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DERECHOS HUMANOS – octubre 2017

Contenido:

I.- Origen Histórico:

II.- Fundamentos de los Derechos Humanos III.- Un concepto

IV.- Características de los Derechos Humanos V.- Clasificaciones de los Derechos Humanos
VI.- Los Principales Derechos Civiles y Políticos

VII.- Derechos Humanos y Derechos Fundamentales.

I.- Origen Histórico:

Es posible encontrar indicios de lo que hoy conocemos como Derechos Humanos en el


pensamiento de Aristóteles, Cicerón, Santo Tomás de Aquino, Sir Edward Coke, John Locke,
Rousseau, Voltaire, etc.

Se suele citar como antecedentes importantes La Carta Magna (Inglaterra 1215), el Bill of Rights
(Inglaterra 1689), así como la Ley de Habeas Corpus (1679)

Generalmente se marca el nacimiento de los primeros derechos civiles y políticos, como hoy los
conocemos, con:

- La Declaración de Independencia de los Estados Unidos (4 de julio de 1776),


- La Constitución de Estados Unidos (17 de sept de 1787, ratificada el 21 de junio de 1788)
y sus diez primeras enmiendas, ratificadas en diciembre de 1791;
- La Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (26 de agosto de
1789).

Declaración de Independencia de los Estados Unidos

“Sostenemos por evidentes, por sí mismas, estas verdades: que todos los hombres son creados
iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, entre los cuales están
la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen
entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los
gobernados; que siempre que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios el
pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en
dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio sea la más adecuada para
alcanzar la seguridad y la felicidad."

Constitución de los Estados Unidos de América

Preámbulo…

“NOSOTROS, el Pueblo de los Estados Unidos, a fin de formar una Unión más perfecta,
establecer Justicia, afirmar la tranquilidad interior, proveer la Defensa común, promover el
bienestar general y asegurar para nosotros mismos y para nuestros descendientes los beneficios
de la Libertad, estatuimos y sancionamos esta CONSTITUCION para los Estados Unidos de
América.”

Enmienda I
“El Congreso no hará ley alguna por la que adopte una religión como oficial del Estado o se
prohíba practicarla libremente, o que coarte la libertad de palabra o de imprenta, o el derecho
del pueblo para reunirse pacíficamente y para pedir al gobierno la reparación de agravios.”

Enmienda II

“Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará
el derecho del pueblo a poseer y portar armas.”

Enmienda IV

“El derecho de los habitantes de que sus personas, domicilios, papeles y efectos se hallen a salvo
de pesquisas y aprehensiones arbitrarias, será inviolable, y no se expedirán al efecto
mandamientos que no se apoyen en un motivo verosímil, estén corroborados mediante
juramento o protesta y describan con particularidad el lugar que deba ser registrado y las
personas o cosas que han de ser detenidas o embargadas.”

Enmienda V

“Nadie estará obligado a responder de un delito castigado con la pena capital o con otra
infamante si un gran jurado no lo denuncia o acusa, a excepción de los casos que se presenten
en las fuerzas de mar o tierra o en la milicia nacional cuando se encuentre en servicio efectivo
en tiempo de guerra o peligro público; tampoco se pondrá a persona alguna dos veces en peligro
de perder la vida o algún miembro con motivo del mismo delito; ni se le compelerá a declarar
contra sí misma en ningún juicio criminal; ni se le privará de la vida, la libertad o la propiedad
sin el debido proceso legal; ni se ocupará la propiedad privada para uso público sin una justa
indemnización.”

Enmienda IX

“No por el hecho de que la Constitución enumera ciertos derechos ha de entenderse que niega o
menosprecia otros que retiene el pueblo.”

Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano

Artículo 1

“Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo
pueden fundarse en la utilidad común."

Artículo 2

“La finalidad de cualquier asociación política es la protección de los derechos naturales e


imprescriptibles del Hombre. Tales derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la
resistencia a la opresión."

Artículo 4

“La libertad consiste en poder hacer todo lo que no perjudique a los demás. Por ello, el ejercicio
de los derechos naturales de cada hombre tan sólo tiene como límites los que garantizan a los
demás Miembros de la Sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales limites tan sólo pueden
ser determinados por la Ley.”
La profesora Ángela Vivanco (Curso de Derecho Constitucional, Tomo I, Ediciones Pontificia
Universidad Católica de Chile), destaca de estos instrumentos que, si bien se fundan en el
iusnaturalismo, los derechos que consagran se estiman inherentes a la naturaleza humana,
reconociéndose a todos los hombres, por sólo hecho se serlo; sin distinción de clase o
estamento y desde el punto de vista jurídico, se trata de instrumentos de derecho público y no
de naturaleza privada o contractual (como en instrumentos medievales).

Replicados, de allí en adelante, en distinta magnitud y profundidad, por un amplio número de


Cartas Fundamentales, estas declaraciones y derecho serán insuficientes frente a una nueva
etapa en la historia y particularmente en la evolución social: la Revolución Industrial y la cuestión
social. Frente a esta realidad y a la influencia de las doctrina marxista, surge la necesidad de
reconocer, además de derechos civiles y políticos, ciertos derechos relativos al trabajo,la
seguridad social o la educación. La Constitución de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 y la
de Weimar, en Alemania, 1919, son las primeras en consagrar derechos sociales.

Sin embargo, ni siquiera estos esfuerzos fueron suficientes frente a los sucesos que remecieron
a toda la humanidad en la primera mitad del siglo XX: las Guerras Mundiales (1914-1918 y 1939-
1945) la Guerra Civil Española (1936-1939). Esto tanto en las situaciones que les dieron orígenes
como en cuanto a lo ocurrido durante su desarrollo.

Con el propósito de que tales horrores no se vuelvan a repetir, nace la Organización de las
Naciones Unidas el 24 de octubre de 1945, al ser ratificada por la mayoría de los 51 Estados
Miembros firmantes de la Carta de la ONU. Actualmente, son 193 los Estados Miembros; todos
representados en su Asamblea General.

Declaración Universal de los Derechos Humanos

Al canadiense John Peters Humphrey entonces Director de la División de Derechos Humanos


de las Naciones Unidas, le cupo redactar el primer borrador de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos; texto que fue revisado luego por el experto francés en Derecho
Constitucional René Cassin. Es importante también recordar la colaboración del filósofo francés
Jacques Maritain; firme impulsor de la carta. Entre los redactores de la Carta estuvo también el
jurista chileno Hernán Santa Cruz Barceló.

La Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Eleanor Roosevelt,


miembro de la comisión redactora, activista, escritora y ya entonces viuda del Ex Presidente
Franklin D. Roosevelt, la presentó a la Asamblea General así:

“Nos encontramos hoy en el umbral de un gran acontecimiento tanto en la vida de las


Naciones Unidas como en la vida de la humanidad. Esta declaración bien puede convertirse
en la Carta Magna internacional para todos los hombres en todo lugar”.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es el primer reconocimiento universal de


que los derechos básicos y las libertades fundamentales son inherentes a todos los seres
humanos, por su sola naturaleza de tales. Son derechos inalienables y aplicables por igual a
todo y cada uno de los individuos del género humano; independientemente de su nacionalidad,
lugar de residencia, género, etnia, edad, religión o cualquier otra condición; todos nacidos libres
e iguales en dignidad y de derechos.

Sin embargo: su valor jurídico es asunto discutido; en efecto, no fue su intención declarada; sino
servir como guía a los ordenamientos positivos internos. Aún así, las posiciones van desde el
reconocimiento de su valor moral hasta quienes sostienen que, por ser parte de la Carta
Internacional de Derechos Humanos (Junto con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) comparte su
valor obligando a los Estados parte.

Dice el preámbulo:

“LA ASAMBLEA GENERAL proclama la presente DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS


HUMANOS como un ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a
fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella,
promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y
aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y
aplicación universales y efectivos…”

II.- Fundamento de los Derechos Humanos

La dignidad inherente a la persona humana

Se trata de derechos anteriores a los Estados, anteriores al orden internacional; por lo tanto,
a ellos sólo les cabe reconocerlos y protegerlos.

“Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento
de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la
familia humana;”

“Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los
derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la
igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado resueltos a promover el
progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad;”

III.- Un concepto

“... un conjunto de facultades e instituciones que, en cada momento histórico, concretan las
exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad humanas, las cuales deben ser reconocidas
positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel nacional e internacional.”

(Antonio-Enrique Pérez Luño, Derechos Humanos, Estado de Derecho y Constitución.)

“Haz de facultades morales y jurídicas que delimitan la dignidad humana en todo tiempo y
lugar, con anterioridad y superioridad al Estado, con pretensión de universalidad y cuyo
respeto, promoción y desarrollo constituyen la condición y fundamento de toda sociedad
democrática justa.”

(Gonzalo García Pino, Pablo Contreras Vásquez, Victoria Martínez Placencia, 2016,
Derechos Humanos. En: Diccionario Constitucional Chileno, Santiago, Editorial Hueders, p385)

IV.- Características de los Derechos Humanos

Inherencia al ser humano, Universalidad, Inalienabilidad, Irrenunciabilidad, Inviolabilidad,


Indivisibilidad e integralidad, Imprescriptibilidad Historicidad y dinamismo, Progresividad e
Irreversabilidad.

Inherencia al ser humano: son consustanciales e inseparables de la condición humana.

Universalidad: todo ser humano posee una serie de derechos con independencia del país o del
lugar en que haya nacido o habite, no es un problema de Estado. La declaración Universal de
Derechos Humanos es “Universal” y no “Internacional”. No es un asunto de Estados, es de la
comunidad internacional. Los DDHH no están restringidos a determinadas personas o grupos,
sino que se reconocen como un atributo básico inherente a todos los hombres, por el mero
hecho de ser tales y corresponden a las personas como miembros directos de la humanidad.

Inalienabilidad: no se pueden quitar, nadie puede ser despojado de ellos, ni separarlos de su


titular

Irrenunciabilidad: su vigencia y validez no dependen de la voluntad del titular, ni de la del


Estado o de un tercero. Ni siquiera el titular puede disponer de ellos para convenir en su
renuncia o limitación, ni por acto unilateral ni entre partes.

Inviolabilidad: Su desconocimiento implica la negación de la condición de persona humana

Indivisibilidad e integralidad: Es el conjunto de derechos lo que constituye a una persona, a un


ser humano, su dignidad; todos son igualmente importantes, complementarios e
interdependientes.

Imprescriptibilidad: no se pierden por el transcurso del tiempo, no se agotan; ni siquiera por el


hecho de haber sido violados.

Historicidad y dinamismo: Se relacionan con el hombre históricamente situado, la forma de


entender la dignidad humana se debe profundizar y ampliar ante nuevas circunstancias;
avanzando en su protección. Su reconocimiento e incluso su contenido son producto de la
historia y de la civilización. Nacen nuevas necesidades de protección que antes no existían.

Progresividad e irreversabilidad: son un mínimo, que van avance, como el desarrollo del
hombre mismo. Dado que son producto de la historia y de la evolución de la civilización, deben
estar en evaluación frente a ese devenir; pero su reconocimiento es irreversible, es imposible
desconocerlos. Los derechos humanos tienen fuerza expansiva, como el hombre.

V.- Clasificaciones de los Derechos Humanos

La más conocida es la propuesta en 1979, por el profesor Karel Vasak, inspirada en los ideales
de la Revolución Francesa: libertad, igualdad y fraternidad y reconociendo su generación
histórica. Podría sostenerse, además, cierta historicidad ideológica. A partir de ello los clasifica
en tres generaciones de Derechos:
a.- Derechos de Primera Generación o derechos de libertad

b.- Derechos de Segunda Generación o derechos de igualdad o derechos sociales c.- Derechos
de Tercera Generación o derechos de fraternidad o solidaridad

a.- Derechos de Primera Generación o derechos de libertad

Podemos situar su nacimiento en época de la caída del absolutismo, de las grandes


Revoluciones y de surgimiento del constitucionalismo “clásico”.

Se conciben como un límite al poder del Estado, en pro de los individuos, de su libertad personal
y de pensamiento, de su derecho a la participación política; de las ideas ilustradas y de la idea
de “contrato social”. Es clara la concepción de que el Estado no los crea; sólo los reconoce. Son
además verdades “evidentes”, según la recta razón, como señala la Declaración de la
Independencia de los EEUU y refiere el profesor Antonio-Enrique Pérez Luño.

Tienen una marcada identidad individualista

Se trata de”derechos de defensa”, que exigen una abstención o auto-limitación por parte del
Estado. Bastará su sola actitud pasiva al respecto. Se trata de una esfera propia del ciudadano
en que es vedado al Estado intervenir o inmiscuirse.

Entre los derechos civiles y políticos, de libertad o de la primera generación suele citarse el
siguiente catálogo:

- Toda persona tiene derechos y libertades que le son inherente, sin distinción de género,
raza, edad, posición social o económica…
- Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad
- Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de ideas, de expresar unas y
otras y libertad de religión.
- Nadie puede ser sometido a condiciones de esclavitud o servidumbre.
- Nadie puede ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes; ni puede ser dañado física, moral ni psicológicamente te, o vulnerado en
su honra o reputación

- Toda persona tiene derecho a no ser molestado en su privacidad; ella, su domicilio o


morada, su correspondencia son inviolables morada.

- Todo individuo tiene derecho a asociarse con otros y de reunirse pacíficamente

- Toda persona tiene derecho a una nacionalidad

- Todo individuo tiene derecho a la libertad ambulatoria, y a elegir el lugar de su


residencia.

- Toda persona tiene derecho a recibir asilo en caso de persecución política

b.- Derechos de Segunda Generación o derechos de igualdad o derechos sociales

La “matriz individualista” se verá profundamente tensionada sufrirá cambios, a propósito de las


luchas sociales de finales del siglo XIX, en que se reclama la necesidad de ampliar el catálogo de
derechos y libertades con una “segunda generación” de derechos de tipo económico, social y
cultural.

Debe considerarse que es la época de nacimiento de los socialismos, que el Estado Liberal de
Derecho es reemplazado por el Estado Social de Derecho y la concepción del Estado de
Bienestar.

No es la libertad del individuo, es la necesidad de igualdad. Ahora, no bastará con un rol pasivo
del parte del Estado; se trata de derechos de participación que exigen un rol activo del Estado,
para garantizar su ejercicio: prestaciones y servicios públicos. Los hombres se transforman en
acreedores y los estados en prestadores o eventuales deudores. El Estado debe accionar para
una igualdad efectiva.

Como parte de este catálogo encontramos:

- Toda persona tiene derecho a la seguridad social y a obtener la satisfacción de los


derechos económicos, sociales y culturales.

- Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones equitativas y satisfactorias.

- Toda persona tiene derecho a formar sindicatos para la defensa de sus intereses.

- Toda persona tiene derecho a la educación en sus diversas modalidades.

- Toda persona tiene derecho a la salud física y mental, etc.

- Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado, que le proporcione y asegure
a ella y a su familia la salud, alimentación, vestido, asistencia médica o de salud,
vivienda, y los servicios sociales necesarios.

¿Son verdaderos derechos?

¿No son verdaderos derechos, sino “disposiciones programáticas”?

Pero varios de ellos han sido positivizados e incluso constitucionalizados. Por lo tanto, son
invocables directamente: derecho a huelga, derecho a sindicación, derecho al descanso en el
trabajo, derecho a la educación.

II.- ¿Son derechos “humanos”?

Posición positiva: son derechos basados en la dignidad de la persona humana. Son


mecanismos de satisfacción de las exigencias de dicha dignidad dentro de la organización social.

Posición negativa: son “derechos” que se le reconocen a los hombres, no en su calidad de


personas, sino de individuos existencialmente situados. Son aspiraciones y principios
orientadores, cuya realización depende de factores aleatorios: disponibilidad de recursos, el
desarrollo científico-técnico o la colaboración internacional.

Dificultades: Imparable crecimiento de las necesidades, galopante escasez de recursos,


creciente impotencia de la acción estatal, lo que incluso está llevando en Europa de estos días,
a un “desmantelamiento” de los derechos sociales. Se debilita incluso la protección
jurisdiccional.
c.- Derechos de Tercera Generación o derechos de fraternidad o solidaridad

Pero ya con posterioridad a las grandes guerras, las nuevas situaciones a que se enfrenta la
humanidad en su conjunto y que quedaron en evidencia a raíz de esas catástrofes, nace un
convencimiento de la necesidad de un nuevo complemento a los derechos de primera y segunda
generación. Se habla de la contaminación de los derechos, de nuevos peligros globales y
necesidades que sólo pueden enfrentarse o resolverse en un marco más amplio: Las nuevas
tecnologías- con sus bondades y peligros-, la contaminación ambiental, la conservación del
patrimonio natural y cultural, la lucha contra la pobreza, la conservación de la paz, etcétera.

Ahora se trata de derechos de los pueblos frente a una sociedad internacional o universal

Así, forman parte de este catálogo de derechos:

- El derecho a la autodeterminación de los pueblos

- El Derecho a la independencia económica y política.

- El Derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación

- El Derecho a la identidad nacional y cultural.

- El Derecho a la paz o a la coexistencia pacífica

- El Derecho al entendimiento y la confianza.

- El derecho a la cooperación internacional y regional.

- El Derecho a la justicia internacional.

- El derecho al uso del avance de las ciencias y la tecnología.

- El derecho a la solución de los problemas alimenticios, demográficos, ecológicos.

- El derecho al patrimonio común de la humanidad.

Y más allá… una cuarta generación? …

VI.- Los Principales Derechos Civiles y Políticos

• Derecho a la vida,

• Derecho a la integridad física y psíquica ( moral)

• Derecho a la libertad y a la seguridad personal

• Derecho a la protección contra la tortura,

• Derecho a la libertad ambulatoria: a circular, residir y permanecer, a salir o entrar de


un Estado

• Derecho a la libertad de opinión,

• Derecho a la libertad de conciencia,

• No incitación o no apología a la guerra, al odio o a la violencia

• Derecho de asociación
• Derecho a la participación política: a votar y ser elegido.

• Derecho a la igualdad ante la ley

• Derecho a la igualdad ante la Justicia

• Derecho al debido proceso

• Derecho a la protección de la familia

• Derecho a contraer matrimonio libremente ya formar una familia

• Derecho al nombre

• Derecho a la nacionalidad

• Derecho a la propiedad ?

VII.- Derechos Humanos y Derechos Fundamentales.

Como señala el profesor Eduardo Aldunate Lizana (Derechos Fundamentales, 2008, Legal
Publishing (Thomson Reuters)) Páginas 45 a 100

Derechos del hombre, derechos humanos, derechos individuales, derechos constitucionales,


derechos públicos subjetivos, libertades públicas, garantías individuales, derechos civiles,
etcétera. Aunque se usan alternativamente, lo cierto es que no siempre se está aludiendo al
mismo objeto. Es evidente cierto desacuerdo en torno a los conceptos.

Para efectos de nuestro estudio, nos interesa ahondar en los conceptos de Derechos Humanos
y Derechos Fundamentales.

DERECHOS HUMANOS Y DERECHOS FUNDAMENTALES

Derechos Humanos: “Haz de facultades morales y jurídicas que delimitan la dignidad humana
en todo tiempo y lugar, con anterioridad y superioridad al Estado, con pretensión de
universalidad y cuyo respeto, promoción y desarrollo constituyen la condición y fundamento
de toda sociedad democrática justa”. Gonzalo García Pino y otros. Diccionario Constitucional
Chileno, Hueders, 2016, p 385)

Se trata de un concepto de mayor generalidad. Complejo, porque se sitúa entre la moral y el


derecho; es inseparable de su historia; particularmente a partir de 1948, con el hito de la
Declaración Universal de Derechos Humanos y la promesa de no repetir los horrores de la guerra
y todo aquello que condujo a ella; representan un movimiento ético permanente que lucha por
ampliar su alcance, por especificar nuevas formas de reflejar la dignidad humana y perfeccionar
sus garantías; porque su independencia del Estado los sitúa en la esfera internacional, incluso
no gubernamental, precisamente para evitar su atropello por las esferas de poder estatal y no
estatal.
Nuestra Constitución utiliza esta expresión sólo una vez, en las Bases de la Institucionalidad:
para repudiar el terrorismo, señalando que éste, en cualquiera de sus formas, es por esencia
contrario a los Derechos Humanos (Artículo 9, inciso 1º).

Si bien el concepto de Derechos Humanos es independiente de su consagración jurídica,


persigue precisamente su concreción en los ordenamientos jurídicos positivos.

En un concepto amplio, se trata de una suerte de “programa sobre lo deseable”, que en algunos
casos tiene como destinatarios a los Estados y en otros, a la comunidad internacional, como
principio de actuación en las relaciones internacionales (Ej: derecho al desarrollo, cooperación
internacional)

Se ha sugerido reservar esta denominación precisamente al orden internacional; otros creen


que es propia de la filosofía del derecho.

Derechos Fundamentales: Atributos individuales y sociales inherentes a la dignidad humana


que el constituyente ha estatuído como derechos, directa o indirectamente, que los preserva
de su alteración o vulneración por normas infraconstitucionales con un complejo de garantías
jurídicas resistetes, haciéndolos indisponibles al legislador en su núcleo esencial y que permiten
a todas las personas su plena realización, goce y ejercicio.

Esta expresión si apunta a un concepto jurídico.

La explicación de su fundamentalidad es doble: externa e interna. (G. García Pino)

Externa: porque su fuente es ajena al Derecho, tiene raíz antropocéntrica, emana del propio
ser humano, son el resultado de la separación entre sociedad y Estado. Se conciben como
defensa frente al Estado, que sólo los reconoce, regula legítimamente y eventualmente limita.

Interna: la fundamentalidad interna reside en el Derecho, en la positividad de las normas y en


ese sentido, su punto de partida es la condición jurídica de la Constitución como norma suprema
y fuente de producción de normas dentro del ordenamiento. Así, los derechos fundamentales
están dotados de la misma supremacía constitucional de la Carta, y son indisponibles para el
legislador y para los órganos del Estado en general.

Nuestra Constitución usa este concepto también sólo en una oportunidad, en el Capítulo
relativo al Tribunal Constitucional, para regular el control de los Autos Acordados (Art. 93 inciso
3º).

Y… ¿los derechos constitucionales? ¿los derechos esenciales que emanan de la naturaleza


humana?

Entendemos por derechos constitucionales el conjunto de derechos de las personas que el


constituyente ha estimado de la entidad suficiente para incluirlos expresamente como normas
constitucionales.

Se trata de una denominación genérica y formal, no tiene calificativos adicionales, como ser
“esenciales” o “fundamentales”. Son constitucionales todos los derechos que aparecen en la
Constitución. En Chile, por ejemplo, no es un derecho constitucional el derecho al matrimonio;
aunque si puede interpretarse como derecho fundamental, vinculado con el artículo 5ª inciso
2º.
En nuestra Carta, el catálogo de derechos constitucionales está en todo el artículo 19
preferentemente; pero también en otros artículos: como el 10, 1, 13, 14, 38, entre otros (como
señalan el Profesor Gonzalo García Pino y otros en “Diccionario Constitucional Chileno”).

Esta expresión “Derechos Constitucionales” es más frecuentemente utilizada en nuestra Carta


Fundamental. Desde luego, da nombre al Capítulo III “De los Derechos y Deberes
Constitucionales”; en relación a los Estados de Excepción, para reconocer el derecho de recurrir
ante los Tribunales de Justicia (art. 45 inc. 1º); para limitar la acción de protección a algunos
derechos (Art. 20 inc. 1º), para identificar la restricción de los estados de excepción a
determinados derechos constitucionales (Art. 39); para requerir autorización judicial previa
cuando las investigaciones del Ministerio Público afecten “los derechos que esta Constitución
asegura” (Art 83 inc. 3º).

Debe entenderse también incluida en esta categoría la alusión a “los derechos de las personas”,
como en el caso de los artículos 1ª inc. 4º y 5º

En cuanto a la expresión “Derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana”, hablamos


de los derechos de las personas naturales que se erigen en un límite a la soberanía estatal y que
están reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de derechos humanos
ratificados por Chile y que se encuentren vigentes. (Art 5º inc. 2º).

Esta norma es problemática tanto en su fundamento como en su alcance. En cuanto a lo


primero, como señala el profesor García Pino, se puede sostener que el sentido de su
incorporación es triple: como límite a la soberanía estatal (los Estados legitiman en base al
respeto irrestricto a los derechos), en segundo lugar, la norma establece un catálogo “abierto”
de derechos reconocidos por la Constitución (no sólo aquellos consagrados en su texto; sino
también los reconocidos en tratados internacionales que han sido ratificados por Chile y que se
encuentren vigentes.

Una tercera derivada sería reconocer aquellos derechos llamados “implícitos”, como ha hecho
la jurisprudencia. Se trata de un tipo de interpretación constitucional que “infiere” derechos a
partir de la cláusula que combina derechos constitucionales con los derechos estatuidos por los
tratados internacionales: por ejemplo, el derecho a la identidad personal (STC 1340-09).

En cuanto a la aplicación de esta norma, ha significado no pocas complejidades; en términos de


la jerarquía de los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos.

DERECHOS Y DEBERES CONSTITUCIONALES

Llama la atención que, en comparación al extenso catálogo de derechos y a aquellos que hemos
dicho se sitúan fuera del artículo 19, sólo dos disposiciones - los artículos 22 y 23- se refieran a
específicos deberes constitucionales. Al respecto, no debe olvidarse que:

- Los derechos fundamentales suponen desde luego un deber de respeto e incluso


obligaciones respecto de las demás personas: por ejemplo, a los padres respecto de su
hijos, al Estado, a grupos intermedios o incluso a toda persona. Se les llama también
derechos públicos subjetivos.

- El ejercicio legítimo de los derechos fundamentales impone también deberes,


limitaciones y restricciones para sus propios titulares.

- El Derecho es en si mismo un sistema de límites; así se considera ya desde “El Contrato


Social”. Ningún derecho, ni siquiera fundamental, puede considerarse absoluto o
ilimitado respecto de nada ni de nadie.

DERECHOS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES

En general, se distinguen tres sentidos al hablar de Garantías:

- -En un sentido amplísimo: las garantías abarcan la totalidad de las instituciones


públicas y privadas, políticas, jurídicas, sociales y económicas que figuran una cultura
de reconocimiento, respeto y promoción de los derechos fundamentales. Abarca su
historia, principios, valores, como la separación de funciones, la democracia, la
autonomía de la sociedad civil frente al Estado- gobierno, etc.

- -En un sentido más restringido: se refiere a resguardos institucionales, principalmente


jurídicos y políticos con que la democracia en el Estado de Derecho aspira a
legitimarse, y a ejercer el poder o soberanía. Ej: elección periódica de autoridades, el
principio de representación, mecanismos de democracia semidirecta, la actuación de
órganos de control.

- -En un sentido estricto o técnico-jurídico: se refiere a conceptos y procesos jurídicos,


comprendiendo el acceso, simple y directo, a los órganos que ejercen jurisdicción,
para que en un proceso justo o debido, con procedimientos sumarísimos y eficaces,
otorguen tutela real, previamente o ex-post, al ejercicio legítimo de los derechos
esenciales.

EN NUESTRA CARTA FUNDAMENTAL…

Es indudable la profunda relación entre los Capítulos I y III de nuestra Constitución

Si bien el catálogo de Derechos y Deberes se encuentra preferentemente en el Capítulo III,


ello debe relacionarse con las Bases de la Institucionalidad; especialmente Artículos 1º incisos
1º y 4º; Artículo 5º incio 2º; y Artículo 9 inciso 1º. Esto, sin perjuicio de muchas otras
coordinaciones posibles de efectuar. Como señala el profesor Cea, no se trata solo de un
ejercicio académico, sino del modo correcto de entender la Constitución, como sistema de
valores, principios y normas. Así lo ha reconocido también el Tribunal Constitucional. Es por
eso que, asimismo, los capítulos posteriores, necesariamente deben interpretarse a la luz de
estos principios.

Es de la esencia del Constitucionalismo, su razón de ser, el reconocimiento, promoción,


defensa y protección de la dignidad humana y de los derechos esenciales que fluyen de ella.
El artículo 19º es el más complejo de nuestra Constitución, y el catálogo de derechos más
completo que hemos tenido; más aún si se relaciona con la disposición del Artículo 5º inciso
2º.

¿Quiénes son los titulares de los derechos fundamentales?

A diferencia de las Cartas de 1933 y 1925, que hablaban de “habitantes”, la de 1980 habla de
“personas”: “La Constitución asegura a todas las personas”.

TODAS LAS PERSONAS: naturales (cualquiera sea su género, nacionalidad, raza, condición, sin
distinción de edad, cualquiera sea su estado de salud física o mental, sean chilenos,
residentes, domiciliados o simplemente transeúntes). Pero también, en lo que les toca, las
personas jurídicas, los entes morales o sociedades de hecho, también lo sería la criatura que
se encuentra en el vientre materno, armonizando el 19 Nº1, el artículo 5º inciso 2º y el
artículo 4º Nº1 del Pacto de San José de Costa Rica. Lo relevante es que se encuentren
sometidas al ordenamiento jurídico chileno.

Se señalan, sin embargo dos (o tres) limitaciones:

a) Que se trate de personas sometidas al ordenamiento jurídico chileno

b) Dependiendo de la natutraleza de cada derecho, algunos sólo pueden corresponder a


personas naturales: como el derecho a la vida, la libertad ambulatoria. Otros,
unicamente incumben a personas jurídicas, como el el derecho de las instituciones
religiosas a erigir y conservar sus templos y dependencias, o el de las organizaciones
sindicales para gozar de autonomía.

c) Se estaría configurando un tercer límite, de más reciente aparición: los llamados


derechos “no humanos”, del que supuestamente son titulares las cosas, los bienes, los
animales, la tierra. Se discute si puede hablarse de “derechos”, pero hay cierto
acuerdo en que el desarrollo humano no puede lograrse legítima ni civilizadamente en
base a la destrucción de la naturaleza.

Constatadas las características de nuestro artículo 19 y que existen derechos fundamentales


en otras disposiciones… ¿Contiene nuestra Carta un catálogo taxativo?

Varias son las razones para sostener que no es asÍ:

-El artículo 19 no señala que los allí enumerados sean los únicos

-El artículo 5º inciso 2º; aunque se discute si los tratados internacionales tienen o no la
jerarquía de la Carta Fundamental.

-Los derechos humanos son tantos como el progreso y desarrollo de la humanidad vayan
descubriendo. La Comisión de Estudio señaló que todos los derechos que son inherentes a la
persona humana deben ser protegidos. (CENC “Informe con Proposiciones e Ideas Precisas”)

Lo dicho, sin embargo, no debe llevar a elevar a la categoría de fundamental otros atributos
que son menores, sin ese contenido relevante.
DERECHOS HUMANOS Y DERECHOS FUNDAMENTALES

¿Son renunciables los derechos fundamentales? La respuesta es categóricamente negativa.

Los valores, principios y normas relativas a derechos y deberes de la persona humana


configuran un régimen que es a la vez de derecho público y de orden público; rasgos que
prohíben renunciar o abdicar de atributos inherentes a la naturaleza.

Se trata de una conquista de la civilización, lograda con enormes sacrificios y tras procesos
muchas veces duros, complejos y dolorosos.

El propio texto de la Constitución y todo cuanto emana de su contexto y anales, excluye esa
posibilidad; los derechos se reconocen, se protegen y tutelan más allá de la voluntad de su
titular.

¿Qué sentido tendrían tantos resguardos y la supremacía misma de la Constitución si fuera


posible estipular cláusulas de renuncia a los derechos y deberes esenciales?

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