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Shadow Dancer de Master System: cuando

disfrutar de la recreativa en casa lo era


casi todo
 Pese a tratarse de una versión con grandes carencias
respecto a la original Arcade de 1989, mantiene la
esencia y presenta un apartado técnico imponente en 8
bits.
por Rafael L. Rego (Tiex) · 13 febrero, 2018
Shadow Dancer: The Secret of Shinobi (1991)

Arcade, Amiga, Amstrad CPC Commodore 64, Megadrive, Master System (Versión
Comentada), PC

Acción / Plataformas

Los problemas a la hora de realizar una versión de 8


Bits, directa del salón recreativo
La saga Shinobi es recordada por muchos, siendo su primera entrega uno de los baluartes
más representativos, aunque superada por posteriores entregas. Pero Shadow Dancer es
una de las entregas más olvidadas, o menos comentadas, y más si cabe su versión de 8
bits para Master System. Esta versión de la consola de SEGA se trata de una adaptación de
su homónimo Arcade, el cual se lanzó dos años antes para la placa SEGA System 18, con
mejor sonido y más potencia gráfica que su antecesora System 16, pero la cual no tuvo un
catálogo muy extenso de juegos.

Por un momento viajemos a principios de los 90, obviemos todas las versiones existentes
del juego: tanto Arcade, como de diferentes ordenadores o la tan diferente versión de
Megadrive. Situémonos en casa de cualquier chiquillo de la época y poseedor de una
Master System. Era otra época, una en la que nos maravillaban los Ninjas. Y poder
llevar a uno tan imponente, Takashi según la contraportada de la caja original, con la
posibilidad de mandar a atacar un perro, era increíble. Así lo sentí yo por aquel entonces,
además desconocía la versión Arcade.

No cabe duda que el primer enfrentamiento con Shadow Dancer es duro, se trata de un
juego muy difícil, casi realizado de esta forma para alargar la longitud del mismo, debido a
diferentes cosas de las que hablaré más adelante.Pero seguro que ese chiquillo quedaría
maravillado por los gráficos, ese tamaño de sprites se había visto muy poco, o nunca, en su
Master System. Por ello el juego sufriría de un parpadeo de sprites bastante considerable en
cuanto aparecían dos enemigos en pantalla, uno de sus defectos.

Aunque esta versión de Master System tiene gran parecido con la recreativa, a simple vista,
es cierto que sufre grandes carencias y en gran parte debido a la menor potencia de
Master System. Como comentaba antes, los sprites eran de un tamaño imponente, no
podían aparecer más de dos enemigos en pantalla debido a esto y las animaciones estaban
bastante recortadas respecto a la versión original. Nuestro protagonista va acompañado de
un perro, pero este no aparece en pantalla en todo momento, como si se puede ver en la
versión Arcade, y quedaba relegado a los ataques.

Por otro lado tenemos menos niveles para cada fase, recortando el nivel intermedio que
había en la versión Arcade, antes del enfrentamiento con el jefe final. Debido a esto el
juego tan solo cuenta con cuatro niveles, más cuatro jefes finales, lo que hace
extremadamente corto. Para alargar la vida del cartucho se recurrió a su dificultad, siendo
bastante grande y haciendo un uso excesivo del ensayo y error. Había que aprenderse los
niveles de forma precisa para poder terminar el juego. Además el juego tiene un control
algo más tosco y lento, más por ser adaptado a la versión de sobremesa de 8 bits, que por
mal realizado.

Pero no todo es malo: seguimos teniendo las dos alturas para los niveles, muy
representativo de la saga, todos los ataques de la versión original, sus imponentes magias,
acompañadas de un sonido de voz FX y los jefes finales. Con un pequeño detalle que
personalmente me maravillaba en su día, ese saludo inicial antes del enfrentamiento contra
el jefe, que curiosamente no existe en la versión original. Además las magias aumentaban
en un uso cada vez que recibimos un impacto y perdemos una vida, para ayudar durante el
transcurso de las fases. Estas se pueden usar en los jefes finales y son bastante útiles.
También se conservan las fases de bonus entre niveles, con gran parecido a la versión
original, aunque posiblemente con una mayor dificultad, y estas le dan variedad al juego.

En definitiva, Shadow Dancer de Master System es el claro ejemplo de las dificultades


que tiene una desarrolladora a la hora de adaptar un juego de salones Arcade a una
consola de sobremesa de 8 bits, más cuando quieres trasladar la experiencia más fiel
posible. Aunque si tenías la suerte de desconocer la recreativa, como le ocurrió a un
servidor en aquellos años, seguramente guardas un grato recuerdo de las horas
interminables que jugaste a este cartucho, adaptandote a su enorme dificultad, para
conseguir llegar un poco más lejos en cada partida.

No puedo olvidarme de mencionar la versión imponente de Amstrad, tan parecida a la


versión original Arcade, y la versión de Megadrive, una adaptación con el mismo concepto,
o parecido, pero siendo un juego totalmente diferente y que hacía las delicias de los
poseedores de la consola de 16 bits de SEGA.

La ilustración de la caja de la versión de Master System, con la que he decorado este


artículo, siempre ha tenido un encanto especial.

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