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Solidaridad
Para profundizar en el
servicio a los pobres
"...todo lo que
hicieron a uno de
estos pobres a mí
me lo hicieron...”
Mt. 25, 40)
2 Diócesis de Valdivia
2004 – Año de la Solidaridad
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2004 – Año de la Solidaridad
Hermanos y hermanas:
La tarea que tiene la Iglesia de ser voz de las profundas aspiraciones de nuestros pueblos a
la liberación es una dimensión constitutiva de su misión: ser sacramento de la íntima unión
de los hombres con Dios y de los hombres entre sí. El Evangelio sigue vigente y lleno de
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2004 – Año de la Solidaridad
desafíos. Nos dice que es preciso renacer en las aguas del Espíritu, vivir el amor al Señor
Jesucristo globalizando la solidaridad y mirar con los ojos del prójimo al Señor que dirá al
final en el juicio definitivo "todo lo que hicieron a uno de estos pobres a mí me lo hicieron".
(Mt. 25, 40).
SESION 1
CONOCER NUESTRO ENTORNO
CO N CE PT O S BA S IC O S DE AN AL ISIS SO C IAL . -
• Implantación del neoliberalismo como ideología "totalizante", que más allá de sus
dimensiones económicas incorpora visiones y prácticas de la política, la cultura, la
ética, la religión, la persona humana... basadas en la consideración del mercado, el
interés individual, y la competencia como motores de la historia. Se trata de una
auténtica idolatría que se enfrenta al plan de Dios.
• Asistimos al fenómeno de la invasión de lo político y lo cultural por lo económico: se
extiende un "pensamiento único" que sigue la lógica económica en detrimento de la
lógica política y ética, y de hecho, el criterio de juicio de cualquier relación social es su
eficacia económica.
• Así, entre otras cosas, se desdibuja la política tradicional, que ha dejado de ser la
búsqueda de proyectos sociales globalizantes, para limitarse a diferentes formas de
gestión de la economía.
• También en Chile, se acentúan algunos rasgos de esta dinámica: La gestión política ha
perdido toda posibilidad de eficacia: se administran recursos insuficientes para atender
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2004 – Año de la Solidaridad
a las necesidades, se limitan cada vez más las atribuciones del estado como garante del
bien común, se depende de decisiones tomadas por grupos económicos y financieros,
transnacionales, estados del norte... Paralelamente crece la corrupción y enseguida el
desprestigio de los políticos y de la actividad política como tal: baja participación,
populismo, ofertas autoritarias...
• En cuanto a la composición social, el fenómeno de la exclusión de amplios grupos
respecto al crecimiento económico, la participación social, los sistemas de bienestar
público, etc. dejan de ser un "efecto colateral" minoritario para convertirse en una
característica estructural del sistema. Las sociedades "duales", "de los tres tercios", "de
la exclusión", o comoquiera que las caractericemos, son el tipo de sociedades en que
vamos a vivir probablemente por mucho tiempo.
• ...
SESION 2
LA OPCIÓN POR LOS POBRES
“Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, entra en este mundo por la puerta de
Nazaret y de Belén, habiéndose despojado de poder y de gloria,
simplemente como uno de tantos. En el encuentro con la samaritana, (Jn. 4,
10 y ss.) Él que es el Señor y el Maestro, toma la iniciativa de acercarse a
ella y se presenta como un ser humano fatigado, necesitado de ayuda. Su
presencia no aplasta, no humilla, no asusta ni crea distancias. En nuestra
acción pastoral estamos llamados a dar pasos de descenso, de despojo de
nuestros bienes, de actitudes, mentalidades y prejuicios, para alcanzar al
otro allí donde él o ella se encuentre.
De Jesús aprendemos que Dios elige de preferencia a los pequeños y a los
pobres para evangelizar al mundo de su tiempo. En el texto que
comentamos trata con una persona triplemente excluida: por ser mujer, por
ser samaritana y por la situación de pecado en que ella vive. Recordar esta
verdad, y tenerla como criterio para nuestra acción evangelizadora, es
particularmente importante en una sociedad altamente competitiva en que los
débiles van quedando malheridos a la orilla del camino de la vida.”
(Conferencia Episcopal Chile. OOPP. 2001-2005. párrafos 176-177)
E n u n mu n d o e n que
q ue dos
d os ter cios de la huma
h uma nida d so n po bre s, y de sde
la fe en u n Dios Dio s qque,
ue, c om o Pa dre - Ma dre de tod os, está aten to
especialme nte a su s hhijo
ijo s e n pe or situac ió n, nos p regu
ión, reg u ntam os:
El servicio es un eje existencial en la vida de Jesús. El mismo dice que «no ha venido para
que le sirvan sino para servir (Mc 10,45). Dentro de esta vocación de servicio a las personas
Jesús manifiesta una preferencia clara por los pobres; de hecho, el ambiente que rodea a
Jesús lo forman una variada gama de personas que la sociedad judía tiene marginadas:
pecadores, publícanos prostitutas (Mc 2,16; Lc 15,1). En este grupo se encuentra el pueblo
sencillo, ignorante, minusvalorado, desconocedor de la Ley (Mc 9,42; Mt 10,42). Los
seguidores de Jesús constituyen un grupo cuya ignorancia religiosa y su comportamiento
moral les cerraban, según la convicción de la época, la puerta de acceso a la salvación.
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Con esta actitud Jesús testimonia que la marginación no tiene fundamento en Dios. La
gente lo sabe y acude a él esperando obtener su ayuda (Mc 1,32-34). Jesús no hace
beneficencia con esta actitud. Está anticipando en su acción la nueva sociedad que él
propone y en la que han de trabajar los que le den su adhesión. Por eso entre los suyos no
cabe el servir a Dios y al dinero (Mt 6,24). La comunidad ha de poner en común todo lo que
tienen para dar de comer al pueblo hambriento (Mc 6,38; 8,5-6; Mt 14,16-18; Jn 6,9-11; Lc
9,13-16). Es condición para seguirle el dejar todos los bienes para poder compartirlos con
los necesitados (Mc 10,17-22).
La actividad de Jesús como sanador ocupa un lugar notable en los evangelios. Las
sanaciones realizadas por Jesús revelan aspectos muy interesantes de su actuación. las
sanaciones de Jesús muestran su cercanía a los marginados. Los enfermos, y por causa de
ellos sus familias, tenían que soportar una situación de sospecha y marginación. La idea que
entonces se tenía de la enfermedad acentuaba esta condición social de marginación. El
hecho de que Jesús se acerque a ellos y se deje tocar por ellos, o de que los cure de formas
poco ortodoxas, era un atentado contra las normas de pureza que gobernaban la sociedad
palestina. Sus curaciones son un signo de que el Reinado de Dios está empezando a llegar.
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Los profetas habían anunciado que la curación de los cojos, ciegos, sordos, etc sería el
signo de que se cumplían las promesas de Dios. Jesús se refiere a esta profecía para explicar
sus curaciones (Mt 11,2-5 = Is 35,5-6).
• En aquellas sociedades que están sometidas a una fuerte presión social son más
frecuentes los casos de posesión entre los varones adultos, y también entre las mujeres
cuando éstas se encuentran sometidas a fuertes presiones familiares. La posesión es
como una válvula de escape, a través de la cual se liberan las tensiones (en nuestra
cultura este válvula no existe, y las tensiones se liberan de otra forma, o bien se
acumulan provocando estrés).
• Por otro lado, la posesión, que asigna un lugar marginal a las víctimas de la opresión
política o familiar, funciona también como válvula reguladora que asegura la
estabilidad del sistema social establecido, y en última instancia legitima las situaciones
que provocan la posesión. Por esta razón, aquellos a quienes más favorece el sistema
suelen reaccionar negativamente frente a quienes ponen en peligro esta válvula
reguladora. En el mundo antiguo lo hacían acusándolos de magia o de estar poseídos.
• En el mundo de Jesús había personas que tenían que soportar una autoridad abusiva
tanto en el ámbito público (político), como en el privado (parentesco). En el contexto
familiar, todos aquellos que estaban sometidos a la autoridad del paterfamilias, y
especialmente las mujeres, eran los más propensos a recurrir a la posesión para aliviar
las tensiones de la autoridad patriarcal (Mc 7,24-30; 9,14-27). Por el contrario, en el
contexto de la vida pública, la posesión afectaba sobre todo a varones adultos (Mc
1,23-28; 5,1-20).
• No es casual que sus acusadores sean miembros de la clase gobernante o de sus
funcionarios (Mc 3,22). Un dicho de Jesús muestra la hostilidad de Herodes Antipas
contra él, y pone de manifiesto que la causa por la que trataba de prenderle eran
precisamente sus exorcismos (Lc 13,31-33). Al interpretar la expulsión de los
demonios como un signo de la llegada del reinado de Dios, Jesús amenazaba la
estabilidad del orden social.
• Jesús explicó que él actuaba movido por el Espíritu de Dios, y que en sus exorcismos
se estaba librando un combate cósmico contra Satanás. La victoria sobre él era el signo
de la aurora del reinado de Dios. El signo de la llegada de este reinado era la
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Los evangelios narran con cierto detalle algunas comidas con personas que no gozaban de
buena reputación. (Mc 2,14-17; Lc 19,1-10). Y no sólo lo hacía él, sino que cuando envió a
sus discípulos a anunciar la buena noticia de la llegada del Reinado de Dios, les recomendó:
“quédense en la casa que los reciba, coman y beban de lo suyo” (Lc 10,7). Esta forma de
actuar suscitó importantes críticas contra Él. (Mc 2,16), y el mismo Jesús se hizo eco de
estas acusaciones (Lc 7,34). Esta acusación revela que tanto para Jesús como para sus
adversarios, las comidas con los pecadores eran un asunto capital.
Las comidas sirven, al mismo tiempo, para unir a los que las comparten y separarlos de los
demás, y por eso son muy eficaces para reforzar las líneas divisorias entre los grupos. Estas
fronteras se refuerzan de varias formas. La más importante es la comunión de mesa, es
decir, la comida nos une a aquellos con los que comemos y nos separa de aquellos con
quien nos está prohibido comer. El Judaísmo había acentuado todos estos elementos
confiriendo a las comidas un significado político-religioso, y asignándoles la función de
delimitar las fronteras entre los que pertenecían al pueblo de Israel y los que no. También
eran muy rígidas las normas acerca de los alimentos puros e impuros, y sobre los días en
que se debía ayunar.
Las comidas de Jesús tenían un enorme significado porque violaban casi todas estas
normas. Jesús comía con personas con las que un buen judío no debía compartir la mesa.
Además declaraba que todos los alimentos eran puros, y para colmo no observaba el ayuno
ni quería que sus discípulos lo hicieran (Mc 2,18-22). Al romper estos esquemas, Jesús
quiere romper estas fronteras que separan a los puros de los impuros. El sistema social que
aparece en sus comidas es el de una familia en la que todos son iguales.
Las comidas de Jesús tienen mucho que ver con la llegada del reinado de Dios. Esta
relación aparece en sus parábolas y en su predicación. Ya los profetas habían relacionado
las comidas con el cumplimiento de las promesas de Dios (Is 2). Jesús asume y amplía esta
relación. El reino es un gran banquete en el que los puestos de honor se organizan de otra
manera; un banquete al que hay que invitar sobre todo a los ciegos, cojos, lisiados,
indigentes, etc (Lc 14, 15-24). Jesús no renunció a este comportamiento porque sus
comidas expresaban y hacían presente el Reinado de Dios que anunciaba en su predicación.
La motivación de esta forma de actuar es que Dios actúa también así. Jesús
comía con los pecadores porque Dios no hace distinciones entre las ovejas del
redil y la extraviada, ni entre el hijo que se ha quedado en casa y el que se
marchó (Lc 15). Jesús justificaba su forma de actuar diciendo que Él imitaba la
actuación de su Padre. La finalidad de la actuación de Jesús es mostrar cómo el
Reinado de Dios ha comenzado a hacerse presente. Este fue el contenido
principal de su predicación: “El Reinado de Dios ha comenzado a llegar” (Mc
1,15), y también el centro de su oración: “Venga tu Reinado” (Lc 11,2). Jesús
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2004 – Año de la Solidaridad
1. Leemos Lc. 10, 25-37 (Parábola del samaritano) Tomamos conciencia del
“eje” del relato: “se compadeció de él” (Vers. 33) Es la experiencia de
compasión la que cambia el sentido de la historia, y hace que el samaritano,
en lugar de “tomar el otro lado”, “se acerque”.
SESION 3
LOS CRITERIOS DE LA SOLIDARIDAD
Una pregunta que algunos cristianos se hacen y que muchos no-católicos nos hacen es
por qué la Iglesia Católica se aventura a hablar de los problemas sociales. ¿No es eso más
bien tarea de los técnicos y de los científicos?¿Por qué no se preocupa de lo que Jesús le
habría encomendado: lo espiritual, el predicar la Misericordia de Dios, los sacramentos?.
como unido a las relaciones solidarias que las personas seamos capaces de realizar en
nuestra vida.
La Iglesia, al abordar los problemas sociales lo hace desde la perspectiva de los valores
fundamentales que están en juego. A la Iglesia no le corresponde opinar sobre cómo se
construye una casa. Pero si en esos elementos está en juego la dignidad de las personas y
sus derechos, porque por ejemplo, no se le pagaron salarios dignos a los obreros de la
construcción, entonces, en estos casos, los cristianos y la Iglesia no pueden callar.
Así el monto del salario del obrero, el desempleo, la situación de las familias sin casa, el
uso de la violencia para resolver conflictos sociales, el autoritarismo político que proscribe
algunos derechos humanos, etc. son tópicos sobre los que, por su dimensión ética-es decir
por estar ligados a la dignidad de la persona y a sus derechos inalienables, la Iglesia se ha
expresado públicamente acerca de ellos.
La Iglesia recibió de Jesús la misión de anunciar que el Padre Dios nos ama con un cariño y
ternura que superan y desbordan toda imaginación. Y con la propia vida y conducta los
cristianos debemos hacer creíble lo que confesamos abiertamente. Y la Doctrina Social no
es otra cosa que las orientaciones y enseñanzas acerca de cómo vivir nuestra fe en relación
con los desafíos que nos plantean las dimensiones sociales, económicas, políticas y
culturales de nuestra vida en sociedad; cómo ser coherente entre la fe que confesamos y la
conducta social.
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2004 – Año de la Solidaridad
La finalidad de la D.S.I. es, por consiguiente, orientar las conciencias y las conductas de los
cristianos para vivir la vida social de acuerdo con los valores del Evangelio de Jesús. Los
cristianos estamos llamados a construir la civilización del Amor, que haga posible una vida
social fundada en la verdad, en la justicia, en la libertad, en la igualdad y en el Amor. Es
decir, una sociedad donde sea posible y viable la comunión fraterna y la participación.
En la ecología:
Lo medular reside en la profunda y compleja relación entre persona y naturaleza. El
hombre, en su afán de progreso y dominio rompe muchas veces esta delicada y frágil
relación produciendo problemas y desastres que hicieron tomar conciencia de la dimensión
ecológica, es decir, integrada de la vida. El ser humano en sociedad, por su dignidad de
persona, está llamado a hacerse responsable del desarrollo de su vida, y esto presupone que
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2004 – Año de la Solidaridad
sea responsable por conservar y preservar la calidad de su medio ambiente para su sociedad
y para las generaciones futuras. Dios destinó la naturaleza, en la Creación, para el servicio
de todos los hombres. Y esto implica que tenemos la responsabilidad de cuidar proteger y
promover la vida física, la vida vegetal, la vida animal y la calidad de la vida también para
las generaciones futuras. No tenemos derecho a dejarles en herencia un mundo agotado,
contaminado, en una palabra inhumano.
sobre lo Socio-Económico
La dimensión socio-económica es esencial al desarrollo de las personas viviendo en
sociedad, que necesitan trabajar para procurarse los bienes necesarios con que satisfacer las
múltiples necesidades.
2. Un segundo principio es el valor y sentido del trabajo humano, de todo trabajo, porque
quien lo ejerce es una persona humana. La diversa valoración social de sus aportes
podría servir para iniciar la explicación de las diferencias en los salarios, pero nunca
esta diferencia debería ser tan enorme que genere abismales desigualdades sociales.
3. El tercer principio es la participación de las personas como sujetos de los procesos de
producción, distribución y consumo.
4. El cuarto principio es que todo el proceso de producción distribución y consumo debe
hacerse para el servicio del hombre, para que las personas se desarrollen.
5. El quinto principio es el rol positivo del Estado en la economía y en sus políticas
sociales en función de los grupos más pobres y marginados, para hacer más efectiva y
real la igualdad de oportunidades. Además el Estado debe dejar que los grupos
intermedios y las personas asuman su libertad. No debe coartarles la libertad a menos
que ésta vaya contra el bien común.
6. Por último es deber de todos cumplir con la sociedad, es decir, ser justos y solidarios.
PRINCIPIOS DESAFÍOS
SITUACIONES ORIENTADORES Y LÍNEAS DE ACCIÓN
MEDIO AMBIENTE
FAMILIA
JUSTICIA ECONÓMICA
SOCIO-POLÍTICA
VIDA INTERNACIONAL
SESION 4
LA SOLIDARIDAD EN LA PASTORAL ORGÁNICA
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2004 – Año de la Solidaridad
Hoy se habla de los pobres y se reza por ellos en todas las celebraciones litúrgicas. Sin
embargo, la pobreza, fruto de la injusticia y de la marginación social no preocupa, desde su
dimensión de fe, a la comunidad creyente ni ésta vive la exigencia de la Solidaridad. El
amor fraterno, que constituye el núcleo del Evangelio, suele ser una actividad marginal en
la pastoral. No tenemos en general una idea clara del contenido y exigencias de la
solidaridad y seguimos aferrados a una caridad de simple limosna, que en definitiva es lo
fácil. El Servicio de solidaridad despierta menos interés que la Catequesis y la Liturgia.
¿qué ocurriría si en una Parroquia los sacerdotes suprimieran cada domingo la homilía o
descuidaran habitualmente la catequesis? ¿Cómo se reaccionaría ante un párroco que no
celebrara la Eucaristía cada domingo?. Estos hechos concretos manifiestan claramente la
poca valoración del Servicio de Solidaridad en la pastoral de nuestras Parroquias.
Es el servicio, sobre todo a los pobres, el que hará creíbles el anuncio de la Palabra y la
celebración de la Eucaristía. La primitiva Iglesia vivió con fuerza estos tres rasgos
inseparables para ella:
Hoy como ayer, no es creíble el anuncio del Evangelio por parte de una comunidad, aunque
lo hagamos con los medios más modernos de comunicación, si a este anuncio no acompaña
el servicio de la justicia y de la solidaridad, si falta el testimonio serio de vida de la misma
comunidad. La comunidad creyente, como cada creyente, para ser creíble, tendrá que
anunciar la presencia del Reino de Dios con palabras y con obras.
Los creyentes fácilmente disociamos el culto y la justicia, olvidando que donde no hay
justicia y amor no cabe el culto a Dios. Es más bien un culto vacío. Sólo si recuperamos en
toda su hondura la Eucaristía como Cena del Señor, como memorial de la muerte y
resurrección del Señor, como acción de gracias y alabanza al Padre, podremos reavivar todo
el contenido de fraternidad, justicia y solidaridad que encierra. Sería una burla dar gracias a
Dios y disfrutar al mismo tiempo de un bienestar que nos hace olvidar las necesidades y
pobrezas de otros.
La Evangelización pasa por el Servicio de Solidaridad
La fe en este ser todos hijos de Dios y hermanos pide que toda la pastoral, absolutamente
toda, testimonie con hechos que de verdad lo creemos. No basta expresarlo con cantos y
rezos en la Liturgia o con gestos puntuales por ejemplo: colectas, cuaresma, ayuda a los
necesitados, etc., si deja intactos los valores, criterios, actitudes, situaciones y estructuras de
una cultura y una historia individualista e insolidaria. La comunidad creyente tiene que ser
consciente de que la dimensión caritativa y social es fundamental para ella porque está en la
misma raíz del ser Iglesia, Iglesia comunión, como en su misma raíz está igualmente su
preocupación por la educación en la fe y su preocupación por la celebración de la vida
sacramental.
Si a nuestras catequesis no les damos un contenido y una dimensión social; si nuestro culto
aparece disociado de las situaciones reales de la vida, todas nuestras elocuentes palabras
sobre el amor fraterno, sobre la justicia, pueden ser voces en el desierto y nuestra liturgia un
culto vacío.
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2004 – Año de la Solidaridad
La Iglesia exorcista:
♦ La comunidad se sitúa frente a la realidad como dominada por las fuerzas demoníacas,
con una visión pesimista del mundo.
♦ La Iglesia quiere cumplir una misión exorcisadora, y por tanto, los importanets en ella
son quienes buscan establecer orden; quedarán marginados los que fomenten la
transformación de la realidad, el “desorden”...
⇒ En esta imagen, lo importante son el culto y los sacramentos, la solidaridad tendrá una
función secundaria.
⇒ Se intenta paliar el dolor que la injusticia produce en los miebros más débiles de la
sociedad, para lo cual se organizan “obligaciones de caridad” en que algunos laicos
“ayudan” al clero...
La Iglesia:
“Arca de Salvación”
La Iglesia:
“Madre y Maestra”
♦ El mundo es una realidad menor de edad que hay que proteger y orientar. La Iglesia es
una madre protectora que cuida que el mundo no se desoriente y que nadie lo pervierta.
♦ Lo importante será lo doctrinal, y los importantes son quienes dirigen la sociedad.
♦ La relación con los poderes públicos ocupa la atención de la comunidad, y quedan
marginados los grupos y personas que no tienen influencia social.
Volvemos a preguntarnos...
SESION 5
ORGANIZACIÓN PARA LA SOLIDARIDAD
b) Decisión inspirada por la fe: Los análisis son necesarios, pero no son
causa del compromiso, sino consecuencia del mismo... El encuentro
personal con el señor es el que motiva el deseo de vivir como
servidores de los pobres. (Lc. 4, 14,21)
e) Con carácter permanente: No sólo para ratos “libres” o para una etapa
de la vida. En cada época y circunstancia, quizás de formas distintas,
pero siempre entregándonos.
Desde un p unto de vista operati vo, plani ficar co m porta da r respue sta
a diez cuestio nes básica s:
QU E se qu iere hacer
h acer (obje tiv os, pr opó sitos)
opósitos)
C U A NT O se qu iere hacer
h acer (meta s)
DO N D E se qu iere hacer
h acer (lo calizac ión física)
PARA QUÉ
POR QUÉ
QUÉ
CUÁNTO
DÓNDE
CÓMO
CUÁNDO
A QUIÉNES
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QUIÉNES
Plata
CON QUÉ
Materiales
Y para acabar...
Revisamos las orientaciones del
Año de la Solidaridad
Firma:
Diócesis de Valdivia 45
2004 – Año de la Solidaridad
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