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Este es el trabajo final de la materia de Humanidades y busca comprometer mediante el mismo los
conceptos tratados durante este período, teniendo como marco conceptual la problemática ambiental
y las acciones que nosotros como país realizamos ante ella, especialmente en un momento de
segregación y/o unificación ideológica de la sociedad, como lo son las elecciones presidenciales de
una República. Este trabajo es un ensayo cuyo fin es el de dar una respuesta a la pregunta de cuál
debería ser el camino que debe tomar Colombia en materia de sostenibilidad y medioambiente; cuyo
tema también abre una ventana para dejar reflejado los pensamientos y las acciones que los candidatos
presidenciales exponen en sus planes de gobierno para el período de presidencia de la República 2018
– 2022.
Consumismo
Como ciudadanos, estamos inmersos, junto a unas sociedades hegemónicas con un largo historial de
consumismo, que han hecho de ello, una cultura y de esa cultura, una normalización moral legitimada
a través de la globalización. El consumismo que se nos ha inculcado a nosotros los colombianos es el
de comprar objetos materiales a fin de estar en la misma sintonía que los países desarrollados, esto
se debe a teorías sociales implantadas por los mismos países hegemónicos, en especial Estados
Unidos, inventando su “discurso desarrollista”, que diagnosticó el atraso del llamado Tercer Mundo
debido a la pobreza existente en el mundo periférico, desde los años cincuenta, en el contexto de la
Guerra Fría (Archila & Pardo, 2001). Esta categoría que encarnó el imaginario geopolítico, es la razón
por la cual está legitimado moralmente al día de hoy dentro de la sociedad colombiana, el
consumismo; pero existe otra teoría aún más relevante que se superpone a ésta, en palabras de
(Bauman, 2007) “El despilfarro consumista, se dice, es el signo del éxito, una autopista que conduce
directamente al aplauso público y la fama. También aprenden (los consumidores) que poseer y
consumir ciertos objetos y vivir de determinada manera son requisitos necesarios para ser felices”.
Si en la actualidad tenemos ese historial de teorías implantadas en el subconsciente, con las nuevas
tecnologías no se hace diferente el desarrollo de conciencia en las sociedades, pues “una de las
características más comentadas de la sociedad de consumo es el enaltecimiento de la novedad y la
degradación de la rutina […] para los miembros adecuadamente entrenados de la sociedad de
consumidores, cualquier rutina y cualquier cosa asociada a conductas rutinarias (monotonía,
repetición) se tornan insoportables” (Bauman, 2007); así pues, a medida que surgen nuevas
tecnologías, en orden para alcanzar la felicidad compramos lo más nuevo del mercado sin ser
conscientes del procedimiento que han tenido estos productos para adquirir un precio, o en otras
palabras, no conocemos su valor, no nos interesa.
En este contexto de ideas, entramos a darle una base al porqué de las decisiones que tomamos
diariamente, específicamente a la hora de comprar productos y vemos que lo hacemos sin adquirir
consciencia del valor de las cosas; el significado de la palabra valor queda constatado en (Marx,
1998), como el trabajo humano es la única mercancía capaz de producir valor. Vemos entonces cómo
se relacionan las ideas anteriores en un solo sentido, la economía y su funcionamiento a través de los
años.
Si el planteamiento básico de la economía es la oferta y demanda en el mercado, se necesita entonces
un producto que ofrecer y alguien que lo adquiera, es en ese funcionamiento donde se han
desarrollado las teorías mencionadas anteriormente; sociedades que han visto el éxito como la
obtención de productos específicos y ciertos modos de vida, sumergiéndonos en esa llamada cultura
consumista. Para que el consumismo tenga éxito siempre deben de estar disponibles nuevos productos
en el mercado, pero todo producto viene de materiales básicos, materiales que están disponibles en la
Tierra o realizados con trabajo humano. Es aquí donde entra en juego finalmente la parte ambiental,
puesto que a medida que se adquieren los materiales básicos, se destruyen territorios de suelo (y
agua), ecosistemas necesarios para la vida humana y animal, a la vez que son necesarios para la
regulación del planeta y su correcto funcionamiento.
Lo socio-ambiental
Me gustaría comenzar este acápite mencionando la carta encíclica que el Papa Francisco I ha escrito
para tratar de concientizar a la población terrícola sobre los problemas en lo que él denomina “la casa
común” (Tierra), tanto ambientales como sociales; el Papa nos explica que en realidad no existen dos
problemas separados, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. -dice- “Se nos hace un llamado
a dialogar acerca del cuidado del planeta, nuestra “casa común”, pues el desafío ambiental que
vivimos, sus raíces humanas y sus impactos sociales, nos interesan y nos afectan a todos. Es necesario
superar las actitudes que obstruyen los caminos de solución y sumarse a las alternativas de reparación,
cada uno desde su cultura, creencias, experiencias, iniciativas y capacidades. ¿Estamos dispuestos a
cuestionar nuestro estilo de vida frente al evidente deterioro de la naturaleza y la sociedad?”
(Francisco, 2015).
El Papa nos hace esta profunda pregunta porque sabe que el problema que enfrentamos como
habitantes de la Tierra es complejo en todos los aspectos; el ciclo de la vida es nacer, crecer,
reproducirse y morir, pero en ese tiempo entre crecer y morir tenemos necesidades humanas, como
comer, desarrollarnos física e intelectualmente, tener estabilidad emocional y psicológica, y es en ese
orden, para obtener esa estabilidad que los humanos hemos creado acciones y métodos de suplencia
como la economía y el transporte. Todo medio de transporte por más del último siglo ha sido a base
de combustibles fósiles, ya que su extracción es relativamente barata y existe, o existía en grandes
cantidades alrededor del planeta, pero la combustión de dichos fósiles genera un gran impacto
negativo para las capas superiores de la Tierra, quedando encerrado todo el desecho gaseoso y, a su
vez, encerrando también la energía proveniente del Sol, haciendo que se produzca el llamado
Calentamiento Global. Una de las maneras de contrarrestar este efecto es dejando que los árboles y
los corales absorban esos desechos gaseosos y los conviertan en oxígeno.
La razón por la cual la Tierra no puede hacer su correcto proceso de autorregulación es, entre otros,
debido a la tala excesiva de árboles y al derramamiento de basuras y petróleo en ríos y mares, matando
vasta cantidad de arrecifes de corales. Todo esto se ve reflejado en el documental “Antes que sea
tarde”, un documental donde tiene como protagonista el actor Leonardo DiCaprio, que a su vez
ostenta el cargo de Mensajero de la Paz de la ONU, y por medio del cual nos hace ver diferentes
realidades ambientales que suceden en la actualidad en múltiples territorios de la Tierra
“El cambio climático es el mayor peligro que enfrenta nuestro planeta”, dijo DiCaprio. “Debemos
trabajar juntos como una voz colectiva para exigir acciones drásticas ya. Nuestra supervivencia
depende de ello. Este documental traduce los síntomas y las soluciones del cambio climático antes de
que la información sea distorsionada, como pasa muy a menudo por aquellos que tienen un interés
económico en la producción de combustibles fósiles” (Stevens, 2016).
Siguiendo esta misma lógica entonces, comenzaré por referirme al ámbito colombiano y su relación
en materia de elecciones presidenciales que tuvieron lugar el día 27 de mayo; cabe destacar que esperé
hasta después de esta fecha intencionalmente para terminar el presente trabajo con fin de conocer los
resultados, que terminaron en segunda vuelta.
Gustavo Petro: Sus puntos fuertes en su plan de gobierno general son tratar de cambiar el modelo
económico del país a fin de enfrentar la crisis ambiental, dinamizar la economía mediante el
fortalecimiento de la agricultura, la reindustrialización de sectores estratégicos, la transición hacia
energías renovables, sustentables y la generación de cambio tecnológico. “Es urgente superar el
extractivismo que, acompañado de la tercerización de los sectores financiero, de transporte y de
servicios, ha llevado al deterioro del aparato productivo, industrial y agropecuario nacional,
provocando devastación ambiental, pobreza e inequidad”.
Sus puntos específicos propuestos en el plan de gobierno 2018 – 2022, en materia ambiental son:
• Aire y agua limpia para los colombianos: Establecer un plan para iniciar la transición de los
combustibles contaminantes a energías limpias.
• Cambio climático: Adoptar las medidas de compromiso con el COP21 (Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el cambio climático, 2015. París.) para reducir los gases de efecto
invernadero.
• Lucha contra la minería criminal y deforestación: Mediante la protección de los páramos,
selvas y bosques en Colombia.
• Eficiencia en el proceso ambiental: Creación de la Agencia Nacional de Licencias y Permisos
Ambientales.
• Fortalecimiento del modelo institucional ambiental: Enfoque de las CAR a la protección de
las cuencas hidrográficas.
• Plan nacional de recuperación forestal: Reforestación de más de un millón de hectáreas en
las zonas afectadas por actos criminales.
Sergio Fajardo: “El punto de partida es la lucha contra la corrupción y el clientelismo. La nueva
página de las oportunidades solamente será posible enfrentando de forma decidida la corrupción, el
clientelismo y la cultura de la ilegalidad”, este fue su tema principal de campaña, con el cual buscaba
no polarizar a la sociedad colombiana, brindándole una solución al tema de la corrupción que tanto
ha marcado a la política colombiana. “La reconciliación es la segunda columna vertebral: Apostar a
la reconciliación significa entendernos siendo diferentes y tender puentes entre nosotros. No dejar
que la rabia, el miedo y el odio definan las relaciones, sino liderar una revolución serena. Eso pasa
por los acuerdos de paz, un proyecto de cultura ciudadana y entender la seguridad en un nuevo
contexto para garantizar que no aparezcan nuevas formas de violencia”.
Estos son sus puntos específicos en su plan de gobierno general acerca del tema ambiental:
Referencias
Archila, M., & Pardo, M. (2001). Movimientos sociales, Estado y democracia en Colombia. Archila
Mauricio y Pardo Mauricio.
Bauman, Z. (2007). Vida de consumo. México, D. F.: Fondo de Cultura Económica.
Francisco, P. (2015). Laudato Sí. Madrid: Ediciones Palabra, S.A.
Marx, K. (1998). Trabajo asalariado y capital. (S.R): Debarris.
Stevens, F. (Dirección). (2016). Antes que sea tarde [Película].
Francisco Javier Martínez Valencia. –Ciencia Política, Pontificia Universidad Javeriana Cali.
(2018)