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PRESENTACION

NOMBRE:
MATRICULA:

FACILITADOR: FRANCISCO VASQUEZ C.

MATERIA: FILOSOFIA LOGICA Y JURIDICA

TEMA: IV

FECHA: 26/09/2017
1-Redacte una escrito acerca del Derecho como norma y como hecho.
Una norma jurídica es una prescripción dirigida a la ordenación del
comportamiento humano prescrita por una autoridad cuyo incumplimiento puede llevar a
una sanción. Generalmente, impone deberes y confiere derechos.

Hecho jurídico es todo fenómeno de la naturaleza o del comportamiento


humano que el legislador considere atribuirle consecuencia jurídica.1

Los hechos jurídicos son calificados por el derecho de acuerdo a ciertos valores,
atribuyéndoles determinadas consecuencias, configurándolos y tipificándolos
objetivamente como integrantes del supuesto de la norma, llámese ésta: ley,
tratado, ordenanza, decreto, resolución, costumbre, precedente judicial, principio
general del Derecho, contrato, testamento, etc. Es decir, son esa inmensa
variedad de hechos naturales o sociales que por la trascendencia que tienen en la
vida de relación del ser humano son configurados abstractamente en el supuesto
de hecho de las normas que integran el ordenamiento jurídico, enlazándose
determinados efectos, constitutivos, modificativos o extintivos de relaciones
jurídicas. Por eso se dice que los hechos jurídicos son los que están previstos por
el ordenamiento jurídico o, también, que son los hechos que están insertos en la
estructura de la norma, constituyendo el contenido del supuesto normativo. 2

Los hechos son acontecimientos susceptibles de ser percibidos por nuestros


sentidos. Todos ellos pueden analizarse según distintos criterios:

De acuerdo con su origen, los hechos son humanos o naturales.

De acuerdo con las consecuencias que producen son hechos simples o hechos
jurídicos (ambos tipos pueden ser humanos o naturales)

Quiere decir que muchos hechos, sean naturales o humanos, pueden tener un
contenido únicamente estético, sentimental, etc. (un atardecer, escribir un poema
a la persona querida); vale decir que no tienen relevancia alguna para el derecho.

Pero hay otros que tienen directa incidencia en el derecho. A éstos se los
denomina hechos jurídicos. Según el Código Civil Argentino un hecho jurídico es
un acontecimiento que, conforme al ordenamiento jurídico, produce el nacimiento,
modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas.
Un hecho jurídico es el antecedente o la causa de una relación jurídica.
Una norma jurídica parte siempre de un presupuesto de hecho para
posteriormente regular las consecuencias que ello tiene en el área del Derecho. El
presupuesto de hecho de la norma es un hecho jurídico. Es habitual que
en derecho procesal se establezca que una sentencia judicial explique dos
aspectos: hechos jurídicos que se entienden probados, y fundamentos de derecho
a aplicar a tales hechos. Así, el fallo o sentencia vendrá fundamentado por estas
dos categorías. Según Ortolán: «La función de los hechos en la jurisprudencia es
función eficiente.»

Es importante distinguir, dentro de los hechos jurídicos en sentido amplio, los


llamados actos jurídicos y los hechos jurídicos en sentido estricto. Un hecho
jurídico en sentido estricto no tiene por qué ser voluntario ni controlable por la
persona, mientras que en un acto jurídico, la voluntad de la persona es esencial.
Por lo tanto, todos los actos jurídicos son hechos jurídicos, pero no todos los
hechos jurídicos son actos jurídicos.

 Ejemplos de hechos jurídicos:


 La muerte
 La promulgación de una Ley.
 El nacimiento de una persona.
 Una declaración de guerra.
 Una catástrofe humana (genocidios, golpes de estado, etc.)

 Ejemplos de hechos jurídicos que además son actos jurídicos (Nota: todos los
actos jurídicos son además hechos jurídicos pero no a la inversa):
 La firma de un contrato.
 El otorgamiento del consentimiento matrimonial.
 Otorgar testamento
 Las inscripciones registrales
2. Enumere las características de la norma jurídica.

1.- La bilateralidad

Resume uno de los efectos fundamentales de la norma jurídica y, en general, del


propio ordenamiento jurídico. La ordenación de la vida de los hombres en su fase
exterior, en sus interferencias intersubjetivas, se realiza a través de la legitimación
en algunos sujetos a exigir de otros determinados comportamientos, y en otras
personas la creación del deber de cumplir con comportamientos que pueden ser
exigidos por otros. Es decir, la norma jurídica crea deberes y derechos. La norma
jurídica no es sólo un imperativo de la conducta, no sólo impone en una persona el
deber de actuar en una cierta forma, sino que, al propio tiempo, autoriza a otra
persona para que pueda exigir del obligado el incumplimiento del deber. No se
observa en ninguna otra clase de normas esta particularidad, porque tanto la
norma moral como la de los convencionalismos imponen, efectivamente, deberes,
y si no los impusieran no serían normas; pero no facultan a ninguna otra persona a
exigir del obligado el cumplimiento de la conducta impuesta.

Este efecto, propio de la norma jurídica, de producir un deber jurídico en una


persona y un derecho en otra, se realiza de manera automática al producirse la
coincidencia de una forma de conducta con la previsión legislativa. Cuando una
norma dice que quien adquiera un objeto está en obligación de pagar el precio, en
el propio instante en que la persona adquiere el objeto, y sin que medie para ello
su actividad sucesiva, nace el deber de pagar el precio, y correlativamente el
derecho por parte del vendedor de exigir del comprador el pago de ese precio. Es
importante insistir que esta característica de la bilateralidad, no se consigue en las
normas que integran los otros sistemas que regulan la conducta de los hombres.

2.- La Coercibilidad es la otra característica fundamental de la norma del


Derecho. Si bien a través de la bilateralidad se observa que la norma postula un
deber jurídico que debe ser cumplido por parte del obligado, el sólo hecho de que
ese deber jurídico sea impuesto no es suficiente para su cumplimiento. Con
respecto a la norma moral no sucede lo mismo, porque cuando una persona está
obligada al deber moral, lo está en vista de que el contenido del deber es valioso.
La norma jurídica postula un deber que no necesita ser valioso para ser
obligatorio.

Sin embargo, a la sociedad interesa que ese deber se realice, porque el


cumplimiento en general de los deberes jurídicos es el postulado fundamental para
la vida colectiva del hombre. Por ello no se limita el ordenamiento jurídico a
imperar, es decir, a crear deberes y derechos correlativos, sino, además, para el
caso de que el deber no sea cumplido predispone la posibilidad de la imposición
de una sanción por parte del órgano competente del Estado.

Coercibilidad no significa que en caso de incumplimiento de la norma jurídica, o en


otras palabras, en caso de que el deber jurídico impuesto por la norma no sea
cumplido, sobrevenga necesariamente un acto coactivo. No puede significar eso,
porque en muchísimas oportunidades se da el caso de que es violado el deber
impuesto por la norma y no sobreviene la sanción, y, en consecuencia, si la
coercibilidad como característica fundamental de la norma fuese sanción en acto,
sanción necesaria, al no producirse ésta dejaría de existir la norma como norma
jurídica. La coercibilidad significa algo diferente: quiere decir sanción en potencia.
A través de este carácter se expresa que, en caso de violación del deber impuesto
por la norma jurídica debe sobrevenir una sanción por parte del Órgano
competente del Estado.

3.- La Generalidad se ubica asimismo como carácter fundamental de la norma


jurídica. Se hace consistir a la generalidad en lo siguiente: la norma jurídica prevé
para categorías de personas y no para personas en particular.

En efecto, si se analizan las formas de la conducta humana, se tiene como


consecuencia inmediata que ésta puede tener una variedad infinita de aspectos, y
si el Derecho fuese a regularla tomando en cuenta cada caso particular de
conducta que se va produciendo, el ordenamiento jurídico tendría que estar
integrado por una serie infinita de normas casuísticas. Ello, desde un punto de
vista práctico, es absolutamente imposible y, en consecuencia, el legislador tiene
que prever el comportamiento de los hombres no para cada hombre en particular,
sino para categorías de hombres o categorías de situaciones en las cuales pueden
encontrarse los hombres. Por tal razón no habla la ley frecuentemente de que
“Pedro Pérez” debe pagar a “Juan Hernández” la suma de tanto, sino que el
deudor está en la obligación de pagar, y en consecuencia todas aquellas personas
cuyas características circunstanciales coincidan con las notas distintivas del
deudor estarán en la obligación de cumplir con el pago de lo debido.

La generalidad consiste, pues, en que la norma jurídica procede a regular la


conducta no indicando de manera directa cómo debe ser el comportamiento de
una persona en particular, sino procediendo a través de la fijación de categorías
de sujetos abstractamente determinados. Se refiere, pues, a las personas, en vista
de que tengan tal o cual condición: a los acreedores, a la esposa, al juez, a los
padres, entre otros. Por supuesto que esta generalidad plantea el problema de la
aplicación de la norma al caso concreto, pues la sola formulación de cómo debe
comportarse una categoría de personas no tendría una relevancia práctica. Lo
importante es que la disposición general pueda ser aplicada a los casos que se
presentan en la vida real, y esto es posible luego de la determinación, en el caso
concreto, de, características que coincidan con aquellas previstas por el legislador
en el supuesto normativo. Cuando hay una coincidencia de características entre
las del caso concreto y las de la previsión del legislador, entonces al caso concreto
se aplica la consecuencia jurídica prevista por la norma.

Cabe observar que la generalidad no ha sido enfocada de igual manera por todos
los autores, ni creen algunos que ella sea efectivamente un carácter de la norma
jurídica. De una parte encontramos autores, como Planiol y Dabin, que están de
acuerdo en que efectivamente la generalidad es un carácter propio de la norma
jurídica. Para Planiol, toda prescripción de la autoridad pública que no deba ser
ejecutada más de una vez no es ley, es decir, no es norma. Las normas jurídicas
deben ser generales, según esto, porque sólo aquéllas que no se agotan con la
presentación de un caso concreto, que son las normas generales, pueden ser
aplicadas más de una vez. No sería aplicable sino una sola vez aquella
disposición a través de la cual, por ejemplo, se dijese Pedro Pérez tiene que pagar
a Juan Hernández tal suma de dinero. Por lo contrario, no se agota en una sola
aplicación la norma que dice el deudor: debe pagar su obligación, porque la norma
se aplicará, a tantos casos concretos que se presenten cuántos sean aquellos que
revistan los caracteres del deudor.

Para Dabin, las reglas tienen que ser siempre generales, aun cuando ellas estén
llamadas a particularizarse a través de su realización en el caso concreto. Según
Dabin, las reglas, al particularizarse, dejan de ser normas jurídicas, y las
sentencias o el contrato no son normas sino disposiciones de aplicación de las
normas generales del Derecho, que no revisten el carácter de la generalidad, y por
consiguiente de las verdaderas disposiciones normativas.

4.- La Abstracción. Así como se entiende por generalidad el que la norma


dispone para categorías de sujetos abstractamente determinados, se llega a
concebir la abstracción en el sentido de que la norma no dispone para casos
concretos, para hechos particularmente determinados, sino para categorías de
hechos, es decir, para “tipos”. Cabe aquí decir lo que se afirma con respecto de la
generalidad la cual, refiérese más que todo a la abstracción de las personas. La
norma no puede prever para cada uno de los casos concretos en particular, y en
consecuencia tiene que abstraer de las diferentes categorías de casos concretos
las notas fundamentales con los fines de construir “tipos” los cuales van a integrar
el supuesto normativo. En vista de que estos tipos están formados por los
caracteres fundamentales de grandes grupos de hechos concretos de conducta,
cuando cualquier hecho concreto de conducta coincida con el «tipo» legal,
engendrará una consecuencia de Derecho.

En este sentido, se advierte que la abstracción y la generalidad casi coinciden,


aun cuando, según algunos autores, la abstracción se refiere a que la norma no
procede decidiendo casos concretos, y la generalidad a que la norma no procede
decidiendo casos personales. Del Vecchio, por su parte, concibe la generalidad
tanto como abstracción del caso concreto como abstracción de la persona
individual, englobando en la generalidad, pues, también la abstracción.

Cabe también observar que la norma jurídica no procede siempre a regular


abstractamente. Antes bien, con una gran frecuencia regula los casos concretos
en vez de casos generales, y tal sucede con todas las normas jurídicas
individualizadas: con el contrato, con la sentencia y con la decisión administrativa.
En oposición a lo que podría llamarse normas abstractas, éstas podrían llevar el
nombre de normas concretas, en vista, pues, de que se refieren a casos concretos
en particular.

Finalmente se debe señalar que la abstracción, en vista de que hay normas que
no son abstractas, no constituye un carácter constante de la norma jurídica.

5.- La Legitimidad. Consiste en que la norma, para ser obligatoria, debe cumplir
con determinados requisitos establecidos en el propio ordenamiento jurídico al
cual esta pertenece. Una norma no se hace obligatoria si en su nacimiento no ha
cumplido con todos los requisitos que la sociedad estipula como necesarios a los
fines de que engendre deberes y derechos. De esta manera, si se encuentra una
ley de alquileres que no ha cumplido las formalidades previstas en las leyes que a
su vez, tienen por objeto regular el nacimiento de las normas en el sistema jurídico
venezolano, la tal ley de alquileres no llega a constituirse en norma jurídica y por
ende no se hace obligatoria.

La legitimidad, sin embargo, no debe tampoco ser considerada como un carácter


de la norma jurídica, sino antes bien como un antecedente de la juridicidad de la
norma. La norma no llega a ser jurídica sin ser legítima, porque sólo si su
nacimiento se ha verificado conforme al procedimiento establecido en la
legislación respectiva llega a hacerse regla jurídica. Se puede concebir a la
legitimidad como un requisito de la juridicidad. La norma, al ser jurídica, ya se
entiende que debe haber sido legítima. La norma moral tiene también que ser
legítima, sólo que su legitimidad, la razón de la vigencia, estriba no en un
procedimiento que ha debido seguir para nacer, sino en lo valioso de la conducta
que impone.

No quiere decir esto que la norma jurídica no tenga que ser legítima: antes bien,
para ser jurídica tiene que ser legítima. Quiere decir más bien que la juridicidad es
un antecedente de la norma, el cumplimiento de todos los pasos necesarios para
que la regla de conducta llegue a ser norma jurídica. No por ser jurídica la norma
va a ser legítima, sino, por el contrario, en vista de que es legítima es jurídica. No
se puede decir lo mismo con referencia a la coercibilidad ni a la bilateralidad, las
cuales dependen de la juridicidad de la norma. La norma, por el hecho de ser
jurídica, es bilateral y es coercible.

La legitimidad supone una serie de problemas tales como el examen de la


legislación dentro de la cual rige una norma jurídica determinada a los fines de
comprobar si efectivamente es obligatoria, o, lo que es lo mismo, si es,
efectivamente, jurídica (por ser legítima). También es interesante el problema que
plantea la legitimidad de las normas jurídicas individualizadas, pues en su
producción deben llenarse los requisitos formales exigidos por la legislación.

6.- La Permanencia. También se entiende como otro carácter propio de la norma


jurídica. De acuerdo con lo que sostiene Legaz Lacambra, al decir que la norma es
permanente, no se quiere significar que ella sea eterna, que rija infinitamente en el
tiempo, dado que existen normas jurídicas en las cuales el legislador determina
previamente el tiempo de su duración. Lo que significa la permanencia es que la
norma jurídica no dispone sólo por el tiempo que dure la vida de quienes la han
dictado, o para sus primeros destinatarios, sino para regir durante todo el tiempo
de su existencia hasta que no venga una nueva norma jurídica a derogarla, o
hasta que no se cumplan las condiciones que fueron establecidas por el legislador
para que cese su vigencia. La norma jurídica, en tanto que no sea formalmente
derogada, subsiste como norma y no puede ser ignorada por quien la haya
establecido.
En realidad parece que la permanencia no sea tampoco un carácter constante de
la norma jurídica, sobre todo si se hace referencia al concepto natural que quiere
significar. La norma jurídica no es que sea permanente sino cosa distinta que tiene
su período de validez: período éste que va a estar determinado o bien por las
disposiciones del la propia norma, que a veces fija el período de la vigencia, su
propia duración, o bien por otras normas del Estado que pueden disponer la
manera en que las normas serán derogas.

Asimismo cabe observar que existen normas que se agotan en su aplicación a un


caso sólo, como las normas individualizadas, que por consiguiente no participan
de ninguna clase de permanencia, ni aun en el sentido figurado de que los autores
suelen indicarlo. Por lo tanto, tampoco la permanencia constituye un carácter
constante de la norma jurídica. No se puede decir lo mismo con respecto de la
bilateralidad y la coercibilidad, a las cuales nos referimos al principio porque tanto
la bilateralidad como la coercibilidad existen de manera constante en toda norma
de Derecho. Hay normas que aparentemente no tienen sanción como son aquellas
que disponen, por ejemplo, que los padres deben honrar a sus hijos, y no prever
para el caso de violación un acto coactivo. Sin embargo, lo que sucede es que no
son normas jurídicas en el sentido estricto, sino simples declaraciones de
principios contenidas en los códigos o en los cuerpos legislativos y la sola
inclusión de una declaración o de un grupo de palabras en un cuerpo de leyes no
supone que será norma jurídica. Una norma jurídica debe estar integrada por un
supuesto normativo y una consecuencia jurídica y, además, por una sanción
aplicable en el caso de que la consecuencia no sea cumplida; y cuando las
declaraciones de principios o cosas semejantes que se encuentran en los cuerpos
de leyes no llenan estos requisitos, no son normas jurídicas. Por último, cabe
advertir que en los códigos y las leyes se encuentran a veces disposiciones que
parecen ser incompletas y no tener sanción, y lo que sucede es, en realidad, que
forman parte de otro grupo de disposiciones, las cuales, en conjunto, integran una
norma jurídica.
3. Como resolver las controversias de las normas.
Como es bien sabido el Derecho Internacional Privado es el conjunto de normas
jurídicas nacionales y supranacionales de derecho público que tienen por objeto
solucionar controversias de carácter interestatal o internacional mediante la
elección del juez competente para dirimirlas, de la ley aplicable de fondo que
directamente les dará una solución directa derechos de más de una entidad
Federativa o de un Estado soberano que converjan en un aspecto determinado de
la situación concreta. De la definición que el maestro Contreras Vaca podemos
darnos cuenta que el objeto principal del Derecho Internacional Privado es la
solución de las controversias que se presentan derivadas del trafico jurídico
internacional para lo cual se debe dar adecuada regulación a los casos de
relaciones privadas internacionales, lo cual puede hacerse mediante el método
conflictual a los otros medios de regulación normativa ubicados dentro del
Derecho Internacional Privado.

La convergencia de normas jurídicas o conflicto de leyes es el objeto principal del


Derecho Internacional Privado, es por ello que este texto está destinado a conocer
a que se refiere el concepto de convergencia de normas jurídicas o conflicto de
leyes, sus elementos y características, etc. con el objeto de identificar cuándo
estamos en presencia de estos y poder encaminar a una solución.

Definición

El maestro Contreras Vaca nos dice que la


Convergencia de Normas Jurídicas “surge en una controversia específica, cuando
existen elementos (puntos de conexión o contacto) que para regular un
determinado aspecto de la situación concreta la vinculan con dos o más normas
jurídicas diversas, sin importar su contenido es acorde o está en evidente
contradicción”.

Se trata de resolver un problema de carácter nacional o supranacional al elegir


una norma jurídica de entre aquellas con la que la situación concreta tiene puntos
de contacto a efecto de utilizarla para resolver el fondo de la controversia o al
ordenar la aplicación de un derecho específicamente creado para que, de manera
directa, se soluciones un problema sometido a proceso en el convengan las
normas con diverso ámbito espacial de validez original.

Tipos de convergencias de Normas Jurídicas o de Conflictos de Leyes.


1. a) Es el conflicto entre dos leyes sucesivas de un mismo país. Regularmente se
presenta cuando una ley modifica o deroga a una anterior, no hay conflicto alguno:
la única ley vigente es la última. Sólo puede existir un conflicto de leyes de tiempo
cuando la constitución estableciera normas de derecho transitorio, en este caso la
ley anterior no podría ser derogada sino en la medida que lo permitiera el texto
constitucional, que le estaría prestando vigor, no obstante haber sido sustituida por
una ley nueva. Son contadas las constituciones que contienen normas de derecho
transitorio.
2. b) Es el conflicto entre las leyes que se hayan simultáneamente en vigor en dos
lugares distintos. Se presenta en una situación concreta en un aspecto
determinado que tenga puntos de conexión con legislaciones de diversos Estados
por lo que hay duda de a cuál de ellas debe aplicarse para dirimir la controversia.
3. c) Conflicto de leyes personales. Este el menos común y se presenta
principalmente en países de protectorado que continúan sometidos al régimen de
personalidad del derecho, ej., Los musulmanes y los Israelitas.
PUNTOS DE CONTACTO/ PUNTOS DE CONEXIÓN.
Los puntos de contacto son aquellos factores de relación que el Derecho
Internacional Privado reconoce con la finalidad de cumplir con su objetivo final, es
decir, vincular a una persona, cosa, situación, relación jurídica, etc., con un
ordenamiento jurídico nacional específico que las regule.

Francois Rigaux llama a esto pluralismo jurídico y lo


define como la situación en que “las mismas personas están sometidas a diversos
órdenes jurídicos independientes entre sí”. Es decir este llamado pluralismo
jurídico se presenta cuando las personas por circunstancias sociales, económicas
o patrimoniales se hallan conectados a sistemas jurídicos emanados de distintas
entidades soberanas, lo cual las hace someterse a estos sistemas en tanto
afectan a su esfera jurídica. Las circunstancias que las someten a estos sistemas
son los denominados puntos de contacto y quienes a su vez pueden estar en
convergencia con otro punto de contacto y de esta manera ligar a dos sistemas
creando una convergencia de normas o conflicto de leyes. Por ejemplo: una
persona puede estar casada por la ley de un estado”x”, con una persona de
nacionalidad “y”, tener bienes en un país “z” e inversiones en una empresa “n”,
etc.

CLASIFICACIÓN DE LOS CONFLICTOS DE LEYES.


Los conflictos de leyes pueden clasificarse de acuerdo a su complejidad y a según
sean nacionales o internacionales.

 Sencillos. Existe un solo aspecto de la situación jurídica al cual hay que determinar
el derecho de fondo aplicable, es decir, solucionar un solo punto de contacto que
ha originado el conflicto.
 Complejos. Cuando son varios aspectos de una controversia los que necesitan de
una elección de la norma jurídica aplicable.
 Nacionales. Este se presenta en particular en los sistemas federales, cuando la
legislación de ese Estado no es aplicable en todo el territorio por lo que se
generan convergencias de normas, sin embargo su solución es más sencilla ya
que en este tipo de conflicto existen normas superiores que pueden resolver de
fondo el conflicto o bien una autoridad jurisdiccional superior que conozca del
asunto y emita una resolución.
 Internacionales. Estos se presentan cuando en una situación jurídica concreta
convergen disposiciones jurídicas de varios Estados Soberanos.
El Derecho Internacional Privado es el encargado de establecer normas y
principios para elegir el derecho de fondo aplicable. Pero cabe destacar que son
los Estados Soberanos, quienes aplican el criterio que ellos consideren más
conveniente. Sin embargo los Estado por medio de los Tratados Internacionales
buscan una solución unificada que vuelva más fácil la solución que se presenten
entre sus países.

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