Debido a que los virus carecen de capacidades metabólicas, dependen de
otros medios para superar las defensas del cuerpo y causar enfermedades. Los virus evitan las defensas corporales al multiplicarse dentro de las células huésped, donde los anticuerpos y otros componentes del sistema inmunológico no pueden alcanzarlos. El efecto que se produce en las células huésped durante la invasión vírica se denomina efecto citopático. El efecto citopático puede desarrollarse cuando el virus altera el metabolismo de la célula y evita que produzca componentes celulares esenciales. Alternativamente, el virus puede inducir a las células a adherirse juntas en una masa grande llamada sincitio. En algunos casos, el virus hace que los lisosomas de la célula liberen enzimas que luego destruyen la célula.