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Fusilamiento de Morelos
El proceso de independencia mexicana estuvo protagonizado por el
clero, debido a que varios de los líderes principales eran sacerdotes que
veían de primera mano las penurias por las que pasaban los sectores
más vulnerables de la Nueva España.
Fue un militar criollo mexicano que luchó junto con Hidalgo. Estos dos
personajes tuvieron algunas diferencias debido a que Allende iba en
busca de acciones llevadas a cabo con mayor estrategia, y calificaba a
las acciones de Hidalgo como “guerrilleras”.
Murió fusilado por los realistas en 1811 tras haber sido sometido a juicio
y encontrado culpable.
Mientras Hidalgo vivía, nombró a Morelos líder del área sur de México,
en donde obtuvo varios éxitos entre los años 1811 y 1814 gracias a su
sólido ejército. Fue fusilado en 1815.
Antonio Riaño
Fue intendente de la provincia de Guanajuato. Es considerado uno de los
líderes realistas mejor preparados intelectualmente de la época. Murió
en 1810, ante la avanzada del ejército de Hidalgo a Guanajuato.
Referencias
Beligerantes
Reino de España
Insurgentes
Nueva España
Ejército Trigarante (Desde
1821) Ejército Realista en
América
Comandantes
Fernando VII
Miguel Hidalgo (1810-
1811) Francisco Xavier
Venegas (1810-1813)
Ignacio Allende (1810- Félix Calleja (1813-1816)
1811)
Juan Ruiz de
Ignacio López Apodaca (1816-1821)
Rayón (P.D.G.) (1811-1813) Francisco Novella (1821)
José María Juan O'Donojú (1821)
Morelos (1810-1815)
Guadalupe
Victoria y Vicente
Guerrero (1815-1821)
Francisco Xavier
Mina (1817)
Agustín de Iturbide (1821)n.
1
La constitucion de 1824
El derrocamiento de Agustín Iturbide y con él la caída del Primer Imperio
Mexicano, cambiaron mucho las cosas. La primera y más memorable fue la
promulgación de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de
1824. Con este nuevo texto legal, la nación tomaba el nombre de Estados
Unidos Mexicanos y a partir de este año fue definida como una República
federal representativa. La religión católica era la única creencia aceptada.
Como podemos darnos cuenta no era muy distinta a las otras constituciones
que se estaban promulgado en el continente, claro cada una tenía sus
particularidades y México estaba siendo influenciado enormemente por el otro
gigante norteño
la Independencia.
Por otra parte, Miguel Hidalgo no tuvo oportunidad de corromperse ni
lucró con la lucha de Independencia ni tampoco le repartió cargos a sus
parentela, algo que Iturbide sí hizo, pues en cierto momento vio que una
eventual separación de México del imperio español resultaba propicia
para su provecho personal.
Por otra parte, Miguel Hidalgo no tuvo oportunidad de corromperse ni lucró con la
lucha de Independencia ni tampoco le repartió cargos a sus parentela, algo que
Iturbide sí hizo, pues en cierto momento vio que una eventual separación de
México del imperio español resultaba propicia para su provecho personal.
Y fue precisamente esa desmedida ambición de poder la que llevó a que muchos
de sus mismos aliados y partidarios lo depusieran como emperador de México, lo
expulsaran del país, le advirtieran que si volvía sería fusilado y finalmente le
hicieran efectiva esa amenaza, al ser ejecutado en Padilla, Tamaulipas, el 19 de
julio de 1824, por disposición del Congreso que lo había declarado traidor y puesto
fuera de la ley.
A Hidalgo se le reprocha haber permitido que en varios lugares, como fue el caso
de Guadalajara, permitiera el derramamiento de la sangre de muchos españoles
que, presumiblemente, no en todos los casos eran hostiles a la causa
independentista. Pero aun aceptando lo anterior, habría que reconocer que fueron
más, muchos más, los indígenas y mestizos que murieron a manos de los
realistas. Y la vida de unos no tenía por qué valer más que la de los otros.
Por lo demás, no se debe olvidar que la guerra es la guerra, y que las revoluciones
no la hacen ni sociólogos ni antropólogos ni pacifistas de tiempo completo, sino
personas armadas que luchan por una causa que consideran superior.
Por eso la estatura moral y patriótica de Hidalgo, que cometió no pocos errores
pero nunca fue un logrero, quien no aceptó el ofrecimiento que le perdonaba la
vida a cambio de deponer las armas, está por encima, pero muy por encima, de
Agustín de Iturbide.
Finalmente, Hidalgo, al igual que Morelos y tantos otros caudillos insurgentes, tuvo
también lo que el poeta llama “un bello morir” y, como dice inmejorablemente el
verso de ese poeta, Petrarca: “Un bel morir tutta una vita onora” (un bello morir,
honra toda una vida). ®