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LA CONSTITUCIÓN EN ACTOR CIVIL: ¿QUIÉN,


CUÁNDO, PARA QUÉ Y CÓMO?
Publicado el 13 mayo, 2011 por Miguel Angel Vásquez Rodríguez

Miguel Angel Vásquez Rodríguez


Juez Titular del Primer Juzgado de Paz Letrado con funciones de Juzgado de
Investigación Preparatoria de Iñapari. Distrito Judicial de Madre de Dios.

NOTA: Todas las referencias normativas hechas en el presente texto se deben


entender referidas al Código Procesal Penal (Decreto Legislativo 957) salvo
que se especifique lo contrario.

1. IDEAS PRELIMINARES
Durante la vigencia del Código Procesal Penal (en buena parte ya de los distritos
judiciales del país) se han ido estableciendo algunos criterios respecto a
determinados mecanismos prescritos por el nuevo ordenamiento; en el caso del
presente ensayo abordaremos el procedimiento de constitución en actor civil,
tema que ha generado interpretaciones encontradas, que con el tiempo han ido
encontrando su cauce mediante las disquisiciones que se han venido haciendo
en diversos juzgados y salas, pero que al parecer todavía no gozan de unánime
respaldo.

Entre los temas que a tratar y que resultan ser los que generan mayor discusión,
están la necesidad de llevar a cabo audiencia en el procedimiento de
constitución en actor civil del agraviado, la declaración de oficio de actor civil y
la oportunidad para constituirse en tal entre otros. Como mecanismo para
responder a las interrogantes que genera la constitución del agraviado en actor
civil, plantearemos a su vez cuatro preguntas: ¿Quién se constituye? ¿Cuándo?
¿Para qué? y ¿Cómo se constituye?

2. DESARROLLO
2.1 ¿Quién puede constituirse en actor civil?
El artículo 98 del Código establece como premisa inicial que el actor civil es el
titular de la acción reparatoria, luego precisa que esta acción sólo podrá ser
ejercitada por quien resulte perjudicado del delito. Recuérdese que la naturaleza
de la acción reparatoria es fundamentalmente patrimonial y es por ello la
denominación del titular de ella: “actor civil.” Dicho actor civil deberá, en
primer término, sustentar en el proceso cómo es que ha sido perjudicado por la
conducta imputada al investigado y cómo es que este daño sufrido puede ser
resarcido. Si bien en muchos casos de admite que hay un componente moral en
la colaboración del actor civil en el proceso a fin de aportar con elementos que
permitan probar la comisión del ilícito, lo cierto es que todas las facultades de
este apuntan formalmente a la acreditación, aseguramiento y pago de una
reparación civil.

Resulta evidente que el que ha sido perjudicado por el delito es el agraviado,


pero no siempre hay identidad entre agraviado en sentido estricto y agraviado
en sentido procesal (artículo 94.2 del Código) y por lo tanto con el actor civil.

Por ejemplo en el caso de lesiones graves, el agraviado será aquél que


efectivamente recibió las lesiones y el daño sufrido se acredita mediante el
certificado médico correspondiente. Será entonces facultad de aquél que sufrió
las lesiones constituirse en actor civil.

Diferente será en el caso de un homicidio, donde el agraviado es sin lugar a


dudas la víctima. Pero este agraviado como persona humana dejó de existir,
subsiste sin embargo la relación sucesoria hacia sus descendientes o
ascendientes de ser el caso. Dada la naturaleza patrimonial de la acción
reparatoria, tendrán derecho a ejercerla quienes acrediten precisamente su
vínculo sucesorio con la víctima o agraviado directo, ya que ellos son los
afectados con la vulneración (o destrucción) del proyecto de vida de éste.

Otra hipótesis es la de la víctima en estado vegetativo. ¿Quién puede


constituirse en actor civil en ese caso? En tanto la víctima no haya sido
declarada oficialmente fallecida, sigue siendo sujeto de derecho desde el punto
de vista de la norma civil (artículo 61 del Código Civil) ya que de acuerdo a
reiterada jurisprudencia la muerte se define como el cese de actividad cerebral.
¿Podrá constituirse como actor civil el potencial sucesor o sucesores de esta
víctima? La respuesta es negativa, ello conforme a la lectura del artículo 94.1 del
Código que establece que en el caso del agraviado incapaz, la representación
corresponde a quienes la Ley designe, en cuyo caso deberá el interesado en
ejercer la acción civil primero recurrir a la vía civil (proceso sumarísimo) para
demandar la interdicción del agraviado y obtener luego la resolución judicial del
caso y que presentará como prueba documental ante el Juez de la Investigación
Preparatoria.

En un reciente caso en este distrito judicial, que puede resultar sumamente


ilustrativo para los fines de este ensayo, acontece que una persona A muere a
manos de su conviviente B, de las actuaciones en sede fiscal por el delito de
homicidio y que aparecen de la carpeta correspondiente, fluye que A tiene dos
hijos menores de edad M y N. No se especifica si dichos hijos son comunes con
B. Durante la etapa de investigación preparatoria, C, que es hermano de A
solicita su constitución en actor civil al juzgado, adjuntando las partidas de
nacimiento de A y de C de donde aparece que efectivamente ambos tienen los
mismos progenitores. B se encuentra en el penal con mandato de prisión
preventiva. Ante este caso, ¿corresponde declarar a C como actor civil? La
respuesta a primera vista parece ser negativa, pero analicemos:

a) No fluye de la carpeta fiscal qué pasó con M y N. Por la documentación


presentada por C pareciera que no acude en representación de los menores, si
no por sí mismo en calidad de hermano de A.
b) ¿Quién está representando en este momento a M y N? El fiscal no informó al
despacho si dichos menores se encuentran en una institución a cargo de su
cuidado y en todo caso quién ejerce su representación.

Lo idóneo hubiese sido que el Ministerio Público haya informado al Juzgado el


estado y condición jurídica de los menores, en la que solo habrían dos
posibilidades, la primera que al estar B recluida en el penal y A fallecido, se
haya hecho entrega de M y N a los abuelos u otro familiar (incluyendo a C),
quienes ejercerían su representación, la segunda es que se haya declarado el
abandono material de estos y hayan sido remitidos a un albergue de menores,
donde el director o encargado de dicho centro ejercería la representación. En
cualquiera de los dos casos tanto la formalización y continuación de la
investigación, como posteriormente el traslado de la petición de constitución
civil de C tendrían que haber sido notificadas a M y N por medio de su
representante legal, de tal manera que se pudieran oponer o concurrir de ser el
caso conforme el artículo 99 del Código Procesal Penal.
También es apropiado preguntarse si podría B (presunta autora del delito de
homicidio) representar válidamente a M y N en la audiencia o en el proceso: A
todas luces la respuesta debe ser negativa, pues a este punto la fiscalía a cargo
de la investigación, conjuntamente con la fiscalía de familia ya deberían haber
tomado las previsiones para la seguridad de los menores, tutela y
representación. Pero incluso no siendo así, B no podría representarlos al existir
un evidente conflicto de intereses.

Regresando a la idea principal, si M y N tenían conocimiento de la petición de


constituirse en actor civil de C, y no presentaron también su petición para
concurrir, mediante su representante, entonces procederá declarar a C como
actor civil. No debe perderse de vista que el artículo 99.1 establece textualmente
que “En caso de concurrencia de peticiones se resolverá siguiendo el orden
sucesorio previsto en el Código Civil. […]” Es decir que para entrar al análisis
del orden sucesorio de los peticionarios, en primer lugar debe existir la situación
de la concurrencia de peticiones. Luego, si no hay concurrencia bastará
acreditar la vinculación sucesoria que de acuerdo al artículo 816 del Código Civil
alcanza hasta colaterales del segundo, tercer y cuarto grado de consanguinidad.
En este caso particular C habría presentado en solitario la petición; de esta se
habría corrido traslado a M y N mediante su representante, y al no haberse
opuesto o concurrido en el plazo que tenían para hacerlo (el del traslado), y al
estar C dentro del rango de parentesco colateral establecido por el artículo 816
del Código Civil, procede declarar su constitución en actor civil.

Es importante señalar que al final del proceso, y condenada B a una


determinada pena y el pago de una reparación civil, no implica que el íntegro de
esa reparación civil sea para C. Estamos ante la hipótesis que C se constituyó
probablemente como actor civil para colaborar con la investigación y
eventualmente, si así lo desea, solicitar una reparación civil a su favor,
acreditando el porqué la solicita tanto como el quantum de esta. Ello no implica
que los menores M y N hayan perdido el derecho a reclamar también una
reparación civil para ellos. Ese derecho está garantizado por la intervención del
Ministerio Público, quien debe tutelar por los derechos como agraviados de M y
N aunque no se hayan constituido como actores civiles y finalmente todavía
queda a su favor la vía de la acción civil pura. El juez en todos estos casos debe
actuar con mucha cautela, sobre todo al momento de fijar las reparaciones
civiles correspondientes, pudiendo inclusive desestimar dicha pretensión en el
caso de C.
Situación diferente sería, y aparentemente esto sucedió en el caso en comento,
que no se notificó a M y N. El artículo 336.2.c del Código establece como
requisito de la formalización de la investigación la indicación del agraviado, por
lo tanto es obligación del fiscal indicar quién goza de esa calidad, salvo que
materialmente no tuviera manera de determinarlo. Si bien el artículo 102.1
establece la obligación del Juez de recabar información de los sujetos
procesales, limita ésta a sólo los que están apersonados. Luego si efectivamente
el fiscal a cargo de la investigación señaló a M y N como agraviados en la
formalización de la investigación y estos no fueron notificados, no cabría
siquiera realizar la audiencia correspondiente, por cuanto se estaría vulnerando
el debido proceso. En la hipótesis de que la audiencia ya se haya fijado, bien
podría aprovechar ésta el Juez de la Investigación Preparatoria para levantar
datos respecto a la situación de los menores, a fin de saber su destino y en todo
caso disponer que el Ministerio Público informe su condición a fin de
notificarlos válidamente y luego recién resolver la petición de C.

De estas afirmaciones surge una pregunta interesante. ¿Cuántas veces se puede


realizar la audiencia de constitución en actor civil? Si bien la norma no lo
establece, el sentido común parece señalar que puede ser tantas veces como los
diferentes agraviados la propongan, ya que la norma no establece mayor
limitación que no sea la culminación de la investigación preparatoria. Si esto es
así, cabe la posibilidad de que un agraviado debidamente notificado para una
audiencia anterior procure su propia constitución en actor civil con
posterioridad en nueva audiencia. Regresando a nuestro ejemplo, ¿Qué pasaría
si C es constituido como actor civil y posteriormente M y N solicitan a su vez su
propia audiencia de constitución en actor civil? ¿Deberá el Juez dejar sin efecto
la constitución en actor civil de C? Evidentemente la audiencia tendría que
llevarse a cabo previo traslado a C de la petición, y el Juez deberá pronunciarse
acerca de la constitución de M y N, y adicionalmente sobre el orden de
prelación de M y N respecto a C (para efectos patrimoniales exclusivamente) y
mantener a C como actor civil solamente en cuanto a las otras facultades, en
particular la de colaborar con la investigación.

Existen delitos donde se afectan derechos reales patrimoniales, en aquellos


casos se deberá acreditar la titularidad del derecho. En la mayoría de casos eso
se hace mediante prueba documental o haciendo uso de las presunciones que al
respecto concede el derecho civil. Se debe incidir en el mecanismo de prueba
para cada derecho. Por ejemplo es frecuente que los agraviados en delitos de
usurpación, en los casos de los incisos 2 y 3 del artículo 202 del Código Penal,
pretendan acreditar su condición con el título de propiedad, olvidando que lo
que se debe acreditar es la posesión del bien y no la propiedad.

Si los agraviados son los accionistas, socios, asociados o miembros (artículo


94.3 del Código) de una persona jurídica, estos podrán también constituirse en
actores civiles, adelantándonos al cómo, se debe recordar que las asociaciones
pueden ser también asociaciones de hecho. En el caso de las inscritas deberán
adjuntar sus respectivas fichas registrales, ya que como se sabe los derechos de
estos agraviados solo serán oponibles a terceros a partir de su inscripción en los
registros públicos. En el caso de las asociaciones de hecho o no inscritas,
deberán acreditar su condición mediante la presentación de los libros
correspondientes o las copias de estos debidamente certificadas.

El artículo 94.4 del Código también atribuye a las asociaciones (por medio de
sus representantes legales) la facultad de ser agraviado en proceso donde se
afectan intereses difusos. Se entiende asociaciones que tienen en sus fines
(conforme al estatuto correspondiente) la defensa de los intereses difusos
afectados mediante la comisión del delito en investigación. Cuando estas
asociaciones intervienen como actor civil, se debe tener cuidado en el sentido de
que su principal facultad es la de colaborar con el esclarecimiento de los hechos
y la investigación, la capacidad de reclamar una reparación civil tiene que estar
siempre en relación a beneficiar con esta a los directamente afectados con los
delitos cometidos.

2.2 ¿Cuándo? Oportunidad para constituirse como actor civil


De acuerdo al artículo 101 del Código, la constitución en actor civil deberá
efectuarse antes de la culminación de la investigación preparatoria.

Luego surge otra pregunta: ¿Cuándo debe considerarse culminada la


investigación preparatoria? La pregunta parece errática, pero tiene sentido: El
Código contempla que la investigación preparatoria culmina mediante una
disposición fiscal (artículo 343) ya sea por propia decisión fiscal o en
cumplimiento de mandato judicial consecuencia de una audiencia de control de
plazos. Aunque el Código no lo establece expresamente, el Fiscal comunica
normalmente esta disposición al Juzgado y luego de quince días decide si
sobresee la causa, acusa o hace un requerimiento mixto. Puede darse el caso que
la disposición de conclusión demore en llegar a sede judicial, de ser así, ¿Qué
sucedería si en ese lapso, entre el que se dicta la conclusión de la investigación y
se pone en conocimiento del Juez de Investigación, el agraviado presenta su
solicitud de constitución en actor civil? A nuestro juicio debería admitirse a
trámite el pedido y correrse traslado, si en la absolución del traslado o de la
audiencia misma, se desprende que el agraviado (al momento de la presentación
de su solicitud) ya había sido notificado con la disposición fiscal que daba por
concluida la investigación preparatoria, el pedido deberá desestimarse por
extemporáneo; en caso contrario deberá procederse al análisis de fondo de la
cuestión.

Como ya señalé en un trabajo previo, existe un problema notable y grave en


cuanto a la oportunidad para constituirse en el caso del Proceso Inmediato, a
ese respecto recomiendo revisar en este mismo blog la nota titulada: “La
Constitución en Actor Civil del agraviado en el Proceso Inmediato.” Publicada el
6 de mayo del presente año.

La norma no establece un punto de inicio, es decir a partir de qué momento


puede el agraviado constituirse como actor civil, sin embargo resulta claro que
siendo la declaración de actor civil un acto eminentemente jurisdiccional, no
podría realizarse antes de que el Juzgado de Investigación preparatoria haya
asumido competencia material, por tanto puede decirse que el momento sólo
puede ser a partir de que el Juzgado haya tomado conocimiento de – y admitido
– la disposición de formalización y continuación de la investigación
preparatoria expedida por el fiscal a cargo de la investigación.

2.3 ¿Para qué constituirse en actor civil?


El agraviado o agraviados de ser el caso, se constituyen como actor civil para, de
acuerdo a los artículos 104 y 105 del código, ejercer las siguientes facultades:

a) Deducir nulidad de actuados.


b) Ofrecer medios de investigación durante la etapa de investigación
preparatoria.
c) Ofrecer medios de prueba en la etapa intermedia.
d) Participar en los actos de investigación y de prueba.
e) Intervenir en el juicio oral, por intermedio de su abogado.
f) Interponer los recursos impugnatorios que la Ley prevé.
g) Intervenir en el procedimiento para la imposición de medidas limitativa de
derecho, cuando corresponda.
h) Formular solicitudes en salvaguarde de su derecho
i) Colaborar con el esclarecimiento del hecho delictivo, de la intervención del
autor o partícipe, y
j) Acreditar la reparación civil que pretende.

En el caso del punto g) evidentemente el Código no se está refiriendo a la


prisión preventiva ni ninguna de las medidas similares, como la comparecencia
restrictiva por ejemplo, ya que en esos casos, como establece el artículo 271.1, el
actor civil no interviene en la audiencia correspondiente. Este punto se refiere a
las llamadas “otras medidas reales” o la incautación y cuyo fin es garantizar
precisamente el pago de la reparación civil, entre las “otras medidas reales”
tenemos: la orden de inhibición (que impide al imputado o tercero civil
disponer o gravar sus bienes); el desalojo preventivo, las medidas anticipadas,
las medidas preventivas contra personas jurídicas y la pensión anticipada de
alimentos.

Respecto a la acreditación del quantum de la reparación civil que pretende, el


actor civil debe utilizar las mismas reglas de la responsabilidad civil
extracontractual, es decir deberá acreditar daño emergente, lucro cesante y
daño a la persona de ser el caso o corresponder.

Adicionalmente a los descritos, el actor civil no pierde los derechos que le


asisten como agraviado y que están descritos en el artículo 95 del Código:

a) A ser informado de los resultados de la actuación en que haya intervenido, así


como del resultado del procedimiento, aun cuando no haya intervenido en él,
siempre que lo solicite;
b) A ser escuchado antes de cada decisión que implique la extinción o
suspensión de la acción penal, siempre que lo solicite;
c) A recibir un trato digno y respetuoso por parte de las autoridades
competentes, y a la protección de su integridad, incluyendo la de su familia. En
los procesos por delitos contra la libertad sexual se preservará su identidad, bajo
responsabilidad de quien conduzca la investigación o el proceso.
d) A impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria.

Si bien al parecer la intervención del actor civil no sería exclusivamente


patrimonial, se puede ver que todas las facultades que se le otorgan no tienen
otro fin que garantizar una resolución condenatoria, la misma que a la larga
generará el pago de la reparación correspondiente (pago que también puede
buscar garantizar con estas facultades), para sí o para otros agraviados también.

No se debe olvidar que la constitución civil del agraviado genera su renuncia


tácita a acudir a la demanda en la vía civil pura, llamada extra penal. Solo puede
recuperar esa capacidad el actor civil que se desiste de tal condición hasta antes
de la acusación fiscal. De la misma manera, el demandante civil (extra penal)
renuncia tácitamente a constituirse en actor civil en el proceso penal derivado
de los mismos hechos.

2.4 ¿Cómo constituirse en actor civil?


Ya hemos adelantado en los puntos previos, particularmente en el punto 2.1
algunos elementos del trámite para constituirse en actor civil.

Lo más importante, además del trámite establecido en el artículo 102 del Código
que establece la obligación del Juez de recabar información de los sujetos
procesales apersonados y correr traslado de la petición, a fin de resolver dentro
del tercer día, es el hecho de analizar si este procedimiento debe hacerse
siempre con la celebración de audiencia.

El artículo 102.1 en su última parte pareciera indicar que se dicta la resolución


sin mayor trámite que el haber recabado la información y la notificación de la
solicitud:

“El Juez de la Investigación Preparatoria, una vez que ha recabado


información del Fiscal acerca de los sujetos procesales apersonados en la
causa y luego de notificarles la solicitud de constitución en actor civil resolverá
dentro del tercer día.”

Sin embargo, el segundo punto del indicado artículo precisa que para efectos del
trámite, rige lo dispuesto en el artículo 8 del Código Procesal Penal.

El artículo 8 del Código, que establece el procedimiento para el trámite de los


medios de defensa (cuestión previa, cuestión prejudicial y excepciones)
establece que dentro del tercer día de notificar la admisión del medio de
defensa, el juez llevará a cabo una audiencia con la intervención obligatoria del
fiscal y, debe entenderse así, facultativa de los otros sujetos procesales.
Resulta entonces que el trámite de la constitución en actor civil tendría que
hacerse necesariamente mediante audiencia. Los defensores de esta posición
señalan que es necesaria la audiencia en cumplimiento del principio de proceso
público, oral y contradictorio establecido en el artículo I.2 del Título Preliminar
del Código Procesal Penal, y que una resolución expedida sin “contradictorio” en
audiencia no tiene validez y atenta contra el modelo garantista.

Olvidan los que propugnan esta tesis, que la garantía de publicidad, oralidad y
contradicción, son garantías del juicio oral, y así se puede verificar de la lectura
del aludido artículo I.2 del Título Preliminar:

“Artículo I. Justicia Penal.- […] 2. Toda persona tiene derecho a un juicio


previo, oral, público y contradictorio, desarrollado conforme a las normas de
este Código.”

Eso se desprende de varios elementos o variables, primero la investigación es


reservada en contraposición del juicio oral que es público. En el juicio oral la
presencia del imputado es obligatoria, a diferencia de las audiencias de la
investigación preparatoria, donde a excepción de la de Principio de
Oportunidad, Terminación Anticipada y de Colaboración Eficaz, no se requiere
la presencia del investigado, ni siquiera en la de prisión preventiva o en el
control de acusación. Existen diversas audiencias donde la asistencia de la
mayoría de los sujetos procesales es facultativa, como por ejemplo la de control
de sobreseimiento y la misma audiencia de medios de defensa del artículo 8,
donde la presencia del fiscal es la única obligatoria.

Como se puede ver el mal llamado “contradictorio” no es un requisito sine qua


non para la validez de una resolución, por lo tanto un excesivo culto a la
audiencia como garantía del debido proceso, perjudica los fines del propio
proceso penal, siendo uno de estos fines precisamente la eficiencia.

En este orden de ideas, debe tenerse en cuenta que en la audiencia de medios de


defensa regulada por el artículo 8, la naturaleza de la audiencia implica que el
fiscal defienda su posición de titular de la acción penal frente a la cuestión
previa, cuestión prejudicial o excepciones defensa que haya deducido la parte
legitimada. No sucede lo mismo en la solicitud de constitución en actor civil,
salvo que el fiscal u otro sujeto procesal haya expresado oposición. Si en el plazo
del traslado, algún sujeto procesal o el propio fiscal expresan oposición, o por la
complejidad del pedido se amerita una audiencia (como en el caso del ejemplo
del punto 2.1), se debe realizar esta a fin de que el Juez tenga elementos
suficientes como para expedir la resolución del caso. De no ser así, el Juez
deberá resolver sin mayor trámite, dejando expresa mención en la resolución
que no hubo oposición en el plazo de Ley. Un mecanismo recomendable sería
formar cuaderno aparte, como dispone el reglamento aprobado mediante la
Resolución Administrativa 096-2006-CE-PJ, para un mejor control, en los
casos donde efectivamente hubo oposición y audiencia y en los otros casos
mantener el trámite en el principal, por cuanto no se justificaría un cuaderno
independiente para ese caso, por lo mínimo de las actuaciones.

En el caso de la oposición, está deberá estar basada en el cuestionamiento


precisamente a la prueba documental que acredita el derecho del solicitante.
Existen casos, donde no hay mayor trámite que presentar el documento de
identidad, como por ejemplo el del agraviado en el caso de lesiones, donde
además el certificado médico correspondiente seguramente estará en la carpeta
fiscal. Adicionalmente, en estos casos suele haber una identidad entre el
denunciante y el agraviado, que no necesariamente se produce en todos los
casos. En los casos de delitos en perjuicio del Estado, será el procurador quien
deba acreditar en primer lugar, no su calidad de agraviado, si no de
representante del agraviado que es el Estado, adicionalmente como cualquier
otro sujeto procesal, deberá acreditar también su pretensión. También será
potestad a criterio del procurado limitarse al apersonamiento como parte
procesal si así lo considera. Como ya se indicó en líneas previas, el titular de un
derecho real en los casos de los delitos contra el patrimonio, deberá acreditar de
la mejor manera posible la titularidad del derecho o facultad que afirme
ostentar, igualmente se deberá acreditar documentalmente el entroncamiento
en el caso de pretender una calidad sucesoria o el certificado correspondiente de
vigencia de poderes expedido de los registros públicos en el caso de atribuirse la
representación de una persona jurídica inscrita. La representación de personas
jurídicas no inscritas o de hecho, se hará conforme las reglas civiles del caso. El
Juez deberá en todos los casos analizar la documentación necesaria para
determinar la validez o no de la solicitud y, de ser el caso, resolver la oposición
presentada.

Finalmente, se ha tenido noticia de algunos casos en los que se ha declarado de


oficio la constitución de actor civil del agraviado por parte del Juez de
Investigación Preparatoria. Es necesario afirmar categóricamente que la
petición de constitución en actor civil sólo puede ser a pedido e iniciativa de
parte.

Veamos: En primer lugar los actos oficiosos del Juez, por regla general, deben
ser respaldados por norma permisiva expresa. En este caso no existe norma
alguna que autorice al Juez a proceder de oficio.

Segundo: La calidad de procesal de actor civil lleva implícita una serie de


responsabilidades derivadas de las facultades inherentes a dicha calidad, el Juez
no puede atribuirle arbitrariamente dichas responsabilidades a un agraviado si
este no las ha solicitado expresamente.

Tercero, y más importante: La constitución en actor civil implica por mandato


legal el impedimento del agraviado a recurrir a la vía extra penal. Imagínese a
un agraviado que decide litigar en la vía civil, presenta una demanda por daños
y perjuicios y finalmente pierde la capacidad de continuar dicho proceso por
una excepción deducida por la otra parte, la que se declara fundada debido a
que en el proceso penal originado en los mismos hechos, tiene la calidad de
actor civil. Súmese a esa hipótesis que a ese momento la causa penal ya esté en
acusación fiscal, imposibilitando el desistimiento. ¿Incurriría en
responsabilidad el Juez que constituyó en actor civil a este agraviado de oficio?
A todas luces la respuesta es positiva, y no solo incurriría en responsabilidad
funcional, sino también en responsabilidad civil.

3. CONCLUSION
Como se ha visto, se ha intentado abordar las principales dificultades que
podrían derivarse de la constitución del agraviado como actor civil. Si bien el
procedimiento parece sencillo, como se ha demostrado, en el trámite de los
procesos, se pueden advertir variables mucho más complejas que requieren
soluciones no contempladas por el Código. Es necesario afirmar que cualquier
solución tiene que estar ajustada a derecho, a los principios generales del
proceso y a las reglas del Código Civil en cuanto sean pertinentes.

Se deben evitar excesos como por ejemplo la realización de audiencias


innecesarias cuando no hay oposición, so pretexto de resguardar un
“contradictorio” que como ya se ha explicado, es una garantía del juicio oral, y
es aplicable a la investigación preparatoria siempre que no afecte la eficiencia
del sistema.
Finalmente se debe recomendar de manera tajante proscribir la errónea práctica
de constitución de oficio de actor civil de los agraviados.

Iñapari, mayo del 2011

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