Вы находитесь на странице: 1из 4

PANORAMA ELECTORAL EN COLOMBIA: ENTRE UN

ELECTORADO INCRÉDULO Y JUEGOS SUCIOS


7 de mayo de 2018
Por Diana Katherine Ayala Chala
20141167051
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Facultad de Ciencias y Educación
Matemáticas
Ética y política

Las elecciones en Colombia son de gran importancia, puesto que se define no solo quien
ocupa el Palacio de Nariño durante 4 años, sino que además se definiría el posible futuro
de este país. El electorado se convirtió en una masa de poca credibilidad frente a la
política colombiana que día a día se ve más arraigada. Sin embargo, la maquinaria
política teje estrategias controversiales que hoy se ven evidenciadas por la prensa
intencionada hacía los mismos que han gobernado el país durante 150 años. Se ven
evidenciadas muchas mañas políticamente hablando que hacen parte del deseo de los
diferentes sectores que se disputan la permanencia en el palacio.

Tenemos un electorado inconforme, puesto que ante la posibilidad de cambio que se


generó a mitad del siglo XX con Jorge Eliecer Gaitán, quedo una desazón que opaco la
esperanza frente a un cambio sustancial en Colombia. Se dio un mensaje claro, un
mensaje que con el uso de la violencia a que los opositores al cambio, la burguesía
colombiana estaría dispuesta a oponerse a sangre y fuego contra el cambio. Era un
mensaje desalentador, puesto que Gaitán se mostraba valiente frente a las fuerzas
oscuras que se oponían a sus ideales, él se mostró tranquilo siempre y con convicción de
un cambio en esta patria, tras cada discurso.

Se logró el cometido de la oligarquía colombiana, callar para siempre al caudillo que traía
el cambio. Luego vendría la guerra bipartidista de los 50’s que traería el nacimiento de las
guerrillas y luego la ambición del narcotráfico que sería el pretexto perfecto para que
Estados Unidos en su buena fe tuviera pretextos para incursionar con bases en nuestro
país. El narcotráfico fue una mancha muy grande en la política colombiana, uno de los
narcos más buscados en el mundo fue senador de la república y aunque en Antioquia con
las poblaciones más vulnerables, Pablo Escobar fue un salvador para las comunidades
olvidadas por el estado.
Es un país de incoherencias, podemos decir que frente a la desmovilización de las
guerrillas como el M-19, con el asesinato de Carlos Pizarro se deja a entre ver que los
acuerdos de paz con los grupos subversivos no era algo de palabra por parte del
gobierno. Entonces, luego de volver el M-19 a la vida civil y de darles participación política
a ellos, le quedaba un problema al Estado y es que las guerrillas de las FARC y el ELN no
iban a ceder, entonces se iba a hacer un intento frustrado de negociación que sería en la
zona de despeje en el Caguán.

Luego ante el refortalecimiento de las FARC llega Álvaro Uribe Vélez con la promesa de
combatir la guerrilla y el narcotráfico, pese a ser un personaje controversial, por sus nexos
con el paramilitarismo desde que era gobernador de Antioquia. Quizá este personaje es la
representación del oscuro neoliberalismo de Colombia, a su llegada al poder no solo
replegó a las FARC, también se cometieron actos impunes como los falsos positivos en
donde se mataban jóvenes de poblaciones vulnerables de Bogotá para vestirlos de
camuflaje y con fusil en mano hacerlos pasar como guerrilleros, mostrando al país su
eficacia en el mandato. No solo es ese un capítulo por el cual el señor Uribe está
investigado y lleva más de 2000 investigaciones en su contra, más encima era amigo del
partido republicano de los Estados Unidos, a los cuales les entrega en bandeja de plata el
país y firma el TLC afectando con la resolución 970 al campesino a comprar semillas
gringas y a no reutilizar las que ellos almacenaban porque se consideraría ilegal. Este
señor se implanto 2 periodos en el poder y puso un títere que lo precediera.

Santos llega al poder en 2010, con el apoyo de Uribe y de repente se arma una cortina de
humo entre todo lo que pasaba en el país, problemáticas que generaron paros y el
descontento social, entonces se crea una supuesta disputa por el hecho de que el
gobierno de Santos entraría en negociaciones en 2013 con la guerrilla de las FARC para
un inminente cese al fuego. Descontento que ha durado años, pero que al final ahora en
época de elecciones al parecer nos deja ver que todos los partidos de derecha son lo
mismo con diferente color y nombre. El nobel de paz, le es concebido a un personaje que
no reconoce que la verdadera paz se da en un país con justicia social.

Hoy a menos de un mes el panorama es casi el mismo de siempre, una izquierda


colombiana poco unida y con horizontes diferentes, Petro es un personaje que fue
polémico en Bogotá pero hizo bastantes cosas por reivindicar su política de
humanización, también como senador denuncio no solo a la derecha también a la
izquierda que estaba robándose a Bogotá con el proyecto de la 26. Pese a reunir en su
discurso parte de un cambio las personas prefieren malo conocido que bueno por
conocer, entonces votan por personajes como Duque, el títere de Uribe o de Vargas
Lleras que son lo mismo en últimas.
La política juega a hacer lo que esté a su alcance con tal de estar en el poder,
favoreciendo a grandes grupos económicos como Sarmiento Angulo y entre otros. Por
ejemplo, en las legislativas a cámara y a senado nos dimos cuenta de la clase de
irregularidades que se presentaron, como la compra de votos en los pueblos más
recónditos y olvidados por el Estado. Y ¿por qué la gente vende su voto? Como lo decía
William Ospina en un artículo de su autoría en el Espectador, si una persona anda
desempleada y pasando por necesidades, vender el voto es una forma de trabajo
informal. Es entendible la necesidad de las personas, pero las personas no reconocen
que vendiendo su voto lo que hacen es hacer más crítica la situación por la que ellos
pasan, es decir, sus necesidades y derechos vulnerados seguirán siendo sepultados por
los mismos que les pagan por votar por ellos.

Muchos de los partidos que hacen este tipo de campaña sucia son los mismos de
siempre, de campañas demasiado cuestionadas y hasta investigados por corrupción entre
otros delitos que se suman a la lista de los políticos. Los partidos que poyan a Duque,
Vargas Lleras son los partidos más cuestionados por la cantidad de senadores y
personajes implicados en escándalos e investigaciones por delitos.

Entre las cosas Uribe y su afán de seguir en el poder pone a su títere Iván Duque, quien
se muestra con una hoja de vida limpia, pero en realidad en su plan de gobierno de
campaña, propone reformas que atentan contra los derechos de todos los colombianos y
vuelven más desigual este país. El aumento de la edad para pensionarse que provocaría
que menos gente accediera a la pensión, la modificación de los acuerdos que haría que
los grupos armados volvieran a la subversión, la política de conservación del icetex que
atenta contra la educación pública y el fortalecimiento de la explotación de recursos
naturales de manera desproporcionada. Y las encuestas y los medios lo muestran como
ganador de las elecciones presidenciales con mayor favorabilidad, así como artistas
vallenatos le dan su apoyo porque dice que el neoliberalismo defiende sus fortunas y las
fortunas de muchos ricos de Colombia.

Vargas Lleras es un candidato que se jacta de haber hecho cosas por el pueblo sin haber
tenido algo de lógica puesto que lo hizo con el erario público, todo porque sabía que eso
le serviría posteriormente como campaña, es uno de los mismos a Duque. Sigue Fajardo,
un tipo que es matemático, que dice que su interés es derrotar los mismos, pero en
Medellín ni en Antioquía lo quieren y es por cosas innecesarias en las que gasto recursos.
En su coalición, recoge una de las fuerzas que dice ser de izquierda, el Polo Democrático
y la Alianza Verde que en un principio tenían ideales de izquierda, que se quedaron en el
tiempo porque nacen por idealistas del M-19 y hoy no tienen nada de ese discurso.
Fajardo no deja de ser neoliberal, que replica las propuestas que han tenido acogida de
Petro y le hace señalamientos para hacer campaña a partir de ello.

Por otro lado, se encuentra Humberto de la Calle, un tipo humilde que ha estado en las
disputas de la constituyente en el 91 y además fue uno de los garantes del proceso de
paz en la Habana, pese a representar un partido que contraria su discurso y al parecer
apoyan más a Duque y a Vargas, este cree en un país con igualdad social y me parece
que es un personaje que si quedará como presidente podría cambiar un poco este país.

Mi apoyo es frente a Gustavo Petro, porque quizá la oposición de muchas fuerzas


políticas es indicio que él podría propiciar un cambio para éste país, como lo intento hacer
con Bogotá. Estoy convencida que las elecciones que se avecinan el 27 de mayo, van a
ser objeto de fraude y que será lamentablemente los resultados los mismos de siempre en
el que las elecciones van a estar entre Duque y Vargas Lleras porque la oligarquía con su
dinero y poder lo van a lograr mientras dejemos de ser el país de las ironías

Вам также может понравиться