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En primer lugar hay que definir el concepto de posesión legal de la Herencia, que
para la doctrina, se ha considerado como una especie de adquisición provisional
de la herencia.
Se considera que ésta, es una ficción jurídica, que opera de pleno derecho al
momento de la muerte del causante.
Ahora bien, según la sentencia Sentencia 05001-23-31-000-2003-02308-
01(37046) del Consejo de Estado – Sección Tercera, del 7 de Noviembre de
2012, ésta no se refiere a la tenencia de la cosa con ánimo de señor y
dueño (corpus y animus), sino más bien a una tradición.
Se considera entonces como una de las modalidades especiales para realizar la
tradición sobre un bien inmueble pero “… si bien, la tradición que se efectúa le
otorga al(los) heredero(s) los derechos y obligaciones que se desprenden de la
titularidad del bien, lo cierto es que el derecho de propiedad sólo se obtiene una
vez se finaliza el respectivo proceso de sucesión y se asignan las respectivas
hijuelas.”
Ahora bien, ésta misma sentencia define a la posesión efectiva como un
mecanismo que prevé la ley civil para que los herederos del difunto, puedan
llevar a cabo todos los actos derivados y propios de la propiedad de uno o varios
inmuebles que integran la universalidad sucesoral, hasta que culmine el
respectivo trámite judicial.
Aquí ya se entiende entonces que el poseedor efectivo de la herencia, cuenta
con todos los derechos y obligaciones que se desprenden de la propiedad del
bien o cosa pero sin ostentar el título de propiedad del inmueble hasta que no se
efectúe la asignación de las hijuelas.
Por otro lado, Alcides Castellanos en su libro La Posesión de la Herencia,
menciona que la posesión efectiva, se refiere “… al derecho de dominio que da
la tenencia real y verdadera de los bienes de los bienes de la posesión a los
herederos”.
Así pues siguiendo a éste mismo autor, se puede decir que la posesión legal, es
entonces aquella que es creada o dada por la ley y la posesión efectiva, es en la
cual se reconoce un estado de hecho como lo es la entrega real y verdadera de
las especies hereditarias al sucesor, ésta última a su vez, es necesaria para todo
acto de disposición de la cosa contrario a la posesión legal que no autoriza al
heredero para disponer de manera alguna de la cosa.
Siguiendo a la Corte Constitucional Colombiana, se define a la posesión (en su
sentido general) desde la sentencia T – 518 de 2003, como “la tenencia de una
cosa determinada con ánimo de señor o dueño”, igual que como lo define
el artículo 762 del Código Civil, así pues y como lo menciona dicho artículo, el
tenedor de la cosa es considerado dueño mientras que otra persona no justifique
serlo.
Se tiene entonces que la posesión legal es un figura ficticia que contempla la
legislación colombiana, para poder hacer un llamamiento a los asignatarios para
que se hagan presentes al momento de la delación de la herencia sin que puedan
disponer aún de ella, mientras que la posesión efectiva es aquel momento en
que por medio de un juez o mejor dicho, mediante una sentencia de partición y
adjudicación de éste, se entrega a los asignatarios lo que les corresponde de la
herencia con el fin de que éstos puedan disponer de los bienes o las cosas que
les haya correspondido.
¿El asignatario es un verdadero tenedor?
En cuanto a si el asignatario es un verdadero tenedor de los bienes del causante
y con base en lo expuesto anteriormente, se puede decir entonces que éste sí
es un mero o verdadero tenedor dado que reconoce la propiedad de la cosa a
otra persona.
Así mismo porque sólo puede tener el uso y el goce de la cosa a diferencia del
poseedor efectivo que puede disponer de la cosa.
Por ende, siguiendo el artículo 775 del Código Civil, se entiende que la mera
tenencia es la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino en lugar o a
nombre del dueño.
¿Qué es el tenedor de la herencia?
Se puede concluir entonces que el tenedor de la herencia, es una figura similar
a la de la posesión legal de la herencia, dado que no es dueño aún de la misma
y no podrá disponer ni tener posesión efectiva o total de ella, dado que ésta se
mantendrá en cabeza del causante primero hasta que muera y segundo, hasta
que no se haga la respectiva partición y adjudicación de la Herencia.
Queda visto cómo la posesión legal y la posesión efectiva, pueden otorgar o
proteger derechos a una o varias personas, en la primera, para hacerle saber a
los asignatarios que pueden ser partícipes en la delación de una herencia por
derecho y en la segunda, para proteger los bienes de un causante y poder
adjudicarlos mediante el mecanismo judicial correspondiente, a quienes
realmente se les deben adjudicar para que puedan disponer de ellos a su gusto
y antojo.