerrado, y en surn?,
también una autkntica « conversión » del hom- la alienación fundamental de la sociedad capl-
i;;ere;;,adicional en el hombre de conciencia talista, es decir, la exclusión de los trabajadores
de las responsabilidades de decisión y de la
producción se mantiene. Por último si salimos
Pero este problema no se circunscribe a las del marco nacional, vemos cómo el colonialismo
fronteras andaluzas. Andalucía debemos consi- v el neocolonialismo son, en gran parte, la
derarla en el marco nacional y este debe ser base de la prosperidad capitalista.
ampliado al europeo, con lo que la problemática
con oue nos enfrentamos aumenta enormemente Ante este nuevo marco la clase obrera puede
su nkgnitud. Comín nos habla de estas pers- optar por plegarse al espejismo 0 por mantener
pectivas : « El pueblo andaluz, especialmente su en pie su objetivo histórico : su liberación total
clase obrera que está viviendo años de silencio tras la supresión del sistema de explotacii>n
y de oscuridad, desentrenado en su mayoría de capitalista.
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Comín nos advierte del peligro reformista: real y dramático, desgraciadamente. Sólo supri-
« Para la clase trabajadora no se trata de per- miendo las clases, regiones como el sur esptuíol
seguir simplemente reivindicaciones parciales uodrán salir de su estancamiento. Esa debe ser
y de alcanzar aumentos de nivel de vida, aunque ia aspiración de las fuerzas progresistas de
ésta sea una fase parcial de la lucha. Pero cen- Andalucía como de todo el país : establecer una
trar la acción únicamente en éstas, es aceptar sociedad sin clases, en la que el cumplimiento
las reglas del juego de esta civilización del de los diversos papeles internacionales no den
consumo y del confort característica de la lugar a diferencias de rango, sino sencillamente
expansión capitalista. a diferencias de servicios. B
La clase obrera no debe aceptar el tablero de Concluyo. Creo que Comín ha realizado un
ajedrez que le presenta la clase dirigente. Debe importante trabajo. El día que podamos recurrir
desplazar la lucha precisamente hacia el cam- a un conjunto de estudios de esta categoría
bio del tablero. Su objetivo cualitativo debe ser sobre sectores concretos de nuestra reahdad,
instaurar una civilización del trabajo. Aumento tendremos una amplia base para el estudio
del nivel de vida, aumento del consumo y en g!obal de nuestra sociedad, de sus transforma-
todo caso, concesión de tiempo libre para con- clones, de su evolución. Es partiendo de ella
sumir de nuevo, son los objetivos que la clase como la discusión de la estrategia politica a
dominante acepta como viables para los tra- desarrollar en nuestro país logrará bases más
bajadores convertidos en hombreconsumidor. amplias y reales.
Pero ninguno de ellos transforma la naturaleza
esencial de esta civilización, ninguno de ellos
atenta contra la concentración de poder, econó- RAMON BULNES
mic?, social y político exclusivo de la clase
dommante. Al contrario la expansión de la
civilización de consumo refuerza este poder,
lo acrecienta, aunque ello no impide, no puede
impedirlo, que al mismo tiempo se desarrollen
fuerzas de oposición, fuerzas nacidas de sus
mismas contradicciones y que ponen en tela
de juicio la validez humana de esta civiliza-
ción. >
La alternativa, pues, está cn la aplicación de
una estrategia no reformista, que tenga en
cuenta el nuevo marco de lucha, pero CUYO
objetivo será el de la transformación cualita-
tiva de nuestra sociedad. Los medios han de
estar claros : sólo arrebatando el poder econó-
mico de la actual clase dirigente e instaurando
una economía planificada habremos puesto las
bases para una democracia real.
Dos son los principios que han de presidir este
proceso revolucionario y que Comín mantiene
al final de su libro :
Ef fin de la propiedad privada de los medios
de producción será el fin de la explotación
capitalista : « Una civilización del trabajo debe
terminar con la explotación del hombre por el
hombre en cualquiera de sus formas, y, por
tanto, exije finalizar con la propiedad privada
de los medios de producción, principio jurídico
gracias al cual se manticnc aquella explotación
en nuestra sociedad ».
El fin de las clases sociales será el fin de su
lucha: « Sólo suprimiendo las clasei sociales
se suprime su lucha que es hoy un hecho