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ENFOQUES DIDACTICOS

En el trabajo que presentamos, para referirnos a los conocimientos y concepciones que


fundamentan las prácticas docentes, consideraremos a la Enseñanza como una práctica social y
pedagógica compleja. Los docentes a lo largo de su vida – historia profesional y educativa – y en
función de estos conocimientos y concepciones; toman decisiones en sus prácticas. Estas influyen
en las acciones que realizan y se integran en enfoques didácticos. Aquí intervienen valores,
creencias, conocimientos e ideologías, como así mismo factores socio-culturales - históricos e
institucionales.

Enfoques didácticos:
Los enfoques didácticos son modelos teóricos de interpretación de la denominada tríada didáctica:
(contenidos-docentes-alumnos), y de los llamados componentes didácticos curriculares (objetivos –
contenidos – estrategias – evaluación).

En función de la bibliografía consultada, pasaremos a referirnos a distintos enfoques. Cada uno de


ellos se basa en una concepción del conocimiento, de enseñanza, de aprendizaje, de estrategias y
de evaluación. Nuestro objetivo es caracterizar a cada enfoque. El lector podrá o no ubicarse, en uno
u otro enfoque.

Enfoque Tradicional:
Se basa en una concepción denominada “transmisiva de las verdades”. Transmisión de la cultura,
conocimientos que se consideran como verdades permanentes. Esta postura se apoya en una
concepción racional del conocimiento.

Los contenidos son listados de temas, presentados de manera fragmentada, los que luego son
memorizados por los estudiantes. La Ciencia constituye la condición de incuestionable.

¿Cómo se produce el aprendizaje?


Por recepción, de parte de los alumnos, de la información brindada por el profesor y los libros de
textos. Hablamos de la teoría de la “mente depósito”. La estrategia de enseñanza que más se utiliza,
es la exposición – clase magistral, la que a veces puede caer en un verbalismo excesivo, en perjuicio
de la experiencia vivida y la actividad de construcción del estudiante. En la evaluación se
comprueban resultados en términos de evaluación memorizada. El papel del docente, podríamos
decir que es protagónico. El alumno es un receptor del conocimiento, tiene una actitud pasiva.

Se priorizan los contenidos en función de la lógica de la disciplina, alejados de los intereses y


necesidades evolutivas de los alumnos.

El método se centra en la lógica de la disciplina y habilidad personal del docente. La evaluación


consiste en constatar la asimilación / memorización. El recurso fundamental es el libro de texto.

Enfoque Tecnicista:
La enseñanza es una actividad científica, rigurosa y eficaz. Se habla de la pedagogía por
objetivos. Los valores son la eficacia y la eficiencia. Lo importante es la planificación detallada. Se
instala la racionalidad instrumental. Los contenidos son algo dado, hay una concepción
epistemológica positivista. Las verdades son acumulativas.

El método experimental es la vía de acceso al saber objetivo. La psicología conductista


fundamenta teóricamente este enfoque. Se priorizan los objetivos cognitivos. Los contenidos, las
estrategias y la evaluación, son subsidiarios de los objetivos.
El profesor ejecuta el currículum elaborado por especialistas, y el alumno concreta las tareas de
aprendizaje.

La realización de pruebas objetivas previas y finales es una forma de medir el grado de


consecución de los objetivos previstos.

Enfoque Activo:
Enfoque también denominado “espontaneista”, corriente pedagógica que considera que la
Educación prepara para la vida, se da en la vida y coloca al alumno en el centro de la reflexión.

Podemos decir que con este modelo se opera un bio-psicologismo en la Educación, basado en los
siguientes aspectos:
 El alumno, sus intereses y necesidades, pasa a ser el centro del proceso de enseñanza y
aprendizaje;
 El docente acompaña – guía el proceso de desarrollo, favoreciendo el cambio y la adquisición
de habilidades, actitudes y valores social e individualmente asociados;
 La estrategia metodológica es la que privilegia el aprendizaje a través de la acción.
 Se intenta facilitar el desarrollo de la autonomía y la auto-realización personal. El alumno es el
centro de la tarea.

Este enfoque se contrapone al tradicional, criticando aquella postura sentada en una estructura
jerárquica y de dominación.

La concepción epistemológica que subyace es el relativismo, en tanto el conocimiento escolar es


concebido como producto abierto, generado a través de un proceso espontáneo de apropiación.

Los contenidos curriculares se seleccionan a partir de los intereses de los alumnos, vinculados a
la resolución de problemas. La planificación es abierta y contextualizada.

La evaluación deja de ser un instrumento de calificación y sanción en este sentido, dado que la
participación de los alumnos es fundamental para analizar la marcha del proceso. Algunos autores
critican que el excesivo énfasis puesto en los intereses de los alumnos podría llevar a la ausencia de
aprendizajes significativos, sobre los conocimientos socialmente valiosos.

Enfoque Problematizador:
Este enfoque se presenta como una propuesta alternativa a las limitaciones de los enfoques
anteriores. En estas explicitaciones no debemos dejar de considerar que cada enfoque realiza
aportes y presenta limitaciones. La propuesta del enfoque problematizador está encuadrada en la
didáctica constructivista y crítica. Se denomina así porque asume una perspectiva crítica-reflexiva en
relación con el contexto, y con todos los componentes didácticos.

En este enfoque, si nos referimos a la función de la educación, afirmaremos que la escuela debe
formar sujetos activos, autónomos, críticos, creativos, capaces de convivir democráticamente y de
comprender el mundo circundante. También de esta manera, la Educación puede promover el
cambio social, a través de la formación de personas críticas – comprometidas y capaces de
transformar la realidad (postura crítica).

Se intenta superar la disociación entre teoría y práctica en la enseñanza.


Tanto en la didáctica constructivista como crítica, el sujeto construye su conocimiento a través de
la interacción con el entorno social, cultural y natural. El docente actúa como mediador entre el
contenido y los alumnos, proporcionando las ayudas necesarias para que el sujeto avance
progresivamente en la apropiación significativa de los saberes.
Aquí se enseña desde el punto de vista disciplinar, lo que es epistemológicamente relevante, se
interpretan los intereses y necesidades de los alumnos en relación con las intencionalidades
educativas y los requerimientos del contexto socio-económico, histórico y político. Este modelo se
basa en el desarrollo profesional del docente, como práctico – reflexivo, e investigador de los
problemas que surgen en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

El contenido no es asumido como verdad absoluta, neutral y a-histórica, ni tampoco como


producto abierto de un proceso espontáneo, sino que el conocimiento escolar es el producto abierto
de un proceso orientado. Se trata de una construcción social.

El docente y los alumnos son protagonistas del proceso de enseñanza y aprendizaje.


Se articulan los contenidos relevantes con los intereses de los alumnos.

La planificación es considerada una hipótesis de trabajo que se irá reformulando durante el


proceso.

Se supera la dicotomía entre significatividad epistemológica y psicológica, se incorpora la


significatividad didáctica, que articula las intenciones educativas, en términos de conocimiento
deseable, con los intereses de los estudiantes, expresados como problemas a investigar, a través de
una metodología investigativa.

Evaluar significa realizar un seguimiento riguroso y significativo del desarrollo práctico de la


hipótesis de la enseñanza (planificación), para realizar las adaptaciones que resulten necesarias.
El conocimiento es una construcción realizada a través de cambios evolutivos de conceptos. Esta
construcción es modificable y constituye el fruto de la interacción activa y productiva del sujeto con
su ambiente.

En la enseñanza se favorecen los aprendizajes grupales y la construcción del conocimiento, aquí


en los aprendizajes hay una implicación activa de los sujetos, que significa definición de problemas
relevantes, la contrastación de las ideas previas con los nuevos conocimientos, y las evidencias de la
realidad investigada.

La evaluación es un proceso permanente de análisis y reflexión acerca de la propuesta de


enseñanza y los emergentes de su puesta en acción.

Habermas-Gadamer, hablan de que: “la educación, especialmente en el proceso de enseñanza,


constituye en esencia una situación de comunicación, en el cual se ponen en relación matrices
culturales complejas y se trabajan distintas significaciones con el fin de expresarlas, negociarlas y
crearlas.”

Beatriz Fainholc sostiene que no se puede considerar la educación aislada de la comunicación, y


ésta aislada de la tecnología en el mundo que nos toca vivir hoy. Junto con la comunicación, hoy la
información es el elemento necesario para cualquier vida organizada. La información opera de tal
modo en la mente humana y en los grupos sociales, que crea necesidades, los moviliza y tarde o
temprano se producen cambios en el orden social, económico, cultural y político.

Mientras pedagógicamente existen esfuerzos que suponen modelos constructivitas y dialógicos,


donde no hay emisores ni receptores, sino interlocutores válidos que parten y vuelven a la realidad.
La misma autora dice que debe superarse la vieja confusión que vinculó la comunicación con los
medios. Esto es posible siempre que se proponga una educación autónoma, crítica, libre y
transformadora, posibilitada por una comunicación, mediatizada o no, participativa y crítica.
Beatriz Fainholc vincula los fenómenos y tareas de la comunicación y la educación, así se refiere
a:
 El docente, al profesional de la salud, como comunicador social.
 El diseño de material mediatizador de experiencias de aprendizaje.
 La utilización combinada de multimedios, tanto en la educación formal como en la no formal.
 El protagonismo comunicativo de las personas en sus procesos de percepción – aprendizaje.
 El aprendizaje de la decodificación crítica de mensajes, impresos, audio y visuales.
 El uso educativo y no manipulador de los medios de comunicación social como un servicio
público.
 El mejoramiento de la comunicación intra-institución, servicio, escuela, comunidad.

Según Prieto Castillo, es necesario que hablemos de perceptores como usuarios activos y no como
receptores pasivos.

No se trata de acudir a medios sofisticados, sino rescatar el hacer cotidiano de la gente. Gente
que busca alternativas, personas abiertas, preparadas para cambiar las múltiples ideas y esferas de
actividades, y resistentes para enfrentar los problemas. Las herramientas son: ensayar, probar,
investigar y equivocarnos, así podremos formar personas más seguras, cautas, capaces de abrir
juicios y sacar conclusiones.

BIBLIOGRAFIA
 Beatriz Fainholc. La Tecnología Educativa Propia y Apropiada. Ed. Humanitas. Capítulo II: El
Aporte de la Ciencia de la Comunicación a la Educación. 1995
 Contreras, Domingo J. La autonomía del profesorado. Madrid. Morata. 1997.
 Ferry, G. “Pedagogía de la formación. Formación de formadores. Serie de documentos”. Vol 6
. Bs. As. 1997
 Furlan, A. La metodología de la enseñanza. En Furlán y otros. Aportaciones a la didáctica en
nivel superior. México. UNAM. 1983
 Gimeno Sacristán, J. La pedagogía por objetivos. Obsesión por la eficiencia. Madrid. Morata.
1990.
 Kuhn, T. La estructura de las revoluciones científicas. Buenos Aires. Fondo de Cultura
Económica. 1990.
 Lakatos, I. La historia de las ciencias. Madrid. Tecnos.
 Moran Oviedo, P. Instrumentación didáctica. Perfiles educativos. México. U.NA.M. 145-221.
 Schon, D. A. La formación de profesionales reflexivos .Barcelona. Paidós 1992

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