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Combustibles para los seres vivos.- Los seres vivos necesitan combustibles para poder
llevar a cabo los distintos procesos celulares internos, estos combustibles son sustancias
hidrocarbonadas (hidratos de carbono), que el organismo de los seres vivos utiliza como
combustible. Es el caso por ejemplo de los almidones, la glucosa y otros azúcares, que el
organismo transforma en ATP (trifosfato de adenosina), que es el tipo de combustible que
utilizan internamente nuestras células.
Helio.- Si bien es un gas combustible, la rapidez con que se inflama no permite su uso
por ejemplo como sustancia combustible para motores y otras máquinas, por lo que es
inviable. Sin embargo el isotopo helio 3 (He-3), en cambio, presenta grandes expectativas
como combustible para la obtención de energía por fusión nuclear, presentando además
poco riesgo de liberar residuos radioactivos. Sin embargo el helio 3 es un isótopo escaso
en la tierra aunque su abundancia en el universo está comprobada.
Coque.- El coque o carbón de coque es otro combustible fósil, se trata del producto de la
destilación carbón bituminoso (carbón con betún un compuesto perteneciente a los
hidrocarburos), lo que lo hace un combustible más eficaz que otros similares como la
antracita. Es utilizado en distintos campos, como para la calefacción, cocinar e incluso en
la industria metalúrgica. Su uso se conoce en china al menos desde el siglo IX y en
occidente apenas se comenzó a utilizar alrededor del año 1600.
Hulla.- Se trata de otro combustible mineral de origen orgánico, cuya cantidad de carbono
oscila entre un 45 y un 85 % de carbono dependiendo de la concentración en el
yacimiento. De este combustible se pueden clasificar tres variedades que son la hulla
magra o seca, la hulla grasa y la hulla semi seca que tienen variaciones en cuanto a su
efectividad como combustible.
Gas natural.- Este es un combustible fósil del tipo gaseoso, se trata de un compuesto
gaseoso cuya composición principal es la del gas metano, este gas es el producto de la
descomposición de cadáveres de los seres vivos y que se suele acumular bajo tierra bajo
la presión. Se utiliza tanto como combustible industrial como para uso hogareño
(calefacción, calentado de agua, cocinar, etc.), y para uso de algunos vehículos
automotores.
El gas natural, así como el gas licuado de petróleo son dos de los combustibles más
comunes actualmente para uso doméstico. En la foto flama producida en una estufa de
gas.
Gas licuado de petróleo.- Se trata de una mezcla de los gases butano y propano que se
obtienen tras procesos de refinamiento del petróleo o en su caso como un subproducto
tras la extracción y refinamiento del gas natural. Se suele utilizar principalmente como
combustible doméstico y para su uso en algunos vehículos.
Es un combustible conocido por el ser humano y cuyo uso se conoce desde tiempos de
culturas como la egipcia (en los procesos de momificación), y otros pueblos tanto para
combustible de lámparas, antorchas, e incluso como arma incandescente junto a otros
elementos incendiarios.
Del petróleo se derivan otros combustibles cuya composición química particular cambia,
es el caso de la gasolina, el diesel, la nafta, el fuel oíl, el kerosén, y otros, mismos a los
que se les dan variados usos en especial en distintos motores de vehículos (terrestres,
acuáticos y aéreos).
Además de su uso como combustible, de esta sustancia tras varios procesos petroquímicos
se obtienen distintos materiales como por ejemplo los plásticos, sustancias que también
pueden utilizarse como materiales combustibles por ejemplo al quemarse.
Principales Combustibles fósiles derivados del petróleo:
Gasolina.- Se trata de una mezcla líquida de hidrocarburos derivados del petróleo que
son altamente volátiles. Se usa principalmente como combustible para autobuses, coches,
motocicletas y otros vehículos similares. Existen distintos tipos de gasolinas mismas que
varían tanto en el octanaje como en la presencia o no de algunos elementos particulares
como el plomo, el azufre y otros, que inciden en el mayor o menor octanaje. De entre
estas las más comunes actualmente, son similares a las gasolinas Premium (de 92
octanos), y a la y la Magna (de 87 octanos). Sin embargo eso varía de país en país, ya que
la cantidad de octanos depende tanto de las regulaciones y especificaciones optimas según
los requerimientos automotrices, como las regulaciones ambientales y las
especificaciones técnicas de las refinerías. Siendo que por ejemplo en México existieron
gasolinas con octanajes de 70 (la Mexolina en 1938), de 80 octanos (la Supermexolina),
de 90 octanos (la Gasolmex en 1956), de 100 octanos (la Pemex 100), en la década del
60, y la gasolina Nova (de 81 octanos), hasta las actuales de 87 y 92 octanos
estandarizadas en México. De la misma manera los tipos de gasolinas varían en dichos
octanajes y en la presencia o no de los elementos que permiten dicho octanaje como el
tetraetilo de plomo, azufre y otras sustancias que actúan como catalizadores que
incrementan el octanaje.
Se trata de una mezcla líquida de hidrocarburos derivados del petróleo que son altamente
volátiles. Existen varios tipos de gasolinas que varían tanto en algunas sustancias
presentes, así como en el octanaje de la misma.
Diesel.- Es otro combustible líquido derivado del petróleo, este si bien es bastante volátil
comparándolo por ejemplo con la gasolina, presenta menor volatilidad (cualidad que lo
hace menos proclive a incendiarse como la gasolina por ejemplo en vehículos
automotores). Sus moléculas son más pesadas que el kerosén y las gasolinas, se suele
utilizar en máquinas de compresión-descompresión como vehículos pesados y
recientemente en varios coches.
Keroseno o Kerosén.- Se trata de otro liquido combustible derivado del petróleo, al igual
que todos los derivados del petróleo es inflamable, razón por la que es utilizado
principalmente para su uso en estufas y lámparas, así como para ser quemado y producir
electricidad entre otros usos.
Hasta hace pocas décadas era común el uso de lámparas de queroseno para iluminarse en
las noches. En la foto lámpara de Keroseno.
Fuel oíl.- Es otro derivado del petróleo que se utiliza principalmente como combustible
industrial, tanto en máquinas, así como para la generación de electricidad (quemándolo),
así como su uso como combustible de embarcaciones.