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El estudio científico

de la mente
Desde que surgió la ciencia cognitiva hace unos cuarenta años hasta la actualidad,
hemos aprendido más del funcionamiento de nuestra mente que durante el resto de
la historia del conocimiento

CARLOS J. ÁLVAREZ GONZÁLEZ

L
a mente no puede estudiarse científica- que se asocie a la psicología con escuelas o
mente”. Resulta relativamente fácil es- tendencias concretas dentro de la misma:
cuchar este comentario entre la gente desgraciadamente, el psicoanalista continúa
de la calle e incluso, a veces, entre colegas siendo, para muchos, el prototipo de psicó-
científicos no familiarizados con la psicolo- logo.
gía. También es un argumento común en al-
gunas teorías de la mente y de la conducta
que no se caracterizan por sus simpatías ha-
cia el método científico -psicoanálisis, es-
cuelas humanistas, movimientos postmoder-
nos, etcétera-. Es obvio que las razones de
unos y otros son bien distintas. Por un lado,
para muchas personas, reducir nuestra acti-
vidad mental a leyes y modelos mecanicistas
sería como negar nuestra libertad y nuestra
creatividad. Por otro, algunos científicos
naturales consideran que no es comparable
la mente humana -inmaterial- con el objeto
de estudio de las ciencias duras -física, quí-
mica...-, siendo escépticos sobre la posibili-

Para muchas personas, reducir nuestra


actividad mental a leyes
y modelos mecanicistas sería
como negar nuestra libertad
y nuestra creatividad

dad del estudio de la primera. Lo cierto es


que estos argumentos, los unos y los otros,
suelen ser fruto del desconocimiento de qué
es y cómo trabaja la psicología científica.
Debido a la juventud de nuestra disciplina,
tenemos que convivir bajo el mismo nom-
bre con orientaciones pseudocientíficas e
incluso anticientíficas. De hecho no es raro Sigmund Freud, padre del psicoanálisis

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lidad, hemos aprendido más
del funcionamiento de
nuestra mente que durante
el resto de la historia del
conocimiento. Como
afirma Steven Pinker, di-
rector del Centro de Neuro-
ciencia Cognitiva del Insti-
tuto Tecnológico de Massa-
chusetts (MIT), gracias a
los avances teóricos y meto-
dológicos de la ciencia cog-
nitiva, hoy conocemos mu-
chos fenómenos del len-
guaje -y del resto de proce-
sos cognitivos, añadimos
nosotros- tan bien como el
funcionamiento de una cá-
mara fotográfica. Aunque
quizá peque de ambicioso, y
alineándome con el escepti-
cismo constructivo y cientí-
fico, me gustaría contribuir
con esta pequeña aporta-
ción a despejar en lo posible
las dudas de aquellos legos
en la materia sobre la posi-
bilidad del estudio cientí-
fico de la mente. Pensamos
que dicha duda, venga de
donde venga, se encuentra
peligrosamente próxima al
escepticismo radical y rela-
tivista que niega la validez
de la ciencia y la posibili-
dad misma del conoci-
miento certero, además de
En este artículo intentaré abordar, muy contribuir a meter en un mismo saco a posi-
sucintamente, cómo surge la psicología cog- ciones pseudocientíficas y científicas en la
nitiva actual -el enfoque predominante de la psicología.
psicología científica y parte integrante de lo
que se conoce como ciencia cognitiva-, cuá- LA REACCIÓN AL CONDUCTISMO
les son sus supuestos, sus métodos, así como Para entender el nacimiento de la psico-
algunas de sus contribuciones a la hora de logía cognitiva debemos situarnos en el pa-
desmontar argumentos pseudocientíficos y radigma dominante -en términos kuhnianos-
creencias falsas sobre la mente y el mundo. durante la primera mitad de siglo en psico-
Para aquéllos que no están familiarizados logía: el conductismo. Esta escuela surgió en
con la psicología, me gustaría dejar clara mi Estados Unidos, dentro de una tradición
postura desde el principio: 1) el método asociacionista, empirista y positivista de la
científico es la única alternativa viable y vá- mano de Watson y fue elaborada por otros
lida para entender la mente y la conducta destacados psicólogos como Skinner. Sus
humana, y 2) los procesos mentales, no obs- consignas, derivadas de la adhesión al posi-
tante su inobservabilidad directa, pueden tivismo lógico, eran muy claras: el único ca-
ser estudiados científicamente. mino válido era la ciencia natural y había
Podemos afirmar, sin temor a equivocar- que hacer de la Psicología una ciencia por
nos, que, desde que surgió la ciencia cogni- todos los medios. Para ello, era necesario
tiva hace unos cuarenta años hasta la actua- eliminar como objeto de estudio toda enti-

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dad inobservable directa-
mente, incluidos los cons-
tructos mentales hipotéti-
cos.
La mente no tenía ca-
bida dentro de la psicolo-
gía y el objeto de estudio
legítimo debía ser la con-
ducta, definida en térmi-
nos físicos y observables.
Además, cualquier con-
ducta humana o animal
está determinada por estí-
mulos también observa-
bles -definidos en térmi-
nos de magnitudes físicas-
y es adquirida a través de
un proceso de aprendizaje
mediante los principios
del condicionamiento
clásico y operante. Las le-
yes que relacionan estí-
mulos y respuestas fueron
estudiadas con profusión
en experimentos de labo- Pavlov, conocido por sus estudios sobre la relación
ratorio con animales, estímulo-respuesta en animales
toda vez que dichas leyes
son universales también desde el punto de Las limitaciones se van haciendo paten-
vista filogenético. tes en los desarrollos neoconductistas de los
Me parecen innegables las contribucio- años 50, cuando los propios investigadores -
nes positivas a la psicología del periodo de a excepción del conductismo radical de
hegemonía conductista: su énfasis en la ob- Skinner-, inspirados en Hull, comienzan a
jetividad y la experimentación, el rechazo a propugnar la utilidad de variables interme-
nociones mentalistas oscuras y metafísicas, dias en la explicación de la conducta. Estas
las leyes del aprendizaje, etcétera. Sin em- variables intermedias hacían referencia a
bargo, poco a poco, su programa de investi- conductas no observables, encubiertas, y,
gación comienza a entrar en crisis por dife- por tanto, con un tinte mentalista. Algo
rentes motivos. Para empezar, lo hace su no- cambiaba dentro de las filas conductistas:
ción parcial de ciencia. Además, se iban poco a poco, se aceptaba cierta forma de
marginando las conductas más interesantes mentalismo, de cognitivismo. Pero, aparte
y propiamente humanas en favor de conduc- de las limitaciones del propio conductismo,
tas simples y primarias. Por otro lado, las ca- se produjo una confluencia de factores de
denas asociativas estímulo-respuesta no diversa índole que contribuyeron al cambio
eran verdaderas explicaciones de la con- de perspectiva en psicología.
ducta humana, sino, en todo caso, descrip-
ciones, y la ciencia debe, sobre todo, expli- N ACE LA CIENCIA COGNITIVA
car. Un ejemplo de Eysenk y Keane [1990] A pesar de la indudable hegemonía del
lo ilustra muy bien: supongamos que pone- paradigma conductista, durante la década de
mos a alguien a resolver un problema difícil los años 40, existía un cierto movimiento de
-el estímulo- y esperamos veinte minutos científicos que se oponían radicalmente al
pacientemente a que lo resuelva -la res- conductismo. Un ejemplo destacado de este
puesta-. En este caso, es obvio que centrar- movimiento fue en 1948 el simposio de Hi-
nos en estímulos y respuesta observables ca- xon, en California, en el que un grupo de
rece de interés y no es informativo para ex- eminentes científicos de diversas discipli-
plicar lo realmente interesante: los proce- nas se reunió, poniendo los cimientos de lo
sos de pensamiento y las estrategias de reso- que se llamaría ciencia cognitiva. Desde el
lución de problemas. momento de su fundación, La ciencia cogni-

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B.F. Skinner, uno de los principales
desarrolladores del conductismo

gía estaban contribuyendo a este cambio.


Por un lado, la teoría de la comunicación de
Shannon, ingeniero del MIT interesado en
dispositivos electrónicos que procesan in-
formación, quien fue el primero en defender
que los dispositivos eléctricos podían abar-
car operaciones fundamentales de pensa-
miento [Gardner, 1985]. Shannon estaba
interesado en establecer leyes matemáticas
que explicaran el flujo de información a tra-
vés de un canal, puesto que la relación en-
tre input y output -entrada y salida de infor-

Resulta obvio que no existe nada


metafísico ni misterioso en los
procesos realizados por un programa
informático, y lo mismo es aplicable a
la mente humana

tiva nace con una vocación interdisciplinar. mación, respectivamente- no es perfecta.


Entre los asistentes a dicha conferencia, se Como la naturaleza física del canal era irre-
encontraban matemáticos (Von Neumann), levante, esta conceptualización resultó muy
neurofisiólogos (McCulloch), neuropsicólo- sugestiva para algunos psicólogos de la
gos (Lashley), etcétera. Este grupo de inves- época, quienes extendieron por analogía la
tigadores se caracterizó por su oposición a noción de canal a la descripción de la mente
los postulados conductistas y por un acuerdo humana, empleando sus conceptos y ecua-
común en que era necesario un nuevo y efi- ciones matemáticas. Esta analogía, aunque
caz enfoque en el estudio científico de la sugerente, resultó bastante imperfecta y fue
mente humana. Estaba gestándose la revolu- abandonada muy pronto (De Vega, 1984).
ción cognitiva. Tanto la teoría de la comunicación de
Una serie de factores ajenos a la psicolo- Shannon como la cibernética de Wiener -

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con su noción de retroalimentación y auto- procesos realizados por un programa infor-
control en dispositivos artificiales- dieron mático, y lo mismo es aplicable a la mente
lugar a la denominada teoría de la informa- humana. La mente podía ser estudiada, de
ción: la información podía concebirse inde- acuerdo con una analogía con los ordenado-
pendientemente de cualquier dispositivo res, como un dispositivo de procesamiento
concreto. “La información es la informa- de información; los procesos cognitivos o de
ción. No es materia ni energía. Ningún ma- pensamiento podían ser caracterizados
terialismo que pretenda rechazar esto puede como procesos de cómputo y, al igual que
sobrevivir” [Wiener, 1961, citado en Gard- los programas informáticos, podían ser ana-
ner, 1985]. Pero, además, entre los funda- lizados como una serie de operaciones ele-
mentos teóricos que dan lugar a la nueva mentales.
ciencia, no podemos olvidar las contribu- En el caso particular del lenguaje, una fi-
ciones de la lógica matemática al concepto gura fue decisiva en el disparo del choque de
de computación -sobre todo de Turing y su paradigmas más importante del siglo en psi-
máquina hipotética-, de la filosofía de Put- cología: la del lingüista Noam Chomsky,
nam, de los especialistas en computación quien en 1959 publicó una revisión teórica
Newell y Simon, etcétera. del libro Verbal behaviour de Skinner. Dicha
crítica fue demoledora para el asociacio-
LA ANALOGÍA DEL ORDENADOR
nismo y para las teorías conductistas sobre
Este tipo de conceptualizaciones, junto al la adquisición del lenguaje. Chomsky dejaba
auge de las ciencias del ordenador y la teo- bien claro que la competencia (los procesos
ría computacional, fue cristalizando en un mentales implicados en el lenguaje) era mu-
nuevo tipo de mentalismo que fue despla- cho más importante que la actuación -la
zando al conductismo. El hecho de que una conducta lingüística manifiesta y externa-,
máquina pudiera llevar a cabo operaciones y que la segunda no siempre era reflejo de la
inteligentes que, hasta ese momento, eran primera. Además, planteó una teoría revo-
exclusivamente humanas era algo total- lucionaria en lingüística -la gramática gene-
mente novedoso. Resulta obvio que no rativa transformacional- y defendió que los
existe nada metafísico ni misterioso en los fundamentos mentales básicos del lenguaje

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eran innatos, oponién- disciplinas: psicología,
dose también en esto a filosofía, lingüística,
los postulados conduc- informática, ingenie-
tistas. Resulta lógico ría, neurociencias, et-
que su teoría llamara la cétera.
atención de los primeros Existe cierto con-
psicólogos cognitivos, senso en que 1956 fue
provocando una fructí- el año de nacimiento
fera colaboración entre de la psicología del
la psicología y la lingüís- procesamiento de in-
tica. Algunos de los pri- formación, debido a la
meros psicólogos cogni- cantidad de publica-
tivos como Miller, Ga- ciones influyentes por
rrett, Mehler, etc. se de- parte de nuevos psicó-
dicaron a buscar confir- logos como Miller,
mación empírica, me- Bruner, Goodnow y
diante experimentos de Austin, así como por la
laboratorio, de las teo- proliferación de reu-
rías gramaticales de niones científicas. En-
Chomsky, dando lugar a tre éstas, habría que
una rama importante destacar la conferencia
dentro de la psicología que tuvo lugar en el
cognitiva: la psicolin- MIT, donde Chomsky
güística. Noam Chomsky presentó su teoría del
El filósofo Putnam lenguaje, Miller habló
fue aún más lejos de la capacidad de la
[Gardner, 1985]: la in-
A la psicología cognitiva memoria a corto plazo y
vención del ordenador le interesan, sobre todo, aquellos Newell y Simon expu-
y la aplicación de la no- procesos mentales que son sieron su influyente
ción de cómputo a la modelo computacional:
mente humana contri- universales o comunes a el general problem solver
buían a resolver el di- cualquier [Eysenck y Keane,
lema de Descartes o el 1990]. El nuevo para-
clásico problema de la ser humano digma cristaliza en una
relación entre cuerpo y publicación conside-
mente. Un mismo programa informático en rada por muchos como uno de los manifies-
dos máquinas distintas daba lugar a opera- tos fundacionales del mismo: la obra de Mi-
ciones de resolución de problemas estructu- ller, Galanter y Pribram [1960] quienes ha-
ralmente idénticas. Así pues, las operacio- blan de “planes y estructuras del comporta-
nes lógicas -o software- podían describirse miento”, y anuncian el fin del conductismo
de forma independiente del soporte físico - [De Vega, 1984; Gardner, 1985].
hardware-. La analogía era evidente: hard-
ware y software se relacionaban como el ce- CARACTERIZACIÓN DE LA PSICOLOGÍA COGNITIVA
rebro y la mente, con lo cual los procesos A finales de los 70, se llegó a un acuerdo ge-
mentales podían describirse y estudiarse neral: el paradigma del procesamiento de in-
con independencia del sistema nervioso. formación era la forma apropiada para el es-
Además, el mismo lenguaje simbólico podía tudio de la mente. Aunque excedería el ob-
ser empleado para describir los programas de jetivo del presente artículo el enumerar las
ambos sistemas, lo que produjo consecuen- características y postulados fundamentales
cias epistemológicas obvias para la inteli- de la nueva psicología, existen algunos ras-
gencia artificial. Resumiendo, la cognición gos definitorios que creemos necesario expo-
-las actividades inteligentes y de pensa- ner para caracterizar adecuadamente la dis-
miento- podía ser estudiada independiente- ciplina.
mente del soporte físico -sea éste un cerebro Para empezar, a la psicología cognitiva le
o una máquina-. Una nueva ciencia inter- interesan, sobre todo, aquellos procesos
disciplinaria había nacido, la ciencia cogni- mentales que son universales o comunes a
tiva, fruto de la colaboración entre distintas cualquier ser humano. Resulta difícil hacer

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ciencia de lo individual o lo idiosincrásico. La analogía del ordenador ha
Existe la hipótesis implícita de que la mente
responde a una arquitectura funcional espe- sido extremadamente eficaz,
cífica, lo cual es apoyado por el hecho de aportando a la psicología una serie de
que existan invariantes que expliquen que
todos los seres humanos, a pesar de la dispa- directrices, de vocavolario y de
ridad de experiencias y ambientes, desarro- instrumentación adecuada para el
llen aptitudes similares [Mehler y Dupoux, estudio de la mente
1990]. Es evidente que toda persona exhibe
procesos perceptivos, atencionales, tiene
memoria, tiene lenguaje, representaciones experimental también puede ser útil: un
mentales, razona, etcétera. Son precisa- ejemplo lo constituye la investigación en
mente estas capacidades las que conforman producción del lenguaje, donde el input es in-
el objeto de estudio de la psicología cogni- terno.
tiva. La analogía del ordenador ha sido extre-
La investigación será la encargada de di- madamente eficaz, aportando a la psicología
lucidar qué procesos son universales y cuáles una serie de directrices, de vocabulario y de
son específicos a un grupo de sujetos; por instrumentación adecuada para el estudio de
ello, las investigaciones con recién nacidos y la mente [de Vega, 1984]:
los trabajos transculturales son fundamenta-
les para determinar si un proceso concreto es 1. Directrices.
o no universal. Por ejemplo, gracias a sofisti- Para empezar, ha supuesto un metapostu-
cadas técnicas como la medición de succión lado sobre qué estudiar. Lógicamente, intere-
no nutritiva, se ha encontrado que ciertas saban más aquellos procesos automáticos, no
capacidades lingüísticas, como la discrimi- conscientes, similares a los que un ordenador
nación entre fonemas, están presentes desde puede llevar a cabo. La memoria, por ejem-
los primeros días de vida [Mehler y Dupoux, plo, es uno de los temas más fructíferos en
1990]. Sin embargo, existen subprocesos en cuanto a modelos teóricos e investigaciones
el reconocimiento de palabras que están mo- desarrolladas. Para algunos autores como Fo-
dulados por las características del idioma es- dor [1983], solamente los procesos no influi-
pecifico. Así, mientras que existe abundante dos por la consciencia, las ideas, los senti-
evidencia obtenida en el laboratorio sobre la mientos, etcétera, es decir, aquellos procesos
sílaba como unidad psicológica de procesa- modulares, autónomos y encapsulados con
miento encargada de activar nodos léxicos respecto al conocimiento general del orga-
en español [Álvarez et al., 1999], dicha evi- nismo, pueden ser explicados por la ciencia
dencia no se ha encontrado en inglés. (vgr., los sistemas de entrada que tienen que
A pesar del enorme abismo conceptual en- ver con los procesos perceptivos o el len-
tre el conductismo y la psicología cognitiva, guaje). Sin embargo, hay que reconocer que
ésta última representa estas directrices han li-
un continuismo res- mitado en buena me-
pecto al primero en dida el campo de estu-
cuanto al método. La dio, algo que se está co-
experimentación de la- menzando a superar.
boratorio es la metodo-
logía por antonomasia 2. Vocabulario.
de la psicología cogni- Los antiguos térmi-
tiva. Sólo los datos ob- nos mentalistas fueron
jetivos, empíricos, con- sustituidos por termino-
ductuales, obtenidos en logía del procesamiento
condiciones controla- de información, mucho
das son útiles para la más específica y con-
confirmación o refuta- creta. Términos como
ción de teorías. En ca- memoria operativa, reco-
sos muy concretos, dificación, búsqueda de
donde la manipulación información, etcétera,
de variables resulta di- son comunes en la psi-
fícil, la observación no cología cognitiva.

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3. Instrumentación. de cómo la investigación científica en psi-
La aparición de los ordenadores y tecno- cología cognitiva ha contribuido en estos
logía asociada no sólo ha influido en la psi- casi cincuenta años a rebatir muchas ideas
cología desde el punto de vista teórico. pseudocientíficas o intuitivas pero erróneas
Gracias a dichos avances, hoy podemos es- sobre la mente y sobre nuestra percepción
tudiar procesos que no hace mucho era im- del mundo. Tanto otros colegas como yo
pensable abordarlos. Por citar sólo algunos mismo esperamos profundizar en algunos de
ejemplos, la medición de respuestas con- estos temas en futuras ocasiones:
ductuales -tiempos de reacción- y la pre-
sentación de estímulos visuales y/o auditi- 1. Percepción.
vos con una resolución temporal de milise- Al contrario de lo que suele pensarse, el
gundos, el registro mediante infrarrojos de producto de nuestros mecanismos percepti-
los movimientos oculares en la investiga- vos no es un reflejo del estímulo o una co-
ción de los procesos de lectura, y las técni- pia del mundo real. El procesamiento no
cas de neuroimagen -PET, fMRI, etcétera- tiene lugar sólo de abajo arriba. Dicho de
o el registro de potenciales evocados del otro modo, lo que reciben nuestros órganos
cerebro. En este sentido, sensoriales es codificado y
puede observarse una transformado. Las ilusio-
aproximación paulatina nes perceptivas son más
entre la psicología cogni- comunes de lo que cree-
tiva y las neurociencias, mos y tienen su base en el
siendo cada vez más co- mismo funcionamiento de
mún encontrar investiga- nuestra percepción. Di-
ciones en las que la varia- chas ilusiones explican, en
ble dependiente no es la mayoría de los casos, las
conductual, sino neuro- visiones de objetos y entes
biológica. sobrenaturales o paranor-
El empleo del ordena- males: fantasmas, platillos
dor como herramienta volantes, etcétera.
para contrastar teorías y/o
modelos destaca en el caso 2. Memoria.
de los modelos de simula- La psicología cognitiva
ción, una metodología ge- ha demostrado que nuestra
nuinamente cognitiva. Se memoria no es un sistema
trata de reproducir en or- unitario, sino que está for-
denador el comportamiento inteligente hu- mado por varios subsistemas con propieda-
mano. Ello obliga al investigador a ser des específicas e incluso estructuras corti-
computacionalmente explícito a la hora de cales diferenciadas: memoria sensorial, me-
elaborar un modelo sobre cualquier proceso moria a corto plazo -memoria operativa- y
mental. En este sentido, es de destacar la memoria a largo plazo. Además, tampoco
aportación de psicólogos cognitivos al des- nuestra memoria es un almacén de informa-
arrollo de las redes neuronales artificiales: ción totalmente fiable. La memoria es se-
un ejemplo destacado lo constituye la no- lectiva y reconstructiva. Como ha demos-
ción de back propagation de Rumelhart, trado la psicóloga cognitiva Elizabeth Lof-
McClelland y el grupo PDP. De hecho, el tus -integrante del CSICOP y colaboradora
conexionismo o modelos de procesamiento habitual de The Skeptical Inquirer-, es rela-
humano basados en redes neuronales -pro- tivamente fácil crear recuerdos falsos in-
cesamiento distribuido y paralelo- supone cluso en condiciones de laboratorio. Gra-
para muchos un giro copernicano en psico- cias a sus investigaciones y a su campaña,
logía cognitiva, presentándose como una se han puesto en tela de juicio muchos ca-
alternativa al simbolismo computacional sos de supuestos recuerdos reprimidos -un
derivado de la analogía del ordenador. concepto psicoanalítico y pseudocientífico-
, obtenidos en su mayoría bajo hipnosis o
P SICOLOGÍA COGNITIVA Y PSEUDOCIENCIA mediante psicoterapia. Algunos ejemplos
La psicología no es ajena a la pugna en- de estos supuestos recuerdos reprimidos los
tre ciencia y pseudociencia. Por ello, me constituyen los recuerdos de abusos infanti-
gustaría terminar con una breve ilustración les que emergen cuando la supuesta víctima

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es adulta, la participación en rituales satá- de una enfermedad deben parecerse a sus
nicos o la abducción por extraterrestres. causas o a aquello con lo que se cura.
Con el tiempo, Loftus y otros han puesto de Además, numerosas investigaciones han
manifiesto que, en muchos casos, se trata de puesto de manifiesto que el ser humano co-
recuerdos falsos y han denunciado condenas mete frecuentes equivocaciones en la esti-
a inocentes por este tipo de testimonios, mación de probabilidades de eventos. Por
siendo uno de los más claros ejemplos de ejemplo: no solemos ser conscientes de un
ciencia contra pseudociencia (ver artículo fenómeno real y muy estudiado como es la
de Vern Bullough en el número 4 de EL ES- regresión a la media; muchas coincidencias
CÉPTICO). de eventos o casualidades, a las que las per-
sonas tienden a dar explicaciones sobrena-
3. Representaciones mentales y esque- turales, son realmente fruto del azar; y no
mas cognitivos. solemos tener en cuenta las probabilidades
Nuestros esquemas o sistemas de creen- previas de distintos fenómenos, lo que nos
cias modulan nuestra percepción y nuestra lleva invariablemente a conclusiones erró-
memoria tanto en los procesos de codifica- neas.
ción como en los de recuperación. Muchos En fin, sirvan estos pocos y apresurados
experimentos han demostrado que el re- ejemplos para responder a la pregunta con
cuerdo de textos o narraciones es distinto la que comenzábamos: la mente no sólo
dependiendo del esquema mental activado. puede ser estudiada científicamente, sino
Si esto ocurre en situaciones de laboratorio que, desde nuestra perspectiva, es la única
-con material artificial y esquemas induci- forma fiable de proceder, y los supuestos y
dos-, qué no ocurrirá con nuestros propios métodos de la psicología cognitiva se han
esquemas o creencias cuando percibimos es- mostrado extremadamente eficaces en esta
tímulos ambiguos o recuperamos informa- labor.
ción almacenada. En otras palabras, la Vir-
gen sólo la ven aquéllos que creen en ella. A GRADECIMIENTOS
Agradezco las sugerencias aportadas por
4. Pensamiento y razonamiento. el doctor Carlos Santamaría, colega y com-
Existe abundante evidencia sobre los ses- pañero de departamento, a la primera ver-
gos sistemáticos y predecibles en nuestro ra- sión de este manuscrito.
zonamiento cotidiano. Estos sesgos provo-
can que muchos juicios que hacemos acerca CARLOS J. ÁLVAREZ es profesor titular de Psicolingüís-
de la realidad sean erróneos. Entre los heu- tica del Departamento de Psicología Cognitiva, Social y
Organizacional de la Universidad de La Laguna (Tene-
rísticos más investigados, está el de accesi- rife).
bilidad que tiene que ver con el carácter se-
lectivo de nuestra memoria. Pongamos por Este artículo ha sido ilustrado con distintas imágenes uti-
lizadas para demostrar la subjetividad de la percepción
caso que somos creyentes en la adivinación. humana.
Si un echador de cartas acierta algo sobre
nosotros -quizá por puro azar-, recordaremos
ese hecho, pero no las múltiples cosas en las REFERENCIAS
que falló. Este ejemplo tiene también rela-
ción con el sesgo confirmatorio, según el Álvarez, C. J.; Alameda, J. M.; y Domínguez, A. [1999]: “El re-
cual nos inclinamos a recordar -y buscar- conocimiento de las palabras: procesamiento ortográfico y silá-
sólo aquella información que es consistente bico”. En De Vega , M; y Cuetos, F. (Eds.): Psicolingüística
con nuestras expectativas y/o creencias, del español. Trotta. Madrid.
desechando lo que no las confirme. Si cree- De Vega, M. [1984]: Introducción a la psicología cognitiva. Alianza
mos que existe una conspiración para encu- Editorial. Madrid.
brir la visita de extraterrestres, buscaremos Eysenck, M.W.; y Keane, M.T. [1990]: Cognitive psychology: a
evidencia de ello de forma desproporcio- student’s handbook. Erlbaum. Hillsdale.
nada, rechazando la evidencia que la con- Gardner, H. [1985]: La nueva ciencia de la mente [The mind’s new
tradiga [Gilovich, 1997]. Otro heurístico es science]. Paidós. Barcelona 1987.
el de representatividad: los efectos deben Gilovich, T.; y Savitsky, K. [1996]: “Like goes with like: The role
parecerse a sus causas. Este sesgo está en el of representativeness in erroneus and pseudoscientific beliefs”.
origen de los tratamientos de muchas de las The Skeptical Inquirer (Buffalo), Vol. 20, Nº 2.
medicinas antiguas y/o alternativas, como Mehler, J.; y Dupoux, E. [1990]: Nacer sabiendo [Naitre Hu-
la homeopatía. Se asume que los síntomas main]. Alianza Editorial. Madrid 1992.

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