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Época: Décima Época

Registro: 2013853
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 40, Marzo de 2017, Tomo IV
Materia(s): Penal
Tesis: I.1o.P.43 P (10a.)
Página: 2901

PRUEBAS ILÍCITAS. SU EXCLUSIÓN POR LA SALA DE APELACIÓN, NO LA FACULTA PARA


ORDENAR LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO DE PRIMERA INSTANCIA CON EL OBJETO
DE QUE SEA EL JUEZ DEL PROCESO QUIEN LAS EXPULSE, SINO QUE DEBE DESESTIMARLAS
Y, CON BASE EN LA EVIDENCIA RESTANTE, HACER UN JUICIO DE VALOR Y DETERMINAR SI
EN EL CASO CONCRETO SE ACREDITA PLENAMENTE EL DELITO IMPUTADO AL PROCESADO
Y LA RESPONSABILIDAD DE ÉSTE EN SU COMISIÓN.

En términos del artículo 414 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, aplicable
para la Ciudad de México, el recurso de apelación tiene por objeto que el tribunal de segunda instancia
estudie la legalidad de la resolución impugnada, por lo que la Sala tiene la facultad de valoración
probatoria y, con base en dicha potestad, puede excluir del diverso material probatorio que obra en autos
aquellas pruebas cuyo origen sea ilícito; sin embargo, dicha atribución tiene un límite, que se circunscribe
a resolver definitivamente la legalidad de la resolución impugnada, lo que implica que no está facultada
para ordenar la reposición del procedimiento de primera instancia y que sea el Juez del proceso quien
expulse esas pruebas. De esta manera, es inconcuso que al excluir pruebas ilícitas, el tribunal de
apelación debe desestimarlas y, con base en la evidencia restante, hacer un juicio de valor y determinar
si en el caso concreto se acredita plenamente el delito imputado al procesado y la responsabilidad de
éste en su comisión.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo en revisión 282/2016. 14 de diciembre de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Horacio


Armando Hernández Orozco. Secretaria: Paola Alejandra Góngora del Rey.

Esta tesis se publicó el viernes 03 de marzo de 2017 a las 10:06 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época


Registro: 2013524
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 38, Enero de 2017, Tomo IV
Materia(s): Penal
Tesis: I.2o.P.49 P (10a.)
Página: 2609

PRUEBA ELECTRÓNICA O DIGITAL EN EL PROCESO PENAL. LAS EVIDENCIAS PROVENIENTES


DE UNA COMUNICACIÓN PRIVADA LLEVADA A CABO EN UNA RED SOCIAL, VÍA MENSAJERÍA
SINCRÓNICA (CHAT), PARA QUE TENGAN EFICACIA PROBATORIA DEBEN SATISFACER COMO
ESTÁNDAR MÍNIMO, HABER SIDO OBTENIDAS LÍCITAMENTE Y QUE SU RECOLECCIÓN
CONSTE EN UNA CADENA DE CUSTODIA.

El derecho a la inviolabilidad de las comunicaciones privadas, previsto en el artículo 16 de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos, se extiende a las llevadas a cabo mediante cualquier medio
o artificio técnico desarrollado a la luz de las nuevas tecnologías, desde el correo o telégrafo, pasando
por el teléfono alámbrico y móvil, hasta las comunicaciones que se producen mediante sistemas de
correo electrónico, mensajería sincrónica (chat), en tiempo real o instantánea asincrónica, intercambio
de archivos en línea y redes sociales. En consecuencia, para que su aportación a un proceso penal
pueda ser eficaz, la comunicación debe allegarse lícitamente, mediante autorización judicial para su
intervención o a través del levantamiento del secreto por uno de sus participantes pues, de lo contrario,
sería una prueba ilícita, por haber sido obtenida mediante violación a derechos fundamentales, con su
consecuente nulidad y exclusión valorativa. De igual forma, dada la naturaleza de los medios
electrónicos, generalmente intangibles hasta en tanto son reproducidos en una pantalla o impresos,
fácilmente susceptibles de manipulación y alteración, ello exige que para constatar la veracidad de su
origen y contenido, en su recolección sea necesaria la existencia de los registros condignos que a guisa
de cadena de custodia, satisfagan el principio de mismidad que ésta persigue, o sea, que el contenido
que obra en la fuente digital sea el mismo que se aporta al proceso. Así, de no reunirse los requisitos
mínimos enunciados, los indicios que eventualmente se puedan generar, no tendrían eficacia probatoria
en el proceso penal, ya sea por la ilicitud de su obtención o por la falta de fiabilidad en ésta.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 97/2016. 11 de agosto de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Alejandro Gómez
Sánchez. Secretario: Fernando Emmanuelle Ortiz Sánchez.

Esta tesis se publicó el viernes 20 de enero de 2017 a las 10:21 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época


Registro: 2009008
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 18, Mayo de 2015, Tomo I
Materia(s): Constitucional, Penal
Tesis: 1a./J. 35/2015 (10a.)
Página: 302

PRUEBA ILÍCITA. TIENE ESE CARÁCTER LA DECLARACIÓN DEL IMPUTADO RENDIDA SIN LA
ASISTENCIA JURÍDICA DE UN DEFENSOR PROFESIONAL EN DERECHO, POR LO QUE SU
EXCLUSIÓN VALORATIVA DEBE REALIZARSE CON INDEPENDENCIA DE SU CONTENIDO.

La forma de garantizar y proteger el derecho humano de defensa adecuada implica que, inclusive, a
partir del momento de la detención, el imputado esté en posibilidad de nombrar a un defensor profesional
en derecho que lo asista jurídicamente, de tal manera que cuando rinda su inicial declaración no
solamente esté en condiciones de negar la imputación sino de aportar las pruebas que considere
pertinentes para ejercer el derecho de defensa adecuada. Sin que por ello deba entenderse que exista
la obligación de probar para el imputado al margen del principio de presunción de inocencia, sino de
contar con la posibilidad de ejercer el derecho de defensa en las condiciones que éste estime
pertinentes. En consecuencia, es inadmisible considerar que la simple negativa de la acusación o incluso
la reserva para no declarar por parte del imputado no trasciendan en el ejercicio de la defensa adecuada.
En principio, esto será válido siempre que el imputado esté debidamente asesorado por un profesional
en derecho, pues en esta medida estará en condiciones de asumir las consecuencias que ello representa
y optar por esta posición por considerar que le resulta benéfica. Sin embargo, lo anterior no puede
entenderse como una regla general, pues habrá condiciones en las que incluso la omisión de declarar o
de negar la imputación, sin la asistencia técnica debida, pueden implicar una afectación jurídica
trascendental para el imputado, que no hubiera resentido con tal magnitud si bajo el consejo de un
profesionista en derecho hubiera podido exponer su versión sobre los hechos que se le atribuyen, de
forma que coadyuve a su defensa, aporte las pruebas que considere pertinentes o, incluso, pudiera no
negar la comisión de la conducta atribuida sino aceptarla y exponer las razones que justificaron su
actuar, pues ello pudiera dar lugar a atenuar o excluir el reproche penal. En consecuencia, la posibilidad
de negar la imputación por parte del imputado es una condición contingente que de ninguna manera
anula el carácter ilícito de la declaración que rindió sin la asistencia de un profesionista en derecho, que
por tratarse de una violación directa al derecho humano de defensa adecuada no puede ser objeto de
valoración probatoria, sino que debe ser excluida como medio de prueba, con independencia de su
contenido.

Amparo directo en revisión 1519/2013. 26 de junio de 2013. Mayoría de cuatro votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto particular.
Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Julio Veredín Sena Velázquez.

Amparo directo en revisión 1520/2013. 26 de junio de 2013. Mayoría de cuatro votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto particular.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.

Amparo directo en revisión 449/2012. 28 de agosto de 2013. Mayoría de cuatro votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto concurrente, Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Disidente: Jorge Mario Pardo
Rebolledo, quien formuló voto particular. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretario: José Díaz
de León Cruz.

Amparo directo en revisión 3535/2012. 28 de agosto de 2013. Mayoría de cuatro votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto particular.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.

Amparo directo en revisión 2677/2013. 18 de septiembre de 2013. Mayoría de cuatro votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto
particular. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretario: Alfonso Francisco Trenado Ríos.

Tesis de jurisprudencia 35/2015 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintidós de abril de dos mil quince.

Esta tesis se publicó el viernes 8 de mayo de 2015 a las 9:30 horas en el Semanario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 11 de mayo de 2015,
para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
Época: Décima Época
Registro: 2008403
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 15, Febrero de 2015, Tomo II
Materia(s): Constitucional, Penal
Tesis: 1a./J. 5/2015 (10a.)
Página: 1225

ARRAIGO LOCAL. EFECTOS DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA MEDIDA EMITIDA POR EL


JUEZ. EXCLUSIÓN DE PRUEBAS DIRECTA E INMEDIATAMENTE RELACIONADAS.

Dada la inconstitucionalidad de una orden de arraigo emitida por un juez local, solicitada por un ministerio
público del fuero común, para el éxito de la investigación de un delito también local, debe corresponder
en cada caso al juzgador de la causa penal, como autoridad vinculada al cumplimiento, determinar qué
pruebas carecen de valor probatorio por encontrarse directa e inmediatamente vinculadas con el arraigo,
dado que dicho valor no se pierde en automático por la declaración de invalidez de la orden de arraigo.
Es por ello que para los efectos de la exclusión probatoria, el juez de la causa penal deberá considerar
aquellas pruebas que no hubieran podido obtenerse a menos que la persona fuera privada de su libertad
personal mediante el arraigo, lo cual comprenderá todas las pruebas realizadas sobre la persona del
indiciado, así como todas aquellas en las que él haya participado o haya aportado información sobre los
hechos que se le imputan estando arraigado. En este sentido, se constriñe al juez de la causa penal a
que, mediante un auto que emita en la etapa procedimental en que se encuentre el juicio penal,
determine qué pruebas deben ser excluidas de toda valoración, lo cual debe hacer del conocimiento de
las partes en el juicio.

Amparo en revisión 164/2013. 30 de abril de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto aclaratorio. Ponente: José Ramón Cossío
Díaz. Secretarios: Rosalba Rodríguez Mireles y Raúl M. Mejía Garza.

Amparo en revisión 38/2014. 30 de abril de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto aclaratorio. Ponente: José Ramón Cossío
Díaz. Secretarios: Rosalba Rodríguez Mireles y Raúl M. Mejía Garza.

Amparo directo en revisión 2048/2013. 3 de septiembre de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero
de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto aclaratorio. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Saúl Armando Patiño Lara.

Amparo directo en revisión 2049/2013. 3 de septiembre de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero
de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto aclaratorio. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Saúl Armando Patiño Lara.

Amparo directo en revisión 2063/2013. 3 de septiembre de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero
de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto aclaratorio. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Saúl Armando Patiño Lara.
Tesis de jurisprudencia 5/2015 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha veintiuno de enero de dos mil quince.

Esta tesis se publicó el viernes 13 de febrero de 2015 a las 9:00 horas en el Semanario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 16 de febrero de 2015,
para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

Época: Décima Época


Registro: 2008537
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 15, Febrero de 2015, Tomo III
Materia(s): Constitucional
Tesis: II.3o.P.41 P (10a.)
Página: 2817

PRUEBA ILÍCITA. SI EN UNA MISMA DILIGENCIA SE FUSIONAN DOS DISTINTOS MEDIOS


PROBATORIOS QUE EXIGEN PARA SU VALIDEZ EL CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS
PREVISTOS EN ARTÍCULOS DIFERENTES SE VULNERA EL DERECHO FUNDAMENTAL AL
DEBIDO PROCESO Y, POR ELLO, ES LEGAL QUE EL ÓRGANO JURISDICCIONAL HAGA UNA
VALORACIÓN DEL PRINCIPIO DE PROHIBICIÓN O EXCLUSIÓN DE AQUÉLLA.

El derecho fundamental al debido proceso, involucra la prerrogativa consistente en no ser juzgado a


partir de pruebas cuya obtención se encuentra al margen de las exigencias constitucionales y legales
(artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), que denota normativamente
el imperativo de buscar la verdad, de que se investigue o, en su caso, se demuestre la veracidad de todo
argumento o hecho que llegue al proceso para que adquiera validez. Por ello, es indispensable que se
respeten los lineamientos postulados en la Constitución que sean acordes con la finalidad del debido
proceso, traducida en el derecho subjetivo de acceder a los órganos jurisdiccionales para hacerlo valer
de manera efectiva y obtener una resolución que dirima la cuestión efectivamente debatida, basada en
la inclusión de pruebas lícitas que demuestren la pretensión, respetando las reglas valuadoras de cada
probanza de conformidad con la normatividad adjetiva respectiva. Así, satisfechas las condiciones y
requisitos establecidos en la ley, se fijará su alcance probatorio, para determinar si han de tomarse en
consideración para enlazarlas o confrontarlas, según corresponda; lo anterior, con la finalidad de llegar
a la verdad legal. En efecto, si en una misma diligencia, se conjugan para su recepción, desahogo y
ponderación dos distintos medios de prueba (la ampliación de declaración y la confrontación), que exigen
para su validez, el cumplimiento de requisitos contemplados en artículos diferentes, al contener
características y ser de naturaleza distintas; fusionarlos, implica la despersonalización de la prueba,
pues alguna se nulificará al recepcionarse en contravención a la ley, ya que la diligencia de origen,
colmará las exigencias legales individual y no conjuntamente, resultando evidente la vulneración al
derecho fundamental al debido proceso. Consecuentemente, es legal que el Juez de la causa o el
tribunal de apelación, lleve a cabo una valoración del principio de prohibición o exclusión de la prueba
ilícita, que implica que los medios de prueba que deriven de la vulneración de derechos fundamentales
no deben tener eficacia probatoria. De concedérsela, se trastocarían los derechos de legalidad y
seguridad jurídica; así indefectiblemente, las pruebas que sustenten la determinación asumida, deben
haber sido obtenidas de manera lícita, lo contrario, implica la ignorancia de las garantías propias al
proceso.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEGUNDO CIRCUITO.


Amparo en revisión 152/2014. 8 de octubre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: José Merced Pérez
Rodríguez. Secretaria: Miriam Leticia Castro Salazar.

Esta tesis se publicó el viernes 20 de febrero de 2015 a las 9:30 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época


Registro: 2010354
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 24, Noviembre de 2015, Tomo I
Materia(s): Constitucional, Penal
Tesis: 1a. CCCXXVI/2015 (10a.)
Página: 993

PRUEBA ILÍCITA. LÍMITES DE SU EXCLUSIÓN.

La exclusión de la prueba ilícita aplica tanto a la prueba obtenida como resultado directo de una violación
constitucional, como a la prueba indirectamente derivada de dicha violación; sin embargo, existen límites
sobre hasta cuándo se sigue la ilicitud de las pruebas de conformidad con la cadena de eventos de la
violación inicial que harían posible que no se excluyera la prueba. Dichos supuestos son, en principio, y
de manera enunciativa y no limitativa, los siguientes: a) si la contaminación de la prueba se atenúa; b)
si hay una fuente independiente para la prueba; y c) si la prueba hubiera sido descubierta
inevitablemente. Sobre el primer supuesto, a saber, la atenuación de la contaminación de la prueba, se
podrían tomar, entre otros, los siguientes factores para determinar si el vicio surgido de una violación
constitucional ha sido difuminado: a) cuanto más deliberada y flagrante sea la violación constitucional,
mayor razón para que el juzgador suprima toda evidencia que pueda ser vinculada con la ilegalidad. Así,
si la violación es no intencionada y menor, la necesidad de disuadir futuras faltas es menos irresistible;
b) entre más vínculos (o peculiaridades) existan en la cadena entre la ilegalidad inicial y la prueba
secundaria, más atenuada la conexión; y c) entre más distancia temporal exista entre la ilegalidad inicial
y la adquisición de una prueba secundaria, es decir, que entre más tiempo pase, es más probable la
atenuación de la prueba. En relación con el segundo supuesto es necesario determinar si hay una fuente
independiente para la prueba. Finalmente, el tercer punto para no excluir la prueba consistiría en
determinar si ésta hubiera sido descubierta inevitablemente en el proceso. Dicho supuesto se refiere, en
general, a elementos que constituyan prueba del delito que hubieran sido encontrados
independientemente de la violación inicial. La aplicación del anterior estándar debe hacerse en cada
caso concreto.

Amparo en revisión 338/2012. 28 de enero de 2015. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo
de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto concurrente,
Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena. Secretaria: Karla I. Quintana Osuna.

Esta tesis se publicó el viernes 6 de noviembre de 2015 a las 10:30 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.

Época: Décima Época


Registro: 2005726
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 3, Febrero de 2014, Tomo III
Materia(s): Constitucional, Penal
Tesis: I.9o.P. J/12 (10a.)
Página: 2065

PRUEBA ILÍCITA. VALORACIÓN DEL PRINCIPIO DE SU PROHIBICIÓN O EXCLUSIÓN DEL


PROCESO, BAJO LA ÓPTICA DE LA TEORÍA DEL VÍNCULO O NEXO CAUSAL ATENUADO EN LA
DECLARACIÓN DEL INCULPADO.

Un derecho fundamental que asiste al inculpado durante todo el proceso es la prohibición o exclusión
de la prueba ilícita, alegando como fundamento el derecho a un debido proceso (artículo 14 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), a que los Jueces se conduzcan con
imparcialidad (artículo 17 constitucional) y a una defensa adecuada (artículo 20, apartado B, fracción
VIII, constitucional); por ende, bajo el criterio de esta prerrogativa, tanto su declaración ministerial
asistido por persona de confianza y no por licenciado en derecho, carece de valor probatorio alguno, así
como sus posteriores declaraciones, ministeriales o judiciales, si sólo se constriñen a su ratificación, sin
que se estimen convalidadas, no obstante que sean rendidas en presencia de su defensor, licenciado
en derecho y del Juez de la causa; lo anterior, según este principio de prohibición o exclusión de la
prueba ilícita, pues la nulidad de dichas actuaciones no se supedita a actos posteriores que puedan
interpretarse como su consentimiento o superación contraria a derecho, la cual dejó en estado de
indefensión al inculpado. Sin embargo, bajo la óptica de la teoría del vínculo o nexo causal atenuado,
en el escenario del proceso propiamente dicho, observando los derechos constitucionales y legales ante
sede judicial, si en presencia del Juez, del Ministerio Público, del defensor, licenciado en derecho y del
secretario fedatario de la diligencia, el inculpado, de manera libre, voluntaria y espontánea, declara en
relación con el hecho imputado, ya sea en el mismo contexto de su declaración ministerial o en sentido
diverso, admitiendo ciertos hechos, negando otros o haciendo valer causas de exclusión del delito, no
obstante que esas manifestaciones puedan estar relacionadas con la ilicitud de la declaración inicial, si
se advierte que la conexión es tan tenue entre ambas, que su exclusión se considere desproporcionada
y carente de real utilidad, esa conexión causal puede darse por rota o inexistente jurídicamente, ya que
la admisión voluntaria de los hechos no puede considerarse como un aprovechamiento de la lesión inicial
de su derecho fundamental de prohibición o exclusión de la prueba ilícita. En consecuencia, es legal que
el Juez de la causa o el tribunal de apelación, lleve a cabo una valoración del principio de prohibición o
exclusión de la prueba ilícita, bajo la teoría en cuestión, ponderando cada caso en particular, en tutela
judicial efectiva de los derechos de debido proceso, defensa adecuada, presunción de inocencia y
sustancialmente del principio contradictorio (sustentado en los argumentos de defensa del imputado) y,
conforme a su libre convicción, a las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y la máxima de la
experiencia, sometidos a la crítica racional, justiprecie lo tenue o débil del vínculo o nexo causal entre la
prueba ilícita y la derivada, y determine incluso, su inexistencia; sin que sea óbice a lo anterior que el
juzgador, por el contrario, considere indivisible dicho vínculo y, por tanto, aplicable la exclusión de la
prueba ilícita y la derivada.

NOVENO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 286/2013. 5 de septiembre de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Miguel Ángel
Aguilar López. Secretaria: Alejandra Isabel Villalobos Leyva.
Amparo directo 318/2013. 25 de septiembre de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Miguel Ángel
Aguilar López. Secretario: Daniel Guzmán Aguado.

Amparo directo 374/2013. 17 de octubre de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Miguel Ángel Aguilar
López. Secretaria: Elizabeth Franco Cervantes.

Amparo directo 345/2013. 28 de noviembre de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Miguel Ángel
Aguilar López. Secretario: Daniel Guzmán Aguado.

Amparo directo 431/2013. 9 de enero de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Miguel Ángel Aguilar
López. Secretaria: Elizabeth Franco Cervantes.

Esta tesis se publicó el viernes 28 de febrero de 2014 a las 11:02 horas en el Semanario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 3 de marzo de 2014,
para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

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