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A.

MARCO TEORICO
1. FIBRA MUSCULAR
El músculo estriado está formado por fibras musculares individuales que son
los “bloques de construcción” del sistema muscular en el mismo sentido que las
neuronas son los bloques de construcción del sistema nervioso. Cada fibra
muscular es una sola célula multinucleada, larga, cilíndrica, rodeada por
membrana celular: el sarcolema.
1.1. ESTRUCTURA DE LA FIBRA MUSCULAR

A. SARCOLEMA
Es la membrana plasmática de la fibra muscular.
B. RETICULO SARCOPLASMICO
Es una estructura análoga, aunque no idéntica, al retículo endoplásmico
de otras células; contienen una red de túbulos y sacos.
C. MIOFIBRILLAS
Son haces de fibras muy finas que se extienden a lo largo de toda la
fibra muscular llenando casi todo el sarcoplasma. Es la subunidad
estructural y funcional de la fibra muscular. La funcionalidad funcional
de la misma es el sarcómero.
D. SARCOPLASMA
Es el citoplasma de la fibra muscular.

1.2. FUNCIONES DE LA FIBRA MUSCULAR


Las fibras musculares son capaces de contraerse acortando su longitud,
este fenómeno es lo que permite realizar el movimiento en los músculos
voluntarios o músculo estriado, que son los que conforman al sistema
muscular. La PRINCIPAL función de las fibras musculares es realizar los
movimientos mediante contracción y relajación.

2. MEMBRANA PLASMATICA
La membrana plasmática (llamada también sarcolema) de la célula muscular se
rodea de una lámina basal y de células satélite. Se analizará la importancia de las
células satélite en la regeneración muscular. El sarcolema emite prolongaciones
largas digitiformes, denominadas túbulos T o transversos, hacia el interior del
citoplasma de la célula o sarcoplasma. Los túbulos T establecen contacto con unos
sacoso canales membranosos, llamados retículo sarcoplásmico. Este retículo
contiene elevadas concentraciones de Ca2+. El sitio donde se produce el contacto
entre el túbulo T y las cisternas del retículo sarcoplásmico se llama tríada porque
comprende los dos sacos laterales del retículo sarcoplásmico y un túbulo T central.
Los numerosos núcleos de la fibra muscular se localizan en la periferia de la
célula, justo por debajo del sarcolema. Aproximadamente un 80% del citoplasma
está ocupado por miofibrillas rodeadas por mitocondrias (llamadas también
sarcosomas). Las miofibrillas están constituidas por dos filamentos fundamentales
formados por proteínas contráctiles: los filamentos finos contienen actina y los
filamentos gruesos contienen miosina. En función del tipo de músculo se pueden
encontrar mitocondrias paralelas aleje mayor de las miofibrillas o bien rodeando la
zona de los filamentos gruesos. Los filamentos finos se insertan a ambos lados del
disco Z (llamado también banda o línea) y se extienden desde el disco Z a la
banda A, donde alternan con los filamentos gruesos.
2.1. MOSAICO FLUIDO
El modelo de mosaico fluido es un modelo de la estructura de la membrana
plasmática propuesto en 1972 por S. J. Singer y Garth Nicolson.
Todas las membranas son estructuras de lípidos. y proteínas cuyos
componentes se mantienen unidos formando una delgada capa por medio
de enlaces no covalentes. Además de lípidos y proteínas, la membrana
también contiene carbohidratos.

2.1.1. Lípidos en la membrana


Las membranas contienen varios tipos de lípidos, todos anfipáticos;
o sea, contienen regiones hidrófilas e hidrófobas. La mayor parte de
los lípidos de la membrana contienen un grupo fosfato, y las
principales excepciones son colesterol y glucolípidos. Puesto que
casi todos los fosfolípidos de la membrana poseen un esqueleto
glicerol, se les denomina fosfoglicéridos. A diferencia de los
triglicéridos, que poseen tres ácidos grasos, los glicéridos de la
membrana son diglicéridos: sólo dos grupos hidroxilo del glicerol se
esterifican para formar ácidos grasos; el tercero se esterifica para
formar un grupo fosfato. La molécula sin otras sustituciones,
además del fosfato y las dos cadenas lípidas acilo, se denomina
ácido fosfatídico y prácticamente está ausente en la membrana. En
vez de esto, los diglicéridos de la membrana contienen un grupo
adicional unido al fosfato, por lo general en forma de colina (para
formar la fosfatidilcolina), etanolamina (la fosfatidiletanolamina),
serina (la fosfatidiíserina), o ínositol (el fosfatidilinositol). Cada uno
de estos grupos es pequeño e hidrófilo y, junto con el fosfato
eléctricamente cargado al cual se unen, forman un dominio muy
hidrosoiuble en un extremo de la molécula denominado grupo de la
cabeza. Por lo contrario, las cadenas lípidas acilo son largas, no
ramificadas, formadas por hidrocarburos. Un ácido graso de la
membrana puede estar completamente saturado (o sea, carecer de
dobles enlaces), monoinsaturado (un solo doble enlace) o
poliinsaturado (más de un doble enlace). A menudo los
fosfoglicéridos contienen una cadena lípida acilo insaturada y una
saturada.
Un tipo menos abundante de lípidos de membrana, denominados
esfingolípidos, se derivan de esfingosina, un alcohol aminadp que
contiene una larga cadena de hidrocarburo. Los esfingolípidos
contienen esfingosina unida a un ácido graso (R en la figura 4-6, b)
a través de su grupo amino. Esta molécula es un ceramido. Los
diferentes lípidos formados por esfingosina contienen grupos
adicionales esterificados en el alcohol terminal de la fracción
esfingosina. Si el resultado de la sustitución es la introducción de un
grupo fosforilcolina, entonces la molécula es una esfingomielina, el
otro fosfolípido de la membrana. La molécula será un glucolípido si
la sustitución introduce un carbohidrato. Si el carbohidrato es un
azúcar simple, el glucolípido se denomina cerebrósido; si es un
oligosacárido, el glucolípido se llama gangliósido. Puesto que todos
los esfingolípidos tienen dos largas cadenas de hidrocarburos
hidrófobas en un extremo y una región hidrófíla en el otro, también
son anfipáticos y con estructura total básicamente similar a la de
fosfoglicéridos. Otro componente lípido de ciertas membranas es el
esterol colesterol, que en ciertas células animales puede constituir
hasta 50% de las moléculas ¡ípidas de la membrana plasmática. Las
membranas plasmáticas de la mayor parte de las células vegetales
y de todas las células bacterianas carecen de colesterol. El
colesterol es más pequeño que los otros lípidos de la membrana y
menos antipático.
Como se
muestra, las
moléculas de
colesterol se
orientan con sus
grupos hidroxilo
hidrófobos hacia
la superficie de la
membrana y su
extremo hidrófobo
integrado a la
bicapa de lípidos.
Más adelante
analizaremos el
efecto de estas moléculas sobre las propiedades de la bicapa.
También sugirieron que los grupos polares de cada capa molecular
(hoja) se dirigen al exterior de la bicapa. Esta sería la disposición
termodinámicamente favorecida, puesto que los grupos polares de
la cabeza de los lípidos podían interactuar con las moléculas de
agua que los rodean, en tanto que las cadenas hidrófobas de iípidos
acilo estarían protegidas del medio acuoso. Por lo tanto, los grupos
de las cabezas polares enfrentan al citoplasma en un borde y el
plasma sanguíneo en el otro. Aunque Gorter y Grendel efectuaron
varios cálculos erróneos (compensados entre sí por casualidad),
llegaron a la conclusión correcta de que las membranas naturales
contienen una bicapa de lípidos. La presencia en las membranas de
una capa bimolecular de moléculas lípidas anfipáticas tiene
consecuencias importantes para las propiedades fisiológicas de la
membrana. Esto se manifiesta claramente cuando se comparan las
propiedades de una bicapa artificial de lípidos con las propiedades
de una membrana celular verdadera.

Sin duda, gran parte de la estructura y comportamiento de las


membranas es resultado de la presencia de una bicapa de lípidos.
Las propiedades no similares entre las dos, en particular de
permeabilidad y resistencia eléctrica, se atribuyen a las proteínas de
la membrana. La presencia de una bicapa de lípidos tiene muchas
consecuencias en la estructura y funcionamiento de ¡a célula.
Debido a la cohesión y formación espontánea de las bicapas nunca
se observan membranas con bordes libres; siempre son estructuras
íntegras continuas. Como resultado, las membranas forman
extensas redes interconectadas que se ramifican a través de las
células. Gracias a la flexibilidad de la bicapa de lípidos, las
membranas son deformables y pueden cambiar toda su forma,
como ocurre durante la locomoción o la división celular. Se cree que
la bicapa de lípidos facilita la fusión o el desdoblamiento de las
membranas. Por ejemplo, durante la secreción, cuando las
vesículas citoplásmicas se funden con la membrana plasmática, o la
fertilización, cuando dos células se unen para formar una sola
célula, participan procesos en los cuales dos membranas separadas
se reúnen para constituir una capa continua. La formación
espontánea de bicapas de lípidos también es importante en las
teorías de la evolución celular. Una capa externa que contiene
lípidos proporciona la barrera necesaria para aislar el medio interno
viviente cuyas propiedades son muy diferentes a las del medio
externo. Según estudios de bicapas artificiales, puede esperarse
que dicha barrera se forme de manera espontánea. La formación de
una barrera alrededor del primer conjunto de moléculas
autoduplicantes, al parecer fue el primer paso esencial en la
evolución de las células.
2.1.2. Carbohidratos en la membrana
Las membranas plasmáticas de células eucariotas poseen
carbohidratos unidos mediante enlaces covalentes a los
componentes lípidos y proteínicos . Todos los carbohidratos de la
membrana plasmática se enfrentan en el espacio extracelular. En
las glucoproteínas, el carbohidrato se presenta como un
oligosacárido corto ramificado que en condiciones típicas posee
menos de 15 azúcares por cadena. El ácido siálico por lo común es
el azúcar terminal de los oligosacáridos y confiere carga negativa a
las cadenas de carbohidratos. Los oligosacáridos pueden unirse a
diferentes aminoácidos mediante dos tipos principales de ligaduras.
Se piensa que estos carbohidratos ramificados participan en la
mediación de las interacciones de la célula con otras células y
también con su entorno no. Todavía no se comprenden bien las
funciones de los glucolípídos de la membrana, aunque se les
pueden asignar ciertas propiedades. También se ha demostrado que
los glucolípidos participan en ciertas enfermedades infecciosas; la
toxina del cólera y el virus de la influenza penetran en su célula
específica uniéndose primero a los gangliósidos de la superficie
celular. Si los glucolípidos pueden funcionar como "compuertas"
para la entrada de patógenos, tal vez tengan algún tipo de función
receptora en las células normales. En contraste con la mayor parte
de los carbohidratos de peso molecular elevado (como glucógeno,
almidón o celulosa), los cuales son polímeros de un solo azúcar, los
oligosacáridos unidos a proteínas y lípidos de la membrana
muestran considerable variabilidad estructural. Por consiguiente,
estas cadenas de oligosacáridos pueden mostrar especificidad en
sus propias interacciones y con otros tipos de moléculas.
2.1.3. Proteínas en la membrana
Estas proteínas no se disponen al azar dentro de la membrana, sino
que cada una se localiza y orienta en una posición particular
respecto de la bicapa de lípidos. Es digno de notar que todas las
proteínas de la membrana se sitúan asimétricamente de modo que
las propiedades de la porción externa de la membrana son muy
diferentes a las de la porción interna. Como resultado de esta
"lateralidad" de la membrana, las proteínas de partes de la
membrana que interactúan con otras células o con ligandos
extracelulares, como hormonas o factores de crecimiento, se
enfrentan al exterior, en tanto que las proteínas de las partes de la
membrana que interactúan con moléculas citoplásmicas, como
proteínas G o proteincinasas, enfrentan el interior de la célula. Las
proteínas de la membrana se pueden agrupar en tres tipos distintos
según la intimidad de su relación con la bicapa de lípidos. Estos
grupos son:
A. Proteínas integrales, que penetran en la bicapa de lípidos. En
realidad, prácticamente todas las proteínas integrales atraviesan
por completo la bicapa de lípidos y por lo tanto tienen dominios
que sobresalen en ambos lados de la membrana, el extracelular
y el citoplásmico. Las proteínas integrales de la membrana
también son antipáticas y presentan porciones hidrófilas e
hidrófobas, además contienen residuos no polares en gran parte
de su superficie expuesta. Estas regiones no polares de la
proteína se integran al interior de la bicapa de lípidos donde
pueden sufrir interacciones hidrófobas con cadenas lipídicas
acilo.
B. Proteínas periféricas, que se localizan por completo fuera de la
bicapa de lípidos, sobre la superficie extracelular o citoplasmica,
pero todavía relacionadas con la superficie de la membrana
mediante enlaces no covalentes. Las proteínas periféricas se
unen a la membrana mediante débiles enlaces electrostáticos,
sea a grupos hidrófilos de la cabeza de los lípidos o a porciones
hidrófilas de las proteínas integrales que sobresalen de la
bicapa. Las proteínas periféricas de ordinario se solubilizan
mediante extracción con soluciones acuosas salinas
concentradas o pH alcalino, En realidad, la distinción entre
proteínas integrales y periféricas es incierta, porque muchas
proteínas de membrana contienen varios polipéptidos, algunos
de los cuales penetran en la bicapa de lípidos y otros
permanecen en la periferia extracelular de la membrana
plasmática también puede contener proteínas periféricas, pero
estas proteínas están menos bien definidas.
C. Proteínas ancladas a lípidos, localizadas fuera de la bicapa de
lípidos, pero unidas mediante enlaces covalentes a una
molécula lipídica situada dentro de la bicapa. Se distinguen dos
tipos de proteínas de membrana ancladas a lípidos, según los
tipos de anclaje al lípido y la superficie de la membrana sobre la
cual están expuestos. Varias proteínas presentes en la cara
externa de la membrana plasmática se enlazan a ésta mediante
un oligosacárido corto unido a una molécula de
glucofosfatidilinositol (GFI) integrada a la hoja externa de la
bicapa de lípidos. La presencia de estas proteínas ancladas al
GFI fue descubierta cuando se demostró que ciertas proteínas
de la membrana podían liberarse mediante una fosfolipasa que
reconocía y rompía específicamente a los fosfolípidos que
contienen inositol.
Tres clases de proteínas de la membrana
a) Proteínas integrales que pueden contener una o más hélices que atraviesan la membrana

b) Proteínas periféricas de la superficie interna de la membrana que mantienen uniones no


covalentes con los grupos polares de la bicapa de lípidos o con alguna proteína integral de la
membrana
3. CANALES IONICOS DEPENDIENTES DE VOLTAJE
Los canales iónicos son un tipo de
proteína transmembrana que
permite el paso de iones específicos
o agua a través de la membrana
celular. Su estructura semeja un poro
o canal relleno de agua con un
sistema de compuertas. Su función
permite la generación de potenciales
de acción en células excitables. La
combinación particular de los canales
iónicos que transportan Na+ , K+ ,
Ca++ que se expresan en una neurona
determina en gran medida como la
célula desencadena secuencias
repetidas de potencial de acción.

FILTRO DE
SELECTIVIDAD

Los canales iónicos presentan selectividad iónica, permiten que solo algunos
iones específicos puedan pasar y otros no. Esto sugiere que sus poros son lo
bastante estrechos como para forzar que los iones entren en contacto íntimo
con las paredes del canal de modo que solo los iones del tamaño y carga
apropiados puedan pasar.

A. Canales de sodio (Na+)


La fase de la rápida despolarización del potencial de acción de las células
nerviosas y musculares depende de la entrada de Na+ a través de canales
activados por cambios de voltaje.

En el caso de su activación la conformación molecular de la compuerta o de sus


enlaces químicos responde al potencial eléctrico que se establece a través de la
membrana celular, cuando hay una carga negativa intensa en el interior de la
membrana celular, esto probablemente haga que las compuertas de sodio del

exterior permanezcan firmemente cerradas; por el contrario, cuando el interior de la


membrana pierde su carga negativa estas compuertas se abrirían súbitamente y
permitirían que cantidades muy grandes de sodio entraran a través de los poros de
sodio. Este es el mecanismo básico para generar los potenciales de acción
nerviosos que son responsables de las señales nerviosas.

B. Canales de potasio (K+)


Los canales de K+ constituyen el grupo más heterogéneo de proteínas estructurales de
membrana. En las células excitables, la despolarización celular activa los canales de K + y
facilita la salida de K+ de la célula, lo que conduce a la repolarización del potencial de
membrana. La salía de K+ se detiene cuando el potencial de membrana alcanza un valor
cuya fuerza eléctrica compensa exactamente el efecto gradiente de concentración del K+,
es decir, cuando el gradiente electroquímico del K+ es cero.
Los bucles de selectividad de las cuatro subunidades forman un poro corto, rígido y
estrecho, en el que se alinean los átomos de oxigeno de los grupos carbonilos del
C. Canales de calcio (Ca2+)
esqueleto polipéptido.
La entrada de Ca2+ a través de los canales voltaje-dependientes (canales de Ca2+
voltajes dependientes). Al abrirse, permiten el flujo selectivo de iones Ca2+ a
través del poro del canal, iniciándose una variedad de procesos intracelulares entre
los que se incluyen la génesis del potencial de acción y la duración de éste,
acoplamiento excitación-contracción, liberación

de neurotransmisores, hormonas y factores de crecimiento.

C.1. ESTRUCTURA
Los canales de calcio son proteínas oligoméricas, que estan constituidos por una
subunidad principal, a1, que sirve como poro y sensor del cambio de potencial y
diversas subunidades reguladoras o auxiliares tales como la subunidad b, las
subunidades a2s (unidas por puentes disulfuro), una quinta subunidad, la
subunidad y del músculo esquelético o la subunidad neuronal p95 pueden también
formar parte del canal. Con un tamaño aproximado de 2000 aminoácidos, la
subunidad al tiene la misma estructura general que los canales de Na+
dependientes de voltaje; está constituida por 4 dominios, los que a su vez están
formados por 6 segmentos transmembrana. El cuarto de estos segmentos, S4,
está altamente cargado y se considera que es la zona que actúa como sensor de
los cambios de potencial de la membrana, adicionalmente hay un asa ("loop") que
une el quinto y sexto segmento formaría también parte del poro del canal.

4. POTENCIAL DE MEMBRANA
El potencial de acción es una respuesta de las células excitables a los estímulos
despolarizantes que llegan a un valor denominado potencial umbral (PU). Tres
elementos clave en su estudio son:

 Canales activos dependientes del voltaje: las neuronas y las células


musculares son células excitables (pueden variar su Vm ante un estímulo)
merced a la presencia de canales activos (con compuertas) en su membrana.
En el caso específico de los miocitos los canales activos son dependientes del
voltaje y permiten el flujo de Na*, Ca2* y K*.
 Umbral: los canales dependientes del voltaje tienen una compuerta de
activación que está ajustada para abrirse a determinado valor del potencial
eléctrico, que en líneas generales se encuentra unos 25 mV por encima del
Vm. Éste se denomina potencial umbral.
 Ley del todo o nada: los estímulos que no llegan al umbral no abren ningún
canal por lo que no se obtiene ningún PA; por el contrario, si llegan al umbral
se abren los canales al mismo tiempo y se genera un potencial de acción.
Un solo potencial de acción causa una contracción breve seguida de una relajación.
Cuando un potencial de acción se propaga por la membrana de una fibra muscular,
también se propaga un cambio de potencial a lo largo de los túbulos T hacia las zonas
profundas del interior de la fibra muscular. De esta manera las corrientes eléctricas
que rodean a estos túbulos T producen la contracción muscular.
Cuando llega una señal de despolarización, el Ca2+ abandona las cisternas terminales
del retículo sarcoplásmico con ayuda del canal de Ca2+ sensible a rianodina. En el
sarcómero el Ca2+ se una a la troponina C y determina un cambio
conformacional del complejo troponina-tropomiosina. En consecuencia, se produce la
exposición del sitio de unión de miosina en el filamento de actina.
El inicio y ejecución de la despolarización de la membrana se producen en las
siguientes etapas secuenciales:
A. La apertura de los canales activados por acetilcolina permite que grandes
cantidades de iones sodio difundan hacia el interior de la membrana de la fibra
muscular. Esta acción provoca una despolarización local que, a su vez, conduce a
la apertura de los canales de sodio activados por el voltaje, que inicia un potencial
de acción en la membrana.
B. El potencial de acción viaja a lo largo de la membrana de la fibra muscular de la
misma manera que los potenciales de acción viajan a lo largo de las membranas
de las fibras nerviosas.
C. El potencial de acción despolariza la
membrana muscular, y buena parte de la
electricidad del potencial de acción fluye a
través del centro de la fibra muscular, donde
hace que el retículo sarcoplásmico libere
grandes cantidades de iones calcio que se
han almacenado en el interior de este retículo.
D. Los iones calcio inician fuerzas de atracción
entre los filamentos de actina y miosina,
haciendo que se deslicen unos sobre otros en
sentido longitudinal, lo que constituye el
proceso contráctil.
Después de una fracción de segundo los iones calcio son bombeados de nuevo hacia
el retículo sarcoplásmico por una bomba de Ca++ de la membrana y permanecen
almacenados en el retículo hasta que llega un nuevo potencial de acción muscular;
esta retirada de los iones calcio desde las miofibrillas hace que cese la contracción
muscular.

5. MITOCONDRIA

Las mitocondrias desempeñan un papel crucial en la generación de energía


metabólica en las células eucariotas. Son responsables de la mayor parte de la
energía útil derivada de la degradación de los carbohidratos y de los ácidos grasos,
que es convertida en ATP en el proceso de fosforilación oxidativa.

5.1. Fosforilación oxidativa


La mayor parte de la energía utilizable obtenida de la degradación de los
hidratos de carbono o de las grasas deriva de la fosforilación oxidativa que
tiene lugar en el interior de la mitocondria. El transporte de electrones y la
fosforilación oxidativa son actividades críticas de los complejos de las
proteínas de la membrana mitocondrial interna, que puede considerarse
como la fuente principal de la energía celular.
El transporte de electrones y el bombeo de protones tienen lugar en la
membrana mitocondrial interna, la cual contiene ATP sintasa. La mayor
parte de las proteínas incluidas en esta membrana intervienen en la cadena
de transporte de electrones, que participa en la fosforilación oxidativa. El
mecanismo quimiosmótico de la síntesis de ATP recibe el nombre de
fosforilación oxidativa debido a que implica la adición de un grupo fosfato al
difosfato de adenosina (ADP) para sintetizar ATP y la utilización de O2. La
denominación quimiosmótico proviene de la participación de un
componente químico (síntesis de ATP) y otro osmótico (transporte de
electrones y bombeo de protones). La matriz mitocondrial contiene piruvato
(obtenido en el catabolismo de los hidratos de carbono) y ácidos grasos
(procedentes de los lípidos). Estas dos pequeñas moléculas son
transportadas de forma selectiva a través de la membrana mitocondrial
interna para convertirse en acetil coenzima A (acetil CoA) en la matriz. El
acetil CoA se transforma en CO2 (eliminado de la célula como residuo
metabólico) y en electrones de alta energía contenidos en las moléculas
transportadoras activadas, la nicotinamida adenina dinucleótido (NADH) y
la flavina adenina dinucleótido (FADH2) en el ciclo del ácido cítrico. Estas
moléculas transportadoras ceden los electrones de alta energía a la cadena
de transporte de electrones de la membrana mitocondrial interna y se
oxidan a NAD y FAD. Los electrones se desplazan con rapidez a lo largo de
la cadena hasta el O2 para generar agua (H2O). A medida que los
electrones de alta energía se desplazan en la cadena de transporte de
electrones, las bombas de protones liberan energía conforme atraviesan la
membrana mitocondria interna para pasar al espacio intermembranoso. El
gradiente de así creado impulsa la síntesis de ATP. Obsérvese que la
membrana mitocondria interna convierte la energía procedente de los
electrones de alta energía del NADH en un tipo diferente de energía: el
enlace fosfato de alta energía del ATP. Una vez más, recuerde la
participación de la cadena de transporte de electrones (o cadena
respiratoria) en el consumo de O2 conforme se añaden grupos fosfato al
ADP para formar ATP. En la bicapa lipídica de la membrana mitocondrial
interna aparecen numerosas copias de la cadena de transporte de
electrones.
Se agrupan en tres grandes complejos de enzimas respiratorias por orden
de recepción de los electrones:
o los complejos de la NADH deshidrogenasa
o citocromo b-c
o citocromo oxidasa
5.1.1. Mecanismo de la ATPsintasa
El gradiente de protones en la membrana interna se utiliza para impulsar la síntesis de
ATP. La ATP sintasa es una enzima de gran tamaño que entra en la membrana
mitocondrial interna y participa en la síntesis de ATP. Los protones atraviesan de nuevo
dicha membrana a favor de gradiente electroquímico mediante una vía hidrófila en la
ATP sintasa con el fin de impulsar la reacción de ADP con Pi para formar ATP. Esta
reacción tiene lugar en el componente enzimático de la ATP sintasa que se proyecta
hacia la matriz mitocondrial de manera similar a la cabeza de una piruleta. Se
producen unas 100 moléculas de ATP por segundo. La formación de una molécula de
ATP requiere el paso de alrededor de tres protones por la ATP sintasa. Las moléculas
de ADP formadas por hidrólisis del ATP en el citosol regresan a la mitocondria para
convertirse, de nuevo, en ATP. Las moléculas de ATP fabricadas en la matriz
mitocondrial son exportadas al citosol, donde serán utilizadas.

6. MIOFIBRILLA

6.1. Sarcomera
El sarcómero es la unidad contráctil básica del músculo estriado. Cada sarcómero
tiene una longitud media de 2 µ, y está delimitado por unas regiones conocidas como
discos Z. Las repeticiones de sarcómeros se representan por las miofibrillas del
sarcoplasma de las células musculares cardíacas y esqueléticas. La actina y la
miosina interaccionan y generan la fuerza de la contracción. El disco Z forma un
andamiaje sarcomérico transversal para garantizar una transmisión eficiente de las
fuerzas generadas. Los miofilamentos finos miden 7 nm de anchura y 1 μm de longitud
y forman la banda I. Los filamentos gruesos miden 15 nm de anchura y 1,5 μm de
longitud y se localizan en la banda A. La banda A se parte en dos por una región clara

denominada banda H (figs.7-4). El principal componente de la banda H es la enzima


creatina cinasa, que cataliza la formación de ATP a partir de creatina fosfato y
adenosina difosfato (ADP). La creatina fosfato permite mantener una concentración
estable de ATP durante la contracción muscular prolongada. La línea media de la
banda H es atravesada por la línea M. Las estriaciones de la línea M se corresponden
con una serie de puentes y filamentos que unen la zona desnuda de los filamentos
gruesos, además contiene proteínas que unen los filamentos gruesos (filamentos de
miosina II). Los filamentos finos se insertan a ambos lados del disco Z, entre cuyos
componentes se encuentra la α-actinina y la CapZ (extremo más) y la tropomodulina
(extremo menos).

6.2. Los componentes de los filamentos finos y gruesos de los sarcómeros


La actina F, el filamento fino de los sarcómeros, corresponde a una doble cadena
enrollada. La actina F está constituida por monómeros globulares. Los monómeros de
la actina G se unen entre sí mediante una unión cabeza-cola, que dota al filamento de
polaridad con un extremo unciforme (positivo) y otro afilado (negativo). El extremo
positivo de los filamentos de actina se inserta en los discos Z.
La tropomiosina está constituida por dos polipéptidos en forma de hélice α casi
idénticos, que se arrollan uno sobre otro. La tropomiosina se localiza en el surco
formado por las hebras de actina F. Cada molécula de tropomiosina se extiende la
longitud de siete monómeros de actina y se une al complejo troponina (fig. 7-5).
La troponina es un complejo de tres proteínas: troponina I, C y T. La troponina Tune el
complejo con la tropomiosina, mientras que la troponina I inhibe la unión dela miosina
a la actina. La troponina C se une al calcio y sólo se encuentra en el músculo estriado.
La miosina, el componente principal de los filamentos gruesos, desarrolla actividad de
adenosina trifosfatasa (ATPasa) (es decir, hidroliza el ATP) y se une a la actina F, el
principal componente de los filamentos finos, de forma reversible.
La miosina comprende dos cadenas pesadas idénticas y dos pares de cadenas ligeras
(fig. 7-6) En un extremo, cada una de las cadenas pesadas forma una cabeza globular.
A esta cabeza se unen dos cadenas ligeras distintas: la cadena ligera esencial y la
cadena ligera reguladora. La cabeza globular tiene tres regiones distintas: 1) una
región que se une a la actina; 2) una región que se une al ATP, y 3) una región que se
une a las cadenas ligeras.
La nebulina (fig. 7-7) se asocia a los filamentos finos (actina); se inserta en el disco Z y
actúa como un molde para determinar la longitud de los filamentos de actina.
La titina (fig. 7-7) es una proteína muy grande con una masa molecular del orden de
millones. Cada molécula se asocia a los miofilamentos gruesos (miosina) y se inserta
en el disco Z, extendiéndose hacia la zona desnuda de los filamentos de miosina,
próxima a la línea M. La titina controla el ensamblaje de los miofilamentos de miosina
actuando como molde. También influye en la elasticidad de los sarcómeros formando
una conexión a modo de muelle entre el extremo del miofilamento grueso y el disco Z.
Los discos Z son los lugares de inserción de los filamentos de actina de los
sarcómeros. Un componente del disco Z, la α-actinina, ancla los extremos unciformes
de los filamentos de actina con el disco Z.
La desmina es una proteína de 55 kd que forma filamentos intermedios (10 nm). Los
filamentos de desmina rodean a los discos Z de las miofibrillas, y se unen a los
mismos y entre ellas mediante filamentos de plectina (fig. 7-8). Los filamentos de
desmina se extienden desde el disco Z de una miofibrilla a la miofibrilla adyacente
formando una red de soporte. Los filamentos de desmina también se extienden desde
el sarcolema a la envoltura nuclear.
La desmina se inserta en placas especializadas asociadas al sarcolema, llamadas
costámeros.
Los costámeros, que actúan en relación con el complejo distrofina-proteína asociada,

transmiten la fuerza contráctil del disco Z a la lámina basal, mantienen la integridad


estructural del sarcolema y estabilizan la posición de las miofibrillas dentro del
sarcoplasma.
La proteína del shock térmico αB-cristalina protege a los filamentos de desmina de las
lesiones inducidas por la tensión. La desmina, la plectina y la αB-cristalina forman una
red protectora frente a la tensión mecánica a nivel del disco Z. Las mutaciones de
estas tres proteínas determinan la destrucción de las miofibrillas tras situaciones de
sobrecarga mecánica recurrentes.
7. CONTRACCION MUSCULAR
El inicio y la ejecución de la contracción muscular se producen en las siguientes etapas
secuenciales:
7.1. Mecanismo de deslizamiento de los filamentos de la contracción muscular

Muestra el estado relajado de un


sarcómero (superior) y su estado
contraído (inferior). En el estado
relajado, los extremos de los
filamentos de actina que se
extienden entre dos discos Z
sucesivos apenas comienzan a
superponerse entre sí. Por el
contrario, en el estado contraído
estos filamentos de actina han
sido traccionados hacia dentro
entre los filamentos de miosina,
de modo que sus extremos se
superponen entre sí en su
máxima extensión. Además, los
discos Z han sido traccionados
por los filamentos de actina hasta
los extremos de los filamentos de miosina. Así, la contracción muscular se produce por un
mecanismo de deslizamiento de los filamentos.

Este desplazamiento es posible por la unión entre las cabezas de miosina con puntos activos o
complementarios de la molécula de actina. La formación de uniones, a través de los puentes
cruzados, entre la actina y la miosina que se activan y desactivan cíclicamente constituye el
proceso que conduce al acortamiento del músculo durante la contracción.

La actina y la miosina en
ausencia de ATP están unidas,
ya que la miosina presenta una
alta afinidad por la actina. La
posición de la cabeza de
miosina es de un angulo de 45°
con respeto al eje longitudinal
del filamento grueso. En estas
condiciones (ausencia de ATP)
1 el musculo se pone rigido.
La presencia de una molécula de
ATP hace que el complejo actina
miosina se disocie, ya que la
afinidad de la miosina, unida a
ATP por la actina es mucho
menor que la presenta sin la
unión del ATP
2

Se produce la hidrólisis del ATP en


la cabeza de miosina, formándose
ADP + Pi que permanecen unidos a
la cabeza de miosina. La energía
liberada del hidrolisis del ATP se
asocia con un cambio de
configuración de la miosina. Este
cambio de configuración (giro de la
cabeza de miosina 45° hacia atrás)
hace posible la unión de la cabeza
de miosina con un nuevo monómero
de actina. La actina y la miosina
quedan débilmente unidas formando
la cabeza de miosina un ángulo de
90 ° con el filamento grueso.

3
4 Hasta ese momento del ciclo, el ADP y fosfato inorgánico permanecen
Hastaa ese
unidos momento
la cabeza del ciclo,Aelliberación
de miosina. ADP y fosfato inorgánico
del fosfato permanecen
inorgánico
unidosque
provoca a lalacabeza
cabezadedemiosina.
miosinaAintente
liberación del fosfato
retornar inorgánico
a su posición inicial.
provocadeque
Pasando un la cabeza
ángulo dede
90°miosina
a uno de intente retornar
50°. Este giroadesulaposición
cabeza inicial.
de
Pasando de un ángulo de 90° a uno de 50°. Este giro de la
miosina provoca e deslizamiento del filamento de actina hacia el centro cabeza de
demiosina provoca e deslizamiento del filamento de actina hacia el centro
la sarcómera.
de la sarcómera.

5 El Ca2+ unido al complejo troponina-tropomiosina indujo un cambio


enla conformación del filamento delgado que permite que las cabezas de
miosina formen puentes cruzados con la actina del filamento delgado y se
dice que está en posición “erguida” con respecto al filamento delgado, que no
tiene Ca2+ unido con el complejo troponina-tropomiosina

Las cabezas de miosina giran, mueven la actina unida y acortan la fibra


muscular, lo que constituye el golpe de poder. Cuando el ADP se disocia del
complejo, la cabeza de miosina alcanza su posición final, formando un
ángulo de 45° con el eje longitudinal del filamento grueso y cesa el
desplazamiento del filamento delgado. Esto es debido a que la actina y la
miosina se unen formando un complejo estable y adoptando la posición
original del ciclo de la contracción EL nuevo complejo de rigidez solo puede
disociarse con la unión de una nueva molécula de ATP a la cabeza de
6 miosina.
.

7.2. REGULACIÓN DE LA CONTRACCIÓN DEL MÚSCULO


ESQUELÉTICO
7.2.1. Papel de la troponina y la tropomiosina
Para evitar que la actina y la miosina estén interaccionando
continuamente en el ciclo contráctil arriba descrito, es necesaria la
existencia de un mecanismo regulador. La regulación del fenómeno
de la contracción tiene lugar por mediación de dos proteínas
reguladoras que están presentes en los filamentos delgados de la
miofibrilla: la troponina y la tropomiosina.
Las moléculas de tropomiosina, en estado muscular relajado, se
disponen sobre las moléculas de actina, de modo que se pueda dar
una interacción débil entre la actina-miosina. Sin embargo, esta
disposición impide el movimiento de la cabeza de miosina, por lo
tanto para que el ciclo de contracción pueda darse, la tropomiosina,
debe liberar los sitios de afinidad de la actina por la miosina.
La troponina es la proteína que, a su vez, regula a la tropomiosina.
Como ya se comentó anteriormente la troponina consiste en un
complejo de tres proteínas separadas. Cuando la contracción
comienza, la TN-C, une reversiblemente el Ca. La unión del Ca a la
TN-C produce un cambio en la configuración de la troponina, que se
disocia de la actina y de la tropomiosina. Este cambio de
configuración supone de la liberación de los sitios de afinidad de la
actina por la cabeza de miosina. Los ciclos de contracción pueden
repetirse mientras la tropomiosina se mantenga en esta
configuración.
De nuevo, para que la relajación muscular pueda darse, las
concentraciones de Ca citosólico tienen que disminuir. De esta
manera, el calcio se disocia de la TN-C y la tropomiosina vuelve a
ocupar su posición original bloqueando parte de los sitios de unión
entre actina-miosina.
8. UNION NEUROMUSCULAR
La unión neuromuscular es una estructura especializada formada por nervios moto-res
asociados al músculo diana y visible con microscopio óptico. Cuando penetra en el
músculo esquelético, el nervio motor se ramifica varias ve-ces. Cada una de estas
ramas forma unas expansiones llamadas botones presinápticos, cubiertas por células
de Schwann. Cada rama del nervio inerva a una sola fibra muscular. El axón «padre» y
todas las fibras musculares a las que inerva constituyen la unidad motora. Los
músculos que necesitan de un control preciso cuentan con pocas fibras musculares
en cada unidad motora, mientras que los músculos muy grandes tienen varios
cientos de fibras por unidad. Cuando los axones mielinizados llegan al perimisio
pierden la vaina de mielina, pero los botones presinápticos continúan cubiertos por las
prolongaciones de las células de Schwann. Un botón presináptico contiene
mitocondrias y vesículas rodeadas de membrana llenas del neurotransmisor
acetilcolina. El neurotransmisor se libera en zonas densas de la vertiente
citoplasmática de la membrana axonal, llamadas zonas activas. Los botones sinápticos
ocupan una depresión de la fibra muscular llamada hendidura sináptica primaria. En
esta región, el sarcolema se proyecta para formar los pliegues profundos de las
uniones (hendiduras sinápticas secundarias). Los receptores de acetilcolina se
localizan en las crestas de estos pliegues y en los canales de Na+ regulados por
voltaje en la parte más profunda de los mismos La lámina basal que rodea a la fibra
muscular se extiende hacia la hendidura sináptica. Esta lámina contiene
acetilcolinesterasa, que inactiva a la acetilcolina liberada delos botones sinápticos para
dar lugar al acetato y la colina. La lámina basal que cubrela célula de Schwann está en
continuidad con la lámina basal de la fibra muscular.

Cuando un impulso nervioso llega a la unión neuromuscular, se liberan aproximadamente 125


vesículas de acetilcolina desde las terminaciones hacia el espacio sináptico.

En la superficie interna de la membrana neural hay barras densas lineales. A ambos lados de
cada una de estas barras densas hay partículas proteicas que penetran en la membrana neural;
son canales de calcio activados por el voltaje. Cuando un potencial de acción se propaga por la
terminación, estos canales se abren y permiten que iones calcio difundan desde el espacio
sináptico hacia el interior de la terminación nerviosa. Se piensa que a su vez los iones calcio
activan la proteína cinasa dependiente de Ca++-calmodulina que, a su vez, fosforila las
proteínas sinapsina que unen las vesículas de acetilcolina con el citoesqueleto del terminal
presináptico. Este proceso libera las vesículas de acetilcolina del citoesqueleto y permite que se
muevan a la zona activa de la membrana neural presináptica adyacente a las barras densas. Las
vesículas se ajustan en los puntos de liberación, se fusionan con la membrana neural y vacían
su acetilcolina hacia el espacio sináptico mediante el proceso de exocitosis.

Una vez que se ha liberado hacia el espacio sináptico, la acetilcolina sigue activando los
receptores de acetilcolina mientras persista en el espacio. Sin embargo, se elimina rápidamente
por dos medios:

1) La mayor parte de la acetilcolina es destruida por la enzima acetilcolinesterasa,


2) Una pequeña cantidad de acetilcolina difunde hacia el exterior del espacio
sináptico y ya no está disponible para actuar sobre la membrana de la fibra muscular

La acetilcolina abre los canales iónicos en las membranas postsinápticas. El canal activado por
acetilcolina es lo suficientemente grande como para permitir que los iones positivos

A. Corte longitudinal a través de la placa terminal.


B. Imagen de la superficie de la placa terminal.
C. Aspecto en la microfotografía electrónica del punto de contacto
entre una única terminación axónica y la membrana de la fibra muscular.
importantes –sodio (Na+), potasio (K+) y calcio (Ca++)– se muevan con facilidad a través de la
abertura.

B. CONTRASTACION DE LA HIPOTESIS
La principal fuente de energía para la contracción muscular se obtiene mediante la

hidrólisis de ATP en ADP y fosfato inorgánico. Sin embargo, esta cantidad de energía

de ATP solo se proporciona para un corto periodo de tiempo (1-2 segundos). Para que

las contracciones musculares se prolongan por más de ese tiempo, es importante

contar con las reservas energéticas adecuadas por lo que demanda un gasto de

energía considerable. Uno de las primeras reservas de energía anaeróbica es el

desdoblamiento de la molécula de fosfocreatina en el cual lo encontramos en el tejido

en cantidades pequeñas y aunque no se pueda usar como una fuente de energía

inmediata puede sintetizar nuevas moléculas de ATP, importante en actividades de alta

competencia deportiva en corto intervalo de tiempo (10-12 segundos).

Si la actividad dura mucho más que ese intervalo de tiempo entonces la energía se

obtiene de otras reservas energéticas ya sea mediante el metabolismo de hidratados

de carbono, proteínas o grasas. Los hidratos de carbono se almacenan en cantidades

limitadas como el glucógeno en el hígado o en el músculo. Para que el glucógeno sea

empleado como energía se necesita convertirse en glucosa tras una serie de

reacciones químicas de degradación de glucógeno y luego mediante el glucolisisque a

partir de una molécula de glucosa se obtiene como metabolito 2 moléculas de piruvato.

Lo normal sería que el piruvato puede transformarse en acetil CoA por

descarboxilación oxidativa a través de una serie de reacciones que se desarrollan en

la mitocondria llamada Ciclo de Krebs y el sistema de transferencia de electrones, y

esto genera una cantidad mayor de ATP, sin embargo, cuando la energía sobrepasa la

disponibilidad de oxígeno en sangre, la piruvato deshidrogenasa no alcanza convertir

piruvato en acetil-coA con suficiente rapidez lo que provaca que se acumule

cantidades de piruvato inhibiendo la glucolisis y reducir la producción de ATP, lo cual la

enzima lactato deshidrogenasa reduce el piruvato en ácido láctico. Esta reacción es


limitada en comparación con la anterior con un solo 5% de la producción de la energía

total de ATP del glucógeno. El ácido lácitco libera un ion hidrogeno que aumente la

acides dentro de la célula muscular alterando su entorno haciendo que las enzimas

que puedan participar en la contracción muscular también se vea alterada y por tanto

también su función. La degradación anaeróbica del glucógeno genera entre 4 a 20

mmol/L de lactato en la sangre, lo cual una concentración de 6-8 mmol/L lo cual impide

un desempeño deportivo eficiente.

En otras palabras, si se dispone de oxígeno se forma una gran cantidad de ATP, esto

se conoce como glucólisis aerobia, pero si no se dispone de suficiente oxígeno se

forma una pequeña cantidad de ATP y el ácido láctico como un producto intermedio,

conociéndose como glucolisis anaerobia.

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